10 Pasos para Hacer nuestro Entorno Más Amable

Aprender a valorar, cuidar y descubrir todas las cosas buenas que forman nuestro entorno es el espíritu de la Encíclica Laudato SI’. En este texto, te contamos 10 pasos que te pueden ayudar a llevar adelante esta empresa.

Por José Ramón Villarín, SJ

1. Dar gracia antes y después de las comidas

El propio Francisco sugirió este sencillo ritual. “Ese momento de la bendición, aunque sea muy breve, nos recuerda nuestra dependencia de Dios para la vida, fortalece nuestro sentido de gratitud por los dones de la creación, reconoce a aquellos que con su trabajo proporcionan estos bienes y refuerza la solidaridad con los más necesitados.” (Laudato si’, 227) Permítenos aprender a decir gracias. Y extender esto incluso para marcar el inicio y el final de cada día. Cultivar un sentido de regalo en lugar de un derecho. Oren por los que pasan hambre.

2. Escalar una montaña o bucear en el mar

Y cuando estés allí, no te olvides de mirar las estrellas. El punto es sumergirse en la maravilla y tener una idea de la escala y el tamaño. De alguna manera lo pequeño hace evocar un sentido de dependencia radical y de contingencia, de las cosas difíciles de controlar. A partir de esta consciencia, volvemos a un sentido del don y la gratuidad de nuevo. Hasta encontrar una montaña que escalar, también se puede pasear con un amigo, ponerse al día o volver a conectar con alguien…

3. Desenchufar y saborear el silencio

Dejar de lado los cables e incluso el inalámbrico. Ir a un parque o cualquier lugar donde pueda encontrar paz interior. Visitar la tumba de alguien querido. Ir a una capilla y aprender a rezar de nuevo. Cuando estas solo y tranquilo, haz todo lo posible para no revolcarte o estar deprimido. No ceda retrocediendo y lamentándose. Simplemente disfruta, descansa y respira.

4. Reparar algo roto

Puede ser una taza de café o una bicicleta o alguna cosa de valor personal… Aprenda el arte japonés antiguo de kintsugi (kintsukuroi) o “carpintería de oro,” un método que restaura cerámica dañada con una laca especial mezclado con oro, plata o platino. Este arte, fluye desde la filosofía de wabi-sabi, que valora toda la historia de un objeto, incluyendo sus abolladuras y defectos e imperfecciones. Resista la tentación de comprar algo para reemplazar lo que está reparando.

5. Acercarse a los pobre

Reúnete con ellos en todas partes. Usted puede ir a un hospital o a un vertedero de residuos o cualquier lugar que es periférico a la riqueza y el poder. Los pobres se vuelven más marginales cuando se desvían hacia los márgenes físicos y sociales. Aprende algo más que su nombre. Comparte algo con ellos, sí, pero aprende también a recibir de ellos. Aprende el significado de las palabras: “Bienaventurados vosotros los pobres, vosotros entraréis en el reino de Dios.” (Lc 6:20) Hay muchas causas de la pobreza social y ambiental. El egoísmo es el mayor de todos ellos.

6. Trata de ayunar

Prueba con esto no sólo para bajar las calorías. Es posible que desee ayunar en compras, o en cualquiera de esas compulsiones sutiles de la vida moderna. Siente el hambre; trata de entender la unidad, la presión y de dónde viene. Si el ayuno es difícil, prueba la gula. Y experimenta el vacío.

7. Leer un libro para niños

El punto es volver a conectar con los niños y ver el tiempo como un continuo integral. Hay muchos niños y libros infantiles. Un niño tiene una manera de despertarnos, no sólo para el futuro o las cosas que importan, sino también para las cosas que necesitan ser sano.

8. Cuidar un espacio que pertenezca a todos

No, usted no tiene que proteger todo el bosque o convertirse en un barrendero. Sólo unirse a grupos que protegen y embellecen un poco algún espacio que sea de todos, como un parque o una pieza de arte público. Sería mejor si se tratara de un espacio compartido que le importa a los pobres o los niños o las personas mayores.

9. Si es católico, recibir la comunión

Para toda tu sofisticación y la educación, es posible que desees considerar la estructura molecular de ese pedazo de hidratos de carbono. Recuerda que incluso el Profesor Higgs del bosón no sabe realmente de qué se trata acerca de la materia. El punto es recuperar nuestro sentido de la Santa Cena, nuestro sentido de lo sagrado en la materia. La esperanza es que vamos a ser alimentados por nuestro anfitrión y llevados más cerca a la integridad (y santidad).

10. Hacer una caja para tus objetos de valor

Estos no tienen que ser grandes cajas. Coloca lo más preciado en esta caja. Dinero o recuerdos a mantener. Recuerdos no sólo de lo que ha conseguido, sino también de lo que he dado. Como las personas no las podemos guardar, podemos guardar fotos. El punto es saber lo que atesoras, lo que desea llevar contigo siempre.

Fuente: EcoJesuit

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