Rafael Velasco SJ… ‘creer que Dios es el que nos ha llamado y el que nos sostiene y guía’
Carta del P. Superior Provincial con ocasión de la fiesta de San Ignacio de Loyola
Queridos Compañeros:
Pronto celebraremos a nuestro Padre San Ignacio. Es buena ocasión para volver a las Fuentes, para que re visitemos los escritos de Ignacio y, en particular, que hagamos los Ejercicios con devoción, de corazón; pero también que visitemos las Constituciones y sus cartas, es un buen homenaje a nuestro fundador.
Más allá de lo que la Compañía ha ido deviniendo en el tiempo en su esfuerzo por adaptarse a “los tiempos, lugares y personas”, nos hace bien volver a los textos fundacionales. Particularmente en este momento en el que estamos en proceso de elección del próximo provincial, me gustaría poner la mirada en algo que dice el Proemio de las Constituciones (134).
Allí se dice que “es la Suma Sapiencia y Bondad de Dios… la que ha de conservar y regir a la Compañía… y de nuestra parte, más que ninguna otra exterior constitución, la ley interior de la caridad y amor que el Espíritu Santo escribe e imprime en los corazones ha de ayudar para ello…”
Todo el edificio de la Compañía (diseñado en las Constituciones) se sostiene en la Suma Sapiencia y Bondad de Dios nuestro Señor. Y en la Caridad y Amor de nuestra parte. Necesitamos creernos eso, cada día, todos los días, con devoción. Necesitamos fe, creer que Dios es el que nos ha llamado y el que nos sostiene y guía, y que es Él el que guía nuestras obras, nuestras comunidades, y sostiene con su Bondad nuestros pasos, a veces cansados y frágiles…
Por otra parte, es la Caridad y Amor la que de nuestra parte va a hacer que este Instituto vaya adelante. Caridad apostólica para anunciar el Evangelio a la gente y Caridad fraterna para vivirnos como comunidad.
Cuando asumí este servicio, les confié mi credo personal; allí -entre varias cosas- les confiaba lo siguiente:
“Creo en la mirada Visionaria de Dios. Un párrafo acerca de nosotros: Hay quien afirma que no es verdad que “el amor es ciego”, sino que en verdad el amor es “visionario”; porque es capaz de ver en el otro lo que otros no ven, y que a veces ni el mismo sujeto ve. El amor es visionario porque ve lo más genuino y noble del otro aún contra las apariencias. Así de visionaria es la mirada amorosa de Dios. Él ve lo más genuino y noble que hay en nosotros (más allá de nuestros límites y pecados), y confía en nuestra mejor versión. Es una mirada que alienta, entusiasma y construye. Esa mirada visionaria entra en colisión –no pocas veces- con nuestras miradas heridas por el miedo, enojos, rencores, celos…Esa mirada desfigurada es fuente de desesperanza. De esa mirada surgen desvalorizaciones y descalificaciones y desde ese prisma, hasta pareciera que hay compañeros que ya no tienen lugar, ni remedio. Ese no es un camino de vida. Lo sé por experiencia.
Cuando conectamos, en cambio, con esa mirada Visionaria de Dios, entonces somos capaces de responder con generosidad y fraternidad; desde allí nos vivimos como hombres en misión, capaces de dar con generosidad, más allá de límites, sombras y agachadas personales. Y cuando la misión apostólica es desafiante respondemos mejor aún. Desde esa mirada nos descubrimos y sentimos Compañeros en una misión de reconciliación y justicia.
Le pido a Dios para mí y para todos, apostar cada día por esa mirada Visionaria Suya.”
Perdón por lo largo de la auto-cita, pero quería compartirla como un modo de gratitud a todos.
Que nuestro Padre Ignacio nos ayude a vivir con Fe en la Suma Bondad de Dios Nuestro Señor, y con Caridad y Amor del Espíritu Santo, y que así podamos ser fuente de Esperanza en este mundo.
¡Feliz día de San Ignacio!
Que Dios nos bendiga.
Fraternalmente,
Rafael Velasco S.J. Provincial ARU
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