¿Cuánto MAGIS hay en tu vida?

Los ignacianos usamos mucho la palabra ‘magis’ y con ella, solemos hacer referencia a la búsqueda del Mas. Es una palabra muy típica y representativa de la espiritualidad ignaciana. pero también como todo concepto que se usa en diversas situaciones y contextos, se ha prestado a confusión o tergiversación.

En función de esta problemática, el jesuita Darío Mollá nos acerca a la auténtica verdad del «más» ignaciano, más allá de tópicos y deformaciones.

“Era y es un pensamiento bastante generalizado que los jesuitas somos los «más» influyentes, así como los «más» maquiavélicos. Esto para lo bueno y para lo malo, los «más»”, reconoce Mollà. Pero es que estos tópicos tienen su base. En los Ejercicios de San Ignacio, el «más» y el «todo» se repiten infinidad de veces y «la mayor gloria de Dios” (AMDG) se ha convertido en un lema que identifica la Compañía de Jesús, aunque no siempre es bien entendido.

De esta lógica del «más» han derivado actuaciones personales y colectivas admirables, entregas hasta la muerte en las fronteras del mundo y de la Iglesia, pero también han derivado actitudes personales de soberbia, orgullo y prepotencia. «En pocas palabras- afirma el autor- el «más» ha generado actitudes de una profunda radicalidad evangélica, pero también comportamientos muy mundanos.”

Entonces, ¿cuándo, cómo y por qué el «más» ignaciano deja de ser el «más» de la radicalidad evangélica? Darío Mollà, teólogo y especialista en espiritualidad ignaciana, repasa los diversos elementos que lo identifican. El «más» ignaciano no nace en la mirada a uno mismo ni en la voluntad o el esfuerzo para la autoafirmación personal o institucional, sino en el deseo y la gracia de vivir el Evangelio en su radicalidad.

No hacer más cosas, sino ayudar más y mejor a los demás

Su horizonte y referencia es la fidelidad a los valores de Jesús y de su Evangelio, lo que conlleva priorizar el servicio a los que más sufren. Es cuando se pierde esta referencia a Cristo, no en lo teórico sino en lo real, en la vida cotidiana, que el «más» ignaciano se puede desfigurar hasta pervertirse y servir, incluso, de argumento para a acumular riqueza, poder o influencia.

Mollà aclara que “en el «más» ignaciano no se trata de hacer cada vez más cosas, ni de hacer cosas más grandes, sino de hacer aquellas que son posibles para ayudar más y mejor a los demás”. Por ello se trata de hacerse presentes en personas y en lugares o estructuras donde se pueda ser más eficaz en el trabajo por la justicia y a favor de los que tienen más necesidades. El discernimiento ayudará a descubrir cuáles son los lugares y la manera de servir a los más necesitados.

Jesuitas España 

 

Sector Colaboración en Argentina y Uruguay

Luego de participar en el VI encuentro del sector Colaboración de Bolivia, realizamos una propuesta de implementación en la Provincia ARU.

Partimos de la prioridad sexta del Proyecto Apostólico Común de la CPAL: El fortalecimiento del Cuerpo apostólico y la colaboración con otros en la misión, alentando la formación de los laicos en la espiritualidad ignaciana.

Agradecidos por todo lo que se compartió en las jornadas, hemos tomado algunas luces de las experiencias desarrolladas en las otras Provincias en la adaptación del Plan de Formación y sus resultados. Desde allí decidimos poner manos a la obra para llevar adelante la concreción de los 3 objetivos que se trabajaron:

Profundizar en el significado y modos de “colaboración en la misión”.

Alentar la formación conjunta de laicos y jesuitas para la colaboración en la misión.

Fortalecer y promover redes apostólicas, movimientos y familias ignacianas.

Pasos próximos para dar en ARU:

a. “Horizontalizar” entre laicos y jesuitas el sentido de la existencia de este sector, compartiendo lo que se ha venido haciendo sobre todo a nivel Latinoamérica.

b. Continuar con la implementación del plan de formación, para comenzar a partir del 2017.

c. Crear un equipo de formación con un coordinador y al menos 2 referentes por cada ciudad donde están las Obras de la Compañía.

d. Fundar una Comisión de Familia Ignaciana, a modo de red, invitando a participar en ella representantes de las Obras apostólicas de ARU.

El Plan de formación que propuso la CPAL para la colaboración en la misión apostólica, nos iluminó para desear y asumir en nuestra Provincia:

a. Una mejor formación, ofreciendo materiales de reflexión y estudio que aporte lo esencial de nuestra espiritualidad.

b. Afianzar la identidad ignaciana e inspirar los valores y modos de proceder acordes.

c. Contribuir al desempeño del cuerpo apostólico que favorezcan el trabajo colaborativo en sinergia entre las personas, las obras y en redes.

¿A quiénes está dirigido el Plan? ¿Para quién lo pensamos?

A quienes ya vienen trabajando o colaborando de una forma sistemática, en alguna obra apostólica jesuita o ignaciana, a fin de seguir creciendo en identidad ignaciana y trabajo colaborativo.

Personas abiertas a una experiencia de fe y compromiso, que estén deseando acercarse a la experiencia ignaciana y a compartir su formación con otros.

Personas que tengan la capacidad de ser agente multiplicador.

En lo que va del año, hemos hecho dos reuniones preparatorias de las que participamos miembros de CVX Argentina y Jesuitas, para escoger el mejor modo de adaptar del material de formación para el primer año. A su vez, estamos en comunicación con miembros de CVX Uruguay y jesuitas, para poder conocer en breve cómo se puede desarrollar esta propuesta dentro de cada contexto particular.

El paso siguiente será conformar el equipo de formación, con miembros de Argentina y Uruguay.

¿Cuáles son las responsabilidades pensadas para este equipo?:

– Trabajar vinculado y al servicio del Provincial. El delegado del Sector Colaboración de la CPAL será el responsable de la ejecución del Proyecto, y elegirá entre ellos a uno como coordinador.

– Seleccionar los oradores o profesores, 2 referentes por ciudad y los tutores de estudios.

– Evaluar el proceso anual del proyecto junto al coordinador y los referentes de las ciudades.

El coordinador del Proyecto funcionará como nexo comunicacional del programa, y será vínculo con los referentes de las ciudades y el Equipo.

Para la formación del equipo se seleccionarán 2 referentes de cada ciudad en la que se encuentren las Obras apostólicas de la Compañía (11 ciudades) según propuestas de los directores de Obras y/o Superiores de las comunidades jesuitas.

Los referentes estarán encargados del funcionamiento del Programa en su ciudad.

El tutor de estudios se encargará de organizar las reuniones quincenales, la selección del material de estudio y la manera de compartirlo.

Estructura del Programa

Equipo

Reunión de EVALUACIÓN anual:

El equipo o comisión junto al coordinador del proyecto y los 2 referentes de las ciudades (también pudiera participar los tutores).

CPAL SJ 

 

Refacciones en la Iglesia Jesús Nazareno

En la Iglesia Jesús Nazareno de Corrientes, a cargo de la Compañía de Jesús, tendrá importantes refacciones en el acceso principal. Además, se construirá una casa parroquial en un espacio donde actualmente se encuentra la cochera.

“Cumplido el trámite administrativo, de no más de 30 días, iniciará la refacción del acceso de la iglesia Jesús de Nazareno, de la ciudad Capital, donde también ampliaremos la Casa Parroquial», destacó el ministro de Obras y Servicios Públicos, Ing. Aníbal Godoy, al informar sobre la licitación de estos trabajos. Esto fue hace un mes, el 20 de Abril pasado.

Además, el funcionario señaló que estas obras demandarán una inversión de más de dos millones y medio de pesos y tendrán un plazo de ejecución de 240 días. Su supervisión se encuentra bajo la órbita de la Dirección de Planificación y Obras (DPO) del organismo.

¿Cuáles serán las modificaciones?

Ampliación de la Casa Parroquial

La ampliación prevista en la Casa Parroquial se ejecutará en el lugar donde actualmente se encuentra una cochera.

Esta ampliación contará en planta baja, con cochera, cocina, depósitos, sanitarios, uno de los cuales estará acondicionado para personas discapacitadas y una escalera de acceso a la planta alta, con una vinculación con la casa parroquial existente.

En la planta Alta, en tanto, se proyectó la construcción de dos aulas para actividades como formación ciudadana y espiritual, ambas con posibilidades de integración, constituyendo un espacio flexible.

Esta planta contará con una de salida emergencia ubicada sobre una de las ventanas laterales y tendrá un hall de acceso.

Acceso principal

Además, está previsto llevar adelante la refacción del acceso principal a la iglesia, que actualmente no cuenta con una rampa para discapacitados. Por lo tanto, se modificará y ampliará el primer nivel del ingreso previendo una rampa de tres tramos.

Además…

Debido al estado actual del edificio se optó por la demolición de un poco más de 38 metros cuadrados. La función de esta acción será prevenir futuras fisuras y filtraciones de agua. Sin embargo, se intentará mantener el lenguaje arquitectónico de todo el edificio y utilizar materiales similares a los originales en la reconstrucción.

Como finalización de los trabajos se pintará toda la construcción nueva, los paramentos y aberturas exteriores del hall de acceso y dependencias de la casa parroquial existente.

Fuente: Radio Sudamericana

 

Pausa Ignaciana

El Examen General [EE N° 43] o Pausa Ignaciana, es una instancia que se propone al finalizar el día. En ella se intenta recorrer, en 5 momentos la jornada: dar gracias, pedir luz, revisar el día vivido, pedir perdón y proponer cambios.

Les dejamos aquí un video de Francisco Díaz Sj que ayuda a llevar adelante este momento del día.

Ver Pausa Ignaciana

 

Comité Internacional de Educación Jesuitas (ICJHE) se reunió en Roma

Los directivos de las redes de educación superior jesuitas para África, América del Norte, América Latina y el Caribe, Asia Pacífico, Asia del Sur y la Unión Europea se reunieron en Roma, entre el 20 y 22 de enero para analizar el estado de la enseñanza en las universidades que representan.

En esta reunión estuvieron presentes los presidentes de las siete redes universitarias continentales, los cuales forman el ICJHE. Por parte de América Latina y el Caribe asistió el presidente de AUSJAL, P. Fernando Fernández Font SJ, quien expuso un balance de los planes que adelanta la Asociación en aras de mejorar la gestión de las 30 universidades que forman parte de la Red latinoamericana.

Por otra parte, esta reunión permitió revisar los resultados del pasado Encuentro Mundial de Rectores, realizado en julio de 2015 en Melbourne, Australia. Igualmente, se estableció una serie de prioridades estratégicas que guiarán la labor de la Secretaría de Educación Superior de la Compañía de Jesús en los próximos años.

Finalmente, los asistentes iniciaron la discusión sobre el próximo Encuentro Mundial de Rectores, que se estima realizar en el año 2018, e identificaron futuras oportunidades y desafíos en materia académica.

Extraído de Jesuitas Perú.

 

Obras de Misericordia: Enterrar a los muertos

Cuando enterrar a los muertos ya se ha vuelto una costumbre en la sociedad que vivimos, la propuesta de esta Obra de Misericordia se actualiza para traernos un nuevo desafío. Hoy la misión es acompañar la muerte, y ayudar a quienes han perdido a un ser querido, a ‘dejarlo ir’.

Por José María R. Olaizola sj

Supongo que habría una época en la que la gente quedaba sin enterrar. Muertos en guerras, en epidemias, o en la pobreza, tal vez eran abandonados de cualquier modo, para ser fruto de la rapacidad de animales o descomponerse a la vista de cualquiera. Quizás aún ocurra en algunos lugares del mundo. Y en esos espacios, probablemente esa delicadeza última de enterrar cuerpo, cenizas o lo que se tercie; ese pudor otorgado al cadáver, como memoria respetuosa con la persona que se ha ido, seguirá siendo, literalmente, la obra de misericordia. Pero, ¿tiene sentido en un mundo más acomodado seguir hablando del entierro como una obra de misericordia, o es tan solo una profesión más, vinculada a las funerarias o subsidiada por el estado de una forma aséptica y mecánica si no hay quien lo haga?

Creo que hay otra forma de entender esto del “entierro”. Tiene que ver con acompañar la muerte. Tiene que ver con ayudar a la gente a despedirse. Tiene que ver con cuidar el duelo. Y con facilitarle a las personas que puedan “dejar marchar” a los seres queridos. La experiencia de la muerte sí que es universal –e inevitable–. Todos pasaremos por ella, y todos acompañamos a personas que tienen que lidiar con la pérdida de un familiar, un amigo… Pérdidas que en ocasiones son dolorosísimas. En ese contexto del entierro, la misericordia se pone en juego de muchas maneras, pero en todo caso es para ayudar a los vivos a despedirse y para conceder a los que se han ido el descanso digno –abierto a otra vida en función de las creencias de cada cual– .

Misericordia, entonces, es acompañar a los vivos en la espera, en esos días difíciles de desasosiego y de acostumbrarse a la pérdida. Acompañar cerca o lejos, con la palabra o el silencio –nunca se sabe bien–. Evitarles –si es posible–los tópicos. Es acoger su dolor, sin forzarles a pasar página demasiado rápido. Es lidiar con las incertidumbres. Es dar –si uno los tiene–motivos para la esperanza. Es cuidar también que las despedidas sean dignas. Honrar la memoria de los que se van sin enzarzarse en discusiones absurdas (porque eso también pasa), y procurarles el tipo de despedida que hubieran querido.

En la película “Despedidas” se advierte la profunda sensibilidad de una forma de despedir a los muertos. También en un libro de ciencia ficción “La voz de los muertos”, de Orson Scott Card, donde se describe un precioso rito funerario consistente en contar la verdad de la vida de las personas, su verdad más profunda, más completa, más humana. Son dos ejemplos. Pero, al final, cada uno tendremos que saber cómo despedir y honrar la memoria de los que se han ido. De eso se trata.

Pastoral SJ

*Despedidas es una película japonesa estrenada en 2008, dirigida por Yojiro Takita. En ella Daigo Kobayashi, un antiguo violoncelista de una orquesta que se acaba de disolver, acaba vagando por las calles sin trabajo y sin demasiada esperanza. Por ello decide regresar a su ciudad natal en compañía de su esposa. Allí consigue un empleo como enterrador: limpia los cuerpos, los coloca en su ataud y los envía al otro mundo de la mejor forma posible. Aunque su esposa y sus vecinos contemplan con desagrado este puesto, Daigo descubrirá en este ritual de muerte la chispa vital que le faltaba a su propia vida.