UCC: Pasión de emprendedores

Marisol Cuadrado es Coordinadora del área de Responsabilidad Social Universitaria de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad Católica de Córdoba. En una nota para la sección «Noticias UCC», comparte sobre las actividades de este año en torno al proyecto bianual de capacitación y  acompañamiento a emprendedores, proyecto con el cual se busca trabajar con los emprendedores en el desarrollo de la sustentabilidad de sus proyectos de negocio, para reforzar y expandir su potencial.

Por Marisol Cuadrado, coordinadora de RSU

Generalmente los negocios surgen para aprovechar una oportunidad de mercado, dando respuesta a una necesidad a través de un producto o un servicio. Pero en muchos casos, también se suma un agregado de pasión, fruto de la personalidad y las convicciones de una o varias personas que orientan y concretan sus sueños y anhelos, convirtiendo a un emprendimiento en el proyecto más grande de su vida. Este tipo de experiencias son las que habitualmente nos encontramos en nuestro Proyecto bianual con vinculación curricular de capacitación y acompañamiento a emprendedores de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración. A través de este programa, emprendedores y estudiantes se benefician con la experiencia del otro.

En ocasiones, se trata de emprendedores poco reconocidos por la sociedad y la economía clásica que, sin embargo, son una realidad de nuestros barrios y comunidades. El componente pasión que acompaña a este tipo de actividad económica, genera muchas respuestas de vida gratificantes, que exceden, por mucho, la mirada economicista. Las motivaciones se convierten en proyectos, los proyectos en historia y la historia se llena de colores.

Pero la vocación para emprender, con el tiempo, requiere de cierto grado de acceso al capital, al financiamiento, al asesoramiento, para asegurar que no se queda en el intento y pueda convertirse en un embrión de empresa que trascienda a su iniciador y sume a más personas en un equipo que haga suyo el impulso emprendedor. Ahí es donde se hace visible el aporte de nuestros profesionales y estudiantes a los emprendimientos.

La pandemia

Ante esta nueva realidad que estamos viviendo por la pandemia, muchos de los emprendedores han podido sostener el don de la innovación y creatividad. Un ejemplo de ello lo demuestra Zulema, de Plenia Style, quien participó de nuestro primer ciclo de capacitación y acompañamiento en el 2016. Ella diseñó y confeccionó tapabocas muy creativos.

Por su parte, los integrantes de la Feria de Emprendedores de Zona Sur, participantes a su vez de la Mesa de la Soberanía Alimentaria han estado presentes dando respuestas y fomentando los valores de confianza; solidaridad y fraternidad. También, generando una red de consumidores responsables que, poniendo en práctica el paradigma de Comercio Justo, facilitan el concretar negocios desde la economía solidaria, superando las condiciones de incertidumbre, inestabilidad, e inseguridad que caracterizan este momento.

Otra experiencia a destacar es la de Marcela Confecciones, también participante en este proyecto. Marcela es vecina de nuestro Campus Universitario y voluntaria en el Banco de Telas de Caritas que realizan compras comunitarias para emprendedoras textiles. “Hoy di un paso más en mis propósitos, coordiné con la doctora del dispensario en la confección de batas y barbijos– cuenta. También surgió otra posibilidad realizando divisorios transparentes en el interior de remis y taxis. No soy tapicera, pero la cuarentena me hizo dar mañas”.

Nuestro Proyecto bianual es un medio para poner en práctica nuestra Pedagogía Ignaciana y practicar la Responsabilidad Social Universitaria. Así, nuestros estudiantes descubren otro paradigma de la economía en el que la cooperación reemplaza a la competencia y la ganancia individual cede el paso al bienestar de las personas y su comunidad, con un impacto en la toda la sociedad. Este proyecto nos facilita el llevar a las aulas las prácticas de la teoría de la Economía Civil, que ha desarrollado el economista Stefano Zamagni, entre otros. Con la construcción del llamado «humanismo civil» es posible pensar en pequeñas acciones que aportan al bien común, contribuyendo además a algunos de los objetivos de Desarrollo Sostenible. También puede ser una oportunidad de reflexionar sobre nuestras opciones de consumo y apoyar las propuestas de la Economía Social, comprando a los emprendedores.

 

Fuente: www.uccor.edu.ar

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