Arquitectura para la Educación

Alumnos de la UCC ha propuesto para la tesis final de su carrera, un proyecto de refuncionalización arquitectónica de las instituciones educativas para adaptarlas a las necesidades que plantean las escuelas hoy y posibilitar cambios en los modelos educativos imperantes.

Martina Demaría, Araceli Toledo y Gabriel Bolaño son arquitectos egresados de la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Su trabajo final de carrera Escuela Ya vol 1. y vol. 2, consistió en un programa arquitectónico para reformular los edificios de las escuelas públicas cordobesas con el fin de crear distintos espacios de aprendizaje diferentes al aula tradicional.

Un aspecto interesante, es que se plantearon reestructurar o redefinir los edificios existentes en lugar de hacer nuevos. Además, aplicaron el programa para plantear soluciones en tres escuelas con características muy diferentes: Jerónimo Luis de Cabrera; Presidente Sarmiento y Deán Funes. La idea fue comprobar que el plan se adapta a las múltiples problemáticas existentes en las escuelas de nuestra provincia.

¿Cómo surgió la idea de trabajar esta temática?

A—Todo surgió a raíz de una nota periodística que leí y que se titulaba “Las escuelas como cárceles”. El artículo hacía una analogía a nivel edilicio entre ambas: aulas y celdas; pasillos, patios, etc. Lo cierto es que muchas disciplinas han evolucionado en el tiempo y los cambios son visibles, pero la educación sigue siendo lo mismo de hace más de 100 años atrás. No hay una evolución a nivel arquitectónico–educativo. De allí surgió la idea de comenzar a investigar desde lo arquitectónico: cómo las estructuras influyen sobre la educación y viceversa.

G—En nuestro trabajo decidimos que mejor que hacer escuelas nuevas, era redefinir las existentes. Nos planteamos que el dinero que se utiliza para hacer nuevas escuelas, se puede utilizar para reestructurar todas las que ya existen aplicando este plan y analizando los problemas específicos de cada una para generar un cambio.

M—Por el cartel político, hay lugares donde cada tres cuadras hay una escuela y muchas están deshabitadas. Además, en general se construyen a nivel masivo sin tener en cuenta el barrio y las necesidades específicas de cada zona. No todas las escuelas deberían ser iguales.

¿A qué apuntan con estos cambios?

A—El aula y la forma de enseñar unidireccional tal cuál como existe hoy con un profesor en frente de la clase, es una de las formas de aprender y de enseñar. Pero existen muchas otras formas, situaciones y lugares de aprendizaje, la cuestión es diversificar esos espacios.

G—Dentro del programa hay distintos espacios de aprendizaje, algunos se parecen a los lugares formales con una pantalla al frente, otros están para trabajar en talleres.

M—La propuesta cambia el movimiento dentro de la escuela y por lo tanto cambia el programa. Definimos lugares de pertenencia donde los chicos pueden dejar sus cosas pero luego la idea es que utilicen varios espacios. Así, todo lo que es tecnología y soporte escrito estaría por toda la escuela. La información ya es accesible en todos lados a través de los dispositivos móviles. De esta forma, el profesor está para guiar en la realización de un trabajo, para sacar dudas, y no solo para transmitir contenidos que los chicos pueden obtener de muchas otras maneras. Otra cuestión es la conexión entre el edificio y la calle para que la escuela y el barrio interactúen. La gran mayoría de las escuelas no la tienen y en general son edificios que están cerrados a la comunidad.

 arq-escuela

¿Cómo debería ser la escuela?

M—En la investigación que realizamos, vimos muchos casos en todo el mundo y nos sorprendió conocer propuestas de 1930 que son muy vanguardistas para la época (y aún para hoy). Son casos especiales, pero lo que pudimos ver es que no se ha avanzado mucho sobre estas propuestas. En Córdoba lo más parecido a lo que planteamos sería el Colegio Manuel Belgrano.

G—En general se trata de intervenciones que agrandan los espacios, los hacen más útiles y accesibles y cambian todo el funcionamiento de un edificio.

Escuela Ya. Presidente Sarmiento

¿Por qué la elección de estas tres escuelas?

A—Elegimos tres escuelas totalmente diferentes (en relación a la época de construcción y situación urbana) para demostrar que el plan es aplicable a lugares con distintas características.

M—El trabajo se basó en transformar los espacios a nivel cualitativo para que se asemejen a un lugar al que me gustaría llegar. El programa redefine el uso de las condiciones de la escuela (cómo debería ser ese espacio a nivel cualitativo)

¿Cómo fueron las distintas experiencias?

G—Yo trabajé con el Jerónimo Luis de Cabrera, un edificio de 1909 del orden Neoclásico. Es una escuela de época y tiene toda la carga de patrimonio encima. En este caso, hubo que resolver muchas cuestiones de barreras arquitectónicas como escaleras y desniveles, y también el tipo de construcción porque tiene muchas paredes que soportan toda la estructura del edificio. Son paredes que en general no se pueden tirar, así que a la hora de agrandar espacios se complica. Además, es una escuela donde se trabaja en torno a un claustro por lo que mi trabajo fue tratar de romper esa centralidad. En lo que respecta a la conexión, intenté eliminar las barreras arquitectónicas para que se pueda convertir en un espacio accesible. La fachada en general se conserva aunque en este sentido, los tres estamos de acuerdo en que el patrimonio no debería condicionar la función específica que tiene un edificio.

A—Yo trabajé con la escuela Presidente Sarmiento (de 1936), de barrio Cofico que es moderna. Tiene jardín de infantes, nivel primario y secundario, y todos conviven en un espacio pequeño, por lo que tienen un problema funcional bastante complejo. Además de esta intervención a nivel programa, la propuesta fue hacer una reconfiguración del viejo edificio y la incorporación de uno nuevo, articulado con los existentes con un espacio común y otros particulares.

M—Yo abordé el caso del Dean Funes que es de1969. Tiene mucho espacio desaprovechado y está ubicado en un barrio sobrepoblado como es Nueva Córdoba. En mi propuesta la escuela conserva y agrega lugares de aprendizaje y propone la incorporación de un gran espacio público accesible a la gente.

Fuente: Noticias UCC

 

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