Gerardo Remolina Vargas, SJ.: las Religiones en una Sociedad Post-Secular

Ponencia del P. Gerardo Remolina Vargas, SJ. en el V Congreso Mundial de Instituciones Universitarias Católicas de Filosofía (COMIUCAP), que se realizó en Bogotá-Colombia el 6 de julio 2017.

P. Gerardo Remolina Vargas SJ

Vivimos en la era del “post”. Es el tiempo de la post-verdad, de la post-metafísica, del post-cristianismo, del post-conflicto, y también de la post-secularidad. Estos calificativos que expresan lo que de alguna manera vive nuestra sociedad, nos obligan, – o al menos nos permiten – replantearnos los temas de la verdad, de la metafísica, del cristianismo, del conflicto, y también de la secularidad. En la presente exposición abordaré el tema de la secularidad y la forma como las religiones deberían desempeñarse en una sociedad post-secular.

Religión y Rituales

La sección de “Deportes” del periódico el TIEMPO, el de mayor circulación en Colombia, traía en su edición del domingo de Pascua del presente año (16 de abril de 2017), en su gran portada el siguiente título: “El fútbol es una religión”. Y ofrecía el excelente artículo de Pablo Romero -redactor del rotativo- titulado “Fútbol, devoción de fieles con pasión, fe y esperanza. – Los hinchas profesan por su club un amor espiritual: adoran a sus ídolos y rezan por el gol.”

El artículo es una fenomenología periodística de la realidad que vivimos casi cotidianamente, no solo en los estadios, sino a través de la televisión, de la radio, de las revistas y periódicos: es la descripción de los símbolos y ritos de esa pasión universal, de sus cultos, de sus creencias, de sus oraciones, de sus agüeros y de sus dioses. Porque, con razón, afirma el artículo: “No puede existir religión sin un Dios. Y en el fútbol, ese Mesías se traduce en el ídolo que puede guiar al equipo a alcanzar la gloria, ese futbolista superior que encarna la capacidad suprema para hacer posible lo imposible.” – “Por eso algunos fervorosos crearon una iglesia que llamaron maradoniana, donde se le rinde culto a ese mesías.”

Fenómenos semejantes de devoción incondicional, de fe, de esperanza y de adoración, de rituales y cultos, se han dado en partidos políticos como en el “Nacionalsocialismo” de Adolfo Hitler, en el “Partido Nacional Fascista” de Benito Mussolini y, probablemente hoy, en el “Partido Comunista de Corea del Norte” de Kim Jong-un.

Surge, entonces, la pregunta: ¿En estos fenómenos, ya sean políticos o culturales, como el fútbol Y la política o, como la música y el arte, se trata de una “sacralización” de lo mundano o secular (saeculum), o de una secularización de lo sagrado (sacrum)?

¿En qué consiste propiamente la religión, de la que la secularización parece ser su polo dialéctico? ¿Se puede definir la religión a partir de la pasión colectiva que se siente por algo o por alguien, por un partido o por una causa, por un líder? ¿Son los símbolos y los rituales, las creencias y las doctrinas las que definen la realidad que denominamos religión?

Para leerlo completo, haz clic aquí.

Fuente: CPAL SJ

 

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