Francisco a los Jóvenes: “Pídanle a Dios que los desafíe”
El Papa se reunió con miles de jóvenes en Génova, que lo esperaban numerosos y entusiastas en el Santuario de Nuestra Señora de la Guardia, el más importante santuario de la región de Liguria y uno de los más importantes de Italia.
Con la espontaneidad que lo caracteriza y como lo hizo también con la Iglesia de Liguria poco antes y con los trabajadores de la planta industrial siderúrgica Ilva, a primeras horas de la mañana, en su primera etapa en tierra ligur, Francisco respondió a las preguntas de tres jóvenes.
“Para mí es una alegría encontrarlos, les dijo el Papa, es un encuentro que siempre deseo. Ustedes que no quieren respuestas preparadas, quieren el diálogo”. Respondiendo a las preguntas de los jóvenes, Francisco les aseguró que la invitación de Jesús “es siempre una alegría plena, y nadie se las quitará». Alegría, afirmó el Pontífice, que no es lo mismo que divertirse. «Es la alegría que está adentro, que nace del corazón y no es superficial”.
“Ir a misionar, explicó después Francisco, significa “dejarse transformar por el Señor. El ser misioneros nos lleva a aprender a mirar con ‘ojos nuevos’, porque con la misión los ojos se renuevan, aprender a mirar con ojos nuevos nuestra ciudad, nuestra vida y nuestra familia con ojos distintos. Nos abre los ojos y el corazón. La experiencia misionera nos abre los ojos y el corazón. Y así, dejamos de ser ‘turistas’ de la vida para volvernos hombres y mujeres que aman con compromiso en la vida”.
El Papa exhortó a los jóvenes genoveses a “dejar la actitud de turistas y volverse jóvenes con un compromiso serio” porque – aseguró – “tenemos que vivir en misión”.
Francisco explicó asimismo el significado de amar: “significa tener la capacidad de mirar a los ojos de quienes están en situación de degrado y decir: ‘para mí tú eres Jesús’ y éste – aseguró – es el inicio de toda misión. Para misionar – enfatizó el Papa – hay que ser testarudos en la esperanza”.
Para finalizar, enseñó a los jóvenes la oración que compartimos a continuación:
«‘Señor, te pido un favor, hoy desafíame’. Sí, ‘Jesús, por favor, importúname, dame la valentía de poder responder al desafío y a ti’. Me gusta mucho este Jesús que incomoda, que importuna, porque Jesús está vivo, y te mueve desde dentro con el Espíritu Santo. Es estupendo un chico o una chica que se dejan incomodar por Jesús; el chico o la chica que no se deja tapar la boca con facilidad, que aprende a no quedarse con la boca cerrada, que no se conforma con respuestas simplistas, que busca la verdad, busca lo profundo, va adelante, sin miedo. Se atreve a preguntarse sobre la verdad y sobre tantas cosas”.
Entre los participantes, había algunas personas privadas de la libertad, a quienes el Papa les dio una bendición especial. También se acercó a saludar a quienes a pesar del calor seguían el encuentro desde fuera.
Fuente: Valores Religiosos