Brecha digital profundiza exclusión de millones de personas

CPALSJ

Para 2020, unos 3.800 millones de hombres y mujeres en todo el Sur en desarrollo estarán conectados a Internet a través de sus teléfonos móviles, pero 40 por ciento de la población mundial todavía no tendrá acceso a la red de redes.

NACIONES UNIDAS, 25 feb 2016 (IPS) – “La brecha digital sigue siendo un abismo que deja a las personas pobres, a las de zonas rurales y a un desproporcionado número de mujeres varadas del lado equivocado”, señaló David Nabarro, asesor del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en temas de desarrollo sostenible, dijo a los participantes de la Cumbre Móvil Mundial, realizada en España.

“Los teléfonos móviles no solo contribuyen al desarrollo, también son una dimensión importante del mismo”, precisó en la cumbre inaugurada el lunes 22 en Barcelona y que terminó este jueves 25.

El encuentro reunió a unos 400 representantes del gobierno y del sector empresarial para discutir el papel de la tecnología móvil en el suministro de servicios esenciales, así como medidas para incluir a quienes todavía no están conectados.

Al presentar el mensaje del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, Nabarro subrayó la necesidad de cerrar la brecha digital.

“Ahora que nos disponemos a lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), cuento con que vuestra industria trabaje con los gobiernos y la comunidad internacional para expandir la conectividad, eliminar las barreras al acceso y garantizar que las herramientas y las aplicaciones se desarrollen teniendo presente a las comunidades vulnerables”, subrayó.

Según la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), unas 4.300 millones de personas en el mundo no usan Internet, de las cuales 90 por ciento residen en los países en desarrollo.

El acceso a Internet a través de teléfonos móviles ha aumentado de forma sostenida, pero la brecha entre las naciones ricas y los países en desarrollo sigue siendo amplia, con 84 por ciento de la población conectada, en el primer caso, y 21 por ciento, en el segundo. Y aún en las primeras, hay una brecha entre las poblaciones rurales y las urbanas y entre hombres y mujeres.

Eso último se debe a la falta de señal en las zonas rurales, reveló la UIT en el informe “Midiendo la sociedad de la información”. A fines de 2012, todavía había 450 millones de personas en el mundo que vivían en zonas sin señal.

Además, en los países en desarrollo, las mujeres tienen casi 25 por ciento menos acceso a Internet que los hombres.

Ban también urgió a las industrias del sector a colaborar para usar los datos de forma responsable con fines humanitarios y de desarrollo.

El secretario general citó, en particular, el éxito de la iniciativa UN Global Pulse, que estudia cómo se pueden usar los datos móviles para mapear y reducir la propagación de la inseguridad alimentaria, crear planes informados de respuesta y gestión de desastres y comprender las consecuencias del cambio climático.

En la cumbre, la Fundación Vodafone presentó un nuevo equipo llamado “Instant Charge”, un cargador móvil portátil que puede recargar hasta 66 dispositivos a la vez y que fue creado teniendo en cuenta el enorme número de refugiados con teléfonos inteligentes, pero con limitada infraestructura para recargarlos en las costas europeas.

“Cuando la Fundación Vodafone, junto con Acnur (Agencia de la ONU para los Refugiados), estudió cómo ayudar (en el marco de la actual crisis humanitaria), uno de los pedidos de uno de ellos fue ‘¿cómo puedo cargar mi celular?’”, relató el gerente de programa de redes instantáneas, Oisin Walton.

Otro asunto importante es la disponibilidad de Internet inalámbrico en las islas griegas de Lesbos y Samos para que los refugiados compartan información vital sobre los tratantes de personas y sobre rutas seguras a Europa.

Los ODS incluyen metas para aumentar la disponibilidad y el acceso a las tecnologías de la información y la comunicación.

Reflexión del Evangelio, Domingo III de Cuaresma

Gabriel Jaime Pérez Montoya, S.J.

En cierta ocasión se presentaron algunos a contar a Jesús lo de los galileos, cuya sangre derramó Pilatos con la de los sacrificios que ofrecían. Jesús les contestó: «¿Piensan ustedes que esos galileos eran más pecadores que los demás galileos, porque acabaron así? Les digo que no; y si ustedes no se convierten, todos perecerán lo mismo. Y aquellos dieciocho que murieron aplastados por la torre de Siloé, ¿piensan ustedes que eran más culpables que los demás habitantes de Jerusalén? Les digo que no; y si ustedes no se convierten, todos perecerán de la misma manera.» Y les dijo esta parábola: «Un hombre tenía una higuera plantada en su viña, fue a buscar fruto en ella y no lo encontró. Dijo entonces al viñador: «Ya ves: tres años llevo viniendo a buscar fruto en esta higuera, y no lo encuentro. Córtala. ¿Para qué va a ocupar terreno en balde?» Pero el viñador contestó: «Señor, déjala todavía este año; yo cavaré alrededor y le echaré estiércol, a ver si da fruto. Si no, la cortas»»

(Lucas 13, 1-9).

Los textos bíblicos de este III Domingo de Cuaresma plantean tres temas importantes para nuestra reflexión: el de la primera lectura (Éxodo 3,1-8a. 13-15) y el salmo responsorial [Salmo 104 (103), 1-2.3-4.6-7.8 y 11]- se refieren al encuentro con Dios que nos libera; en el de la segunda lectura (1 Corintios 10, 1-6.10-12) el apóstol Pablo exhorta a la vigilancia; y en el del Evangelio Jesús nos invita a la conversión, para la cual nos ofrece el tiempo de vida que nos queda.

1.- Cuaresma: un tiempo propicio para el encuentro con Dios liberador

La primera lectura (Éxodo 3,1-8a. 13-15) nos presenta la escena en la cual el Señor se le revela a Moisés con el nombre de Yahvé, que en hebreo significa Yo soy, y cuya traducción más completa sería Yo soy el que actúa. Ser y hacer son verbos inseparables en el lenguaje bíblico, y por eso los ídolos no “son”, porque no hacen nada. Y la acción de Yahvé es la acción salvadora del Dios único, que se compadece del pueblo de Israel y decide librarlo de la esclavitud que sufre en Egipto. El nombre “Yahvé” afirma así la continuación de la actividad de Dios que cumple su promesa.

La rememoración de la historia del pueblo de Israel tiene un sentido especial para nosotros en este tiempo de Cuaresma: el de invitarnos a renovar, desde la fe, nuestra experiencia de la acción salvadora de Dios, que está siempre dispuesto a librarnos de la mayor esclavitud que puede padecer un ser humano: la esclavitud del pecado, que no es otra que la del egoísmo con todas sus consecuencias. Este mismo Dios liberador viene a nuestro encuentro personalmente en Jesús, cuyo nombre en hebreo -Yahosua- proviene a su vez del término Yahvé y significa Yo soy el que actúa salvando.

Aprovechemos este tiempo de Cuaresma para tener una experiencia profunda de Él, para sentir su presencia y su acción liberadora que nos anima y nos impulsa a salir de las situaciones de pecado que nos oprimen.

2.- Cuaresma: un tiempo propicio para reforzar nuestra vigilancia

“El que se cree seguro, ¡cuidado!, no caiga”, les dice el apóstol san Pablo en su primera carta a los cristianos de la ciudad griega de Corinto (1 Corintios 10, 1-6.10-12), a quienes él mismo había evangelizado en uno de sus viajes misioneros.

Esta exhortación a reforzar la vigilancia constante para no caer en la tentación, la hace el apóstol evocando la historia del pueblo de Israel después de haber sido liberado de la esclavitud en Egipto, en su camino por el desierto hacia la tierra prometida. Durante ese camino, fueron muchas las tentaciones que experimentaron los hebreos y muchos los que cayeron descuidándose y dejándose seducir por los apetitos desordenados. Pero también hubo un resto de personas que permanecieron fieles a Dios, poniendo toda su confianza en él y esforzándose para no apartarse del camino del bien.

También nosotros, en medio del desierto que tenemos que atravesar durante esta vida terrena, para llegar a la felicidad eterna que el Señor nos promete debemos reforzar constantemente nuestra vigilancia a fin de no dejarnos vencer por las tentaciones. ¿Cómo hacerlo? Pues acudiendo al poder liberador de Dios mediante la oración, poniendo cada cual de su parte mediante el autocuidado, y buscando también cada cual la ayuda de otra o de otras personas cuando esté en problemas.

3.- Cuaresma: un tiempo propicio para renovar nuestra actitud de conversión

La parábola de la higuera que nos presenta el Evangelio (Lucas 13, 1-9), viene precedida de dos referencias a hechos que habían sucedido poco antes de que Jesús los mencionara. Ambos habían sido hechos de muerte, uno por asesinato, proveniente del gobierno de los romanos, y otro por un accidente. Jesús los menciona para indicar que ninguna de estas muertes había ocurrido porque quienes las sufrieron eran pecadores, como si los hechos trágicos o las calamidades fueran consecuencia necesaria del pecado personal o colectivo, una creencia muy difundida en la antigüedad, y que todavía es muy común. Contra esta suposición, Jesús nos dice que la muerte, sea cual fuere su causa, es el destino de todos, y por lo mismo todos debemos estar listos para que no nos sorprenda estando nosotros desprevenidos.

Como a la higuera de la parábola, Dios nos concede el tiempo de vida terrena que nos queda para producir el fruto que Él espera de nosotros. Hagamos entonces en esta Cuaresma una revisión de nuestra vida, y dejémonos fertilizar por el Espíritu Santo. Como el labrador de la parábola, Jesús mismo, el Hijo de Dios, intercede por nosotros ante su Padre eterno, que es también Padre nuestro como Él mismo nos lo reveló, para que nos dé la oportunidad de vivir productivamente durante el tiempo que nos queda en este mundo.

Con un examen sincero de nuestra conciencia, podemos ver en qué debemos cambiar y qué debemos hacer para aprovechar esta oportunidad que el Señor nos ofrece. Una manera muy adecuada de hacerlo es acudir al sacramento de la Reconciliación para expresar nuestra intención sincera de conversión, como también para pedir orientación y consejo y recibir, junto con la absolución de nuestros pecados, la gracia de Dios propia de este sacramento. Este tiempo de Cuaresma es especialmente propicio para ello.

 

Campamento Mascardi 2016

Desde el 17 al 27 de Enero de 2016, un grupo de 40 jóvenes (17 mendocinos, 14 chaqueños, 3 entrerrianos, 3 correntinos, 2 sanjuaninos y 1 italiano) junto a los Padres Tomás Bradley S. J. y Néstor Manzur S.J., tuvieron la quinta experiencia del Campamento de la Red Juvenil Ignaciana de Argentina y Uruguay. Una vez más estuvieron dándonos una mano en la cocina Jorge, Matilde, Pedro, Fausto y Male durante los 10 días de convivencia.

El Campamento se llevó a cabo en la Cabaña Padre Mascardi, ubicada en el Lago Mascardi a 35 kilómetros al sur de la Ciudad de San Carlos de Bariloche.

Durante 10 días se llevaron a cabo diferentes actividades que tuvieron como objetivo el encontrarse con uno mismo en relación con Dios, con la Naturaleza y con los demás.

Se realizaron diferentes actividades recreativas en la Cabaña: juegos, deportes, actividades de artesanías, juegos de mesa, fogones.

Días de campamento en carpa (en la localidad del Lago Gutiérrez a 25 kilómetros de la Cabaña Padre Mascardi), ascenso al Refugio Frey y Laguna Toncek (ubicado a 1700 metros de altura) y Laguna Schmoll (ubicada a 1800 metros de altura), caminata al Mirador Lago Gutiérrez y Cascada de los Duendes.

Ascenso al Cerro Falso Granítico (ubicado a 1200 metros sobre el nivel del mar) y a 5 kilómetros de la Cabaña Padre Mascardi.

Actividades de Reflexión sobre lo vivido en las diferentes caminatas y en la convivencia con los otros, además de actividades de Reflexión personal.

Fue una experiencia muy enriquecedora para los que participaron del Campamento. A lo largo de ella fue muy importante el aprender del otro y crecer con él en la convivencia y en las diferentes actividades, el maravillarse ante la inmensidad de la creación de Dios, el desafiarse y superarse a uno mismo cuando las cosas no salen como uno quiere o el cuerpo no da más y debe pedir una mano, el volver a ser niños y divertirse sanamente, el reflexionar y profundizar sobre lo que cada uno va viviendo en el día a día.

Es una experiencia que nos pone en contacto con Dios y con la maravilla de su Creación, que nos permite una de las formas más profunda de experimentar y vivir la vida.

Testimonio de Itatí Gomez

Hola, mi nombre es Itatí, tengo 22 años, soy estudiante de arquitectura. Estoy en un grupo de vida llamado Metanoia de la parroquia San Javier, (fue así como ingresé a la red) y también hace poquito comencé a ser parte del ministerio de música de dicha parroquia.

Quiero compartirles un poco lo que fue mi experiencia en el campamento de Mascardi, y la verdad, que fue una linda locura. Me acuerdo que fue en el EJI del año pasado, cuando supimos que se hacía un campamento. Ganas de ir no nos faltaba, aunque no sabíamos cómo íbamos a hacer para recaudar tanto dinero, ya que somos todos estudiantes y pensar en un gasto fuera del que tenemos mes a mes, era un obstáculo muy grande porque nos recortaba mucho el presupuesto.

Y así fue pasando el tiempo y del Campamento Mascardi nos iba quedando sólo la ilusión. Hasta que un día de Diciembre una amiga que había ido conmigo al EJI volvió a sacar el tema, y nos propusimos averiguar en la parroquia quiénes eran las personas que organizaban el campamento para ir viendo que posibilidades había de participar y si hacían algún tipo de beneficios para recaudar fondos, etc. Cuando fuimos y hablamos con Marcelo Larrotonda (párroco), se rió y nos dijo: “Ustedes organizan, vayan y comuníquenle a otros grupos a ver si alguien más quiere ir”.

Para esas fechas nosotros teníamos entregas finales y parciales por rendir en la facultad. A lo que se sumó que nunca habíamos estado a cargo de un grupo y mucho menos haciendo beneficios. Así fue como empezamos a invitar a otros jóvenes, de algunos ya éramos conocidos pero no. Tuvimos nuestro primer encuentro en donde Marcelo y Pablo Zening (un chico que había ido al campamento el año anterior) nos contaron su experiencia y en qué consistía el campamento; nos aconsejaron, nos dieron el aliento para comenzar a caminar juntos, y nos dijeron: “A partir de hoy comienza el campamento”.

Cuando hicimos el primer beneficio nadie sabía bien que teníamos que hacer, y la experiencia nos fue llevando a través de los más diversas emociones. Estar juntos en los vaivenes de la organización fue lo que más nos unió… increíblemente de tres personas terminamos siendo catorce proyectando un lindo sueño.

El apoyo de la comunidad fue incondicional en todo momento, nos alentaban, nos acompañaban, nos guiaban. Yo en particular me sorprendí cuando aparecía gente por todos lados a darnos una mano y comprendí lo grande, generosa y hermosa es la Red Ignaciana.

Llegar a Bariloche después de tanto esfuerzo fue como si gran parte del sueño se hubiera cumplido. Durante el viaje me fue inevitable hacer memoria de todo lo que habíamos caminado juntos, íbamos en el micro compartiendo la vida, charlando, riendo, como si de toda la vida nos hubiésemos conocido, y recién hacia un mes de todo.

En Mascardi, cuando nos juntamos con el resto de los chicos, el conocer a tanta gente en menos de 24hs fue muy lindo, todos predispuestos a lo que se venía.

Cada día que pasaba en el campamento, el grupo se parecía más a una familia, estaba el que daba las órdenes (Ricki), los que se sabían todo a la hora de jugar, los que hacían trampa, los que le ponían humor a cada actividad que hacíamos, los chispitas y los pacíficos. Era genial sentarse en la mesa y escuchar cada historia, ver al Oso (cocinero) y a su familia ayudar en las cosas de la cabaña y a la vez dar testimonio de vida con sus propias acciones. Escucharlo a Tomás (sacerdote) con sus historias y enseñanzas; con tanta simpleza y sencillez solía emitir frases que llegaban a lo más profundo de uno.

No había el celular ni redes sociales, que muchas veces aparentan conectarnos cuando en realidad nos desconectan de los que nos rodean. No existía nada que nos desconcentre del vivir la vida a pleno y desde lo simple.

Los juegos que hacíamos aparte de recrearnos y divertirnos algún tipo de enseñanza nos dejaba, el ponerse de acuerdo con el grupo y tirar todos para un mismo lado, la confianza en el otro, el respeto, la paciencia y el compañerismo, etc.

A mí en particular lo que más me movilizó fueron las caminatas, en especial la subida al refugio Frey. Mientras íbamos subiendo y en los momentos en donde me tocó caminar sola, iba haciendo analogía de lo que pasaba en el camino a la cima y lo que habitualmente sucede en nuestro diario andar, sobre los obstáculos, las personas que nos acompañan, las que nos dan una mano o una palabra de aliento cuando el camino se vuelve angosto y vertical, y las fuerzas para seguir se nos van agotando en cuota. Debo admitir que me cansé bastante, pero el aliento de mis compañeros y la oración me ayudaron a seguir caminando. Fui pensando en lo que uno va atravesando, y daba la casualidad que en los caminos más difíciles en donde teníamos que ir con cuidado, despacio, esquivando piedras, ramas con espinas, árboles caídos, tramos inclinados y de suelo inestable, nos llevaban a paisajes extraordinarios, en donde uno se veía diminuto, tan pequeño ante tanta creación ¡Fue increíble!

Cuando ya me había encariñado con todos, llego la hora de regresar a casa, fue muy triste la despedida, pero cada abrazo recibido significaba un “hasta que algún día nos reencontremos”… Hoy puedo decir que la familia Mascardi marcó un momento importante en mi vida y eso nada lo va a cambiar. Me traje un poquito de cada uno en mis recuerdos y cada vez que pienso en ellos se me vuelve la alegría de aquellos días compartidos. Fue mucho el esfuerzo que tuvimos que hacer para ir al campamento, pero si de algo estoy segura es que nunca me voy a arrepentir de dejarlo todo por ir tras lo que sentía que necesitaba: estar en sintonía con Dios, con la naturaleza y con mis compañeros.

Bueno, no quiero aburrir, esto es solo una pequeña parte de todo lo que viví, el resto te lo dejo a vos por si algún día te animás a realizar esta experiencia… De mi parte solo queda alentarte a que salgas de tu zona de confort en busca de nuevos horizontes, nuevos paisajes, te aseguro que no te vas a arrepentir nunca de dejarlo todo para cumplir tus sueños.

 

Preparando la cuaresma con Fe y Alegría

A todos los que compartimos los mismos sueños de transformación en o con Fe y Alegría Argentina

Cada año, Dios, a través de los Tiempos Litúrgicos nos da la oportunidad de poder ver nuestra cotidianidad a la luz de la Vida de Jesús. Oportunidad que podemos asumirla desde distintas posturas, visiones, concepciones, creencias…lo fundamental, nos parece, es que no se nos pasen desapercibidos estos Tiempos Especiales. Que los pasemos por nuestro corazón y nuestra mente. Nos podría suceder que la Cuaresma pase simplemente como un tiempo de “sacrificios vacíos, limosnas de lo que nos sobra y ayunos descomplicados”, un tiempo de devoción profunda pero sin transformación personal… y lo más importante, sin transformación comunitaria y social.

Como Fe y Alegría queremos favorecer estos espacios como “tiempos de oportunidades para transformarnos y transformar”.

Estamos unidas/os por la pasión de favorecer, provocar y trabajar incansablemente la realidad de sometimiento del pueblo pobre a través del ejercicio del empoderamiento, del protagonismo como valor de la dignidad de todo ser humano.

Nuestro pueblo ya vive cotidianamente la Cuaresma a nivel de sacrificios, carencias y sufrimientos… ¿acaso hay que profundizar esta vivencia? ¿O habrá que darle otro sentido desde el Evangelio?

Este año en el que Fe y Alegría Argentina cumple 20 años de VIDA es nuestro deseo invitar e invitarnos a profundizar, reflexionar, mirarnos desde nuestra pastoral con otros ojos, ¡una mirada de Resurrección!

Reconocer y anunciar que todo proceso de sufrimiento no queda en el vacío porque la Vida es más que la muerte… Jesús nos enseña, que en cada gesto solidario, en cada paso de superación de la pobreza o la marginación ya estamos viviendo semillas de resurrección que pueden más que toda aparente fragilidad humana los sueños: ¡todos los sueños pueden hacerse realidad!

Semilla pequeñísima que podemos aportar, como el Grano de Mostaza que Jesús nos señala en su Palabra pero de un potencial que nadie puede sofocar. Educamos para transformar…Educamos para que la realidad cambie desde los valores que Jesús en todo su camino pascual nos ha enseñado y sigue haciéndolo con su presencia siempre entre nosotras/os

Que este tiempo de Cuaresma sea Pascual cada paso, cada gesto, cada mirada, cada conversión sea desde el seguimiento a Jesús que nos indica un estilo, una opción, una manera: el sufrimiento no tiene sentido, es el dolor con sentido es el que nos redime y nos Resucita cuando tiene un “para qué”.

Fe y Alegría Argentina, 20 años de caminar junto a Jesús, aprendiendo de su propuesta transformadora de corazones y realidades. 20 años con educadores/as, educandos/as, familias, voluntariado y tantas personas que se siguen sumando porque “creemos” en lo que impulsamos, creemos en las personas y en sus potencialidades, en su dignidad hecha vida y que los obstáculos son simplemente grandes oportunidades para desafiarnos, fortalecernos, para apoyarnos en tantos dones que como Movimiento tenemos y seguir andando, seguir construyendo.

Que Jesús nos siga enseñando a ser compañeras y compañeros en su recorrido de construcción de un mundo justo, solidario, participativo… El Reino de Dios que no es otro que la tierra donde Él y nosotros/as habitamos.

¡Feliz camino cuaresmal…Feliz camino de Resurrección!

Equipo Identidad Nacional

Fe y Alegria Argentina

 

Encuentro de Estudiantes Jesuitas: “Dios está en medio de ustedes”

Por Emanuel Vega SJ

Los estudiantes jesuitas de la Provincia Argentino-Uruguaya (Álvaro Vidueiro SJ, Emanuel Vega SJ y Santiago Suárez SJ) hemos participado, durante el mes de enero, del Encuentro de Estudiantes Jesuitas del Cono Sur (ECSEJ). Este año dicho Encuentro se llevó a cabo en Brasil. Durante este mes hemos tenido un Curso de Historia de la Compañía de Jesús, realizamos experiencias de misión y de servicio en el interior de Brasil y en San Pablo, tuvimos unos días de descanso y ocho días de Ejercicios Espirituales. Paso a comentarles dichas experiencias más detalladamente, junto con algunas impresiones que tuvimos con mis compañeros.

De Argentina partimos ocho estudiantes: Gabriel SJ, Rogelio SJ, Manuel SJ y Gusmán SJ, de la Provincia del Paraguay; Francisco SJ, de la Provincia de Chile y los que he mencionado al principio, provenientes de ARU. Partimos el 2 de enero de Aeroparque y, en tan sólo un par de horas, llegamos a Guarulhos (San Pablo). Para sorpresa de muchos (la primera entre tantas sorpresas que nos dio Brasil) San Pablo estaba más fresco y nublado que el Buenos Aires que nos despidió; clima que, además, se mantuvo igual casi todo el mes. Una vez llegados a Guarulhos nos recibieron los padres Elcio Toledo SJ y Walter Falchi SJ; quienes fueron los encargados de guiar el ECSEJ. Luego de un pequeño viaje llegamos a “Casa Anchietanum”; una casa de la Compañía de Jesús dedicada casi exclusivamente al trabajo con jóvenes. Allí nos alojamos durante la primera semana, junto a estudiantes jesuitas de Perú, Bolivia y Brasil.

Los primeros dos días de la experiencia fueron de integración: compartimos nuestras expectativas, nuestras inquietudes y deseos y, por sobre todo, la vida entre mates, caminatas, conversaciones y guitarreadas. La sensación común fue la de “estar en casa” y “con los tuyos”: de tan diversos países y regiones, pero compañeros de Jesús al fin.

Del lunes 4 al viernes 8 tuvimos un curso de historia sobre la Compañía de Jesús dictado por Carla Galdeano y Larissa Artoni, profesoras de historia que trabajan en el museo de “Patio do Colegio”, en el centro histórico de San Pablo. Durante esos días recorrimos dicha ciudad visitando templos y museos, aprendiendo, además, un poco de la rica historia de Brasil. Al final del curso –en donde hemos hecho memoria agradecida de nuestra historia- los estudiantes jesuitas agradecimos a las profesoras y al Padre Carlos Contieri SJ por el profundo cariño, el entusiasmo y la pasión con las cuales encararon la tarea de “contarnos nuestra historia”.

Fue una semana de estudio, ciertamente, pero también de oración: volver a las raíces, ‘pispear’ los deseos que motivaron a Ignacio y los primeros compañeros a fundar la Compañía, volver al inicio de esta locura de ser compañeros de Jesús al servicio de los demás, nos ha ensanchado el corazón y renovado el ánimo de nuestra entrega. Además, como decía uno de los estudiantes, el volver atrás y hacer memoria agradecida de vez en cuando, nos ayuda a ver que Dios ha estado con nosotros… nos ayuda a interpretar y clarificar nuestro presente, al tiempo que nos brinda claves de lectura del futuro que nos espera. Pero, sobre todo, nos da la esperanza de que aún -y pese a todo- Dios seguirá estando con estos ‘locos compañeros’ que se animan a vivir la aventura de seguir a Jesús. ¡El Señor, como en otros tiempos con Ignacio, nos seguirá siendo propicio!

Movidos por el recuerdo de las antiguas misiones, de nuestros grandes santos, y de tanto jesuita apasionado que fue mencionado a lo largo del Curso, partimos a nuestras “minis misiones”. Las mismas duraron del 9 al 18 de enero. Algunos compañeros, como Santiago Suárez SJ, realizaron misiones rurales al interior de Brasil; otros realizaron misiones urbanas visitando familias, como Alvaro Vidueiro SJ; algunos acompañaron grupos de jóvenes, colaboraron en algunas capillas y parroquias, etc. Ramiro Loza SJ (BOL), Manuel Cabodevila SJ (PAR), Francisco Cáceres SJ (CHI) y quien escribe nos quedamos en San Pablo, en la misma Casa Anchietanum, realizando una experiencia de voluntariado junto a jóvenes vinculados a la Compañía. Ramiro SJ trabajó en un ‘Centro de Reciclaje’, Manuel SJ en una ‘Casa de Refugiados’ y Francisco y yo en un “Centro de Refência e Acolhida do Inmigrante” (CRAI).

Dicho centro CRAI, perteneciente a los religiosos franciscanos, recibe a migrantes provenientes de distintos países. La misma atiende a unas 110 personas aproximadamente. Allí realizamos tareas varias: ayudamos en la cocina, en la recepción de los inmigrantes y en la limpieza de la casa. No obstante, nuestra principal labor consistió en acompañar a las familias, conversar con ellas, escuchar sus historias… Entre conversación y conversación aprendimos –al menos a balbucear- algún que otro saludo o broma en sus lenguas maternas. Francisco Cáceres SJ hasta logró, después de mucho empeño, conversar en árabe con unos sirios, claro que gracias a la inestimable mediación de “Google Traductor” y un muchacho marroquí que corregía su dicción.

Durante esta semana de voluntariado también programamos juegos con los chicos que vivían en esta casa, en su gran mayoría angoleños. La frescura, libertad y alegría de los chicos, muchos de ellos vinculados a historias complicadas, nos llamó mucho la atención; casi como una pequeña lección de que la vida aún se sigue imponiendo a tanta muerte y a tanta violencia. La experiencia fue gratificante y entrañable; la alegría y la calidez humana que se respiraba en esa casa interpelaba hasta al voluntario más despistado. La dedicación, la entrega y la atención delicada -hasta en el detalle- de los funcionarios del lugar por los inmigrantes nos causó admiración; daba gusto trabajar allí, daba gusto verlos empeñarse alegremente en sus tareas, verlos preocuparse -hasta dolerse- por la realidad cruda de tanto migrante que busca “su lugar en el mundo”, porque el de origen estalla en miseria y violencia. Pero no sólo nos daba gusto a nosotros “ver las personas”, “oír lo que dicen” y “considerar lo que hacen”, sino también nos dio la sensación de que a ellos les daba gusto vivir allí… Un pedazo de mundo los cobijaba en San Pablo. Sin duda Dios estaba en medio de ellos.

Luego de las experiencias de misión y voluntariado pasamos unos días de descanso en Río de Janeiro. Allí recorrimos museos y tuvimos la oportunidad de visitar al Cristo Redentor, pese al mal clima que nos acompañó en esos días.

Finalmente hicimos los Ejercicios Espirituales en Itaici (San Pablo) dirigidos por el Padre Carlos Contieri SJ. Fue una semana de descanso y oración, en medio de la cual los estudiantes renovamos nuestros votos: la primera vez en portugués, para muchos. Luego de los Ejercicios tuvimos un día de evaluación y de recreación junto a los padres y hermanos del Padre Elcio SJ. Allí jugamos al fútbol y culminamos la experiencia con un asado hecho por manos brasileras.

Esta fue nuestra experiencia de ECSEJ… una sutil excusa para conocernos y encontrarnos con tantos compañeros que a lo largo y ancho de Sudamérica viven la misma vida que nosotros por estos lares. No podemos quejarnos, Dios nos ha regalado mucho. Y seguramente nos seguirá regalando experiencias similares, en donde la alegría de “estar juntos” sea moneda común; en donde haya oportunidad de compartir –como aquí lo hemos hecho- los mismos deseos y las mismas expectativas. En donde haya oportunidad de soñarnos en esta compañía trabajando al servicio de la fe y por la promoción de la justicia.

Varios de nosotros, al culminar la experiencia del ECSEJ hemos coincidido en que la frase que de algún modo sintetiza lo vivido se encuentra en la liturgia de la misa en portugués. Allí, como respuesta al “Señor esté con ustedes” el pueblo responde “Ele está no meio de nós”; es decir, “Él está en medio de nosotros”.

Y ciertamente fue así: Dios ha estado en medio de nosotros, inflamando nuestros corazones y reavivando nuestro espíritu mientras teníamos el Curso de Historia; Dios ha estado en medio de nosotros extendiendo nuestros horizontes apostólicos gracias a las experiencias de voluntariado y de misión; Dios ha estado con nosotros asegurándonos que es lindo vivir con compañeros con los cuales compartir la vida y los deseos más profundos, como hemos vivido en esos días de descanso en Rio de Janeiro. Dios estuvo con nosotros “hablándonos al oído” y recordándonos que “sabemos quiénes somos –jesuitas- mirándolo a Él” (CG 35), experiencia que renovamos cada año gracias a los Ejercicios Espirituales.

Él está en medio de nosotros -y lo seguirá estando- como quien –con ansias- nos espera a cada paso.

 

El dinero como Símbolo de la Interioridad

Emmanuel Sicre, SJ

¿Qué sucede cuando manejamos nuestra interioridad de manera mercantil?

¿Qué nos enseña el manejo del dinero de nosotros mismos?

¿Qué tal si pensamos en un modo de proceder con el dinero que brota del concepto que tenemos instalado de interés?

El dinero es interés. Y los intereses son hijos de la afectividad. Nadie paga por algo que no quiere, salvo que esté obligado por la circunstancia (necesidades, salud, los demás, impuestos…). Ni nadie ahorra con sacrificios si no es porque tiene interés de gastarlo en algo que le gusta. Tampoco es fácil prestar dinero, o pedirlo, o administrarlo, o donarlo, o invertirlo. Cada vez que el dinero se mueve en nuestro horizonte aparece la afectividad. Nos afecta ganarlo, nos afecta perderlo, nos afecta pedirlo, nos afecta gastarlo, nos afecta prestarlo. En fin, manejar dinero tanto cuando hay poco, como cuando hay mucho es una habilidad. Requiere constantemente un discernimiento. Una administración de recursos.

Se juegan conceptos no sólo ideológicos como los clásicos de propiedad privada, capitalismo, socialismo, comunitarismo, contractualismo… si no que se juegan también nociones muy vitales como la fluidez, el manejo de bienes, el ahorro, la acumulación, el deber, el despilfarro, la inversión, el amor (interés por)… Todos estos elementos se ponen a funcionar en nuestro interior a la hora de pensar y sentir qué hacer con el dinero.

Hay preguntas que me parecen cruciales. ¿Cómo aprender algo de nosotros mismos al manejar dinero? ¿Cuáles son nuestros intereses? ¿En qué tipo de cosas invertimos o evitamos hacerlo? ¿Cómo administro los recursos que llegan a mis manos? ¿Qué nos dicen esas cosas de nuestras limitaciones o virtudes interiores? ¿Cómo concibo el dinero? ¿Cuánto tiempo de mi vida paso pensando qué hacer con él? ¿Cuántas fantasías sobre la riqueza nos habitan interiormente?

¿Es acaso el dinero un impedimento para vivir feliz? ¿O se puede ser feliz con lo que se tiene en una sana tensión hacia el progreso que no nos quite el sueño ni la salud?

Y finalmente el otro…

El dinero es símbolo de la relación que establecemos con los demás. ¿Compramos cariño, afecto y dedicación? ¿Consumo personas como cosas? ¿Nos vendemos para que los demás nos recompensen con algo?

Hay un tipo de relación que nos hace mucho daño y se llama retribución: «te doy par que me des, o me das porque te di». Habrá quienes sean más delicados en sus expresiones de esto pero habrá otros que no, para el caso sutiles y groseros caemos siempre en relaciones cada vez más mercantilizadas. La sociedad de consumo nos está diseñando un tipo de sensibilidad basada en la insaciabilidad y la interminable demanda de más y más.

Gracias a esto nos convertimos en glotones afectivos o austeros miedosos del desborde. Y no es raro que esto se nos traslade a la relación con los demás.

No hablo aquí de los perversos, ricos y poderosos que poco arreglo tienen, hablo de la gente que caminamos por la calle y que podríamos ser cada vez más feliz si el dinero no se convierte en el señor de nuestra casa interior. En ídolo.

¡Qué hermoso sería que podamos liberarnos de comerciar afectos y ser más gratuitos y generosos con los que nos rodean!

¡Qué alivio traería al alma saber que no tengo que venderme ni comprar a nadie!

¡Qué paz nos daría al corazón si en vez de estar preocupados por acumular riquezas supiéramos que es más lo que hemos recibido en la vida que lo que vamos a poder dar!

¡Qué sano es ver personas que saben disfrutar de lo que tienen ganado con sus esfuerzos y no andan quejándose por lo que no tienen!

¡Qué distinto sería todo si administrar y discernir fueran actitudes espontáneas!

¡Qué bella utopía la de ser administradores sagaces y no ingenuos!

Conversaciones con el Padre General

En su Conversación con el P. General de este mes, el P. Patrick Mulemi habla con el P. Adolfo Nicolás y el P. Patxi Álvarez de los Mozos, Secretario para la Justicia Social y la Ecología, sobre el compromiso de la Compañía en temas de ecología y el medio ambiente.

¿Qué reacción provocó en usted la Laudato Si’?

R. Me alegró mucho que el Papa la escribiera. He vivido más 30 años en Japón y soy testigo de lo mucho que significan la naturaleza y la creación para el pueblo japonés. Me llena de alegría que el cristianismo sea capaz de decir una palabra llena de sentido tanto sobre la naturaleza como sobre la creación. Especialmente significativo me parece el que se ponga de relieve la estrecha relación entre la naturaleza y sus problemas con los pobres, que son los primeros que padecen las consecuencias de nuestra irresponsabilidad con la naturaleza: es lo que vemos en todo el mundo. El budismo tiene un profundo respeto por la vida en todas sus formas. Se basa en la convicción budista de que todo ha sido tocado por lo divino (como diría el Sintoísmo tradicional), o por la naturaleza de Buda (como dirían los budistas).

En el Instituto de Pastoral de Manila, en Filipinas, había un monje budista. Estaba haciendo un doctorado sobre Cristianismo, porque eso era lo que enseñaba en una universidad budista en Sri Lanka. Estuvo en Filipinas cinco años enteros, y nadie fue testigo jamás de que matara ni un mosquito de los que allí tanto abundan, como solemos hacer nosotros. Esto supone un gran respeto por la vida y ser muy consecuente con lo que uno cree. Me pregunto qué testimonio daríamos nosotros en circunstancias parecidas. La Laudato Si’ nos hace una invitación que espero aceptemos.

¿Cómo puede la Compañía secundar al Santo Padre en sus deseos de que fijemos nuestra atención en la naturaleza?

R. En primer lugar podemos ayudar difundiendo el mensaje en nuestros lugares de trabajo. Y me refiero a universidades, cuya investigación tiene un influjo múltiple en la sociedad, a colegios, parroquias y centros de todo tipo con las obras que dependen de ellos y en las que estamos comprometidos. Podemos ayudar también haciendo un seguimiento de las actuaciones en favor de la naturaleza que fomentan los políticos, o implicándonos en el movimiento global de respeto a la naturaleza para hacer posible que nuestros descendientes gocen de ella. Estamos ante una cuestión de la que nadie está excusado y de la que todos somos responsables. Como jesuitas estamos llamados en lo más profundo a descubrir cuál es el mejor modo en que cada uno puede ayudar al mundo, conscientes de que todo lo que hagamos por la naturaleza será un excelente servicio a la humanidad, especialmente a los pobres.

¿Tiene noticia de algunas iniciativas concretas de la Compañía a propósito de la ecología?

R. Sé que nuestro Secretario para la Justicia Social y la Ecología está preocupado con este tema. Sé que están naciendo nuevas redes que alientan un trabajo de colaboración en África, Latinoamérica, India y otras partes del mundo. Le sugiero que si quiere profundizar en ello entreviste al P. Patxi Álvarez, Secretario para la Justicia Social y la Ecología en la Compañía.

Estos temas de la ecología, ¿cuándo y cómo comenzaron a relacionarse con el apostolado social de la Compañía?

R. En términos generales la Compañía comenzó a implicarse en temas de ecología al tener experiencia de que la degradación ambiental afectaba a las poblaciones rurales y empobrecidas con las que los jesuitas estaban comprometidos. Ya desde el comienzo ha existido un nexo de unión entre la defensa de los pobres y la protección del medioambiente. En tiempos más recientes hemos procurado fortalecer la conexión entre estas tres áreas de nuestra misión: el cuidado de la creación, el servicio a los pobres y la promoción de estilos de vida que respeten la creación. A partir de la última Congregación General el P. General decidió que el Secretariado para la Justicia Social se ocupase también de las cuestiones referentes a la ecología. Por eso ahora se llama Secretariado para la Justicia Social y la Ecología.

El P. General afirma que están naciendo nuevas redes a lo largo y ancho del mundo jesuítico, que van uniendo a jesuitas y colaboradores de todo el mundo, que así dan una respuesta apostólica común, ¿nos podría hablar de alguna de esas redes y de cómo trabajan?

R. Las redes son muchas. Le mencionaré sólo algunas activas en el campo de la ecología. Ecojesuit es una página web que se muestra lo que hacen las obras de la Compañía en esta área. Hoy por hoy es una referencia fiable para todo aquel que quiera conocer lo que está haciendo la Compañía a nivel internacional. Ecojesuit tiene detrás una red ecológica que se preocupa sobre todo de la cuestión del agua: «Agua para todos» es una de sus actividades que están promoviendo en la actualidad. Otra iniciativa reciente, Healing Earth, es un libro de texto online para estudiantes. Ofrece información científica, reflexiones éticas y espirituales y propuestas de acción. En este libro han colaborado unas 90 personas. Aún añadiría otra red internacional, Justicia en la Minería: se trata de una iniciativa de la Compañía para defender a poblaciones pobres afectadas por actividades de la minería en varios países.

¿Puede indicarnos algunas iniciativas que se estén realizando hoy en el mundo, en materia de ecología y medio ambiente?

R. Nuestros colegios y universidades intentan que la ecología forme parte de sus planes de estudio y se haga presente en sus campus. En el Sector de Educación va tomando cuerpo la idea de que nuestros campus deben ser «verdes». Los estudiantes son cada vez más sensibles a los problemas de la ecología, con la importancia que esto tiene tratándose de futuros líderes. En la India la Compañía promueve un movimiento juvenil llamado Taru Mitra, Amigos de los Árboles: su interés es poner de relieve la importancia de los árboles y los bosques. Asombra el compromiso, la convicción y la creatividad de los jóvenes que participan en este movimiento. En América Latina, el Proyecto Pan-Amazónico es una empresa conjunta de la Compañía con las comunidades indígenas de la Amazonía: el proyecto abarca siete países. Defiende los derechos de estas comunidades y su entorno. En Asia Pacífico la Compañía está promoviendo un proyecto llamado Flights for Forests, Vuelos para los Bosques, de modo que los que emprenden un viaje aéreo den una cierta cantidad de dinero para la plantación de árboles. Camboya es uno de los lugares en los que se trabaja en la reforestación. Estos son sólo algunos ejemplos de iniciativas relacionadas con la ecología, pero hay muchas más.

Fuente: Jesuitas por el Mundo

 

“Ustedes son la riqueza de México” el Papa en el Encuentro con los Jóvenes

Discurso del papa Francisco en el Encuentro con los Jóvenes (Estadio “José María Morelos y Pavón”, Morelia, México, 16 de febrero de 2016)

¡Buenas tardes! Ustedes jóvenes de México están aquí, que están mirando por televisión, están escuchando, quiero enviar un saludo y una bendición a los miles de jóvenes que en la Arquidiócesis de Guadalajara están reunidos en la Plaza San Juan Pablo II siguiendo lo que está pasando aquí y como ellos tantos otros… pero mandaron a avisar que eran miles, miles ya reunidos escuchando. Así que somos dos estadios: la Plaza San Juan Pablo II de Guadalajara y nosotros aquí. Y después tantos otros por todos lados.

Yo conocía las inquietudes de ustedes porque me habían hecho llegar el borrador de lo que más o menos iban a decir: es la verdad ¡para que les iba a mentir!, pero a medida que hablaban también iba tomando nota de cosas que me parecían importantes para que no quedaran en el aire…

Les cuento que cuando llegué a esta tierra fui recibido con una calurosa bienvenida y pude constatar ahí mismo algo que sabía desde hace tiempo: la vitalidad, la alegría, el espíritu festivo del pueblo mexicano. «Ahorita», después de escucharlos, pero especialmente después de verlos, constato nuevamente otra certeza, algo que le dije al Presidente de la Nación en mi primer saludo. Uno de los mayores tesoros de esta tierra mexicana tiene rostro joven, son sus jóvenes. Sí, son ustedes la riqueza de esta tierra. Cuidado, no dije la esperanza de esta tierra, dije: «Su riqueza».

Una montaña puede tener minerales ricos que van a servir para el progreso de la humanidad, es su riqueza pero esa riqueza hay que transformarla en esperanza con el trabajo como hacen los mineros cuando van sacando esos minerales. Ustedes son la riqueza, hay que transformarla en esperanza. Y Daniela al final me echó un desafío y además también nos dio la pista sobre la esperanza pero todos los que hablaron cuando marcaban las dificultades, las cosas que pasaban afirmaron una verdad muy grande que todos podemos vivir pero no podemos vivir sin esperanza.

Sentir el mañana, no podemos sentir el mañana si primero uno no logra valorarse, si no logra sentir que su vida, sus manos, su historia vale la pena. Sentir, eso que Alberto decía que con mis manos, con mi corazón y con mi mente puedo construir esperanza. Si yo no siento eso, la esperanza no podrá entrar en mi corazón. La esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido, y para eso es necesario el ejercicio de empezar «por casa», empezar por sí mismo. No todo está perdido. No estoy perdido, yo valgo, yo valgo mucho. Les pido silencio ahora. Cada uno se contesta en su corazón. ¿Es verdad que no todo está perdido? ¿Yo estoy perdido, estoy perdida? ¿yo valgo? ¿valgo poco? ¿valgo mucho?

La principal amenaza a la esperanza son los discursos que te desvalorizan, te van como chupando el valor y terminas como caído, ¿no es cierto?, como arrugado, con el corazón triste. Discursos que te hacen sentir de segunda sino de cuarta. La principal amenaza a la esperanza es cuando sentís que no le importás a nadie o que estás dejado de lado.

Esa es la gran dificultad para la esperanza cuando en una familia, sociedad o escuela o en un grupo de amigos te hacen sentir que nos les importás. Y eso es duro, es doloroso ¿pero eso sucede o no sucede? ¿sí o no? Sí, sucede. Eso mata, eso nos aniquila y esa es la puerta de ingreso para tanto dolor. Pero también hay otra principal amenaza a la esperanza, la esperanza de que esa riqueza que son ustedes crezca y dé su fruto. Y es hacerte creer que empiezas a ser valioso cuando te disfrazas de ropas, marcas, del último grito de la moda, o cuando te volvés prestigio, importante por tener dinero pero, en el fondo, tu corazón no cree que seas digno de cariño, digno de amor. Y eso tu corazón lo intuye.

La esperanza está amordazada por lo que te hacen creer, no te la dejan surgir. La principal amenaza es cuando uno siente que tiene que tener plata para comprar todo, incluso el cariño de los demás. La principal amenaza es creer que por tener un gran «carro» sos feliz.

¿Es verdad esto que por tener un gran auto sos feliz? [Responden: «No»].

Ustedes son la riqueza de México, ustedes son la riqueza de la Iglesia. Permítanme que les diga una frase de mi tierra, no les estoy “sobando el lomo”, no los estoy adulando. Y entiendo que muchas veces se vuelve difícil sentirse la riqueza cuando nos vemos continuamente expuestos a la pérdida de amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas, de organizaciones criminales que siembran el terror.

Es difícil sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno. Alberto, lo expresaste claramente: posibilidades de estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los derechos que después terminan impulsándolos a situaciones límites. Es difícil sentirse la riqueza de un lugar cuando, por ser jóvenes, se los usa para fines mezquinos, seduciéndolos con promesas que al final no son reales, son pompas de jabón. Y es difícil sentirse rico así. La riqueza la llevan adentro, la esperanza la llevan adentro pero no es fácil por todo esto que les estoy diciendo que es lo que dijeron ustedes. Faltan oportunidades de trabajo y estudio dijeron Roberto y Alberto.

Pero, pese a todo, esto no me voy a cansar de decirlo: ustedes son la riqueza de México.

Roberto, vos dijiste una frase que se me escapó cuando leí tu apunte, pero que quiero detenerme. Vos hablaste que perdiste algo y no dijiste perdí el celular, perdí la billetera con plata, perdí el tren porque llegué tarde. Dijiste perdimos el encanto de disfrutar del encuentro. Perdimos el encanto de caminar juntos, de soñar juntos y para que esta riqueza movida por la esperanza vaya adelante hay que caminar juntos, hay que encontrarse, hay que soñar, ¡no pierdan el encanto de soñar!, ¡atrévanse a soñar! Soñar que no es lo mismo que ser dormilones, eso no.

Y no crean que les digo esto de ustedes son la riqueza de México y de que esa riqueza con la esperanza va adelante, porque soy bueno, o porque la tengo clara, no queridos amigos, no es así. Les digo esto y estoy convencido, ¿saben por qué? Porque como ustedes creo en Jesucristo. Y creo que Daniela fue muy fuerte cuando nos habló de esto. Yo creo en Jesucristo y por eso les digo esto: Él es quien renueva continuamente en mí la esperanza, es Él quien renueva continuamente mi mirada. Es Él quien despierta en mí, o sea en cada uno de nosotros, el encanto de disfrutar, el encanto de soñar, el encanto de trabajar juntos. Es Él quien continuamente me invita a convertir el corazón.

Sí, amigos míos, les digo esto porque en Jesús yo encontré a Aquel que es capaz de encender lo mejor de mí mismo. Y es de su mano que podamos hacer camino, es de su mano que una y otra vez podamos volver a empezar, es de su mano que podemos decir: Es mentira que la única forma de vivir, de poder ser joven es dejando la vida en manos del narcotráfico o de todos aquellos que lo único que están haciendo es sembrar destrucción y muerte. Eso es mentira y lo decimos de la mano de Jesús. Es también de la mano de Jesús, de Jesucristo el Señor que podemos decir que es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es la pobreza, la marginación; en la marginación de oportunidades, en la marginación de espacios, en la marginación de la capacitación y educación, en la marginación de la esperanza. Es Jesucristo el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles, o meros mercenarios de ambiciones ajenas. Son las ambiciones ajenas las que a ustedes los marginan para usarlos en todas estas cosas que yo dije que saben que terminan en la destrucción y el único que me puede tener bien fuerte de la mano es Jesucristo, Él hace que esta riqueza se transforme en esperanza.

Me han pedido una palabra de esperanza, la que tengo para decirles, la que está en la base de todo se llama Jesucristo.

Cuando todo parezca pesado, cuando parezca que se nos viene el mundo encima, abracen su cruz, abrácenlo a Él. Por favor, nunca se suelten de su mano aunque los esté llevando adelante arrastrando y si se caen una vez déjense levantar por Él. Los alpinistas tienen una canción muy linda que me gusta repetírsela a los jóvenes –mientras suben van cantando–: «En el arte de ascender el triunfo no está en no caer sino en no permanecer caído». Ese es el arte y ¿quién es el único que te puede agarrar de la mano para que no permanezcas caído?: Jesucristo el único. Jesucristo que a veces te manda un hermano para que te hable y te ayude, no escondas tu mano cuando estás caído. No le digas ‘no me mires que estoy embarrado o embarrada, no me mires ya no tengo remedio’. Solamente dejate agarrar la mano y agárrate a esa mano y la riqueza que tenés adentro sucia, embarrada, dada por perdida va a empezar a través de la esperanza a dar su fruto pero siempre de la mano de Jesucristo, ese es el camino. No se olviden en el arte de ascender el triunfo no está en no caer sino en no permanecer caídos.

No se permitan permanecer caídos, nunca ¿de acuerdo? Y si ven un amigo o una amiga que se pegó un resbalón en la vida y se cayó, anda y ofrécele la mano pero ofrécela con dignidad, ponete al lado de él, de ella, escuchalo, no le digas ‘te traigo la receta’. No, como amigo, despacito, dale fuerzas con tu palabra, dale fuerzas con la escucha, esa medicina que se va olvidando: la “escuchoterapia”, déjalo hablar, dejalo que te cuente y entonces poquito a poco te va extendiendo la mano y vos lo vas a ayudar en nombre de Jesucristo. Pero si vas de golpe y le empiezas a predicar y a darle y darle lo vas a dejar peor de lo que estaba. Nunca se suelten de la mano de Jesucristo, por favor, nunca se aparten de Él y si se apartan se levantan y siguen adelante, Él comprende lo que son estas cosas. Porque de la mano de Jesucristo es posible vivir a fondo, de su mano es posible creer que la vida vale la pena dar lo mejor de sí, ser fermento, ser sal, ser luz en medio de sus amigos, de sus barrios, de su comunidad, en medio de la familia. Después Rosario voy a hablar un poquito de esto que vos dijiste de la familia. En medio de la familia.

Por eso, queridos amigos, de la mano de Jesús les pido que no se dejen excluir, no se dejen desvalorizar, no se dejen tratar como mercancía. Jesús nos dio un consejo para esto, para no dejarnos excluir, para no dejarnos desvalorizar, sean astutos como serpientes y humildes como palomas, las dos virtudes juntas. A los jóvenes viveza no les falta.

A veces les falta la astucia para que no sean ingenuos. las dos cosas, astutos pero sencillos, bondadosos. Es cierto, que por este camino quizás que no tendrán el último auto en la puerta, no tendrán los bolsillos llenos de plata, pero tendrán algo que nadie nunca les podrá sacarles que es la experiencia de sentirse amados, abrazados, acompañados, es el encanto de disfrutar del encuentro, el encanto de soñar en el encuentro de todos Es la experiencia de sentirse familia, de sentirse comunidad y es la experiencia de poder mirar al mundo, a la cara con la frente alta, sin el carro, sin la plata pero la frente alta. La dignidad.

Tres palabras que las vamos a repetir: riqueza que se la dieron, esperanza porque queremos abrirnos a la esperanza, dignidad. ¿Las repetimos? Riqueza y se la dieron, esperanza porque queremos abrirnos a la esperanza, dignidad. ¿Las repetimos? Riqueza, esperanza, dignidad

La riqueza que Dios le dio a ustedes, ustedes son la riqueza de México, la esperanza que les dio Jesucristo y la dignidad que les da el no dejarse “sobar el lomo” y ser mercadería para los bolsillos de otros.

Hoy el Señor los sigue llamando, los sigue convocando, al igual que lo hizo con el indio Juan Diego. Los invita a construir un santuario. Un santuario que no es un lugar físico, sino una comunidad, un santuario llamado parroquia, un santuario llamado nación.

La comunidad, la familia, el sentirnos ciudadanos, es uno de los principales antídotos contra todo lo que nos amenaza, porque nos hace sentir parte de esta gran familia de Dios. No para refugiarnos, para encerrarnos, para escaparnos de las amenazas de la vida o de los desafíos, al contrario, para salir a invitar a otros; para salir a anunciar a otros que ser joven en México es la mayor riqueza y por lo tanto, no puede ser sacrificada y porque es riqueza es capaz de tener esperanza y nos da dignidad. Otra vez las 3 palabras: riqueza, esperanza y dignidad. Pero riqueza esa que Dios nos dio y que tenemos que hacer crecer.

Jesús el que nos da la esperanza nunca nos invitaría a ser sicarios, sino que nos llama discípulos. Nos llama amigos. Jesús nunca nos mandaría al muere, sino que todo en Él es invitación a la vida. Una vida en familia, una vida en comunidad; una familia y una comunidad a favor de la sociedad. Y aquí Rosario retomo lo que vos dijiste, una cosa tan linda.

En la familia se aprende cercanía, se aprende solidaridad, se aprende a compartir, a discernir, a llevar adelante los problemas unos de otros, a pelearse y a arreglarse, a discutir y abrazarse y a besarse. La familia es la primera escuela de la Nación y en la familia está esa riqueza que tienen ustedes. La familia es como quien custodia esa riqueza, en la familia van a encontrar esperanza porque está Jesús, y en la familia van a tener dignidad. Nunca, nunca dejen de lado la familia. La Familia es la piedra de base de la construcción de una gran nación.

Ustedes son riqueza, tienen esperanza y sueñan, también Rosario habló de soñar, ¿ustedes sueñan con tener una familia? Casi no escuché la respuesta.

Queridos hermanos ustedes son la riqueza de este país y, cuando duden de eso, miren a Jesucristo, que es la esperanza, el que desmiente todos los intentos de hacerlos inútiles, o meros mercenarios de ambiciones ajenas. Les agradezco este encuentro y les pido que recen por mí. Gracias.

Invitación del Papa a rezar a la Virgen al final del encuentro con los jóvenes

Los invito a rezar juntos a Nuestra Madre de Guadalupe y a pedirle que nos haga conscientes de la riqueza que Dios nos dio, que nos haga crecer en nosotros, en nuestro corazón, la esperanza en Jesucristo y que andemos por la vida con dignidad de cristianos.

Y, por favor, no se olviden de rezar por mí. Gracias.

Francisco

Fuente AICA

 

¿Sabes qué significa IHS?

“JHS” es el monograma (símbolo formado por letras entrelazadas en conjunto utilizada como abreviatura) del nombre de Jesucristo y con el que muchas de nuestras instituciones lo utilizan en sus escudos y emblemas. Y no es casualidad, pues San Ignacio utilizó el monograma en su sello de Superior de la Compañía de Jesús en 1541, convirtiéndose en el emblema de la orden religiosa.

El IHS con el que estamos tan familiarizados fue adoptado como sello por San Ignacio, al momento de fundar la Compañía de Jesús, con lo que devino en símbolo de la Societas Jesu. Tras utilizarlo en su sello como general, los jesuitas a menudo lo unimos a rayos solares que se desprenden de él.

Pero, ¿Qué significa IHS?

Originalmente, su significado es la abreviatura del nombre de Jesús en letras griegas mayúsculas “IHSOUS”, sin embargo con el tiempo y la historia, el monograma dio lugar a la etimología latina de Iesus Hominum Salvator (Jesús salvador de los hombres) que es como la conocemos hoy, y que incluso el Papa Francisco lo utiliza en su escudo papal.

Precisamente, el Papa habló sobre su significado en la homilía que realizó en la misa celebrada a San Ignacio el pasado 31 de Julio, en la que asistieron sacerdotes de la Compañía de Jesús, amigos y colaboradores. En esa oportunidad, hizo una reflexión sobre el real sentido que tiene en nuestra vida espiritual: “La centralidad de Cristo para nosotros”, la cual compartimos con ustedes a continuación:

“Nuestro lema, el de los jesuitas, “Iesus Hominum Salvator” (IHS). Cualquiera de vosotros podría decirme: “¡lo sabemos muy bien!” Pero este lema nos recuerda constantemente una realidad que no debemos olvidar nunca: la centralidad de Cristo para cada uno de nosotros y para toda la Compañía que San Ignacio quiso que se llamase “de Jesús” para indicar el punto de referencia. También al inicio de los Ejercicios Espirituales, nos pone de frente a nuestro Señor Jesucristo, a nuestro Creador y Salvador (cfr EE, 6). Y esto nos lleva a nosotros, los jesuitas y a toda la Compañía a ser “descentrados”, a tener siempre delante a “Cristo siempre mayor”, el “ Deus semper maior ”, el “intimior intimo meo“, que nos lleva continuamente fuera de nosotros mismo, nos lleva a una cierta kenosis, a “salir del propio amor, querer e intereses” (EE, 189)”.

Fuente: FLACSI

 

AUSJAL: Red sobre Desigualdad y Pobreza se reunió en Bogotá

En el marco del Proyecto P6. Observatorio de Pobreza y Política Social en América Latina (Segunda Etapa), la Red sobre Desigualdad y Pobreza de AUSJAL se reunió en Bogotá, el 11 y 12 de febrero, para llevar a cabo el “Taller de análisis de bases de datos para la elaboración de casos nacionales”, como parte del desarrollo de la investigación sobre Pobreza y Mercados de Trabajo en América Latina, cuyos resultados serán presentados por la Red en octubre próximo.

Además de la realización del taller, en el que la Coordinación de investigación del proyecto P6 compartió con los equipos de investigación de los siete países: Brasil, Colombia, Chile, El Salvador, Guatemala, México y Venezuela, las bases de datos y las técnicas de análisis para la construcción del Índice de Bienestar y de Indicadores de Mercado Laboral de cada caso nacional, los homólogos de la universidades participantes presentaron los resultados de la primera parte de la investigación sobre la situación macroeconómica y del estado de derecho y mercados de trabajo en los respectivos países. En tal sentido, la Red ha realizado un gran esfuerzo por homologar la construcción y la metodología de análisis de los casos nacionales a fin de facilitar el análisis comparado.

Otro objetivo de esta reunión de Bogotá, fue la definición de la ruta crítica y la distribución de responsabilidades para la presentación de los resultados finales de la investigación, incluida su publicación, en un Seminario y Encuentro presencial que la Red sobre Desigualdad y Pobreza realiza cada dos años, que en esta oportunidad, con el apoyo de la Universidad Rafael Landívar, tendrá lugar en la Ciudad de Guatemala, en octubre de 2016. Así, la AUSJAL avanza en la concreción de su prioridad estratégica número 2: Fortalecimiento de la investigación, la docencia y la proyección social, de acuerdo con la concepción de Responsabilidad Social Universitaria y los temas propios de la Asociación.

CPAL Social