Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado (Isaías 9,5)
El nacimiento de Jesús nos habla de sencillez, humildad y paz profunda. Nos llama a encarnar vidas de compasión, desinterés y servicio. Guiada por estos valores, la Compañía de Jesús sigue inspirando a las personas a convertirse en hombres y mujeres para y con los demás, especialmente los más necesitados.
El año 2024 ha sido un tapiz de desafíos y triunfos: desastres naturales, conflictos y luchas políticas, pero también momentos de esperanza, solidaridad y alegría. En un mundo fracturado por la división y la incertidumbre, el mensaje de la Navidad brilla como un faro, animándonos a ser instrumentos de luz, llevando el amor y la gracia de Dios a nuestras familias, comunidades y más allá.
Esta Navidad, llevemos cerca de nuestro corazón a los que luchan: los sin techo, los que están solos, los enfermos y los que anhelan la curación y la reconciliación. Que la alegría del nacimiento de Cristo nos inspire a trabajar incansablemente por un mundo enraizado en la justicia, la dignidad y la compasión para todos.
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