Encuentro de Estudiantes Jesuitas 2017

Uno de los estudiantes jesuitas de Argentina-Uruguay nos cuenta en qué consistió el Encuentro de Estudiantes 2017, que se llevó a cabo en Perú durante el mes de enero. 

Por Matías Hardoy SJ

El pasado mes de enero, 17 jesuitas de Brasil, Argentina, Chile, Uruguay, Paraguay, Bolivia, Estados Unidos y Perú, compartimos el Encuentro de Estudiantes Jesuitas del Cono Sur, que este año se desarrolló en Perú. Un encuentro ya tradicional en nuestra formación, que nos permite compartir y conocernos con jesuitas de diversos lugares, todos en la etapa de juniorado-filosofía.

Este año, la provincia peruana eligió el tema de la misión en la Amazonía como eje del encuentro. Por ello, los primeros días en Lima tuvimos una serie de charlas acerca de los pueblos de la Amazonía, su cultura, su historia, su hábitat. Cada charla fue aportando su visión de una realidad tan llena de vida (una verdadera explosión de vida, en todo sentido) y por lo mismo, tan compleja y desafiante. Durante estos días también pudimos recorrer algunos lugares históricos de Lima y su historia.

Luego partimos rumbo al norte, al Vicariato Apostólico de San Francisco Javier, el cual ha sido encomendado a la Compañía de Jesús. Allí conocimos Yamakai-ensta, una escuela de Fe y Alegría donde viven y trabajan algunos compañeros jesuitas. Luego continuamos viaje hacia la parroquia de Santa María de Nieva. Allí pudimos visitar distintas comunidades nativas. Finalmente, emprendimos la dispersión. Seis compañeros se quedaron durante una semana en distintas comunidades en la selva, y el resto fuimos a los Caseríos de San Ignacio, donde compartimos la vida y la fe con las familias de allí.

Una vez concluida esta etapa, retornamos a Lima, donde junto a al provincia peruana, tuvimos nuestros 8 días de Ejercicios Espirituales (que este año predicó nuestro compañero Rafael Velazco) y luego compartimos los tres días del encuentro de Provincia, donde participaron jesuitas y laicos que trabajan en las diferentes obras.

Ha sido un mes intenso, de mucho viaje, encuentros, nuevos sabores, silencios, oración, charlas y compartidas con compañeros.

; y la riqueza de tantos compañeros en misiones y lugares tan diversos. Tiempo de renovar el deseo de seguir consagrando la vida a Dios y a su Reino, junto con otros, compañeros y amigos en el Señor.

Se Acerca la Misión San Francisco Javier

Del 18 al 26 de febrero, los jóvenes de las Red Juvenil Ignaciana estarán viviendo la Misión San Francisco Javier que inicia un nuevo ciclo en la diócesis de San José.

La Misión San Francisco Javier es organizada por la Red Juvenil Ignaciana de Uruguay. De ella participarán, este año, más de 100 jóvenes de Uruguay, Argentina y Chile.

El grupo misionero de los jesuitas comenzaron esta experiencia misionando en la ciudad de Melo, después se inició un ciclo de tres años en la Diócesis de Florida, otros tres en la de Tacuarembó, tres en la de Salto, tres en Mercedes y en febrero 2017 se iniciará un nuevo ciclo en la Diócesis de San José de Mayo, que comprende los departamentos de San José y Flores. El mismo se extenderá hasta 2019.

 La Red Juvenil Ignaciana de Uruguay está integrada por Jóvenes de Parroquias Jesuitas de Montevideo, Comunidad de Vida Cristiana (CVX), Universidad Católica del Uruguay, Jóvenes voluntarios del Colegio Seminario y del Liceo Mons. Isasa, Jóvenes de la Iglesia de Hnas. Esclavas del Sagrado Corazón, Jóvenes voluntarios del Colegio San Javier (Tacuarembó), entre otros.

 Se lanza la misión

 La Misión San Francisco Javier iniciará este ciclo el 18 de febrero a las 18 horas en la Basílica Catedral de San José en una celebración que presidirá el Obispo de San José de Mayo, Mons. Arturo Fajardo y será concelebrada por los sacerdotes jesuitas que acompañan la misión.

Los jóvenes han seleccionado como lema para esta misión “Vengan y Vean”, tomado del evangelio de Juan, donde se narra un diálogo entre Jesús y sus apóstoles, allí le preguntan “Maestro, ¿Dónde vives?”. Jesús les dijo: “Vengan y vean”. Fueron y vieron dónde vivía. Eran como las cuatro de la tarde; y se quedaron con Él el resto del día”, narra el Evangelio.

 Los jóvenes se instalarán en diferentes localidades de la Diócesis: Rafael Perazza, Ecilda Paullier, Rodríguez, Raigón, Capurro, Trinidad y San José de Mayo. Allí visitirán las casas y ofrecerán los diferentes talleres y actividades que han estado preparando a lo largo de todo el año pasado.

Fuente: Diócesis de San José

Los Rostros de la Deportación

Un documental que le pone rostro a una de las problemáticas sociales de las que más se ha estado hablando en el último tiempo.

De los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, el gobierno federal ha prometido enfocarse en la deportación de un grupo prioritario. En su primera semana como presidente, Donald Trump ya ha implementado nuevas y agresivas acciones ejecutivas migratorias. Ya sea por haber llegado recientemente, por tener un historial delictivo o por cumplir alguna otra categoría de prioridad, el futuro de muchos de estos inmigrantes indocumentados es incierto.

Univision Noticias utilizó un equipo de cámaras de última generación —con capacidad de grabar en 360 grados— para capturar en realidad virtual las historias de siete inmigrantes. El resultado es ‘En peligro de deportación’, una serie documental que le permite a los usuarios ponerse en los zapatos de algunos de los indocumentados con cinco de los casos en mayor peligro de deportación durante la administración de Donald Trump.

El primer video de ‘En Peligro de Deportación’ es una compilación de cinco historias sobre casos de inmigrantes indocumentados que estarían en mayor riesgo de deportación bajo las políticas de Trump.

Fuente: CPAL Social

 

Un lugar lleno de Dios: Misión RJI Santa Fe

Como todos los años, un grupo de jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana Santa Fe, se traslada durante una semana del mes de enero al Recreativo Benito Legerén de la Ciudad de Concordia, Entre Ríos. Sin embargo, cada año y para cada ‘misionero’, la experiencia de encuentro con Dios en el otro se renueva y resignifica. Uno de sus participantes, Facundo Gorla, nos comparte su testimonio. 

Por Facundo Gorla

Esta no fue mi primera vez en Benito Legerén, tampoco mi primera misión. Pero sí fue mi primer recreativo, y tengo que decir que lo que se vive es distinto.

Al comenzar la mañana, te encontrás con el grupo y todos tienen buena onda. Llegas a la cocina y el grupo de servicio que le tocaba ese día ya tiene todo preparado para el desayuno. Se contagia la alegría, las ganas de salir al encuentro de los chicos. Lo que sigue es la oración, que te da las fuerzas para todo el día. Y luego comienza el tiempo de encuentro con los del Recreativos chicos: abrazos, besos y sonrisas por doquier.

 A mí particularmente me tocó estar en una actividad en la que no tenía tanto contacto con los niños, ya que mi tarea, junto a un grupo de mucha buena onda y ganas, era pintar algunas áreas del colegio. Sin embargo, esos chicos no mezquinan el amor. Cada vez que me veían, me saludaban por mi nombre y me daban un abrazo interminable que me llenaba de ganas de seguir trabajando por ellos.

 Con quienes sí tuve mucha cercanía en esta semana, gracias a Dios, fue con los chicos que viven en el hogar. Ellos tenían la tarea de acompañarnos en el grupo de pintura. Al final, terminamos nosotros acompañándolos a ellos. Es destacable la cultura de trabajo y la voluntad que tienen. Entre pinceladas, compartir con ellos desde la cercanía y se generaron conversaciones muy sinceras y profundas.

 Afortunadamente, pudimos terminar antes de tiempo con la pintura, y tuve la posibilidad de recorrer las otras actividades que se hacían simultáneamente durante la mañana: deportes, pileta, química y caminata, inglés, plástica y aula. Los “profes” (mis compañeros de misión santafesinos) me hicieron parte de ellas , y allí pude recibir incontables sonrisas y abrazos de los niños.

 Siguiendo con el día, después de almorzar las ricas comidas que nos preparaban Moni, Olga, Martín y las madres del colegio, teníamos tiempo de descanso para más tarde estar listos para salir a misionar. Estábamos divididos por grupos mixtos: generalmente había dos personas de Santa Fe y dos de Benito.

 Cuando uno sale a visitar casas, nadie le asegura que le vayan a abrir la puerta . Es salir en la presencia de Dios, con fe y esperanza, y aplaudir las manos en cada casa que vea. Y ahí, enfrentarse a la situación que cada lugar y cada persona te presenta. Nos abrieron muchas puertas y tuvimos la posibilidad de tener hermosas charlas, sobre la vida, el barrio, la familia, el trabajo… y sobre Dios. Es admirable como esas personas valoran y agradecen todo lo que tienen.

 Tras algunas horas de misión, volvíamos al colegio y nos encontrábamos con nuestros compañeros, con la sonrisa y el abrazo al flor de piel. Ahí se abría la oportunidad de compartir cómo había sido nuestra jornada.

Luego, todos los días compartíamos la misa o celebración de la palabra, según el caso. En ellas, la alegría de los cantos en comunidad reflejaba el estado del corazón de cada uno.  A la vuelta, ya en el colegio, preparábamos la mesa para cenar todos juntos, y para cerrar, la oración de cierre o exámen del día, en el que, el que quería, compartía qué le dejó ese día.

 Esto fue una breve descripción de lo que era un día tipo en el recreativo. Obviamente cada uno con su magia, con ese abrazo que te cambiaba el día, pero todos llenos de emociones. No alcanzan las palabras para explicar lo mucho que uno se lleva. Como decían mis compañeros en el fogón de la última noche, un “gracias” queda chico, para el grupo increíble que se formó, para los que llevaron adelante el mando de esta experiencia, para los que cocinaron, para los vecinos, para los chicos, para Dios, que sin duda alguna estuvo presente en cada una de las actividades que brevemente describí.

 Para cerrar, tomo las palabras de otro de mis compañeros: “Ese lugar, Benito Legerén, está lleno de Dios”.

Fuente: RJI Santa Fe

Espiritualidad Ignaciana España estrena Página Web

Espiritualidad Ignaciana, un blog que brinda periódicamente reflexiones sobre cuestiones de la vida cotidiana a la luz de los ejercicios espirituales, suma otra plataforma para difundir su contenido. Al mismo tiempo, la página web ofrecerá material de formación y la posibilidad de hacer cursos online.

El portal de Espiritualidad Ignaciana comenzó su actividad hace poco más de cinco años. Un tiempo suficiente para crecer y consolidar la presencia de nuestra espiritualidad en internet, pero también una etapa de rápidos cambios en la red, que nos han llevado a dar un paso adelante y actualizar nuestras páginas web y la imagen corporativa.

 La web principal, www.espiritualidadignaciana.org se convierte en lugar de referencia y herramienta colaborativa en el ámbito de la espiritualidad, con una información más amplia y una presencia renovada del blog “Al modo de Ignacio”, Facebook, Twitter y el buscador de ejercicios.

 La plataforma de ejercicios online ejercicios.espiritualidadignaciana.org también renueva su diseño facilitando el acceso a quienes participan en esta modalidad de ejercicios. Además se ofrece una nueva sección con materiales de formación y de apoyo para acompañantes de ejercicios espirituales en cualquier modalidad.

 Por último, la plataforma de cursos online formacion.espiritualidadignaciana.org propone nuevos cursos breves de formación a partir de marzo, en torno a la espiritualidad del P. Arrupe y al acompañamiento de los ejercicios de profundización.

Fuente: Entre Paréntesis 

¿Calla Dios ante el Sufrimiento Humano?

La acción y presencia de Dios frente al sufrimiento humano es una cuestión que genera profundos interrogantes, sobre todo en un mundo en el que somos testigos de tantas injusticias. Este es el tema alrededor del cual gira la novela «Silencio» de Shûsaku Endô, que fue llevada al cine por el prestigioso director Martin Scorsese. 

Silencio de Dios. Es lo que sentimos que ocurre, muchas veces, ante el sufrimiento humano. Poco importa que sean los bombardeos en Alepo (Siria), los terremotos en Haití o los atentados terroristas en Berlín… Poco importa que sean los sufrimientos más íntimos, personales y acallados. La pregunta es semejante: ¿calla Dios ante el sufrimiento de las personas?

 Este es también el tema central de la novela “Silencio”, del japonés Shûsaku Endô, originalmente publicada en 1966, traducida al castellano en 1972 y ahora llevada al cine por Martin Scorsese. La narración se sitúa en el Japón del siglo XVII, en un contexto de durísimas persecuciones contra la Iglesia católica. Sus pequeñas comunidades cristianas son empujadas a la clandestinidad, sufren espeluznantes torturas y asisten, perplejas, a la apostasía de algunos de sus miembros, incluidos algunos misioneros jesuitas. Este post busca, sencillamente, rastrear los momentos principales en los que la novela de Endo aborda explícitamente esta cuestión del silencio de Dios ante el dolor humano.

  •  Kichijirô, uno de los cristianos japoneses, grita entre sollozos: “¿Por qué ‘Deus’ me habrá mandado semejantes sufrimientos? Si nosotros no estamos haciendo nada malo…” Y el jesuita Sebastiâo Rodrigo reflexiona: “Kichijirô alude algo más espantoso: el silencio de Dios. Esta tierra negra de Japón estalla de gemidos cristianos y corre la sangre roja de los misioneros y se van derrumbando las torres de las iglesias, Dios tiene delante las víctimas de este horrible sacrificio inmoladas a él, y aún continúa en silencio”.
  • Sigue el P. Rodrigo: “El martirio de estos cristianos japoneses que acabo de describir, nada tuvo de esplendoroso, fue así de mezquino y cruel… ¡Dios mío!, la lluvia cayendo interminablemente en el mar sin un solo respiro, y el mar que los mata y se obstina después en un silencio trágico” (p. 72). “Detrás de la calma siniestra de este mar, ese silencio de Dios… esa sensación de que Dios sigue cruzado de brazos ante los gemidos de los hombres, de que sigue en silencio…” (p. 73).
  • “Revivió de repente en mi interior aquel bramido del mar, aquel sordo batir de tambor con que llegaban las olas en las tinieblas… El mismo rumor toda la noche. Y Dios, Dios también se quedaba en silencio como el mar. También se obstinaba en su silencio” (p. 82).
  • Ya detenido por los soldados japoneses y encerrado en una cabaña, el P. Rodrigo “recitaba plegarias una tras otra, trataba de distraerse; pero la oración no le calmaba el alma: ‘Señor, ¿por qué estás en silencio? ¿Por qué estás siempre en silencio?’ Así se quedó murmurando…” (p. 111).
  • En la prisión de Nagasaki, al P. Rodrigo “le dieron un empujón por la espalda y se encontró dentro de una celda en total oscuridad” (p. 190). Allí llegamos al momento quizá culminante de la novela. Sebastiâo Rodrigo sigue viendo, en esas tinieblas, el rostro de Jesús: “Es verdad que guardaba silencio, pero se quedaba mirando con una mirada transida de ternura. Parecía querer decir: ‘Cuando tú sufres, yo sufro a tu lado. Estaré a tu lado hasta el final…’” (p. 191).
  • Finalmente, recapitula así el momento dramático de pisar el fumie. Habla Jesucristo: “Tienes los pies doloridos, ¿verdad? Tienes los pies doloridos como tantos otros que me han estado pisando hasta el día de hoy… A mí me basta que los pies te duelan. Yo participo de su dolor, vivo su sufrimiento. Para esto estoy en el mundo…”. A lo que responde el P. Rodrigo: “Señor, me dolía que estuvieras siempre en silencio”. Y la contestación de Jesús: “No estaba en silencio. Estaba sufriendo contigo” (p. 222).

Para terminar, podemos recordar una frase del teólogo jesuita francés Henri de Lubac: “Todo sufrimiento es único y todo sufrimiento es común. Tengo que repetirme lo segundo cuando yo sufro; debo recordar lo primero cuando sufren otros”.

Fuente: Entre Paréntesis 

Se Acercan los Votos 2017

El P. Provincial, Alejandro Tilve SJ, ha concedido los votos religiosos en la Compañía de Jesús, a Matías Agüero, Luciano Esnaola y Joaquín Tabera. La Eucaristía será el 4 de Marzo a las 20 hs., en el Templo de la Compañía de Córdoba.

Encomendamos a estos tres jóvenes jesuitas y su vocación a sus oraciones, al tiempo que agradecemos su generosidad y entrega.

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