Educación y Compromiso Social se dan la Mano

El P. Alfonso Gómez Boulin SJ. se apresta a cumplir su primer año al frente del rectorado de la Universidad Católica de Córdoba. En esta entrevista comparte su visión sobre los principales desafíos que le han tocado en su gestión frente a una institución consolidada desde su prestigio académico y particularmente desde la responsabilidad social que las organizaciones sociales de Córdoba reconocen y valoran.

-¿Cuales piensa usted que fueron sus principales desafíos en su primer año de gestión?

Los desafíos sumen una cierta complejidad. El primero de ellos está en descubrir la potencialidad de las personas. Cuando uno llega a esta universidad tiene la responsabilidad de asignar un sentido profundo a las diferentes practicas y uno humanista en el el hacer de las cosas. Por eso, en primer lugar, ha sido una muy buena experiencia encontrar gente que comparte valores y dan fuerza a estas cosas positivas de la búsqueda.
El segundo desafió esta siendo armar equipos, todo eso mientras transcurre el día a día, ya que uno no puede detener el mundo hasta que encuentra a las personas adecuadas y arma los equipos. Afortunadamente las instituciones tienen normativas y cultura interna que activan mecanismos y organizan lo cotidiano.
Es como la vida: uno tiene que ir aprendiendo y no puede detenerla. Uno no puede decir «hijo, vamos a detener todo hasta que aprenda a ser tu padre». Lo mismo ocurre gestionando la universidad.

-Antes de asumir como Rector se desempeñaba como Provincial de los Jesuitas ¿Como vive el contraste entre ambos cargos?

Como Jesuita nosotros vivimos la vida en el sentido de que somo enviados. Tenemos un voto de obediencia… uno siente que es voluntad de Dios y fue en ese sentido que tomé la función de Provincial de los Jesuitas durante 9 años, tarea que tampoco es ajena al ámbito universitario sino que engloba muchas otras cosas. Por ejemplo fui Vice Canciller de esta Universidad y de la Universidad Católica de Uruguay.

-¿Que es ser canciller?

Es el cargo desde el que se nombra al Rector, Vicerrectores y a los Decanos. Eso implica seguir los procesos universitarios, visitar a los Rectores y Decanos cada año. Desde ese lugar ya conocía varios aspectos que hacen a esta universidad.

-La Universidad Católica de Córdoba hace referencia desde la sociedad cordobesa a partir de su fuerte compromiso social ¿Con que impronta piensa desarrollar o sostener esta faceta tan importante de la UCC?

Encontré una relación con la sociedad muy bien armada y a pesar de que ha sido un año difícil para los argentinos, pudimos ejecutar un conjunto importante de concursos de responsabilidad social universitaria y a la vez sostener todos nuestros programas.
Seguimos trabajando en el interrogante de como crecer en responsabilidad social vinculando a las materias académicas. Y desde algunas disciplinas, como psicopedagogía por ejemplo, lo venimos logrando con niveles de participación muy altos.
Hemos recibido también a académicos de otras universidades con el mismos resultados. Inclusive los beneficiarios de nuestros programas y ex alumnos han podido expresarse en tal sentido.
Sentimos así una ratificación de que el esfuerzo vale. Por supuesto que ante la demanda de los que necesitan también hemos salido a al búsqueda de aliados, empresas por ejemplo, para afrontar lo que nos falta. Faltan cosas todavía pero hay un camino trazado, y un envión positivo que hay que sostener. Yo valoro muchísimo a los profesores y alumnos que siguen motivados con estas iniciativas.
Pero quiero resaltar el sentido de la responsabilidad social como parte del proceso formador del alumno, es decir cuando el alumno aprende lo académico pero también aprende a brindar un servicio. Especialmente aquellos servicios que terminan en alguna instancia de inserción laboral de los beneficiarios.

-Siendo usted cuyano ¿Como lo trata Córdoba? ¿ Ha hecho amigos mas allá de la función especifica?

Yo estoy agradecido de la misión. En mis ratos libres me gusta trabajar comunitariamente ayudando al párroco de la Iglesia de San Fermín.
Parte de esta llegada a Córdoba ha sido el encuentro con gente amigable con quienes canalizar esta vocación por el trabajo social. Como el espacio constituido por el Foro de Rectores. Con ellos se da algo mas que una relación profesional. Nos juntamos una vez por mes intentando que instituciones como las nuestras, de tanto peso en la sociedad, sean verdaderamente de utilidad para la gente. Sin duda que Caritas cumple un rol esencial para reunirnos.
Nuestra primera respuesta fue apoyar en su trabajo a instituciones que trabajan en la prevención de adicciones.
En cuanto a amistades, ayuda también que los Jesuitas tiene cuatro casas en las que he empezado a hacer algunos amigos, aunque también hay otros como mis amigos limpiavidrios en algunas esquinas de mis recorridos.

Fuente: Revista La Luciérnaga.

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