En Todo Amar y Servir

Una máxima ignaciana que define un idea, un deseo, una aspiración legítima del creyente. Amar a cercanos y lejanos. Con amor que recibe muchos nombres: amistad, pasión, compasión, respeto… Es verdad que no es fácil, y que en ocasiones resulta difícil querer a algunas personas. Y no por mala voluntad, sino porque las relaciones humanas son complejas. Pero también se aprende.  A mirar con benevolencia. A comprender otras vidas. A desearles lo mejor. Y a trabajar por ello.

Ahí entra el servir. Servir es ponerse manos a la obra para tratar de dejar el mundo un poquito mejor de lo que lo conocemos.  Servir es la disposición para ayudar, para atender, para sanar… Servir en lo cotidiano. En la familia, en el trabajo, en el descanso.  Sirven las palabras y los gestos; los silencios y las miradas; sirve nuestro tiempo, si lo empleamos bien; y la risa que se contagia; las canciones que esponjan; los esfuerzos por levantar al que anda caído.

Sirve dar la vida cada día.

Ignacio de Loyola lo aprendió al mirar a Jesús. Al conocerle, amarle y seguirle.

Es un buen eslogan para esta época nuestra. Un poco contracorriente, y para muchos, difícil de entender. Pero es una buena disposición vital. Darse, a tiempo y a destiempo. Porque de egoístas  va el mundo sobrado. Y así nos va. De modo que, aunque sea difícil y a veces cueste, ¿por qué no ser ambiciosos? Para amar y servir, en todo.

 

 José Mª R. Olaizola, sj

Noviazgo ¿Confianza o ilusión?

Reza un dicho popular: «La confianza lleva años construirse y puede quebrarse en un segundo». ¿Es verdad? ¿Puede un segundo derrumbar una relación de años?

Una manera de definir la confianza es decir que se trata de una «creencia» que tiene una persona o grupo, de sí mismo o de otros, de que se actuará de manera adecuada en una determinada situación. Hay quienes se refieren a la confianza diciendo que es una sensación de certeza o de seguridad. Otros, que la confianza no es una sensación, sino un acto; un acto de fe o de entrega. Ésta última se basa en que la raíz latina de la palabra «confianza» se deriva de «con» y «fidere», que significa «creer».

Para confiar en alguien o crecer en confianza hacen falta entrega, fe y capacidad de discernimiento. Las sensaciones, para que no nos engañen, necesitan discernirse con apertura de corazón y de mente para darnos cuenta si una relación prospera o no, y evitar vivir un «espejismo». El espejismo como todos sabemos es una ilusión óptica gracias a la refracción de la luz. Seguramente si tuvieras una gran necesidad de beber agua, y vieras a lo lejos un charco, te sentirías propenso a creer que existe un oasis. Pero si al acercarte al lugar verificaras que fue solo una «ilusión» te darías cuenta que ante las sensaciones debemos tomar una actitud más «deliberativa».

Ahora bien, ya sea que asumamos que la confianza es una sensación de certeza o un acto de fe, lo cierto es que para que una relación afectiva prospere y crezca debe existir sintonía con los principios y valores. Y también coherencia entre las sensaciones y las actitudes.

Es decir, confiar es creer y sentir que se actuará en una determinada situación conforme a los principios y valores.

Confianza no es “algo” que se tiene al comienzo de una relación. Lo que comúnmente se tiene es «ilusión». Ilusión, deseos o necesidad de ser amados, aceptados, protegidos, tenidos en cuenta, etc. Como cuando sentimos necesidad de beber agua y de refrescarnos bajo la sombra de un árbol frondoso y vemos a lo lejos un oasis con sus espléndidas palmeras.

La confianza se forja, se construye, se alcanza, se obtiene a medida que se experimenta seguridad permaneciendo en el vínculo con otra persona o grupo. Se crece en confianza cuando la manera de actuar es el reflejo de las propias convicciones. Cuando hay coherencia entre lo que se dice y lo que se hace.

En definitiva, la confianza surge en la medida en que disminuye la ilusión. La ilusión o los sueños son buenos cuando nos marcan el horizonte que nos motivan a dar pasos hacia adelante. No cuando disfrazan la realidad. La realidad afectiva y amorosa de muchas parejas dista mucho de ser un oasis o un paraíso, y mucho menos de ser relaciones fundadas en la confianza mutua. Más bien son soledades inundadas de espejismo que no terminan ofreciendo seguridad, amor ni contención.

Es muy importante que en una relación, ya sea amorosa o de amistad, incluso de trabajo, sepamos discernir entre las relaciones confiables y los vínculos ilusorios. En una relación amorosa, particularmente, se avanza cuando se deja atrás la ilusión para construir la confianza sobre el principio de la realidad.

La ilusión al igual que la utopía «sirve para caminar» como lo ha expresado Eduardo Galeno. Pero no para maquillar la realidad.

Una relación de pareja confiable es una tarea “artesanal”. Significa entrelazar principios y valores aceptados por ambos para tejer una trama relacional lo suficientemente firme como para lograr soportar la particular condición de estar vivos. Sin esto no se podrá hacer frente a los desafíos que significa vivir en un matrimonio. No podemos exigir a los demás que se comporten, piensen y sientan conforme a los propios principios y valores, pero sí estamos obligados a discernir qué tipo de relación es la que se quiere para hacer una vida juntos.

P. Javier Rojas, SJ.

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Importante Donación para la Escuela de Alto Verde

La provincia de Santa Fe dona $ 2 millones para la escuela de oficios de Alto Verde. Con este aporte, esperan completar el 90% de las obras. Las clases comienzan el 15 de marzo, en el SUM de la capilla de Los Milagros, hasta terminar la construcción a mediados de año.

La escuela de oficios Papa Francisco que la Fundación Manos Abiertas construye en la Manzana 7 de Alto Verde recibió el 2 de febrero una donación de 2 millones de pesos. El gobernador Antonio Bonfatti se comprometió a realizar el aporte en dos entregas: la primera será la semana próxima y la segunda después de mitad de año.

El aporte es equivalente a la construcción de dos aulas y un salón de usos múltiples, y permitirá a la institución completar un 90% de las obras proyectadas. Así lo dijo esta mañana el padre Leonardo Nardín SJ, rector del Colegio Inmaculada, quien estimó en $ 500.000 el monto restante para terminar las obras, que buscan gestionar mediante Manos Abiertas.

El Ministerio de Educación también se comprometió a subvencionar cargos y horas. Estos aportes se acordaron ayer, en la Casa Gris, donde la Fundación fue recibida por el gobernador, el vicegobernador, Jorge Henn, y el director del Servicio Provincial de Enseñanza Privada, Germán Falo.

Nardín agradeció “el respaldo por parte del gobierno provincial”. Y añadió que la construcción de la escuela “comenzó con fondos de la Fundación Manos Abiertas, logrando completar la estructura y el techo, pero ahora falta el resto de los trabajos”. También agregó que el objetivo del establecimiento es poder brindar capacitación a los vecinos de Alto Verde para lograr una mayor inserción laboral.

Comienzo de clases

En la Manzana 7 ya se evidencia el avance de obra. El predio de la comunidad jesuita donde se encuentra la Capilla Los Milagros ya se transforma en la escuela de oficios.

Los trabajos comenzaron en noviembre pasado, con la elevación del terreno a cota segura que se realizó con 800 metros cúbicos de tierra donados por la Municipalidad.

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El terreno ya está sobre elevado, con cimientos abiertos. Ya está plantada una de las naves, donde se construirán tres aulas contiguas. Por estos días, Manos Abiertas también celebra que termina la batería de tres baños —para hombres, mujeres y discapacitados— junto al salón parroquial, “lo indispensable para comenzar las clases” explicó Alicia Helú, al frente de la institución.

La fecha de inicio es el 15 de marzo, y la cantidad de preinscriptos superó las expectativas de la Fundación: suman 57. Todos, mayores de 18 años que se formarán en dos cursos: albañilería y electricidad en inmuebles. La terminación Ayudante de cocina se dictará el año próximo, cuando terminen las obras, ya que requiere instalaciones idóneas.

“La sociedad responde, colabora con lo que puede y suma esfuerzos”, agregó Helú. En este sentido, anticipó que los fondos restantes para alcanzar la totalidad de la obra serán costeados por donaciones y eventos de Manos Abiertas: el principal será la maratón del 31 de mayo.

Fuente: ellitoral.com

Despojado y Desnudo

Liberarse de los deseos y de las expectativas,
Resignar los juicios y las comprensiones,
soltar a las personas encerradas en el propio corazón,
abrir las manos y abandonar lo agarrado,
aflojar la tensión de las articulaciones,
perder las pretensiones de ser amado,
desamparar el mundo y decirle: “hoy no puedo salvarte”,
dejar librado al tiempo todos y cada uno de mis proyectos,
soltar las capacidades y energías, dejarlas ir…
liberar el hilo mental que me une a las cosas,
a los intereses más humanos,
a las personas que más deseo.
Y dar aire al alma, al rostro,
dejar la posesión, tirar por el aire los billetes de mi riqueza,
desnudarme de mi propio poder y
darme dejándome tomar por lo real
y decir: “aquí estoy”.

Emmanuel Sicre SJ.

El Desierto, Dios y Tú

Al arrancar la Cuaresma, uno de los lugares recurrentes, de las referencias que una y otra vez aparecen en textos, reflexiones y miradas, es el ‘desierto’.

Desierto que forma parte de todas las vidas en algún momento.

Lugar de silencio, de búsqueda, de aridez desnuda. Desierto donde no hay distracciones que a uno le permitan evadirse constantemente. No te dé miedo adentrarte en sus arenas. De hecho, lo necesitas. Todos necesitamos ese espacio más vacío, donde las palabras sobran y las verdades se imponen. Desierto cotidiano, que uno puede vivir en medio de la ciudad, de sus rutinas. En medio de la vida y sus ritmos. Y allá, en esa soledad tan tuya. Donde no caben amigos ni enemigos, propios ni ajenos, en ese lugar donde estás solo tú, ahí, también, Dios.

Fuente: pastoralsj.org

Camino Ignaciano 2015

Durante el mes de enero pasado y en tres lugares diferentes de Argentina (Mendoza, Tucumán y Córdoba) cerca de 150 jóvenes de entre 18 y 40 años, pudieron vivir esta experiencia. Los caminantes, provenientes de distintas partes de Argentina, Uruguay y Brasil, se reunieron en estos tres puntos para convertirse en silenciosos compañeros de camino unos de otros.

En los tres destinos, el Camino consistió en un Taller de Autoconocimiento y una semana de Ejercicios Espirituales. El primero se extiende a lo largo de los primeros tres días. En él, se brinda a los caminantes claves para reflexionar sobre su propia vida y lograr conocerse un poco más así mismos.

Los siete días subsiguientes se pasan en medio del más profundo silencio, como propone San Ignacio . En ellos, los ejercitantes rezan en base al método y la materia propuestos por Ignacio en su Libro de Ejercicios, intentando así descubrir cuál es la Voluntad de Dios en la vida de cada uno.

 

Pedazos de Corazón

Pedazos de corazón son los nuestros, que van quedando en las personas, en los lugares, en las comunidades.

Una idea que siempre tuve clara, recién ahora me animo a empezar a vivir.

Pedazos de corazón que son misterio, oveja perdida y perla escondida.

Los pedazos son siempre más y el corazón igual de íntegro.

¿Cómo lograr esto?

No es un querer de hierro, ni espiritual o desencarnado.

Es un querer de Dios, pero en nosotros.

Siempre nuevamente afianzado y creciendo.

Es un querer que se hace vida, una otra vida que quiere.

Es un querer que se hace comunidad, voz de los sin voz.

Es un querer que corrige el movimiento mismo del querer, porque no es alguien o algo que entra en el corazón sino el corazón mismo que sale detrás de alguien y alguien.

Cuanto más se aleja, más corazón en pedazos es.

Crecen los pedazos, crece el corazón.

Por otro lado, si pretende quedar cerca de sí, queda un fuerte… pero helado corazón.

Y es el mismo corazón el que desea, entonces, hacerse pedazos para descubrir en su querer, tantos seres queridos, y el querer de Dios

Marcos Alemán SJ