Artistas pintaron cisternas en San José del Boquerón
Artistas universitarios pertenecientes a las Universidades Nacionales de La Plata, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán y la Universidad del Arte de Bs As pintaron unas 50 obras de arte en las tapas de las cisternas de Piruaj Bajo, en San José del Boquerón, Santiago del Estero.
En lugares como estos, el agua se vuelve un recurso tan fundamental como escaso, por lo que es necesario revalorizarlo. Con este fin, el proyecto “Pintura al agua», motorizado por el Colectivo Cultural Piruaj Chico; que ganó en 2018 el Concurso de Arte y Transformación Social del FNA, y convocó a artistas plásticos para pintar 50 cisternas de cosecha de agua de lluvia en Piruaj.
Las cisternas, que se ubican en un radio de 2 km, fueron construidas por las familias, que contaron con el apoyo de la parroquia San José de las Petacas, el acompañamiento técnico del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), y con financiamiento del Ministerio de Desarrollo Social de Nación (mediante el programa ProHuerta).
¿Qué es una cisterna?
Una cisterna de placas es un reservorio de agua que se construye semienterrado, utilizando moldes para «cortar» las placas para facilitar la captación de agua de lluvia. Cada una permite almacenar 16.000 litros, con buena conservación, ya que cuenta con techo propio y, generalmente, un sistema de bombeo manual. La implementación masiva de cisternas de placas en regiones semiáridas de la Argentina da cuenta de la disminución de enfermedades en las poblaciones rurales, en especial de niños y niñas.
Además, las cisternas tienen bajo costo constructivo, en relación al costo del litro de agua almacenado, y requiere de una gran tecnología social en las fases de construcción y mantenimiento posterior, que involucra a toda la familia y, generalmente, a toda la comunidad.
Por qué se eligió el Paraje Piruaj Bajo
Los promotores del proyecto han elegido el lugar principalmente por la concentración de cisternas que encontramos, que responde a que esta localidad es uno de los lugares con un mayor índice de vulnerabilidad y pobreza de la zona y son muchas las dificultades para acceder al agua. Las personas tienen que caminar un kilómetro o más para conseguir agua para su consumo, que en muchos casos tienen alto contenidos de arsénico. Es agua de las napas freáticas.
La población de Piruaj tiene cerca de 100 familias y está transitando un proceso de autoreconocimiento como comunidad indígena, vinculada a las etnias lule y vilela.
Una de sus características es que las y los jóvenes eligen quedarse a vivir allí. Todos los años la escuela local aumenta su matrícula. Se trata de una población con mucha conciencia comunitaria y un fuerte vínculo con su territorio. Un territorio que está en conflicto porque una sociedad anónima de Buenos Aires compró títulos de sus territorios y se los está alambrando.
Fuente: Fondo Nacional de las Artes
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