No será una Locura
» creo que la obsesión por la seguridad es uno de los más graves obstáculos para realizar una vida. No excluyo, claro está, la prudencia, la reflexión antes de la acción, el saber elegir las mejores circunstancias para emprenderla.
Pero me resulta insoportable esa falsa prudencia que termina por ser paralizante.
Por eso yo siento poca simpatía por quienes colocan la seguridad ante todo en su vida.
En toda vocación, en toda empresa hay un componente de riesgo y el que no es capaz de arriesgarse un poco por aquello que ama, no ama en absoluto.
Todas las grandes cosas son indecisas. Se ven, pero entre tinieblas. Hay que avanzar hacia ellas por terreno desconocido, por eso toda vocación, toda empresa seria tiene algo de aventura, de apuesta. E implica audacia y confianza. No estoy apostando, naturalmente, por la irreflexión, por la frivolidad, por el aventurismo barato.
Pero sí quiero decir que todo amor lleva algo de «salto en el vacío»: uno se arroja hacia aquello que ama y está seguro que ese salto no será una locura, porque uno nunca se equivoca cuando va hacia aquello que merece ser amado.»
Dialogo entre, San Ignacio de loyola y el Padre Lainez SJ.