Almuerzo Familiar de Francisco con los Jesuitas de Ecuador
El papa Francisco había pedido cuando se organizó el viaje a Ecuador poder visitar el Colegio Javier de la Compañía de Jesús en Guayaquil y así hoy pudo tener un momento de pausa y almorzar en una ambiente «muy familiar» con sus viejos amigos jesuitas.
Tras la multitudinaria misa en el parque de los Samanes en Guayaquil, Francisco se dirigió a este centro educativo para comer con 20 padres jesuitas, «donde el ambiente fue muy familiar y se habló de los conocidos en común durante tantos años», explicó a Efe, el padre Antonio Spadaro, director de la revista de la Compañía «Civilta católica», quien asistió a la comida.
Otro de los asistentes, el director de la sección española de Radio Vaticano, el jesuita argentino, Guillermo Órtiz, relató el clima cordial y de relajación que vivió el papa, a quien le encantan estos momentos.
«No estaba para nada cansado y disfruto de un momento familiar«, a pesar de la agotadora misa en Guayaquil bajo un calor asfixiante.
Francisco había querido incluir esta etapa en su viaje a Ecuador para poder así volver a saludar al español, nacido en Málaga, Francisco Cortes García, conocido como padre Paquito, que tiene 91 años y desde 1963 se encuentra en esta ciudad ecuatoriana.
Un encuentro emotivo, revelaron los asistentes, ya que ambos no se veían desde hace 30 años.
Francisco conoció al padre Paquito en 1980 en ocasión de un viaje y nació una amistad y una colaboración, cuando el entonces superior provincial de los jesuitas y después rector de la Compañía en Argentina envió algunos sacerdotes a formarse en este centro.
Cómo en los días previos de la visita del papa, padre Paquito no se creía que Francisco se hubiera acordado de él y así lo volvió a repetir durante este encuentro.
Al fin y al cabo sólo se habían visto en tres ocasiones, se recordó.
En esos años se mandaron a Guayaquil a varios sacerdotes para su formación, «fueron en total 30 los llamados maestrillos» argentinos que viajaron a la ciudad ecuatoriana, entre ellos Diego Fares, uno de los grandes amigos de Jorge Bergoglio.
En esta comida entre viejos amigos se llegó incluso a comentar que entre ellos había quien «había adivinado que Bergoglio saldría papa».
«Pues que juegue a la lotería», dijo Francisco, según desveló Ortiz a Efe.
Una comida además dedicada completamente al pontífice ya que se bebió un vino de Mendoza (Argentina), y hubo ceviche y otro pescado acompañado de patatas y ensalada, sopa de gallina y ensalada.
Y el postre sirvió de tarta para el padre Spadaro que cumplió hoy los años.
«Busquemos una vela», dijo el pontífice cuando se le recordó que era el cumpleaños del director de la revista mensual de los jesuitas, a quien le tocó así soplarla delante de todos.
Al final del almuerzo también al papa se le obsequio con un mate.
Los 20 padres de la Compañía de Jesús que almorzaron con el papa proceden de cuatro comunidades de la ciudad y explicaron algunas de sus labores como un centro para mujeres maltratadas.
Para terminar un «selfie» (autofoto) del papa con Edwin Moscoso, de la Unidad Educativa Particular BORJA; Freddy Medrano (Fe y Alegría) y Gilberto Freire, el provincial.