Asamblea CONFAR 2022

Los Superiores/as Mayores de las Órdenes, Institutos y Congregaciones en la Argentina y la Conferencia Argentina de Religiosas y Religiosos (*CONFAR*) se reunieron presencialmente después de dos años de virtualidad, en la localidad de Pilar.

Bajo el lema “La escucha desata la travesía”, la Asamblea se dispuso, en actitud orante, a recoger la vida, los dolores y esperanzas de estos tres años y a preparar los oídos para disponerse a la escucha.

En un comunicado reconocieron que la pandemia los puso descarnadamente frente a los límites, y se visualizaron las dificultades vinculares, las crisis de sentido, las autorrefencialidades, los miedos a la muerte, a los riesgos, a la novedad, los abusos en la vivencia de la autoridad; las muertes a causa de Covid 19, y también las opciones al camino vocacional.

Al mismo tiempo, reconocieron las esperanzas que los movilizan: nuevas formas de fraternidad y sororidad, nuevos cuidados para cuidar, nuevas maneras de intercongregacionalidad, de misión compartida, con la certeza de la manifestación de Dios en el dolor y la fragilidad.

El pueblo es el faro que les indica “el hacia dónde” de la vocación consagrada: “constatamos que Jesús con rostro pobre, enfermo, anciano, samaritano, ha estado en nuestro caminar”. Profundizaron los retos de la sinodalidad expresados por la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe, tomando conciencia de “que no cualquier caminar al lado es sinodal y que, no por mucho nombrarlo lo estamos viviendo”.

En discernimiento eligieron la nueva Junta Directiva Nacional que los animará en este trienio presidida por Inés Greslebin aci, secundada por Daneil Fleitas ofm y María Bigozzi, misionera diocesana. Rafael Velasco sj integrará el equipo como vocal.

El nuevo equipo los anima a ser testigos del nuevo fuego aprendiendo como vida religiosa a seguir tejiendo redes vinculares que convoquen a más hermanos y hermanas. Finalmente, pidieron que las mujeres, primeras apóstoles de la Resurrección junto a María, alienten el anhelo de ser fuegos que encienden otros fuegos en los nuevos contextos donde les toque servir.

Serie 7 pecados capitales: orgullo

Una serie de José María Rodriguez Olaizola para pastoralsj.org

“Pecados son aquellas circunstancias

en las que uno elige y apuesta

por cosas que hacen que la vida

– propia y ajena – sea menos plena.”

Hay un orgullo bueno y necesario. Te puedes sentir orgulloso de un hijo, de un logro, de un amigo. O de ti mismo, cuando has sido capaz de hacer algo que merece la pena. No se trata de no valorar lo que uno es, o lo que uno hace. Pero hay un orgullo diferente, mucho más destructivo. También se conoce como vanidad, o como soberbia, o tantas otras formas de llamarlo. Es esa mirada que se coloca a uno mismo tan en el centro, tan en un pedestal, tan hinchado y contento de sí, que te hace ciego –o indiferente– a los otros. Es estar encantado de ti mismo, desde una mirada complaciente con tus fortalezas; tanto que te olvidas de tus pies de barro y tu limitación. Es creerte el ombligo del mundo.

He ahí el problema. Porque si el mundo se convierte en una competición de egos entonces no queda mucho espacio para el diálogo, para el encuentro, para el amor (o solo lo hay para el amor propio). Si solo construyes desde la autocomplacencia y la mirada a ti mismo, te terminas encerrando en una burbuja que te aísla. Y esa burbuja, al final, y aunque ni te des cuenta, es una prisión en la que estás solo. Muy contento de ti mismo, pero solo, convirtiendo a los demás en meras comparsas o palmeros de los que solo esperas aplauso y reconocimiento.

Alternativa. Frente a ese orgullo, la respuesta es la humildad. Humildad que, decía santa Teresa, es andar en verdad. No se trata de ningunear los propios talentos o de minusvalorar(se). Se trata de reconocer y expresar, con sencillez, quién es uno. Humildad es agradecer las capacidades y talentos –que las tenemos–. Y también reconocer las asignaturas pendientes y los defectos –que también–. Es la perspectiva suficiente como para que la mirada te lleve, más allá de ti, a los otros, allá donde haya encuentro verdadero.

José María Rodríguez Olaizola, sj

Fuente: pastoralsj.org

Podcast radial «En buena compañía»

«En buena compañía» es el nombre del programa radial producido por la Red de Radios jesuitas de la CPAL, cuya finalidad es dar a conocer la labor que realizan las obras, instituciones, parroquias y centros educativos y de acción social vinculados a la Compañía de Jesús y que están presentes en América Latina.
Como parte del equipo de producción se encuentran el P. Lucas López SJ, miembro del equipo central de la CPAL, y Alexander Medina, quien también es el locutor principal del programa.
El programa, que dura 15 minutos, va intercalando en cada emisión micronoticias, reportajes y entrevistas de cada una de las provincias jesuitas, así como historias y música de nuestros países latinoamericanos, y tiene un espacio para la actualidad de la Provincia chilena de la Compañía de Jesús.
«En buena compañía» se difunde todos los viernes a lo largo de cada semana en las emisoras jesuitas. También puedes escuchar los programas en IVOOX y SPOTIFY. https://open.spotify.com/show/05XXURmwdy4lg6Knh7Wez9

AUSJAL: Cooperación académica

A fines de marzo tuvo lugar, en la Universidad Católica de Uruguay, el IX Encuentro de la Red de Homólogos de Cooperación Académica y Relaciones Interinstitucionales (CARI). Esta red de homólogos está conformada por académicos y profesionales de las universidades que forman parte de Ausjal.

Ausjal es una red de redes que articula 31 universidades e instituciones de educación superior confiadas a la Compañía de Jesús en 14 países de América Latina. A su vez forma parte de una red de 200 universidades jesuitas en el mundo. Este trabajo en red tiene como objetivo apuntalar la formación integral de toda la comunidad universitaria y fomentar la cooperación entre sus miembros.

En este marco, el encuentro permitió que los participantes conozcan el estado y avance de las experiencias internacionales de cada una de las universidades e instituciones, y los resultados de distintos programas.

También se presentó el estado de los proyectos de la red, la planificación de la edición 2023 y la elección del equipo coordinador.

Fuente: ucc.edu.ar

Reflexión del Evangelio – Domingo de Pascua

Domingo de Pascua de la Resurrección del Señor – Ciclo C (Juan 20, 1-9)

Ninguno de los cuatro evangelios nos cuenta el “hecho” de la Resurrección del Señor. Lo que nos narran los evangelios es el proceso de la fe en la Resurrección de los discípulos y de las primeras comunidades cristianas. Un proceso que comienza con el sencillo relato que nos presenta hoy el evangelista Juan. Un relato que tiene tres protagonistas: María la Magdalena, Pedro y “el otro discípulo, a quien Jesús amaba” que la mayoría de exégetas identifican con Juan.

Este proceso de fe en la Resurrección de Jesús comienza de un modo muy sencillo: “vieron”. El verbo “ver” es el verbo central en este evangelio de hoy: se repite hasta cuatro veces. En este relato no “ven” a Jesús Resucitado: lo que ven es un sepulcro vacío. La Magdalena “vio la losa quitada del sepulcro”; el otro discípulo que llega antes que Pedro, pero no entra “vio los lienzos tendidos”; Pedro cuando entra ve “los lienzos tendidos y el sudario con el que le habían cubierto la cabeza, no con los lienzos, sino enrollado en un sitio aparte”. Cuando entra el otro discípulo “el que había llegado primero al sepulcro, vio y creyó”. Ha visto lo mismo que los demás, pero cree: ha entendido lo que decía la Escritura “que él había de resucitar de entre los muertos”.

Tan sencillo como eso, tan misterioso como eso. Seguramente nosotros hubiéramos pensado en otro “modelo” de Resurrección: aparatoso, triunfal, espectacular, lleno de efectos especiales y capaz de apabullar a incrédulos y enemigos. Pero ese no ha sido nunca el estilo de Jesús: nacido en un pueblo perdido de un país insignificante, escondido durante treinta años, muerto como un delincuente en la cruz y fuera de la ciudad. Había que tener fe para creer en él como el Mesías de Dios, hay que tener fe para creer en su Resurrección.

La fe no es nunca un proceso fácil: es una gracia. Acaba el relato de hoy diciendo que “los dos discípulos se volvieron a casa”, seguramente a hacer algo tan íntimo como compartir la experiencia que cada uno de ellos había tenido esa mañana y lo que significaba. Que la fe en la Resurrección de Jesús que hemos compartido a lo largo de la historia millones de personas y que ha cambiado la vida de millones de personas haya comenzado de esta manera tan sencilla, tan íntima, tan humilde, ése es un auténtico milagro.

El discípulo que “vio y creyó” dice el evangelista que es aquel “a quien Jesús amaba”. El amor abre los ojos de la fe. Dice el refrán castellano que “ojos que no ven, corazón que no siente”; pero creo que el evangelio de hoy nos permite invertir los términos del aforismo popular y afirmar que “corazón que no siente, ojos que no ven”. Es el amor el que nos abre los ojos para ver todo lo que de “resurrección” hay en este mundo donde tan presente está la muerte.

Darío Mollá SJ

Fuente:centroarrupevalencia.org

Cáritas Argentina | Rendición 2021

Cáritas Argentina, como todos los años, presentó en el mes de marzo su informe económico. Allí detalla que aplicó un total de $1.283.041.351 durante el pasado 2021 para el desarrollo de su tarea social. La organización explica que ese dinero, distribuido proporcionalmente en las 24 provincias, fue empleado para la ayuda inmediata, la asistencia en las emergencias (como las registradas en la Comarca Andina, provincia de Chubut) y, principalmente, para el desarrollo de numerosos programas de promoción humana y comunitaria.

Entre estos últimos se destacan los programas de respuesta alimentaria, que llegaron a distribuir 1.903.325 raciones de alimentos; la conformación de 338 Centros de Encuentro y Cuidado Comunitario, en los que participan 25.350 personas; el Plan Emaús, que promueve la inclusión educativa de niños y jóvenes desde 186 espacios comunitarios; el acompañamiento y contención para personas con problemas de adicciones, a través de 84 Centros Barriales; junto a otras muchas acciones que promueven el cuidado de la primera infancia, la contención de niños y adolescentes, la promoción y capacitación para el trabajo o la autoconstrucción asistida de viviendas, por sólo mencionar algunas.

Compartimos el vídeo mensaje de Monseñor Carlos Tissera, Presidente de la Comisión Episcopal para Cáritas Argentina, sobre el destino de las donaciones 2021:

El informe completo se encuentra disponible en la página web de Cáritas Argentina, ingresando en: www.caritas.org.ar/rendicion-2021

Los principales ritos de Semana Santa

La Semana Santa comienza con el Domingo de Ramos, la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén, y se extiende hasta la vigilia del Domingo de Resurrección. Para los católicos es la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús, hechos centrales de nuestra fe. La fecha de la celebración es variable (entre marzo y abril según el año), ya que depende del calendario lunar.

La institución de la eucaristía, el Jueves Santo; la crucifixión de Jesús el Viernes Santo, y la resurrección en la Vigilia Pascual, durante la noche del Sábado Santo al Domingo de Resurrección, son las principales celebraciones y conmemoraciones que se viven esos días.

La Semana Santa es un tiempo de oración y reflexión, tiempo para asistir a retiros, confesarse y participar de las liturgias y eucaristías que se celebran como muestra de fe. También la religiosidad popular ha instituido otras demostraciones, como representaciones de la pasión y muerte de Cristo a través del Vía Crucis y procesiones.

Ya en los Evangelios, particularmente en el de San Juan, se menciona que en esos tiempos se daba cierto énfasis al recuerdo de la última semana de la vida de Jesucristo, con bastantes detalles de sus palabras y acciones desde su entrada a Jerusalén hasta la Crucifixión.

Del Domingo de Ramos se cuenta que grandes multitudes se congregaban en el Monte de los Olivos, donde cantaban himnos y antífonas y escuchaban lecturas, para volver luego en procesión a Jerusalén, acompañando al obispo y llevando palmas y ramas de olivo delante de él. El evento central de este día, era la procesión de las palmas, y después se celebraba la misa solemne. Tiempo después se agregó la bendición de los ramos, que se debían guardar en las casas.

El Jueves Santo es un día especial, ya que, además de culminar la Cuaresma, nos introducimos en los tres días más importantes del año litúrgico, lo que llamamos el Triduo Pascual. Por la mañana, todos los sacerdotes se reúnen en la Catedral y celebran la misa Crismal, donde renuevan sus promesas sacerdotales. En esa misma celebración se bendicen los santos óleos con los que serán ungidos los niños que recibirán su bautismo, los enfermos y quienes celebren el sacramento de la Confirmación durante el año.

En la tarde se celebra el mandato del lavado de los pies, en memoria de la preparación de Cristo para La Última Cena. La liturgia, vista como conmemoración de la institución del Santísimo Sacramento, se celebra con ornamentos blancos, en medio de cierta solemnidad. Se canta el “Gloria in excelsis”, durante lo cual se tocan todas las campanas, que luego permanecerán en silencio como forma de expresar el duelo durante las horas de la Pasión.

El Viernes Santo se vive con gran recogimiento la crucifixión y muerte de Cristo. Es un día de ayuno y de abstenerse de comer carnes, además que no se realizan misas (día alitúrgico). Se efectúa la Adoración de la Cruz y la lectura del Evangelio corresponde a toda la pasión, según San Juan.

La ceremonia del Sábado Santo ha perdido mucho del significado e importancia de la que gozaba en los primeros siglos de la cristiandad. Originalmente, se trataba de una extendida Vigilia o “ceremonia de la espera vigilante”, que se celebraba en las últimas horas del sábado y que terminaba a media noche. Hoy al término de la eucaristía con que termina la Vigilia Pascual se renuevan las promesas bautismales. San Agustín la menciona como “la madre de todas las santas vigilias”.

Finalmente, el Domingo Santo o Domingo de Pascua es la celebración más importante que tenemos los cristianos. La misa, con su gozoso Gloria, y el tañido de las campanas proclaman la Resurrección del Señor.

Cronología de la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús

  • Domingo de Ramos. Entrada triunfal de Jesucristo en Jerusalén.
  • Lunes Santo. Unción de Jesús en casa de Lázaro. Jesús expulsa a los mercaderes del Templo de Jerusalén.
  • Martes Santo. Jesús anticipa a sus discípulos la traición de Judas y las tres negaciones de Pedro.
  • Miércoles Santo. Judas Iscariote conspira con el Sanedrín para traicionar a Jesús por treinta monedas de plata.
  • Jueves Santo. El Jueves Santo se celebra la última cena de Jesús de Nazaret con sus discípulos, la institución de la eucaristía, el orden sacerdotal y el lavatorio de pies.
  • Viernes Santo. Durante el Viernes Santo se recuerda la pasión de Cristo y el momento de su crucifixión en el Calvario para salvar al hombre del pecado y darle la vida eterna. Este día, los fieles católicos guardan ayuno y abstinencia de carne como penitencia. Prisión de Jesús. Los interrogatorios de Caifás y Pilatos. La flagelación. La coronación de espinas. Vía Crucis. Sepultura de Jesús.
  • Sábado Santo. Jesús en el sepulcro y su descenso al lugar de los muertos. Por la noche la Vigilia Pascual.
  • Domingo Santo. El Domingo de Resurrección, conocido también como Domingo de Pascua, conmemora la resurrección de Jesucristo al tercer día después de su crucifixión y su primera aparición ante sus discípulos. Es un día de suma alegría para los fieles y es interpretado como la esperanza de una nueva vida.
  • Triduo Pascual de Semana Santa
    Como Triduo Pascual se denominan los tres días de la Semana Santa en que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo: Jueves Santo, Viernes Santo y Sábado Santo. Concentra los momentos más importantes del año litúrgico en el cristianismo.

Fuente: jesuitas.cl

Cristóbal Fones SJ y OPA Canta Irala: «Hace falta gente»

«Hace falta gente que riegue el futuro
con sangre y estrellas de liberación.
Hace falta gente que piense en los niños,
que piense en los pobres en nombre de Dios».

Cristóbal Fones SJ nos presenta a través de su sitio web una nueva canción: «Hace falta gente». Se trata de una composición del año 1984 de Casimiro Irala, sacerdote jesuita de gran trayectoria en la música religiosa y fundador del Grupo OPA en Brasil. Es a pedido de esta fundación que Cristóbal graba una nueva versión del tema, recreando el texto con una mirada actualizada sobre la realidad.

«Nos acercamos a la celebración del Misterio Pascual en Semana Santa y el contexto de la guerra en Ucrania, las múltiples formas de violencia estructural y delictual en nuestro continente, la conciencia de los abusos y delitos cometidos por miembros de nuestra comunidad a personas vulnerables, los desafíos de equidad de género y las nuevas luchas de poder en nuestros pueblos remecen el corazón y exigen de nosotros un espíritu atento, audaz, dispuesto, vigilante.» Afirma Cristóbal Fones.

Compartimos la letra y el vídeo de la canción:

Hace falta gente

Letra y música: Pe. Casimiro Irala, SJ
Producción “OPA canta Irala”, 2022.

Producción musical: Luciano Valdebenito
Ingeniero de sonido: Alfonso Pérez

Guitarras, bajo y percusiones: Luciano Valdebenito. Quenacho: Tomás Carrasco. Piano: José Patricio Fuentes.

Hace falta gente que al abrir el surco
Piense en la semilla, el fruto y la flor…
Hace falta gente que palpe la tierra
Con manos de virgen, con manos de Dios

Vibrante, es la voz de Dios amante
Ven, sigueme, toma tu cruz.
Ven conmigo

Hace falta gente que entone su canto
Con alma y con vida, sin miedo de amar
Hace falta gente que viva martirios
Audaz sacerdocio, sublime ideal

Doliente es la voz del continente
En su dolor quiere la luz,
quiere abrigo

Hace falta gente que riegue el futuro
Con sangre y estrellas de liberación
Hace falta gente que piense en los niños,
Que piense en los pobres en nombre de Dios

Vibrante es la voz de Dios amante
Ven, sigueme, toma tu cruz,
Ven, amigo. Ven, amigo…

Los jesuitas en Mendoza lanzaron una nueva página web

La Compañía de Jesús presente en Mendoza lanzó un nuevo sitio web en el que podrás seguir las actividades y proyectos para sus distintos ámbitos de misión: Parroquias y Templos, Educación, Espiritualidad, Pastoral Social y Jóvenes.

«Somos un espacio común de todos los proyectos vinculados con los Jesuitas en Mendoza. Este complejo y heterogéneo lugar de intercambio quiere habilitar y profundizar vínculos sanos entre las diferentes organizaciones ignacianas y el medio en el que compartimos historia.»

También se podrá encontrar allí una sección que se actualizará con novedades y otro ítem con datos de contacto por consultas o solicitud de información.

Accedé a la nueva plataforma 📲 jesuitasmendoza.ar

Congreso de Justicia y Ecología en Loyola

El Centro de Espiritualidad de Loyola (España) convocó, del 28 de marzo al 1º de abril, a un grupo de 153 delegados de 26 naciones. Su objetivo específico era programar el futuro del Apostolado Social en Europa y Próximo Oriente. Planeado desde hace más de un año, el Congreso “Justicia y Ecología” pretendía llegar a ser un hito dinamizador en los procesos de “renovación profunda” y planificación de las redes relevantes, es decir: el Servicio Jesuita a Refugiados, los Centros Sociales, EcoJesuit, la red de Delegados para el Apostolado Social y la Red Xavier, entre otros.

En su discurso de apertura, el P. General recordó que el Congreso era una oportunidad para experimentar la “sinodalidad en acción”. Como medio para encarnar ese objetivo, un “Equipo de Acompañamiento” fue creado. Sus miembros se reunieron varias veces para prever la redacción de un documento final, un texto que servirá de protocolo oficial del Congreso y de estímulo para continuar su acción cuando los delegados regresen a casa.

El jueves por la mañana, el borrador del documento estaba listo para ser compartido y adoptado en la sesión plenaria. Al leerlo y debatirlo en pequeños grupos, se orientó a los participantes para que ofrecieran sus comentarios sobre el Documento del Congreso, especialmente en torno a su mensaje de clausura.

El documento, titulado “Llamados a la conversión”, es más que un resumen de la actividad de la semana; es sobre todo una especie de provocación que puede ser retomada por las redes y los programas individuales. Se trata de un documento de trabajo destinado a apoyar nuestra implicación social y nuestras actividades, sugiriendo campos que han de ser explorados para establecer una renovación más profunda.

Fuente: jesuits.globlal/es