¿Dios en las redes?

El jueves 19 de mayo tuvo lugar, en la Capilla de la Resurrección de Bruselas, un interesante coloquio, acerca de la presencia de Dios y la experiencia espiritual en las redes sociales. Tanto en el viejo como en el nuevo continente, las redes son espacios de oportunidades. Entre ellas, ofrecen alternativas para generar canales de evangelización. Por eso compartimos la noticia, que contiene algunas conclusiones interesantes para encarar dicha tarea.

Esta iniciativa ecuménica encomendada a la Compañía de Jesús sirve de distintas maneras a los funcionarios de las instituciones europeas, favoreciendo el cultivo de su vida espiritual, impulsando la presencia de lo religioso en este contexto y contribuyendo a proporcionar “un alma para Europa”, por emplear la expresión de uno de sus fundadores, Robert Schuman.

En esta ocasión, el foco estaba puesto en los jóvenes de entre 35 y 45 años, y las cuestiones-clave se referían a cómo está presente Dios en las redes sociales, cómo nuestra mentalidad queda afectada por Internet, de qué modo podemos tener una presencia relevante y positiva en este medio, o hasta qué punto podemos decir que Dios es compatible con la tecnología 5G.

ABC para manejarse en Internet

La primera intervención corrió a cargo del director de entreParéntesis, el jesuita español Daniel Izuzquiza. Ofreció, en primer lugar, un marco antropológico para entender la interacción entre el ser humano y los medios digitales: debemos considerar siempre al individuo, sus relaciones y el conjunto de la sociedad. Esa triple dimensión de identidad, relaciones y acción pública está, en el siglo XXI, siempre transida de Internet y, al mismo tiempo, abrazada por la presencia amorosa de Dios.

Con este marco, Izuzquiza sugirió algunas recomendaciones para cada uno de los niveles, una especie de ABC para manejarse en Internet. En el terreno de la identidad personal, invitó a estar presentes, plantear las preguntas adecuadas para adentrarse en mayores niveles de profundidad y ser coherentes (ask questions, be present, coherence); en el ámbito de las relaciones, pidió prestar atención escuchando a los otros, construir puentes y crear relaciones (be attentive, build bridges, create relationships); y en lo referido a la acción cívico-política, el ABC sugerido fue: buscar medios y enfoques alternativos, ser atrevidos y ser cuidadosos (alternative, bold, careful).

Estas nueve propuestas, unidas a la convicción de que Dios es un Dios 5G, constituyen el decálogo que puede guiar nuestro modo de estar presentes en la esfera digital. Estos diez mandamientos se resumen en dos: encontrarás a Dios en Internet y no tomarás a Internet como tu dios. Es decir, se resumen en una llamada al discernimiento.

Saber discernir al usar las Redes

A continuación intervino la teóloga canadiense Erin Green, coordinadora de comunicación en el Consejo Europeo de las Iglesias, que realiza un doctorado analizando la visión teológica de la Inteligencia Artificial. Green habló de cómo encontrar la gracia de Dios en un mundo de trolls. Comenzó presentando algunos casos concretos que muestran que Internet está habitado por el pecado: los comentarios sexistas y racistas en medios convencionales online; la brecha de género en Wikipedia; y los comentarios agresivos en Facebook y Twitter.

En segundo lugar, propuso algunas vías para reconocer, acoger y cultivar la gracia de Dios, presente también en este mismo medio. Concretamente, destacó tres áreas de atención. Primero, la comunidad, en la que sugirió que debemos dar en las relaciones online el mismo tipo de cuidado y cariño que ofrecemos offline. Segundo, el embodiment (incorporar la corporalidad como clave de la en-carnación), ya que no es posible separar la presencia digital del mundo “real”. Y tercero, el discernimiento, que supone oración, tomar distancia, cuidar tiempos offline, reconocer el don y reflexionar también académicamente.

Puesta en Común de Cierre

El coloquio posterior fue muy animado, prolongándose por dos horas, lo cual permitió profundizar y matizar algunas de las cuestiones planteadas en las presentaciones iniciales, así como introducir otras nuevas y relacionadas: educativas, económicas, tecnológicas, etc.

Fuente: Entre Paréntesis

 

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