CPAL: Reunión Red de Centros Sociales y Delegados del Sector Social

Roberto Jaramillo, s.j., Delegado Apostolado Social de la CPAL.

Terminó la semana pasada en Guayaquil (Ecuador), la Reunión anual de los Delegados del Apostolado Social de las provincias de América latina, en trabajo simultáneo con los Directores de los Centros Sociales del territorio de la CPAL. Fueron 56 participantes, contando con algunos invitados especiales de la Conferencia de jesuitas de África, el Secretariado para la Justicia Social y Ecología de Roma, la provincia de España, la Red de Fe y Alegría, Alboan y Entreculturas. Nos acompañó también el Presidente de la CPAL y el Provincial del Ecuador.

Fueron tres principales asuntos los tratados:

1. La espiritualidad de la acción social: reflexión en la cual el Pe. Jorge Cela nos guió e inspiró durante todo el encuentro convidándonos a mantener la tensión creativa entre indignación y esperanza.

2. La necesidad y desafío de encontrar caminos de incidencia pública y política que signifiquen cambios estructurales a diversos niveles de nuestras sociedades, ejerciendo nuestra vocación de ser “puentes” cualificados de reconciliación entre los desavenidos, para el bien de Todos.

3. La urgencia de dejar que “las juventudes”, su realidad, sus desafíos, sus capacidades y propuestas entren por las puertas y ventanas de nuestros trabajos apostólicos como verdadero co-laboradores y co-laboradoras (no sólo como objeto) de nuestra Misión

Otro de los objetivos del encuentro es poder contribuir al conocimiento y mutua colaboración entre las redes latinoamericanas. Por eso estuvo presente también un delegado del Sector de Educación (Carlos Vargas, de Fe y Alegría, Ecuador) y los coordinadores de las Redes de jesuitas con Migrantes (Rafa Moreno) y de Solidaridad Indígena (Franz Bejarano). En ese sentido fue importante dar espacio no sólo para la comunicación / información de lo que se hace, sino para provocar la interrogación sobre cómo podemos vincularnos (enredarnos) para reforzar nuestras capacidades y ampliar (escalar) el impacto de nuestras acciones.

Especialmente preocupados por el impacto de las industrias extractivas, y concretamente con la minería industrial en nuestros países y sociedades con sus consecuencias en el aumento de la violencia, el desplazamiento y mayor exclusión de grupos minoritarios y étnicos, la degradación ambiental, la violación sistemática de los derechos humanos, el aumento de la corrupción política y administrativa, la amenaza a la sostenibilidad del planeta, entre otros muchas, hemos decidido que la problemática de la Gobernanza de Recursos Naturales y especialmente minerales es el problema fundamental de incidencia sobre el cual articularemos acciones conjuntas en la red de Centros Sociales. Otros grupos de “homólogos” han sido impulsados alrededor de los trabajos con vivienda y hábitat, defensa y promoción de los Derechos Humanos, protección de las florestas tropicales (Amazonia y África) y Alternativas económico productivas de escala (programa Comparte).

Fuimos excelentemente atendidos por los colaboradores y colaboradoras de la Corporación Hogar de Cristo de la provincia ecuatoriana a quienes queremos agradecer infinitamente la preparación y realización de éste encuentro.

 

La Encíclica Ecológica y los Jesuitas

Que el Papa Francisco publique una encíclica sobre Ecología no sorprende a ningún jesuita. La Compañía de Jesús, sobre todo a raíz de su última Congregación General (CG35) celebrada en 2008, ha ido tomando conciencia progresivamente de la urgencia de la cuestión ecológica, entendida ésta como una invitación a salvaguardar la Creación.

En la CG 35, la Compañía tomó conciencia de que “El cuidado del medio ambiente afecta a la calidad de nuestra relación con Dios, con los otros seres humanos y con la misma creación. Afecta al centro de nuestra fe en Dios y nuestro amor a Él”. Y particularmente explicitó que el modelo de explotación de las fuentes de energía y otros recursos naturales está afectando particularmente a los pobres: “Para escuchar, una vez más, el llamamiento a promover relaciones justas con la creación, hemos sido movidos por el clamor de los que sufren las consecuencias de la destrucción medioambiental”.

Los tres aspectos ecológicos que preocupan a los jesuitas son:

1-El cuidado de la naturaleza: los jesuitas consideran que porque somos sus “cuidadores” debemos conocerla, quererla y protegerla.

2-La defensa de los más vulnerables: las comunidades más pobres y las generaciones futuras, siendo las poblaciones que menos han contribuido al deterioro del medioambiente son, sin embargo, las más expuestas a los desastres ecológicos y las que más sufren sus efectos.

3-Una propuesta de un nuevo estilo de vida: “el modo de vida consumista de los países que solemos decir desarrollados, así como el de las poblaciones ricas de estos países, no puede alcanzar a todos, porque el planeta no dispone de tantos recursos” y por eso necesitamos una “cultura de la sobriedad compartida”, respetuosa con la creación y solidaria con los vulnerables.

Muchas de estas premisas se pueden encontrar en la Encíclica Laudato si’ que Francisco ha publicado esta mañana. Para el jesuita, experto en ecología, Jaime Tatay, «no podemos buscar en la encíclica nuevos análisis científicos, detalladas recetas económicas o propuestas políticas concretas» que vengan a solucionar los problemas ecológicos globales, pero sí «una denuncia profética de la injusticia social vinculada a la degradación del medio ambiente».

Para Tatay, algunas de las claves de lectura de Laudato Si’ son: en primer lugar, esa denuncia de la «injusticia medioambiental sufrida por aquellos que no han generado los problemas” y, en segundo lugar, «una propuesta para que luchemos contra el despilfarro y adoptemos una vida sobria, honrada y solidaria con los que menos tienen y con toda la creación». Tatay señala como tercera clave una mirada contemplativa que sea capaz de disfrutar de la belleza de la creación y de descubrir un valor intrínseco en todo lo creado, superando la visión utilitarista que domina nuestro mundo. En cuarto lugar, señala «una visión sapiencial capaz de superar la parcelación de las distintas ciencias y la visión reduccionista del hombre como consumidor y de la economía como búsqueda constante del crecimiento». Y por último, considera que la quinta clave de la encíclica es «una llamada al cambio personal e institucional movilizada por la fe, alimentada por la espiritualidad y basada en los principios del destino universal de los bienes, el bien común, la precaución y la solidaridad».

Si quieres ahondar más en la relación entre la Compañía y la ecología puedes consultar el último anuario publicado por la curia de Roma dedicado casi en su integridad a este tema. Ver aquí.

Fuente: jesuitas.es

Encuentro Regional de CVX Buenos Aires

Ya sobre la víspera del Corpus Christi nos encontramos en el CEIA, 25 cevequeanos acompañados por nuestros asesores Juan Berli sj (nacional) y Victor Pacharoni sj (Regional), para compartir el primer encuentro del año de la región Bs As.

Estaban representadas las comunidades San Francisco, Del Salvador, Guadalupe, Tomad Sr. y recibid, Pan de Vida y una comunidad aún sin nombre. Tratamos dos temas:

El primero fue mirar este último tiempo de CVX con muchos rostros nuevos que nos llevó a preguntarnos ¿Hay una Primavera en CVX? ¿Estamos disponibles para el servicio?

“La primavera de CVX” es una expresión que viene usando Víctor Pacharoni sj desde el año pasado principalmente al interior de la comunidad Pan de Vida. Hay un florecimiento de nuevas comunidades que se viene dando y fortalecido por el renovado apoyo que el padre Alejandro Thilve sj nos ha brindado. En este florecimiento reconocimos el paso de Dios y dimos gracias.

El segundo tema fue la presentación de Encuentro Nacional CVX 2015 Familia y Juventud, que se realizará los días 15 y 16 de Agosto en la ciudad de Corrientes.

Nuestra oración y reflexión partió desde el hacer memoria: “El recuerdo o la memoria sugieren espontáneamente una mirada hacia atrás «hacer memoria» de Jesús nos traslada a la última cena y da razón de las raíces históricas de la Eucaristía como resultado de la iniciativa de Jesús y de sus discípulos. Sin embargo, para los contemporáneos de Jesús la memoria no enviaba hacia atrás, sino hacia adelante, y era un sentido más decisivo y digno de atención. Hacer memoria es tener ante sí a la persona objeto de recuerdo y decidir lo que se quiere hacer por ella. No olvidarse de alguien significa comprometerse a hacer algo por él o con él. Ese sentido se ha conservado en la expresión coloquial: ¿no me olvidarás, verdad? Hacer memoria de Jesús es, en esa línea, decidirse a hacer algo por El y es lo que vamos a concretar inmediatamente.

Desde este lugar fuimos viviendo la tarde, he hicimos memoria de nuestro compartir con los jesuitas. Recordamos que en la Asamblea de Nairobi nos preguntábamos “¿Qué es lo que nosotros como CVX esperamos de los Jesuitas y de la compañía de Jesús? Al mismo tiempo reconocimos que La CVX no sería lo que es hoy sin la ayuda y colaboración de la Compañía de Jesús. Deseamos mantener y profundizar esta relación hasta que madure plenamente como colaboración entre dos cuerpos apostólicos al servicio de la misión de la Iglesia. En lugares donde la Comunidad de Vida Cristiana no está aún presente, esperamos vuestro apoyo para iniciar nuevas comunidades”.

Sobre el tema Familia y Juventud continuamos haciendo memoria con las palabras del padre Pedro Arrupe sj a la Asamblea de CVX Mundial en Roma, donde nos instó a trabajar prioritariamente por la familia. Destacó además que nuestra misión CVX en la familia es “el primer y más inmediato apostolado” de nuestra vida cotidiana. Nos alentaba en ese momento a trabajar para crear familias abiertas y comprometidas para construir más allá de la propia una sociedad justa.

Compartimos también una mirada personal y comunitaria de la familia.” Revisando, ninguna de nuestras propias situaciones familiares es perfecta. De hecho, el recorrido de todas nuestras familias se hace con muchas imperfecciones. Todos tenemos necesidad de la compasión y la sensibilidad a la que nos llama nuestro mandato de Líbano. Algunos de nosotros vivimos la experiencia de soledad, desilusión y sentido de exclusión debido a ciertas realidades en nuestras situaciones familiares. Cada uno de nosotros se puede preguntar: ¿soy consciente y acepto mi fragilidad y debilidad en la forma en que vivo en y con mi familia?, ¿Cómo puedo aprender a hablar/compartir acerca de esta vulnerabilidad?

Es verdad que no siempre tenemos las respuestas; Jesús nos pide que estemos presentes y estemos con Él en la oscuridad de nuestra incapacidad.”

Desafíos

Retomamos también algunos de los desafíos planteados para nuestra tarea con los jóvenes, algunas de ellas:

Comprometer de manera significativa a la juventud dentro de nuestra comunidad; Desarrollar sensibilidad para un trabajo apostólico con los jóvenes; ¿Cómo ven el mundo los jóvenes? ; Encontrar el lenguaje que nos permita comunicarnos. ; Encuentros de formación, de acuerdo a las necesidades y solicitudes del grupo; Crear espacios que integren a los jóvenes. Disminuir las distancias entre adultos y jóvenes; Es necesario pensar en ellos como compañeros de camino; Tener en cuenta la realidad que atraviesan los jóvenes. Desempleo, primer trabajo.

Recibimos con mucha alegría la visita de varios de los miembros de una nueva pre comunidad de jóvenes adultos que con mucho entusiasmo acompaña Fabio Solti sj.

Nuestro presidente de CVX Argentina Carlos Acosta y miembro de la comunidad Pan de Vida, nos invitó a Corrientes para “Encontrarnos con la historia, con personas donde hablará el corazón, a recordar nuestra experiencia de encuentro con Dios y desde ahí juntos caminar hacia las fronteras”. Nos alentó a profundizar sobre nuestra identidad laical ignaciana desde nuestros apostolados en cada lugar en que estemos.

‘Demos testimonio de la hospitalidad en un mundo de fronteras cerradas’

El padre Gilberto Freire, S.J., Provincial de la Compañía de Jesús en Ecuador, el director del Servicio Jesuita a Refugiados en Ecuador, padre Roberto Granja, S.J., y una delegación de la oficina regional del SJR LAC, lanzamos la campaña “La hospitalidad abre fronteras”.

Manifiesto de la Campaña “La hospitalidad abre fronteras”

Desde la Congregación General 35 en 2008, la Compañía de Jesús viene insistiendo en la necesidad para las comunidades y las obras jesuitas de dar al mundo testimonio de la hospitalidad.

El Padre Adolfo Nicolás, S.J., Superior General de la Compañía de Jesús, ha puesto en el centro de la misión jesuita la hospitalidad como un valor humano y cristiano que estamos llamados a promover y practicar en “un mundo de fronteras cerradas”.

En su carta al Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) con motivo de su 30 aniversario, el 14 de noviembre de 2010, el padre Nicolás definió la hospitalidad de esta manera: “un valor profundamente humano y cristiano que reconoce el clamor del otro, no porque él o ella sea un miembro de mi familia, de mi comunidad, de mi raza o de mi fe, sino simplemente porque él o ella es un ser humano que merece ser bienvenido y respetado.”

El General de la Compañía de Jesús nos invitó a abrir nuestras puertas, nuestras fronteras, sin temor al otro, aunque este último sea un desconocido, un extraño, un extranjero. La razón de ello es porque todo ser humano merece ser acogido. “Fui extranjero y me acogiste”, dice la Biblia sin más.

Esta invitación se hace cada vez más urgente, en la medida en que la hospitalidad se va perdiendo en el mundo de hoy, caracterizado por el endurecimiento de leyes y políticas migratorias y de refugio, el cierre de las fronteras y la intolerancia contra los extranjeros, paradójicamente quienes están en necesidad de asistencia y protección.

Por otro lado, en octubre del 2012 tras un taller con delegados de los cinco continentes, la Compañía de Jesús a través de la Red Global Ignaciana de Incidencia expresó lo siguiente, en el documento de posicionamiento titulado “Por una cultura de la hospitalidad y la inclusión”:

La Compañía de Jesús adoptó hace años la atención a migrantes y refugiados como una de sus prioridades apostólicas, una opción que ha quedado confirmada en la última Congregación General” (CG 35, d.3 n. 39.).

Captura de pantalla (29)

Uno de los dos valores que fundamentan esta opción de la Compañía de Jesús Universal y de la Conferencia de provinciales de América Latina (CPAL), es la hospitalidad. Fundamentado en esta opción de la Compañía de Jesús, el SJR ha asumido en el mundo y concretamente en América Latina la hospitalidad como un desafío. En los países donde estamos presentes (Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá), nos hemos planteando en nuestro Plan Estratégico regional (2012-2015) las siguientes preguntas: ¿Cómo ofrecer hospitalidad a nuestros hermanos en situación de migración forzada que están en “las fronteras de lo humano”? ¿Cómo ser hospitalidad en acción, abriéndoles nuestras puertas, caminando a su lado, atendiendo sus necesidades humanitarias, humanas, legales, de integración digna en los países donde trabajamos?

Todas nuestras acciones se enmarcan dentro de nuestra misión expresada en estas tres palabras: acompañar, servir y defender; con el sentido profundo que dio a caca una de ellas el Papa Francisco, en el discurso que hizo en su visita a refugiados en la Fundación Centro Astalli de Roma que gestiona el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR):

“Servir significa dar cabida a la persona que llega, con cuidado”; “acompañar es no sólo ofrecer servicios de primera acogida sino “desarrollar una cultura de acogida, del encuentro y de la solidaridad”, y “defender significa tomar partido por los más débiles”.

Con esta campaña “La hospitalidad abre fronteras” el SJR quiere hacer eco de la importancia que tiene la hospitalidad como valor humano y cristiano para la Compañía de Jesús en nuestra región, en donde cerca de 5 millones de desplazados, 500 mil refugiados colombianos y cientos de miles de migrantes forzados, principalmente niños y jóvenes, esperan una respuesta de nosotros. De los 215 millones de migrantes internacionales en el mundo, más de 26 millones son hombres y mujeres latinoamericanas que están pidiendo hospitalidad.

Uno de los objetivos principales de la campaña consiste en “sensibilizar a la región de América Latina, y en particular a las comunidades educativas de colegios y universidades de la Compañía de Jesús en el continente americano, sobre la situación de los Migrantes, Desplazados y Refugiados, con el fin de aportar en la promoción de una cultura de acogida, de solidaridad y de construcción de la paz.”

Esta campaña es una apuesta del SJR y de la Compañía de Jesús por la hospitalidad.

Es la expresión de nuestra esperanza en la capacidad que tenemos como sociedad, como Estados, como jesuitas, como migrantes y refugiados, para abrir sin temor todas nuestras fronteras, interiores y externas, simbólicas y geográficas. Para escuchar el clamor del otro y construir entre todos y todas un Ecuador y una América Latina sin fronteras. Para dar testimonio de hospitalidad al mundo: como SJR, como Compañía de Jesús y como región.

Fuente: Jesuitas Colombia 

‘La Civiltà Cattolica’ dedica un número a la encíclica ‘verde’ de Papa Francisco

La revista de los jesuitas afronta temas como política y espiritualidad, visión cristiana y diálogo interreligioso, ciencia, gobernabilidad de los problemas globales, biodiversidad y “lobbies” petrolíferas.

El último número de “La Civiltà Cattolica”, la histórica revista de los jesuitas italianos, estará dedicado por completo a los temas principales de la próxima encíclica de Papa Francisco: desde la salvaguardia de la Creación hasta la crisis ecológica planetaria y sus consecuencias difícilmente previsibles. Pero en los diferentes artículos del próximo numero también encuentran espacio las posibles respuestas virtuosas que los pueblos, los gobiernos, la Iglesia, las demás religiones y los individuos en general pueden dar, con sus comportamientos, para construir un nuevo equilibrio entre todos los seres vivos. Está en juego no solo solo el cambio climático, sino mucho más: la relación entre ‘la ecología y el destino humano’. Hay muchas referencias científicas y datos macroeconómicos en los diferentes textos del “número verde” de “La Civiltà Cattolica”, y todos ellos van acompañados de reflexiones de naturaleza teológica, espiritual, sobre la necesidad del diálogo interreligioso en este terreno, en particular con el hebraísmo y el islam; van acompañados también de reflexiones sobre el magisterio de los últimos Pontífices (desde Pablo VI hasta Francisco) y sobre la discusión que se lleva a cabo al respecto dentro de la Iglesia. Una fuerte conexión entre razón y fe.

Se alude también a la importancia del texto que será publicado el próximo 18 de junio por Papa Francisco (“Laudato si’) en el ámbito de un debate internacional sobre los problemas ambientales que en este 2015 vivirá algunas etapas cruciales. Por ejemplo, se recuerda el reciente diálogo entre el Secretario general de las Naciones Unidas, Ban ki-Moon, y el Pontífice en vista de la próxima conferencia mundial sobre el clima que se llevará a cabo en París en diciembre. De esta importante reunión deberían surgir acuerdos que, se espera, impulsen el plan para salvar el ambiente y reducir el cambio climático a nivel global.

El texto que abre el número, titulado “Custodiar toda la Creación”, recuerda que 2015 es un año decisivo: «en el mes de julio, las naciones se reunirán para la III Conferencia Internacional sobre el financiamiento del desarrollo, en Addis Abeba. En el mes de septiembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas debería encontrar un acuerdo sobre una nueva serie de objetivos de desarrollo sostenible, que deberán ser peustos en práctica hasta 2030». Y en el mes de diciembre, ‘la Conferencia sobre los cambios climáticos en París recibirá los planes y los compromisos de cada Gobierno para frenar o reducir el calentamiento global’. Considerando esta secuencia de encuentros, ‘los meses de 2015 son cruciales para las decisiones relacionadas con el cuidado o la gestión de la tierra y para el compromiso efectivo para el desarrollo internacional y el bienestar de los seres humanos’. En esta perspectiva, la intervención del Papa asume un significado particularmente relevante: es el aporte que muchos esperan para dar un respiro universal, espiritual, ideal y político a temas que demasiado a menudo acaban aprisionadas por intereses de parte».

Varios de los artículos reunidos en el número de “La Civiltà Cattolica” son una especie de introducción general a los temas que serán afrontados con mayor profundidad en la Carta encíclica “Laudato si’”. Entre estos textos, el del padre Luciano Larivera (“Religión y crisis ecológica”) afronta el tema de una colaboración posible entre el hebraísmo y los mundos islámico y católico, tanto desde el punto de vista del perfil de las respectivas tradiciones como a nivel financiero. Se sugiere en el texto una inédita alianza para defender la Creación. A nivel general, Larivera afirma: ‘Ni la ONU ni las religiones gozan de confianza universal sobre la eficacia de su acción para “cambiar las cosas” en términos de una mayor justicia distributiva y ambiental. Pero las religiones continúan anunciando la confianza y la esperanza en Dios y en las potencialidades humanas. Y, por amor hacia las futuras generaciones, consideran posible una “civilización ecológica”’. ‘Sin embargo –prosigue Larivera– denuncian que los problemas ambientales son signo de una múltiple crisis: antropológica, ética y de gubernabilidad (a nivel público y privado, global y local). Para resolverlos se requiere una nueva “síntesis humanista” (“Caritas in veritate”, n. 21)’.

Sobre el sentido específico de la próxima encíclica, el padre Larivera afirma que «la acción y las palabras de Francisco se dirigen en primer lugar a los 1.200 millones de bautizados católicos, muchos de los cuales viven en los países que más contaminan. La Encíclica provocará debates, profundizaciones y divulgaciones (incluyendo las críticas) en la Iglesia católica» y fuera de ella. De hecho, observa el jesuita, en este Papa, que con la elección de su nombre ha afirmado la opción eclesial de la protección de todas las criaturas, ‘hay esperanzas históricas excepcionales, porque goza de evidente popularidad y de un inigualable consenso a nivel internacional e interreligioso. Importantes exponentes de la comunidad científica dialogan con él. Y la vasta atención mediática que lo rodea es un recurso para la comunidad internacional comprometida en la promoción del desarrollo sostenible. De hecho, se reconoce a Papa Francisco la capacidad para expresarse en un lenguaje universal’.

Muchos esperan el mensaje del Papa. Y justamente el padre Larivera también se refiere a las críticas que, por ejemplo, en los Estados Unidos, ya han comenzado a circular como una especie de fuego preventivo por ese que (antes de su publicación) ya es considerado un texto (con razón o sin ella) que podría determinar un salto de calidad en la conscientización a favor del medio ambiente entre la opinión pública a nivel mundial. En los diferentes artículos del número de “La Civiltà Cattolica” no se teme hablar sobre las “lobbies” industriales y petrolíferas que ‘son muy activas: financian estudios que favorecen sus acciones, pero muy alejados de la preocupación ambiental. Financian también a los científicos que se oponen a las teorías del cambio climático’.

El padre Pierre de Charentenay, en el artículo titulado “Política y ambiente”, indica que las transformaciones que provoca el hombre en el medio ambiente son complejas y todavía no han sido comprendidas por completo. ‘Ignoramos –escribe el padre jesuita– incluso la profundidad de tales cambios. Cada ser humano está conectado con el conjunto de la vida sobre la tierra, en equilibrio con todos los demás seres. La desaparición de uno de estos elementos tiene consecuencias que todavía no sabemos evaluar’. ‘La desaparición de las abejas –añade– demuestra que la falta de una especie afecta toda la cadena de los seres vivos. La reducción del número de los grandes cetáceos y de los tiburones tiene consecuencias sobre la proliferación de todo lo que comen, interrumpiendo de esta manera una cadena alimenticia».

‘Nosotros –afirma el padre de Charentenay– hemos provocado un desequilibrio en un sistema que tenía reglas propias establecidas durante milenios. Los efectos, y también muchas causas, todavía nos son desconocidos, pero estamos acelerando el cambio de tales equilibrios’. El artículo indica que los grandes cambios climáticos que están modificando ecosistemas y equilibrios ambientales son una de las razones (y para nada secundarias) de las graves crisis humanitarias que se han ido intensificando y “encabalgando” durante los últimos años, provocando tensiones sociales en zonas cada vez más vastas del planeta.

Otros de los artículos se ocupan del magisterio de Pablo VI, de Juan Pablo II, de Benedicto XVI (cuya sensibilidad ecológica fue aumentando) y de Papa Francisco. Un recorrido que demuestra que el tema de la Creación es fundamental desde hace décadas en la reflexión teológica y pastoral de la Iglesia. Entre los numerosos documentos citados, tiene un significado particular el discurso pronunciado por Papa Ratzinger ante el Parlamento federal alemán el 22 de septiembre de 2011. ‘La aparición del movimiento ecológico en la política alemana, a partir de los años setenta –dijo en aquella ocasión Benedicto XVI–, a pesar de no haber abierto de par en par las ventanas, sigue siendo un grito que anhela aire fresco, un grito que no puede ser ignorado ni olvidado porque en él se aprecie demasiada irracionalidad’. ‘Personas jóvenes –añadió– se dieron cuenta de que en nuestras relaciones con la naturaleza hay algo que no funciona; que la materia no es solo un material para que lo utilicemos, sino que la tierra misma lleva en sí la propia dignidad y nosotros debemos seguir sus indicaciones’. Entonces, prosiguió, ‘cuando nuestra relación con la realidad es algo que no funciona, entonces todos debemos reflexionar seriamente sobre el conjunto y sobre la cuestión de los fundamentos de nuestra misma cultura’.

 Anuario 2015 de la Compañía de Jesús

19 años de Fe y Alegría en Resistencia

Carta de Fernando Anderlic, Director Nacional a todos los miembros de Fe y Alegría en Resistencia en conmemoración de los 19 años de Fe y Alegría Argentina en la ciudad de Resistencia. 

Querida comunidad de Resistencia:

En el día del 19º aniversario del primer Centro de Fe y Alegría en el país, me es muy grato saludarlos y saludarlas deseándoles muchas felicidades.

Aquellos sueños de transformación personal y comunitaria a través de la educación, hoy ya son realidad. Y se hicieron realidad en la vida de cientos de niños, niñas, jóvenes y familias que han pasado por nuestras aulas y que hoy, en sus vidas, son reflejo de nuestra Identidad.

Hemos transitado ya un largo camino, complejo en algunas circunstancias pero que no ha sido empañado gracias a los gestos de amor, fe, alegría, esperanza, entrega y compromiso de todas y todos Ustedes. El “estar en el camino” como institución de la Compañía de Jesús nos obliga a estar siempre atentos y con el firme propósito de modificar nuestros errores, buscando siempre el “Magis Ignaciano”, acompañando la formación y la construcción de un proyecto de vida para toda nuestra gente, teniendo como modelo humanizador a la persona de Jesús, quien seguramente nos ha sostenido y nos sostiene durante todo el tiempo de Su mano.

Quiero manifestar mi gratitud, en nombre de toda Fe y Alegría Argentina, para con el equipo directivo y todo el personal docente y auxiliar del Centro. Agradecerles de corazón su vocación y entrega cotidiana que se refleja en su amor para con nuestros educandos, educandas y familias. Ruego a Dios que día a día acreciente en Ustedes la pertenencia a nuestro Ideario y que los bendiga en su noble tarea.

Quisiera que hoy también tuviéramos presente a tantas personas que han pasado por nuestro Centro y que han aportado su vida para que podamos estar cumpliendo estos primeros 19 años de Fe y Alegría en Argentina. Seguramente cada uno de nosotros y nosotras tiene un nombre, al menos, “que le viene a la cabeza”. Que Dios recompense el ciento por uno a cada uno de ellos. También recordar a todos aquellos chicos y chicas que “quedaron en el camino”, rogándole a la Virgen María que los proteja con su manto y que nosotros seamos siempre una “casa de puertas abiertas” para recogerlos y ayudarlos ante cualquier necesidad.

Para terminar, quisiera compartir un mensaje con nuestros chicos y chicas: les pido que hoy y siempre sean, por favor, conscientes que Ustedes son la razón de nuestra misión. Sus vidas son el mejor testimonio de nuestro trabajo. Sueñen, anímense a soñar en grande. Sean agradecidos con sus familias, sus maestros, sus maestras, sus profesores. Ustedes tienen el privilegio inmenso de poder educarse en una sociedad en la que muchos miles no tienen oportunidad de hacerlo. Y este tiene que ser un desafío para Ustedes a futuro. Ese tiene que ser su compromiso para con la sociedad. No olvidarse nunca que allí al lado, cerquita, hay un hermano y una hermana que necesita de Ustedes. Juéguense la vida por esa causa, apuesten a soñar y vivir sus vidas desde “el nosotros” aunque ello implique, en algún momento, dejar “el yo de lado”. Si así lo hacen, estoy seguro que las palabras del Padre Vélaz sj se harán realidad: “Quizás esta chispa llegue a incendio y el mundo que viene sea el que soñamos y no el que esperamos”.

Con afecto,

Fernando Anderlic

Director Nacional

 

San Luis Gonzaga

San Luis Gonzaga nació en Castiglione el 9 de marzo de 1568. Su Padre, Don Ferrante fue marqués de Castiglione, y posteriormente príncipe del Sacro Imperio Romano. Su madre, doña Marta, era hija de los Barones de Santena de Chieri (cerca de Turín). Por ser el primogénito, Luis era el herdero del marquesado.

Niñez y adolescencia

La infancia de Luis estuvo signada por su pertenencia a la nobleza. La niñez de Luis fue la propia de todo niño noble de la época feudal. Sus padres tenían grandes expectativas depositadas sobre él y tuvo a su disposición gran cantidad de servidores, una excelente educación y estuvo en contacto con los nobles y poderosos de su sociedad.

De niño, en parte debido a su educación y en parte a las visitas a los campamentos militares que frecuentaba con su padre, Luis demostraba un gusto particular por los juegos de guerra. Sin embargo, con el paso del tiempo, los intereses del hijo mayor de don Ferrante fueron cambiando, apareciendo cada vez más tranquilo, reflexivo y piadoso a los ojos de su padre a medida que iba creciendo.

El primer contacto del joven Luis con la Compañía de Jesús fue a los 9 años, cuando deseaba tener un confesor estable y, elige al Rector del Colegio de los jesuitas, el P. Francisco de la Torre.

A los 11 años Luis hace los votos de perpetua virginidad, y a los 12 recibe la primera Comunión. Ya en ese tiempo se iba formando en él la decisión de optar por la vida religiosa.

Debido a los avatares propios de ser parte de la nobleza, Luis es llevado de una corte a otra de acuerdo a los ascensos sociales que su padre iba haciendo. A la edad de 14 años, fue nombrado, junto con su hermano Rodolfo, paje de don Diego, Príncipe de Asturias. Esto fue considerado por Don Ferrante como un honor enorme.

Sin embargo, Luis rechazaba esta vida de lujo y opulencia. A medida que crecía, se volvía más firme en su rebeldía acerca de la formación que él mismo recibía y los valores de ese mundo de honores y dignidades en el que había nacido.

El jesuita Fernando Paternó empezó a ser su director espiritual. Luis comienza a vivir, dentro de la corte, una vida austera y modesta. Estas actitudes de parte del joven generan reacciones diversas.

Discernimiento Espiritual

Poco a poco, Luis, fue llegando a la decisión que le parecía lógica: renunciaría a todo y se haría religioso. El discernimiento termina el 15 de agosto de 1583 día en que se sintió llamado por Nuestra Señora del Buen Consejo a entrar en la Compañía de su Hijo.

Sin embargo, el llevar a cabo esta decisión no sería fácil para el joven Luis. Si bien su madre aceptó con docilidad la vocación de su hijo, su padre se opuso terminantemente, dado que tenía depositadas en Luis expectativas diferentes, que se acercaban más a la vida de gloria, grandeza y dignidades que deseaba para sí mismo. Por esto, Don Ferrante recurrió a las más diversas autoridades políticas, eclesiales y familiares, en busca de que convencieran a Luis de cambiar la elección que había hecho para su vida.

La decisión del joven era, empero, irrevocable.

En la Companía

Finalmente en 1585, Luis presenta su renuncia al marquesado y el 25 de noviembre de ese mismo año ingresa al Noviciado de San Andrés del Quirinal.

Tras una feliz experiencia de noviciado, y un examen de Filosofía exitoso, el 25 de noviembre de 1587, Luis hizo los votos perpetuos de pobreza, castidad y obediencia.

Luego, Luis comenzó los estudios en Teología en el entonces Colegio Romano, cuna de la Universidad Gregoriana, donde resulta ser un alumno sobresaliente.

Al comenzar el año 1591, en Roma se desata la peste. Las grandes muchedumbres habían abandonado los campos. Por las malas cosechas y el hambre, llegaban a la ciudad. Muy pronto los hospitales estuvieron llenos. La ciudad no estaba preparada para esta demanda. Demasiada pobreza y falta de higiene.

Los jesuitas colaboraron con las autoridades en la atención a los enfermos. En el contacto con ellos Luis, al igual que otros de sus compañeros, contrae la enfermedad que lo sostuvo durante tres meses en una lenta agonía.

Su vida se apaga, finalmente, en la madrugada del 21 de junio de 1591, rodeado de sus compañeros jesuitas. Contaba con 23 años.

Fue canonizado en 1726 con San Estanislao de Kostka. La Iglesia lo declaró Patrono de la Juventud.

Encuentro de Coordinadores de Pastoral Juvenil

Por Marcelo Amaro SJ

Los Coordinadores de Pastoral Juvenil, de las Provincias que conforman la CPAL, estuvimos reunidos en el Noviciado de Córdoba, desde el 18 al 22 de mayo.

Tres temas nos convocaron: 1) compartir los pasos que se van dando en la conformación de la Red Juvenil Ignaciana en nuestras Provincias, para plantearnos nuevas metas; 2) la necesidad de conocer más profundamente la cultura juvenil, buscando definir estrategias que nos ayuden a este objetivo; y 3)seguir estrechando vínculos entre la Pastoral Juvenil y la Pastoral Vocacional que llevamos adelante.

El aporte de muchos compañeros de ARU fue fundamental, y pudimos expresar como Provincia una generosa y honda capacidad de acogida a nuestros compañeros de América Latina y el Caribe. Contamos con la presencia de Alejandro (Tilve Sj, Provincial a cargo de Argentia-Uruguay), que como Provincial, dio la bienvenida a nuestros compañeros; compartió los pasos que vamos dando como Provincia y los desafíos que identificamos. Nos acompañaron, también, Fernando Cervera y Ángel Rossi, con sus reflexiones sobre la cultura juvenil y la Carta Apostólica sobre la Vida Religiosa, respectivamente. Ambos hicieron buenos aportes para la reflexión que teníamos entre manos. Osvaldo Pol nos acompañó en la visita que hicimos al templo de la Compañía y a la Capilla Doméstica, contándonos la historia de la primera Compañía por estos pagos. Varios compañeros de nuestras comunidades de Córdoba, pudieron compartir con nosotros la cena del martes 19, así como otras instancias en las que visitamos alguna de nuestras casas y obras. La verdad que me brota un profundo agradecimiento a todos por el cariño y la disponibilidad con la que recibieron a nuestros compañeros.

Contamos también con la presencia de Santiago, Sol y Sebastián, tres jóvenes de Manresa, que compartieron, con gran lucidez y profundidad, su experiencia de Red Juvenil Ignaciana en ARU. Nos hizo bien a todos escuchar las fortalezas, debilidades y desafíos que identifican en la RJI de nuestra Provincia; y nos ilusionó y animó, escuchar la valoración positiva que hicieron de la espiritualidad ignaciana, y del aporte que esto significa para sus vidas.

La comunidad del noviciado, Juan Carlos Juárez (maestro de novicios) y los novicios, pusieron mucho empeño en preparar y adaptar la casa, para que esté lo más cómoda posible para el evento. Durante la semana, contamos con la ayuda invalorable y constante de Ernesto Miguens y Cristian Marín, quienes estuvieron, junto con Laura González, llevando el peso de la casa, durante toda la semana. Los tres fueron para todo el grupo un lindo testimonio de alegría y responsabilidad frente a la tarea. Durante esta semana, los novicios de primer año realizaron el Taller de Conocimiento Personal, en Villa San Ignacio; y Juan Carlos se hospedó en la comunidad de la Católica, los días que estuvo por Córdoba.

Un punto importante, y de acción de gracias especial, es que estuvieron representadas todas las Provincias de la CPAL, cosa que no siempre se ha dado. La experiencia fue muy rica para todos los coordinadores presentes en la reunión. Por lo demás, me toca, en nombre de todos los participantes, acercar nuestro agradecimiento a toda la Provincia, y muy especialmente, a todos los que estuvieron involucrados en desarrollo de nuestro encuentro.

100 años de presencia en el corazón del mundo

Por Javier Rojas Sj

Queridos amigos:

La vida es don. Es ofrenda que se entrega y se comparte generosamente.

Hoy, toda la comunidad MEJ celebra 100 años de presencia en el corazón del mundo. La alegría que brota en nuestro corazón nace de sentirnos amados incondicional y gratuitamente por Dios.

Sabemos que la vida que se comparte por amor no se empobrece ni se pierde sino que enciende otras vidas. Nuestra espiritualidad eucarística exige que nos convirtamos en aquello que recibimos: que seamos hombres y mujeres eucarísticos. Que derribemos las fronteras del propio egoísmo para salir al encuentro del que necesita esperanza.

El desafío que tenemos en el MEJ es que nuestra vida se vuelva eucharistía, es decir, «acción de gracias». De Dios recibimos gratuitamente su amor y en el servicio a los demás derramamos sobre el mundo el amor que hemos recibido.

Cuando entregamos nuestra vida al servicio, no nos perdemos a nosotros mismo sino que nos encontramos y nos reconocemos como discípulos de Jesús. Una vida que se entrega por amor no se pierde sino que se vuelve alimento.

Al celebrar el Jubileo del MEJ renovemos nuestra respuesta de amor a Jesús y María comprometiéndonos a servir en la Iglesia, en el corazón del mundo, viviendo al Estilo de Jesús.

Feliz Día “mejinos”

Festejo de los 100 años del MEJ

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El evento que convoca a los integrantes del Movimiento Eucarístico Juvenil se llevará a cabo el 21 de Junio en el Colegio Nuestra Señora de la Asunción en la localidad del Gran Buenos Aires desde las 9 hs.

Como cada año será una fiesta que se compondrá de juegos, dinámicas, reflexión y mucha alegría.

Constituida ya como una actividad de cada año, cercana a la fiesta de Corpus Christi y en coincidencia con el aniversario del Movimiento a esta zona, en esta oportunidad tendrá el agregado de los festejos de los 100 años del MEJ