Semana de la Sociedad Argentina de Teología 2019

La Facultad de Teología en la Universidad Católica de Córdoba (UCC) fue sede de la Semana de Teología.La misma se extendió desde el 17 al 20 septiembre. Desde hace unos años, este evento se celebra en distintas ciudades, siempre en el contexto de alguna Universidad Católica. 

El Tema se formuló de la siguiente manera: 

“… en nuestras propias lenguas las maravillas de Dios.” (Hech 2,11)

Iglesia(s) – Sociedad(es) – Cultura(s)

Por lo tanto una reflexión sobre la Iglesia en diálogo con otras iglesias, sociedades y culturas. En otras palabras el desafío del encuentro con tantas realidades plurales en las que nos encontramos y cómo hacer teología en este nuevo contexto.

El acto de apertura lo tuvimos el martes a las 16 con palabras del Rector de la UCC, del Decano de la Facultad de Teología y del P. José Carlos Caamaño, presidente de la SAT. La principal invitada fue la Dra. Stella Morra, teóloga italiana, profesora en la Universidad Gregoriana que tuvo dos conferencias: “El cristianismo ante lo nuevos desafíos de la pluralidad”, y “Configuraciones eclesiológicas, pluralidad y contextos”.

En distintos momentos de la Semana, los profesores de Teología fundamental hicieron un aporte sobre “Teología en contextos” a partir de la conversación que se tuvo este año con Christoph Theobald, S.J., durante una visita a Buenos Aires. Por su parte el P. Jorge Scampini, O.P. presentó los desafíos del diálogo ecuménico. Y el P. Ariel Busso se refirió a otro contexto desafiante que es la relación Iglesia-Estado.

El primer día del encuentro culminó con la celebración de la Eucaristía en la Capilla Doméstica, presidida por Mons. Carlos Ñáñez, arzobispo de Córdoba. Los otros días, la misa fue en la Capilla del Seminario Nuestra Señora de Loreto. 

El miércoles 18 por la tarde se realizó la Asamblea anual de la SAT, en la cual después de aprobar la memoria y balance del año pasado se eligió una nueva directiva para el próximo trienio. Conformada por el P. Dr. Gerando Söding como Presidente, la Lic. Carolina Bucher como Vice y el P. Dr. Alejandro Bertolini. Como vocales fueron elegidos Michael Moore OFM, Emilce Cuda, Agustín Podestá y José María Cantó, S.J.

Como se hacer habitualmente hubo un tiempo especial para la presentación de comunicaciones, Tesis y libros recientemente publicados. Fue la ocasión también para hacer conocer los Proyectos de Investigación que estamos desarrollando desde la Facultad de Teología.

Se inscribieron un centenar de participantes, muchos de nuestra ciudad y de la Universidad, también los alumnos pudieron asistir a las principales exposiciones. Ha sido una magnífica ocasión para presentar esta reciente presencia de nuestras Facultades de Filosofía y Teología en Córdoba y compartir con nuestros colegas de todo el país. Al finalizar nos despedimos hasta la próxima Semana que se realizará en Catamarca del 21 al 24 de septiembre de 2020 en el contexto del Año Mariano Nacional en memoria de los 400 años de la Virgen del Valle.

Celebración y Anuncio del ‘Año Ignaciano’

Hoy, 27 de septiembre, la Compañía de Jesús cumple 479 años de su fundación.

Al mismo tiempo, esta mañana, el Padre General de los jesuitas, Arturo Sosa SJ, ha enviado una circular en la que anuncia el ‘Año Ignaciano’. El mismo se extenderá desde el 20 de mayo de 2021 al 31 de julio de 2022.

La elección de las fechas tiene su referencia histórica: un 20 de mayo de 1521 San Ignacio de Loyola era herido por la bala de cañón en la batalla de Pamplona. La fecha de clausura es más conocida, ya que el 31 de julio es propiamente el día de San Ignacio.

El Año Ignaciano tendrá su jornada central el día 12 de marzo de 2022, IV centenario de la canonización de San Ignacio junto con San Francisco Javier, Santa Teresa de Jesús, San Isidro Labrador y San Felipe Neri.

Jesuitas lanzan un material para celebrar misa en guaraní

Todo lo necesario para celebrar una misa en guaraní está ahora oficialmente disponible en un nuevo sitio web mantenido por los jesuitas de Paraguay. 

El sitio web www.misaguarani.com fue lanzado oficialmente hace unos días durante una misa en el Santuario Nacional y la Basílica de Nuestra Señora de Caacupé. La Eucaristía fue celebrada íntegramente en lengua guaraní por el jefe del proyecto, el Padre Alberto Luna. El video que encabeza este artículo es parte de los productos multimedia del sitio web.

La página web, avalada por la Conferencia Episcopal, va acompañada de relatos en los principales medios de comunicación social e incluye, además de la hoja para la celebración dominical, las lecturas litúrgicas y oraciones de la Misa del día, el ordinario de la Misa, el Evangelio diario comentado en audio, los cantos de las celebraciones, la liturgia de las horas, una colección de fórmulas de bendición y el rosario en la lengua más hablada en el país.

Según datos de la Universidad de Lengua y Cultura Guaraní, el 87% de los paraguayos hablan esta lengua indígena perteneciente a la familia tupí-guaraní (el 37% se comunica sólo en esta lengua, mientras que el 50% son bilingües guaraní-español), mientras que el 75% utiliza el castellano. El guaraní es también lengua oficial en la provincia argentina de Corrientes y en Bolivia, y se habla también en zonas de Brasil.

Semana de la lengua guaraní en curso

«En la mayoría de los casos, con excepción de la capital, Asunción, la misa se celebra casi en su totalidad en español, con homilía en guaraní», explicó  Gustavo González, miembro del equipo de la iniciativa. «El proyecto pretende ser una ayuda para las comunidades de lengua guaraní, para que puedan celebrar enteramente en su propia lengua. La puesta en marcha de la iniciativa coincidió con el inicio de la Semana de la Lengua Guaraní, que reviste especial importancia en este Año Internacional de las Lenguas Indígenas convocado por la UNESCO.

 La Compañía de Jesús había lanzado «Misa Guarani Pyahu» en 2014: una colección de 15 canciones para la misa en guaraní con ritmos tradicionales y modernos.

Fuente: Vatican News

Pastoral de la comunicación: una tarea urgente

‘Lo sorprendente de esta situación es que se está dando hacia el interior de la Iglesia el mismo fenómeno que la Iglesia siempre ha criticado en los medios “no confesionales”.’

Por Jorge Oesterheld 

Desde hace poco tiempo nos hemos acostumbrado a hablar de los medios de comunicación que llamamos “de la Iglesia”, o “eclesiales”, en los mismos términos en los que se habla de los medios “no confesionales”. A juzgar por los comentarios periodísticos o por las conversaciones que se pueden escuchar, en la Iglesia hay medios de izquierda y de derecha, “progres” y “conservas”, anti-Francisco y pro-Francisco, cercanos a “la derecha norteamericana” o a las “corrientes populistas”. En definitiva, parece que en la Iglesia hay para todos los gustos.

Curiosamente detrás de esos simplificadores calificativos se nombra a obispos y cardenales como mentores, financistas o directamente propietarios. De hecho a cada paso que da el papa Francisco, para los observadores atentos, es fácil prever las reacciones de los diferentes medios de comunicación eclesiales, ya se trate de cadenas internacionales de televisión, publicaciones periódicas, portales en internet, espacios en redes sociales, radios o agencias de noticias. Quizás por eso el Papa prefiera hablar con Jordi Évole en La Sexta.

Salvo honrosas excepciones que se destacan por su calidad periodística y en las que los editores aclaran que no representan la voz de toda la Iglesia sino que se muestran como una voz más en la Iglesia, en general ese tipo de publicaciones tienden a aparecer como representativas de “la verdadera Iglesia”, ya se refieran a la Iglesia de las más “puras tradiciones” o a la Iglesia representativa de “los pobres y marginados” del planeta. En general se presta de esa manera un pobre servicio al Pueblo de Dios.

La comunicación de los medios eclesiales

Lo sorprendente de esta situación es que se está dando hacia el interior de la Iglesia el mismo fenómeno que la Iglesia siempre ha criticado en los medios “no confesionales”. De diferentes maneras la enseñanza de la Iglesia ha criticado la forma en que los grandes medios se ocupan de las problemáticas eclesiales o sociales y de la tendencia a ser representativos de intereses o ideologías en virtud de los cuales tergiversan la realidad.

Esas mismas críticas hoy pueden dirigirse a medios eclesiales que, en ocasiones con notable imprudencia, son también vehículos de fake news y de todo tipo de chismes o comentarios que solo tienen como objetivo confundir o engañar. Se ofrece de esa manera un triste espectáculo que fácilmente se podría calificar de “escándalo” en el sentido bíblico del término.

En medio de esta verdadera jungla de voces aparecen las Oficinas de Prensa oficiales del Vaticano, de las diócesis y las Conferencias Episcopales, que en ocasiones deben preocuparse más de lo que publiquen los medios “católicos” que de lo que digan los medios “seculares”. La tarea de estas oficinas es compleja y desafiante porque deben informar con la mayor objetividad posible sobre la vida de la Iglesia en un contexto nada favorable. Pero la comunicación de la Iglesia no puede reducirse a las informaciones oficiales y todos los fieles tiene derecho a expresarse también a través de los medios.

Pastoral de la comunicación

Preocupada por lo que los medios masivos de comunicación seculares dicen sobre la institución eclesial quizás la Iglesia haya descuidado el acompañamiento pastoral de quienes, en muchos casos con honestidad, desean hacer presente la voz del Evangelio en el desafiante mundo de las comunicaciones. Allí es urgente una voz iluminadora que con conocimientos técnicos sea capaz de orientar pastoralmente.

Las tecnologías han irrumpido en la vida de la Iglesia y la están transformando más allá de lo imaginable. El tema no pertenece a un aspecto marginal en la vida del Pueblo de Dios, la Iglesia es comunión, es comunicación, se trata de una cuestión central a la que es necesario dedicarle esfuerzos, recursos y tiempo de reflexión.

Fuente: Vida Nueva Digital

Cristianismo y Justicia abre este curso con la reconciliación como tema central

El trabajo por una cultura de la reconciliación ocupará buena parte de la reflexión del equipo Cristianismo y Justicia, así como la oferta formativa del centro durante el curso 2019-20. 

Desde la conciencia de que nuestro mundo y nuestra sociedad tienen múltiples fracturas de tipo social, político, ambiental que necesitan ser recosidas, los meses de octubre y noviembre se ofrecerá el curso «Fundamentos para una cultura de la reconciliación». 

Con la coordinación del jesuita Joan Carrera, varios expertos aboradaran este tema desde diferentes ámbitos: la psicología, con Maite Valls; la pedagogía, con Marta Burguet; la espiritualidad, con Javier Melloni; las fracturas sociales, con el director del ICIP Kristian Herbolzheimer; la teología, con Javier Vitoria; o la ecología, con Gustavo Duch.

Y es que la reconciliación es en primer término una tarea personal, y luego una tarea esencialmente ética y política para recrear aquellas condiciones humanas que hacen posible el desarrollo integral de la vida social, a contracorriente de la actual cultura hegemónica de la exclusión, el descarte y el triunfo del poder y la fuerza sobre las víctimas. Así pues, trabajar por una cultura de la reconciliación significa poner en marcha procesos alternativos con valores de inclusión, sostenibilidad, respeto a las diferencia y a la dignidad humana fundamental. Este curso comenzará el 17 de octubre y las inscripciones ya están abiertas.

Precisamente el acto inaugural, que tendrá lugar el 7 de octubre, tratará sobre este tema, con el jesuita belga Jacques Haer, profesor de Teología y de Ciencias Religiosas en la Universidad Católica de Lovaina. 

También en esta línea, el grupo de noviolencia de Cristianismo y Justicia realizará este curso varios talleres, dirigidos sobre todo a personas del ámbito educativo formal y no formal que quieran trabajar esta cuestión.

Cabe destacar la oferta que un año más se realizará a través del Aula Virtual, desde la cual se podrán cursar online un buen número de seminarios, lo que permite que la oferta de Cristianismo y Justicia pueda llegar a muy diversos lugares de todo el mundo.

La programación de curso de Cristianismo y Justicia incluye también, como es habitual, seminarios sobre temas muy diversos relacionados con la teología, la espiritualidad, la vivencia de la fe y el compromiso social. Además, habrá nuevas ediciones de los cursos de Iniciación Teológica y de Transformación Social y Ciudadanía Crítica, el ciclo de cine Ignasi Salvat, una vez al mes, y las conferencias de los Lunes de los Derechos Humanos, en colaboración con Justicia y Paz, Manos Unidas y Cáritas.

Fuente: infosj

Nota en Defensa de la Amazonía – Palabra de CPAL de Septiembre

El mes de septiembre en la Palabra de la CPAL, los jesuitas se expresan sobre la situación de la Amazonía, movidos principalmente por los grandes incendios que han afectado toda la región. 

A través de la Preferencia Apostólica Amazónica (PAAM), junto con el Observatorio Nacional de Justicia Social y Ambiental Luciano Mendes de Almeida (OLMA), el Servicio Jesuita Panamazónico (SJPAM) y la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe (CPAL) levantan su voz para cuidar de la Casa Común, desde nuestro terreno y en favor del territorio de la Pan Amazonía.

Con un historial de compromisos diversos para proteger este territorio, estamos preocupados por los terribles incendios que se han deflagrado en la región, especialmente aquellos que han ocurrido, y aún ocurren, en Brasil y Bolivia.

La gravedad de la tragedia causa importantes impactos, no solo locales o regionales sino planetarios, y exige respuestas firmes en defensa y promoción de la selva y de su gente. Después de todo nos preguntamos: ¿qué mundo queremos para las generaciones presentes y futuras? ¿Será que la avaricia de algunos que desean obtener ganancias a cualquier costo, quemando y deforestando para expandir sus áreas de agro-negocio, puede ser más fuerte que la necesidad de respirar y de tener buena agua para beber y consumir alimentos saludables?

Estas preguntas no nos pueden dejar callados. Sabiendo que los incendios se originan principalmente por acciones humanas, es necesario y urgente exigir a las diversas autoridades nacionales de la panamazonia medidas efectivas para protegerla.

Por lo tanto solicitamos:

  • Que estas autoridades intensifiquen los esfuerzos para combatir los incendios;
  • Que brinden atención de calidad a las poblaciones, especialmente a las que son directamente afectadas: en su inmensa mayoría indígenas y habitantes de los ríos;
  • Que permanezcan abiertos al diálogo y a la ayuda internacional, encontrando soluciones conjuntas para recuperar áreas que han sido devastadas o que son vulnerables;
  • Que hagan cumplir las políticas nacionales sobre Áreas Protegidas, Prevención y Combate de la Deforestación Ilegal, Demarcación (titulación) de Tierras de los Pueblos Tradicionales, entre otras medidas necesarias.

Queremos expresar nuestro compromiso de defender y trabajar con los proyectos de vida de los pueblos de la Amazonía. Expresamos nuestro apoyo y cercanía particular a los pueblos indígenas y poblaciones de las riberas de los ríos, así como a las poblaciones de las ciudades – no solo las metrópolis sino del rosario de ciudades – que a lo largo de los ríos panamazónicos están llamadas a humanizar los espacios urbanos e interactuar con las poblaciones “del interior” para garantizar un desarrollo justo y sostenible, en colaboración con gobiernos y organizaciones de la sociedad civil.

Finalmente, desde el principio de la Ecología Integral y en el contexto favorable del Sínodo para la Amazonía, sumamos nuestra voz a la de las personas y entidades que luchan por la defensa y promoción de la Amazonía y que también alzaron sus voces: como el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), la Coordinación de Organizaciones Indígenas de la Cuenca del Amazonas (COICA), y otras.

 João Renato Eidt – Provincial de Brasil

David Romero Bravo – Delegado en la Amazonia

Jose Ivo Follaman – Director OLMA

Alfredo Ferro – Director SJPAM

Roberto Jaramillo -Presidente de la CPAL

Informe ETHOS, El capital en el Siglo XXI

El Centro de Ética y Reflexión Social, Fernando Vives S.J., de la Universidad Alberto Hurtado publica periódicamente un breve Informe Ethos, ofreciendo una lectura ética de un tema de interés nacional para ayudar en el discernimiento de un juicio moral responsable con vistas a una acción coherente. Se adopta el método ignaciano del triple paso: experiencia (hecho) – reflexión (su comprensión e implicaciones éticas) – acción (elementos para el discernimiento): una reflexión sobre la experiencia con miras a una acción consecuente.

El número que presentamos desarrolla las ideas que el economista francés Thomas Piketty desarrolla en su libro El capital en el siglo XXI del 2013, elogiado por el premio Nobel de Economía Paul Krugman como la obra que cambiará tanto la forma en que pensamos sobre la sociedad como la forma de hacer economía.

Thomas Piketty (Clichy, 7 de mayo de 1971) es un economista francés especialista en desigualdad económica y distribución de la renta. Con una claridad pedagógica, que hace comprensible la materia a un no especialista, Piketty reconoce la pertenencia de la economía a las ciencias sociales y su responsabilidad de contribuir, desde la honradez intelectual, a enriquecer el debate democrático para encontrar aquellas políticas económicas más coherentes con los objetivos éticos y sociales de una comunidad. El libro no tiene un talante profético, sino dialogante en búsqueda de soluciones concretas al problema de la desigualdad social. 

Comprensión del hecho

 La investigación de Thomas Piketty abarca los últimos tres siglos e incluye a más de veinte países. En el fondo, el autor se hace la pregunta: “¿Acaso las fuerzas equilibradoras del crecimiento, la competencia y el progreso técnico conducen espontáneamente a una reducción y a una armoniosa estabilización de las desigualdades en las fases avanzadas del desarrollo?”. O, por lo contrario: “¿Acaso la dinámica de la acumulación del capital privado conduce inevitablemente a una concentración cada vez mayor de la riqueza y del poder en unas cuantas manos?”…

Para conocer el informe sobre la obra de Piketty

Seminario de educación: Encuentro formativo para los jóvenes jesuitas

Del 26 al 30 de agosto se llevó a cabo el Seminario Latinoamericano de Educación de la Compañía de Jesús, en la ciudad de Puebla, México, con la participación de 16 jóvenes jesuitas de 9 países de América Latina que se especializan para el apostolado educativo escolar.

Este encuentro estuvo organizado por el Secretariado Internacional de Educación Secundaria y Pre-Secundaria de la Compañía de Jesús, la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y El Caribe (CPAL) y la Federación Latinoamericana de Colegios de la Compañía de Jesús (FLACSI). 

La agenda abordó fuentes de la pedagogía jesuítica, la situación de la educación de la Compañía en el mundo y en América Latina, y las perspectivas para el futuro. La dinámica de los trabajos consta del compartir sobre la experiencia y expectativas educacionales de cada uno.

En este encuentro, participaron los PP. Arturo Reynoso (MEX), José Alberto Mesa (Secretario Internacional de Educación de la Compañía de Jesús), Luiz Fernando Klein (Delegado de Educación de la CPAL) y Saul Cuautle (Presidente de FLACSI).

Este encuentro ya se ha realizado en Chicago (2016), en Nairobi (2017) y en Kathmandu (2018).

Fuente: Jesuitas Lationamérica

Entrevista al P. Michael Czerny SJ en su visita a la CPAL

“El Sínodo de la Amazonía es hijo de la encíclica ‘Laudato Si’. Entonces, tenemos la oportunidad como Iglesia Latinoamericana, como Iglesia Amazónica de ver cómo vivir, trabajar y promover el espíriritu de la ‘Laudato Si’ .

Así comienza hablando Michael Czerny SJ, Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Vaticano, en una breve entrevista realizada por la Oficina de Comunicación Institucional de la Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL). 

El P. Michael Czerny SJ estuvo de visita en la oficina central de la CPAL como parte de sus actividades durante su estadía en Lima, Perú. Allí, se reunió con el P. Roberto Jaramillo, Presidente de la CPAL para conversar en torno a la próxima Asamblea Especial del Sínodo de los Obispos para la región Panamazónica, que se realizará del 6 al 27 de octubre de 2019

El Papa lo ha nombrado secretario General del Sínodo Amazónico, ¿cómo se siente y cuál sería su aporte?

Ustedes pueden imaginar que, como jesuita nombrado secretario especial del Sínodo, con Monseñor David Martínez, obispo de Puerto Maldonado, estoy muy contento por esta oportunidad de ir explorando y fomentando las preferencias apostólicas de la Compañía con un acento especial en el cuidado de la casa común, e ir pensando en los jóvenes y las generaciones futuras que van a vivir en la casa común ¿Qué tipo de casa les vamos a dejar?

¿Cómo percibe las crisis migratorias que se viven en América Latina?

Sobre los migrantes en América Latina, desde la sección de Migrantes y Refugiados de la Santa Sede estamos siguiendo muy de cerca lo que está pasando en América Latina y participando y promoviendo el proyecto ‘puentes de solidaridad,’ que implica a todas las conferencias episcopales de América del Sur. Estamos contentos de esta colaboración y esperamos que en cada país, cada Iglesia local, podamos como Compañía contribuir y estamos contentos de que nuestros servicios de refugiados y migrantes están ayudando tanto. Pienso que es importante, también, subrayar lo positivo, para no dar sólo la impresión de que hay problemas y confusión, sino de que hay muchos ejemplos de lo que el Papa nos ha pedido hacer, es decir: acoger, promover, proteger e integrar a los que llegan a nuestros países.  

Fuente: Jesuitas Latinoamérica

¿Por qué Sillicon Valley necesita valores ignacianos?

“Si queremos ser personas de bien, preocupadas por lo bueno -y hasta con cierto heroísmo-, entonces debemos tener una clara definición del bien que nos impulsa y nos convoca.” 

Por Kevin O’brien S.J.*

Silicon Valley, el corazón del empresariado tecnológico y de los negocios de Estados Unidos, ha contribuido enormemente al progreso humano en las últimas décadas. Hay mucho que admirar, incluyendo nuevas formas de conexión humana inmediata o la automatización que ahorra tiempo y pone la tecnología de punta en manos de ricos y pobres por igual. Pero el ritmo y la escala de estas innovaciones han conllevado costos cada vez más patentes, tanto para consumidores como para empresarios.

Nitasha Tiku, escritora principal de la revista Wired, observó el año pasado: «Sólo ahora, una década después de la crisis financiera (del 2008), el público estadounidense parece apreciar que, lo que pensábamos que era una pesquisa de nuestros datos, ha operado más bien como una forma de extracción. No sólo de nuestros datos, también de nuestra atención, de nuestro tiempo, de nuestra creatividad. Lo mismo que de nuestros contenidos, de nuestro ADN, de nuestras casas, de nuestras ciudades, de nuestras relaciones».

Hemant Taneja, director general de General Catalyst, se sumó recientemente a la crítica de la Harvard Business Review: «Muévete rápido y rompe cosas»es la forma en que los empresarios entienden la innovación: más es siempre mejor. Corrimos para poner nuestros productos en manos de los consumidores lo más rápido posible, sin tener en cuenta la justificación -y racionalidad- de sus propios criterios de conducta»

El Sr. Taneja continúa diciendo: «Si queremos que la innovación sobreviva en el siglo XXI, tenemos que cambiar la forma en que se construyen las empresas cambiando las preguntas que les hacemos». Estas nuevas preguntas requieren una reflexión ética más profunda, lo que en la tradición ignaciana llamamos «discernimiento».

La reciente reunión de líderes de escuelas de negocios jesuitas y ejecutivos de Silicon Valley en la Universidad de Santa Clara -combinando la tercera Conferencia Global de Ética Empresarial Jesuita y la 22ª reunión anual de Colegas en Educación Empresarial Jesuita- se orientó hacia el anhelo de un nuevo marco de referencia a través de un imaginario católico e ignaciano. Recuerden que San Ignacio, el fundador de la orden de los jesuitas, no era tecnófobo ni un escéptico de la modernidad, sino que era él mismo un innovador. 

Lejos de retirarse del mundo, se sumergió en el humanismo renacentista, la vida cívica y la fiebre expansionista de su tiempo. Acopló lo antiguo y lo nuevo, tanto en espiritualidad como en educación, tomando prestado de otros lo que funcionaba y dejando atrás lo que no. Basta con hacer una rápida búsqueda en Google para ver a todos los jesuitas químicos, físicos, astrónomos, artistas -y más-que abrazaron las nuevas tecnologías e ideas, liderando la innovación en sus campos respectivos.

Si el modelo de «moverse rápido y romper cosas» se rompe a sí mismo, una ética ignaciana de «discernir la innovación» ofrece una alternativa. ¿Qué tal si promovemos una ética de «movernos con cautela y por el progreso de las personas»?

Este llamado a «moverse cautelosamente» no significa una precaución excesiva o una toma de decisiones lenta. Podríamos movernos rápidamente e incluso romper cosas para satisfacer necesidades críticas pero, a través del discernimiento sabríamos por qué estamos haciendo lo que estamos haciendo. No sólo aceptaríamos la innovación como un bien en sí mismo, simplemente porque es lo más nuevo o la tendencia más actual. Si queremos ser personas de bien, preocupadas por lo bueno -y hasta con cierto heroísmo-, entonces debemos tener una clara definición del bien que nos impulsa y nos convoca. 

Movernos con cautela significa que nos tomamos el tiempo suficiente para comprender las consecuencias previsibles de nuestras innovaciones y acciones perturbadoras, por ejemplo, los impactos sobre el empleo y el medio ambiente y los posibles usos indebidos de las nuevas tecnologías por parte de otros.

Note cuán impersonal es el llamado a «romper cosas», que no nos invita a considerar a quién podríamos estar rompiendo con nuestras iniciativas. Asume que la ruptura es el bien que nos impulsa y nos convoca. Una ética ignaciana de la innovación cuestiona esa suposición al poner a la persona humana en el centro de nuestro discernimiento. En la tradición católica, la persona humana es creada a imagen de Dios con una dignidad que nunca se puede quitar. Asimismo, en la educación jesuita, a menudo hablamos de cura personalis: el cuidado de la persona en su totalidad en mente, cuerpo y espíritu.

Deberíamos aplicar cura personalis a la innovación. Elevar a la gente es pensar más allá de cómo una aplicación resuelve una tarea o cómo un nuevo dispositivo médico ayudará a una parte del cuerpo. Una ética ignaciana nos pide también que consideremos cómo el avance afecta la seguridad física y económica de las personas. Si fomenta o no un estilo de vida saludable, si puede nutrir su vida espiritual y de qué modo impactará, tanto a los entornos inmediatos como a los más amplios.

Estas consideraciones componen un sano discernimiento sobre la innovación. Sí, el progreso innovador nos pide que pensemos de manera diferente. Que desarmemos la manera en que están ensambladas las cosas actualmente. Pero debemos hacerlo sólo después de haber discernido cuidadosamente si nuestro fin es noble. Guiados por nuestros valores compartidos, como San Ignacio, podemos mirar a un mundo que cambia rápidamente con gran esperanza y anticipación. Podemos saber que la innovación puede ser para bien si se mueve no sólo rápido sino también concienzudamente y si promueve y eleva a las personas, en lugar de simplemente ‘romper cosas’.

*Este texto es una adaptación del discurso pronunciado por Kevin O’Brien S.J., durante la Global Jesuit Business Ethics Conference, el 12 de julio de 2019, en la Universidad de Santa Clara. Fue publicado por America, el 31/07/2019  (la traducción es nuestra).