La Misión entre personas, más que un trabajo
Ponemos a su disposición el artículo de Espiritualidad de la CPAL del mes de Mayo. Este mes, la reflexión está dirigida principalmente a la dimensión apostólica y al modo en que esta se lleva adelante; contraponiendo el simple cumplimiento de la tarea asignada; con el vivir la misión descubriendo la profundidad del llamado que se hace a quien se encomienda un proyecto en particular.
“Nuestra misión más que un trabajo es una relación entre personas” de Fernando Montes SJ es un texto entregado al P. Juan Pablo Cárcamo SJ, director del Centro de Espiritualidad Ignaciana de Chile, para su publicación promoción.
Allí reflexionamos sobre el sentido más hondo de la palabra misión, que es que ella, necesariamente, se refiere a una relación entre personas que se involucran en una acción. En el lenguaje corriente esto se ha desatendido y hasta olvidado.
Limitar la misión a una tarea a cumplir, a prioridades o a objetivos a alcanzar, significa vaciarla de sus contenidos más profundos.
Eso destruye la mística de la acción. Eso es particularmente grave al momento de formar los “agentes” encargados de ejecutar la misión.
Este vaciamiento de los elementos relacionales convierte a los agentes en meros activistas. Se los prepara para un trabajo y no para un encuentro o un seguimiento; la idea de servicio se empobrece.
De este modo hay que tomar conciencia que la primera prioridad al definir una misión, la prioridad de las prioridades es profundizar la relación que está en la fuente. Esto es tanto más necesario cuanto hoy existe el peligro en transformar la misión en un mero trabajo.
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