Mensaje de la XIV Asamblea de CLACIES “Santos Mártires”, Paraguay 2015

Del 14 al 20 de octubre del 2015 se ha llevado a cabo en el Centro de Espiritualidad “Santos Mártires” de Paraguay (Limpio), la XIV Asamblea de la Confederación Latinoamericana de Centros Ignacianos de Espiritualidad (CLACIES), con la participación de Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, Haití, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Venezuela.

Esta Asamblea de CLACIES estrenó nuevo coordinador, P. Carlos Canillas. En continuidad con la gran experiencia del P. Álvaro Quiroz, anterior coordinador, la alegría e inventiva de Carlos han dado desde el primer momento a nuestra Asamblea la motivación acostumbrada.

A lo largo de estos días hemos reflexionado, orado y socializado sobre la realidad y los servicios de los Centros de Espiritualidad de cada país participante. Hemos compartido en torno a tres experiencias novedosas: “Curso de capacitación itinerante de orientadores y acompañantes de EE” de Brasil; “Formación Ética para directivos de empresas” de Colombia; y “Centro de Acompañamiento y Escucha” de México. También se trató lo concerniente a la acreditación de acompañantes de EE y su certificación.

Abordamos los asuntos propios de la coordinación y gestión de la Confederación, los apoyos recíprocos entre centros, la economía y los nuevos consejeros de CLACIES para el 2015‐2017; el compromiso de todos con el próximo XIV Curso Internacional para Acompañantes de EE (Los Teques 2016); nuestra contribución al Proyecto Apostólico Común de la CPAL; y las pistas para nuestro trabajo como CLACIES en los próximos dos años.

También dedicamos un tiempo significativo para tratar dos asuntos de importancia: uno, las Vocaciones Jesuitas y Laicales: “reto y apuesta”, en la que se hicieron interesantes propuestas. Y otra, la consistencia y perseverancia en los jóvenes jesuitas, sobre la que surgieron diversas inquietudes en torno al acompañamiento y al plan de formación del post-noviciado.

La integración de los participantes y la comunicación en clave de discernimiento sirvieron de soporte en la búsqueda de mejores medios para contribuir de forma más efectiva a la Misión de nuestras Provincias a la luz del Proyecto Apostólico de la CPAL.

El espacio destinado a la Formación Permanente que se desarrolló en el contexto de las Misiones Guaraníes del Paraguay se convirtió en una experiencia de agradecimiento a Dios y a la vez de motivación para avivar la respuesta a la misión que nos ha encomendado la Compañía.

Los participantes de CLACIES 2015 nos sentimos llamados, como plantea el Padre General, a realizar mayores esfuerzos para animar y acompañar desde nuestra área una vida más profunda en los jesuitas y laicos/as, así como contribuir a una mayor calidad en la misión que realizamos todos.

Los grandes cambios culturales piden que seamos hoy más creíbles y audaces, y exigen que cada Provincia dé un impulso más sostenido, coherente y eficiente al sector/área de Espiritualidad. En esta dirección agradecemos, que la Provincia de Paraguay haya dado un significativo paso que anima y motiva a todos, al encomendar a una laica, la Señora Elena Velilla de Pusineri, la misión de ser la delegada provincial del área espiritualidad.

Agradecemos la organización que nos ha ofrecido CLACIES y el Centro “Santos Mártires” junto a su equipo y al personal auxiliar; a las diversas Comunidades Jesuitas que nos han hospedado, a los laicos ignacianos y a tantas personas con quienes nos hemos encontrado durante estos días, y con ellos, nuestro especial agradecimiento a la Provincia de Paraguay por tan cálida y grata atención.

Para leer el mensaje completo

CLACIES, Santos Mártires.

Paraguay 2015.

Del comunismo al consumismo

Por Victor Codina

Hasta fines de los años 80 el enemigo común del mundo occidental era el comunismo soviético marxista, el comunismo del telón de acero y de la cortina de bambú, del Archipiélago Gulag y del muro de Berlín.

La caída del muro de Berlín en noviembre de 1989 simbolizó el final de una época histórica, la caída del comunismo soviético del Este. Esta caída fue celebrada en el mundo occidental como el final de la historia, como el triunfo de la «american way of life»: en el futuro ya no habría más sorpresas, íbamos a vivir siempre más de lo mismo. El capitalismo neoliberal levantaba su bandera como la solución a todos los problemas.

25 años después los problemas no se han solucionado. Grandes sectores de la sociedad y de la humanidad viven en la escasez y la miseria, la tierra ha sido contaminada y destrozada por los defensores del paradigma tecnocrático que defienden el mito del progreso sin límites a costa del descarte de muchos y de la destrucción del medio ambiente.

Al comunismo ha sucedido el consumismo, una forma tan insidiosa de materialismo como el materialismo dialéctico marxista. «Consumo, luego existo», quienes no consumen no existen, son descartados de la sociedad del bienestar. La avidez con la que los ciudadanos del Berlín oriental después de la caída del muro se lanzaron frenéticamente a comprar y beber en el Berlín occidental, puede simbolizar este tránsito del comunismo al consumismo.

Son muchas las personas lúcidas y de buena voluntad, los movimientos populares y sociales, las víctimas de un sistema que mata… quienes creen que otro mundo es posible y necesario, que el sistema actual ya no se aguanta, que necesitamos un cambio de estructuras, que hemos de cuidar nuestra casa común, que ni el comunismo ni el consumismo son la solución.

En la tradición cristiana existe la palabra «comunión» densa en contenidos: significa e incluye la comunión entre todos los seres humanos, en especial con los pobres y excluidos, la comunión con la naturaleza y en última instancia con Dios Padre que nos hace hijos e hijas, hermanos y hermanas, y derrama la lluvia sobre buenos y malos. El Padre ha enviado a su Hijo Jesús y al Espíritu para que vivamos en comunión y podamos participar de la comunión trinitaria. La Iglesia es un espacio de comunión y su centro es la eucaristía, el sacramento de la comunión con Jesús, al cual estamos todos invitados. La mesa compartida, sin excluidos ni descartados, es la imagen simbólica de este paradigma de la comunión con Dios, de la comunión con los hermanos y hermanas, más allá de las diferencias de género, etnia, cultura y religión, y de la comunión con la tierra, nuestra madre y casa común.

Como dice Francisco, los conflictos se han de resolver desde una síntesis superior, pues «la unidad prevalece sobre el conflicto». Ni comunismo ni consumismo: comunión. Y el fruto de la comunión es la paz.

Fuente: CPAL SJ

Los 10 temas fuertes del sínodo

Por Rodrigo Ayude, Roma

Los trabajos del sínodo entran en su recta final. Quedan, prácticamente, las sesiones en las que se presentará el borrador del documento que se entregará al papa Francisco el sábado. Un documento que nació como Instrumentum Laboris y al que se han incorporado las propuestas recogidas en las 39 relaciones de los grupos lingüísticos (círculos menores). Además de esto, cada padre sinodal tendrá la oportunidad de corregir, añadir y sugerir cambios tanto el jueves por la tarde como en la sesión del viernes por la mañana.

Compartimos, a continuación, algunos de los temas que han salido con más fuerza en las sesiones de trabajo del sínodo y que han tenido una acogida muy amplia entre los padres sinodales.

sinodo 10pts

1. Un nuevo lenguaje

Entre los temas más repetidos se encuentra la necesidad que tiene la Iglesia de un nuevo lenguaje, capaz de dialogar con la cultura postmoderna. Ese lenguaje, según los padres sinodales, ha de construirse sobre dos ejes: la inclusión y la misericordia. Debe ser un lenguaje de inclusión, que evite los juicios negativos sobre personas o situaciones, que respete a las personas en su ser más profundo y que parta de una escucha atenta de las necesidades. Un lenguaje que tenga como fundamento la misericordia, es decir, una forma de hablar que salga al encuentro del alejado, que se ponga a su altura y se haga cargo de sus dificultades, que le cure las heridas y que lo porte a la verdad.

2. Pastoral de inmigrantes

Los padres de Oriente Medio y África compartieron en el Aula los dramas de la migración, especialmente la derivada de la guerra, de la persecución por la fe y de la pobreza. Algunos obispos han propuesto una pastoral específica que promueva la cultura del encuentro. Para ello consideran necesario una colaboración más estrecha entre las iglesias locales en los países de origen de las personas y las iglesias de los pasíses de acogida. Se busca acoger e integrar de la mejor manera a los que han tenido que dejar forzosamente su tierra para revestirlos de una nueva dignidad.

3. Matrimonio como vocación

Los obispos del sínodo han reflexionado ampliamente sobre el matrimonio como proyecto vocacional de Dios, la gracia específica de esta vocación y su misión propia en la Iglesia. Tras semanas de estudio, cada vez es más clara la idea de la importancia de la familia como edificadora de la Iglesia y no sólo como beneficiaria de una pastoral. Son muchos los campos donde las parroquias pueden y deben contar con las familias.

4. Catequesis de preparación para el matrimonio

La perspectiva vocacional del matrimonio también ha suscitado el estudio sobre si es suficiente o no la preparación actual de los novios para crear esta “iglesia doméstica”. Los padres sinodales consideran escasa la formación que se da para el matrimonio. En muchas ocasiones se queda en la explicación de la ceremonia. Están buscando un camino más largo -se habla de unos seis u ocho meses- en los que los futuros esposos profundicen en los aspectos propios de la vocación matrimonial y en su misión

5. Pastoral con convivientes estables

Entre las situaciones irregulares, el sínodo ha prestado particular atención a aquellos que, sin estar casados, conviven de forma estable y prolongada. Los obispos consideran que esa convivencia puede tener algunos elementos propios del matrimonio: unidad, indisolubilidad y apertura a la vida. Por eso buscan fórmulas para acompañar a estas parejas hacia el sacramento del matrimonio, que les prestará la ayuda eficaz para vivir con plenitud su proyecto de amor.

6. Acompañamiento en los primeros años de matrimonio

La alta cifra de separaciones y divorcios no ha pasado desapercibida a los padres sinodales. Con frecuencia las rupturas suceden tras los primeros años de convivencia. Teniendo en cuenta esto, los obispos consideran necesario que cada parroquia cuente con algunos matrimonios con experiencia que puedan acompañar a los nuevos esposos durante los primeros años. Compartir las dificultades y comprobar que otros han sabido superarlas es una buena herramienta para ayudar eficazmente a las familias.

7. Educación sexual

Los obipos del sínodo propusieron una mejor educación sexual en el camino de preparación al matrimonio. Consideran que la Iglesia debe entrar en este ámbito con determinación, ante una actual educación sexual negativa. La Iglesia quiere presentar la buena noticia de la sexualidad humana como un camino de amor y no como un camino de pecado. Además, la educación de la afectividad es considerada fundamental para entender la donación esponsal y, por ello, formará parte del camino de preparación para el matrimonio.

8. Formación de los sacerdotes

Los fuertes cambios sociales que afectan a las familias exigen nuevas herramientas para los sacerdotes, de modo que puedan ayudarlas eficazmente en sus problemas cotidianos. Para este fin, se ha hablado tanto de incluir nuevas materias sobre familia y bioética en la formación de los futuros clérigos. En cuanto a los seminaristas, se ha valorado la posibilidad de que dediquen parte del tiempo en la parroquia a visitar a las familias para conocer su vida cotidina, sus preocupaciones y sus necesidades. Otra propuesta es, por ejemplo, dar cursos de asesoramiento familiar a los párrocos.

9. Atención a las situaciones dolorosas

Los padres sinodales coinciden en que no habrá “recetas generales” para admitir a los sacramentos a los bautizados que han establecido una nueva convivencia después del fracaso del matrimonio sacramental. Sobre esta realidad hay numerosos puntos de vista entre los obispos. Desde perspectivas diversas, todos están de acuerdo en respetar la doctrina actual y en que se deben evitar soluciones del tipo “todo o nada”, “sí o no”. Los padres sinodales opinan que corresponde al obispo diocesano conocer las situaciones concretas y juzgar caso por caso. En este discernimiento, convendrá descubrir los problemas que han llevado a la familia a este punto, especialmente para quienes es ya imposible volver con su marido o su mujer.

10. Papel de la mujer

Un tema profundizado en los círculos menores es el papel de la mujer en la Iglesia. El papa recordó frecuentemente que es necesaria una teología de la mujer. Aunque no han trascendido propuestas concretas, el tema ha sido ampliamente debatido. En cambio, para los obispos resulta claro que la mayor participación de la mujer en la Iglesia, de servicio o diaconía, nada tendrá que ver con el sacramento del orden.

Fuente: Iglesia En Directo

Laudato si’ y la ecología integral: No tener miedo

Pedro Walpole

“No tener miedo,” podrían haber sido las palabras introductorias del papa Francisco en su encíclica, ya que él nos pide que profundicemos, y no tengamos miedo de profundizar en nuestra vida diaria: “La paz interior de las personas tiene mucho que ver con el cuidado de la ecología y con el bien común, porque, auténticamente vivida, se refleja en un estilo de vida equilibrado unido a una capacidad de admiración que lleva a la profundidad de la vida” (n.225).

Al leer esta encíclica, crecemos espiritualmente en tanto que expresamos nuestra preocupación, actuamos con justicia ambiental y buscamos la reconciliación con el dolor de la tierra. Este es un documento vivo que encuentra su seña en el mundo de las decisiones políticas y de mercado a través de la necesidad de incrementar la solidaridad de abajo hacia arriba y el uso responsable de los recursos. Reflexiono sobre la encíclica, por tanto, desde el punto de vista de estos cinco temas clave: no tener miedo, profundizar, perseverar, el dolor de la tierra, y encontrar la marca.

De estos cinco puntos, los tres primeros son acerca de la conversión personal, y las dos últimas se centran en las injusticias, el consumo excesivo y la pérdida de la equidad en la sociedad actual. El dolor de la tierra se compone tanto del sufrimiento humano y la degradación del medio ambiente – son uno y el mismo llamado a la justicia. Y el objetivo de la encíclica es el poder de los mercados globales sobre el uso y distribución de los recursos naturales, que en muchos casos no tiene en cuenta igualmente las necesidades locales y la sostenibilidad global.

Escribo desde la perspectiva de Asia Pacífico, una parte del mundo donde hay economías de consumo en expansión, un crecimiento, inseguro, de clase media, un número creciente de pobres y altos niveles de explotación y riesgos ambientales. Estos riesgos pueden variar en relación a otras regiones, pero son específicos y reales. Las respuestas a las preocupaciones ambientales son mixtos debido a consideraciones políticas, incertidumbres financieras, el deseo por el crecimiento económico, la creencia en el desarrollo tecnológico y una intervención estratégica confusa. La región quiere triunfar en el mundo y Asia-Pacífico tampoco está exenta de algunas de las personas más ricas del mundo.

Mientras tanto, hay un sentido limitado de la cohesión social y el compromiso personal con la rendición de cuentas. Hay marginación, no sólo de los pobres en general, sino del mundo rural pobre y de las comunidades indígenas en particular. La producción de comida más globalizada, corporativa, se traduce en una pérdida de la seguridad alimentaria local y calidad de los alimentos, mientras que los residuos co-existen con el hambre. El agua es ahora una mercancía, y en muchos lugares no es un derecho. La biodiversidad y los ecosistemas se encuentran seriamente amenazados.

Ninguno de los flujos económicos o de los ecosistemas del mundo llegará a ser más sostenible e integrador, salvo que, uno a uno, cambiamos por la búsqueda de un estilo de vida más simple y que trascienda nuestras necesidades y las imágenes de éxito a través de una espiritualidad de la presencia y de la reconciliación. Tenemos que escuchar el llamado de nuevo y responder con la reflexión y la perseverancia, en solidaridad con los demás. Necesitamos, en este proceso, una actitud y espíritu que comparten en el gozo, la fragilidad y la paz de la vida; pero también necesitamos una comprensión de la ciencia, la ética y la gobernabilidad.

Tenemos el desafío de entender los mundos financiero y técnico, si la dimensión espiritual es conectar con ellos y ser una fuente de la reconciliación y la regeneración. El papa Francisco reconoce la necesidad del campo de la ciencia de “sumar todo lo que ha generado el conocimiento en las demás áreas del saber, incluyendo la filosofía y la ética social. Pero este es un hábito difícil de desarrollar hoy” (n.110).

Tenemos el desafío de manera similar a entender la ciencia y las complejidades del mundo físico. Tenemos que adquirir este hábito cuando vengamos de una perspectiva espiritual, con el fin de reflexionar partiendo del conocimiento generado por los demás y entender su papel integral en el desarrollo humano y la curación de la Tierra. Tenemos que llegar a un acuerdo con el lenguaje científico y asumir los frutos de la investigación científica, “dejarnos interpelar por ella en profundidad y dar una base concreta al itinerario ético y espiritual como se indica a continuación” (n.15). Las soluciones a la crisis del medio ambiente no son simplemente técnicas, pero desafían la humanidad en el nivel más profundo de ser responsable de la vida.

Los niveles de la explotación del medio ambiente y el riesgo se pueden expresar a través de los nueve límites planetarios, originalmente definidos en 2009 por un grupo de 28 científicos con el objetivo de “estimar un espacio operativo seguro para la humanidad en relación con el funcionamiento del Sistema de la Tierra” que se publica en Ecología y Sociedad (2009), Ciencia (enero de 2015), y en el Centro de Resiliencia de Estocolmo (enero de 2015). Estos límites planetarios están profundamente interconectados y su medición e impacto son inseparablemente tanto bioquímicos y sociales.

Podríamos preguntar, ¿qué tienen estos límites planetarios que ver con la espiritualidad? Estos límites son tan parte integral de nosotros y de la forma de vida de mis vecinos que la reflexión espiritual me lleva a la profunda preocupación en cuanto a lo que puedo hacer, y cómo evitar culpabilidad opresiva y la acción sin fondo. Me encuentro con estos límites cada día, pero no necesariamente de manera directa. Puede que no sean objeto de mi trabajo la preocupación de mi vida en el hogar o las necesidades que presento a Dios, sino que son intrínsecos a la mayor parte de lo que toco, como y compro. Estoy muy conectado con la integridad del mundo que estoy diariamente empujando y tirando de estos límites planetarios. Puedo pensar en una burbuja, pero no vivir realmente en una burbuja, sino en la atmósfera del planeta.

La espiritualidad nos permite abrazar el sufrimiento con ensayos personales o familiares y cuando pasamos tiempo con los pobres. Conociendo a los pobres como amigos y no sólo como los necesitados nos da una experiencia muy diferente de la vida. Participar de la vida de manera marginal no es tan difícil cuando tenemos este tipo de amigos que nos ayudan a entender lo que es. Las experiencias y necesidades de vida de las personas pobres se ven reflejados en la enseñanza del papa Francisco. Eleva estas preocupaciones para que sean escuchadas a nivel mundial, al tiempo que son comprendidas a nivel local. En el silencio del corazón de este hombre, que acompaña a los que sufren.

No tener miedo

¿Por qué no tener miedo? Todo un complejo de problemas ecológicos y sociales vinculados está empeorando; nuestros políticos están haciendo lo menos posible; y el consumismo crece día a día a medida que nos urbanizamos. ¿Qué diferencia hace una sola voz en un mundo de negación? Tenemos que empezar por la gratitud y la alabanza a Dios, no por enfocar los temas. “El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza” (n.12). A continuación, los temas se convierten en preocupaciones que se internalizan y actúan sobre ellas.

El papa Francisco habla de la contaminación, el agua, la energía, la biodiversidad y el clima en términos del bien común. Su espiritualidad y la solidaridad están capacitando, y comparte que “los hombres y las mujeres son todavía capaces de intervenir positivamente. Como ha sido creado para amar, en medio de sus límites brotan inevitablemente gestos de generosidad, solidaridad y cuidado” (n.58). El bien común está vivo pero necesita vitalidad – nuestra vitalidad.

Hay una profundidad del amor y de la vida aquí para todo el mundo, y los que tienen fe humildemente siente que este es un llamado de Dios: somos atraídos a hacer la obra de Dios en el mundo. Somos transformados en el proceso y experimentamos una mayor esperanza y un poco más de la integridad. Al mirar a las “raíces éticas y espirituales” de la crisis ecológica, nos encontramos con la liberación del miedo (n.9). Y cuando superemos la indiferencia y el miedo, se nos presenta una nueva misión; gratitud y alabanza resuenan de nuevo a medida que tratamos de servir.

Profundizar

Una vez nos encontramos con gratitud, lentamente nos mueve a la solidaridad y sentimos la capacitación crecer en nuestros corazones. Las actitudes cambian por deseo mucho más fácilmente que fuera de un imperativo moral. En última instancia, el amor profundo a la vida está abierto a una fe profunda en la fuente de la vida. Sobre la conversión ecológica, el Papa escribe: “Porque no será posible comprometerse en cosas grandes sólo con doctrinas sin una mística que nos anime, sin «unos móviles interiores que impulsan, motivan, alientan y dan sentido a la acción personal y comunitaria »” (n.216).

Otra forma en la que tenemos que profundar es mirar hacia el futuro mediante la transformación de la educación para todos. En palabras de la encíclica: “si se quiere conseguir cambios profundos, hay que tener presente que los paradigmas de pensamiento realmente influyen en los comportamientos. La educación será ineficaz y sus esfuerzos serán estériles si no procura también difundir un nuevo paradigma acerca del ser humano, la vida, la sociedad y la relación con la naturaleza” (n.215).

Profundizar más es también conseguir ampliar, conectando a más gente. Los jóvenes, en particular, quieren tener diferentes experiencias, conocer gente diferente, conocer el mundo como lo que es. ¿Cómo puede el joven que buscan fuentes de inspiración encontrar apoyo suficiente para actuar con un sentido del espíritu humano? ¿Cuáles son las estructuras sociales fuera de la escuela en la que dichos valores y aspiraciones pueden formar un entorno de trabajo para ellos más allá de los programas de fin de semana de reflexión y de la exposición a corto plazo?

Perseverar

El miedo y la sensación de fracaso destruyen tantas buenas intenciones cuando carecen de un compromiso inicial, mientras que los hábitos de estilo de vida roban la vida y la existencia de quienes son confiados e irreflexivos. Es difícil perseverar cuando no vemos ningún cambio concreto como resultado de nuestros esfuerzos y cuando las contribuciones de muchos son fácilmente destruidas, pero el compromiso espiritual y la solidaridad nos permiten ir más allá de lo que creíamos posible. Laudato si’ comparte esperanza y el profundo e integrador significado de nuestro modo de vida, que nos pueden llevar a el punto de la liberación y la transformación.

Las comunidades de práctica son lugares donde podemos vivir, con actividades simples, una relación con la creación y que nos da a todos la vida. La Iniciativa Satoyama, con sede en Japón, es compatible con las formas tradicionales de base local y en el que las comunidades gestionan y conviven con una forma de medio ambiente y no destruida por la actividad humana. Un creciente interés en un sentido más amplio del buen vivir está surgiendo en diferentes formas a nivel mundial. Buen vivir se basa en las ideas clásicas sobre una buena calidad de vida, pero con un enfoque específico en el bienestar dentro de la comunidad.

Incluso los períodos cortos de reflexión y conversación en la comunidad pueden ayudar a constituir la forma en que utilizamos la mayor parte de nuestro tiempo y para ser parte de “una mirada distinta, un pensamiento, una política, un programa educativo, un estilo de vida y una espiritualidad que conformen una resistencia ante el avance del paradigma tecnocrático” (n.111).

Aquellos de nosotros que vivimos una vida privilegiada, segura en todas nuestras necesidades básicas y podemos tener un poco más, debemos vivir con moderación y con generosidad hacia los demás. La generosidad más importante es la generosidad con el tiempo, la que nos permite experimentar lo que es vivir en los márgenes, dejando de lado nuestras propias obsesiones y contemplar la vida con los demás, servir y luchar por su beneficio. Este compromiso nos fortalece para el objetivo a largo plazo de “cambio profundo.”

El dolor de la tierra

Las historias de hombres y mujeres que trabajan en la tierra y que sólo han conocido una comunidad nos dicen cómo las cosas han cambiado. Si usted pertenece a una comunidad tradicional, tiene un patrón de comunicación diaria, conoces la tierra, el cambio de todos los céspedes, cada embarazo, nacimiento, matrimonio y muerte en relación con todas las personas de esa comunidad. Cada persona, joven o anciano, se dedica a las actividades comunes diarias y un conjunto común de las relaciones sociales. Hay mucho que aprender de esta experiencia de la vida en la comprensión de la integridad de nuestra acción en el mundo.

La experiencia personal es muy diferente para aquellos que vivimos y trabajamos en las ciudades modernas. Todos los días vemos imágenes y escuchamos los informes sobre desastres, guerras y pérdidas humanas terribles, contiendas económicas y política. Los medios de comunicación nos informan sobre la vida más allá de nuestra propia comunidad, pero también nos quitan poder, porque sabemos que los problemas son demasiado grandes para cualquiera de nosotros, demasiado complejos y, a menudo muy lejos para afrontar. Podemos compartir la experiencia de estos problemas, incluso si es sólo a través del tráfico y la contaminación, pero el efecto de esto es a menudo centrarse en nuestra propia necesidad de seguridad, nuestra necesidad de seguir avanzando –lo que sea que eso signifique.

¿Podría alguna vez tomar un día libre de mi ajetreo y seguir mi misma basura al final de su viaje, a qué lugares me guiará? ¿Qué aprenderíamos mi familia, mi comunidad y yo? Puede ser difícil de averiguar adónde van nuestras aguas residuales, pero ¿sabemos de dónde proviene nuestra agua, en primer lugar, dónde cae la lluvia en realidad? ¿Y qué pasa con los menos afortunados? La peregrinación a encontrar esas cosas es una experiencia interior, conocer a gente en el camino y ver sus vidas, hacernos preguntas y reflexionar profundamente. Pero, ¿nos ayuda a cambiar nuestras acciones?

¿Cómo podemos saber la complejidad de esta situación de una manera que nos haga actuar? ¿Cómo podemos lograr la justicia medioambiental y “escuchar tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres” (n.49)? No va a ser fácil pasar del “dolor de la tierra” a una nueva experiencia del “amor de los márgenes.”

Encontrar la marca

Nuestro marco actual de las negociaciones globales no permite el cambio de mentalidad que se necesita para hacer frente a las preocupaciones locales inmediatas de muchas comunidades. La profundidad de realización, el sentido de la conexión, y la esperanza que necesita ser compartida por los cambios en los sistemas económicos y políticos globales son insuficientes, precisamente porque esos cambios todavía no se han sucedido. Hay una fragmentación del pensamiento y de la toma de decisiones, y las realidades científicas, económicas y sociales no coinciden. Las estructuras políticas no están diseñadas para la intervención, ya sea a nivel local, como hacer frente a los efectos particulares de un desastre ambiental, o en el plano mundial, la aplicación de un impuesto sobre el carbono eficaz. Hay una llamada de un cambio fundamental.

Mientras Laudato si’ expone la demanda dentro de la Iglesia institucional para una ecología integral, la profundidad espiritual y un compromiso renovado en la fe y la solidaridad, que también participa diálogos y procesos de cambio global.

La encíclica imparte una energía para el cambio, para que las personas se reúnan en las calles y proclamen su solidaridad con la humanidad y el planeta necesitado. Da a la sociedad civil cierta influencia respecto a las elecciones nacionales que tendrán lugar en muchos países durante en 2016. El documento no va a alterar los resultados de las reuniones o elecciones, pero la participación del Papa se presta mejor al enfoque y la profundidad.

El mensaje es atractivo en un contexto secular, porque hay muy poco liderazgo en el mundo que comanda la esperanza. Francisco es la definición de una actitud y una cultura preparada para “hacer frente a esta crisis” (n.53). Agua, los diamantes de sangre, la energía, los refugiados – todos estos temas están conectados en este periodo de crisis profunda que requiere “decisiones valientes” (n.59) frente a las “criterios obsoletos que siguen rigiendo al mundo” (n.189).

Y porque Laudato si’ es inspirador y genera un impulso interior, mueve todas las generaciones a actuar, y los apoya no de forma piadosa pero de una manera apostólica. ¡Ahora tenemos un sentido de la espiritualidad y la solidaridad que es capaz de inspirarnos a nada menos que la conversión del mundo!

Fuente: EcoJesuit

Regresan a Argentina los Jesuitas José Funes SJ y Francisco Gismondi SJ

José Funes sj, y  Francisco Gismondi sj son dos jesuitas cuyas misiones los llevaron al corazón de la Iglesia: han trabajado para el Vaticano. Finalizada su tarea, ambos se disponen a regresar a Argentina y ponerse al servicio allí donde la Provincia Argentino-uruguaya los necesite. Transcribimos aquí las palabras de estos sacerdotes, frente a su inminente partida de Roma y arribo al ‘fin del mundo’.

Por José Funes, S.J

“Sentir que es un soplo la vida, que veinte años no es nada…”
Queridos compañeros,
Hace veintidós años dejé la Provincia para servir a la Iglesia desde la Specola Vaticana y ahora con entusiasmo me preparo a regresar. Doy gracias a Dios y a la Compañía por los años vividos en la Specola. He aprendido mucho y espero poder poner a disposición de la Provincia y de la Iglesia “del fin del mundo” esta experiencia.
Les pido que me tengan paciencia. Vuelvo un poco “romanizado” y con el castellano “italianizado”. En pocas palabras, hablo y escribo cocoliche y pienso en vaticanese.
Vuelvo con la ilusión de poder contribuir desde la UCC a temas que se relacionan al diálogo entre ciencia y religión. Mi puerta de entrada a la Provincia será el Noviciado desde donde espero conocer a los más jóvenes.
Como dice Teresa Parodi:
“Vamos pal sur Quiero volver Por todo aquello que fue Parte de mi corazón.”
Un abrazo.

Por Francisco Gismondi S.J.

Ciao Roma!

El pasado 21 de septiembre, fiesta de San Mateo, tuve el tradicional almuerzo en el que se realiza la “incuriazione” de los nuevos y la “excuriazione” de los que partimos. En la mesa compartimos con el P. General y el P. McClain, Ecónomo General, los nuevos asistentes PP. Antonio Delfau (CHL), Michael N’Tangu (ACE) y yo. Al comenzar el P. Superior, Joaquín Barrero (ESP), realiza un breve discurso dando la bienvenida a los nuevos y mi despedida.

Comenzó resaltando lo acertado del día ya que nos identificó con San Mateo:

“Desde entonces la economía tiene valor salvífico. Discípulos de aquel San Mateo, son este grupo de compañeros a los que hoy expresamos nuestra gratitud por su trabajo siempre en la sombra, pero al mismo tiempo imprescindible para que el Señor construya o reforme la casa. Nuestra comunidad suma dos y resta uno. El resultado es aparentemente positivo, como es propio de una buena contabilidad. Pero creo que es mejor, o al menos más jesuítico, decir que la comunidad suma dos y resta uno que vale por dos. Y el resultado es cero”.

En estos 8 años mi trabajo consistió en asistir al P. General dando mi opinión sobre asuntos económicos y financieros de las Provincias de habla castellana y asociadas (italiano y portugués), y ser el nexo entre la oficina del Economato General y los administradores Provinciales. Desde 2009 la tarea se extendió a las Provincias de África y Europa (menos Inglaterra, Irlanda, Holanda y Malta). Entre 2008 y 2011 fui también administrador de la DIR (Delegación de las casas Interprovinciales de Roma) y colaboré con las escuelas de Fe y Alegría en Italia. Este último año colabore con el Ministro de la Comunidad en las tareas de economía.

El trabajo ha consistido esencialmente en la lectura de la correspondencia de las Provincias y escribir mis opiniones sobre los asuntos económicos, viajar a las reuniones de administradores Provinciales de Conferencias y Asistencias, y visitar las Provincias que lo solicitaban o los asistentes requerían.

Captura de pantalla (60)

Me ha tocado realizar unos 78 viajes – 286 vuelos – 1.043 horas de vuelo – 789.089 km (casi 20 vueltas a la tierra), que hice y, en los que visité 40 Provincias/Regiones, 39 países de África, América Latina y Europa.

En estos años he aprendido mucho de la Compañía y he visto muchos cambios en las distintas administraciones, aunque también algunas dificultades para lograr vivir más plenamente nuestra pobreza optimizando nuestros recursos.

Doy gracias a Dios por esta gran experiencia, aprendiendo tanto de la diversidad y la riqueza cultural de la Compañía. En estos momentos estoy descansando y estudiando inglés en Galway, Irlanda a la espera de Noviembre cuando iré a Manresa, España al curso de espiritualidad para ‘descubrir la clave para ver todas las cosas nuevas’ y prepararme para el nuevo destino que me espera a mi regreso a la Provincia en el próximo enero.

Arrivederci Roma!

La arquitectura como producción social – Doctorado Honoris Causa a Víctor Pelli

Prensa UCC

El 14 de octubre la UCC distinguió al arquitecto Víctor Saúl Pelli con el Doctorado Honoris Causa por su reconocimiento como referente en la producción académica y transferencia de conocimientos vinculados a la producción social del hábitat. En este marco, participó también de un intercambio abierto entre alumnos y docentes en la Facultad de Arquitectura, en el que se expuso sobre la formación universitaria frente a los nuevos desafíos urbanos y habitacionales.

Pelli se ha desempeñado como investigador principal del CONICET desde la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad Nacional del Nordeste. Ha ejercido la docencia de grado y posgrado en universidades del país y del extranjero y ha dirigido proyectos experimentales de soluciones habitacionales innovadoras. Es autor de números artículos de referencia sobre temáticas habitacionales y su producción ha sido premiada tanto por entidades nacionales como internacionales.

¿Por qué eligió la arquitectura como profesión y vocación? Aparte de su hermano, ¿hay más arquitectos en la familia?

– Bueno, son dos preguntas. Respondiendo a la primera, elegí arquitectura porque en Tucumán, en los años cuarenta, era la única carrera universitaria en la que enseñaban a crear: En arquitectura se aprende creando, desde el primer día. Todavía no tenía decidido un destino profesional concreto, pero sí me importaba que fuera una actividad creativa. Después elegiría. Y después elegí, no sin darme algunas vueltas por otras actividades. Y con respecto a la segunda pregunta: sí, hay más arquitectos en la familia: Rafael, hijo de César Pelli; Margarita y María Bernabela, dos de mis tres hijas.

Sabemos que usted ha dedicado su carrera al desarrollo de la vivienda social. ¿Cuál sería la visión social de la arquitectura y su relación con la pobreza?

– En la situación de pobreza, como se da en la Argentina de la segunda mitad del siglo XX y este comienzo de siglo XXI, hay un fuerte componente de exclusión. El nivel de pobreza del que estamos hablando, en su mayor parte no es la pobreza del obrero explotado, de la que mucho se ocupó la literatura socio-política europea, sino la pobreza del hombre sin trabajo alguno (a veces por varias generaciones) y librado a su suerte. Es más un excluido que un explotado. Esto no significa que no haya situaciones de explotación sobre los obreros, pero la situación de total exclusión es considerablemente mayor. La gente en estas condiciones carece totalmente de recursos para acceder, por sus propios medios, a la solución de sus necesidades en general y de las habitacionales en particular. Esto requiere estrategias especiales por parte de las instituciones. El planteo que yo cultivo se orienta al trabajo intersectorial y concertado. Esto es un trabajo en el que actúan en un nivel de paridad todos los sectores involucrados: habitantes con derecho a introducir sus criterios y sus intereses, técnicos de una gran diversidad de profesiones, municipio, Estado, etcétera, compartiendo todas las decisiones y responsabilidades del planteo, de la gestión y de la ejecución de un proceso. El arquitecto allí no es el autor de la solución habitacional, si entendemos que la real solución de vivienda es algo mucho más complejo que el edificio o casa. Visto de esta manera, el arquitecto pone su oficio y las herramientas de su profesión al servicio de la elaboración de una solución conjunta y concertada entre todos esos actores.

DHC-Victor-Pelli-web-05

¿Cuál es la relación entre arquitectura y sociedad? ¿Cómo se da hoy en Argentina y Latinoamérica?

– La arquitectura como profesión es una de las que hoy reconoce la sociedad occidental como parte de sus recursos humanos capacitados para resolver sus problemas y demandas, como abogados, médicos, ingenieros, etcétera. La arquitectura como producción social es obra construida que entra en diálogo con todo el mundo de valores intangibles que cultiva una determinada sociedad. En Argentina y en Latinoamérica la arquitectura se da de la misma manera que otros productos sociales: en fuerte tensión entre el esfuerzo de estar atento a las innovaciones producidas por la cultura de los países centrales, y al mismo tiempo responder a las demandas y solicitaciones propias de la situación histórica, social y económica de nuestras sociedades latinoamericanas, que requieren el esfuerzo de generar modelos propios. Cada arquitecto tiene una ubicación en relación a esa tensión.

 Sabemos que la mejora del hábitat contribuye al desarrollo humano, ¿qué significa para usted una mejora del hábitat?

– Lo de mejora está muy ligado a una escala de valores y de prioridades, lo que hace que desde un punto de vista, cultivado por un sector de la sociedad, una obra sea una mejora, y que desde otro punto de vista, la misma obra sea un retroceso o un daño. Siempre, cualquier cambio en la conformación del hábitat da origen a una latente o manifiesta puja político-social.

Aparte de ejercer su profesión, usted es docente. ¿Cómo ve la enseñanza de la arquitectura en nuestro país?

– Hay muchas carreras de arquitectura en Argentina. Pero uno pensaría que puede considerarse que la enseñanza es, en general, buena, a la vista de la calidad de las obras producidas por arquitectos de todo el país.

¿Existe un enfoque específico o una especialidad que apunte a la importancia social de la arquitectura?

Toda la arquitectura tiene importancia social. Es un componente del intercambio y de la elaboración colectiva. A veces tiene importancia como logro y como avance; otras veces tiene importancia como error y como obstáculo para el avance, o como un directo retroceso; esto también es importante.

¿Qué significa para usted la entrega del Doctorado Honoris Causa que recibirá por parte de la UCC?

– Un generoso testimonio del valor que la institución asigna a mi trayectoria laboral y académica. Y esto representa un refuerzo y un aval para la labor que he venido desarrollando. Y también es, directamente, una gran satisfacción.

Ver Vídeo 

Reunión de Electores para la CG36 de la Conferencia Europea de Provinciales

Los electores de la CG36 de Europa y Oriente Medio se reunieron en Ariccia, cerca de Roma, desde la tarde del 18 de Octubre hasta el 22 por la mañana, tres días completos. Participaron 55 electores, otros tres no pudieron estar presentes por estar participando en el Sínodo de la Familia.

Es la primera vez que una Congregación General comienza desde las Conferencias. Se busca con ello que haya una mejor preparación y profundización en el estudio de los temas, y una Congregación más eficaz cuando comience la sesión plenaria en Roma en octubre de 2016.

Primer día

Al comienzo de la reunión el Coordinador del grupo de Jesuitas Europeos en Formación (EJIF), Luis Palha, habló por Skype desde el filosofado en Braga. Él presentó las esperanzas y las expectativas que tienen los escolares y hermanos en formación sobre la CG36, según lo habían discutido en el último encuentro de EJIF que tuvo lugar en Loyola.

Después cada elector, en un tiempo de oración personal, meditó sobre sus propias esperanzas para la Congregación. Luego se compartió por grupos y finalmente en un plenario.

Por la tarde se trabajó sobre el documento elaborado por la Comisión Preparatoria titulado “Las llamadas del Rey Eternal a la Compañía de Jesús hoy”. El texto es un resumen, en forma de meditación, del material recibido en las diferentes Congregaciones Provinciales que habían respondido a la petición del Padre General de pensar sobre las llamadas del Rey Eternal a la Compañía hoy.

Segundo Día

El segundo día comenzó con la discusión “De Statu Societatis” –las luces, sombras y perspectivas de futuro de nuestra vida y misión. Como un catalizador para la reflexión hubo una seria de presentaciones sobre:

La evangelización en un mundo secular

Diálogo interreligioso, especialmente con el Islam.

Justicia y la llamada a servir a los pobres, especialmente refugiados y migrantes.

Ministerio intelectual y la llamada a la profundidad

La llamada a nuestra renovación espiritual, tanto individual como comunitaria

Estos temas representaban;

Las fronteras identificadas hace unos años por la Conferencia: Evangelización en un tiempo secular, diálogo interreligioso, especialmente con el islam.

Áreas que Europa ha identificado como aquellas en las que podemos contribuir especialmente a la Compañía universal: migración, apostolado intelectual

Un tema que ha destacado entre las 242 llamadas propuestas por las Provincias: nuestra renovación espiritual, individual y comunitaria.

A estas presentaciones les siguieron, de nuevo, un tiempo de reflexión personal, grupos para compartir y un plenario para recoger los frutos del diálogo.

La tarde se dedicó a trabajar sobre la Relatio Previa elaborada por la Comisión Preparatoria. La primera parte se refiere a la renovación de nuestra identidad y misión, mientras que la segunda se refiere a las estructuras de gobierno necesarias para llevar adelante nuestra misión. Al final del día el Provincial de Oriente Medio, Dany Younes, y el Elector Victor Assouad compartieron la situación de Siria y la región.

Tercer día

La última mañana se dedicó a reflexionar sobre la Parte IX de las Constituciones y las cualidades del Superior General, se contó para ello con una presentación de Nick Austin, jesuita británico. Después de un tiempo de oración personal los electores compartieron en grupos las cualidades necesarias para el próximo General de la Compañía de Jesús, que será elegido en octubre.

Por la tarde los electores eligieron a los miembros europeos de diferentes comités y comisiones de la Congregación General.

Comité Coordinador: Stefan Dartman (GER)

Diputación de statu: John Dardis (HIB)

Renovación de nuestra vida y misión: José Ignacio García Jimenez (ESP)

Renovación de las estructuras de gobierno para la misión: Juan José Etxeberría Sagastume (ESP)

Cada una de las seis Conferencias nombra un miembro para cada uno de estos grupos. El comité coordinador, presidido por el P. General, tendrá su primera reunión a comienzos de Diciembre. Una de sus primeras tareas será nombrar un moderador para cada uno de estos grupos.

En la eucaristía final se oró especialmente por los novicios de primer año –más de 60- que han entrado este año en nuestros 12 noviciados.

Peligrosamente evangélico

Por Ernesto Cavassa SJ

“El hombre más peligroso del planeta”. Así fue calificado el papa Francisco por el comentarista de una cadena norteamericana luego de su viaje a Sudamérica. En este periplo, el Papa reiteró su llamado a respetar y cuidar a la “hermana madre tierra”, tema central de su encíclica “Laudato si”, “sobre el cuidado de la casa común”, presentada en Roma en junio pasado. Este hombre peligroso que se subió a un avión que lo llevó de visita apostólica a Cuba, Estados Unidos y la sede de las Naciones Unidas. El Papa participó en el VIII Encuentro Mundial de las Familias en Filadelfia y canonizó en Washington al fraile franciscano Junípero Serra, fundador de varias misiones en la California del siglo dieciocho.

Este viaje tiene un significado particular. Su encíclica ha posicionado a la Iglesia Católica en un tema clave para el futuro de la humanidad de cara a la COP 21 a realizarse en París en diciembre próximo; al mismo tiempo, ha levantado polémicas voces dentro y fuera de la Iglesia. Francisco habló en la ONU durante su Asamblea General 70 ante numerosos jefes de Estado en una cumbre especial que tratará sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Por primera vez, además, un Papa se dirigió al Congreso norteamericano en una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Representantes. Previamente, el Papa visitó Cuba, luego de la activa participación que tuvo en la reanudación de relaciones diplomáticas entre ambos países.

Francisco no rehúye los temas que afectan a la humanidad. Por ello, la revista “Vanity Fair” lo llamó “Papa coraje” a los cien días de iniciar su pontificado. Este Papa, sin haber participado en el Concilio Vaticano II (a diferencia de los últimos 5 pontífices) es, no obstante, profundamente conciliar. En el año jubilar de este evento eclesial –estamos conmemorando el aniversario 50 de su conclusión– Francisco lleva a cabo su lema central: “Nada hay verdaderamente humano que no encuentre eco en el corazón de la Iglesia” (Gaudium et Spes, 1). Por ello, se pronuncia con libertad y valentía sobre el cambio climático, la migración siria o africana, las desigualdades sociales o las responsabilidades políticas de los estados en los problemas que nos aquejan.

La fuente de este espíritu profético se encuentra en el evangelio. Así lo supo leer el cantante británico Elton John –conocido por sus posiciones adversas a la religión– cuando definió a Francisco como “un milagro de humildad en la era de la vanidad”. Y añadió: “Este Papa parece querer llevar a la Iglesia a los antiguos valores de Cristo y, al mismo tiempo, acompañarla al siglo XXI. Si sabe alcanzar y tocar a los niños, las mujeres y los hombres que conviven con el VIH y el sida –muchas veces solos y escondidos por el silencio–, su faro de esperanza dará más luz que cualquier progreso de la ciencia, porque ningún fármaco tiene el poder del amor” (“La Nación”, 9 de julio del 2013). Ese es el poder de Francisco. Su fuerza radica en la misericordia, es decir, en la capacidad de colocarse en la posición del otro, particularmente del que más sufre. La misericordia no es otra cosa que la empatía evangélica, aquella que hace suyo el dolor de los inocentes.

Francisco sabe que la misericordia debe ser eficaz. Por ello, llama constantemente al diálogo. “Cuando los líderes de los diferentes sectores me piden un consejo, mi respuesta es siempre la misma: diálogo, diálogo, diálogo”, les dijo a las autoridades políticas y sociales en Brasil. Lo repite constantemente en su reciente encíclica en cada una de las líneas de acción que sugiere para abordar conjuntamente el desafío urgente de proteger nuestra casa común (LS, cap. V).

 

 

Adolfo Nicolás, sj: «La Iglesia necesita tiempo para cambiar»

Fuente: Religión Digital

«El Papa no quiere caminar sólo. De hecho, caminando sólo podría ir más rápido. Podría ser un «star», pero si caminas sólo después viene la resaca. Francisco quiere caminar con los obispos, saber qué piensan, convencerlos a través de esta experiencia sinodal. Quiere el bien de la Iglesia, y la Iglesia necesita tiempo para cambiar». Quien así habla es el padre Adolfo Nicolás, prepósito general de los jesuitas, entrevistado por Il Corriere della Sera.

El Padre Adolfo Nicolás, 79 años, sale del Aula del Sínodo caminando hacia Borgo Santo Spirito (donde se encuentra la Curia jesuita). Ventinovesimo sucesor de San Ignacio de Loyola, es el Padre General de la Compañía de Jesús. Una vez se le definía como el «Papa Negro». Forma parte de la comisión nombrada por Francisco para escribir la «relazione» final del Sínodo. «El fruto de nuestro trabajo se entregará al Papa que luego de escuchar a todos, hará su discernimiento y decidirá».

Padre, abriendo el Sínodo el Papa ha dicho: «No es un parlamento». ¿Qué se entiende con esto?

«Una Asamblea que tiene como principio el Evangelio no funciona según la lógica de los votos, sino que es un grupo que discierne«.

También Francisco habla de «discernimiento». ¿Qué cosa significa para un jesuita?

«Según San Ignacio, el discernimiento no puede ser nunca en general, debe ocurrir siempre entre dos opciones: Si entre a y b, escogemos b es porque está más cerca al Evangelio«.

¿Por eso decía «ningún compromiso»? No se trata de encontrar una vía media…

«No. Es un proceso en el cual uno busca entrar en contacto con el Espíritu Santo y encontrar aquello que es más justo entre diversas alternativas, cuál de éstas es más fiel a la voluntad de Dios. No es una operación diplomática, sino un preguntarse seriamente y en profundidad para saber qué es lo mejor hoy para la familia, en particular para la familia cristiana».

Se tiende a oponer doctrina y misericordia ¿También esta es una alternativa?

«No. A veces se presenta así porque la doctrina no ha incorporado la misericordia. También en la iglesia se necesita una ley que se actualice a la misericordia, al Evangelio».

¿En qué sentido actualizar?

«La ley siempre busca un orden eclesial fundamental, pero el Evangelio va siempre más allá y siempre nos deja indefensos».

El Cardenal Menichelli decía al «Corriere de la Sera»: «No encadenemos la Palaba de Dios».

«Es así. Se trata de encontrar en el derecho un espacio de misericordia. Porque el derecho como lo tenemos hoy en la Iglesia, no siempre es también misericordia. Tiene principios y es porque el derecho debe ser claro. Sin embargo, la misericordia no es clara, siempre tiene una ambigüedad porque no es posible conocer a fondo el corazón humano, sus debilidades. La caridad no se puede normar».

Entonces, ¿Cómo hacer frente a las situaciones «difíciles»?

«Los sacerdotes son aquellos que aplican la ley, por eso estudiamos el derecho canónico. Pero los sacerdotes deben saber, como ha dicho también Juan Pablo II, que el último número del derecho canónico, la ley suprema, es la salvación de las almas. Y porque el Evangelio es la última norma, los sacerdotes deben aplicar las normas según el Evangelio y no lo contrario».

Y lo contrario, ¿Ha ocurrido en la Iglesia?

«Sí. Pienso en Pablo VI que decía a los sacerdotes: Estos son los principios, pero por favor, sean pastores, acompañen a la gente en su realidad. Sin embargo, otros decían y dicen aún: Se necesita ser pastor, pero estos son los principios. En apariencia es lo mismo, pero el orden se ha cambiado».

Francisco evoca al Buen Samaritano, como Pablo VI al Concilio. ¿Existe afinidad entre los dos?

«Por supuesto. Con frecuencia a Francisco no se le entiende bien. Él es muy teológico y sabe lo que dice la doctrina, lo sabe muy bien y no la quiere cambiar. Pero quiere encontrar las puertas abiertas para la pastoral. Como ha dicho también en la Misa de Apertura, una Iglesia que se cierra no es la Iglesia de Cristo. Propone en primer lugar la apertura a la persona: no los principios, sino las personas. Espero que ésta sea la fuerza que dirija el Sínodo»

¿El camino sinodal en dos etapas es casi un Concilio?

«Es una propuesta del Concilio Vaticano II para temas concretos»

Al abordar las situaciones «difíciles», ¿están en juego ideas diversas de Iglesia?

«Mi impresión es que las expectativas que se están proyectando sobre el Sínodo le son extrañas. El Sínodo no es sobre los divorciados, no es sobre las parejas homosexuales, sino esencialmente sobre la familia: ¿Cómo ayudar a las familias? Algunas tienen heridas muy profundas«.

¿No son consideradas?

«La familia está amenazada por el egoísmo, el relativismo, el subjetivismo, de todo aquello que amenaza la sociedad. Pensemos en los políticos: es difícil encontrar uno que piense en el bien común, incluso en los pobres, migrantes, los últimos. Tienden a pensar en su propio interés, en el interés del partido».

¿Por eso el Papa nos invita a «meterse a la escuela» de la familia?

«Sí. La familia supone un sacrificio muy grande de los padres que deben organizarse según el interés de los hijos. Su primera preocupación es: ¿Cómo pueden vivir, comer, educarse? Esto debemos aprender».

“Elecciones, servicio al bien común” – Conferencia Episcopal Argentina

 “Que ningún signo de violencia o intolerancia ensombrezca el acto eleccionario y, al mismo tiempo, esperamos actitudes de nobleza para reconocer y respetar la legítima y soberana voluntad popular”, subrayó.

La Conferencia Episcopal Argentina pidió no escatimar esfuerzos para asegurar la transparencia de los comicios y evitar sospechas que provoquen “desconfianza y acentúen las divisiones entre los argentinos”, y aseguró que “una democracia sin valores y sin ejemplaridad se empobrece”.

La Comisión Ejecutiva difundió una declaración titulada “Elecciones, servicio al bien común”, destacó el valor de la democracia, pero lamentó que el proceso eleccionario se desarrolle en un “clima de agravios, sospechas y denuncias que debilitan la credibilidad de personas e instituciones”.

“Una democracia sin valores y sin ejemplaridad se empobrece. Por lo tanto, no deberían escatimarse esfuerzos en orden a mejorar los procedimientos, asegurar la transparencia y evitar todo tipo de sospechas que terminen provocando desconfianza y acentúen las divisiones entre los argentinos”, subrayó.

“Que ningún signo de violencia o intolerancia ensombrezca el acto eleccionario y, al mismo tiempo, esperamos actitudes de nobleza para reconocer y respetar la legítima y soberana voluntad popular”, agregó.

Elecciones, servicio al bien común

El pueblo argentino vive un año de especial significación cívica con una agenda electoral intensa que representa el ejercicio soberano de la voluntad popular. Se expresa así la “Nación que queremos”.

La democracia, que tanto esfuerzo nos ha costado alcanzar y preservar, es una conquista que no puede ponerse en riesgo por la existencia de prácticas que puedan socavar su legitimidad. Nos interesa la consolidación y desarrollo de nuestro sistema democrático en paz. Lamentablemente hemos asistido a un clima de agravios, sospechas y denuncias que debilitan la credibilidad de personas e instituciones.

Frente a ello sólo cabe recomponer una actitud de respeto, de diálogo sincero y de participación comprometida. Es necesario retomar el camino de los valores éticos y promover, como nos invita el Papa Francisco, una cultura del encuentro que facilite la amistad social. Así podremos vivir las elecciones como un acontecimiento esperanzador, que refleje el nivel cívico de un pueblo que va a las urnas con la convicción de que es el mejor modo de expresar la voluntad de ser una Nación cada vez más inclusiva para todos los argentinos.

De este acontecimiento, que debe ser una auténtica fiesta cívica en el marco de la Constitución Nacional, son garantes el Estado, los Partidos Políticos y los Ciudadanos. A cada uno le corresponde un papel y una responsabilidad que hacen al bien de la República. Todos somos responsables, nadie puede sentirse ajeno:

– Al Estado en sus diversos poderes le corresponde crear las condiciones objetivas que aseguren un desarrollo transparente, dando garantías al acto eleccionario;

– Los candidatos y Partidos Políticos deben presentar con claridad sus plataformas, propuestas e ideas; como así también ser respetuosos ante los ocasionales adversarios.

– Los ciudadanos, en el ejercicio de nuestra libertad y derechos, tenemos que conocer y discernir sobre las propuestas que mejor respondan a nuestros principios y convicciones, como así también sobre la idoneidad y coherencia de las personas que buscan nuestro voto. Todos tenemos derecho a desear un país mejor.

Una democracia sin valores y sin ejemplaridad se empobrece. Por lo tanto, no deberían escatimarse esfuerzos en orden a mejorar los procedimientos, asegurar la transparencia y evitar todo tipo de sospechas que terminen provocando desconfianza y acentúen las divisiones entre los argentinos. Que ningún signo de violencia o intolerancia ensombrezca el acto eleccionario y, al mismo tiempo, esperamos actitudes de nobleza para reconocer y respetar la legítima y soberana voluntad popular.

En camino a la celebración del Bicentenario de la Independencia Nacional anhelamos que estas elecciones honren el sacrificio y la entrega de nuestros mayores, por eso ponemos estas reflexiones en las manos de Nuestra Madre de Luján que siempre nos ha acompañado a lo largo de la historia, y elevamos juntos la oración por la Patria: Queremos ser nación, una nación cuya identidad sea la pasión por la verdad y el compromiso con el bien común…. Concédenos la sabiduría del diálogo y la alegría de la esperanza que no defrauda.

Fuente: AICA

Foto: Radio Mitre