¿La Universidad es Lugar para la Espiritualidad?

Esta era la pregunta que nos convocaba recientemente para desarrollar en el XII Congreso Internacional de Filosofía Intercultural: Formación, espiritualidad y universidad. La cuestión se inserta en una búsqueda mayor. ¿Es posible una reformulación intercultural de la formación universitaria? ¿Es posible avanzar hacia una educación postsecular?

 La aspiración de una “formación integral”

En primer lugar, me gustaría enfrentar una posible respuesta que en términos actuales suele plantearse a esta pregunta desde universidades sostenidas desde el ámbito católico. Esta respuesta nos puede ayudar a realizar un entendimiento radical de la cuestión, no puramente externo o aditivo del problema de fondo.

Lo primero que hay que decir que las universidades promovidas por la Iglesia, aspirarían a ofrecer una formación integral. La misma aspiración ya estaría partiendo de un diagnóstico previo, que creo podemos fácilmente compartir más allá del propio ámbito de la Iglesia por otras visiones no religiosas. Y es que la formación universitaria que en general se ofrece en la actualidad, no aspira a una formación integral que responda también al cultivo de la dimensión espiritual de la persona.

Ello sería una cuestión privada y/o vinculada con las religiones o con las tradiciones de espiritualidad que tienen su ámbito de competencia fuera de la universidad. La formación científica y profesional es el ámbito propio y formal de la universidad moderna. Por ello, frente a esta dedicación decididamente secularizada de la universidad, habría que completarla con otro tipo de formación de corte espiritual y/o religioso optativo que trabaje en una formación complementaria del universitario para favorecer su desarrollo integral como persona.

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Para ello, en el ámbito católico, se ofertarían asignaturas específicas de carácter espiritual y teológico en línea con la espiritualidad cristiana y la reflexión académica sobre la fe cristiana. A su vez, se ofrecerían experiencias de profundización interior, fuera del ámbito reglado de formación curricularmente reconocido, que permitan la práctica de la espiritualidad cristiana. También experiencias de conocimiento y servicio en la realidad social más precaria o vulnerable para desarrollar la dimensión social de la espiritualidad cristiana. Se trataría con ello, en suma, de ofrecer formación intelectual, interior y social, como complemento al ámbito propio y general de la formación científica y profesional en la universidad.

 Pues bien, esta es la respuesta, en síntesis, que desde el ámbito de la formación universitaria católica podría ofrecerse al alumnado en el mejor de los casos. Señalo que “en el mejor de los casos”, porque no pocas veces estas otras dimensiones complementarias tienen carácter muy marginal en la oferta global de formación, o bien, sencillamente no se llegan a ofrecer. En este caso, las universidades del ámbito católico ofrecerían sobre todo una formación profesional orientada a las demandas del mercado de trabajo y las necesidades de sobrevivencia económica de estas instituciones, en un ámbito tan competitivo como el de la formación universitaria. Así, quedaría limitada a una oferta de algunas prácticas religiosas de carácter privado en los propios recintos universitarios. La “capilla” universitaria y la adopción de símbolos cristianos en la formulación icónica de la identidad universitaria sería el reducto de lo espiritual y religioso, quedando todo lo demás colonizado por el espíritu secular de la época.

 Límites de una “formación complementaria”

Pues bien, la señalada “formación complementaria”, puede ser una respuesta, a mi juicio, valiosa y necesaria de aportar en el estado actual de la formación universitaria. Sin embargo, corre el riesgo de confundir esta propuesta con la aspiración a desarrollar una “formación integral” auténtica. Con ello, se puede incurrir en el peligro de dar por buena la fractura existente entre el ámbito propio de la formación disciplinar y profesionalizante, y la “formación complementaria”. Esta “formación complementaria”, aun cuando es, como decíamos, pertinente y valiosa, se suele presentar como estructuralmente aditiva y externa a la “formación principal”. En este caso, se entiende que la formación principal sería neutra para la dimensión espiritual, por ello, se necesitaría la formación complementaria. Así, se daría por supuesto que la apropiación de la competencia científica en un campo universitario y la capacitación profesional para ejercer en un campo tecno-científico, de suyo, no tocarían la dimensión espiritual de la persona. Las ciencias y cualquier tecnología física o social serían neutras desde el punto de vista de la conformación de la espiritualidad del sujeto.

A su vez, se trataría de una formación complementaria que en su globalidad (la dimensión intelectual, interior y social antes apuntadas), sólo puede tener un carácter voluntario y para quienes “más se quieran afectar”. El mínimo necesario exigible estaría vinculado a la “formación principal”. Por ello, conformaría un “plus”, en el mejor de casos, que se puede desarrollar en algunos sujetos. Este reconocimiento de la fragmentación social con respecto a la relevancia pública de una tradición espiritual y religiosa como la cristiana, implica la asunción de una posición subordinada con respecto al ámbito hegemónico de definición de la “formación principal”. En este contexto, una “reconstrucción intercultural de la formación universitaria” se vería, de partida, imposibilitada al no situarse en un terreno común de diálogo con respecto a la tecnociencia moderna en su cultivo universitario.

Buscando otras correlaciones

Frente a esta forma histórica de responder a la pregunta por la presencia de la espiritualidad en la universidad en el contexto indicado, que daría por buena e ineludible el carácter no-espiritual de la formación universitaria general en su formulación actual, tendríamos que responder que es necesario un enfoque más radical del problema para un tratamiento más crítico y realista de la cuestión.

 Y ello por dos razones de fondo, que exigen un replanteamiento del problema. La primera, es que no podemos dar buena la escisión entre ciencia, profesión y espiritualidad, dado que el desarrollo de un campo científico implicaría ya de facto, una modulación de la espiritualidad de la persona. Igualmente, la adopción de un punto de vista profesional fruto de una perspectiva tecno-científica determinada, conlleva también una modulación espiritual concreta.

Y, en segundo lugar, la inquietud de fondo por ofrecer una formación integral a la persona del universitario, en la propia tradición universitaria de la Iglesia, tiene otras respuestas posibles y también pertinentes y necesarias para responder a las necesidades de formación. Me refiero en este momento a la formulación de un paradigma de formación integral, no de carácter aditivo y externo, con respecto a la formación universitaria básica y de carácter general. Se trataría de una interpenetración de una espiritualidad concreta en las diversas disciplinas y en la orientación propia de la formación profesional (lo que hoy podríamos reconocer como un ejercicio de transdiciplinariedad). No faltan referentes históricos ni actuales. Lo consideraremos en la siguiente entrega.

Fuente: Entre Paréntesis 

Los Desafíos de la Educación

En el marco del XXVIII Encuentro del Estado de la Investigación Educativa que organiza, todos los años, la Facultad de Educación de la Universidad Católica de Córdoba, el doctor en Educación Jason Beech disertó sobre los principales desafíos de la escuela argentina y respondió las siguientes preguntas:

 -¿Cuáles son las principales dificultades actuales en el ámbito de la educación?

 Destaco dos cuestiones que me preocupan. Por un lado, vivimos en un mundo en el que ha habido muchos cambios sociales; tecnológicos, a nivel de conectividad; cambios económicos, lo que se conoce como economía del conocimiento. Vivimos en un mundo muy dinámico en el que ha habido cambios empíricos, pero también en nuestra filosofía política, en la manera en que entendemos esos cambios. Ha cambiado la manera en la que se piensa en las minorías, el vínculo como vivimos con minorías como los indígenas por ejemplo, o las mujeres, o grupos que habían sido en cierto sentido marginados. Entonces si uno lo piensa de esa manera, si en los últimos 40 años ha habido cambios tan grandes e importantes; y por otro lado, si entendemos que la educación es la que nos prepara como seres humanos para vivir en este mundo, necesitamos que alguien nos dé, lo que algunos autores llaman, los medios para orientarnos en el mundo.

 -¿Y qué papel juega entonces la educación en esta nueva realidad de tantos cambios?

 Los que ya estamos en la cultura de esta actividad tan fascinante que es la educación, lo que hacemos es recibir a quienes están en la cultura y darles lo que necesitan para orientarse. Ahora, vivimos en un mundo con un desfasaje muy grande entre lo que lo que los sistemas educativos tradicionalmente le daban a los niños y jóvenes y lo que hoy se necesita para vivir en el mundo. No es solo un problema de la institución escuela sino también una cuestión más amplia, los padres tampoco saben. Yo soy padre de chicos de 14 y 11 años y cuando los veo con Instagram me pregunto ¿cómo hago para cuidarlos? es todo un desafío. Años atrás, uno los llevaba a la plaza y podía cuidar que no se golpeara y que no hablara con extraños pero en algún momento debía dejarlo ir solo. Bueno, lo mismo podríamos hacer con Facebook y demás redes sociales, pero el problema es que no las conocemos. No sabemos cómo funciona. Entonces hay un tema con la educación en general. Por eso el primer problema es una necesidad de repensar la educación, familiar pero sobre todo la escolar.

 -¿Cómo se vive en nuestro país?

 Ese problema se contextualiza en nuestro país de una manera en particular. Los cambios que se empezaron a dar en los sistemas educativos del mundo en los ’70, ’80 y ’90 a nosotros nos agarró en un momento histórico problemático en el que tuvimos tantos problemas políticos, sociales y económicos que la educación fue dejada un poco dejada de lado. No era prioridad. Lamentablemente hoy tampoco lo es pero no solamente por parte de los que toman decisiones. A la gente no le importa la educación como problema público, si le interesa la educación de sus hijos. Hay un actor que decía «a mi no me importa qué pasta de dientes le compras a tu hijo pero si me importa qué educación le das porque es problema mío y de mis hijos también» porque voy a tener que convivir con él.

-Porque es un bien común.

 Es un bien común, para que todos podamos convivir. Pero como en nuestro país fue dejado de lado, hoy nos encontramos con veinticuatro sistemas educativos que tienen enormes problemas de gobierno. Lo que tenemos es un serio problema en poder gobernar la conducta de los demás y tiene que ver con una falta de coherencia entre la jerarquía formal y la realidad.

-¿Por ejemplo?

El docente planifica su clase y se la da, como una práctica burocrática, al director; el director hace un plan institucional y se la da al supervisor pero no se aplica porque si bien existe una vía jerárquica que funciona de manera formal, no es lo que desarrolla el docente en el aula. Y no es que el docente actúe de manera negativa sino que no tiene una autonomía formal y tampoco funcionan los mecanismos de apoyo ni de control. Entonces, si se combinan estos dos problemas debemos cambiar muchas cosas pero, por otro lado, los mecanismos que debemos usar para cambiarlos están completamente desvirtuados. Cumplir con las formalidades jerárquicas es una cosa, luego gestionar las escuelas día a día es otra, de hecho tenemos tantas normas, está tan hiper regulado el sistema que cualquier director de escuela para ser bueno tiene que estar permanentemente violando normas. Por ejemplo, hay normativas que dicen que para que una escuela pueda colgar una placa deben pedir permiso. Hay un problema con ese sistema hiper regulado que funciona en paralelo a las prácticas reales y eso es un problema porque genera una relación perversa con la norma. En general, la mayoría de la gente tiene criterio entonces solamente violan normas antiguas, que no tienen sentido, pero el problema es cuando uno empieza a ser el que decide qué normas se violan y cuáles no. Entonces deja de funcionar como un sistema. Ese es otro de los problemas que necesita un cambio grande.

-¿Cuáles son los principales desafíos?

 Creo que el principal desafío tiene que ver con la escuela secundaria porque, de alguna manera, la función social de la primaria no ha cambiado tanto. Debería cambiar también pero está más consolidada. Todavía hay una relación cercana de la maestra con el niño, hay más contención. La escuela secundaria está pensada con una lógica antigua, cuando eran pocos los que asistían, una elite, y ya estaban formados; por otro lado, los chicos a esa edad eran más independientes. Hoy, un pibe de 13 o 15 años necesita más contención. Hay una primera generación que va a la escuela secundaria, a quienes sus padres no pueden ayudar tanto entonces la escuela secundaria necesita cambiar. No podemos tener docentes que entran y salen y no conocen a sus alumnos.

Fuente: Noticias UCC

Respetuosos de la Vida

Compartimos la declaración titulada “Respetuosos de la vida”, a través de la que la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina se pronunció sobre el don de la vida humana. Ante un tema que toca “profundamente el tejido de nuestra sociedad”, los obispos argentinos reclaman políticas públicas que prioricen la educación sexual integral, respeten la dignidad de la vida humana desde su concepción y acompañen las situaciones de conflicto con especial atención en quienes las sufren

Respetuosos de la vida

La vida humana es un don. Esta es una experiencia compartida de muchos hombres y mujeres, sean creyentes o no. Se refleja en el rostro de los padres cuando contemplan por primera vez a sus hijos. El anuncio de la espera de un hijo es una alegría que se comparte con familiares y amigos.

Pero a veces en la historia de otras personas no es así, no es algo deseado, esperado, decidido, aunque en ocasiones en los meses siguientes se redescubre la belleza de esa vida que viene en camino.

Para otros, la concepción de esa vida no fue fruto de un acto de amor, y hasta pudo haber sido consecuencia de una acción de abuso y violencia hacia la mujer.

Allí es cuando surge la pregunta humana y ética sobre qué hacer. En la forma de responder la pregunta se cae muchas veces en plantear un enfrentamiento entre dos personas en situación de vulnerabilidad. Por un lado la mujer, que no decidió ser madre, suele encontrarse en soledad y la mayoría de las veces en un contexto de pobreza; por otro lado, la vulnerabilidad de la vida humana concebida que no se puede defender. Debiéramos escuchar tanto las madres embarazadas que sufrieron una terrible violencia sexual, como así también contemplar el derecho a la existencia de los inocentes que no pueden defenderse.

La pregunta humana y ética es: ¿hay que optar por una vida y eliminar a otra?

La eliminación de la vida humana del que no se puede defender instaura el principio de que los más débiles pueden ser eliminados; acepta que unos pueden decidir la muerte de otros. Hace unos años con la sanción de la Ley “Asignación Universal por Hijo”, el Honorable Congreso de la Nación demostró una vez más en su historia republicana un alto grado de sensibilidad humana a favor de la familia y de la vida de los niños y jóvenes más pobres. ¿No se podrá continuar por ese camino legislativo?

La solución o el camino para abordar estas situaciones es la implementación de políticas públicas que:

  • Establezcan como prioritaria la educación sexual integral de la ciudadanía, en la que se fomente y capacite para la decisión libre y responsable de concebir una vida humana. Todos tenemos necesidad y derecho de ser recibidos como hijos.
  • Reconozcan la dignidad de la vida humana desde el comienzo de su concepción pasando por todas las etapas de su desarrollo, la dignidad e igualdad de la mujer y el varón, y se implementen acciones tendientes a encarar las causas de la violencia hacia la mujer generando nuevas pautas de conductas basadas en el respeto al otro
  • Acompañen, desde lo social, las situaciones de conflicto y atiendan las heridas que quedan por sanar en quienes están atravesando por estas situaciones.

El diálogo democrático

Estamos ante el debate parlamentario de distintos proyectos de ley. Es necesario, que más allá del buen funcionamiento de nuestro sistema republicano en el cual se legisla a través de los representantes del pueblo, se tenga en cuenta que este tema toca profundamente el tejido de nuestra sociedad.

Que este debate nos encuentre preparados para un diálogo sincero y profundo que pueda responder a este drama, escuchar las distintas voces y las legítimas preocupaciones que atraviesan quienes no saben cómo actuar, sin descalificaciones, violencia o agresión.

Junto con todos los hombres y mujeres que descubren la vida como un don, los cristianos también queremos aportar nuestra voz, no para imponer una concepción religiosa sino a partir de nuestras convicciones razonables y humanas.

Comisión Ejecutiva

Conferencia Episcopal Argentina

Buenos Aires, 23 de febrero de 2018

Fuente: AICA

 

Comenzó la Edición 2018 de la Misión San Francisco Javier

El pasado sábado 17 de febrero comenzó la Misión San Francisco Javier, en Uruguay. La misma se extenderá hasta el 25 del mismo mes. De ella participan jóvenes de 18 a 29 años pertenecientes a la Red Juvenil Ignaciana de Argentina y Uruguay.

Este es el segundo año que los jóvenes misioneros se dividirán en 7 comunidades que se establecen por una semana en diferentes localidades de la Diócesis de San José, Uruguay. San José, Capurro, Ecilda Paullier , Rodríguez, Raigón, Rafael Perazza y Trinidad, son las localidades que volverán a recibir a estos grupos compuestos por jóvenes, religiosas y jesuitas.

La Misión San Francisco Javier es organizada, principalmente, por la Red Juvenil Ignaciana de Montevideo. Sin embargo, su inscripción está abierta a todos los jóvenes de núcleos ignacianos de Argentina. Estos, de a poco se han ido integrando a algunas tareas de organización en las que van ayudando desde sus lugares a lo largo del año.

La rutina de los días durante la misión es, básicamente, la misma en cada lugar. Por la mañana, hay un tiempo de oración personal tras el cual se visitan las casas, divididos en grupo de 2 o 3 personas. Al mediodía los misioneros vuelven a reunirse para almorzar y luego preparar los talleres de niños, jóvenes y adultos a los que se invita a la gente a participar por la tarde. Los talleres confluyen en una misa que celebran todos juntos. Tras lo cual, los misioneros comparten la cena y un cierre del día, donde se recoge y pone en común lo vivido en ese día.

 

Reflexión del Evangelio – Domingo I de Cuaresma

Marcos 1,12-15

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.

Decía: «Se ha cumplido el tiempo, está cerca el reino de Dios: conviértanse y crean en el Evangelio.»

Reflexión del Evangelio – por P. Gustavo Albarran, SJ.

Comenzamos la Cuaresma. Un tiempo para prepararnos a vivir la Semana Santa con profundo sentido cristiano. La Liturgia nos propone para esta 1ª Semana de Cuaresma un relato muy breve pero a la vez muy lleno de símbolos en torno a la experiencia de desierto y de conversión.

 El desierto, según Marcos (Mc. 1, 12-15), es tiempo y lugar de contrastes. En el desierto vive Jesús cuarenta días y vive rodeado de animales salvajes. Es tentado por satanás y los ángeles le sirven. Así el desierto, aunque es un tiempo y lugar de apartamiento, no está vacío, está cargado de presencias. Vivir el desierto entre alimañas y ángeles, es adiestrarse para afrontar con entereza las tensiones que puedan surgir en la vida.

La conversión también es tiempo y lugar de contrastes. Se nos anuncia que se ha cerrado ya un ciclo: “el tiempo se ha cumplido”, y a la vez nos anuncian que estamos en el tiempo del Evangelio. Así, la conversión implica la salida del tiempo caduco, el actual, para transitar uno nuevo, el de la llegada del Reino. Vivir la conversión transitando de lo viejo a lo nuevo que hay en uno mismo, es adiestrarse a la novedad de Dios.

 Pero en medio de la experiencia de desierto y conversión, aparece el Espíritu que impulsa, y la situación de Juan Bautista que provoca coraje. El evangelista nos dice que Jesús va al desierto bajo el impulso del Espíritu Santo y que movido por el arresto del Bautista se dirige a Galilea para anunciar la conversión. Y es que Jesús, ni se resiste al Espíritu, ni se paraliza ante la dificultad o el reto. Al contrario, se expone a Dios y se expone a la vida.

 Este Evangelio nos está invitando a vivir el desierto y la conversión. Propone que nos dejemos guiar por el Espíritu Santo al desierto de Dios, que nos demos un tiempo para que podamos encontrarnos cara a cara y sin miedo con lo que llevamos dentro de nosotros mismos. Y propone también, que estemos atentos a lo que sucede a nuestro alrededor, para que las realidades de hoy provoquen nuestro coraje y respondamos a los retos con valentía.

 Desierto y conversión son dos aspectos inseparables de un mismo camino. Una ruta que se transita a la luz de la fe. Todo desierto bien vivido ha de llevar a la conversión y toda conversión se curte en el desierto. Puede que nos resistamos a vivir los desiertos de nuestra existencia, y puede que con ello estemos rechazando la gracia de la conversión y la salvación.

 Que nos atrevamos a salir de nosotros mismos y nos expongamos a la fuerza transformadora del Espíritu que nos coloca libres, solidarios, misericordiosos, alegres y esperanzados ante la vida

Fuente: CPAL SJ 

Comunicado de Organizaciones que Trabajan en Zonas de Fronteras

Compartimos un comunicado de las organizaciones que trabajan en las zonas de movilidad humana en Ecuador. Zonas en las que se dan conflictos que vienen como consecuencia de los conflictos colombianos relacionados con los procesos de paz y las FARC. La situación afecta principalmente a poblaciones originarias y afrodescendientes que viven en zonas fronterizas.  

Las organizaciones y personas abajo firmantes, quienes hemos trabajado en diferentes aristas de la movilidad humana en el Ecuador – en particular en las fronteras de nuestro país – frente a los acontecimientos vividos en las últimas semanas en diferentes puntos de la frontera colombo ecuatoriana (la explosión de un coche bomba en San Lorenzo – Esmeraldas, el desplazamientos de familias indígenas en Chical – Carchi por efectos de combates entre grupos armados en la zona del Cumbal – Colombia; entre otros); queremos expresar lo siguiente:

  1. Preocupa que la mirada inmediata frente a estos hechos, y por ende su respuesta se dé exclusivamente desde un enfoque tradicional de seguridad. Esto pese a que, desde hace años atrás, y señalado en la Constitución del año 2008, se plantea que es necesario abordar los temas de las fronteras desde una concepción de derechos humanos, en la que la defensa y la protección de la vida esté por encima de cualquier otro aspecto.
  2. Creemos que es importante, particularmente desde el Estado Ecuatoriano, entender que estos acontecimientos se están dando por el reacomodo de las fuerzas beligerantes en la búsqueda de control de los diferentes territorios que tras los acuerdos de paz en Colombia con las FARC-EP, han quedado a merced de aquellos que quieren adueñarse de estos espacios. Y, sin lugar a dudas, esta dinámica de violencia tiene consecuencias en territorio ecuatoriano de frontera afectando de sobremanera a las comunidades indígenas y afrodescendientes y, en general, a la población civil.
  3. En este contexto, es notoria la fragilidad de los sistemas de protección de derechos – sobre todo a nivel local – a través de los cuales la población transfronteriza que radica en situaciones de alta vulnerabilidad, encuentre protección frente a los múltiples riesgos que está viviendo.
  4.  A la par es importante entender las nuevas dinámicas que están tomando las economías ilegales, y no solo nos referimos al tráfico de drogas declaradas ilegales, sino también a otros problemas como la trata y el tráfico de personas, el desarrollo de minería ilegal, entre otras. Estas prácticas, en buena medida, se sustentan en recursos y actores que se encuentran en el lado ecuatoriano de la frontera.
  5. La presencia de estos actores irregulares, en mucho se debe, a que los Estados de Ecuador y de Colombia, no tienen para la zona transfronteriza una propuesta de desarrollo integral, basado en los derechos de las personas. De allí que las ciudades y comunidades más vulnerables del país, con una débil institucionalidad pública, estén justamente ubicadas en el cordón fronterizo; lo cual hace muy difícil generar acciones de prevención frente a actividades delictivas en la zona.
  6. Lo señalado, está produciendo un flujo cada vez mayor de población desplazada por la violencia; que se suma a la llegada masiva de población venezolana; situaciones a las cuales no se ha dado respuestas adecuadas en el marco de lo establecido en la Constitución y en los tratados internacionales que en materia de refugio y migración el Ecuador ha firmado.

Propuestas de acciones concretas

Por estas razones analizadas desde varias miradas, consideramos que el escenario del conflicto colombiano vive un proceso de escalamiento muy peligroso, frente a los cual:

  1. Hacemos un llamado al Estado Ecuatoriano, para que ponga en marcha una estrategia emergente de respuesta a las brechas de desarrollo socio – económico en la zona de frontera. Esto implica realizar un diagnóstico de las necesidades urgentes de la población; identificar medidas de acción afirmativa para grupos de atención prioritaria; fortalecer la presencia de la institucionalidad civil del Estado; generar mecanismos de asistencia a la población que ya se encuentra en situación de desplazamiento; y, reforzar los diferentes sistemas de protección, particularmente aquellos que están coordinados en cada uno de los municipios de la Zona 1.
  2. En línea con lo anterior, instamos a que se implementen de manera integral y adecuada el Plan Binacional de Desarrollo Ecuador – Colombia, de forma que desde una mirada binacional, se asuma la corresponsabilidad de las respuestas a la compleja dinámica existente en la frontera; y, de forma concomitante, que se pueda profundizar en el componente de “fronteras solidarias”, firmada por ambos países en el Plan de Acción Brasil.
  3. Dadas las condiciones actuales del sistema de asilo en el Ecuador, y los rezagos en las solicitudes no tramitadas, creemos que es importantes reforzar los mecanismos para agilizar el reconocimiento de la condición de refugio de las personas que están huyendo de este y de otros conflictos que se viven en la región. De la misma manera, facilitar a las personas de nacionalidad venezolana garantías de protección y regularización migratoria viable en el Ecuador. Esto en el marco de los Instrumentos internacionales de los cuales el Ecuador es signatario, y ante todo para dar cumplimiento a los postulados que en lo referente a movilidad humana se tiene en la Constitución del país.
  4.  Es importante fortalecer de manera inmediata el accionar de la Defensoría del Pueblo y de la Defensoría Pública en la zona de frontera, en forma coordinada con su par en el lado colombiano; para de esta manera garantizar acceso a mecanismos concretos de protección de derechos.
  5.  También hacemos un llamado a los organismos internacionales, en particular a las de Naciones Unidas, para implementar acciones de carácter binacional que prevengan el escalamiento de violencia y sus implicaciones a las poblaciones, sobre todo en la zona de frontera.
  6. De nuestra parte como organizaciones de la sociedad civil, reforzaremos el espacio de encuentro, diálogo y articulación entre Ecuador y Colombia; lo que nos permita mejorar los sistemas de alerta temprana, generar información preventiva adecuada, establecer monitoreos integrales en la zona e implementar acciones de protección y atención a los derechos de las personas afectadas por estas situaciones.
  7.  Expresamos nuestra solidaridad con las lideresas y líderes sociales y defensores de derechos humanos, quienes participan activamente en la implementación de los acuerdos de paz; y que han sido víctimas de asesinatos sistemáticos en Colombia

 Fuente: CPAL SJ 

Diplomatura en Educación en Contextos de Pobreza – Fe y Alegría

La Red de Colegios Fe y Alegría estará brindando una diplomatura sobre educación en Contextos de Pobreza, en la Universidad de San Isidro, Buenos Aires, Argentina.

La Diplomatura significará, para quien la realice, un proceso de aprendizaje que estará basado en los cuatro pilares que constituyen la propuesta educativa de Fe y Alegría. Los mismos encuentran inspiración en los desarrollos pedagógicos de Paulo Freire.

  1. El pilar ético da cuenta de la postura (consciente o inconsciente) expresada a través de valores que están anclados en toda acción transformadora con, para y desde las personas en situación de vulnerabilidad.
  2.  El pilar epistemológico que refiere a la interpretación del conocimiento como fenómeno humano y social.
  3. El pilar pedagógico que indica cómo se lleva a cabo el proceso educativo.
  4.  El pilar político que implica tomar una postura definida desde el rol que cada persona tiene en este mundo.

Objetivos de la Diplomatura

– Resignificar los elementos fundamentales que componen la concepción de la Educación Popular desde la práctica y reflexión de Fe y Alegría en Argentina.

– Tomar conciencia del significado y la actualidad de la educación como visión y práctica educativa de transformación personal y social.

– Incorporar los conocimientos y la reflexión en nuestras prácticas educativas desde el enfoque contextualizado.

– Hacer de la práctica cotidiana de la educación, una herramienta de transformación personal, comunitaria y social.

Destinatarios

Agentes de educación en contextos de vulnerabilidad que se comprometan a resignificar sus prácticas como recurso para la transformación social.

Para más información usi.edu.ar/diplomaturas-y-cursos/

FLACSI: Nuevo Plan Estratégico 2018 – 2020

La Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús – FLACSI comenzó enero con la implementación del IV Plan estratégico de la Federación, correspondiente al periodo 2018-2020.

El proceso de preparación involucró a los integrantes del Equipo Central de FLACSI, quienes, desde noviembre de 2016, por medio de cuatro jornadas de trabajo presencial en Chile y en Colombia y de trabajo virtual permanente, tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre el contexto, la misión y naturaleza de FLACSI y el impacto generado a través de los programas federativos en curso. En la fase final de diseño del plan, la reflexión fue enriquecida con los aportes del Padre General, a través del discurso compartido durante el Congreso Mundial de Delegados de Educación de la Compañía de Jesús y con las contribuciones hechas por los miembros de la Asamblea General de FLACSI.

Este Plan Estratégico tiene como fin contribuir a la visión de proyectar a FLACSI como una Red Educativa que sea referente para impulsar una propuesta educativa que emana de la Espiritualidad Ignaciana, concebida para promover una formación en la Excelencia Humana Integral y con altos estándares de calidad. Asimismo, de consolidarse como instancia central en la proyección de sus redes y colegios miembros hacia el mundo.

Para el logro de este objetivo se estará trabajando para responder a dos desafíos centrales:

  • La promoción de una Propuesta Educativa que invita a la Renovación y la Innovación
  • La Formación de Ciudadanos Globales al Servicio de nuestra Misión de Reconciliación.

Para responder a estos desafíos, las acciones contempladas para el periodo se desarrollarán desde 2 programas y 12 proyectos articulados a 7 estrategias, cuyo desarrollo permitirá avanzar hacia la visión trazada, en concordancia con los fines de la Federación y contribuyendo al servicio de la Misión de la Compañía Universal.

Se invita a todos los integrantes de nuestras comunidades educativas a conocer el plan para integrarlo en sus procesos de reflexión y planificación, con el horizonte de sumar esfuerzos que permitan enriquecer el trabajo común por la educación que impulsamos en el continente.

Fuente: CPAL SJ 

 

Se Acerca el MAG+S 2019

El MAG+S 2019, organizado por la Provincia Centroamericana, ha sido lanzado la semana pasada y convoca a los jóvenes ignacianos de todo el mundo. Te dejamos aquí algo de información para que sepas de qué se trata. 

Hace 5 días el Papa Francisco abrió las inscripciones a la Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar en Panamá en enero de 2019.

Un día más tarde, la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús lanza MAG+S 2019, el encuentro más grande de jóvenes ignacianos para preparar el camino hacia la JMJ.

¿Qué es MAG+S?

MAG+S es un encuentro mundial de jóvenes que cultivan la espiritualidad ignaciana, organizado por la Compañía de Jesús en los días previos a la Jornada Mundial de la Juventud. Participan jóvenes de distintos lugares del mundo, a quienes se les propone un itinerario de actividades espirituales, culturales y pastorales, que los convierten en compañeros en la vivencia de una aventura humana y espiritual.

Jóvenes que, movidos por una sed inagotable de encontrar la voluntad de Dios en el mundo, aceptan la invitación a peregrinar, dejándose cuestionar por la realidad y por el Señor, del modo que lo hizo San Ignacio de Loyola, peregrino en la búsqueda incesante de Dios.

MAG+S 2019

MAG+S 2019 es organizado por el grupo de países que conforman la Provincia Centroamericana de la Compañía de Jesús: Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá. Los jóvenes ignacianos de todo el mundo que participen en este encuentro, se dividirán en grupos (uno por país) para vivir experiencias de peregrinación, acción social, ecología, memoria histórica, arte y cultura.

¿Quieres Participar?

La selección e inscripción de los jóvenes que representarán a los miles de jóvenes ignacianos de cada Provincia Jesuita se realizará a través de las Oficinas o Responsables de Pastoral Juvenil y las Redes Juveniles Ignacianas.

Fuente: CPAL SJ 

P. General Arturo Sosa sobre «Discernimiento Común y Planificación Apostólica»

Compartimos la intervención del P. General Arturo Sosa SJ, en la reunión «Discernimiento Común y Planeación Apostólica» realizada del 6 al 9 de febrero en la Curia General de Roma. En ella participaron delegados de las seis conferencias de provinciales jesuitas.

Taller de Discernimiento y Planificación Apostólica

Bienvenidos todos y cada uno de ustedes a este Taller

  • Estoy muy contento que hayan podido venir y estoy muy contento con la realización de este Taller.
  • Ustedes representan diferentes partes de la misión de la Compañía de Jesús. Ustedes son Jesuitas, religiosas, laicos, hombres y mujeres, todos dispuestos a ayudarse los unos a los otros en este campo del discernimiento y de la planificación… y dispuestos a ayudar a la Compañía de Jesús en esta tarea. Cada uno tiene conocimientos y experiencias diferentes y han trabajado en esta área. Ustedes han ayudado a grupos, han trabajado con temas de espiritualidad ignaciana, cada uno trae experiencias valiosas de diferentes partes del mundo.
  • La invitación de esta semana es que puedan compartir esa experiencia, aprender los unos de los otros, y prepararse para acompañar un proceso largo, complejo y maravilloso de todo el cuerpo de la Compañía de Jesús.

La Compañía vive un momento clave de su historia en un mundo más complejo

Nos hemos convertido en un cuerpo apostólico multicultural. ¡Miren a su alrededor! Queremos caminar hacia un cuerpo apostólico intercultural para cumplir nuestra vocación ‘católica’. Queremos caminar juntos, religiosos y laicos, para encarnar la Iglesia Pueblo de Dios (Vaticano II).

La Compañía en todo el mundo está enfrentando elecciones clave.

  • Hay muchas llamadas. Y como jesuitas, junto con nuestros compañeros de misión, no podemos seguir respondiendo a un número indefinido de necesidades.
  • Durante muchos años hemos buscado definir nuestra misión. Por ejemplo, nuestra misión de Fe y Justicia (CG 32). Nuestra misión de diálogo con otras religiones y otras culturas (CG 33). Nuestra misión de reconciliación (CCGG 35 y 36). Hemos estado buscando el “Qué”. De hecho, hemos estado demasiado tiempo dedicados a buscar el “Qué” de nuestra misión, de modo que tenemos muy poco que añadir.
  •  Ahora nos damos cuenta de que el cómo hacemos nuestra misión y cómo discernimos nuestra misión es algo crucial. La última Congregación General nos ha pedido enfocarnos en el “cómo”.

El último domingo leímos en la eucaristía el texto de Marcos 1, 29-391.

• Jesús tuvo un éxito apostólico extraordinario en Cafarnaúm. Todos estaban muy contentos. La tentación para sus discípulos era quedarse allí. Jesús, por su parte, después de la experiencia apostólica se fue a orar. Podríamos decir que hizo un Examen de su experiencia, como un primer momento de discernimiento sobre su próximo paso. Jesús sigue el Espíritu y elige ir a otras partes… una misión renovada, fue a otra frontera, si usamos el lenguaje del P. Nicolás.

• Tal vez este puede ser un modelo para la Compañía de Jesús para evitar quedarnos donde estamos cómodos, donde estamos acostumbraos y donde hemos tenido un éxito apostólico importante. Necesitamos evaluar nuestro compromiso apostólico y avanzar haciendo un Examen de nuestra experiencia, agradeciendo a Dios por lo que Él ha estado haciendo a través nuestro y que nos haga disponibles para avanzar en una nueva dirección. Él nos irá mostrando la manera cómo quiere que colaboremos con su acción en este momento particular de la historia de la humanidad. Un modelo que requiere discernimiento en común.

La Iglesia, bajo el liderazgo del Papa Francisco, quiere moverse hacia delante de un modo más apasionado y firme. Queremos movernos en la misma dirección y con el mismo entusiasmo, como nos lo pide nuestra vocación.

• Para hacer esto, necesitamos estar en contacto con el Espíritu de Dios, que nos guía.

• Este Espíritu anima toda la creación y está presente en cada bautizado, en cada bautizado y más allá, también está presente fuera de la Iglesia. El Espíritu “se mueve a donde quiere”. Esta semana, escuchen al Espíritu en ustedes mismos y en otros. Podemos ayudarnos a escuchar – esa es la belleza del discernimiento en común y de la conversación espiritual.

• El discernimiento está en el corazón de las enseñanzas del Papa Francisco. Con frecuencia el habla de discernimiento. Si buscan en Internet la palabra ‘discernir’, o revisan los textos del Papa Francisco, es una palabra que usa de modo permanente. El sabe que la iglesia necesita desarrollar este carisma del discernimiento. Ustedes son un grupo privilegiado porque saben mucho de este tema. ¿Cómo podemos hacerlo más accesible en la Iglesia y cómo podemos ayudar al Papa Francisco en la transformación de la Iglesia en esta dirección?

• Seguramente, ayudando a muchos a discernir a nivel personal y facilitar en nuestros apostolados y comunidades a discernir en común. Tenemos los medios. Tenemos que hacerlos más accesibles.

• Ciertamente, el discernimiento en común puede ser complicado. En un grupo se producen muchas mociones y reacciones que hacen complejo el proceso. Pero todos podemos ayudarnos a escuchar mejor y así discernir mejor.

Discernimiento

• A nivel personal, el discernimiento se ha desarrollado muy bien en los últimos 40 años. El Secretariado –conocido como el CIS– hizo un gran trabajo para promoverlo.

• Ha habido crecimiento en los retiros personalizados y en el acompañamiento. Hemos mejorado en la capacidad de compartir sobre nuestra fe y hemos adquirido un vocabulario para hablar de los movimientos que suceden dentro de nosotros.

• Por tanto, la invitación en esta etapa de nuestra historia es a desarrollar el discernimiento en común.

• Una de sus tareas esta semana es presentar los principios, las herramientas y las metodologías clave para el discernimiento en común.

• Eso no es tan fácil ya que provienen de diferentes contextos culturales. Pero es importante. Si logramos construir esa base común, podemos avanzar.

• Sé que ha habido una preocupación sobre por qué el discernimiento en común no ha “pegado” en la Compañía. Creo que una razón es que permaneció en bolsas geográficas (por ejemplo, América del Norte, Francia, Bélgica o zonas de América Latina). Por esta y otras razones, hemos carecido de una metodología global. Esto tiene que cambiar y mi esperanza y deseo es que el taller de esta semana ayude a cambiarlo.

Otro asunto clave es vincular el discernimiento en común con la planeación apostólica.

• A veces, cuando se trata de planificar, las personas tienden a abandonar el discernimiento para «ser prácticos». El discernimiento de alguna manera es visto como demasiado «espiritual» o demasiado «abstracto».

• Existe el temor de que no produzca resultados. Por supuesto, necesitamos ser prácticos. Sin embargo, tenemos que hacerlo a través del discernimiento.

• Por lo tanto, ese es el desafío: vincular el discernimiento en común con la planificación apostólica.

• Les pido que trabajen este tema en los próximos días y que se aseguren de que logren una integración.

Hablemos de los recursos.

  • Hay muchos artículos escritos sobre el discernimiento en común en diferentes idiomas. Cada uno de mis tres predecesores (el P. Nicolás, el P. Kolvenbach y el P. Arrupe) escribieron cartas a toda la Compañía. Y su aliento fue de gran ayuda.
  • También hay muchos recursos sobre planificación y sobre planificación apostólica.
  • Queremos unir esos recursos y ponerlos a disposición de todos. No es suficiente si están escondidos en alguna biblioteca en algún lugar. Un banco de recursos en línea será un verdadero avance. Esperamos establecer un sitio web o lanzar una plataforma de aprendizaje de Moodle donde esto pueda suceder.
  • La Oficina de Discernimiento en común tiene un papel clave en esto, especialmente con su nuevo gerente de proyecto. Solicito la colaboración de todos ustedes para ayudar a la Oficina en esa tarea. Pueden comenzar esta semana y su papel en poner esto junto será clave.

Hemos tratado de diseñar esta semana de tal modo que puedan profundizar en los temas y, al mismo tiempo, puedan obtener un fruto práctico. Porque no han venido solo a participar de un taller. Ustedes tienen la misión de salir de este taller y ofrecer capacitación en discernimiento en común y en planificación apostólica en sus diferentes Provincias, Regiones y Conferencias.

  • La parte práctica implica trabajar los principios y metodologías principales, comenzando un banco de recursos y, en los últimos dos días, trabajar con los Presidentes de la Conferencia y también con los Asistentes Regionales para decidir cuáles serán los próximos pasos después de este taller.
  • Esas llamadas de Skype con los Presidentes de sus Conferencias y las discusiones con los asistentes regionales son esenciales e importantes. El Presidente sabe lo que la Conferencia necesita y el Asistente Regional conoce bien nuestros propios deseos aquí en la Curia y en las Regiones locales.
  • Aprovechen su experiencia para tomar decisiones el viernes sobre los próximos pasos que deben dar. No se vayan sin haber tomado decisiones prácticas.

En mi carta del 27 de septiembre de 2017 sobre el discernimiento en común, señalé nueve propiedades esenciales. Solo las voy a mencionar para recordar la carta que ya conocen.

• En ella hablé de:

  1. Escoger bien la materia del discernimiento.
  2. Saber quién debe tomar parte del proceso.
  3. Libertad interior.
  4. Unión de mentes y de corazones.
  5. Conocimiento sobre cómo discernir.
  6. Oración en común.
  7. Conversación espiritual.
  8. Práctica sistemática del Examen.
  9. Establecer cómo se va a tomar la decisión final.

Todos estos elementos deben estar presentes, sin excepción. Tal vez puedan añadir algunas sugerencias más a partir de su experiencia.

• Espero que estos elementos sirvan de marco de referencia para que la metodología que están diseñando siga adelante.

En nuestro Consejo General y especialmente en el Consejo Ampliado (Consiglio Allargato) hemos estado utilizando la metodología de la conversación espiritual.

• La hemos encontrado muy rica.

• Espero que también puedan hacer uso de ella durante sus reuniones.

• No es un discernimiento en común, pero es una herramienta esencial – una especie de fundamento – en el que el discernimiento en común puede desarrollarse.

• Como ya lo he dicho, tenemos especial interés en aprender cómo podemos integrar este proceso con la planificación.

De nuevo, gracias por venir a participar de este taller.

• Estaré atento a los resultados de su trabajo al final de esta semana y tener sus recomendaciones para mí y para mi Consejo sobre cómo avanzar en este proceso.

• Agradezco al Comité Organizador por preparar esta reunión y agradezco a cada uno de ustedes por venir.

Por favor, oren por mí, y pueden estar seguros de que los tendré muy presentes en mi oración durante estos días de reunión.

Fuente: Jesuitas Latinoamérica