Fe y Alegría cumple 50 años en Bolivia

A los 50 años de vida aportando a la educación popular en el país, el proyecto católico Fe y Alegría educa a 182.000 alumnos en 71 municipios de los nueve departamentos. Atiende a través de 48 congregaciones religiosas 415 unidades y centros educativos y cuenta con el apoyo de 9.223 educadores y más de 100 técnicos y directivos a nivel nacional.

El padre Rafael García, director nacional de Fe y Alegría, aseguró que el objetivo de la institución es dar una formación rica, que mantendrá los objetivos que fueron impulsados a lo largo de estos 50 años: brindar una educación de calidad e inclusiva a las personas de escasos recursos y con necesidades diversas.

El padre García dijo que, ese sentido, este año está lleno de retos y pidió la colaboración de toda la comunidad educativa para cumplirlos.

En el colegio Copacabana de la zona de La Portada de La Paz, junto a desarrollar la inauguración del año escolar, sirvió para recordar que dicha unidad educativa, perteneciente a Fe y Alegría, está próxima a cumplir 50 años de servicio a la educación en Bolivia.

La escuela Copacabana es la primera unidad educativa de convenio perteneciente al movimiento de educación popular integral y promoción social, Fe y Alegría, que está próxima a cumplir sus bodas de oro.

La directora de la escuela Copacabana, Nercy Mamani, comentó que ese centro de estudio se encuentra en una etapa de transición, ya que este año inaugura una nueva infraestructura entregada por el presidente Evo Morales en octubre pasado y ahora hace uso de todos los espacios, como un coliseo, biblioteca, salas audiovisuales, dos aulas de educación especial y 24 aulas comunes, entre otros espacios.

“Fe y Alegría ha nacido el 9 de mayo de 1966, justamente en la zona de La Portada y justamente la escuela Copacabana es la primera escuela de Fe y Alegría en Bolivia. Esta mañana se ha dado la inauguración de la gestión escolar 2016. Nuestra educación es sinónimo de educación de calidad con cero matrícula, para llevar el derecho a la educación a las personas que más lo necesitan”, manifestó Mamani.

Comentó que los miembros de la junta escolar, directores y autoridades de Fe y Alegría gestionaron para que las escuelas de esa institución sean beneficiadas por el programa “Bolivia Cambia-Evo Cumple”, que en primera instancia beneficiaba a escuelas fiscales y no de convenio.

Fue así que en 2013 se dio el visto bueno para realizar la creación de la nueva infraestructura adaptada. Ahora es uno de los colegios más grandes de La Paz. Su directora comentó que para esta gestión se tiene el reto de socializar las formas de cuidar y preservar el bien común y plasmar ese propósito en los proyectos sociocomunitarios y productivos.

La escuela Copacabana alberga a seis unidades educativas del nivel inicial, primario y secundario de los turnos mañana y tarde: Carola Iñiguez, Estanislao Pascual, Copacabana, Santo Tomas (primaria), Abrahán Reyes y Santo Tomas (secundaria).

Las seis unidades albergan a 2,900 estudiantes y más de 200 niños, adolescentes y jóvenes con discapacidad, quienes reciben una educación inclusiva.

Fuente: Noticias Fides

 

Desarrollo Sostenible: “En Primer Lugar la Educación”

Recientemente, en el marco de la Organización de Naciones Unidas, los países han adoptado un nuevo programa de desarrollo sostenible, aprobando la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, un plan de acción a favor de las personas, el planeta y la prosperidad, que también tiene la intención de fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia.

La Agenda plantea 17 Objetivos con 169 metas de carácter integrado e indivisible que abarcan las esferas económica, social y ambiental. Este 2016 presenta una oportunidad sin precedentes para que los países y los ciudadanos del mundo emprendan un nuevo camino para mejorar las vidas de las personas en todas partes.

El objetivo Nº 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos y todas

Este objetivo parte del reconocimiento a “La consecución de una educación de calidad como la base para mejorar la vida de las personas y el desarrollo sostenible”. En este sentido, se afirma que “se han producido importantes avances con relación a la mejora en el acceso a la educación a todos los niveles y el incremento en las tasas de escolarización en las escuelas, sobre todo en el caso de las mujeres y las niñas”.

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Sin embargo, se advierte que “Se ha incrementado en gran medida el nivel mínimo de alfabetización, si bien es necesario redoblar los esfuerzos para conseguir mayores avances en la consecución de los objetivos de la educación universal”. Por ejemplo, se ha conseguido la igualdad entre niñas y niños en la educación primaria en el mundo, pero pocos países han conseguido ese objetivo a todos los niveles educativos.

Datos y cifras

La matrícula en la educación primaria en los países en desarrollo ha alcanzado el 91%, pero 57 millones de niños siguen sin escolarizar.

Más de la mitad de los niños que no se han inscrito en la escuela viven en el África subsahariana (También llamado África negra que hace referencia a aquellos países del continente africano que no limitan con el mar Mediterráneo)

Se calcula que el 50% de los niños en edad de recibir educación primaria pero que no asiste a la escuela vive en zonas afectadas por los conflictos.

En el mundo, 103 millones de jóvenes no tienen un nivel mínimo de alfabetización, más del 60% son mujeres.

Para 2030, las metas del objetivo 4 son…

Velar por que todas las niñas y todos los niños terminen los ciclos de la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad y producir resultados escolares pertinentes y eficaces.

Velar por que todas las niñas y todos los niños tengan acceso a servicios de atención y desarrollo en la primera infancia y a una enseñanza preescolar de calidad, a fin de que estén preparados para la enseñanza primaria

Asegurar el acceso en condiciones de igualdad para todos los hombres y las mujeres a una formación técnica, profesional y superior de calidad, incluida la enseñanza universitaria.

Aumentar sustancialmente el número de jóvenes y adultos que tienen las competencias necesarias, en particular técnicas y profesionales, para acceder al empleo, el trabajo decente y el emprendimiento.

Eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar el acceso en condiciones de igualdad de las personas vulnerables, incluidas las personas con discapacidad, los pueblos indígenas y los niños en situaciones de vulnerabilidad, a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional.

Garantizar que todos los jóvenes y al menos una proporción sustancial de los adultos, tanto hombres como mujeres, tengan competencias de lectura, escritura y aritmética.

Garantizar que todos los alumnos adquieran los conocimientos teóricos y prácticos necesarios para promover el desarrollo sostenible, entre otras cosas mediante la educación para el desarrollo sostenible y la adopción de estilos de vida sostenibles, los derechos humanos, la igualdad entre los géneros, la promoción de una cultura de paz y no violencia, la ciudadanía mundial y la valoración de la diversidad cultural y de la contribución de la cultura al desarrollo sostenible, entre otros medios.

Construir y adecuar instalaciones escolares que respondan a las necesidades de los niños y las personas discapacitadas y tengan en cuenta las cuestiones de género, y que ofrezcan entornos de aprendizaje seguros, no violentos, inclusivos y eficaces para todos.

Para 2020, aumentar sustancialmente a nivel mundial el número de becas disponibles para los países en desarrollo, en particular los países menos adelantados, los pequeños Estados insulares en desarrollo y los países de África, para que sus estudiantes puedan matricularse en programas de estudios superiores, incluidos programas de formación profesional y programas técnicos, científicos, de ingeniería y de tecnología de la información y las comunicaciones, en países desarrollados y otros países en desarrollo.

Para 2030, aumentar sustancialmente la oferta de maestros calificados, entre otras cosas mediante la cooperación internacional para la formación de docentes en los países en desarrollo, especialmente los países menos adelantados y los pequeños Estados insulares en desarrollo.

Fuente: FLACSI

 

Encuentro de Referentes Ignacianos 2016

Los días 2 y 3 de Abril se llevó adelante en Centro Manresa Córdoba, el Encuentro de Referentes Ignacianos (EnRe).

Dicho encuentro constituye una instancia de reunión de los coordinadores de todos los grupos de jóvenes que, a lo largo de toda Argentina y Uruguay, se identifican con la espiritualidad ignaciana. Allí se definió un itinerario común y pautas generales para que cada red local transite hasta llegar hasta los EJIs (Encuentro Juvenil Ignaciano) regionales, que se llevaran adelante en cada región. Este año, participaron del EnRe unos 40 jóvenes pertenecientes a las provincias argentinas de Mendoza, Santa Fe (Capital y Villa Ocampo), Chaco, Corrientes, Buenos Aires (Capital Federal y San Miguel), y Córdoba. De Uruguay estuvieron representados Montevideo y Tacuarembó.

Ambas jornadas fueron de intenso trabajo. En ellas se intercalaron momentos de oración, exposición y escucha, trabajo grupal y plenario. La temática del Encuentro giró en torno al Jubileo de la Misericordia y la experiencia personal y comunitaria que puede darse en la vida de los jóvenes de la Red Juvenil a la luz de este Año Santo.

Para introducir a los participantes de lleno en la temática, en la primera mañana hubo un tiempo de oración, que permitió traer a la mente las experiencias personales de Misericordia.

Luego fue invitado el Padre Javier Soteras, director de Radio María, a disertar sobre este año Jubilar de la Misericordia y las oportunidades que abre este tiempo dentro de la Iglesia en cuanto a la reflexión de la experiencia personal de perdón y amor de Dios; y a qué obras concretas impulsa esta reflexividad. Una vez finalizada la charla, el padre Soteras dejó un tiempo para que los jóvenes compartieras las resonancias que habían generado sus palabras. En general, los participantes manifestaron que este tiempo de escucha los había movilizado y les había remitido a experiencias personales y grupales de la Misericordia.

La tarde estuvo dedicada al trabajo en grupo. La primera invitación fue a poner la mirada en la experiencia de Misericordia que los jóvenes hacen dentro de sus grupos. Los equipos de trabajo se dividieron según las dimensiones que la Red Juvenil Ignaciana considera indispensables para la vida de cada grupo: Vida Comunitaria, Vida espiritual, Formación y Vida Apostólica.

El segundo día, el trabajo fue aún más intenso. La mañana comenzó también con un momento de oración. Con los jóvenes ya empapados en la temática, se dispusieron momentos de trabajo en grupo y momentos plenarios para definir las temáticas, materiales y dinámicas de las reuniones que llevarán a todos los grupos a caminar hacia los EJIs Regionales.

Además se decidió un ‘gesto de Red’, que tiene como objetivo generar la unión entre los núcleos de la Red, en base a la realización de una consigna común. Este año, el Gesto de Red contemplará una modalidad que ya se ha hecho popular en Internet: los ‘Challenges’. La idea es que, a medida que las diferentes redes locales vayan cumpliendo con un determinado desafío (que está por definirse) puedan desafiar a otras redes locales a cumplirlo. Cada una deberá enviar un video que sirva como prueba de que el mismo se ha cumplido. La idea final es que, para cuando se den los EJIs regionales pueda compartirse un video donde se vea cómo el mismo desafío se ha ido cumpliendo en distintos puntos de la Red Juvenil Ignaciana Argentina y Uruguay.

Por último, se definieron lineamientos y pautas generales para que cada Red Local pueda pensar un EJI Regional adaptado a las posibilidades y necesidades de su región.

Además, como todos los años se ha escrito una carta de convocatoria para animar la organización y participación de los jóvenes ignacianos en este camino que los grupos, cada uno desde su lugar, irán realizando, unidos en un mismo espíritu.

El encuentro finalizó con la eucaristía en la Capilla Doméstica del Antiguo Noviciado de la Compañía de Jesús, en Córdoba.

Conversaciones con el Padre General

Misión y colaboración

La Congregación General 34 dio a los jesuitas un nombre que les recuerda su calidad de «Servidores de la Misión de Cristo». ¿Puede explicárnoslo bajo la perspectiva de la universalidad de la vocación a la Compañía?

R. En esto el pensamiento de la Iglesia ha experimentado una evolución que afecta a nuestra misión. Durante mucho tiempo las distintas congregaciones religiosas, y nosotros con ellas, pensaban tener una misión específica en la Iglesia. La Compañía, en la Congregación General 34, enunció su misión como parte de la misión de Cristo, de la que nos consideramos servidores. En tiempos más recientes la Iglesia ha comenzado a sentir que si Dios Padre es la fuente de todo bien, será también fuente de la Misión. El papa Benedicto usaba con frecuencia la expresión «Missio Dei» para expresar esta nueva idea. Por otra parte refleja el modo de hablar de Ignacio en la meditación de la Encarnación. Es Dios Padre quien dice: «Hagamos redención del género humano».

Las dimensiones de nuestra misión no dependen de cuántos seamos. Aun cuando los jesuitas fuésemos diez veces más de lo que somos ahora, nuestra misión sería mayor de lo que podemos soñar. La pregunta definitiva es esta: ¿qué es lo que Dios quiere hacer con la Humanidad y qué quiere hacer por ella? La Compañía no ha pensado nunca que la historia y la realidad sean algo separado de nuestra misión. En la actualidad encontramos que son tantos los seglares con deseo de trabajar por los demás y con interés en la espiritualidad ignaciana, que nos vemos obligados a considerarlo como un signo de que los nuevos tiempos, y Dios con ellos, nos invitan a trabajar de modo diferente.

En otras palabras, no podemos seguir pensando que nuestro trabajo es «nuestro», o que estamos llevando a cabo «nuestra» limitada misión, sino más bien que somos solamente, en la Iglesia, una mínima parte de la misión de Dios.

A menudo «nuestras» obras (colegios, etc.) en realidad ya no son propiamente «nuestras», en el sentido de que ya no ocupamos en ellas los puestos de más alta dirección. ¿Qué diría usted a aquellos jesuitas a los que asustan estos cambios?

R. En realidad estas obras nunca fueron «nuestras», sino que eran parte de una empresa más grande. Si la historia y la realidad son el modo que Dios tiene de decirnos que debemos cambiar y ser flexibles para responder a nuevos desafíos, quizá nos está conduciendo hacia maneras nuevas de ser ministros suyos. Quizá nos está obligando a repensar cuál es nuestro papel en las instituciones, quizá nos está invitando a refundar la Compañía y hacer de nuestro tesoro ignaciano un patrimonio que se ofrece a sacerdotes y seglares, a todos los que desean compartir la visión y la misión de Ignacio.

Hemos comenzado a pasar nuestro carisma manos de líderes laicos, pero ¿y la siguiente generación? Quiero decir, ¿qué sucederá con la próxima generación de dirigentes seglares que quizá no han conocido a ningún jesuita? ¿Obliga esta realidad a planificar de modo diferente?

R. Es la preocupación que tienen muchos jesuitas seriamente comprometidos en la colaboración con laicos. La experiencia nos enseña que no es difícil encontrar una persona seglar excelente, profesional y seriamente motivada, para ponerla al frente de una institución. La pregunta afecta más bien al futuro. ¿Quién sucederá a esta persona? ¿Qué garantía tenemos de que la identidad católica y el espíritu ignaciano encontrarán continuidad, al menos durante dos o tres generaciones? En la antigua Provincia de Loyola los jesuitas pensaron que parte de la solución consistía en crear Comunidades Apostólicas, que llevasen adelante la identidad y el espíritu de la institución. Esto implicaba, naturalmente, dar buenas oportunidades de capacitación y una formación intensiva en valores y pedagogía ignaciana. Se trataba de cursos libres, como es obvio, pero un 80% tomaron parte en ellos.

¿Qué nuevas fronteras se presentan a la «Misión y la Colaboración»?

R. Dado que en nuestro trabajo las fronteras quedan definidas por las categorías de ¿»dónde»?, ¿»para quién»? y ¿»para qué»?, lo que decidirá las fronteras será la mayor necesidad apostólica y los demás criterios ignacianos que aplicamos al apostolado. Las dinámicas internas que lleva consigo la colaboración nos plantean también algunos desafíos que someten a buena prueba nuestro espíritu evangélico y nuestro compromiso.

Jesuitas por el Mundo

 

Pascua Joven Corrientes

Miembros de la Red Juvenil Ignaciana, organizan por tercer año consecutivo la “Pascua Joven”, una propuesta que consiste en vivenciar la pascua como una experiencia espiritual y eclesial. Todo se centra en consagrar un tiempo para seguir a Jesús, a través de juegos y actividades dinámicas.

Unos 80 jóvenes participarán de la actividad que se llevará a cabo en la Casa de Ejercicios San Ignacio de Loyola, desde el jueves 24 hasta el domingo de pascuas. “Este año tuvimos una intensa participación, eso es algo que nos llena de alegría porque es una forma de que nuestros jóvenes puedan aprender a experimentar la Semana Santa, comprendiendo su verdadero sentido. Las inscripciones cerraron con una exitosa convocatoria”, comentó a El Litoral el padre Néstor Manzur.

Lós jóvenes de la Red de Corrientes vienen preparando desde hace tiempo esta experiencia para que los jóvenes que participen tengan una vivencia profunda de la Semana Santa. También es un espacio que sirve para invitar a aquellos jóvenes que estén con ganas a sumarse a las actividades que se realizan a lo largo de todo el año.

Diario El Litoral

¿Qué trae el regalo de la Pascua?

Por Emmanuel Sicre, SJ

¿Presenta algún desafío interesante este tiempo de Pascua que estamos viviendo? Para los cristianos más distraídos quizá solo sea un receso o el tener que ir a unas misas largas en el caso de que asistan. Pero puede suceder que más de uno se pregunte ¿qué cambia el hecho de que cada año celebremos la Pascua después de la Cuaresma? ¿Hay alguna novedad en mi año por la Pascua? ¿O da igual? Si resulta que la Pascua es el acontecimiento central del cristianismo, ¿no debería aportar algo a los creyentes en Jesús de hoy?

La Pascua primera:

Como es sabido entre los cristianos, el término Pascua viene del hebreo pésaj y significa paso. En la tradición judía es todo un acontecimiento porque nuestros hermanos mayores en la fe, conmemoran el paso de la esclavitud que estaban viviendo en Egipto a la liberación que Dios los invitaba a vivir en la Tierra Prometida de la mano de Moisés. Este minúsculo pueblo del Medio Oriente fundado por Abraham, pobre, explotado y deprimido encuentra en su miseria que Dios quiere rescatarlo. Los israelitas sienten que su relación a nivel comunitario con Dios se intensifica en la debilidad y claman tan alto a Yahvé que él escucha su llanto y les envía a un líder para liberarlos.

Moisés, aún con temor y cierta confusión, decide aceptar la propuesta de Dios y se enfrenta al Faraón para que le dé a los suyos para sacarlos de esa tierra extranjera. Cuenta la tradición que caminaron en medio del desierto padeciendo cualquier tipo de carencia, desolación y tentación. Pero iban juntos. Esto es lo propio de la mentalidad del pueblo al que perteneció Jesús: caminar juntos como pueblo de Dios aún en las dificultades con la confianza de que fue el mismo Yahvé quien los sacó de la esclavitud y les prometió una Tierra de prosperidad.

Fue entonces que, para poder mantener el mismo espíritu que los liberó, los del pueblo judío encuentran en la Ley lo que les ofrecía la posibilidad de protegerse entre ellos de los pueblos vecinos. Fue tal la profundidad con la que habían vivido la relación con Dios en ese acontecimiento de liberación que sintieron que Dios los había elegido de una manera especial. De ahí que el máximo peligro que vivió Israel siempre fue el de la idolatría a otros dioses, es decir, poner en el centro de su vida a quien no tenía la fuerza para sacarlos de las esclavitudes.

Así es que, cada año, se transmitían de generación en generación lo bueno que había sido Yahvé con ellos al liberarlos.

Jesús celebraba la Pascua

Hasta llegar a la generación de Jesús que oyó durante toda su vida el relato de la liberación del pueblo, de su pueblo, en la celebración de la Pascua.

Jesús, consciente de lo que Dios le pedía, se fue dado cuenta de que la religión judía había caído en un esquematismo normativo asfixiante porque cumplían la Ley sin hallarle sentido, que sus líderes espirituales estaban preocupados más por el poder que por la religiosidad del pueblo, que los más débiles de la sociedad que buscaban a Dios estaban siendo apartados de su lado por sus propios ministros, autoproclamados los defensores de una Ley esterilizante.

La misión de Jesús

Entonces Jesús se pone en acción cumpliendo la voluntad del Padre de hacer realidad el Reinado de Dios entre los hombres que tanto había esperado su pueblo. Se pone en acción para despejar los obstáculos que impedía a los ciegos ver la verdad de Dios. Se pone en acción para sanar a los enfermos de cerrazón y parálisis ante la vida. Se pone en acción para reorientar las decisiones erradas hacia el Dios de la misericordia. Se pone en acción para despistar a los sabios y prudentes y agradecer por los débiles y humildes. Se pone en acción para darles a todos el lugar en la mesa de los hijos. Se pone en acción para liberar la libertad del hombre y decirle que Dios lo ha pensado desde siempre pleno, vivo y feliz con todos sus hermanos.

Pero este mensaje y estas acciones de Jesús no fueron bien vistas por los ‘faraones’ de su momento, ni por los ‘líderes religiosos’, ni por los que estaban cómodos con las cosas así. Entonces decidieron desaparecerlo. Y así fue que lo condenaron a muerte junto a otros tantos ajusticiados del imperio romano.

El fracaso aparente de Dios

Jesús murió en Jerusalén después de haber padecido un sufrimiento que ni él ni su Padre querían. Este fracaso de Jesús en un principio le dio la victoria a sus detractores que habían logrado su objetivo. Jesús ya no estaba allí para poner a prueba la fe de nadie, ni para hacer ningún signo de la gloria de Dios, ni para desafiar a ninguna autoridad religiosa ni política. Jesús ya no estaba y sus discípulos se dispersaron cargando sus penas dentro del alma. Todo parecía muerto. Habían matado al hombre más justo y nadie pudo evitarlo.

La Pascua incesante de los discípulos

Pero resulta que una vez pasada la tristeza y el shock de la cruenta pasión, algunos de los discípulos comenzaron a juntarse para hablar de lo que les había sucedido. Y mientras compartían empezaron a sentir la alegría de saber que Jesús estaba más vivo que nunca. Que sus memorias eran un hervidero de recuerdos que los hacían llenarse de un gozo indescriptible. Sentían de nuevo sus palabras y lloraban de emoción porque aquello de que iba a resucitar era cierto y lo experimentaban cada vez que se juntaban a rezar, cada vez que compartían la mesa de la comunidad, cada vez que hacían una colecta para los más pobres, cada vez que asistían a los enfermos de la comunidad, cada vez que consolaban a los abatidos por la muerte de algún ser querido.

Y con el tiempo comenzaron a darse cuenta de que Jesús Resucitado les había transformado la vida de tal manera que se sentían repletos de gracia para salir a contarle a todo el mundo cómo es en verdad el Dios de Jesús. Estaban enamorados de la obra que Dios estaba haciendo en sus corazones porque eran habitados por el amor, la esperanza y la fe en la vida.

Contar la Buena Noticia

Los discípulos creyentes en Jesús cada vez que iban a la sinagoga a escuchar las Escrituras descubrían que aquella Alianza que Dios había hecho con el pueblo judío en el Sinaí donde Moisés recibió las tablas de la Ley, en Jesús, pues, había encontrado su significado pleno porque sabían que ahora Dios estaría para siempre con ellos; que la nueva ley era Cristo mismo que les había enseñado cómo vivir según el amor; que la infinita paciencia de Dios con su pueblo se había hecho carne para salvarlo desde adentro.

Y entonces comenzaron a narrar la vida de su Maestro y Salvador. Iniciaron a escribir en rollos de papiro un relato que cada vez que lo leían les hacía presente al Señor y se sentían, generación tras generación, invitados a compartir la mesa tal como les había enseñado Jesús. Y a ser hermanos, y a ensanchar el corazón.

… hasta nuestra Pascua de hoy

En que muchas veces nos pasa desapercibida. Para que nuestra Pascua se llene de sentido necesitamos sabernos también discípulos del Señor, y rastrear con nuestra memoria las situaciones en que Dios nos liberó, nos desató, nos invitó a la vida durante este último año.

Se hace evidente que no habrá Pascua en nuestra vida de discípulos si no nos abrimos al paso de Dios. ¿Y qué hace el Dios de Jesús cuando pasa? Hace Reino. Es decir, nos empascua, nos sana, nos levanta, nos consuela, nos desconcierta, nos corrige, nos alegra, nos resucita de nuestras muertes y nos promete que nunca nos dejará solos.

Y más, nos promete que resucitaremos con Él y con todos los que ya gozan de su presencia definitiva. Para que de una vez por todas compartamos el banquete de la alegría sin fin, donde todos nos reencontraremos después de las tristezas que la separación de la muerte nos provocó. Sólo siendo ‘sabuesos’ de la Pascua es que podremos dejar que Dios nos empascue la vida cotidiana.

 

Resurrección – Propuesta de Oración

La escena tiene como protagonistas a los discípulos y a María Magdalena. Y como ya no cuentan con la presencia del Maestro que los guía en el modo de proceder, todo deviene de un modo casi caótico. Nadie comprende que está ocurriendo. Ni qué ha ocurrido. Ni qué va a suceder.

Sin embargo, detrás de las reacciones espontáneas de cada uno de los personajes del relato, se esconde un profundo amor y una sincera búsqueda de Jesús; que no pueden responderse las miles de preguntas que resuenan en el interior de cada uno.

Jesús no ha sido el rey rico y poderoso que ellos esperaban. Sin embargo, se ha convertido en el centro de sus corazones y de sus vidas. Empiezan a darse cuenta de que sin él, su existencia carece de sentido.

Cada uno, con lo que es y con lo que tiene; con sus limitaciones, con sus miedos, con sus negaciones, pero también con su amor más profundo y sincero, sabe que, para su vida, ya ningún camino es válido salvo el de ir tras los pasos de Jesús. Y por eso le buscan desesperadamente.

Jesús conoce este deseo y este amor profundo que habita en sus amigos. Por eso, una vez que se reencuentra con ellos, los vuelve a elegir y a enviar. Confía en ellos el anuncio de su mensaje. Porque es en este amor sincero (humano, limitado, frágil, pero sincero al fin) que él quiere construir su Iglesia.

Propuesta

Luego de la descripción de la escena releo Juan 20, 1-9. Contemplo el modo de actuar, de hablar, los gestos, de estos personajes. Trato de ver el amor que se esconde detrás de estos modos. Presto atención a los sentimientos que se generan al contemplar esta escena.

Para reflexionar

Llevar la Resurrección como forma de vida implica en gran parte descubrir el amor que se encuentra escondido en cada persona y en cada cosa que nos rodea. Quizás no se manifieste de modo en que nosotros lo esperamos, pero es lo que hay. Y lo que hay de amor en lo que nos rodea es, sin duda, reflejo y gracia de ese amor infinito del Padre.

Viernes Santo – Propuesta de Oración

Es probablemente el relato del evangelio más difícil de leer y contemplar. Por lo que ocurre, claro, pero también por los sentimientos que despierta en nosotros.

Jesús es maltratado, humillado, abandonado, traicionado, burlado, condenado injustamente, insultado…

Él que había predicado sobre el amor, sobre la misericordia, sobre ser hermanos. Él que había curado y consolado a tanta gente. Él que se había detenido tantas veces frente a las necesidades de los demás.

Nace en nuestro corazón, porque es humano, la impotencia, la bronca, el deseo de gritar a todos lo equivocados que están, de saltar en medio de la gente a defender al Señor…

Sin embargo, el modo en que Jesús va atravesando cada una de estas escenas, es muy diferente. No hay en él gestos ni palabras de violencia o venganza. En su mirada no se vislumbra ningún sentimiento de venganza. Se deja conducir con mansedumbre. Disposición, silencio, entrega, fidelidad… son las cualidades que tiene el modo en que Jesús avanza a lo largo del camino de Cruz.

Es que él es ese padre misericordioso, que sale a abrazar al hijo que lo ha rechazado. Es el buen pastor que deja todo para buscar a la que lo ha abandonado. Es el juez justo, que levanta del suelo a los caídos y humillados.

Este modo de Jesús nos interpela en lo incomprensible de su amor y en la perfección de la coherencia con su mensaje. Pero también nos interpela en nuestra vida ; por una lado porque sabemos este modo es también el que tiene Jesús de perdonarnos y amarnos a cada uno; por otro, porque no podemos no preguntarnos cómo es nuestro modo de mirar, de actuar, de pensar, cuando las personas nos hacen mal.

Propuesta

Releo Juan 18, 1-19, 42. Camino al lado de Jesús. Presto atención a sus gestos, a sus sentimientos, a su mirada, a sus palabras. También miro a la diversidad de la multitud que me rodea. Qué hacen, que dicen, cómo se mueven, cómo es su mirada.

Presto atención a lo que esto genera en mí.

Algunas preguntas

¿Qué me genera este modo de comportarse de Jesús frente a quienes le hacen algún mal?

¿Cómo es mi modo de reaccionar cuando las personas me hacen algún mal?

¿Qué cosas puedo hacer para acercarme un poquito más al modo de Jesús?

¿A qué me siento invitado/a al contemplar el modo de proceder de Jesús a lo largo de su Pasión?

Jueves Santo – Propuesta de Oración

“Él, que había amado a los suyos, los amó hasta el fin”.

Son quizás, estas palabras de Juan en su relato de la última cena las que acaban por englobar toda la vida de Jesús y dan sentido a lo que viene después de esa noche: la pasión, la cruz, la muerte y claro, la Resurrección.

Contemplar a Jesús en la última cena es contemplar a un hombre desarmado de amor por la humanidad, y al mismo tiempo, en extremo fiel a la misión que le ha sido encomendada.

Al llegar a ese punto de su vida, podría decirse que Jesús ha acumulado muchos más fracasos que victorias: sabía que lo estaban persiguiendo, sobre él se decían todo tipo de mentiras y comentarios malintencionados; y encima, sus amigos más cercanos, que tanto habían compartido con él, no entendían nada de lo que decía.

Sin duda Jesús debe haber ido sintiéndose, progresivamente, más solo e incomprendido. Sin embargo, su mirada siempre estuvo puesta en aquellos a quienes amaba. Sabe que su incomprensión no ha sido adrede. No han entendido porque no han podido, porque sus corazones aún están cerrados, estructurados, duros…

Jesús lo ve, lo comprende, pero no se da por vencido. Su amor es tan grande y tan profundo, que hasta el último momento vale la pena el esfuerzo para que entiendan algo de lo que está pasando.

Por eso en esta última cena sus gestos más concretos y sencillos. Les lava los pies. Parte el pan. Y les pregunta ¿Comprenden lo que he hecho con ustedes?

Propuesta

Luego de esta descripción de la escena vuelvo a leer Juan 13, 1-15. Contemplo a ese Jesús que se mueve, habla y mira con profunda ternura a cada uno de los presentes. Me detengo a observar su modo, sin prisa, sin forzar nada… cómo se acerca a cada uno, cómo les lava los pies, cómo les habla, cómo los observa…

Me dejo mirar por Jesús, me dejo lavar, me dejo hablar al oído, me dejo abrazar, con la confianza de esta frente a alguien para quien valgo hasta el último esfuerzo, hasta dar la vida.

Algunas preguntas

Sin dejar de lado esa mirada de profunda ternura que Jesús tiene sobre mí me pregunto:

¿Qué aspectos de mi vida necesito mirar hoy con la ternura de Jesús?

Si tuviera que elegir una parte de mí para que Jesús lavara ¿Cuál sería?

Jesús tiene paciencia frene a la incomprensión de los discípulos. Yo ¿tengo esa paciencia conmigo mismo cuando las circunstancias se me vuelven incomprensibles?

Los discípulos se dejan lavar, porque, aunque no entiendan nada, confían en su maestro. Yo ¿confío? ¿Me dejo lavar? ¿Me dejo lavar? ¿Me permito creer en esa mirada misericordiosa que el Señor posa sobre todo mi ser, aún sobre aquello que más aborrezco?

 

Día mundial de la CVX 2016: Un espacio para respirar

Con ocasión del día de las Comunidades de Vida Cristiana (CVX), a celebrarse el 25 de Marzo, día de la Anunciación a María, se ha difundido entre las comunidades una carta que denominada Proyectos 163.

A lo largo de la misma se invita a las comunidades a reflexionar, a la luz del relato evangélico de la Anunciación a María, sobre su situación actual. La llamada es a poner la mirada sobre la vida interna de las comunidades: “Esto es una invitación a entrar nuevamente a un santuario –un sitio en el que puedan respirar profundamente buscando la paz interior. Dejemos que este espacio sea parecido a esos momentos de nuestra historia donde todo se queda tranquilo”.

En énfasis está puesto en prestar especial atención a la persona y orientar el cuidado de las comunidades, como requisito anterior y necesario para acompañar a aquellos a quienes cada CVX presta servicio.

Luego de mirar hacia el interior de cada comunidad, viene una segunda invitación: poner lo extraído de esa experiencia en palabras para que otras comunidades puedan también nutrirse de ella. Esto viene de la mano de la necesidad de una mayor interconexión, señalada por las comunidades en la Asamblea Mundial de CVX en el Líbano.

La carta compara el movimiento reflexivo de las CVX sobre sí mismas, con los de inspiración y expiración que permiten la renovación del aire en el organismo humano; en consonancia con el tercer modo de orar, enseñado por San Ignacio de Loyola en los Ejercicios Espirituales llamado ‘por anhélito’ o ‘por compás’. Así, sobre el final enuncia: “Respiremos profundamente –saboreemos y apreciemos nuestra Identidad Ignaciana Laical: renovemos la importancia de nuestra formación CVX. Y Exhalemos, dejemos salir el aire, permitiendo al Espíritu que nos guíe, renueva nuestro llamado, y como fruto de este momento de alivio interno y descanso, apuntalar nuestro compromiso para caminar juntos a un futuro con esperanza y alegría.”

Te dejamos aquí el enlace a la carta original.