La Educación a Distancia en América Latina

Desafíos de la educación a distancia para que sea una instancia provechosa para los estudiantes y de crecimiento institucional para las unidades académicas que la imparten.

“América Latina debe afrontar desafíos en educación en línea para ser actor de su propio destino” – David Fernández Dávalos SJ.

Las dificultades en la educación en línea en América Latina retan a las universidades de la región a hacer una alianza para acercar perspectivas y construir programas comunes con el fin de poner las condiciones para que el transcurso a la educación a distancia sea una experiencia exitosa, consideró el Maestro David Fernández Dávalos, S. J., Rector de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.

“En realidad, lo que queremos a la hora de la hora es llegar a más gente, para que pueda capacitarse y puedan convertirse en actores de su propio destino, y contribuir al desarrollo de nuestros países. Eso en realidad es lo que nos mueve y para eso tenemos serios desafíos”, agregó el Rector, durante la inauguración del ‘Taller para la Maestría en Gestión de Instituciones Educativas en Entornos Virtuales. ECESELI-UDUAL’.

Los desafíos a los que se refirió el Mtro. Fernández Dávalos son los cuatro grandes mitos en torno a la educación en línea:

  1. Es más barata. Que no es verdad, pues si bien a la larga se puede amortizar la inversión, ofrecer educación on line es algo complejo que requiere de infraestructura, condiciones de masa crítica muy significativa, investigación y formulación de programas que suponen para poderse realizar una gran capacidad institucional y económica.
  2.  Es más fácil. Tampoco es cierto, ya que estudiar en la computadora requiere una disciplina casi espartana y habilidades que no se adquieren de la noche a la mañana. Y los profesores (as) también deben tener capacidades particulares, ya que no cualquiera puede agarrar un formato, una interfaz y un micrófono para desarrollar una clase pertinente y atractiva.
  3. Puede llegar a donde no pueden llegar las instituciones como tales. Eso es cierto en parte, toda vez que se puede llegar a donde hay red, pero no a donde no existe.
  4. Cualquiera puede acceder a la educación en línea. Falso. Hay que contar con disciplina, habilidades de aprendizaje, posibilidad de socializar a través de la red y tener una sensibilidad espacial para esto; que quienes no han pasado por las aulas no pueden tener, como tampoco si no cuentan con una computadora y un entrenamiento de largo plazo.

El maestro Jorge Meza Aguilar, director general de Vinculación Universitaria de la IBERO, añadió que el ‘Taller para la Maestría en Gestión de Instituciones Educativas en Entornos Virtuales. ECESELI-UDUAL’ tiene un papel estratégico para el desarrollo social y del sector productivo en Latinoamérica, donde se tienen como retos comunes la violencia, la inseguridad, el desarrollo económico y el bienestar social.

“Creo que ahí las tecnologías nos van a posibilitar justamente el tener ese papel de cómo podemos desarrollar a todos los jóvenes latinoamericanos. Necesitamos muchos ingenieros, científicos, que puedan generar esas innovaciones, generar esos programas sociales que se están demandando en nuestros países, esos nuevos modelos económicos. Y que realmente podamos, creo que desde la colaboración, la interdisciplina, la internacionalización, tener todos esos puntos de vista”.

Para el doctor Antonio Ibarra Romero, coordinador Académico de la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe (UDUAL), actividades como el taller permiten a las universidades públicas y privadas repensar cómo crear un amplio tejido institucional que permita generar una oferta educativa en línea para América Latina.

Si se considera que las posibilidades de la educación en línea van más allá del propio proceso educativo, también habría que pensar qué tipo de nueva ciudadanía se quiere para Latinoamérica.

“Quizá lo que no tenemos en esta ciudadanía es una alfabetización plena, es decir, un ejercicio pleno de esta ciudadanía. A mí me preocupa mucho que la generalización de las redes sociales y la comunicación virtual no inmediatamente genera una alfabetización, en el sentido de una cultura amplia en los usuarios de las redes sociales y como un instrumento poderoso para cambiar esto que ya se mencionaba, esta dimensión de la inequidad que tenemos en América Latina, estos problemas de seguridad y de ejercicio de derechos”.

El compromiso de la educación en línea va mucho más allá de usar la herramienta y de tenerla como un recurso educativo; es también un desafío en términos de meter a las universidades en este proceso de pensar en un futuro mejor para nuestros países y sociedades latinoamericanos, agregó.

“El punto de la calidad de la educación que vamos a ofrecer o que queremos brindar en América Latina es sustantivo. Si nos ponemos de acuerdo sobre qué entendemos sobre calidad, y somos capaces de ofrecerla, vamos a tener una educación en línea de calidad y comprometida socialmente. Yo creo que con eso vamos a dar un enorme paso para que la educación siga siendo una herramienta poderosa para reducir la desigualdad en América Latina”.

Fuente: www.ibero.mx

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