¿Cuál es nuestra misión común? – Palabra de CPAL para el mes de diciembre

La Palabra que la Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) comparte a jesuitas y colaboradores del mes de diciembre. El artículo está dedicado a la celebración del 20° aniversario de la CPAL y la reciente 38° Asamblea de Provinciales.

Por Roberto Jaramillo SJ – Presidente de CPAL

Dos momentos han marcado nuestra vida en este mes. En primer lugar, la celebración de los 20 años de existencia de la CPAL, completados gracias a la generosidad y el trabajo de una gran cantidad de hombres y mujeres colaborando en esta tarea común: provocar, articular y fortalecer nuestros trabajos interprovinciales e intersectoriales, en-red-dándonos para un mayor servicio de la Missio Dei

Damos gracias primeramente a Dios que nos ha permitido hacer este recorrido de dos décadas en favor del crecimiento del cuerpo apostólico con una consciencia más universal, y por lo tanto más jesuítica y más divina; y damos gracias a todos los que se han esforzado en diversos trabajos a lo largo de este tiempo por promover, animar y fortalecer esta dimensión de nuestra común vocación. 

En segundo lugar, quisiera destacar el principal fruto del trabajo realizado durante la 38ª reunión de la Asamblea de la Conferencia. En la primera carta de este año el Padre General pidió “a los Superiores Mayores de cada Conferencia que disciernan juntos… si, en su Conferencia, hay unidades que deban combinarse, dividirse o realinearse de alguna otra manera para brindar un servicio más eficiente” (2019/01). Con la presencia y orientación del P. Sosa, que nos acompañó en la primera parte de la reunión, y dispuestos a encarar esta tarea de la cual debemos presentar el fruto final en marzo de 2021, nos reunimos en Asunción (Paraguay) el mes pasado. 

Fue una experiencia de consideración juiciosa, oración, diálogo espiritual y discernimiento, en la cual el Espíritu Santo nos fue llevando por caminos que no habíamos sospechado. Poco a poco fue haciéndose en nosotros una especial claridad respecto de la urgencia de poner la misión como foco principal y motor de nuestras deliberaciones, siendo que las formas en que se planee desarrollar esa misión y las estructuras para promoverla y sostenerla deben venir a ser consideradas en un segundo y tercer momento (lo que no quiere decir, tampoco, que no tengan importancia). 

Decidimos entonces vincular el pedido del P. General al proceso de discernimiento de la misión común en América Latina en el marco de la elaboración del segundo Proyecto Apostólico Común (PAC.2). Se trata de implementar, durante el año 2020 y comienzos del 2021, un proceso espiritual de búsqueda de la voluntad de Dios sobre la/s misión/es que Dios nos está invitando a abrazar hoy en nuestro Continente como Cuerpo Apostólico; proceso que ha de involucrar a todo el cuerpo de la Compañía en la CPAL, y para el cual necesitamos -desde ya- pedir y encontrarnos (“buscar y hallarnos”) en una actitud de verdadera indiferencia y de gran libertad. 

La compleja situación que viven prácticamente todos los países latinoamericanos exige de todos nosotros -en todos nuestros compromisos apostólicos, sin excepción: contemplación y oración para escuchar la voz de Dios en medio de los gemidos de la historia concreta, especialmente de los más vulnerados; exige la inteligencia de la fe unida al análisis riguroso para superar preconceptos, miedos y actitudes interesadas o ingenuas; y finalmente: exige participación responsable y profética si queremos ser verdaderamente cristianos, co-laboración y articulación con otros muchos que sueñan y luchan también por “una tierra nueva y unos cielos nuevos”. 

En este contexto -que no es pasajero, por el discernimiento que tenemos entre manos, nos jugamos la fidelidad a nuestra vocación, la realización personal como “llamados”, nuestra pertinencia social como mediación institucional. Dispongámonos todos a participar. 

Apostolado social de los jesuitas: con Jesús, servir a los más excluidos

La vida de quienes, en el contexto de la Compañía de Jesús y en colaboración con ella, se dedican al apostolado social, es una manera muy concreta de seguir a Jesús acompañando al pueblo de Dios. Este es el tema del discurso inaugural del P. Arturo Sosa con motivo del Congreso de Apostolado Social, que se celebró en la Curia General de la Compañía del 4 al 8 de noviembre.

El Padre Mario Serrano SJ, delegado para la misión socio-pastoral de la CPAL y uno de los organizadores del Congreso de Apostolado Social, subraya que El apostolado social de la Compañía de Jesús es una expresión de su vocación fundamental, que está llamado a servir la fe y la promoción de la justicia. Y se expresa en una diversidad de obras apostólicas, algunas explícitamente sociales, como lo son los centros sociales, la red de jesuitas por los migrantes, el trabajo con los indígenas, las emisoras, la red de emisoras que tenemos en toda América Latina.”

Pero a la vez también, ”todas las demás obras apostólicas, educativas, parroquiales, tienen una dimensión social, al servicio de nuestras sociedades, específicamente de los más excluidos. Es una realidad que exige que nuestra fe se explicite en una acción por la justicia, por la fraternidad universal, por la acogida y la hospitalidad”.

Énfasis y desafíos. Momento para discernir

Serrano considera que el punto de partida es “discernir a dónde nos está llamando el Señor”.  Así identificó al menos dos énfasis y tres desafíos, fruto de la reflexión que se está llevando en el Congreso.

El primer énfasis consiste en “una mayor cercanía con los más excluidos. Vamos sintiendo que Dios nos llama como compañía de Jesús a estar más cerca de la gente que sufre en la Amazonía, de los migrantes, de los sectores populares, porque es desde ahí que nace la inspiración y el llamado de Dios. Y también desde ahí se nos van ocurriendo ideas de una transformación, de una sociedad que exige transformaciones, ese es uno”.

Un segundo énfasis, implica “fortalecer nuestras instituciones sociales. Que es también de alguna manera el fermento para que todas las demás obras puedan tener un compromiso serio y profundo con los más pobres, los preferidos del Señor”.

En cuanto a los desafíos, el padre Serrano considera que el primero está referido al cuidado de la casa común, particularmente a enfrentar las situaciones que conllevan desastres de tipo ecológico y que tienen que ver con la minería y la extracción de hidrocarburos. Ligado a este, está el desafío de “proteger también a las comunidades más pobres y frágiles que luchan por sus derechos continuamente, acompañándolos a ellos en sus luchas”. Para lograrlo, debemos trabajar en colaboración con otros, de esa manera todos nos enriquecemos, insistió.

El tercer desafío consiste en el reconocimiento del trabajo que muchas laicas realizan por la justicia. “El pensar su presencia, su liderazgo, lo que tiene que cambiar nuestras estructuras de participación, y los retos que tienen en el continente por la exclusión que viven, son también de los retos que vamos viendo, y de los cuales el discernimiento nos va iluminando, y que Dios nos está llamando por esos caminos”.

Sectores donde se encuentran los mayores desafíos

Mario Serrano afirmó que “uno de los desafíos que es clave, es la crisis de la democracia que estamos viviendo en América Latina. En estos momentos como que en América Latina nos arropa una crisis de la institucionalidad democrática, a la cual la Compañía está llamada a dar respuesta, desde las instituciones explícitamente dedicadas a lo social y desde las otras ligadas a la educación, a la pastoral, y a la espiritualidad misma. Porque hay que desarrollar una cultura democrática desde el fondo, y estamos llamados en todos los lugares de América Latina a dar respuesta de esto, a esa crisis de la democracia por la cual estamos pasando”.

Un segundo sector es el de los migrantes, “que pasan por situaciones, nuestro pueblo, a ser forzados a salir por situaciones económicas, la situación de crisis política en la que están viviendo muchos de los pueblos nuestros, los países en américa latina”.

Otro sector muy fundamental es “el acompañar a las comunidades indígenas, y a los pueblos afro, que son donde se presentan la mayor realidad de exclusión y de pobreza extrema en nuestro continente”.

Y luego, insistió, por supuesto que estos retos sociales tienen en la mayoría de las veces, situaciones de conflictividad con sectores que no están interesados en el fortalecimiento de nuestras institucionalidades democráticas, que no están interesado en el cuidado de la casa común y, que, por el contrario, la explotan y desarrollan toda esta cultura del consumo extremo irresponsable y del descarte del todo, y poderes que quieren desplazar nuestras poblaciones indígenas de sus territorios.

Llamado a la conversión de la Compañía de Jesús

El padre Serrano advierte que no basta con identificar desafíos y elaborar programas para enfrentarlos. Por eso considera que,” la principal barrera es vencer nuestras propias barreras internas personales e institucionales”. Por eso, continuó: “estamos pidiendo al Señor que nos de la fuerza para que, eso que nos da a reconocer, nos de la fuerza para encarnarlo en nuestra propia vida personal y en las instituciones”.

Fuente: Vatican news

Arturo Sosa SJ sobre su trabajo: la tarea de ponerse en diálogo

“El trabajo que yo hago es un trabajo en grupo. No podría hacerlo yo sólo. Hago mi trabajo en diálogo con mis asistentes y consejeros. Así que el trabajo que hago no es sólo papeleo. Tengo que firmar un montón de cartas, pero cada carta o documento ha tenido antes un diálogo”.

El Padre Arturo Sosa, Superior General de los jesuitas, explica que su tarea, a nivel universal, sólo es posible porque se trata de un trabajo en equipo.

Puedes mirar el video completo en el siguiente link

Política y bien común

“Ahora bien, Francisco señala que toda buena política supone un desafío porque el encargo que se le hace a un gobernante es sumamente delicado, cualquier desvío en su accionar se puede convertir en injusticia y puede sobrepasar los límites humanos.”

Por Dennis Mundaca, SJ 

El Papa Francisco, en su carta por el día mundial de la paz que se emitió el 01 de enero de este año, recalcó que la buena política está al servicio del bien común, la caridad y la misericordia. Esta propuesta de Francisco ha desafiado a más de uno de los gobiernos del mundo por su claridad, convicción e impulso ya que se refiere a la práctica de la política actual. La cantidad de casos de corrupción, si nos fijamos en Latinoamérica, por ejemplo, nos lleva a considerar que los gobernantes y su manera de gobernar adolecen de estas características básicas que menciona el Papa. En el Perú, la mayoría de personas conocemos los gobiernos de Alejandro Toledo, Alan García como claros ejemplos que evidencian el riesgo que se corre cuando un presidente no asume la política responsablemente, es decir, una política basada en el propio beneficio y no en el bien común. Es por ello que, en lo que sigue, me propongo indagar si la propuesta de Francisco supone un incentivo a la resolución de los problemas políticos actuales.

La política tal como la define Hannah Arendt supone la inclusión de toda la diversidad de indivíduos que comparten un espacio común. Ella dice que “la política nace en el Entre-los-hombres, por lo tanto completamente fuera de un solo hombre…, esta surge en el entre y se establece como relación” (2005, p. 46). Si bien se reconoce en la política a un gobernante como el garante para guiar a un país, no por ello el arte de gobernar es para sí mismo sino que tiene como deber propiciar relaciones sanas entre los ciudadanos. Sin el medio principal, el cual consiste en establecer buenas relaciones entre los ciudadanos, la política no tendría sustento en un territorio porque lo que la hace sostenible o lo que le da el sentido es, justamente, la capacidad de facilitar el cuidado y las relaciones entre los ciudadanos.

La política está al servicio del bien común y garantiza la paz, así lo ha sugerido el Papa Francisco en varias de sus encíclicas y en su carta por la paz del 1 de enero de este año. Se podría decir que Arendt sostiene lo mismo, por supuesto, no con las mismas palabras pero sí con el mismo sentido. Para ella “la misión y el fin de la política es asegurar la vida en el sentido más amplio. La política es quien hace posible al individuo perseguir en paz y tranquilidad sus fines, asegura a muchos el sustento y brinda un mínimo de felicidad” (2005, p. 67). Esta mirada de la política sostenida por Arendt respalda lo que dice Francisco a cerca de la buena política y su aplicación en el mundo actual.

Ahora bien, Francisco señala que toda buena política supone un desafío porque el encargo que se le hace a un gobernante es sumamente delicado, cualquier desvío en su accionar se puede convertir en injusticia y puede sobrepasar los límites humanos. El poder ejercido sobre ciudadanos y no simples sujetos, pone pues, en un punto desafiante al que gobierna y lo confronta con el reto de incluir a todos. Por lo tanto, junto con Francisco, consideramos que la buena política sería el buen acto de caridad si es que atiende a la diversidad de sujetos y trata de integrarlos eliminando los prejuicios.

Arendt también menciona los prejuicios que llevan consigo los gobernantes en la actividad política, algunos de ellos como el rechazo de puestos de gobierno a los jóvenes o la defensa de intereses de grupos pequeños en el poder son los alicientes que encaminan a la política a un rumbo inadecuado. Pues bien, si aplicamos estas acotaciones de la autora a lo mencionado por el Papa en su mensaje, nos encontramos con algunos términos parecidos y otros innovadores en la propuesta de este último. Francisco llama a los tipos de prejuicios señalados por Arendt “vicios en la política”, pero no solo los menciona sino que anuncia sus consecuencias negativas. El considera, por ejemplo, que el rechazo a los jóvenes en los asuntos políticos de un país termina ahogando a la juventud en la inactividad y la irresponsabilidad públicas.

Otro aspecto importante a resaltar en la propuesta de Francisco sobre la política es el carácter pacífico a la que debe estar abocada esta actividad. La política debe garantizar la paz. Ante tanta violencia de unos gobiernos hacia otros, o de gobernantes a los ciudadanos, tenemos que caminar en ese reto por el restablecimiento de la paz, justamente, a partir de las acciones pacíficas consensuadas en la política.

En conclusión, la Iglesia, de la mano de Francisco, ofrece hoy unos principios básicos para guiar la política. La misericordia, la verdad, la acogida y la paz son quizás las principales actitudes y principios con las que ha iniciado su pontificado el Papa y las que ha comunicado y quiere seguir comunicando al mundo y a los gobernantes. Más allá de las dificultades que tiene el Papa en la Iglesia para anunciar su mensaje, está marcando una ruta dentro de la institución así como también fuera de ella. Está adecuando el modo de hacer política a la perspectiva cristiana, que bien aplicada, podría generar grandes cambios positivos para esta sociedad.

Fuente: blog esejotas

Orar el propio selfie

Presenta tus miradas a Dios. ¿Cómo las mira? ¿Cómo te mira? ¿A qué te invita? Vuelve a mirar tu mirada, ¿qué descubres de novedad?”.

Por Hernán Quezada SJ

Hay miradas capaces de hacernos sentir grandes, bellos, inteligentes, deseados, especiales, amados; y miradas capaces de hacernos sentir poco, feos, tontos, rechazados, desgraciados y odiados. Hay miradas que nos destruyen y miradas que nos construyen. La mirada tiene una gran fuerza comunicativa, y la capacidad de revelar sentimientos con más fuerza que las palabras. No pocas veces podemos decir sentirnos de tal manera y nuestra mirada revelar que a realidad es otra. Las miradas descifran tantas cosas de los otros y de nosotros mismos.

La tan criticada selfie tiene una magia muy original: es la captura de mi mirada por mi propia mirada. ¡Cuánto puede revelarnos mirar nuestra propia mirada! Somos, habitamos este nuevo mundo digital, en nuestras redes sociales o en nuestros dispositivos móviles tenemos selfies, miradas capturadas por nuestra propia mirada. En la verdad y la intimidad que nos encontramos en nuestro espacio de oración personal, propongo que tomes una de ‘tus miradas’, haz el ejercicio de orar con el propio selfie.

Con libertad, cuidado, honestidad y respeto, miremos nuestra propia mirada:

¿Qué sentimientos revela?

¿Cómo estás mirando?

¿Hay otros?

¿Qué has escrito sobre esta publicación?

¿Cómo titularías este selfie?

¿Cómo te sientes?

Presenta tus miradas a Dios. ¿Cómo las mira? ¿Cómo te mira? ¿A qué te invita?

Vuelve a mirar tu mirada, ¿qué descubres de novedad?

Orar el propio selfie es un ejercicio de honestidad, de confianza y de mucha intimidad; esos son los momentos en que solemos disponernos para el encuentro con Dios.

Encontremos en este juego de miradas, la invitación de Dios para nuestra vida.

Fuente: Pastoral SJ

Empezó a girar la Economía Circular

Federico Baráibar, tutor de emprendimientos circulares de Centro Ithaka, reflexiona sobre varias iniciativas que nacieron en el último tiempo, pero alerta que aún falta mucho por recorrer. 

El Centro Ithaka, es parte de la Universidad Católica del Uruguay y se dedica a promover el emprendedurismo. 

Por Federico Baráibar

El incremento del consumo de bienes técnicos, biológicos y servicios genera un aumento de las presiones en los sistemas naturales para suministrar materias primas y energía. Estas presiones tienen como resultado el deterioro de los ecosistemas naturales, la reducción de la diversidad biológica, el deterioro de la calidad de aire y agua y, como efecto, el deterioro de la calidad de vida y la salud humana. En muchos casos la escasez de materiales y energía está en el origen de tensiones y conflictos y de la explotación de personas. Por lo general, las comunidades más vulnerables, con menor capacidad de demandar calidad ambiental son las más afectadas por el deterioro ambiental a nivel local. Algunos creen que la tecnología aportará, en gran medida, soluciones a este tipo de problemas mientras otros piensan que nos dirigimos inexorablemente a un exterminio de la civilización humana y de la vida sobre la Tierra.

La Economía Circular empezó a sonar hace unos pocos años en Uruguay. Es una idea que magnetiza con la promesa —quizás idílica— de ser la respuesta a muchos, la mayoría, o todos los problemas ambientales que padecemos actualmente. La economía circular es un concepto que se define como el cierre de las cadenas de producción de valor económico que comienzan en la extracción de materias primas y recursos energéticos, y terminan en la disposición final de residuos o la contaminación de ecosistemas con las emisiones (gaseosas, líquidas, sólidas y energía) de los procesos de producción de bienes y servicios. El concepto encierra una serie de principios como, por ejemplo, buscar que los bienes permanezcan en el mercado la mayor cantidad de tiempo posible a su mayor valor posible. Esto supone bienes duraderos y diseñados para poder ser recuperados al menor costo posible, manteniendo la mayoría de sus funcionalidades posibles. Mientras la tecnología no da las suficientes respuestas y herramientas para responder a los impactos ambientales de nuestros modelos de producción/consumo, vamos a tener que cuestionar y cambiar principios de estímulo al consumo como lo es la Obsolescencia Programada. Este fenómeno va en sentido opuesto al concepto de Economía Circular. Vamos a tener que modificar nuestra forma de consumir y hasta su sentido como sinónimo de bienestar.  

Pero mientras todo esto sucede, el mundo gira y van apareciendo emprendimientos que se inspiran en los principios de la economía circular. Desde el 2018 viene funcionando en Uruguay el programa Oportunidades Circulares que busca fomentar el desarrollo de emprendimientos e iniciativas que se basan en estrategias de Servitización, desmaterialización, reutilización, reciclaje, entre otros. En estos dos años han aparecido decenas de emprendimientos muy diversos. Desde iniciativas orientadas a dar valor a materiales de descarte, algunas para recuperarlos como material (reciclaje), otras como envases (reuso). Hay iniciativas que buscan dar a residuos que hoy no se utilizan y se destinan a la disposición final un alto valor agregado como, por ejemplo, proteína para deportistas de alto rendimiento a partir de residuos de leche, complementos alimenticios y vitamínicos de consumo humano a partir del orujo de uva de Tannat o alimentos zootécnicos a partir de los descartes de criaderos de animales.

Algunas iniciativas buscan, también, extender la vida útil de los productos mediante diversas estrategias. Esto ocurre con frecuencia en emprendimientos textiles orientados a modelos de tipo hágalo usted mismo o presentando la ropa usada de manera novedosa en locales comerciales. Algunos proyectos introducen modelos más asociativos donde el productor del residuo se asocia con el que ofrece la solución de valorización en algo parecido a una sinergia industrial. Es el caso de las placas de “madera plástica” de residuos multilaminados con una empresa de consumo masivo que encontró como posible aplicación la provisión de sombra para bienestar animal para su propio abastecimiento. También se desarrolló un emprendimiento que buscó la recuperación de ropa para elaborar accesorios involucrando a las clientas de una tienda de ropa y una ONG que trabaja con mujeres en situación de vulnerabilidad social.

Si bien estos son solo algunos ejemplos de emprendimientos que se han visto en estas dos ediciones de oportunidades circulares, no se percibe aún una gran apuesta a los principios de mayor circularidad. La mayoría de las iniciativas presentadas están orientadas a oportunidades de reciclado de materiales. La mayor robustez aparece cuando los generadores de residuos buscan alternativas para reincorporarlos en sus propias cadenas de valor o en cadenas ajenas, pero también se ve fortaleza cuando hay sinergias asociativas entre generadores y transformadores de los residuos. Por el momento la servitización y la desmaterialización han aparecido muy tímidamente como expresiones de deseo. Pero esto recién empezó a girar.   

Fuente: ucu.edu.uy

Los obispos bolivianos exhortaron a “mirar el futuro con esperanza y en paz”

“Construyamos una Bolivia con respeto, tolerancia, libertad, justicia y auténtico progreso para todos”, piden los obispos de Bolivia en una declaración de la Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana titulada “Llamamos al entendimiento y a la paz entre todos los bolivianos” publicada ayer, 12 de noviembre.

“El futuro de Bolivia se construye de acuerdo con las normas constitucionales y asegurando garantías a los representantes del pueblo en el poder de actuar en conciencia y buscando el bien común”, dice el texto que llama a todos “a construir una Bolivia en paz, cumpliendo con la responsabilidad histórica que tenemos”. Se pide a los líderes políticos que “promuevan una salida constitucional a la situación creada” y se invita a los líderes civiles y a los movimientos sociales a mantener la paz y a poner fin a todo tipo de violencia.

“La Secretaría General de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) hace un llamamiento apremiante, una vez más, a la armonía y a la paz entre todos los hermanos bolivianos” y recuerda que “Jesucristo nos invita a buscar la paz con todos”. Por lo tanto, “la paz debe reinar en el país, no debe haber más agresiones. Las ideas no deben ser la causa de enfrentamientos violentos”, y sobre todo “las posiciones políticas deben servir para construir un país en progreso y en libertad, no para enfrentamientos entre hermanos”. El comunicado concluye con una invitación: “Miremos al futuro con esperanza y, a través de la paz, sigamos construyendo a Bolivia”.

El 10 de noviembre, la CEB, la Comunidad Ciudadana, los Comités Cívicos y la Conade (Comisión Nacional para la Defensa de la Democracia), dieron a conocer un documento en el que analizaban la situación y afirmaban que “lo que ocurre en Bolivia no es un golpe de Estado”. En el texto hicieron un llamamiento a todos los bolivianos a promover la paz, a no cometer actos vandálicos o de venganza, y exhortaron a las autoridades a buscar una solución constitucional y pacífica que conduzca a la celebración de nuevas elecciones.

En las últimas horas, la senadora opositora Jeanine Anez asumió la presidencia interina de Bolivia tras la renuncia tanto de Evo Morales como del vicepresidente y de los presidentes del Senado y de la Cámara. La representante del Partido Unidad Democrática (Ud) aseguró que quería “comprometerse de inmediato con la pacificación del país y convocar nuevas elecciones”.

Fuente: AICA

El Sínodo y la invitación a caminar con los pueblos indígenas

Tras el Sínodo, estamos llamados desde la Iglesia a portar los lentes de la interculturalidad.

Por Flor María Ramírez 

Hemos seguido de cerca los acontecimientos del Sínodo sobre la Amazonía en el que “la Iglesia se compromete a ser aliada de los pueblos amazónicos para denunciar los atentados contra la vida de las comunidades indígenas, los proyectos que afectan al medio ambiente, la falta de demarcación de sus territorios, así como el modelo económico de desarrollo depredador y ecocida” (46). El texto llama a “defender los derechos a la libre determinación, la demarcación de territorios y la consulta previa, libre e informada”, teniendo en cuenta que “para la Iglesia, la defensa de la vida, la comunidad, la tierra y los derechos de los pueblos indígenas es un principio evangélico, en defensa de la dignidad humana” (47).

El tema indígena ha estado de fondo en muchos de los debates. La realidad  indígena en el continente está llena de claroscuros, aunque les es reconocido su legado histórico de custodia al conocimiento tradicional y a los recursos naturales, por otro lado han vivido un permanente desarraigo y han sido objeto de explotación de sus propios recursos naturales. Vale la pena preguntarnos ¿quién tiene el poder? ¿Quiénes juegan el rol de opresores hoy día de los pueblos indígenas?

La declaración más completa sobre los derechos de los pueblos indígenas

Lamentablemente, el valor  que damos a las comunidades indígenas no puede ser fácilmente cuantificable. En parte porque desde una óptica materialista vemos la realidad desde perspectivas muy diferentes a las culturas indígenas. Una de nuestras grandes diferencias con quienes se consideran indígenas es la cosmovisión y la forma de ver su entorno. El sentido de colectividad que hombres  y mujeres impulsan en sus comunidades es sumamente determinante para considerar los bienes que consideran comunes. Rodolfo Stavenhagen, quien fuese relator especial de la ONU para los Derechos de los Pueblos Indígenas decía que “las especificidades culturales son también contribuciones a la cultura universal y no meras reliquias de un pasado en vías de desaparición”.

Precisamente, la “Declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas (2007)”  es la declaración internacional más completa sobre los derechos de los pueblos indígenas y debe considerarse como el conjunto de normas mínimas para la supervivencia, la dignidad y el bienestar de los pueblos indígenas del mundo. Contiene derechos humanos individuales y colectivos de los pueblos indígenas, entre éstos el derecho a poseer, utilizar, desarrollar y controlar tierras, territorios y recursos. Los Estados deben dar reconocimiento jurídico y protección a estas tierras, territorios y recursos. La Declaración rompe con la idea asistencialista que persiste en muchos gobiernos, incluyendo el de México, exigiendo a los Estados que trabajen por una verdadera participación y consentimiento.

A pesar de que hemos ido tomando mayor conciencia sobre el legado indígena en muchos de nuestros países, lo cierto es que en nuestra cotidianeidad hay formas vigentes de opresión que marcan las políticas públicas de cultura, educación y salud; así como el cuidado de los recursos naturales y de las tierras. Los servicios públicos se han caracterizado históricamente por la falta de acceso a una educación, a una salud y a una forma de desarrollo que respete la identidad, la cosmovisión y la lengua indígena. Así las prácticas comerciales también incorporan la exclusión. Simplemente, en nuestro día a día, la mayoría de información está en español cuando en países como México se hablan más de 68 variantes de lenguas indígenas con palabras que no tienen equivalentes ni sentido.

En realidad, hemos ido construyendo ideas y categorías que si bien tienen un valor académico, pueden hacernos simplificar por demás la realidad y causar daño en detrimento de los derechos de otros. Tal es el caso de la idea de raza y etnia (término que creemos más amigable) que reflejan en sí nuestra forma de aislar la diversidad y encasillarla. Las conclusiones científicas dicen que no hay hechos concluyentes de la genética y biología para considerar que una lista de características físicas definen una raza o una etnia. Más bien ahora se prefiere hablar de identidad etnoracial para hacer referencia a la voluntad de adhesión a un grupo que comparte características sociales o físicas específicas. En el caso de los pueblos indígenas en México tenemos la figura de la autoadscripción que permite a las personas indígenas definirse como tales.

Tras el Sínodo, estamos llamados desde la Iglesia a portar los lentes de la interculturalidad, este enfoque nos invita a abordar las particularidades de los pueblos indígenas, afrodescendientes y otros grupos diferenciados y su relación con la sociedad dominante, más allá de la coexistencia de culturas. El enfoque intercultural debe contar con los dispositivos necesarios para identificar el tipo de sociedad en el que los pueblos indígenas y afrodescendientes u otros son incluidos de forma efectiva, proceso que, bajo este paradigma, no implica la asimilación a la cultura dominante, sino a un espacio en el que las culturas interactúan, dialogan y participan en igualdad de condiciones desde su definición.

Fuente: Vida Nueva Digital

Jesuitas Acústico invita a conocer y difundir sus producciones

Jesuitas Acústico sigue generando un material que puede ser de ayuda para nuestros ministerios, tanto en lo pastoral como en lo social. Este año, los integrantes del proyecto se reunieron en República Dominicana para grabar tres temas, que esperamos sean útiles en las obras y apostolados de jesuitas y colaboradores laicos en el continente. 

Pueden escuchar todo el material en las plataformas de streaming:

También en Deezer, Gracenote, Shazam, Musixmatch, Amazon y GooglePlay…

Sin embargo, el proyecto apunta fundamentalmente a la producción de videos, que pueden encontrarse en el Canal de Youtube. 

Así, el jueves 31 de octubre, lanzaron un video llamado COMUNIÓN, con letra y música de Jesús Zaglul, SJ en conjunto con la comunidad del barrio donde trabajaba en República Dominicana hace algunos años. 

Además, para el día 18 de diciembre, Día Internacional del Migrante, han planeado el lanzamiento de un nuevo video titulado RENMEN PAP JANM FINI. El mismo consiste en una adaptación bilingüe de un canto que nos podrá ayudar a celebrar la comunión entre hermanos de diversos pueblos y razas. 

 Más adelante aunque este año, se estrenará un canto titulado YO TE CANTO, además de los videos de canciones grabadas el año pasado en Cuba («Lo que quiero ser» y «Enamórate”), que se están terminado de editar. 

Los miembros del ‘Jesuitas Acústico’ animan a las personas a colaborar difundiendo este material. Su deseo es que se conozca para que pueda ayudar en las escuelas y colegios, en los centros de espiritualidad, parroquias y comunidades a las que servimos.

Ciudadanía Global y Redes

Sobre las ventajas que la articulación del trabajo en redes trae a el sector Educación

Por Dani Villanueva SJ

Ya hemos hablado muchas veces de cómo la articulación progresiva de nuestro cuerpo apostólico internacional está abriendo nuevas oportunidades a todos los sectores apostólicos. Hoy quisiera centrarme en una de las ventajas especialmente en el ámbito educativo. Y es que nuestra presencia en tanta diversidad de lugares y culturas nos da el marco perfecto para lanzar propuestas educativas que preparan a nuestros estudiantes para ser hombres y mujeres para los demás en este nuevo contexto global.

Esto es lo que llamamos educar a las personas para la ciudadanía global, siendo capaces de actuar y pensar en el ámbito local y global sin dicotomías, respetando las particularidades y culturas locales, pero a la vez haciendo un claro compromiso con el bien común, reconociendo a los demás como iguales en dignidad y derecho, identificándose con algo más grande que uno mismo y  reconociendo la diversidad como una dimensión constitutiva de una vida humana plena. Hoy en día no existe una institución educativa de la Compañía que no tenga este enfoque en su propuesta educativa, y que no esté siendo enriquecida por nuestros continuos esfuerzos en la creación de redes internacionales dentro del sector educativo. 

Los foros de trabajo internacionales, las oportunidades de trabajo conjunto en plataformas digitales, los intercambios de alumnos y de profesores, las campañas de sensibilización globales o las formaciones por regiones y/o temáticas, son solo algunos de los ejemplos de este precioso vínculo que existe entre nuestra capacidad de trabajo en red y el progresivo enriquecimiento de nuestras propuestas de ciudadanía global. En este momento las universidades, las escuelas secundarias, las ONG y las obras sociales están trabajando tanto en equipos de trabajo sectoriales como en iniciativas conjuntas en torno al tema de la ciudadanía global.

Necesitamos capacitar a los estudiantes en el reconocimiento de diversas culturas, la capacidad de vivir en un contexto multicultural, respetando la diversidad, y apostando por la construcción conjunta de sociedades justas, pacíficas y sostenibles. Y para ello, en los últimos años, estamos aprendiendo que la mejor manera de hacerlo es explotando al máximo las posibilidades que nos brinda el ser nosotros mismos un cuerpo apostólico internacional y multicultural, con una misión universal.

Fuente: Jesuit Networking