8 de Marzo. ¿Cuánto Queda para Recuperar la Dignidad de la Mujer?

Una reflexión sobre la igualdad en el día de la mujer.

 Por Juan Fernández de la Cueva

OBJETIVO DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA MUJER

 Nuestra cultura neoliberal trabaja como un alquimista que quiere transformar en oro todo lo que toca a través del mercado. El movimiento contracultural hippie lo convirtió en una moda bohemia, la fiesta Navidad en regalo de Papa Noel, San Valentín en un agasajo de amor… ¿Corre igual peligro la dignidad de la mujer en el 8 de marzo?

 Los orígenes de este día muestran que el objetivo fundamental era conseguir la dignidad de la mujer, por entonces negada en varios frentes como el sufragio universal, derecho al trabajo asalariado, a la formación profesional, igualdad en la oportunidad de cargos políticos y empresariales…

 Su inicio surgió cuando ya la Revolución Industrial había cuajado en movimientos reivindicativos (sindicalismo, socialismo, anarquismo, y comunismo) que luchaban por la dignidad del trabajador proletario y, en ese tándem, por la de la mujer trabajadora.

Un antecedente fue la celebración de las Mujeres Socialistas de USA en Nueva York, el 3 de mayo de 1908 en honor a la huelga de las trabajadoras textiles en la que 15.000 mujeres exigían una reducción de la jornada laboral, mejores salarios y derechos de voto.

En noviembre de 1909 comenzó la huelga de las camiseras también conocida como el Levantamiento de las 20.000 apoyado por la Liga Nacional de Sindicatos de Mujeres de Estados Unidos.

En 1910, la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y, proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer Trabajadora.

Unas semanas después, el 25 de marzo, murieron quemadas más de 140 jóvenes trabajadoras camiseras. El incendio fue provocado por unas bombas arrojadas para que abandonaran su huelga.

En 1911, como consecuencia de la decisión adoptada el año anterior en Copenhague, el Día Internacional de la Mujer se celebró por primera vez en Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con mítines a los que asistieron más de 1 millón de mujeres y hombres. Añadieron la reivindicación del derecho de la mujer a ocupar cargos públicos, a la formación profesional y a la no discriminación laboral.

En 2011, a los 100 años de esta reivindicación, la ONU asumió impulsar la celebración del Día Internacional de la Mujer, comenzando a operar la Entidad de la ONU para la Igualdad de Género y el Empoderamiento de la Mujer, también conocida como ONU Mujeres.

2.- ¿CÓMO ESTAMOS HOY EN ESTE CAMPO?

 Hemos avanzado muchísimo en la dignidad de la mujer pero nos queda otro tanto por conseguir.

 Acabar con la discriminación salarial es una de las prioridades del feminismo. En Alemania, la remuneración de las mujeres es, de media, un 23% más baja que la de los hombres, según la Oficina Federal Estadística. En España, una mujer necesita de media trabajar 84 días más al año, algo más de 4 meses, para cobrar el mismo salario que un hombre.

El actual modelo económico discrimina a las personas que se ocupan de la casa, los hijos, las personas dependientes,… ya que el tiempo dedicado no sólo no se traduce en un salario mensual, sino que además quedan privadas de los derechos a una pensión de jubilación, a la cobertura de accidentes en el hogar, a créditos bancarios o a prestaciones sociales (vacaciones, primas de beneficios…), porque no existen como trabajadoras.

La corresponsabilidad de la pareja en el trabajo dentro de casa no ha crecido en paralelo: las mujeres se han ido incorporando cada vez más al mercado laboral, en cambio, los hombres no han asumido de igual manera las tareas domésticas. En la Unión Europea, sólo el 3% de las familias comparten por igual las tareas domésticas, según la Encuesta de Usos del Tiempo. En España, las mujeres dedican de media tres horas diarias más que los hombres a tareas relacionadas con el hogar y la familia.

Esto se traduce en dobles y hasta triples jornadas para ellas, que les produce, en cambio, más problemas para ascender a puestos directivos. Lo que se denomina techo de cristal y suelo pegajoso.

En este escenario la Doctrina Social de la Iglesia reclama la urgencia de avanzar: “Estas dificultades, lamentablemente, no han sido superadas, como lo muestran en todo el mundo las distintas situaciones que humillan a las mujeres, sometiéndolas también a formas de verdadera y propia explotación” (Familiaris Consortio, 24)

 En definitiva: aún queda mucho para recuperar la dignidad de la mujer en el trabajo, uno de los objetivos fundamentales del Día de la Mujer. Cuidado con que nuestra cultura neoliberal puede reducir la dignidad de la mujer a la delicadeza y belleza femeninas, de las cuales el alquimista del mercado saca más oro.

 Fuente: Entre Paréntesis

Conexión y Desconexión Digital

Lograr una posición media entre la ‘adición’ y el rechazo total a las Nuevas Tecnologías de Información y Comunicación. Un punto desde el que quiere pararse y reflexionar el texto que compartimos a continuación.

Quiero plantear el creciente debate sobre la conexión y desconexión digital en términos inclusivos, lejos de la pobreza de pensamiento que impulsan los extremos, los de la conexión o desconexión. Porque reto real no está en alejarse de los avances, sino en cómo estos impactan y transforman estilos de vida en todos los aspectos y ámbitos (tiempo, espacio, relaciones, trabajo, educación…).

 A mi modo de ver, polarizar las posiciones no conduce más que a un enfrentamiento poco fructífero para el conjunto de la sociedad, en el que sacan rédito y beneficio sólo quien se hace portador de la bandera de una de las causas. Extremarse, alejarse de la prudencia y la moderación, parece lamentablemente un dato innegable de nuestra época. Invito a leer artículos sobre esta cuestión más allá de los titulares y descubrir en qué se parecen, más que en qué se diferencian. Seguramente todos apunten en una misma dirección, más o menos.

 Dotar de finalidad a la tecnología. ¿Para qué la queremos y en qué beneficia o maleficia?, pregunta válida en cualquier ámbito. Los defensores de la tecnología hacen valer sus avancen en diversos campos, no el valor por sí mismo. Los detractores no pueden negar lo que supone de crecimiento, pero sí critican con acierto que no toda su finalidad es tan bondadosa como parece ser, y que muchas veces se integra más en la vida cotidiana con objetivos poco humanos, poco sociales. Debemos revisar la finalidad comunicativa de la tecnología e igualmente el crecimiento desmesurado de lo meramente lúdico. Sólo hace falta ver el mercado de las grandes empresas tecnológica para contemplar a qué se destina la riqueza que los avances digitales generan.

Integrar, para no desintegrar. ¿Cuánto de (sanamente) integrada está en la vida? El gran argumento de quienes abogan por la desconexión es su aspecto desintegrador y las rupturas que provoca. Numerosos estudios nos invitan a revisar el daño que hace sobre la atención de los alumnos, la desvinculación real que afecta al entorno más cercano, al crecimiento de una sociedad de masas con mucha información sesgada pero carente de auténtico conocimiento o sabiduría, y de vez en cuando aparece un estudio que alerta sobre la pérdida de creatividad y de vida cotidiana. Como he dicho en otras ocasiones, todos estos indicadores lo único que señalan son malos usos generalizados de la tecnología, pero no una maldad intrínseca de la misma.

Conexión y desconexión. ¿Unir o separar? Ninguno de los dos extremos, sino lo mejor de ambas realidades. El trabajo sobre la bondad, que tantas veces hemos dejado a un lado. Porque no supone una pérdida, sino un crecimiento, nuevas oportunidades para lo humano. Lo que hoy se debe resaltar es el buen uso, para continuar en esa dirección. El arte de la desconexión presupone la conexión, la vinculación en un entorno no meramente analógico pero sí presencial, que tendría que hacernos igualmente pensar en una capacidad mayor de vinculación con el entorno propio. Conjugar ambas significa expresar el dominio de la persona sobre las cosas, no a la inversa; un ejercicio por tanto de libertad y voluntad, no de sometimiento ni de pérdida de sí mismo.

Haces dos años propuse el debate sobre si nos cansaremos del mundo digital, porque ya entonces había signos, no tan llamativos, que defendían la desconexión digital mientras otros muchos alababan sus virtudes. Poco después en este mismo blog, el profesor Fernando Vidal escribió un genial artículo sobre la ideología de la desconexión y más recientemente Sergio Redondo reabre el debate centrándose en los llamados millenials, pero no sólo en ellos. Igualmente convendría citar varios artículos, con una perspectiva crítica, de Agustín Domingo Moratalla.

 Fuente: Entre Paréntesis

Los 6 Desafíos de la Comunicación Digital

El Jesuita Antonio Spadaro sugiere 6 claves sobre las que trabajar para pensar el modo de hacer trabajo pastoral y vivir una fe profunda en la era digital.

Por Antonio Spadaro SJ

Internet es una realidad que forma parte de la vida cotidiana: no es una opción, sino un dato de hecho. La red hoy se presenta como un tejido conectivo de las experiencias humanas. No como un instrumento. Las tecnologías de la comunicación están creando un ambiente digital en el que el hombre aprender a informarse, a conocer el mundo, a establecer y mantener vivas las relaciones, contribuyendo a definir también un modo de habitar el mundo y de organizarlo, guiando e inspirando los comportamientos individuales, familiares y sociales. Para algunos «El ambiente digital no es un mundo paralelo o puramente virtual, sino que forma parte de la realidad cotidiana de muchos, especialmente de los más jóvenes» (Benedicto XVI). La evangelización no puede no considerar esta realidad.

Quisiera, por lo tanto, exponer aquí 6 desafíos importantes que la comunicación digital pone a nuestra pastoral, considerando, como había escrito Benedicto XVI, que «las redes sociales se alimentan de aspiraciones radicadas en el corazón del hombre».

-De la pastoral de la respuesta a la pastoral de la pregunta:

Vivimos bombardeados por mensajes, sufrimos de un exceso de información, la así llamada information overload. El problema hoy no es encontrar el mensaje de sentido, sino decodificarlo, es decir, reconocerlo como importante para mí, significativo sobre la base de las múltiples respuestas que recibo.

 En el tiempo de los motores de búsqueda, las respuestas están al alcance de la mano, están en todas partes. Por esto es que hoy es importante no tanto dar respuestas ¡Todos dan respuestas! “The teacher doesn’t need to give any answers because answers are everywhere” (Sugata Mitra, profesor de Educational Technology en la Newcastle University). Hoy es importante reconocer las preguntas importantes, las fundamentales. Y hacer de tal modo que nuestra vida quede abierta, que Dios nos pueda hablar todavía.

 El anuncio cristiano hoy corre el riesgo de presentar un mensaje ubicado al lado de otros, una respuesta entre muchas otras. Más que presentar el Evangelio como el libro que contiene todas las respuestas, es necesario aprender a presentarlo como el libro que contiene todas las preguntas justas.

 La gran palabra que debemos descubrir, entonces, es un antiguo conocimiento del vocabulario cristiano: el discernimiento espiritual, que significa reconocer entre las tantas respuestas que hoy recibimos cuáles son las preguntas importantes, las verdaderas y fundamentales. Es un trabajo complejo y exige una gran sensibilidad espiritual.

 “Nunca hay que responder preguntas que nadie se hace” (Evangelii Gaudium, 155).

 ¿La Iglesia sabe involucrarse con las preguntas y las dudas de los hombres? ¿Sabe despertar las preguntas irreprimibles del corazón, sobre el sentido de la existencia? Es necesario saberse insertar en el diálogo con los hombres y mujeres de hoy, para comprender las expectativas, las dudas, las esperanzas.

 Me ha llamado la atención el hecho de que Papa Francisco, respondiendo a una pregunta hecha por un periodista en el vuelo que lo llevaba desde Tel Aviv a Roma, haya dicho: “No sé si me he acercado un poco a si inquietud…”

 -De la pastoral centrada en los contenidos a la pastoral centrada en las personas:

 Hoy está cambiando, también, la modalidad de entrega de los contenidos.

 Estamos asistiendo el colapso de las programaciones… Hasta hace algún tiempo MTV (Music Television), entre los jóvenes era considerada una emisora de «culto». Ahora está sufriendo una crisis o, si queremos, una transformación de lo que antes era – una emisora de una notable cantidad de videos musicales presentados por VJ – en emisora de reality show y series televisivas dirigidas sobre todo al público adolescente y adulto joven.

 Los jóvenes, de hecho, tal vez disfrutan la música de internet y no hay más razones para que la disfruten desde la TV. La TV es un ruido de fondo, el zumbido del mundo. Se le deja hablar… Raramente hoy encuentra lugar en las habitaciones de los jóvenes. Hoy, por otro lado, el ver implica la selección y la posibilidad del comentario y de la interacción. Y esta posibilidad es dada por una red social como YouTube.

 La fe parece participar de esta lógica. Las programaciones son sustituidas por las búsquedas personales y por los contenidos accesibles siempre en la red.

El catecismo era una forma para presentar de manera ordenada, coherente y marcada los contenidos de la fe. En un tiempo en el que las programaciones están en crisis, esta modalidad de presentar la fe está en crisis.

 ¿Qué desafíos pone todo esto a la fe y a su comunicación? ¿Cómo hacer para que la Iglesia no se convierta en un container para acceder como un televisor que «habla» sin comunicar?

 Una dirección de respuesta a esta pregunta la encontramos en un pasaje de mons. Claudio Maria Celli, presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, en su presentación en el Sínodo de los obispos sobre la Nueva Evangelización: «la jerarquía eclesiástica, como también la política y social, debe encontrar nuevas formas para elaborar la propia comunicación, a fin de que su aporte a este fórum reciba una atención adecuada. Estamos aprendiendo a superar el modelo del púlpito y de la asamblea que escucha por el respeto de nuestra posición. Estamos obligados a expresarnos nosotros mismos de modo que involucremos y convenzamos a los otros que a su vez comparten nuestras ideas con sus amigos, “followers” o compañeros de diálogo»

 La vida de la Iglesia está llamada a asumir una forma siempre más comunicativa y participativa.

 -De la pastoral de la transmisión a la pastoral del testimonio:

La verdadera novedad del ambiente digital está en su naturaleza de red social, es decir, en el hecho de que permite hacer emerger no solo las relaciones entre yo y tú, sino mis relaciones y tus relaciones. En la red emergen no solo las personas y los contenidos, sino que también mis relaciones. Comunicar, por lo tanto, no significa transmitir, sino compartir.

 La sociedad digital no es pensable y comprensible solo a través de sus contenidos. No están solo las cosas, sino las «personas». Están sobre todo las relaciones: el intercambio de los contenidos que ocurre al interior de las relaciones entre personas. La base relacional del conocimiento en la Red es radical.

 Se entiende bien, por lo tanto, cuán importante es el testimonio. Y esto es un aspecto determinante. Hoy el hombre en la Red se confía de las opiniones en forma de testimonio. Pensemos en las librerías digitales o en las tiendas musicales. Pero los ejemplos se pueden multiplicar: se trata siempre de los user generated contents que han hecho la «fortuna» y el significado de las redes sociales.

 La lógica de las redes sociales nos hace comprender mejor que antes que el contenido compartido está siempre estrechamente ligado a la persona que lo ofrece. No hay, de hecho, en esta red ninguna información «neutra»: el hombre está siempre involucrado directamente en aquello que comunica.

 En este sentido, el cristiano que vive inmerso en las redes sociales está llamado a una autenticidad de vida muy exigente: ella toca directamente el valor de su capacidad de comunicación. De hecho, ha escrito Benedicto XVI en su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones del 2011, «Cuando se intercambian informaciones, las personas se comparten a sí mismas, su visión del mundo, sus esperanzas, sus ideales».

 El documento de Aparecida en el número 145 afirmaba claramente: “La misión no se limita a un programa o proyecto, sino que es compartir la experiencia del acontecimiento del encuentro con Cristo, testimoniarlo y anunciarlo de persona a persona, de comunidad a comunidad, y de la Iglesia a todos los confines del mundo (cf. Hch 1, 8)”.

 La fe, por lo tanto, no solo se «transmite», sino que sobre todo puede ser suscitada en el encuentro personal, en las relaciones auténticas.

 Siempre en el documento de Aparecida, en el número 489, aun habiendo sido escrito antes del nacimiento de las redes sociales, ya afirmaba: “los sitios pueden reforzar y estimular el intercambio de experiencias y de informaciones que intensifiquen la práctica religiosa a través de acompañamientos y orientaciones”.

 -De la pastoral de la propaganda a la pastoral de la proximidad:

 Evangelizar no significa hacer «propaganda» del Evangelio. La Iglesia en la Red está llamada no a una «emisión» de contenidos religiosos, sino a un «compartir» el Evangelio.

 Y para Papa Francisco este compartir es largo. Escribe claramente: « Internet puede ofrecer mayores posibilidades de encuentro y de solidaridad entre todos; y esto es algo bueno, es un don de Dios». El Papa parece leer en la red el signo de un don y de una vocación de la humanidad a estar unida, conectada.

 Revive, gracias a las nuevas tecnologías de la comunicación, «el desafío de descubrir y transmitir la mística de vivir juntos, de mezclarnos, de encontrarnos, de tomarnos de los brazos, de apoyarnos, de participar de esa marea algo caótica que puede convertirse en una verdadera experiencia de fraternidad, en una caravana solidaria, en una santa peregrinación» (Evangelii Gaudium, 87).

 En su Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales 2014, Papa Francisco ha definido el poder de los «medios» como «proximidad».

 ¿Cómo se manifiesta el ser prójimo en el nuevo ambiente creado por las tecnologías digitales? Papa Francisco, hablando a los comunicadores en el 2002, había escogido la parábola del buen samaritano, como imagen de referencia del comunicador.

 -De la pastoral de las ideas a la pastoral de la narración:

  1.  Las fotos «etiquetadas», «geolocalizadas», colocadas en el momento exacto en el que han sido compartidas son el álbum fotográfico en vivo de nuestra vida.
  2.  Nuestros tuits o las actualizaciones de estado en Facebook y los post de nuestros blogs conservan nuestros pensamientos, pero también nuestros estados emocionales.
  3.  Las librerías online y las otras tiendas tienen huellas de nuestros gustos, de nuestras elecciones, de nuestras adquisiciones y, a veces, también de nuestros comentarios.
  4. Los videos en YouTube construyen en fragmentos el film de nuestra vida hecho con nuestros videos o por aquellos que nos gustan.

 El streaming de nuestra vida no está hecho solo de lo que enviamos en la Red, sino también por aquello que nos gusta y por lo que señalamos a los otros, también gracias al botón “me gusta”, a nuestros followers y a nuestros amigos.

 La experiencia compartida en las redes sociales es el opuesto de lo que ocurría en tiempos de Robert Musil que escribía: «la probabilidad de aprender desde el periódico una experiencia extraordinaria es mucho mayor a la de vivirla personalmente»

Hoy, en cambio, las redes sociales ofrecen la oportunidad de hacer más significativa la experiencia vivida subjetivamente gracias a las publicaciones y al compartir en una red de relaciones. Las noticias de los periódicos no están relacionadas conmigo y, en un cierto sentido, terminan por ser percibidas como menos «extraordinarias» o como menos interesantes.

 La Red es una oportunidad, porque narrar en todo caso es restituir los sujetos del conocimiento a la densidad simbólica y experiencial del mundo. Y hoy está muy alimentado el deseo de narración al interior de los vínculos y relaciones. La narración en la red puede ser, sí, individualista y autorreferencial, pero puede ser también polifónica y abierta.

 Interesante en este propósito es la posibilidad de agregar material compartido en diferentes redes sociales sobre una plataforma como Storify que permite la interconexión con Twitter, Facebook, Flickr, YouTube… y las abre al compartir. En la base está la consciencia de que cada uno de nosotros es un “living link”. La interactividad es la cifra radical de este “lifestreaming”.

 -Una pastoral atenta a la interioridad y a la interactividad:

 La vida espiritual del hombre contemporáneo está ciertamente tocada por el mundo en el que las personas descubren y viven las dinámicas propias de la Red, que son interactivas e inmersivas. El hombre que tiene un cierto hábito con la experiencia de internet, de hecho, aparece más dispuesto para la interacción que a la interiorización.

 Y, generalmente, «interioridad», es sinónimo de profundidad, mientras que «interactividad» es, frecuentemente, sinónimo de superficialidad ¿Estaremos condenados a la superficialidad? ¿Es posible conjugar profundidad e interactividad? El desafío es muy grande.

 Sustancialmente podemos constatar que el hombre de hoy, habituado a la interactividad, interioriza las experiencias si es capaz de tejer con ellas una relación viva y no puramente pasiva, receptiva. El hombre de hoy concibe como válidas las experiencias en las cuales se pide su «participación» y su involucramiento.

 Hoy la profundidad se conjuga con una inmersión en una verdadera y propia «realidad virtual».

 En la web, entendida como lugar antropológico, no hay «profundidad» para explorar, sino «nodos» para navegar y conectar entre ellos de manera fija. Lo que parece «superficial» es solamente el proceder en modo, tal vez inesperado y no previsto, de un nodo al otro. La espiritualidad del hombre contemporáneo es muy sensible a estas experiencias…«la superficie en lugar de la profundidad, la velocidad en lugar de la reflexión, las secuencias en lugar del análisis, el surf en lugar de la profundización, la comunicación en lugar de la expresión, la multitarea en lugar de la especialización»

 ¿Cuál será la espiritualidad de las personas cuyo modus cogitandi está en fase de «mutación» a causa de su habitar en el ambiente digital? Un camino para evitar esta pérdida consiste en el evitar oponer demasiado velozmente profundidad con interacción, superficialidad con interiorización.

 La red, ciertamente, no está privada de ambigüedades y utopías. En todo caso, la sociedad fundada en las redes de conexión comienza a poner desafíos verdaderamente significativos tanto para la pastoral, como para la comprensión misma de la fe cristiana, a partir de su lenguaje de expresión. Los desafíos son exigentes. Nuestra tarea también lo es.

 Fuente: Teología Hoy

Se Lanza la Web de IMPACTANDO

El encuentro “ImPACtando” se desarrollará entre los días 19 al 25 de marzo del 2017, en donde se darán cita un aproximado de 120 jesuitas y colaboradores de la Compañía de Jesús en América Latina y El Caribe (CPAL). Para una mejor organización y difusión del mismo, se ha creado una página web que contiene información relativa al evento, una propuesta de oración y material de formación para prepararse para el mismo; y que en esos días relatará lo que van viviendo los participantes.

 El encuentro se da en ocasión del re-lanzamiento y revisión del Proyecto Apostólico Común (PAC), con el propósito de incorporar, en conjunto nuevos elementos de trabajo con una visión a futuro. “La evaluación del PAC nos sirve sobre todo para orientarnos, como prospectiva hacia adelante”.

 El P. Cela (Presidente de la CPAL) destaca que toda la revisión del PAC estará enfocada en las seis prioridades partiendo desde la número uno que destaca la: Cercanía y compromiso con quienes viven en las fronteras de la exclusión. “Las prioridades del PAC son todas intersectoriales, no es solo para que las ejecute un sector, sino que sea algo que todos puedan desarrollar. Como por ejemplo, para que todos procedan a la inclusión de los excluidos”.

 Entre los objetivos destacados se encuentran la incorporación de elementos nuevos al PAC, a partir de la reciente Congregación General, y realizar un reajuste para lograr las metas que se buscan para el 2020. “Vamos a ver las sugerencias que hay para los años que nos quedan y así complementar el PAC”.

 ¿Qué es el PAC?

El Proyecto Apostólico Común o PAC es un proyecto de trabajo común y transversal para todos los jesuitas de América Latina y el Caribe. El mismo se plantea una serie de objetivos y horizontes a los cuales dar prioridad desde 2011 a 2020. Estos son:

  • Cercanía y compromiso con quienes viven en las fronteras de la exclusión
  • Profundización y articulación del trabajo con jóvenes
  • Diálogo Fe y Culturas
  • Conciencia y solidaridad latinoamericanas
  • Espiritualidad encarnada y apostólica
  • Fortalecimiento del cuerpo apostólico y colaboración en la misión

Fuente: ImPACtandosj.org

 

Arturo Sosa SJ es el nuevo Asistente Eclesiástico Mundial de CVX

El Padre Arturo Sosa SJ, elegido en octubre de 2016 como Superior General de la Compañía de Jesús, fue nombrado Asistente Eclesiástico Mundial de la Comunidad de Vida Cristiana por la Santa Sede, a través del Dicasterio para los Laicos, la Familia y la Vida.

Anteriormente, este puesto era ocupado por el Padre Adolfo Nicolás SJ también anterior Superior Genral de la Compañía. Por este cargo, se convierte en miembro del Consejo Ejecutivo Mundial de la Comunidad de Vida Cristiana.

Relaciones en la Era Digital

Ni demonizar ni santificar las nuevas vía de comunicación, que parecen haber transformado el modo de relacionarse para siempre. 

Por José Fernando Juan

Otra de las grandes alteraciones, antropológicas y sociales, es la relativa a las relaciones en la era digital. Después del tiempo y el espacio, aporto algunas ideas respecto a este cambio. Muchos han mostrado su preocupación con suspicacia y sospecha, y otros tantos manifiestan su encanto y hacen valer sus posibilidades. Lo cual muestra, ya partida, que es una cuestión cuanto menos controvertida y muy polivalente. Si alguien tiene todo claro, quizá no sepa absolutamente nada.

Como punto de partida diría que Internet es un espacio lo suficientemente dilatado y real como para que tengan cabida infinidad de tipos de relaciones. Las relaciones en la era digital se mueven igualmente en dos ámbitos. Y existen tantas en lo digital como en la vida no digital. Abarca tanto el trato asiduo y constante con los amigos que vemos todos los días o una vez al año, como la búsqueda de nuevos contactos y experiencias, de cualquier signo.

Antes de comenzar, hablemos de qué es una relación y qué la define. Sin muchos matices, es la capacidad de una persona de llegar a otra, por lo tanto la caracteriza la capacidad de apertura del uno al otro. E, igualmente, ese conocimiento se da recíprocamente, de tal modo que uno y otro se reconocen mutuamente. Esa fractura, la de la distancia absoluta y la ignorancia mutua, se rompe definitivamente. Y dicha nueva situación para ambos es causa del cuidado común, de la responsabilidad compartida. La vida sólo se amplia en más vida.

Amplitud y alcance de la relación digital.

Una de las características más destacadas de las relaciones en la era digital. Llegar, por doquier, a miles de personas. Se define como viralidad esta capacidad de comunicación, quizá sin llegar a crear una auténtica relación, por carencia de encuentro. Pero no puede ser todo. La amplitud define posibilidades, también de establecer otro tipo de relaciones y entrar en contacto con personas allende los mares. El encuentro se define por el tema, que aproxima interesados y convoca. Un #hahstag auténtico define una enorme proximidad, que debe ser a su vez ampliada. Es decir, que cuando hablamos de amplitud se trata del espectro de posibles, pero la vida digital debe llevar necesariamente a la concreción, selección y cuidado de la relación.

Fragilidad y fortaleza del vínculo digital.

Se dice, a mi modo de ver con muy poco acierto o criterio, que las relaciones digitales son frágiles, se limitan al “contacto”. Creo que esta debilidad descrita no provine de la cultura digital, sino del individualismo postmoderno. Diría que aquellas relaciones que se quedan en el ámbito digital meramente, ciertamente pueden decaer en frágiles. Pero, por el contrario, las relaciones se fortalecen gracias al alcance y presencia de estos nuevos espacios. Recibir una palabra de ánimo, de alguien que queremos en un momento en el que lo necesitamos. Los vínculos y su fortaleza no dependen de las herramientas sino de quién las usa. La clave está en crear verdaderas comunidades (amigos, familia, trabajo, proyectos) que se vean cuidadas también en lo digital, pero no al margen de la vida.

Encuentros entrecortados.

Otra característica, que todos hemos vivido: la multitarea, estar a varias cosas al mismo tiempo. También en el campo de las relaciones. Igual que es posible “abrir ventanas”, sin centrarse en ninguna, lo mismo ocurre en el campo de las relaciones. La imagen común es la de estar a mil cosas, y a mil relaciones. ¿Esto es cierto?

 Diría más bien que se trata de encuentros “breves”, más que encuentros entrecortados. Un comentario, la respuesta a un mensaje, no son encuentros. De hecho, la llegada del streaming a las redes sociales impone la permanencia. Quien participa del directo de otra persona, no puede ver más a través de su dispositivo. Queda atrapado en la relación, todavía en germen de humanidad. Falta mucho, pero el paso es definitivo. Cada vez mayor presencia y más dedicación personal, del uno con el otro.

Tratar al desconocido. ¿Autenticidad?

La gran cuestión del desconocido es la autenticidad del otro. Dando por supuesto, eso sí, aunque quizá demasiado rápido, la propia autenticidad en la red, el deseo de mostrarme como persona, sin instrumentalizarme primero a mí mismo. En principio, toda persona es desconocida y me llevo de ella una primera impresión. Ya sabemos que nunca debemos quedarnos ahí, sino profundizar. El hecho de saber “algo” de “alguien” no significa, en absoluto, haber llegado a conocer a esa persona. Es decir, nos conocemos por “datos”, más o menos simples, y se mantiene el reto de llegar a saber quién es, no qué. Quien en la red se da a conocer por “algo”, ciertamente se instrumentaliza primero a sí mismo. Pero también valdría esto para todo aquel que entabla relación con otra persona por “algo” distinto a la persona misma.

El “algo” que conocemos de una persona es la oportunidad para ir más allá. ¿Se da este paso en el mundo digital? Creo que sí, sin lugar a dudas. El desconocido deja de serlo. Los vínculos y las relaciones se deslocalizan, superan ampliamente los límites de un espacio concreto. Nos permite llegar mucho más allá.

La circularidad y el encerramiento.

Toda persona en la red, como en el mundo, se ve posicionada en un espacio concreto, no tan visible ni tan perceptible. Viene dado por la información que la red analiza de nosotros mismos, derivada eso sí de nuestra actuación, comentarios, vínculos. Este posicionamiento es muy útil para seguir creciendo en una determinada dirección, con unas relaciones concretas. Un educador difícilmente encontrará y ampliará su red con médicos, y a la inversa exactamente igual. A no ser que decida no encerrarse en sí mismo y en sus cosas. Pero, por desgracia, debemos hablar que la obligación que comporta la presencia física con personas de distintos ámbitos, no se da por igual en la vida digital. De ahí que la red sea, al mismo tiempo, una fuente de conflictos y enfrentamientos en el que unos “grupos” se intentan alzar por encima de otros, funcionando en masa. Esto se ve muy reflejado en la radicalidad creciente de posiciones políticas y sociales. Lo humano, desgraciadamente, es otra cuestión: la proximidad, la obligación de tratar con el otro, distinto, para que no se convierta en distante y ajeno.

 Descuido de los cercanos.

 Es la gran crítica, la madre de todas las críticas. Padres enfadados con sus hijos porque “no están” en familia, sino con el móvil, profesores que se quejan de las distracciones de sus alumnos, empresarios que se plantean la falta de productividad de sus trabajadores. El argumento es claro: estar “en las pantallas” comporta el olvido de lo más próximo. Sinceramente creo que esto no es así, por la cultura digital sin más, sino por la adolescentización de la sociedad, la falta de madurez. Evolutivamente estamos diseñados para la proximidad y el cuidado de lo próximo, pero también necesitamos de un momento de expansión y formación personal. Ese desarrollo de uno mismo comporta las relaciones de forma decisiva y la persona debe cuidarlas. Lo cercano, ciertamente, es elegido por uno mismo en su crecimiento y creado por sus decisiones y libertad. Esto se da en la adolescencia, pero cuando esta se prolonga bajo el individualismo y una sociedad líquida, las relaciones carecen de compromiso y se valoran en función de uno mismo y no las relaciones. Yo diría que quizá la cultura digital está cultivando, aún más si cabe, esta tendencia pero podría ser de otro modo. Un adulto, persona madura en la red, no descuida, ni de lejos, lo más próximo sino al contrario. Ve en este nuevo espacio una oportunidad más.

 Fuente: Entre Paréntesis 

 

Vivir la Espiritualidad en los Días Actuales

Pedro Trigo es teólogo jesuita español, naturalizado venezolano y uno de los coordinadores del Centro Gumilla. En la entrevista que compartimos a continuación, habla sobre el modo de ser cristiano y lo que esto exige para marcar la diferencia en el mundo actual.

¿Qué es la urgencia de lo esencial?

 Es importante, primero, observar que, para los cristianos, lo esencial no es lo estático, aquello que es siempre igual a sí mismo. Para los cristianos, a diferencia de los griegos, lo que tiene más realidad no es la sustancia, sino el actuar. Dios dice que es el acto puro. El Dios cristiano es relación, o sea, para nosotros la relación es lo que tiene más realidad. La relación hace la diferencia, para que el padre sea padre, el hijo sea hijo y se mantenga la unidad. Entonces, para nosotros, lo esencial siempre tiene que tener ese elemento dinámico y relacional. Por eso lo esencial no puede ser dicho de una vez y para siempre, tiene que ser dicho nuevamente, en cada situación, porque si no es dicho en la situación, es una ortodoxia que resulta insignificante.

 ‘¿Qué está diciendo ese señor? ¿Una cosa arcaica que no tiene nada que ver con lo que estamos viviendo?’. Es muy arriesgado decir lo que es lo esencial en cada situación. Yo parto de la novedad del [Concilio] Vaticano II y estamos en los 50 años de su realización. Para mí, lo más esencial que necesita ser dicho es que, en relación con el Cristianismo, en el cual nací, la institución eclesiástica decía que era necesario salvarse del mundo, que el mundo moderno estaba perdido, y que había que hacer una institucionalización paralela, sindicatos cristianos, por ejemplo, había un cine para cristianos, un bar para cristianos. El primer concilio pleno latinoamericano, además de decir esto, dijo también, por ejemplo, que una mujer que va dar a luz tiene que ser atendida siempre y solamente por una partera que sea cristiana. Esto es totalmente increíble, ¿no?

 Al respeto, ¿qué dijo el Concilio? Dijo que si yo, para encontrar Dios me aparto del mundo, me cruzo con la dirección de Dios que va hacia o entra en el mundo. Si lo fundamental del Dios cristiano es la encarnación, ¿cómo voy a salir del mundo? Estoy haciendo lo contrario que hace Dios. Entonces, ¿qué es lo más fundamental de todo? Encarnarme en la situación que tengo que vivir. Podríamos decir ‘no, como Jesús era hijo de Dios, él tuvo que ser un ser humano, pero, si usted es un ser humano, ¿no tiene que encarnar?’ Sí, porque en la encarnación de Jesús se hizo no sólo un ser humano, sino también nuestro hermano. Entonces, ¿qué se me pide? Que no sea uno entre tantos de una especie, de una cultura, de una clase social, de un país, sino que sea un hermano de todos.

 Jesús encarnó a partir de abajo, nació pobre, vivió pobre y murió como había nacido. (…)

 Para los cristianos, los pobres son el único lugar de universalidad real. Esto es lo más elemental de todo, pero lo que parece es que lo más elemental es lo menos practicado. No es esto lo que se acostumbra escuchar en las misas, ni en las disertaciones de teólogos. Lo que se acostumbra definir por algo más específico -yo soy jesuita y me defino como jesuita, o soy cristiano y me defino como cristiano, o soy empresario y me defino como empresario, o soy de este partido y me defino como de este partido. O soy yo y me defino por mí y todo lo demás viene después, lo que importa soy yo, y las personas con quien quiero relacionarme, mientras quiero relacionarme.

 En todos esos casos, no ocurre la encarnación como la entiende el Cristianismo, como la practicó Jesús. Quiere decir que yo, si me identifico como la institución eclesiástica, no soy cristiano. Jesús no fue de la institución eclesiástica. Entonces, ¿qué significa esto? Que tengo que identificarme como un ser humano y que ser cristiano es una especificación de ser un ser humano. Si no es una especificación del ser humano, o incluso un medio para ser más humano, entonces esa encarnación ya no será solidaria.

 Para Trigo, la encarnación cristiana solidaria tiene que hacerse a partir de abajo, porque solamente desde abajo se puede llegar a todos. «Los pobres son elúnico lugar de universalidad real”.

 Esta época en que vivimos podría ser la primera época mundial de la historia, pero no lo es, porque aunque su ámbito sea mundial y todos podamos ver a todos, aunque todos podamos ver lo que pasa en cualquier lugar del mundo, en tiempo real, sin embargo, no todos somos sujetos, sólo algunos pocos. ¿Cuál es la prueba más clara de esto? Que las mercaderías son llevadas a todos los lugares libremente, que los capitales no tienen ninguna frontera, que los gerentes, los grandes empresarios o los grandes financistas no tienen ninguna frontera, pero, para la gente de abajo las fronteras son absolutamente drásticas. Cada vez más, están colocando muros y, si las cosas no cambian sustancialmente, dentro de poco tiempo, veremos al asesinato masivo de cientos de miles de personas, porque ya no hay otro modo de contener esto. Si no las reconozco como personas, si no ayudo a desarrollar los lugares de origen, en vez de empobrecerlos, no hay remedio.

 La falta de consideración de que todos somos seres humanos, de que todos somos hermanos, está llevándonos a ver que ya es imposible vivir así. O esto cambia, o se vuelve cada vez más inviable. Esto que podría parecer algo muy elemental no lo es.

 La fraternidad es una magnitud absolutamente trascendente. Los seres humanos, en los mejores momentos, por ejemplo, en el momento de los estoicos, llegaron a decir: ‘yo soy un cosmopolita’, o sea, no soy un ciudadano de Atenas o de Tebas, sino del cosmos y de todo el mundo. Esto fue una cosa maravillosa y totalmente inasimilable para el orden establecido. Lo mismo hicieron Kant y otros [filósofos] y volvieron a hablar de cosmopolitismo, diciendo que, de alguna manera, la paz tenía que ver con esto y sobre cómo nos definimos como seres humanos.

 Encarnarse como hermano en este mundo es ser cristiano. Ser cristiano no es algo fundamentalmente religioso, no es hacer prácticas religiosas, no. Es, como hijo de Dios, vivir como hermano de todos a partir de abajo. Esto es lo esencial.

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¿Cómo vivir hoy la espiritualidad ante la intolerancia religiosa?

 Mi percepción es que, si nosotros no tenemos más densidad humana que las corporaciones mundiales, tenemos que resignarnos a lo que ellas nos dicen. La propuesta es que tenemos que fortificar al sujeto, de tal manera que me pueda afectar lo que hacen, pero no me influencian en absoluto, porque mi vida nace de mí.

 ¿Cómo se hace esto en forma cristiana? No se hace ensimismándonos. Cristianamente, esto sólo se hace a través de las relaciones, poniéndome en las manos de Dios, sabiendo que el amor es el origen de la vida y, por lo tanto, nada puede separarme de la vida, porque nada puede separarme del amor. Podrán, en todo caso, matar, pero no van a separarme del amor.

 ¿En qué se manifiesta esa confianza de fondo? En lo que me dedico a ser, fraternidad a partir de los de abajo. Cuando actúo densamente, en ambas dimensiones, libero mi libertad y esa libertad liberada se aplica en la capacidad de hacer fraternida

¿Cuál es la prueba de que hay confraternidad a partir de abajo y que incluyo a mis enemigos? La señal de que es la verdadera fraternidad, como humanos, es que inmediatamente desde abajo incluyo a mis enemigos. Por ejemplo, en Venezuela, ¿qué dije todos estos años? Si uno es antichavista, no es cristiano si uno no pide, con toda sinceridad, con toda el alma a Dios, cada día, que Chávez acierte. Si uno es chavista, no es cristiano si uno no pide, con toda sinceridad, que los no chavistas acierten. Esto es un test y no significa que me haga bien o mal, no tiene que ver con sentir, tiene que ver con querer, con lo que sale de lo más profundo de mí. Yo quiero su bien, aunque usted me considere su enemigo.

Esta perspectiva es la única que puede salvarnos, porque esas diferencias se hacen absolutas y no puede ser. En el caso de Chávez, por poco marxista que fuese, tendría que reconocer que la política es una superestructura. Y una superestructura no puede definir mi vida, esto sería totalmente irracional. Hay cosas mucho más profundas que ésta, no puedo definirme por eso. Para poder pensar, tengo que tomar decisiones más profundas, si no, como me identifico con esto, no puedo pensar. En todo caso, puedo pensar ideológicamente como una declaración de principios, pero no como una realidad actuante en mi vida. La espiritualidad es vivida a través de las relaciones, poniéndonos en las manos de Dios, sabiendo que el amor es el origen de la vida.

 Sobre la historia de la evangelización en América Latina, ¿cuál es su herencia hoy?

 América Latina nace con una contradicción constituida. La contradicción es que yo te bautizo y tú eres mi hermano, pero saliendo del templo yo soy el señor y tú eres el siervo. Los mejores momentos de la historia de América Latina son los que quisieron superar esta contradicción, de manera que pensemos la fraternidad por sobre la opresión.

 Escribí un largo artículo con la lectura de la historia de América Latina, que dice que los momentos que decimos que son buenos son aquellos en los que triunfó la fraternidad sobre la opresión del hombre por el hombre. Los mejores evangelizadores se pusieron a favor de los indígenas y en contra de los que habían llegado. Y los indígenas captaron esa contradicción.

Fuente: CPAL Social

¿De Qué se Trata ImPACtando?

¿Qué es ImPACtando?

Es un encuentro que se realiza después de la evaluación a mediotérmino del Proyecto Apostólico Común (PAC) y de la evaluación de la Conferencia de Provinciales de América Latina y El Caribe (CPAL). Esta instancia nace por primera vez por decisión de nuestros Provinciales a tres años de finalizar el PAC.

¿De dónde proviene el nombre ImPACtando?

El nombre surgió a partir del equipo de trabajo de la CPAL y se relaciona Proyecto Apostólico Común (PAC) con la palabra Impactando.Tiene como propósito revisar el “impacto” que tienen los Jesuitas con su labor en América Latina y El Caribe.

¿Qué se busca con ImPACtando?

Definir qué queremos lograr en estos tres años que faltan para completar el Proyecto Apostólico Común (PAC) y cómo lo queremos lograr. A su vez, se busca incorporar elementos a partir de la 36° Congregación General.

 ¿Cuáles son los objetivos de ImPACtando?

  • Definir a dónde queremos llegar en las prioridades del PAC y cómo.
  • Incorporar las novedades aportadas por la Congregación General 36 al PAC.

 ¿Quiénes participan en ImPACtando?

 Al encuentro se invita a los Provinciales y otra persona de las 12 Provincias de América Latina y El Caribe, así como a los responsables de todas las redes y sectores interprovinciales.

 También harán acto de presencia hermanos y jóvenes estudiantes de la Compañía de Jesús. Se espera la asistencia de 110 personas aproximadamente.

Fuente: impactandosj.org

Acompañar en la Familia

Saber acompañar, aprender a estar en la vida de otro: un dilema particularmente difícil para muchas familias actuales.

Vamos a hablar de familias, pero en esta ocasión no lo haremos de sus necesidades, de sus miedos, o de sus logros; seremos mucho más ambiciosos al iniciarnos con el ingrediente que nos permite darle sentido a nuestro trabajo en la intervención con familias: Acompañar.

Dice la Real Academia Española de la Lengua en su definición, que la palabra Acompañar es: “Estar o ir en compañía de otra u otras personas”; y profundizando en su significado gramatical, se corresponde con el grupo de verbos transitivos, ya que no son autosuficientes semánticamente, necesitan de una acotación que les dé sentido.

Con estas premisas, quienes trabajamos con familias, sabemos lo importante que es para ellos, sentir que alguien camina a su lado, en los momentos que nos incorporamos a sus vidas. …y ¿cuándo Acompañar? Siempre… antes, durante y después, …no podemos ni debemos esperar a que nos necesiten para estar, en una carrera contrarreloj para ganarle la batalla al tiempo; si salimos antes, llegaremos antes y en mejores condiciones, y serán las familias, madres, padres, hijas e hijos, quienes así lo vivan.

Las familias de las que hablamos, sienten que no saben manejarse en las relaciones con sus hijas e hijos, que tienen dificultades como madres y padres, …que ya se han sentido perdidos cuando ellos lo eran. El trabajo de intervención con estas familias, nos coloca ante una situación en la que sus hijas e hijos se encuentran separados de ellos, en centros de protección, o continúan en el domicilio familiar, con seguimiento de diferentes profesionales desde el Trabajo, la Educación Social, o desde la Psicología; no necesitan tener a nadie al otro lado de la mesa, que dirija sus vidas, cuestione sus decisiones, o autorice cada uno de sus gestos; necesitan sentirse acompañados, escuchados y sentidos, porque solo así seremos capaces de conocer lo que les preocupa y lo que sienten, para construir con ellos el nuevo escenario que les permita dar a esos niños y niñas, o a esas chicas y chicos, la seguridad que muchos de ellos nunca han conocido.

Y a mí me da miedo, miedo a no saber escuchar, miedo a no saber comprender, a juzgar sin preguntar o a creer que después de tanto tiempo, ya nadie me va a contar algo que no sepa; y entonces, es cuando realmente aparece el peligro. Por eso es tan importante no perder el paso, mantener la cercanía que permite al otro sentirse seguro a pesar de que en ocasiones nuestras inseguridades nos atenacen, y darle el impuso necesario para ser y estar, para saber dar y recibir.

Porque una de las cualidades de este verbo de la primera conjugación, es que permite huir de la soledad; mientras acompañamos ni ellos ni nosotros estamos solos, y quizá más importante aún, no nos sentimos solos. Las madres (sobretodo) y también padres, que están al frente de la mayoría de nuestras familias, esas que nuestra sociedad ha condenado antes de empezar, que se han salido de la cuadrícula, que lo han hecho casi todo mal, que casi nunca les han preguntado, suelen responder cuando les preguntamos cómo se sienten, cuando aparecemos en sus vidas, un programa nuevo, un técnico nuevo, una nueva oportunidad,…pues se sienten solas, sin fuerza y cansadas de contar una, y otra, y otra vez, su vida, sus fracasos,…porque no han logrado formar parte de una sociedad como los demás, porque ya les han quitado a sus hijos hace tiempo, o alguien revisa cada uno de sus pasos por si considera necesario hacerlo.

 Y cuando se sienten acompañados, ¿Qué ocurre?, ¿Cómo nos lo transmiten?, ¿Qué nos dicen?…Esa, es nuestra gran recompensa en el trabajo, no tanto por haber conseguido todos y cada uno de los objetivos que nos hayamos propuesto (que, a fin de cuentas, muchas veces es más lo que nosotros queremos que lo que ellos y ellas necesitan), sino por hacerles sentir protagonistas de sus propias vidas, con el sentimiento compartido con otros (quienes les acompañamos), de sus fracasos, ilusiones o temores, pero eso sí, vacíos de soledad, y con la esperanza puesta en el mañana que ya es hoy.

Fuente: Entre Paréntesis 

Los Rostros de la Deportación

Un documental que le pone rostro a una de las problemáticas sociales de las que más se ha estado hablando en el último tiempo.

De los 11 millones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos, el gobierno federal ha prometido enfocarse en la deportación de un grupo prioritario. En su primera semana como presidente, Donald Trump ya ha implementado nuevas y agresivas acciones ejecutivas migratorias. Ya sea por haber llegado recientemente, por tener un historial delictivo o por cumplir alguna otra categoría de prioridad, el futuro de muchos de estos inmigrantes indocumentados es incierto.

Univision Noticias utilizó un equipo de cámaras de última generación —con capacidad de grabar en 360 grados— para capturar en realidad virtual las historias de siete inmigrantes. El resultado es ‘En peligro de deportación’, una serie documental que le permite a los usuarios ponerse en los zapatos de algunos de los indocumentados con cinco de los casos en mayor peligro de deportación durante la administración de Donald Trump.

El primer video de ‘En Peligro de Deportación’ es una compilación de cinco historias sobre casos de inmigrantes indocumentados que estarían en mayor riesgo de deportación bajo las políticas de Trump.

Fuente: CPAL Social