Mis Estudiantes Saben más del Dios de Jesús que su Profesor
El jesuita Emmanuel Sicre SJ comparte su testimonio como profesor de materias relacionadas con la fe y cuenta alguna de las reflexiones de sus alumnos respecto de aquello en que les ha ayudado la materia para comprender el misterio de Dios.
Por Emmanuel Sicre SJ
El jueves dimos cierre a nuestra clase de teología para los estudiantes de diferentes carreras en la Universidad Javeriana. La materia se llama “Vida y horizontes creativos” y desde hace tres semestres, con distintos grupos, venimos trabajando el tema del arte como mediación para la experiencia de lo trascendente en el ser humano. Es decir, cómo a través de la dimensión estética de la vida podemos ser más humanos y, por tanto, más cercanos al misterio de Dios.
Como es evidente muchos de los que participan no creen necesariamente en Dios, y con el correr de las clases, vamos dándonos cuenta de que el Dios de Jesús es muy diferente a ese “dios social” o “institucional” que anda circulando dentro de esa palabra tan vacía de sentido para muchos.
Lo impresionante es que cuando llegamos a ver cómo un hombre como Jesús de Nazaret es el Cristo, Hijo de Dios, las cosas cambian de perspectiva. El gran mensaje y acción de Jesús comienza a tener forma en sus mentes y corazones para descubrir que lo que más desea el hombre de toda historia, es lo mismo que Dios desea y le ofrece en su Reino: el amor, la felicidad, la paz, el bien. ¿Qué más queremos si tenemos esto?
Así, vimos cómo la dimensión y función social del arte tiene correlaciones interesantísimas con la justicia del Reino que busca dignificar al hombre abatido por el descarte social. Pero también vimos cómo Jesús a través de los cuentos, las parábolas, las comparaciones tramposas que siempre hacía y que contienen los evangelios, comunicó su gran mensaje de amor entre los hombres invitándolos a una nueva relación con su Padre, más gratuita y libre.
Al leer las síntesis de sus aprendizajes finales quedé sorprendido y tremendamente agradecido. Aquí van algunos testimonios –con “nombres artísticos”- de lo que respondieron a la pregunta: “¿cómo le ayudó esta materia a relacionarse con aquello que se dijo sobre el Dios de Jesús y su dimensión trascendente referida al misterio?”:
- “El hecho de comprender que los mensajes de Dios no vienen “literalmente” claros, me permitió comprender que el mensaje llega, pero para quien lo busca y se esfuerza por encontrarlo.” (Tamara)
- “Hay que saber más a fondo toda su enseñanza, ya que, como ser humano, era como nosotros, y quería un mundo mejor. Para mí ahora Jesús no es más un Dios ni una inmaterialidad es un ser humano que tiene algo valioso para decirnos.” (Jaider)
- “Pude comprender que hay cosas que van más allá de mi entendimiento y que todo se revelará su debido tiempo”. (Pablo)
- “Me ayudó ver al Dios de Jesús de una manera muy diferente ya que comprender que, por ejemplo, las cosas no funcionan como “hago algo bueno, obtengo un premio, hago algo malo, obtengo un castigo”, sino que, de manera gratuita, Dios nos acerca a su perdón, hace que para mí las cosas funcionen muy distinto respecto a cómo veía antes mi presente y mi futuro”. (Lisa)
- “Puedo entender más cómo Dios logra ayudarme a trascender con todas las dimensiones que me conforman y a ser mejor conmigo mismo, con los demás y lograr modelar mi forma de vivir de una manera más humana en compañía de Dios. No sabía que en verdad fuera tan creyente en Dios ni que le tuviera tanta confianza. Esto fue una novedad. Darme cuenta de que, gracias a Él a la clase, pude crecer un poco más como persona”. (José)
- “Aunque mi vínculo no sea el mejor, siempre puedo tenerlo presente en los diferentes momentos de mi vida, donde siempre podrá tener un diferente significado el cual me ayudará a entender el suceder de las cosas”. (Laura)
- “Entendí que Jesús más que ese ícono religioso fue simplemente una persona que a través de sus acciones reales mejoró la vida de quienes lo rodearon teniendo así un impacto en la sociedad”. (Romina)
- “Lo más importante es que el Reino es en la misma tierra y que muchas veces nuestros pensamientos nublan nuestro buen juicio y es Dios quien nos puede ayudar.” (Andy)
- “El misterio fue una pieza fundamental para poder darle y definir el sentido de mi vida, pues Jesús me enseña a hacer lo correcto está bien, pero hacer las cosas de corazón es mucho mejor”. (Orlando)
En fin, es notable cómo a través de un encuentro pedagógico puede haber también un espacio para que Dios hable, se manifieste, y nos consuele el alma.
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