Renacer – Red Juvenil Ignaciana Mendoza

Desde Mendoza nos llega este testimonio de la vivencia de la pasada Semana Santa.

Agrelo siempre es volver a mirarnos y volver a mirarte, Señor.

Esta vez la invitación fue el animarnos a descubrir nuestra pasión, mirarlo a Él, y en su mirada descubrir su Pasión por nosotros, el secreto de Sus ojos.

El retiro de Semana Santa, al que llamamos “Hoy estarás conmigo en el paraíso”, convocó a más de 60 personas que decidieron acompañar a Jesús en camino pascual, para encontrarse con Él en el silencio de la oración y dejarse mirar.

La propuesta fue como en El Secreto de tus ojos, poder descubrir a Jesús, encontrarlo en esos espacios, lugares, momentos que Lo apasionan… es ahí adonde nos espera, y donde lo esperamos, donde lo invitamos a quedarse y se vuelve anfitrión, y con pan y vino descubre nuestros ojos, nos da vuelta la estantería, desarma nuestros enrosques y quejas, y nos invita a mirar más allá del dolor del momento, haciéndonos parte de una historia mucho más grande. Jesús se mete en nuestra historia, la revoluciona y la simplifica, le da un sentido distinto a nuestro caminar. Descubrir en Sus ojos su pasión por nosotros, encontrarnos en Su mirada, y dejarnos mirar por Él, abrazar por Él, consolar por Él. Y desde ahí mirar a otros, regalarnos a otros, contagiar esta nueva forma de mirar…

Esta Semana Santa fue reencuentro de miradas, de abrazos, fueron mates compartidos, nuevo encuentro de esta comunidad mendocina en el caminar con Jesús.

Comunidad diversa que se deja consolar, perdonar y lavar los pies por Aquel que renueva nuestro andar.

Comunidad que se anima a ofrecer sus dolores en ese Via Crusis que los Peregrinos nos regalan, con tan maravillosa puesta en escena en los cerros de nuestra grutita de la Virgen de Lourdes.

Comunidad se silencia en Getsemani, contempla, sostiene la mirada y se deja sostener por Jesús

Comunidad que como Magdalena se deja mirar hondo por Jesús, lo deja entrar a su corazón, se deja cuestionar y abrazar por Él, y se enamora de Él.

Comunidad que renueva su luz con la luz del Resucitado, que no puede callarla, la canta con guitarras y cajones, la abraza en la paz… y sale a anunciarla, a gritarla, a regalarla. Que después de dejarse mirar y amar por este Jesús que cala hondo, se anima a mirar a los demás, se expone, se brinda.

“Levantemos nuestros corazones, demos gracias a nuestro Dios”

Gracias a cada uno de los que en esta Semana Santa se acercaron a Agrelo para dar una mano, para compartir las celebraciones; a los cocineros que tanto nos mimaron con exquisiteces, el agua pa´l mate, las pizzas; gracias a Charly por el sonido, a todos los grupos de la RJI Cuyo, por tanta preparación y sus magníficas actuaciones, a todo el Secretariado de la Casa de Ejercicios, por recibirnos, por acompañarnos en este andar, por abrazarnos.

Gracias al Padre Tomás por tanto. Por esta invitación tan clara en estos años compartidos a hacer comunidad, a acompañarnos unos a otros, a mirarnos, a conocernos, a sostenernos, a remarla juntos. Hoy cura querido como comunidad te enviamos a nuevas tierras, nueva misión, nuevos amigos, mates uruguayos… con la certeza de encontrarnos en cada fracción del pan.

Que Jesús Resucitado sea luz en nuestras miradas que nos permita iluminar, acariciar, consolar a otros.

 Red Juvenil Ignaciana Mendoza

Misión de Pascua – Santa Fe

Cuenta la historia que, cuando San Ignacio envía a San Francisco Javier a Oriente, le dice “Id, inflamad todas las cosas”. Muchos años después y en otra parte del mundo, un obispo chileno, que había conocido a San Alberto Hurtado, escribe sobre este: “su fuego era capaz de encender otros fuegos”… Y creo que de eso se trata, mucho más en Pascua: de ser fuego, de encender a otros, de inflamar todo con el fuego del amor de Dios.

Esta Semana Santa fue distinta y especial para las más de 80 personas que participamos (y por qué no, para las muchas que fueron visitadas) en la Misión de Pascua organizada por la Red Juvenil Ignaciana de Santa Fe del jueves 2 al domingo 5 de abril.

Nuestro destino fueron los barrios de Alto Verde, La Vuelta del Paraguayo y La Boca, donde la Compañía de Jesús hace casi 80 años, tiene encomendada la Parroquia Jesús Resucitado y tres capillas más: Ntra. Sra. de los Milagros, Santos Mártires Rioplatenses y San Alonso Rodríguez.

La propuesta era, acompañar a Jesús en su Pasión, Muerte y Resurrección a través de la visita a las casas y a enfermos, realizando actividades para niños, participando de las celebraciones y vigilias, preparando Vía Crucis, y compartiendo con la comunidad de la parroquia y de las distintas capillas.

Al igual que San Francisco Javier, también fuimos enviados a una misión; a compartir nuestro fuego; a encender a otros; a trabajar en la construcción del Reino. Y queda la alegría del encuentro, de la escucha, del aliento, de saber que fueron muchos lo que ésta Semana Santa pudieron acercarse, de una manera u otra, al Dios de la vida que se entrega por cada uno para salvarnos y, de esta forma, la muerte no tiene la última palabra. Pero, también queda el compromiso de intentar parecerse cada día más a Cristo; entregarse en cuerpo, mente y alma al prójimo; hacer el esfuerzo de vivir amando, a cualquier precio y sin ningún tipo de condición; con compasión, con misericordia. En definitiva, el compromiso de amar y servir, en todo.

Eloy Frugoni

 

Misión de Pascua – Grupo Misionero Pinceles

El paso de Dios deja siempre huellas en aquellos que lo experimentan. Compartimos aquí tres testimonios de jóvenes que estuvieron misionando esta Semana Santa al norte de Córdoba en un pueblo llamado Lucio V. Mansilla, que el Grupo visita cada dos meses durante tres años, siendo este su segundo año de trabajo misionero allí. 

Vivir la Pascua es morir con Cristo y resucitar con Él.

Es ver que una madre atravesada de dolor por la muerte de su hijo, no llora, sino que da apoyo a otros tantos que sufren.

Es ver que dos amigos son fieles hasta el final.

Es ver que un hombre diabético le presta su insulina a quienes la necesitan pero no la pueden comprar.

Es escuchar a una señora agradecer por un día más de vida y no pedir por su salud, estando enferma de cáncer.

Es ver a un niño abrazando con todo su amor a un desconocido.

Es correr y gritar hasta cansarse para que un par de niños sean felices por dos horas.

Es ver a los niños corriendo con una sonrisa en la cara.

Es compartir charlas profundas y los mates más dulces del mundo.

Es aprender a acompañar en silencio.

Es poner los dones al servicio.

Es aprender a perdonar. Y a ser perdonado.

Es prender una llama de amor en el corazón.

Es revivir pasiones.

Es, en definitiva, sentir en carne propia el amor más grande del mundo.

Victoria Galera

 

Pies Descalzos y Corazón a Flor de Piel

Este fin de semana pisamos nuestra Tierra Santa nuevamente a pies delcalzos y corazón a flor de piel, morimos y resucitamos en ella junto a Jesús y con el pueblo. Nuestros corazones se llenaron de amor, de rotros que reflejan al cristo vivo, de lágrimas de alegría como asi también de dolor, nuetros ojos se llenaron de esperanza. Aquí también aprendimos a abrazar nuestra Cruz y seguirlo porque entendimos que en Èl y con El todo es mas fácil y al seguirlo descubrimos un mundo lleno de bendiciones, que cada latido de nuestros corazón vale y que cada cosita por pequeña que sea pero hecha con mucho amor puede cambiar vidas. Aprendimos que los abrazos expresan mas y hacen sentir mucho mas amor de lo que en realidad significa, que la escucha es solo lo que a veces alguien necesita para ser inmensamente feliz. Es muy difícil expresar con palabras lo que vivimos esta Pascua en Lucio V. Mansilla. Para entender lo que decimos solo basta ser valientes y animarse a vivir esta locura que nos corre por las venas: la locura de Cristo, porque Él hace nuevas todas las cosas y créanme que es así porque lo vimos con nuestro propios ojos y lo vivimos con nuestro corazón. Gracias por tanto Pinceles, gracias por dejarse hacer instrumento, gracias por ser amor, gracias por el inmenso sí que dan y la entrega que hicieron. No puedes callar lo que has visto y oido… Y ahora esto sigue en el día a día, ese es el mayor desafió. Adelante.

Anita Korap Bazán

 

Un pedazo de Cielo en la Tierra

«Hay mas cosas en el cielo y en la tierra, que todas las cosas que pueda soñar tu filosofia». [Shakesperare; Hamlet, acto 1, escena 5]

Creo que esta frase refleja tan solo una porción de lo que he vivido, sentido, gustado y comprendido en este fin de semana de mision.

Hubo situaciones vividas en Lucio V. Mansilla que hacen que de un pueblito mas de la Prov. de Córdoba, pase a ser mi Galilea, mi Tierra Santa. En cada casa visitada, en cada una de las charlas, risas, mates, abrazos, gritos de la inocencia de un niño, consejos de un adulto, la energía de los jóvenes, las locuras de los pinceles, como también en cada silencio, en cada lágrima derramada, en cada paso a paso al lado de uno en silencio, en cada nudo de la garganta compartidos… en cada experiencia vivida hubo un motivo para encontrar a Dios.

Y no es ese Dios escrito en las páginas de un libro, ese Dios que solo se lo puede comprender con un nivel elevado de estudios teológicos. No era ese Dios decorado en el altar. NO. no era ese DIOS ABSTRACTO… Era un Dios sencillo, humilde, que se me presentaba en lo pequeño, en lo cotidiano. Dejaba de ser un Dios Teórico y pasaba a ser un Dios Práctico, tangible. Un Dios que me mostraba realidades y me enseñaba hablándome directamente. Eso sí, para oírlo solo debía escuchar atentamente aun en los sonidos del silencio.

Gracias Grupo Misionero Pinceles por permitirme darme una vez mas la posibilidad de ver un pedazo de cielo en la tierra…

De poder ver que hay cosas mas allá del entendimiento de mi lógica, de mis coordenadas de tiempo y espacio, de cosas mas allá de lo que mi filosofía pueda llegar soñar.

Pablo Peralta

 

 

De Tradiciones y Novedades – Semana Santa en San José del Boquerón

En Boquerón, como en todas partes de Argentina, la Semana Santa es un tiempo muy especial. Hay tradiciones, prácticas religiosas antiguas que se cuidan, más aún en el campo. Pero también hay espacio para la novedad, para la renovación. Es así como hemos vivido esta pasada Semana Santa.

El Domingo de Ramos tuvimos la tradicional liturgia con los ramos y la lectura de la pasión. Lo particular de Boquerón es la diversidad de los “ramos”. Hay de la planta que se te ocurra, menos palmas y olivos. Se pueden percibir durante la misa, los aromas más diversos.

El Jueves Santo, tuvimos la celebración litúrgica normal donde el P. Marcos SJ realizó el lavado de pies a varios integrantes de la comunidad. Cerramos la celebración con un rato de adoración eucarística.

El Viernes hicimos la tradicional visita al cementerio a “alumbrar” (prender velas) y visitar a los familiares y amigos difuntos. Cerramos la jornada con la primera representación del Vía Crucis y la celebración de la cruz.

Cerramos el Triduo con una sencilla Vigilia Pascual y con un Domingo de Resurrección que da comienzo a la larga Octava de Pascua a lo largo de la que grandes y chicos irán pasando por las casas a pedir la bendición de rodillas. Gesto Santiagueño en el que los niños van acumulando grandes cantidades de golosinas fruto de la retribución de los mayores a su piadoso comportamiento y cuidado de la tradición religiosa

Fue muy destacada la novedad del Vía Crucis representado o viviente. Guión y motivación, con origen en la pasada semana santa (2014) en compartida con los jóvenes de la RJI-Resistencia, a cargo del Hno. Rodrigo, sj. Con la dirección de la profe Adela y la actuación de varios alumnos de 5to año y algunos profes. También es destacable el apoyo de las mujeres de Cáritas en la confección de algunas de las vestimentas; el acompañamiento efectivo de la comunidad jesuita; el apoyo invalorable y diverso de Don Lino y la presencia alegre y práctica de Mary Quadri.

Finalmente nombro también, a todos los adolescentes y jóvenes que especialmente en esta ocasión se sumaron de forma muy numerosa como público.

A Dios gracias por lo vivido. Que sea para el crecimiento en la devoción, la fe y la vida comprometida de toda la comunidad.

María de Huachana nos acompañe.

Hno. Rodrigo, sj y comunidad.

 

Encuentros que valen la pena – MisiónSFJ

El pasado 14 de febrero partimos aproximadamente 110 jóvenes hacia la Diócesis de Mercedes, acompañados por un grupo de asesores, comprendido por religiosas, religiosos y sacerdotes. Jóvenes provenientes de distintas localidades: Montevideo, Salto y Tacuarembó; San Miguel, Córdoba, Corrientes, Chaco, Mendoza, Santiago del Estero y Santa Fe; y cruzando la cordillera, llegó la gente de Santiago de Chile. Diversidad de acentos se entrecruzaron para generar un ambiente de misión festivo, alegre, de color naranja.

Fuimos encomendados para una misión: 8 comunidades, 8 realidades, 8 desafíos nos esperaban con ansias y mucha alegría. Una misión de encuentros primeros, pero también de reencuentros que llenan el corazón de recuerdos y de amistades en Cristo que valen la pena. Segundo año que volvíamos a la Diócesis con una mirada distinta, porque ya conocíamos la realidad de estas comunidades.

Mañanas de oración personal y de misión por las casas buscando el encuentro con personas necesitadas de escucha, de esperanza, de compañía; con ganas de contagiar a Cristo y llevarlo por todos lados. Encuentros que de un año a otro persisten, se congelan en el tiempo y se recuerdan.

Tardes de talleres con temáticas particulares de evangelización. Este año se profundizó en las Imágenes de Jesús: Jesús como Amigo, Luz, Buen Pastor, Pan de Vida, y Buen Samaritano. Niños jugando y haciendo danzas orientadas a estos temas; jóvenes compartiendo dinámicas relacionando su vida con lo que Jesús nos enseña; adultos profundizando en la Palabra, en su mensaje y las resonancias que deja ésta en sus vidas. Instancias fuertes de compartir, de aprender de la experiencia del otro, de su vida, y de buscarla a Dios en todas las cosas.

Tardecitas también de misas, en donde se congregaba toda la comunidad y los misioneros para agradecerle a Dios tanto bien recibido. Momento clave del día, celebrando niños, jóvenes y adultos, dándole cierre al taller del día.

Noches en donde el grupo misionero se junta para cerrar el día en clave de oración, de examen diario, para recoger frutos del día. También para compartir la vida y conocer más al otro profundizando en estas hermosas amistades en Cristo que se van cultivando en el correr de la semana.

Una experiencia única, valiosa, de Dios. Cada puerta golpeada, cada taller, cada compartir entre misioneros, cada conversación, cada rostro, cada misa, sin duda deja huella en nuestras vidas, deja el corazón ardiendo, y deja la presencia de Dios de forma inigualable.

Lucía Goncalves Montes

 

Misión de Pascua – Lucio V. Mansilla

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Y aunque no vivamos todos la misma experiencia, es bueno estar siempre al tanto de qué es lo que está haciendo el otro. Por eso, en los días que nos quedan para llegar a la Semana Santa, estaremos compartiendo con ustedes las distintas actividades que se planean en los diferentes núcleos de la Red Juvenil Ignaciana de Argentina y Uruguay  para vivir tan importante fecha.

Hoy nos toca contarles sobre el Grupo Misionero Pinceles, quien tiene por costumbre pasar los últimos cuatro días de la Semana Santa (jueves, viernes, sábado y domingo) en su lugar de Misión, que este año corresponde a Lucio V. Mansilla. Éste es un pueblito del norte de Córdoba que el grupo ya visitará por segundo año consecutivo (tienen ciclos de tres años por pueblo).

A lo largo de los cuatro días, los misioneros comparten con el pueblo las celebraciones propias de la Semana Santa, un encuentro de (correspondientemente) Niños, Jóvenes o Adultos y la vida de cada uno en las Visitas de Casas. 

La idea es ir a llevar un poco la Alegría y Esperanza que despiertan la Resurrección en las vidas de los jóvenes a una población que a veces se siente muy olvidada.

Además de en Semana Santa, los Pinceles visitan otras cuatro veces el pueblo a lo largo del año.

 

 

Campamento Mascardi 2015

Desde el 18 al 28 de Enero de 2015, un grupo de 45 jóvenes (27 mendocinos, 9 chaqueños, 5 correntinos, 3 santafecinos y 1 bonaerense) junto al Padre Tomás Bradley S. J., tuvieron la cuarta experiencia del Campamento de la Red Juvenil Ignaciana de Argentina y Uruguay. Una vez más estuvieron dándonos una mano en la cocina Jorge, Matilde, Pedro, Fausto y Male durante los 10 días.

El Campamento se llevó a cabo en la Cabaña Padre Mascardi, ubicada en el Lago Mascardi a 35 kilómetros al sur de la Ciudad de San Carlos de Bariloche.

Durante 10 días se llevaron a cabo diferentes actividades que tenían como objetivo encontrarse con uno mismo en relación con Dios, con la Naturaleza y con los demás. Se realizaron diferentes actividades recreativas en la Cabaña: juegos, deportes, actividades de artesanías, juegos de mesa, fogones. Días de campamento en carpa (en la localidad de Pampa Linda a 40 kilómetros de la Cabaña Padre Mascardi), ascenso al Refugio Otto Meiling (ubicado a 2000 metros de altura), caminata al Glaciar Ventisquero Negro y a la cascada Saltillo de las Nalcas. Ascenso al Cerro Falso Granítico (ubicado a 1200 metros sobre el nivel del mar) y a 5 kilómetros de la Cabaña Padre Mascardi. Actividades de Reflexión sobre lo vivido en las diferentes caminatas y en la convivencia con los otros, además de actividades de Reflexión personal.

Fue una experiencia muy enriquecedora para los que participaron del Campamento, en la que la importancia estuvo puesta en  el aprender del otro y crecer con él en la convivencia y a través de las diferentes actividades; en el maravillarse ante la inmensidad de la creación de Dios, el desafiarse y superarse a uno mismo cuando las cosas no salen como uno quiere o el cuerpo no da más y saber pedir una mano; en el volver a ser niños y divertirse sanamente al jugar con el otro; en el reflexionar y profundizar sobre lo que cada uno va viviendo en el día a día.

Es una experiencia que nos pone en contacto con Dios y con la maravilla de su Creación y así nos acerca a una de las formas más profunda de experimentar y vivir la vida.

 Testimonios

“El campamento para mi fue un descubrir el valor de la vida y de lo esencial en ella, fue encontrar amigos y compañeros de camino que con el tiempo Dios los transformo en familia con cada paso que dábamos. Me conectó con Dios en la inmensidad de todo su amor y en nuestra frágil pequeñez, con su firme opción por elegirnos y amarnos. En los diez días que pasaron, miles de cosas se movieron para que Jesús en el silencio las acomodara con serenidad y amor, dándonos fuerza para seguir en el retorno a nuestras provincias”.

Federico Torres. 21 Años. Corrientes

 

«Mi experiencia en el campamento de Mascardi, fue una vivencia que me fue sorprendiendo a medida que pasaban los días. Llegar y en ese instante de contacto con la naturaleza bruta, desconectar mi chip, no sólo del celular, sino también de mi cabeza: vaciarme de pensamientos, de expectativas…  sólo disponer el corazón y dejarme sorprender.

En primer lugar, me conocí en la necesidad, no solo de cosas materiales, sino también de apegos, en el compartir, en el respeto al otro: escucharlo, mirarlo y abrazarlo desde el corazón. Poder incomodarme en la convivencia y reconocer debilidades y falencias, que no se encontraban en no poder bañarme y tener luz todo el tiempo; si no en mi capacidad aceptar opiniones y costumbres distintas de las mías.

Cuando me embarqué en esta aventura, creí que iba al campamento a buscar algo en particular: respuestas,rumbos… y en realidad descubrí que solo quería dejarme sorprender:  quizás fui a buscar respuestas pero me fui con más preguntas y desafíos. Quiero que Dios también me sorprenda en la naturaleza, confiar y dejarme en sus manos.

En segundo lugar, me encontré con silencios absolutos que hicieron grandes ruidos interiores. Y que, al mismo tiempo hizo el encuentro con mis compañeros mucho más profundo. Nos acompañamos desde el silencio, con miradas y gestos, que parecen pequeños y breves, pero quedan grabados en el corazón.

Por otro lado, me Animé a caminar senderos, no fueron fáciles para mí, pero (aprendí) que tampoco imposibles.  Charlando, riendo, agitada, fuimos caminando y llegamos a la cima. Estando ahí, contemplaba la maravilla de la creación. Me quedaba sin aliento ante tanta inmensidad. En el camino, cada paso era una decisión: era inevitable no relacionarlo con decisiones en mi vida. En la subida al Tronador, sentí muchas veces miedo: al fin y al cabo la respuesta era siempre mirar al frente y seguir. Este fue otro aprendizaje que me llevé para mi día a día: no acobardarme.

Para finalizar, y haciendo memoria agradecida de los días vividos, me gustaría quedarme con la imagen del camino recorrido; donde encontraba: piedras, que dificultaban mi caminar; personas que me costaba aceptar;  arroyos de agua fresca, que me recargaban energías para seguir; amigos; árb0les que me daban sombra, descanso y protección; familias y personas que iluminaron mi camino; y finalmente, con el Sol, que como Dios, con su calor me recuerda que estoy viva.  

Estoy muy agradecida con Mascardi , y con cada persona que conocí.»

 Valeria Lémole Díaz. 27 Años. Mendoza

¡Estamos de Misión!

Del 14 y el 22 de Febrero se llevará a cabo la Misión San Francisco Javier, organizada por la Universidad Católica Uruguay (UCU) y que desde hace ya varios años reúne a jóvenes de toda la Red Juvenil Ignaciana de Argentina-Uruguay.

El año pasado, la misión inició un nuevo ciclo en la Diócesis de Mercedes. El más de centenar de jóvenes que participan, se dividen para visitar ocho localidades y barrios de la diócesis: Pueblo Gil, Sacachispas, Palmitas, Barrio El General, Barrio Los 33, Florencio Sánchez, Rodó y Nueva Helvecia.

Este año serán visitados por segunda vez, y muchos misioneros ya están en camino hacia Mercedes para reunirse con sus compañeros.

Les dejamos aquí un vídeo que repasa algo de lo trabajado el año pasado y encomendamos a estos jóvenes misioneros a sus oraciones.

 

 

Camino Ignaciano 2015

Durante el mes de enero pasado y en tres lugares diferentes de Argentina (Mendoza, Tucumán y Córdoba) cerca de 150 jóvenes de entre 18 y 40 años, pudieron vivir esta experiencia. Los caminantes, provenientes de distintas partes de Argentina, Uruguay y Brasil, se reunieron en estos tres puntos para convertirse en silenciosos compañeros de camino unos de otros.

En los tres destinos, el Camino consistió en un Taller de Autoconocimiento y una semana de Ejercicios Espirituales. El primero se extiende a lo largo de los primeros tres días. En él, se brinda a los caminantes claves para reflexionar sobre su propia vida y lograr conocerse un poco más así mismos.

Los siete días subsiguientes se pasan en medio del más profundo silencio, como propone San Ignacio . En ellos, los ejercitantes rezan en base al método y la materia propuestos por Ignacio en su Libro de Ejercicios, intentando así descubrir cuál es la Voluntad de Dios en la vida de cada uno.

 

CAMINO IGNACIANO

en /por

¿Qué es?

Es una experiencia que tiene como exclusivos destinatarios a los jóvenes, donde, siguiendo las huellas de Ignacio de Loyola, nos adentramos en el conocimiento interior para luego poder tener un encuentro personal e íntimo con Cristo.

Una forma metódica de disponerse enteramente a la acción del Espíritu, que nos transforma y ayuda, para liberar el corazón de todo deseo desordenado y para buscar y realizar la voluntad de Dios sobre la propia vida. Es un método que nace de la experiencia de san Ignacio de Loyola, que desde el siglo XVI han ayudado a innumerables hombres y mujeres en su búsqueda de Dios. De ahí el hablar de espiritualidad ignaciana, es decir, la manera de comprender a Dios, el evangelio y nuestro lugar en el mundo, que se enraíza en ese recorrido primero de san Ignacio.

Los Ejercicios quieren ser una ayuda para tomarse el Evangelio de Jesucristo en serio. Para romper las ataduras de nuestro corazón que nos impiden ser verdaderamente libres para amar. Para percibir el modo concreto en que Dios nos invita a construir el Reino y a servir a nuestros hermanos como fieles miembros de su Iglesia.

Para no contentarnos con una vida mediocre, a medio gas, de horizontes alicortos, y para aprovechar nuestro tiempo y nuestra vida de la mejor manera posible. Para no quedarnos en las ideas, en las meras nociones, en los planteamientos ideológicos, sino perseguir una verdad que se verifica en una experiencia saboreada, gozosa y estimulante. Finalmente para poder entender, no sólo desde la cabeza, sino sobre todo desde el corazón, lo que quiere decir el Apóstol cuando exclama: ¡Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí! Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gal 2, 20)

¿Para quiénes?

Destinado para jóvenes de 18 a 33 años, con grandes deseos de…

* Encontrarse con otros jóvenes recorriendo el `Camino Ignaciano`

* Vivir y compartir el autoconocimiento.

* Interesarse por su crecimiento humano y espiritual

* Buscar claridad interior en el discernimiento para una opción de vida.

* Disponerse a seguir a Jesús para construir el Reino.

¿Dónde y cuándo?

Hace el Camino con nosotros en el 2016:

Córdoba -centromanresa@jesuitas.org.ar

Tucumán – corazonesnuevos1@gmail.com

Mendoza – templosjesuitasmza@gmail.com

«El silencio te habla.
Encuéntrate a ti mismo en el silencio.
Ponte en marcha, al encuentro del silencio.
Quien dice silencio, dice Ejercicios en retiro: oasis de paz, remanso de calma, alto en el camino.
El silencio pacifica el alma, tonifica los nervios, sosiega el espíritu.
Y hace hallar a Dios.
El altavoz de Dios es el silencio.
A eso vienes: a pasar unos días a solas contigo mismo y con Dios.
A hacer Ejercicios.»

Los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola.

  • Cuanto mas pienses tu, y medites y reflexiones, tanto mejor harás Ejercicios.
  • Cuanto mas te apropies lo que oyes y mejor te lo asimiles, tanto mayor fruto sacaras de los Ejercicios.
  • Cuanto más te dejes empapar de los sentimientos de cada meditación y mejor te pongas a tono con las materias que vayas meditando, tanto mayor efecto producirán en ti.
  • Cuanto más pidas a Dios y más íntimamente comuniques con El, tantos mayores serán las maravillas que se obraran en tu alma.