Los jóvenes: Riqueza Necesitada de Transformación

El papa Francisco ha llamado a un nuevo sínodo en 2018, que esta vez tendrá como tema de discusión, reflexión y oración a la juventud (o juventudes) Con el objetivo de ayudar a toda la Iglesia a prepararse para dicha cita, compartimos este texto que compila algunos dichos del Pontífice sobre los jóvenes.

Por Hernán Quezada

Hace unos días el Papa Francisco convocó a un nuevo sínodo, esta vez con el tema: Los jóvenes, la fe y el discernimiento vocacional. Para ello se elaboró un documento de preparación al sínodo que plantea: “Cómo acompañar a los jóvenes para que reconozcan y acojan la llamada al amor y a la vida en plenitud, y también pedir a los mismos jóvenes que nos ayuden a identificar las modalidades más eficaces de hoy para anunciar la Buena Noticia”.

Francisco, creo yo, ha acertado en su análisis tratando de dar con una clave para responder a los grandes desafíos del mundo: Las juventudes. Es en los jóvenes en quienes nos jugamos muchas posibilidades, no por menos ha decidido sean también el tema de su oración este mes.

No sólo en el terreno de lo político son los jóvenes un actor estratégico, sino en los distintos ámbitos sociales y eclesiales resultan los jóvenes aliados estratégicos que hay que conocer, acompañar, incluir y escuchar.

Durante la visita del Papa Francisco a México en febrero del 2016 el tema de los jóvenes fue un tema central. En varias de sus intervenciones nos llamó a mirarlos y a ellos mirarse a sí mismos con una mirada nueva, esperanzada, digna, constructora y desafiante.

¿Cuál es el contexto en que viven los jóvenes?

El Papa Francisco en su homilía de Ciudad Juárez en 2016 dijo:

“Frente a tantos vacíos legales, se tiende una red que atrapa y destruye siempre a los más pobres. No sólo sufren la pobreza sino que encima sufren estas formas de violencia. Es Injusticia que se radicaliza en los jóvenes, ellos, «carne de cañón», son perseguidos y amenazados cuando tratan de salir de la espiral de violencia y del infierno de las drogas”.

“Uno de los flagelos más grandes a los que se ven expuestos sus jóvenes es la falta de oportunidades de estudio y de trabajo sostenible y redituable que les permita proyectarse, generando en muchos casos situaciones de pobreza. Y esta pobreza es el mejor caldo de cultivo para que caigan en el círculo del narcotráfico y de la violencia.”

Cultura del descarte

Los jóvenes han nacido ya en esta cultura que el Papa ha llamado cultura del descarte, cultura de explotación de recursos y personas, y se resisten internamente a ella, pero no saben qué hacer.

“Frente a esta cultura, ellos no se perciben así mismos como una categoría desfavorecida o un grupo social que se debe proteger y, en consecuencia, como destinatarios pasivos de programas pastorales o de opciones políticas.”

“No pocos jóvenes quieren ser parte de acciones, quieren ser protagonistas, sin embargo si ellos no perciben fortalecida su identidad, no se sienten estimulados y sienten que no encuentran su espacio, son muy proclives a la renuncia o al cansancio para desear, soñar y proyectar, abandonan rápido los proyectos”. señala el texto pre-sinodal.

Los jóvenes enfrentan un mundo que cambia.

La rapidez de los procesos de cambio y de transformación es la nota principal que caracteriza a las sociedades y a las culturas contemporáneas (cfr. Laudato si’, 18). Como nunca se experimenta la fluidez del contexto, es un desafío programar a largo plazo.

La realidad, las cosas, los proyectos, parecen caducar a gran velocidad. Los jóvenes respiran incertidumbre en un contexto socioeconómico cada vez más precario. La desigualdad y la corrupción son notas constantes que suenan en torno a los jóvenes y constituyen esta liquidez en la que se encuentran.

En medio de tanta “liquidez”, los jóvenes se han quedado sin referentes sólidos, los cambios rápidos han llegado a instituciones sólidas como la familia y la Iglesia dejando a los jóvenes en la incertidumbre que provoca esta “liquidez”, parecen urgidos de asirse a algo que les de sostén e identidad, certezas.

Los jóvenes: una riqueza que debe ser transformada en esperanza

Si, para el Papa Francisco la solución a los grandes problemas está en los jóvenes, sólo desde ellos y con ellos será posible el futuro. Los jóvenes son la riqueza de nuestra sociedad pero está riqueza tiene que ser transformada en esperanza.

No se puede vivir sin esperanza, afirmará el Papa en Morelia en su discurso a los jóvenes. Para nuestra sociedad e iglesia los jóvenes son la riqueza, y deben ser transformados en esperanza, así pues, sin cuidar de la transformación, no hay futuro, de ese tamaño es la importancia de mirar, escuchar, atender y caminar con los jóvenes.

Esperanza que requiere de certezas

También afirmará el Papa en la memorable reunión con jóvenes en Morelia : “La esperanza nace cuando se puede experimentar que no todo está perdido¨ Y ahí tenemos otro desafío, garantizar que la juventud tenga la certeza que no todo está perdido.

Les dirá el Papa Francisco a los jóvenes: “Ustedes son la riqueza de México”, pero “se vuelve difícil sentirse la riqueza cuando nos vemos expuestos continuamente a la pérdida de amigos o de familiares en manos del narcotráfico, de las drogas. Es difícil sentirse la riqueza de una nación cuando no se tienen oportunidades de trabajo digno posibilidades de estudio y capacitación, cuando no se sienten reconocidos los derechos que terminan impulsándolos a situaciones límites.”

Resistencia que requiere de certezas

Llamará luego resistirse a las mentiras que se imponen como verdades a las y los jóvenes en México:

“…es mentira que la única forma que tienen de vivir los jóvenes aquí es la pobreza y en la marginación; en la marginación de oportunidades, en la marginación de espacios, en la marginación de la capacitación y educación, en la marginación de la esperanza.”

El camino para vencer la mentira, la desesperanza, la amenaza a la juventud, según Francisco, es caminar de la mano de Jesucristo, esto es vivir a fondo, creer que vale la pena dar lo mejor de sí, ser fermento, ser sal y luz en medio de sus amigos, de sus barrios, de su comunidad, en medio de la familia.

Quedamos pues llamados a un sínodo, un sínodo que surge de la certeza de Francisco de que debemos mirar hacia la juventud, y en las y los jóvenes encontraremos la posibilidad de renovar la mirada. Una renovación urgente para nuestra iglesia y nuestras sociedades, pues ahí reside mucho de la esperanza de transformar la realidad.

Fuente: Entre Paréntesis

Regresa Pastoral SJ

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El Portal web español que ofrecía diferentes recursos de oración y reflexión de Espiritualidad Ignaciana, sorprendió a todos despidiéndose el año pasado, tras 15 años de vigencia en la red.

En realidad, los contenidos que hasta ese momento habían sido publicados no desaparecieron, sino que quedaron disponibles en la misma plataforma, con la diferencia de que ya no aparecieron contenidos nuevos.

Sin embargo, la historia no terminó ahí. Un nuevo ‘Pastoral SJ’ ha sido inaugurado el día después de Pascua (17 de abril) con un formato, contenidos y propuestas renovados. Rescatando lo evaluado como positivo de la propuesta anterior, pero desde un formato más cercano a las necesidades y tendencias de estos tiempos.

El regreso de Pastoral SJ se había estado anunciado 60 días antes del mismo por distintas redes sociales. Hoy la página está activa y disponible para todos aquellos que quieran navegarla.

Novedades

Durante los próximos meses del nuevo ‘Pastoral SJ’ la idea es la de ir recuperando antiguos materiales, propuestas y espacios que se considera que aún constituyen recursos interesantes pero que por diversos motivos, han ido quedando olvidados. En la sección de recursos se encuentran muchos de los materiales que se usan mucho en pastoral: reseñas de libros (leer) , propuestas de cine-forum con películas y series (ver), oraciones de grupos (profundizar), y una nueva sección dedicada a músicas (oír)… También está la colección de oraciones que habían sido recopiladas para distintas ocasiones (orar).

Los contenidos principales se agruparán ahora bajo tres grandes títulos: ser, creer, vivir. En ellos se intentará hablar de dinámicas personales, de la fe cotidiana y del mundo que nos toca habitar. Manteniendo para todas esas secciones tres formatos: o las reflexiones que son marca de identidad de la web, o entradas más breves tipo blog, o pequeños vídeos que permitan otro lenguaje para la misma intención, que no es otra que compartir el evangelio en nuestro mundo y nuestra cultura.

 

Harvard: los Secretos para una Vida Feliz

Sin duda la cuestión de la Felicidad es fundamental para la vida de las personas. Esta vez, la universidad de Harvard toma la palabra para hablar sobre un estudio que viene desarrollando desde hacer 30 años.

Por Anahad O’Connor

¿Qué se necesita para vivir una vida feliz?

Las encuestas demuestran que la mayoría de los adultos jóvenes creen que obtener fama y riqueza es esencial para una vida feliz. Pero un estudio de Harvard que se desarrolló durante mucho tiempo sugiere que uno de los indicadores más importantes sobre si envejeces bien y vives una vida larga y feliz no es la cantidad de dinero que acumulas ni el renombre que recibes. Un barómetro mucho más importante de salud y bienestar a largo plazo es la fortaleza de las relaciones con tu familia, amigos y parejas.

Estos son unos de los hallazgos del estudio de Harvard sobre el desarrollo en adultos (Harvard Study of Adult Development), un proyecto de investigación que desde 1938 ha seguido y examinado de cerca la vida de más de 700 hombres, y en algunos casos de sus parejas.. El actual director del estudio, Robert Waldinger, resumió algunos de los hallazgos más impactantes de este largo proyecto en una conferencia TED reciente que fue vista más de siete millones de veces.

Estudios preliminares

El estudio comenzó en Boston en la década de los treinta con dos grupos de hombres muy distintos.

En un caso, un equipo de científicos decidió seguir de cerca a estudiantes de Harvard a través de su edad adulta para ver qué factores desempeñaban un papel importante en su éxito y crecimiento. “Pensaban que en aquel entonces se hacía demasiado énfasis en la patología y que sería muy conveniente estudiar a personas a las que les iba bien en su desarrollo de adulto joven”, explicó el Dr. Waldinger. El estudio reclutó a 268 estudiantes de Harvard de segundo año y los siguió de cerca; con frecuencia les hacían entrevistas y exámenes médicos. En los últimos años, el estudio también ha incorporado tomografías, exámenes sanguíneos y entrevistas con las parejas del sujeto y con sus hijos ya adultos.

Más o menos al mismo tiempo que comenzó el estudio, un profesor de leyes de Harvard llamado Sheldon Glueck empezó a estudiar a jóvenes de los barrios más pobres de Boston, incluyendo a 456 que se las arreglaron para no ser delincuentes a pesar de venir de hogares con problemas. Finalmente, los dos grupos formaron parte del mismo estudio.

A lo largo de las décadas, los hombres tuvieron todo tipo de profesiones: abogados, doctores, hombres de negocios y —en el caso de un estudiante de Harvard llamado John F. Kennedy— un presidente de los Estados Unidos. Algunos se hicieron alcohólicos, tuvieron carreras profesionales decepcionantes o sufrieron de enfermedades mentales. Los que siguen vivos ya tienen noventa años.

En estos años, el estudio ha aportado varios descubrimientos interesantes. Mostró que para envejecer bien, en el sentido físico, lo más importante que podías hacer era no fumar. Descubrió que al envejecer los liberales tenían una vida sexual más activa y duradera que los conservadores. Encontró, también, que el alcohol es la principal causa de divorcio entre los hombres del estudio, y que el abuso del alcohol, generalmente, antecede la depresión (y no al revés).

El estudio ha tenido varios directores. El Dr. Waldinger, que asumió el mando en 2003, es el cuarto. Extendió el estudio para concentrarse no solo en los hombres, sino también en sus esposas e hijos. Los científicos comenzaron a grabar a las parejas en sus casas, a estudiar su interacción y a entrevistarlos por separado sobre cada aspecto de sus vidas, incluso las rencillas del día a día.

El foco en las relaciones interpersonales

A medida que los científicos analizaban los factores que influían sobre la salud y el bienestar, encontraron que las relaciones con los amigos, principalmente con la pareja, eran fundamentales. La gente que tenía las relaciones más estrechas estaba protegida contra enfermedades crónicas y mentales, así como pérdida de la memoria, aunque esas relaciones tuvieran varios altibajos.

“Esas relaciones buenas no tienen que ser fáciles todo el tiempo”, afirmó el Dr. Waldinger. “Algunas de nuestras parejas que están en los ochenta pueden estar peleando todo el día. Pero siempre que sintieran que en verdad podían confiar en el otro cuando las cosas se ponían difíciles, esas discusiones no causaban estragos en su memoria”.

El Dr. Waldinger encontró patrones similares en relaciones fuera del hogar. La gente que se esforzaba por sustituir a sus viejos compañeros de trabajo por amigos nuevos después de que se jubilaban estaban más sanos y felices que los que invertían menos esfuerzo en mantener sus círculos sociales una vez que dejaban de trabajar.

“Una y otra vez en estos 75 años”, sostuvo el Dr. Waldinger, “nuestro estudio ha demostrado que la gente a la que le va mejor es aquella que se apoya en las relaciones con su familia, amigos y con la comunidad”.

El Dr. Waldinger admitió que la investigación mostró una correlación y no necesariamente una causa. Otra posibilidad es que es más fácil que la gente que desde un inicio es más saludable y feliz mantenga y cree relaciones, mientras que los más enfermos poco a poco se aíslan socialmente o terminan en relaciones malas.

Pero dijo que al seguir a los sujetos durante muchas décadas y al comparar el estado de su salud y relaciones desde el inicio, estaba bastante seguro de que los lazos sociales fuertes son la causa de salud y bienestar a largo plazo.

¿Entonces qué acciones en específico recomienda?

“Las posibilidades son infinitas”, explicó. “Algo tan sencillo como remplazar el tiempo que pasamos ante una pantalla con tiempo de convivencia, o revivir una relación aburrida con una actividad en común, como ir a caminar o salir juntos. Ponte en contacto con aquel familiar con el que casi no hablas, porque esas disputas familiares que son tan comunes suelen afectar más a los que están resentidos”.

Fuente: The New York Times

¿Qué puede aportar la Iglesia a la Valoración de la Democracia?

Algunos puntos desde la Doctrina Social de la Iglesia que pueden sumar al debate sobre el desencanto que vive hoy la población respecto de la democracia representativa, sus resultados y las instituciones que la encarnan.

Por Gustavo Monzón SJ

Uno de los principales tópicos de discusión actual en los campos de la filosofía y la ciencia política es la constatación de la crisis de la democracia representativa. Existe enormidad de bibliotecas que exploran las causas de la crisis, buscando, al mismo tiempo, soluciones desde diversas corrientes y tradiciones políticas; todas ellas concuerdan en que la ruptura en la valoración de la representatividad se debe a un incumplimiento de las expectativas que la ciudadanía tenía con respecto a su funcionamiento.

En ese sentido, la experiencia latinoamericana nos puede servir de ejemplo. Luego de las restauraciones democráticas de los ochenta –impactadas, de paso, por una serie de dificultades económicas-, en los noventa se desarrollaron diversas políticas que, haciendo énfasis en la estabilidad económica y los equilibrios fiscales, dejaron de lado una serie de demandas sociales de sectores que quedaron desfasados de esta modernización que se prometía. Esto dejó un primer desencanto en la restauración democrática de finales de siglo, posibilitando la llegada de gobiernos autodenominados progresistas que, tomando estas demandas insatisfechas, construyeron su agenda política sobre las mismas. Si bien al inicio tuvieron relativo éxito en su cumplimiento -mediante la transferencia de recursos y el reconocimiento de los derechos incumplidos-, no fueron capaces de generar un encantamiento democrático. El uso indiscriminado de los recursos públicos, las acusaciones de corrupción, las prácticas autoritarias y de corte populistas, el bajo desarrollo institucional y el aumento de la brecha social y de la inseguridad pública fueron los resultados visibles de estos experimentos. Pese a la frustración, no existió por parte de la ciudadanía un deseo de volver hacia atrás, con soluciones autoritarias o económicamente irresponsables ya que creció en la conciencia ciudadana la necesidad de una auténtica y efectiva democracia, basada una elevada probidad ética, buenas prácticas institucionales y el respeto de los derechos y obligaciones de todos los participantes del contrato social.

Ante el peligro de confundir la democracia con relativismo e indiferencia de valores y un individualismo mal entendido, nuestra tradición nos recuerda que una auténtica democracia no es respeto formal de reglas, sino la “aceptación convencida de los valores (…) la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre y la asunción del bien común como fin y criterio regulador de la vida política” (Compendio Doctrina Social de la Iglesia, 407).

De esta manera, hoy se nos presenta como desafío al interior de nuestras sociedades la necesidad de reconstruir confianzas, teniendo en cuenta que la verdadera justicia se da, al decir de John Rawls, en una “sociedad bien ordenada”. Para que ocurra, son necesarias dos cosas: la primera, una república fuerte en donde se dé la división de poderes, el respeto de las leyes y el control de gobernantes a gobernados. La segunda, una visión de desarrollo que sea mayor al mero crecimiento económico y que resguarde la libertad de los ciudadanos asegurando su capacidad de agencia y participación.

Ante este desafío, como Iglesia podemos aportar al debate público con nuestra comprensión de la sociedad. Propongo hacer especial énfasis en dos cosas. En primer lugar, velar por la existencia de un pluralismo moral, que nos obliga a dialogar de manera pública y a no influir con prácticas de lobby para evitar la aprobación de leyes contrarias a nuestra visión de mundo. En segundo lugar, siendo realmente conscientes de nuestra rica tradición en una propuesta de vida buena. En ese sentido, la Iglesia, al aportar su visión, cumple un doble cometido: por una parte, exhorta a los creyentes a trabajar por ser mejores ciudadanos, y, por la otra, propone al resto de los ciudadanos un fortalecimiento de las convicciones democráticas, sumando así al bien común. Por tanto, ante el desencanto de la democracia, la Iglesia nos recuerda que “este sistema nos asegura la participación de los ciudadanos en la posibilidad de elegir y controlar sus propios gobernantes” (Centesimus annus, 46).

Por otra parte, ante el peligro de confundir la democracia con relativismo e indiferencia de valores y un individualismo mal entendido, nuestra tradición nos recuerda que una auténtica democracia no es respeto formal de reglas, sino la “aceptación convencida de los valores (…) la dignidad de toda persona humana, el respeto de los derechos del hombre y la asunción del bien común como fin y criterio regulador de la vida política” (Compendio Doctrina Social de la Iglesia, 407). Ante la destrucción del Estado de derecho por parte de los gobiernos autócratas y populistas, se nos recuerda que “el Estado de derecho tiene como soberana a la ley y no la voluntad arbitraria de los hombres” (Centesimus annus, 44).

Como podemos ver, la Iglesia no posee una solución técnica ante los problemas, sino que con su mensaje de fe “orienta la mente a soluciones plenamente humanas” (Gaudium et Spes, 11). Sin embargo, dada la realidad de nuestro continente, en donde se conjuga un catolicismo fuerte con una institucionalidad débil, es nuestra responsabilidad como creyentes cooperar con nuestra reflexión y buenas prácticas a la construcción de la casa común.

Fuente: Territorio Abierto

Reformas en la Iglesia: se dan pero no Hacen Ruido

El cardenal hondureño, Óscar Rodríguez Maradiaga, coordinador del Consejo de cardenales creado por el Papa, afirmó para la revista Italiana ‘La voce e il Tempo’ que el C9 creado por el Papa Francisco para colaborar en el gobierno de la Iglesia, lleva una labor constante y efectiva: hasta ahora se han alcanzado 18 objetivos. Sin embargo, se tiene poca noticia de ello ya que no han causado un gran revuelo dentro de la Iglesia.

No es cierto que el Papa y los cardenales no son productivos: «Ya hemos hecho 18 reformas. Hay resultados, pero no se ven porque no hacen ruido». Lo afirmó Óscar Rodríguez Maradiaga, el coordinador del Consejo de los nueve cardenales (el llamado «C9») creado por Francisco para renovar la curia romana.

‘A veces —dijo Rodríguez Maradiaga— nos preguntan: “Pero, ¿qué es este Consejo de cardenales? No vemos resultados”’. Sin embargo, recordó, Papa Francisco se refirió a ellos en el discurso de la Navidad pasada a la Curia, ‘justamente para demostrar que se camina’, que ‘hay resultados, pero no se ven’, solamente porque ‘no hacen ruido’. Hasta ahora ha habido 18 reformas.

El cardenal contó cómo nació el C9 y describió el trabajo que ha desempeñado durante estos años. ‘Entre los nudos que hay que afrontar, está el número excesivo de los dicasterios’, indicó el cardenal hondureño, según quien ‘se ha procedido acordando algunos consejos en dicasterios, no para dar más importancia a algunos, sino para simplificar la burocracia y trabajar con mayor agilidad. No un centralizar, sino un agilizar’.

Según el coordinador del «C9», “cuando estén hechas las reformas” saldrá la nueva constitución sobre el gobierno de la Iglesia: ‘No será el comienzo, sino el fin de un proceso’, recordó, pero el ‘consejo continuará porque no fue constituido solo para reformar la “Pastor bonus”, sino también para ofrecer consejos cuando el Santo Padre los pida’.

Rodríguez Maradiaga subrayó también que ‘cuando Papa Francisco habla de “Iglesia en salida”’, dice ‘que no debemos quedarnos en nuestras curias, en nuestras canonizas, sino salir al encuentro de los que se han alejado o de los que nunca hemos encontrado, porque nadie les ha hablado de Dios’. Se trata de difundir ‘esa alegría del Evangelio’ que surge de la exhortación apostólica «Evangelii gaudium», que ‘resume el estilo sudamericano de Papa Francisco: la alegría’.

Con respecto al próximo Sínodo sobre los jóvenes, el cardenal salesiano indicó que ‘debemos prepararnos bien, escuchando también a esos chicos que no van a la Iglesia, a los marginados por la droga, debemos atraerlos hacia Dios’.

Hay que comportarse don Bosco, explicó, ‘y como nos repite Papa Francisco, teniendo en mente una Iglesia que camina con ellos, abierta al cambio, en salida para hacerse cercana a cada uno’.

Fuente: Vatican Insider

Refugiados: una Segunda Oportunidad en el “Fin del Mundo”

En dirección contraria a las tendencias mundiales de ‘cerrar las fronteras’, la provincia de San Luis, Argentina, abre sus puertas para recibir a refugiados provenientes de Siria.

Como hace más de un siglo, Argentina puede convertirse de nuevo en el sueño de una segunda vida para quien se ve obligado a abandonar su país. En el país del Papa, una provincia situada a los pies de la Cordillera de los Andes, ha decidido seguir el ejemplo de Francisco y se ha convertido en entidad «llamante” de refugiados. Ya recibió a dos, y espera acoger muchos más. El gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saa, reveló el impacto de este gesto de solidaridad y las vicisitudes para concretarlo.

Lana tiene 26 años, Majb 30. Ella es artista plástica, él chef. Llegaron a San Luis el pasado 7 de febrero y fueron acogidos con sorprendente entusiasmo. Ahora residen en las instalaciones de la Universidad de La Punta, a 25 kilómetros al norte de la capital de la provincia. Les ofrecieron instalarse en un departamento similar al que utilizan los estudiantes.

En entrevista con el Vatican Insider, Rodríguez Saa explicó que para recibir a los refugiados la provincia que gobierna se ha convertido en entidad «llamante” o de acogida, lo cual le otorga un estatus especial reconocido por el Ministerio de Relaciones Exteriores y facilita su inserción como parte de un corredor humanitario.

“Esto ha generado mucha tranquilidad en la gente de San Luis que no ve todos esos estigmas que quieren poner sobre los refugiados, que son peligrosos, nada de esto. Todo ha sido desmentido por la realidad y se ha visto que se trata de que los refugiados son nuestros hermanos, es una acción solidaria muy hermosa”, explicó. .

Los sirio-libaneses son una comunidad numerosa en territorio argentino. Por eso no resulta casual que los refugiados hayan sido invitados inmediatamente a compartir el pan y la sal con sus lejanos «connacionales». Ella ya visitó a varios artistas locales y con ellos volvió a pintar. “Se ve que estaba bloqueada por los horrores de la guerra, recuperó la libertad espiritual. Hay que tener mucha paciencia, puede durar un año, dos o más, pero vamos a trabajar conteniéndolos para que se integren”, confió el gobernador.

Ese detalle, aparentemente pequeño, demuestra la complejidad que implica la recepción de los refugiados. No se trata sólo de permitirles entrar en el país. Se deben cumplir una serie de requisitos legales y judiciales. Una vez en su nuevo destino, resulta un desafío para la comunidad pasar del entusiasmo inicial (si es que lo hay) a la verdadera integración.

Aunque el gobernador calculó que su provincia puede acoger hasta 300 refugiados, aún no sabe cuántos llegarán. Entre otras cosas porque dentro de sus desgracias, estas personas pueden elegir entre varios destinos. Él mismo reconoció que la cifra “es insignificante” comparados con los millones de desplazados forzosos en el mundo. Pero cuenta con el efecto contagio.

La disposición de San Luis parece, más bien, una excepción. La tendencia en muchos países es justamente la contraria: cerrar las fronteras y alzar muros. Pero eso no parece preocuparle a Rodríguez Saa. «Si es impopular (la decisión de acoger refugiados) yo no tengo problema. Si es popular o impopular yo creo que estamos haciendo lo correcto. Yo no lo mido así, si es impopular, pero estoy haciendo lo correcto, perderé las elecciones pero yo quiero hacer lo correcto», afirmó.

«Cuando un líder universal como el Papa Francisco coloca este tema entre sus prioridades la gente se preocupa, lo mira y se da cuenta que es una tragedia de una magnitud nunca vista. Son millones de refugiados en condiciones infrahumanas que sufren persecuciones, hambre y guerra. Este horror, producido por el mismo hombre, por la intolerancia y la locura, genera en poblaciones enormes situaciones desesperantes y la solidaridad humana tiene que acudir a eso», apuntó.

Fuente: CPAL SJ

Gestionar los Riesgos de Desastres Naturales

Los desastres naturales son un riesgo constante y que genera creciente preocupación en todo el mundo. Muchos de estos fenómenos nacen como consecuencia de la acción del ser humano sobre la Tierra. Ahora los países afectados deben prevenir y planificar cómo reaccionar cuando se den estos eventos ¿cómo se piensa una planificación así?

Por Silvia Fontana. Especialista en gestión del riesgo de desastres. Profesora e investigadora de la Facultad de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la UCC.

Los fenómenos meteorológicos extremos son una realidad que se presentan cada vez con más frecuencia y contundencia, y sus efectos se hacen sentir. Desastres como huracanes, tsunamis, terremotos, erupciones volcánicas, tormentas intensas, inundaciones, entre otros, causan importantes pérdidas y consecuencias en la vida de una población, lo cual incide en el desarrollo alcanzado por los países.

Es relevante destacar entonces que el riesgo de desastres se ha convertido en un tema de creciente preocupación mundial. Entre finales del siglo XX y principios del siglo XXI aproximadamente más de 200 millones de personas se vieron afectadas, por año, por algún tipo de desastre (Marco de Acción de Hyogo, 2005).

Frente a esta realidad, a partir de 1990 comienza a instalarse en la agenda internacional lo concerniente a la reducción del riesgo de desastres. De hecho fue en esta década cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) convoca a los gobiernos a promover e implementar políticas tendientes a reducir el riesgo de desastres.

En este contexto es posible preguntarse a través de qué estrategias de gobierno se puede gestionar el riesgo de desastres. Beck (2011) sostiene que existen tres posibles reacciones: negación, apatía o transformación; considerando que los riesgos se presentan en un estado de “permanente virtualidad” y que solo se pueden actualizar en la medida que se puedan anticipar.

Por ello, gestionar el riesgo de desastres es la clave para prevenir y mitigar las consecuencias frente a catástrofes socio-naturales o antrópicas. Gestionar el riesgo es un proceso que lleva a la necesidad de planificar e implementar políticas, estrategias, instrumentos y medidas orientadas a impedir, reducir, prever y controlar los efectos adversos de fenómenos peligrosos sobre la población, los bienes y servicios y el ambiente. Es decir, desarrollar políticas integradas de reducción de riesgos a través de acciones de prevención, mitigación, preparación, atención de emergencias y recuperación pos impacto.

Es así que el enfoque de gestión de riesgo de desastres supone un gran desafío para los gobiernos, los cuales se ven interpelados cotidianamente por la necesidad de dar respuestas y soluciones a las situaciones de crisis por desastres. Estos desafíos implican poner en cuestión dos conceptos claves de la gestión de gobierno: la gobernabilidad y la gobernanza.

Concretamente, la reducción del riesgo de desastres es un proceso a largo plazo, que requiere del desarrollo e implementación de mecanismos y herramientas efectivas, a través de la voluntad política, de políticas públicas coherentes y de la participación de la sociedad civil, tanto en el gobierno central como en los gobiernos subnacionales y locales. La base para gobernar el riesgo es trabajar a partir de lo que ya existe, de lo ya hecho, con una mirada articuladora y coordinada que asegure y promueva el desarrollo humano.

Fuente: Noticias UCC

Reflexiones sobre «una Ecología Integral»

Tras dos años de reflexión y debate, la revista Cristianisme i Justicia presenta un cuadernos que vuelve a presentar la cuestión del cuidado de la Casa Común a la luz de la encíclica Laudato SI y rescatando sus propuestas y valores.

«No hay dos crisis separadas, una ambiental y otra social, sino una sola y compleja crisis socioambiental». A partir de esta tesis central en la Laudato si’, el último cuaderno de Cristianisme i Justicia, «Hacia una ecología integral», nos presenta las ideas y valores nucleares de la encíclica y nos propone una superación del dilema justicia/medioambiente, lucha contra la pobreza/cuidado del planeta.

Dicho cuaderno es fruto del seminario interno que el centro dedicó el curso pasado a este tema y del trabajo de sus dos autores, los jesuitas Joan Carrera y Llorenç Puig.

La intención del mismo es desarrollar los valores necesarios para vivir el proyecto que plantea la Laudato si. Y es que Francisco no deja escapatoria a los creyentes para tomarse en serio esta cuestión. Según el Papa, para los cristianos, sus deberes con la naturaleza forman parte de su fe.

Un Proceso de Conversión

La conversión que propone obliga a tomar unas opciones determinadas que afectan a la propia vida, el comportamiento, los compromisos, las prioridades y la sensibilidad. No se trata, pues, de buscar soluciones técnicas a los problemas del medio ambiente, sino de algo más profundo: un gran desafío cultural y espiritual, en el que la educación tiene un papel clave.

Uno de los puntos principales en los que insiste el Francisco es la estrecha vinculación de la cuestión social y la ecológica. Laudato si integra los derechos sociales con los nuevos derechos del medio ambiente y los derechos de las minorías culturales.

Así, nuevamente, Francisco no deja escapatoria y la encíclica afirma que «un verdadero planteamiento ecológico se convierte siempre en un planteamiento social». Este concepto de justicia se amplía a las generaciones futuras, tomando conciencia de que nuestras acciones y omisiones tendrán consecuencias en un futuro y pueden hipotecar la vida de nuestros descendientes.

Esto obliga a redefinir el concepto de progreso, ya que «un desarrollo tecnológico y económico que no deja un mundo mejor y una calidad de vida integralmente superior no puede considerarse progreso», asegura el cuaderno. Y nuevamente, pide un cambio en nuestro estilo de vida y de consumo, evitando el derroche y descubriendo el valor intrínseco de las cosas frente a la mirada utilitarista y tecnocrática que predomina actualmente. Es un reto que va mucho más allá de un cambio de hábitos y que nos habla de aprender a valorar dimensiones de la felicidad que no estén relacionadas con el hecho de tener o poseer.

Hay pues, implícita en la encíclica, según los autores, una crítica al sistema económico actual, ya que «constata que muchos de los valores que promueve el sistema están en clara tensión con los valores ecológicos propuestos».

Los autores

*Joan Carrera. Jesuita, licenciado en medicina y doctor en teología. Profesor de Moral Fundamental en la Facultad de Teología de Catalunya. Profesor colaborador en ESADE. Ha publicado con Cristianisme i Justícia diversos cuadernos. Es miembro del equipo de Cristianisme i Justícia.

*Llorenç Puig. Jesuita. Delegado de los jesuitas en Cataluña. Doctor en Física y profesor en el Instituto de Teología Fundamental. Colabora en pastoral universitaria, a Universitarios Loyola y en el IQS. Forma parte de Entxartxad, grupo de solidaridad con Chad. Investiga en el campo de las relaciones entre ecología y religión, fe y ciencia.

Fuente: Religión Digital 

Debate sobre Ley de Bosques en Córdoba

Se reaviva la polémica sobre la Ley de Bosques en la provincia de Córdoba, Argentina. Desde la Universidad Católica se proponen algunos puntos para una reflexión sobre el tema del uso de los recursos forestales.

Desde hace poco menos de diez años la Ley Nacional N° 26331 de Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para los Bosques Nativos establece, entre otras cosas, las bases mínimas a respetar en todo el territorio nacional para la conservación de bosques nativos. Además, insta a todas las provincias a elaborar su ordenamiento territorial según esta ley madre y establece los fondos que deben destinarse para que los dueños de las tierras con monte, reciban un resarcimiento por no poder realizar un cambio de uso del suelo por otra actividad más lucrativa. Esto en la teoría.

El conflicto

En nuestra provincia se sancionó la Ley de Ordenamiento Territorial de Bosques Nativos N° 9814, del año 2010, en la que se establecen los distintos niveles o grados de conservación actual de los bosques nativos y las intervenciones factibles de realizar en cada sector o zona. Esto último se denomina cambio de uso del suelo, y viene a regular “la expansión de la frontera agropecuaria, minera, urbana, y de cualquier otro cambio de uso del suelo”.

La delimitación de estas zonas, las acciones factibles o no de realizar en ellas, y los montos y la accesibilidad a ellos por parte de los propietarios es, entre otras cosas, lo que ha llevado a que este tema sea tan conflictivo. Existen dos posturas mayoritarias: la de no intervención del monte y la de intervención con distintos fines, de los cuales el más resistido y criticado es el ganadero. Cada postura esgrime definiciones tendenciosas de conceptos técnicos y científicos básicos según el interés de cada una.

Además de otras leyes de protección ambiental vigentes hoy, hasta el año 2005 existía una legislación provincial que regulaba el desmonte, y que fue, en muchos casos, sistemáticamente violada sin que hubiera una acción contundente por parte de las autoridades provinciales para frenarla ni para sancionar a los infractores.

Con semejante antecedente, la credibilidad de quienes desean realizar actividades productivas en las zonas de conflicto, es casi nula, ya que algunos actores suelen ser los mismos que décadas atrás generaron un desmonte desmedido. Pero hay un sector de productores al que se le está negando el derecho a trabajar en la actividad ganadera con promesas de un dinero que debería recibir por conservar el monte, dinero que no llega o llega mal y tarde.

Por todo lo expuesto, hay casos particulares que deberían contemplarse pero para que esta posibilidad no se vuelva una generalidad y que no se cometan abusos, deberían estar controlados por los agentes y técnicos capacitados para evaluarlos.

Las posturas extremistas que estamos viendo, no nos conducen a nada. Debemos trabajar por una conciencia ambiental que como país casi no tenemos. En esto, nuestra Universidad tiene un compromiso ineludible.

Fuente: Prensa UCC

 

7 Puntos sobre la Posverdad en Redes Sociales

Para reflexionar sobre la importancia de la opinión pública y las mediciones mediáticas en la producción de contenidos y reproducción de modos de pensamiento, al tiempo que son reflejo de una creciente fragmentación de públicos y aislamiento de los grupos por gustos y opiniones.

Por José Fernando Juan

Cuando hablamos de posverdad nos referimos a un discurso público, generalizado sobremanera en los últimos debates, en los que se va más allá de la verdad. El primer objetivo, al modo de los antiguos sofistas, es conectar con las emociones y sentimientos del auditorio, alcanzar su situación vital. Y una vez hecho este esfuerzo, ganando su credibilidad (o credulidad), construir un relato que explique, sin culpa alguna ni responsabilidad de su parte, el origen de sus circunstancias.

Sobre esta cuestión, y de aquí el título, tiene mucho que decir el contexto digital en el que nos movemos y el modo como hoy llega y se transmite la información. Un fenómeno esencial a nuestros tiempos es que el receptor se convierte en difusor a su vez, en elemento de la cadena de masas. Siempre fue así, de algún modo, pero nunca antes de forma tan potente y con semejante alcance.

Cómo se muestra la posverdad en redes sociales

Los lenguajes comprimidos. A pesar de la valía de Twitter en muchos sentidos, hay que reconocer que infinidad de cosas no se pueden concentrar en 140 caracteres. Se presta a muchas confusiones, a malentendidos o visiones parciales. Pero mucho menos en un #hahstag. Sin embargo, son estos últimos los que crean tendencias de opinión y corrientes que se van polarizando.

Los lenguajes visuales. Hoy como nunca sabemos transmitir con imágenes. Cualquiera puede hacerlo, con o sin texto. Y según qué perfil de edad, es su mensaje preferido, aquel que acogerá con mayor agrado. Estos lenguajes, como ya sabemos, son fácilmente manipulables y sólo destacan una parte. Pero se convierten en virales, pasan de mano en mano a través de teléfonos móviles inteligentes de última generación. Su potencial es inmenso.

Estudiamos las tendencias de masas. A diferencia de los datos que podían en otros tiempos reflejar las encuestas, hoy existen millones de datos en la red dispuestos a ser analizados. El oficio de “caza tendencias” ya no es un ojeador que pasea por la calle, sino que mira de forma general en internet descubriendo talentos. Y de igual modo los analistas de big-data ponen todo su conocimiento al servicio del estudio preciso de aquello que “el común”, “la inmensa mayoría” quiere escuchar, o de lo que se siente parte, o de sus frustraciones y necesidades.

Aumenta el ruido social. Otro aspecto a considerar es la profusión ideológica, constante y continua. Determinadas redes sociales, con que tengan dos usuarios muy activos en una dirección, te obligan al menos a pasar los ojos por contenidos del todo escandalosos o exagerados, sin oportunidad de réplica. Se producen miles de tweets en torno a un #TT, y hay #TT diariamente en diferentes ámbitos o regiones del mundo. Lo cual significa que se habla mucho de lo mismo, con etiquetas por sí mismas ya tendentes, cuando no directamente ideologizadas. Cada comunidad busca demostrar que es “más” influyente que las otras, como si el número fuera lo que realmente da significado a lo que se defiende. La verdad se mide en cantidad, en los tiempos de la posverdad, no de la cualidad o competencia de quien la propone o la busca..

En encierro en “lo propio”. Las comunidades digitales cerradas, que como he dicho en otras ocasiones tienen a formarse en estos aparentes espacios abiertos y plurales, se retroalimentan a sí mismas. La radicalización en los medios digitales y redes sociales es un hecho comprobado en todos los ámbitos de la vida. Nos volvemos “más” de la pata de la que cojeamos con anterioridad a fuerza de leer contenidos en la misma dirección y ver cómo otros muchos la apoyan, de modo que se pierde el interés por el diálogo con el otro, que piensa diferente.

Conformismo de sofá. Pasamos rápidamente de un tema a otro, creyendo haber hecho algo. Firmamos peticiones, que aunque sea una denuncia valiosa no puede ser el último paso que se dé. Como tampoco compartir el hartazgo con la corrupción o la violencia resulta determinante en el contexto social sin una acción ulterior. La acción suele ser nuestra palabra más seria en un asunto, porque hemos dejado de tomar en serio nuestras palabras.

Emotividad, a flor de piel. La cultura visual impulsada por redes sociales como YouTube tienen también mucho que ver en esto. Vídeos fragmentados, discursos que cautivan al auditorio. Vende la conferencia breve y vacía de contenidos, cuyo objetivo es decir lo estupendo que es quien escucha.

Fuente: Entre Paréntesis