Clausura del año ignaciano y Consagración al Sagrado Corazón de Jesús
En el día de ayer, acompañado por la comunidad ignaciana presente en Loyola y en el mundo, el P. Arturo Sosa SJ celebró una misa con ocasión de la Clausura del año ignaciano. Bajo la insignia «Ignatius 500», el año ignaciano comenzó el 20 de mayo de 2021, aniversario de la herida sufrida por Ignacio en Pamplona, y finalizó ayer 31 de julio de 2022, festividad de San Ignacio.
La celebración fue un momento para agradecer por este tiempo que la Compañía de Jesús dedicó a la reflexión y a la búsqueda de una mayor y mejor entrega en el mundo que vivimos y habitamos, así lo expresó el P. Arturo Sosa sj en su homilía: «Nuestro tiempo es tan complejo como lo fue el de Ignacio de Loyola. Si aquí en Loyola comenzó para él un nuevo itinerario de vida con su conversión, hoy, otra vez en Loyola, cada uno de nosotros recibe la invitación a comprometerse con generosidad en el servicio de los demás, con una entrega total. Ese ha sido el objetivo que nos ha acompañado a lo largo de este año ignaciano.«
Siguiendo la fórmula del padre Pedro Arrupe SJ (1972), Arturo Sosa SJ renovó la Consagración de la Compañía al Sagrado Corazón de Jesús e invitó a todas las comunidades ignacianas del mundo a sumarse a esta iniciativa. «Renovamos la consagración de la Compañía al Corazón de Jesús y te prometemos la mayor fidelidad pidiendo tu gracia para continuar sirviéndote a Ti y a tu Hijo con el mismo espíritu y el mismo fervor de Ignacio y de sus compañeros.«
Reviví la celebración aquí
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