CG36: Remando Mar Adentro

Ya se encuentra disponible la página web a través desde la cual el Comité de las Comunicaciones de la CG36 ofrecerá vías de comunicación y participación a toda la Compañía y la gran familia Ignaciana, colaboradores y amigos: www.gc36.org (por las siglas en inglés “General Congregation 36”)

El Comité –coordinado desde la Curia General-, para generar un vínculo y una dinámica activas en los tiempos que corren nos pide colaboración:

a) Suscribirnos al Boletín de la CG: invitando a todos los jesuitas, laicos, colaboradores y amigos. A través de la página web www.gc36.org ya está disponible pero el sitio estará plenamente operativo a partir del mes de septiembre.

b) Difusión del boletín de la CG: el Comité anima y cuenta con que seamos difusores de la información que se compartirá, tanto a través de mail como de las redes sociales. Tengan en cuenta que muchas personas de nuestras obras no estará suscripta a estos boletines directamente.

c) La ‘Sala de Oración’: especialmente nos piden promover las visitas y la participación es este ámbito de ‘sala de oración’ virtual –ver. El sitio ofrecerá las oraciones propuestas a los miembros de la CG en el aula. También ofrecerá la posibilidad de compartir reflexiones y oraciones con los padres congregados y la Compañía en sus obras y comunidades.

Más adelante recordaremos esta misma información y los mantendremos al tanto de lo que pueda surgir. También actualizaremos esta misma información, el próximo viernes en la página web de la Provincia www.jesuitasaru.org

Unidos en la oración,

JESUITASARU.ORG

 

Fe y Justicia: Acompañar a los pueblos marginados

“La Fe exige que haya justicia. Para mí es ese dinamismo: creer en Jesús es creer en los principios que Él anunció, pero sobre todo en vivir según ellos. Si lo practicáramos un poquito, creo que el mundo sería muy diferente”. Así concluye su testimonio el jesuita Gonzalo Rosas Morales.

La búsqueda de la Fe y la Justicia llevan necesariamente a las fronteras de nuestras sociedades. Gonzalo Rosas Morales SJ cuenta en primera persona la experiencia de vivir y luchar con comunidades indígenas de México. Durante el tiempo que duró su misión allí, acompañó el proceso de organización de estas comunidades y la defensa de sus tierras que ellas llevaron adelante.

Desde esta experiencia da su testimonio, las consecuencias que tuvo en su momento y lo que le ha dejado para siempre en su vida.

No dejes de escucharlo en este vídeo

 

¿Por qué Educación que nos transforma?

Fe y Alegría apuesta por la educación como condición necesaria para llevar adelante un cambio en las condiciones de vida de las personas y dentro de la sociedad en general. Desde Uruguay, explican de dónde viene esta convicción que mueve la enorme empresa que la Red de Colegios lleva adelante en tantos lugares del mundo.

Todos tenemos alguna noción sobre el poder transformador de la educación. Sabemos que el desarrollo de un niño o niña, su calidad de vida presente y futura, y las oportunidades que tenga como ser humano, entre otras, están condicionadas por su educación y por la de sus padres.

Hablamos de la educación en sentido amplio, pensando en los aprendizajes curriculares pero sobretodo en la capacidad de aprender, de resolver situaciones difíciles, de vincularse con los demás y de comprometerse con lo que sucede alrededor.

En Fe y Alegría educamos para la trascendencia que permite ampliar la mirada y la perspectiva, que alienta a ser más, amar más y a buscar más allá de la realidad concreta. Buscamos enseñar a profundizar. Nosotros nos sentimos atravesados por ese tipo de experiencia educativa que nos transforma en cada encuentro con los niños, las niñas y los adolescentes de los centros de Fe y Alegría y nos lleva encontrarle el mejor sentido a nuestra tarea.

Este tipo de educación transformadora no siempre muestra resultados inmediatos. Es un proceso que lleva tiempo porque los cambios profundos así lo requieren. Supone aprender en el camino y hacer ajustes cuando es necesario, incorporar nuevos métodos y enfoques renovados, pero es firme y avanza para contribuir a nuestra visión de una sociedad más justa, más fraterna, más humana.

Fuente: Fe y Alegría Uruguay

 

Nueva espiritualidad y viejos compromisos

Quizás muchos han escuchado eso de que ‘el cambio del mundo empieza por cada uno’. En la siguiente nota el profesor español Domingo Moratalla explica el contenido de un documento emitido por la Compañía de Jesús, titulado “Por una economía global justa: Construir sociedades sostenibles e inclusivas”. El mismo enumera como primer paso, la necesidad de ‘cambiar el corazon’, para construir la sociedad que soñamos con los ideales que sostenemos.

Escrito por Agustín Domingo Moratalla*

El grupo de trabajo sobre economía del Secretariado por la justicia social y la ecología de la Compañía de Jesús ha elaborado un documento interesante titulado “Por una economía global justa: Construir sociedades sostenibles e inclusivas”. Antes de plantear algunas recomendaciones para la familia ignaciana, plantea la necesidad de promover una “nueva espiritualidad” y la asocia a una nueva manera de entender el bienestar personal. Refuerza una idea central de la espiritualidad ignaciana y que nos recuerda la Laudato Si’’ del Papa Francisco: los cambios que necesita nuestra sociedad requieren una profunda conversión interior. Los nuevos cambios requieren un nuevo corazón y por eso deberíamos plantearnos la relación entre nuevas espiritualidades y viejos compromisos.

Entiendo por “viejos compromisos” la militancia social, sindical y política en el más amplio sentido de la palabra. Una militancia a la que hace alusión el documento cuando se refiere a los recursos que ya dispone la Compañía para promover ese nuevo modelo de “economía global justa”. En concreto, cuando se refiere a la red de instituciones jesuitas y detalla la importancia de centros de formación como universidades o escuelas profesionales. Al citar estas últimas, el documento hace una autocrítica que no puede pasar desapercibida: “No se ha percibido ni aprovechado el potencial de nuestras escuelas profesionales”.

Quienes conocen la historia de la Compañía saben que las escuelas profesionales han desempeñado un papel importante en el nivel de lo que aquí hemos llamado “viejos compromisos”. La historia social, política y cultural de algunas ciudades de España no se podría entender sin aquella espiritualidad ignaciana que nutría un vigor apostólico que se metamorfoseaba en militancia de todo tipo.

Sin necesidad de remitirnos al Padre Ayala, “los Luises” o las famosas Congregaciones marianas, la “vieja espiritualidad” ignaciana era la fuente de “nuevos compromisos”. Si hace un siglo fue la que protagonizó el afrontamiento de la “cuestión social”, ahora debería afrontar los desafíos de la “ecología integral”.

La autocrítica que realiza el documento no debe ser leída únicamente en clave compensatoria, es decir, para alinear las viejas espiritualidades a los nuevos compromisos. Si así fuera, no haríamos justicia al dinamismo institucional que ha generado las actuales estructuras de acompañamiento, militancia y discernimiento.

Además de ser planteada en clave de provocación y estímulo, debe ser leída en clave de maduración y agradecimiento. Para ello, los lectores del documento deberían ponerse las pilas, no solo para trabajar en la dirección en la que apunta el documento sino para conocer una tradición que pasa desapercibida en muchos centros educativos.

No basta tener conciencia de nuestros hábitos de consumo, tampoco fomentar una producción y un desarrollo más sostenibles. Hacen falta instituciones ágiles, familias entusiasmadas, hábitos del corazón y comunidades diferenciadas animadas por esta nueva espiritualidad. Gentes que tengan clara conciencia histórica y que no tengan miedo de los “viejos compromisos”, sobre todo porque el desafío de una “ecología integral” también requiere virtudes, prácticas y comunidades de vida cristiana que actualicen la propuesta de una “antropología integral”.

Fuente: Entre Paréntesis

* Profesor de Filosofía Moral y Política en la Universidad de Valencia y director de la sede de la Universidad Menéndez Pelayo en la misma ciudad.

 

VIII Encuentro Latinoamericano de la Red Mundial de Oración del Papa

Del 16 a 21 de mayo de 2016, en la ciudad de Quito-Ecuador, se llevó a cabo el VIII Encuentro Latinoamericano de la Red Mundial de Oración del Papa y el MEJ (Movimiento Eucarístico Juvenil), con la participación de los Directores Nacionales de la región, y sus equipos de trabajo.

Mensaje de los Directores Nacionales de la Red Mundial de Oración del Papa y el Movimiento Eucarístico Juvenil.

El encuentro contó con participantes de: Argentina–Uruguay, Brasil, Bolivia, Colombia, Costa Rica, Chile, Cuba, Ecuador, México, Paraguay, Perú, Venezuela, y España como invitado especial. Además tuvo de la presencia del equipo internacional de Roma.

En esos días se llevó adelante un intercambio fraterno sobre el servicio que la red mundial de oración del Papa ofrece a la Iglesia en América Latina y El Caribe. Todo ello con el fin de atender especialmente al proceso en el que están comprometidos como Red, y buscar maneras creativas para avanzar en el impulso que se está dando a nivel global.

El encuentro se inició con el saludo del P. Gilberto Freire SJ, Provincial de Ecuador. Recibieron también la visita de Monseñor Danilo Echeverría, Obispo Auxiliar y Vicario de Pastoral de la Arquidiócesis de Quito, con quien mantuvimos un diálogo fraterno.

A partir del informe global del Director Internacional P. Frédéric Fornos SJ sobre el proceso de recreación del Apostolado de la Oración y el MEJ, y de los informes nacionales sobre los avances de este proceso, se pudo generar una visión panorámica más completa y articulada de los proceso de la Red en cada lugar, resaltando la vinculación de la oración y el servicio como componentes indisolubles de nuestro apostolado.

Como puntos adicionales, se trabajaron temas relacionados con la planificación del período 2016-2018, así como el autofinanciamiento de los Secretariados Nacionales de la Red y el “crowdfunding” o cooperación colectiva, a través de la presencia de tres invitados.

Al finalizar el encuentro, también concluye sus funciones como Coordinador Latinoamericano el P. Álvaro Quiroz SJ, a quien se expresó un profundo agradecimiento por todo el trabajo y esfuerzo desarrollado durante años.

Los asistentes manifestaron una gran alegría y esperanza frente a la presencia de Venezuela, e igualmente expresamos nuestro agradecimiento a la Provincia Ecuatoriana por la generosa acogida que nos ha dispensado.

Los Directores Nacionales y los equipos de trabajo que han asistido a este encuentro retornan con ánimo renovado para seguir aportando, desde las realidades de cada país; con la confianza de que en cada uno se apoye de manera decidida este importante momento que estamos viviendo.

Que la bondadosa presencia de María acompañe y bendiga esta recreación. Nos confiamos al Corazón de Jesús para vivir como apóstoles en este servicio a la Iglesia.

Fuente: Noticias de Provincia

 

Discurso del Director Nacional Fe y Alegría Argentina en su 20° Aniversario

En ocasión de los 20 años de Fe y Alegría en Argentina, su director Nacional, Fernando Anderlic visitó el Centro Educativo que la red de colegios tiene en Resistencia, Chaco y allí dio un discurso en el que agradece la labor y el apoyo de tantos a lo largo de tantos años. Al mismo tiempo, habló del modo de educar que tiene Fe y Alegría y cómo se piensa seguir brindando más y mejor educación a los niños y adolescentes en el futuro.

Por Fernando Anderlic

La memoria es un elemento constitutivo central de la identidad personal de los sujetos, las comunidades y las organizaciones. Vivir únicamente el presente o desear un futuro idealizado, sin memoria que actualice la historia vivida, no permitiría afirmar quiénes somos.

Agradecimientos

En primer lugar, a Dios Nuestro Señor, por “llamarnos” a seguirlo en esta obra.

Gracias a ustedes, comunidad de Resistencia, que hoy representan a todas las familias de Fe y Alegría. Al estado chaqueño, hoy símbolo de todos los estados provinciales que apoyan cotidianamente con recursos económicos nuestra tarea en las provincias de Salta, Jujuy, Corrientes y Buenos Aires.

A la Compañía de Jesús a través de sus sacerdotes y hermanos, a los obispos, a los sacerdotes diocesanos y las hermanas religiosas de distintas congregaciones que han acompañado nuestro camino en todos estos años al servicio de la Fe y la promoción de la Justicia. A nuestros equipos directivos, representantes legales, docentes, personal administrativo, maestranzas, miembros del equipo nacional, voluntarios y voluntarias; todos ellos y ellas, en definitiva, educadores.

Encontramos un rasgo común en nosotros y nosotras. Nuestras ganas de vivir una vida feliz intentando “darnos” sin guardar nada, por el bien de mi prójimo, asumiendo nuestra identidad y responsabilidad de hermanos y hermanas; reconociendo que no hay alegría profunda si no estamos cerca del Misterio.

Somos mensajeros de la fe y al mismo tiempo mensajeros de alegría. Dos vuelos espirituales que son capaces de enamorar una vocación. Dos dones de Dios que son capaces de transformar el mundo. (…)

Gracias a las entidades privadas y organizaciones nacionales e internacionales y a las personas que apoyan la gestión y el sostenimiento de nuestros centros. Son parte importantísima de nuestra labor cotidiana.

Un camino lleno de sueños

En Fe y Alegría hemos aprendido a soñar. A veces los sueños se nos hacen difíciles. La escasez de recursos económicos, las dificultades del quehacer cotidiano, la violencia y corrupción del entorno, nuestras propias debilidades, los números implacables de presupuestos que no cierran, cronogramas, horarios… con frecuencia nos producen insomnio y no nos dejan soñar. Y a pesar de ello “seguimos soñando”. Soñar no es evadir la realidad sino es ser capaz de trascenderla, transformarla, hacerla surgir.

(…)

Una de nuestras mayores virtudes que poseemos es que nos sentimos inmensamente carentes y creo que esa necesidad del otro es la que nos inspira y nos pone en movimiento. Necesitamos de los y las otras. Y es quizás por eso que podemos entender que otro necesita de mí. El que se reconoce inacabado entra en permanente proceso de búsqueda, de peregrinación. Sabemos que no hay búsqueda sin esperanza. Es por eso que nuestra presencia en el mundo es la de quienes andan y no la de quienes simplemente están. Y no es posible andar sin esperanza de llegar.(…)

Trabajar por ‘los preferidos del Reino’

Fe y Alegría ha querido, desde siempre, trabajar por la promoción social de “los preferidos del Reino”. Decimos que Fe y Alegría empieza donde termina el asfalto, donde se acaba el cemento, donde no llega el agua potable ni la luz… Allí, donde están los auténticos olvidados de su propia sociedad. En el corazón de nuestros barrios, nuestros centros educativos y comunitarios son testimonio de fe en las potencialidades de nuestra gente y contagian la alegría por la transformación personal y social a través de la educación. De la fe invisible nace la alegría visible y contagiosa. Fe en encontrar la imagen de Dios sembrada en nuestros hermanos y hermanas a pesar de su rosto de acosado de tristeza, olvido e ignorancia.

Decía el P. Vélaz sj que Fe y Alegría se define como “MOVIMIENTO”, que implica la permanente desestabilización creativa, con grandes dosis de audacia, coraje y entrega, para ir respondiendo cada vez más acertadamente a las exigencias de la realidad y al clamor de los empobrecidos y excluidos de cualquier tipo. Nuestra identidad es con la misión: el proyecto de vida coincide con la propuesta de Fe y Alegría, que es el proyecto de Jesús. La misión se encarna en la vida, se traduce en un modo de ser y de actuar. Uno se realiza, realizando Fe y Alegría, haciéndola posible, estableciendo el reino de Jesús.

La Educación: el instrumento para llevar el mensaje

En la escuela no elegimos un fin. En la escuela hemos elegido un instrumento para llevar nuestro mensaje. No es dando cosas como construiremos al hombre y la mujer del hoy y del mañana. Ello lo conseguiremos haciéndonos “hombres y mujeres nuevos” por la educación, herramienta por la cual ni ellos ni ellas necesitarán de las cosas que nosotros les vayamos a regalar. La educación es el manantial de todos los bienes que se pueden tener en este mundo.

Estamos convencidos y convencidas que el camino de la auténtica libertad para todos y todas y por tanto, de la verdadera democracia, tiene que contar con un largo recorrido de muchos años de escuela para todos y todas. La educación popular integral es la clave y el instrumento fundamental del desarrollo socioeconómico y personal de trascendencia. Es nuestra mayor contribución al bien común (…).

Defendemos la educación como derecho humano. Toda persona tiene derecho a aprender lo que necesita saber para alcanzar una vida digna; tiene derecho al acceso a la información y el conocimiento, a la creación de pensamiento y tecnología. Pero no es un derecho sólo individual. Las comunidades tienen derecho a la educación y a lo que ella significa de desarrollo (…).

Mejorar el mundo en que todos vivimos

El trabajo de promoción social no puede ser concebido como una tarea sólo de Fe y Alegría, debe ser realizado con otros, favoreciendo e impulsando especialmente el empoderamiento de nuestra gente, con el objetivo de que esta acción, se vincule a una acción política que sirva para la transformación social. (…)

Fe y Alegría siempre ha defendido la tesis de la educación por encima de todo. Una de las tareas más hermosas que tenemos como educadores y educadoras es ayudar a nuestros niños, niñas, jóvenes, adultos, a aprender a comprender y a comunicar esa comprensión a los otros. La tarea fundamental del educador es vivir éticamente, practicar la ética diariamente con nuestra gente. Lo importante es el testimonio que damos con nuestra conducta.

Cada clase, cada encuentro es un testimonio de una manera de afrontar la vida. Educar hoy no es igual que hace 20 años. Se requiere valentía para transformar nuestras prácticas y asumir nuevas maneras de proceder más acordes con los avances técnicos y profesionales, las nuevas fronteras de exclusión y los nuevos marcos políticos. Ser “transformador de realidades” es un deber que nos invita a participar activamente como generadores de nuevas ideas capaces de motivar a cada una de las personas que trabajan nuestro objetivo común y que deriva de la misión del servicio de la fe y la promoción de la justicia.

Ampliar las Fronteras

Como obra de la Compañía de Jesús tenemos la capacidad de ampliar las fronteras de la persona, de la cultura, de la educación, del crecimiento espiritual, posibilitando nuevas prácticas y nuevas comprensiones del mundo hasta ese momento inéditas, para que el mundo que viene sea el que soñamos y no el que esperamos, como bien decía el P. Vélaz sj. (…)

Para terminar, me gustaría dirigirme a Uds., alumnos y alumnas de Fe y Alegría Argentina: les pido que hoy y siempre sean, por favor, conscientes de que Uds. son la razón de nuestra misión. Sus vidas son el mejor testimonio de nuestro trabajo. Sueñen, anímense a soñar en grande. Sean agradecidos con sus familias, sus maestros, sus maestras, sus profesores.

Ustedes tienen el privilegio inmenso de poder educarse en una sociedad en la que muchos miles no tienen oportunidad de hacerlo. Y este tiene que ser un desafío para Uds. a futuro. Ese tiene que ser su compromiso para con la sociedad. No se olviden nunca que allí al lado, cerquita, hay un hermano y una hermana que necesita de Uds. Juéguense la vida por esa causa, apuesten a soñar y vivir sus vidas desde “el nosotros” aunque ello implique, en algún momento, dejar “el yo de lado”.

Desde aquí y junto a Uds., los y las aliento a seguir trabajando a pesar de “las piedras del camino”. Y gracias a ellas, a levantarnos para seguir avanzando, aprendiendo de nuestros errores y celebrando nuestras gracias, logros y virtudes. Todos y todas sabemos que no estamos solos porque Alguien nos cuida y nos lleva de la mano. Gracias por estos 20 años, sigamos avanzando en la propagación “de la chispa hacia el incendio”. Dios bendiga este camino.

Fuente: Fe y Alegría Argentina

 

«Networking for Justice» desde la CPAL

¿Cómo trabajar en Red desde la fe y en busca de la Justicia? Desde la Conferencia de Provinciales en América Latina se ofrecen algunos ‘tips’ o consejos que se han obtenido desde la experiencia.

Los tres mayores retos que descubro en el trabajo en Redes tienen que ver, el primero con la superación de la idea de que la misión “es mía”. En tanto no aceptemos cordialmente (y seamos formados en la perspectiva de) que somos co-laboradores (todos y todas) de La Misión de Cristo, en la que el personalismo (individualismo) y la desarticulación nos impiden ir adelante.

El segundo reto es una premisa del anterior y tiene que ver con la vida espiritual: somos administradores de dones recibidos. Dios los dispensa con generosidad pero no los controla. Si no hay una vida espiritual profunda –y cada vez más: tanto en jesuitas como en los otros colaboradores- el norte se pierde.

Para trabajar en Red(es)…hace falta dedicar explícitamente recursos no sólo financieros sino humanos y de tiempo.

El tercer reto importante tiene que ver con el gobierno de las obras, comenzando por el gobierno de la Compañía. Habrá que entender cada vez más que lo más típico no es la obediencia sino el discernimiento, y que el papel del superior allí es fundamental. Pero habrá que entender también que las redes no son organismos ni niveles de gobierno sino de concertación y de acuerdos apostólicos, que se convierten en insumos fundamentales para ese discernimiento y la misión de quienes gobiernan.

La cada vez más numerosa integración de otras personas no jesuitas (laicos y laicas, religiosos y religiosas, sacerdotes y personas no creyentes) en nuestras obras apostólicas en niveles profesionales de responsabilidad, si es que cumplen con los dos primeros retos que mencioné, es decir: saber trabajar en una misión que no es propia sino del Cuerpo y hacerlo con espiritualidad, es una de las mayores ayudas proféticas (porque incomodan muchas veces a muchos) que se están experimentando.

Más del 90% de los actores en nuestras redes apostólicas no son jesuitas. De ellos aprendemos muchas cosas que tendríamos que ser cada vez más capaces de vivir entre nosotros.

Para trabajar en Red(es), finalmente, hace falta dedicar, explícitamente, recursos no sólo financieros sino humanos y tiempo. Una red hay que construirla, una red hay que aprender/enseñar a utilizarla, una red hay que cuidarla. Allí tiene la Compañía de Jesús un reto muy grande porque a veces esperamos que estas cosas se den por generación espontánea o sin que vengan a costarnos “un poquito más” de inversión (tiempo, personas, dinero). Esta es una nueva manera de trabajar que enriquece a los que participan, pero que implica un plus de esfuerzo respecto de la manera en la que siempre se ha trabajado.

Fuente: Jesuit Networking

 

Las obras de misericordia

Este año el «tema estrella» va por el lado de esto de la misericordia. Y no está mal. Aunque lo de tema estrella suena demasiado mediático, demasiado coyuntural y demasiado efímero, como ocurre con tantas modas. Ahora toca hablar de misericordia, como en otro momento tocará hablar de justicia, amor, paz o bienaventuranza. Sería un error plantearnos así las cosas. El evangelio tiene pilares fundamentales que nunca deberían apagarse o silenciarse. Entre ellos, sin duda, la misericordia es clave. Este jubileo es ocasión para recordarlo. No para que ahora sea tendencia y luego se olvide. Sino para que ahora lo recordemos, y siempre lo vivamos.

Ese es el sentido que tiene dedicar una serie a las obras de misericordia. Misericordia alude a la capacidad de vibrar y compadecerse con las fragilidades y miserias ajenas. Pero no basta vibrar. Hay que actuar. En un contexto donde se percibe demasiado a menudo el egocentrismo y el egoísmo como camino para salir adelante, la llamada a abrirse a los otros es trasgresora.

Si el amor ha de ponerse más en las obras que en las palabras. ¿Cómo entender hoy unas urgencias que en distintos contextos son diferentes? ¿A quién hay que alimentar, acoger, o vestir? ¿A qué enfermos hay que atender en un mundo de hospitales y servicios públicos diversos? ¿Qué significa hoy enterrar a los muertos, en un mundo donde todos los procedimientos están estandarizados? ¿Hasta qué punto hay que seguir soportando a las personas molestas? ¿Qué diferencia hay entre las obras llamadas corporales y las espirituales?

Cuestiones sobre las que hemos reflexionado y que te invitaremos a seguir pensando y poniendo en práctica en la propia vida.

Fuente: Pastoral SJ

 

José Aldunate SJ recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos 2016 en Chile

El Instituto Nacional de los Derechos Humanos (INDH) de Chile otorgó el Premio Nacional de Derechos Humanos 2016 al padre José Aldunate SJ.

El mismo, fue entregado por la Presidenta Michelle Bachelet en una ceremonia realizada en el Museo de Bellas Artes.

La jefa de Estado sostuvo que este galardón expresa que el sacerdote jesuita es “un ser humano íntegro, que ha elegido compartir la suerte y destino de sus hermanos y hermanas en unos tiempos que, por momentos, parecen igualmente sombríos que en esos oscuros años del siglo XX en que se dio su formación ética y sacerdotal”.

“Es natural y conmovedor evocar su figura digna y serena, enfrentando la represión, el agua del guanaco, los gases lacrimógenos, para defender el derecho a la vida y la integridad de sus conciudadanos detenidos en cárceles secretas, sometidos sistemáticamente a tratos inhumanos, apremiados física y psicológicamente”, agregó la Mandataria en su discurso de reconocimiento a la labor del sacerdote de 99 años.

El Padre Aldunate

José Aldunate Lyon es un jesuita chileno, nacido en Santiago, en 1917. El padre José Aldunate SJ ha dedicado gran parte de su vida a la defensa y promoción de los Derechos Humanos y su labor durante los años de la dictadura militar permitió salvar muchas vidas y mitigar el dolor de miles de chilenos y chilenas.

Durante ese período, el padre José Aldunate no sólo ayudó a salvar a personas amenazadas por el régimen, también trabajó en la denuncia de las graves violaciones a los Derechos Humanos que se estaban cometiendo mediante su trabajo en diversos medios de comunicación, como la revista: “No podemos callar”.

Ante las crecientes denuncias de tortura, en los años ochenta ayudó a formar el Movimiento Contra la Tortura Sebastián Acevedo, que ejerció gran influencia mediante la denuncia y protesta pacífica.

Este reconocimiento nacional fue precedido por el que le otorgó la semana pasada la Corporación de Derechos Humanos de Pilmaiquén, de Osorno.

Fuente: Jesuitas Chile

 

Descanso en ti – Reflexión

 ¿Qué pasaría si nos detuviéramos? Generalmente, nuestro modo de vida contemporáneo está atravesado por un constante trajinar y mil actividades con las que cumplir. En medio de estas corridas, viene a nuestras vidas la invitación a descansar en el Señor. Te invitamos a leer este texto y reflexionar sobre qué significa este descanso para los cristianos.

Un descanso que nos moviliza

Es conocido ese hermoso texto de Mateo en que el mismo Jesús nos dice: “Vengan a mi todos ustedes que están cansados de sus trabajos y sus cargas, y yo los haré descansar…” (Mt. 11, 25). Sin duda hoy nos toca este texto de una manera muy personal, en medio de muchas agitaciones que caracterizan nuestra vida moderna, nuestras luchas sociales e individuales, nuestros trabajos cotidianos en medio de la ciudad.

Pero ir hacia Jesús no significa en ningún caso dejar nuestros afanes, pues él vive y sostiene la historia precisamente en ellos. Confiar en el Señor no es despreocuparnos de lo que exige nuestro tiempo, sino justamente aprender a reconocerlo en medio de él, para animarnos a seguirle la pista, a mantener viva nuestra esperanza.

Descansar, como el niño en brazos de su madre, como la niña acurrucada en el abrigo de su papá. Muchas veces nuestras fisuras y heridas persisten en medio de grandes dolores y esfuerzos humanos. Pero nuestro corazón puede saberse amado, aún cargando la cruz… Y desafiado, qué duda cabe. La intimidad con el Señor nos vuelve la mirada hacia un compromiso renovado con su causa.

Nuestro descanso cristiano no es un paréntesis, un analgésico momentáneo, ni mucho menos un espacio de alienación. En Dios aprendemos a esperar contra toda esperanza, pues entramos de un modo profundo en una historia que reconocemos habitada y proyectada hacia el amor. Ese descanso no deja sabor amargo, sino aliento de infinito, conexión vital con Aquél que está más dentro de mi que yo mismo…

Fuente: cfonessj.cl