Un lugar para los que se quedaron sin lugar – Venezolanos en Regina

Desde hace algunos meses la comunidad jesuita de Regina Martyrum, en el barrio Congreso,  decidió abrir un espacio para recibir a los migrantes venezolanos que llegaban a la ciudad de Buenos Aires buscando una nueva oportunidad para ellos y para sus familias. En busca de un nuevo hogar algunos escapan -literalmente- del régimen político; otros, agobiados también por el clima social, la situación de la economía y la falta de estabilidad, van tras la paz que anhelan para sus hijos. El novicio jesuita Marcos Maguna, que estuvo colaborando en esta comunidad, nos cuenta sobre esta iniciativa.

El viaje que los trajo hasta Buenos Aires, sea por aire juntando sus ahorros, recurriendo a amigos, vendiendo sus cosas; sea por tierra, haciendo mil transbordos, viajando muchos días, pasando por distintos países, significó experiencias muy diversas para todos. Hasta tuvieron que elegir qué cosas de su historia cargar consigo, cuánto de su vida conservar en una valija que no pagara sobrepeso. No sólo kilómetros tuvieron que atravesar hasta llegar.

La primera dificultad: la vivienda

“En Buenos Aires, el tema de vivienda es un poco difícil” –cuentan entre sí los miembros del grupo. Un poco por el costo, un poco por la zona que más oportunidades les brinde para ubicarse, moverse. Y sobre todo, porque un alquiler cien por ciento legal es casi imposible por las exigencias: recibo de sueldo, depósito, garante… – “alguien que viene de afuera no se lo puede costear a los inicios ¿cómo va a tener un recibo de sueldo alguien si va llegando recién?” –se preguntan.

Quien tiene suerte, puede conseguir un monoambiente amoblado, otros se sienten afortunados alquilando una habitación en un apartamento, ya que cuenta con lo necesario para las primeras semanas. “Nos compartimos mucha información para que así, los que vayan llegando no pasen la desesperación que otros sufrimos –confiesa una madre que reside aquí con su familia- sobre todo por la angustia de no saber dónde ir y tener que optar por alquileres temporarios que son más caros”

Un cambio radical de vida

La suerte, una vez instalados, suele ser dispar. Los empleos –habitualmente temporarios- son más inestables, informales –“en negro”- y no siempre fáciles de encontrar. “Parece que depende más de recomendaciones y de tener amigos que de capacidad y de las ganas de trabajar” –se lamenta una madre sola con su pequeño niño. Por otro lado, la escolarización de su hijo no presentó inconvenientes “gracias a que había venido con documentación y todo en regla”.

“Aunque sea es mediodía –no de escolaridad completa-, pero algo se complica porque en nuestro caso precisamos de dos trabajos como para cubrir nuestras necesidades”.

Si toca limpiar casas, se limpian casas

David y su esposa, aunque con títulos universitarios –en proceso de validación- sienten que, a pesar de las dificultades iniciales, podrán encontrar alternativas y oportunidades. Así como ellos, para la mayoría la opción de los empleos temporarios en casas de familia es la que han podido encontrar para defenderse mientras tanto.

El reto que sienten más importante, mientras se resuelven los papeles, es el de ir cumpliendo sus sueños paso a paso “Ya el hecho de ver que pudimos comprar una sartencita y unos cuchillos y unos tenedores es como decir: “mira, ya tenemos unos bienes, ya compramos algo que es de los dos”. Ya eso es una bendición para nosotros”- afirma  la esposa de David.

Un anhelo de esperanza

En el espacio que se les ofrece, de lunes a viernes, en Regina pueden usar internet para armar su currículum y buscar empleo, al igual quelas redes sociales para estar conectados con sus seres queridos. También se los recibe los domingos. Son ellos los que ya llevan el grupo porque están muy bien organizados. Hay distintas comisiones que se encargan de armar una cena para compartir comidas típicas. Lo principal es el compartir entre ellos.

La comunidad jesuita se ha organizado para proveerles en muchos casos de ropa de abrigo. Ellos llegan de un clima muy cálido y a los que les ha tocado el invierno argentino la han pasado un poco mal. Así que la comunidad les ha provisto también de esto: frazadas, buzos, zapatos, zapatillas. Gracias a Dios, la generosidad de la comunidad de Regina, de los laicos, ha estado muy presente. Han estado muy atentos y colaborado muchísimo.

Lo que sorprende es que ellos también se han integrado rápidamente a la comunidad, tanto al participar en las celebraciones eucarísticas como para celebrar sus propias fiestas. Nos acompaña en el salón en el que compartimos una imagen de Nuestra Señora de Coromoto, que es patrona de Venezuela. Se han incorporado a la vida más cotidiana de la Iglesia y colaboran en algunos servicios sociales, en actividades en favor del Hogar de San José. Están atentos.

La comunidad venezolana se sostiene a sí misma gracias a los testimonios. Los que ya están instalados le dan fuerza a los que recién llegan. En un grupo de Whatsapp mandan distintas entrevistas de trabajo que consiguen y que a lo mejor a esa persona no le sirve, pero piensa en los otros, y eso es también un gesto muy lindo.

 

Nuevos Jóvenes (I): del Tejido Social al Enjambre Digital

El hombre digital prefiere las concentraciones y no las congregaciones.

Por Agustín Domingo Moratalla

Hace unos meses apareció el último informe sobre la juventud de la Fundación Santa María. Lo editaban con el Observatorio para la Juventud Iberoamericana y en él se confirma la crisis del asociacionismo juvenil, la debilidad del tejido social y la catarsis virtual. El informe se detiene en la interpretación de la participación que describe B. Ch. Han en el ensayo que lleva por título En el enjambre.

En una primera lectura del informe, pasamos directamente del asociacionismo descrito en términos de “tejido social” a un asociacionismo descrito en términos de “enjambre digital”. Con ello, también están utilizando dos potentes metáforas para describir dos formas muy diferentes de entender la ciudadanía activa.

Curiosamente, dos metáforas que acuden al ámbito biológico para describir el tipo de vinculación social. El término “tejido” describe “cada uno de los diversos agregados de células de la misma naturaleza, diferenciadas de un modo determinado, ordenadas regularmente y que desempeñan en conjunto una determinada función”. El término “enjambre” describe “una multitud de abejas con su maestra que juntas salen de una colmena para formar otra colonia”. También hay otro significado de enjambre que lo define el diccionario como “muchedumbre de animales o personas juntos”.

Para captar mejor el potencial contraste que está presente en estas dos metáforas, es importante señalar que Han acude al concepto de enjambre desde el concepto de masa. Este hecho es significativo para una agenda educativa que desee promover la ciudadanía activa porque José Ortega y Gasset ya afrontó el problema en el conjunto de ensayos que llevan por título La rebelión de las masas (1921-1926). De esta importante publicación no es consciente Han aunque sí utiliza un libro de Gustave Le Bon titulado Psicología de las Masas publicado en 1895 con una finalidad análoga a la de Ortega: “la rebelión de las masas conduce tanto a la crisis de la soberanía como a la decadencia de la cultura”.

Recordemos que el triunfo del hombre-masa no lleva a la democracia sino a la hiperdemocracia, un posible régimen político donde las masas actúan directamente sin ley, imponen sus aspiraciones y gustos, se dejan llevar por presiones materiales. Pensemos en las famosas “primaveras” de hace unos años, las movilizaciones del 15M y las formas de actuar en política de los CDR (Comités de Defensa de la República). Además, según Ortega, “imponen y conceden vigor de ley a sus tópicos de café”. Cuando triunfa el hombre-masa, “ser diferente es indecente”. Por si fuera poco explícito en su descripción, sostiene: “el alma vulgar, sabiéndose vulgar, tiene el denuedo de afirmar el derecho de la vulgaridad y lo impone donde quiera.”

Unas páginas antes, el propio Ortega ha descrito lo que supone el triunfo del hombre-masa: (a) carece de un “dentro”, de una intimidad; (b) siempre está disponible para fingir ser cualquier cosa; (c) tiene sólo apetitos, cree que sólo tiene derechos y no obligaciones, es el hombre sin la nobleza (snob, sine nobilitate); (d) es hostil al liberalismo; (e) ha perdido toda capacidad de religión y conocimiento.

B.-C. Han describe el enjambre digital desde un concepto de masa políticamente menos potente que el de Ortega con los siguientes términos: “no es ninguna masa porque no es inherente a ninguna alma, a ningún espíritu. El alma es congregadora y unificante. El enjambre digital consta de individuos aislados. La masa está estructurada por completo de manera distinta. Muestra propiedades que no pueden deducirse a partir de los individuos. En ella los individuos particulares se funden en una nueva unidad, en la que ya no tienen ningún perfil propio. Una concentración casual de hombres no forma ninguna masa. Los individuos que se unen en un enjambre digital no desarrollan ningún nosotros. Este no se distingue por ninguna concordancia que consolide la multitud en una masa que sea sujeto de acción. El enjambre digital, por contraposición a la masa, no es coherente en sí. No se manifiesta en una voz. Por eso es percibido como ruido.” (p.27)

Como vemos, tanto Ortega como en Han, el paso de la masa al enjambre no sólo supone dos modos de entender la sociedad sino dos modos de entender al individuo y la cultura. Con la aparición del homo electronicus de la radio y la televisión, la cultura se plantea como “industria cultural” al servicio de las masas, la mercantilización y con ello aparece una topología nueva. Por ejemplo, al hombre digital le son extraños los estadios deportivos y los anfiteatros como espacios en los que se congregan las masas. El hombre digital prefiere las concentraciones y no las congregaciones. Recordemos que el activismo interviene mediante concentraciones realizadas a través de las redes. Esta distinción entre congregación (masa) y concentración (enjambre) le permite a Han señalar que en estas últimas falta la intimidad que produciría un nosotros, serían un conjunto sin interioridad, sin alma, sin espíritu (p.28).

Como colectivos se caracterizan por la volatilidad y la fugacidad. Y esto repercute a nivel ideológico porque, a diferencia de la masa que marcha en una determinada dirección o tiene una determinada ideología, en el enjambre falta un nosotros, una acción común. El activismo digital y la concentración provocan agitación social pero no acción social. Recuerda Han que las concentraciones de activistas digitales “no marchan”. No desarrollan energías políticas, no cuestionan las relaciones de poder existentes y “se precipitan solo sobre personas particulares, por cuanto las comprometen o convierten en motivo de escándalo” (p.29). Para que haya acción social falta un nosotros.

Fuente: Entre Paréntesis

 

Migración: Prioridad Absoluta de la Iglesia

El Padre Michael Czerni SJ, sacerdote jesuita, subsecretario del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, se dirigió a Lampedusa en donde realizó una intervención en la Escuela de Alta formación en Sociología del territorio, que se está llevando a cabo del 13 al 20 de octubre.

El sacerdote habló del gran desafío de la migración, prioridad absoluta de la Iglesia, recorriendo las motivaciones y la misión de la Sección dedicada a los migrantes y refugiados, guiada directamente por el Papa Francisco.

Explicó el padre Czerni que, en uno de los primeros encuentros en dicha sección, el Papa evidenció tres ámbitos temporales en los cuales situar las diversas actividades para ayudar a las Conferencias Episcopales a acompañar a la gente en las cuatro fases migratorias fundamentales que son de la partida al viaje, de la llegada al regreso. En el primer ámbito –dijo – se sitúan una serie de actividades para salvar la vida de los migrantes, los refugiados y las víctimas de la trata. El segundo reúne las acciones destinadas a desarrollar políticas y programas que reconozcan la centralidad de la persona humana y el desarrollo humano integral. Y el último expresa el compromiso de la Iglesia en el afrontar las causas remotas de las migraciones formadas, para hacer de cada migración una elección libre y personal.

Las respuestas de la Iglesia a medio término fueron resumidas por el Papa en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar. Se trata de una acción que la Iglesia – dijo el sacerdote- pretende compartir con todos los demás actores políticos y sociales para una gestión de los flujos migratorios a largo plazo y con beneficios para todos.

Promover soluciones alternativas a la detención para los migrantes irregulares

Con el verbo acoger, el Papa quiere subrayar la necesidad de anteponer la fraternidad al rechazo, ofreciendo canales migratorios legales y seguros. Migrantes y refugiados tienen derecho a una primera ubicación en espacios adecuados y decorosos, gracias a programas de acogida, evitando así las grandes concentraciones de personas, que a menudo terminan por agudizar las situaciones de vulnerabilidad y de incomodidad de las comunidades de acogida. Asimismo deben ser prohibidas las deportaciones masivas, y deben ser preferidas soluciones alternativas a la detención para los migrantes en situación irregular.

Particular atención a los menores: evitar todo tipo de detención

El verbo proteger se refiere a las acciones que deben ser emprendidas con el fin de defender a los migrantes y refugiados de las violencias, abusos y explotación, de los que a menudo son víctimas a causa de su vulnerabilidad. Se trata de una defensa que, según el Papa, debe poder contar con instrumentos jurídicos adecuados. Una particular atención – puntualizó el padre Czerni – debe ser reservada a la tutela de los menores migrantes y refugiados, evitando toda forma de detención en razón de su estatus migratorio y asegurándoles un acceso regular a la instrucción primaria y secundaria.

Desarrollo humano integral de migrantes, refugiados y comunidades de acogida

Con el tercer verbo, promover, el Papa – explicó el Subsecretario de la Sección Migrantes y Refugiados – sintetiza todas las acciones que tienen como objetivo el desarrollo humano integral de los migrantes y refugiados, así como el de las comunidades de acogida. En ese sentido deben considerarse todas las dimensiones de la existencia humana: la actividad laboral y profesional, la instrucción, las relaciones sociales, la religión y la vida familiar.

Programas que preparen a las comunidades locales a procesos integrativos

Por último, la integración, es un proceso bidireccional que compromete a los migrantes y a las comunidades locales, en un intercambio cultural enriquecedor. El Papa insiste en la necesidad de favorecer la cultura del encuentro multiplicando las oportunidades de intercambio cultural, documentando y difundiendo las buenas prácticas de integración, y desarrollando programas destinados a preparar las comunidades locales a los procesos integrativos.

Antes de concluir su intervención con el recuerdo de la visita del Papa Francisco a Lampedusa, el sacerdote reiteró la prioridad absoluta de la Iglesia en el afrontar el fenómeno migratorio, el de la sección Migrantes y Refugiados que está de igual modo al servicio del Santo Padre que de las Iglesias particulares, a fin de contribuir a leer las migraciones como “signo de los tiempos”, y formular respuestas pastorales eficaces y adecuadas.

Fuente: Vatican News

Usted es un Invitado en Nuestra Casa Común, Compórtese

Son rostros de personas concretas quienes ya están sufriendo las consecuencias de nuestro estilo de vida voraz e insaciable, secando las entrañas de nuestra Madre Tierra.

Por Raquel Lara

Ya no es una especulación, ni un secreto, ni una exageración de los más dramáticos, es una realidad palpable, estamos inmersos en una auténtica crisis ecológica. El cambio climático que sufrimos, anunciado hace años por científicos y ecologistas, nos debería hacer caer en la cuenta de que la situación del planeta cada vez es más alarmante, que requiere una acción urgente y responsable por parte de cada uno de nosotros.

Siendo honestos, debemos de reconocer que esta crisis ecológica global ha sido creada por nuestros hábitos depredadores y estilo de vida consumista. El deterioro del planeta tiene sus causas en el sistema productivo y económico que estamos fomentando, en el cual el dinero, la rentabilidad y el beneficio están por encima de la dignidad de la persona y del respeto y el equilibrio con los demás seres con los que compartimos la Madre Tierra.

‘Sean fecundos y multiplíquense. Llenen la tierra y sometanla’. (Génesis 1, 28). Pero, ¿qué hemos entendido de este mandato? Esas palabras no se refieren a que dominemos y oprimamos a la Madre Tierra como estamos haciendo de manera incansable e irresponsable, sino que es una llamada a la “corresponsabilidad” con el Creador y con el resto de los seres que habitamos el planeta, poniendo en el centro de toda actividad la dignidad de la persona y el respeto y el cuidado de todos los seres, en la búsqueda del bien común.

“Podríamos convertir la Tierra en un desierto”

Muchos venían reflexionando y anunciando cómo el respeto a la naturaleza debe formar parte de nuestro compromiso con el ser humano y así lo explicita también en la encíclica ‘Laudato si’’ del papa Francisco, invitándonos a pensar cuál debe ser nuestra relación con la naturaleza.

Francisco ha insistido a los gobiernos de todo el mundo, en la conferencia internacional celebrada en Roma con motivo del tercer aniversario de la encíclica, a cumplir sus compromisos para frenar el cambio climático, pues de continuar “el creciente consumismo” podemos “convertir la Tierra en un desierto, una enorme pila de escombros y basura”, por lo que es urgente una “acción coordinada e integral”.

No cabe duda de que somos las clases trabajadoras quienes más sufrimos los efectos del cambio climático, como bien anunciaba Yayo Herero, una de las principales activistas del ecologismo español y europeo en una entrevista este febrero pasado, (reafirmándose de esta manera la existencia de un sesgo de clase en el cambio climático). Son rostros de personas concretas quienes ya están sufriendo las consecuencias de nuestro estilo de vida voraz e insaciable, secando las entrañas de nuestra Madre Tierra (como por ejemplo en la Amazonía, la explotación de recursos como el agua o los océanos, contaminación, desplazamientos forzados de población indígena…).

“El lugar que pisas es tierra sagrada”

Y son muchas las personas a las que empobrecemos cada día más con la globalización de la ideología neoliberal y la implantación de nuestro estilo de vida consumista. Es el sistema capitalista el que alimenta y sostiene las causas que están provocando un desequilibrio medioambiental que ya es irreversible. Por todo ello es urgente establecer de inmediato medidas alternativas que protejan la vida y generen unas condiciones dignas para todas las personas sin excepciones.

‘Entonces Dios le dijo: “Quítate las sandalias de los pies, porque el lugar que pisas es tierra sagrada’ (Éxodo 3-5.). Nuestra fe debe permitirnos ver a todos los seres vivos y el mundo desde los ojos que lo mira Dios y sabernos co-creadores debería generar en nosotros una responsabilidad y un dinamismo que nos lleve a modificar nuestros hábitos y nuestro estilo de vida en la búsqueda del respeto, el equilibrio y los cuidados de la naturaleza, a reconocernos dependientes e interconectados unos con otros en una perfecta relación holística, en la que “el simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo”. Pero, sobre todo, nos invita a proponer formas alternativas de reorganización económica y política de modo que permitan recomponer los lazos rotos entre las personas y la naturaleza.

Fuente: Vida Nueva Digital

Creciendo en Trabajar Juntos: Escuela de formación en Identidad Ignaciana

Desde 2017 se lleva adelante en Argentina y Uruguay la “Escuela de formación en identidad ignaciana”. Son tres los ejes sobre los cuales se proyecta el curso: espiritualidad, crecimiento personal y compromiso apostólico. La propuesta consta de dos reuniones al mes para tratar dos o tres documentos: una entre todos los participantes en los respectivos centros y conectados con los otros mediante videollamada y otra en grupos más pequeños para discutir los documentos de manera más personal. Está destinado para instituciones vinculadas a la Compañía de Jesús (parroquias, centros de espiritualidad, colegios, universidades, centros de formación, movimientos, voluntariados y grupos misiones) y también para instituciones que no estén vinculadas de manera directa y para el público en general.

Compartimos la experiencia de Graciela Reyes, que realiza la propuesta en la ciudad de Córdoba, en la Parroquia Sagrada Familia.

Ignacio, un santo de procesos

Para comenzar, hay que saber que San Ignacio fue un hombre que pasó por un proceso de conversión, crecimiento, en la vida y en la vida de fe. Y por eso nos dejó sus “pasos”, en esos cambios de su vida, en forma de ejercicios espirituales.

Todos pasamos por “etapas” en nuestra historia que nos hacen crecer, madurar; y en este caso, en la Escuela de Identidad ignaciana; podemos “ver”, “sentir”, “observar”, discernir” nuestras etapas y con ello lo que Dios nos está proponiendo hoy a cada uno de los que hemos sido invitados generosamente a formar parte de esta Escuela, a la luz de las experiencias de San Ignacio.

Él lo vivió hace varios siglos, escritos como sin tiempo en la historia. Pero fue tan importante que hoy nos ayuda a nosotros varios siglos después.

 Ignacio, un santo de la propia vida

Lo aprendido, leído y compartido el primer año fue para conocernos en nuestro interior, en nuestras pequeñas familias. Cómo Cristo vivió, y por eso cómo Dios quiere que vivamos nosotros hoy.

Personalmente me ayudó muchísimo para “recordar” algunas cosas olvidadas y aprender otras que nos ayudan a ser más buenos, más comprensivos, más compañeros, y en todo esto poder escuchar más y mejor a Dios, desde “mi historia”, mi casa, mi familia, mi pequeño entorno. Y luego trasladarlo a las otras comunidades de las que uno forma parte, la familia más grande, los grupos de amigos, el trabajo, la parroquia, etc.

Así podemos reaprender, volver a involucrarnos, recordar que la invitación de Jesús es siempre estar atentos, poder ver, preocuparnos y ocuparnos “del otro”, del que necesita algo, del pobre, del que está solo, del que sufre, de los que padecen adicciones, de aquel que sufre injusticias.

Que lo sepamos ver, que lo defendamos. Pero también que nosotros no cometamos alguna injusticia con nuestros “otros”. Para que seamos justos.

Y por lo tanto logremos ser siempres misericordiosos, acompañantes, buenos, como Dios lo es con nosotros.

 

Hablemos de Blockchain

Todos hemos escuchado la palabra Blockchain y hasta la incorporamos en nuestras conversaciones, ¿pero sabemos realmente de qué estamos hablando? Esta misma inquietud tuvo una profesora y un grupo de alumnos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Virginia Santos y estudiantes de 3° y 4° año decidieron organizar el CriptoForo UCC, un espacio para intercambiar opiniones y debatir sobre nuevas tendencias de Blockchain. Para ello, hubo que ponerse a investigar y a estudiar.

Estudiar sobre Blockchain

La tecnología Blockchain no apunta solamente a los informáticos, son ellos quienes lo llevan adelante en la construcción pero es aplicable a muchas profesiones y lo que busca o genera es transparencia, seguridad en las transacciones de cualquier ámbito. Se trata de una amplia y poderosa herramienta. Así lo resume Virginia cuando le preguntamos sobre la importancia de su estudio. De hecho, lo primero que nos propuso fue contactarnos con Marcos, un alumno de 4° año de la carrera de Sistemas que no hace mucho comenzó por interesarse en esta tecnología, a leer y estudiar y hoy se presenta como un aficionado de este tema.

“Se trata de una base de datos distribuida, almacenada de forma dispersa en diferentes entidades. Consiste en un libro contable público en el que las transacciones son registradas y almacenadas en bloques asegurados, utilizando criptografía que es lo que le da autenticidad y legitimidad a la información que se encuentra almacenada. Por eso, una vez que es cifrado y registrado el bloque no se puede alterar. Es lo que le da la seguridad al usuario”, explica Marcos cuando le consultamos qué era Blockchain.

Si bien él ya venía estudiando sobre criptomoneda, su motivación fue inspirada por un amigo y coincidió con la propuesta de su profesora para investigar sobre ese tema. “Lo primero que hice fue buscar bibliografía legítima. Me compré varios libros para leer más sobre este panorama que, en un principio, fue abstracto. También a investigar implementaciones en la vida real. Pude descubrir qué era la tecnología en sí y sacar más ganas para estudiarla porque es algo que va surgiendo día a día y no hay que quedarse atrás. Surgen implementaciones nuevas y mejoras y lo que nos toca a nosotros es estudiarlas y sacar nuevas aplicaciones”.

Según Marcos, la tendencia hoy es la necesidad de seguridad en nuestras operaciones y nuestros datos, verificar que sea legítima y tener un registro. Blockchain viene a brindarnos esto. Tendemos a modernizarnos y digitalizarnos y surgen las criptodivisas y criptomonedas y vienen respaldadas porque ofrece seguridad. Pero no se limita solo a esto porque también sostiene que se puede aplicar a sistemas de votaciones, en medicina, registro de alimentos, en muchas aplicaciones en donde la seguridad y el registro de datos son importantes y deben ser legítimos.

Lo que más motiva a Marcos es poder brindar servicios al mundo que ayuden a la vida cotidiana, sea seguridad o lo que propone Blockchain y está pensando en tener en cuenta este tema para su tesis. “Toda la vida me gustó la tecnología. Me encantaría poder realizar un trabajo final con esta tecnología novedosa, sería una aplicación nueva o innovadora”, concluye.

Se habla mucho pero se entiende poco

La iniciativa del Foro surgió a raíz de una propuesta de Virginia para aprender un poco más de qué va este nuevo concepto. “Les propuse a los alumnos de mis cátedras organizar un encuentro sobre Blockchain, bitcoin, criptomoneda porque se habla mucho pero se entiende poco. Lo que proponemos es juntarnos a escuchar porque este año ha habido mucha movida en nuestra ciudad con respecto a este tema”, explica la profesora que será moderadora en este evento.

CriptoForo UCC propone un intercambio de opiniones. Se trata de un debate con expertos, directivos de empresas, startups y usuarios –entre ellos egresados- que ya están aplicando esta tecnología. Lo que resalta de esta propuesta es que apunta a una forma solidaria para aprender sobre la actualidad de las aplicaciones de esta tecnología a partir de un grupo de profesionales que pueden opinar sobre este tema. Pero que invita también a que se sumen usuarios sin temor a opinar y compartir información y experiencias.

“Lo importante es que estemos en la vanguardia. Debemos estar informados de lo último que hay, tenemos que debatir porque es la única forma que aportemos a cosas novedosas y creativas. Se puede generar en los alumnos un cambio de visión hacia lo nuevo, lo que se viene, pero desde un enfoque profesional. Se trata de un perfeccionamiento superador”, concluye Virginia Santos.

Fuente: UCC

 

Ciudades Inteligentes ¿una moda?

El primer paso de una ciudad inteligente es partir de entender bien la necesidad y los problemas a resolver.

Definir el término inteligencia, incluso cuando se alude a personas, es una tarea compleja, imaginemos entonces lo que significa hablar de ciudades inteligentes. Sin embargo, el concepto es muy utilizado.

¿A qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de la inteligencia en una ciudad? La idea más común, es la que nos remite a una metrópoli cibernética, donde la tecnología sorprende; ocupa un lugar importante en nuestra vida diaria; en nuestra interacción con el medio en el cual vivimos, y con las personas.

A veces me preguntan qué ciudades del mundo son las más inteligentes. Esa pregunta denota la idea que la inteligencia se puede ver y palpar a través de objetos o cosas visibles.

Sin embargo, y acá el lector seguro acordará conmigo que a veces la inteligencia destaca más cuanto menos se muestra. Si hablamos de las personas, tal vez se muestra más inteligencia en intervenciones limitadas, pero precisas y acertadas, que en una demostración verborrágica y ostentosa de sabiduría.

Yo creo que la en las ciudades sucede algo parecido. Cuando voy a ferias de tecnología, donde el tema ciudades está siempre presente, veo desarrollos y aplicaciones tecnológicas llamativas, de todo tipo, pero (al menos es lo que me sucede a mi) veo pocas cosas que realmente me sorprendan. Esto generalmente no tiene que ver con que los aparatos no sean realmente sorprendentes, sino en cómo hacer para que esto realmente llegue a la gente como un beneficio, y que las organizaciones, tanto gobiernos como empresas, puedan administrarlos y que no caigan en la obsolescencia o el desuso por falta de aplicación o mantenimiento.

En esta línea de pensamiento es que yo creo que la inteligencia no está en incorporar la última novedad de la tecnología, sino en incorporar la tecnología que realmente necesito para hacer las cosas mejor y en forma más eficiente. Entonces, siguiendo esta línea, la inteligencia no se mide ni se palpa en un objeto, por más novedoso que sea, sino en lo que ese objeto me permite hacer de acuerdo a mi necesidad.

Aplicándolo podemos ver que el primer paso de una ciudad inteligente es partir de entender bien la necesidad y los problemas a resolver. A veces resulta obvio, pero muchas veces, no lo es. Luego de establecer bien la necesidad y el problema, podemos pasar a la solución, que debe ser sustentable, es decir, no solamente para hoy, sino que pueda durar a través del tiempo.

Finalmente, una pequeña complicación adicional: como vivimos en un mundo dinámico (muy dinámico) la solución de ayer, para los problemas de ante ayer, es probable que hoy o mañana no lo sea. Yo creo que el círculo de la inteligencia se cierra acá: en la capacidad de una ciudad de resolver los problemas y necesidades de la gente, en un contexto donde ellas cambian todo el tiempo. Es aquí donde la tecnología hoy nos puede ofrecer una gama enorme de posibilidades para resolver y anticipar la dinámica del cambio con soluciones oportunas y eficientes, tal vez no las más novedosas, pero si las más útiles.

Fuente: UCC

 

III Congreso Continental de Teología

Mensaje final del III Congreso Continental de Teología, realizado por la Red Amerindia en la sede de la UCA en San Salvador y las reflexiones posteriores al encuentro de uno de los participantes: Tim Noble de la República Checa.

Mensaje a los pueblos de América Latina y Caribe

Hermanas y Hermanos de Abya Yala, la Patria Grande, Nuestra América,

“Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos tocado con nuestras manos, la Palabra de la Vida que se manifestó, nosotros lo compartimos con ustedes” (1 Jn 1, 1).

Somos más de 600 hermanos y hermanas de países de América Latina y el Caribe, concluyendo el 3er. Congreso Continental de Teología, promovido y realizado por la Red Amerindia, en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas – UCA en San Salvador. Somos una diversidad de personas cristianas: laicas, comprometidas con pastorales sociales y movimientos populares, religiosas y religiosos, presbíteros, diáconos y tres obispos. Marcaron su presencia jóvenes teólogos y teólogas, así como también hermanos y hermanas de Iglesias evangélicas y pentecostales.

Celebramos los 50 años de la 2ª Conferencia General del Episcopado Latinoamericano en Medellín (1968). En estos días hemos vivido una experiencia caracterizada por una convivencia alegre, expresada en celebraciones, diálogos en grupo, ponencias, teatro, música, danzas y peregrinación a los lugares sagrados del martirio de Monseñor Romero y otros mártires. Hemos confirmado que Medellín significó un verdadero Pentecostés para las comunidades de nuestro continente. Allí el Espíritu de Dios se manifestó dando un rostro latinoamericano-caribeño a nuestras Iglesias. Allí hemos empezado a cambiar nuestra mirada desde adentro para fuera, como “Iglesia en salida”, y hemos recibido el encargo de ser “una Iglesia pobre, misionera y pascual, desligada de todo poder temporal y audazmente comprometida con la liberación de toda la humanidad y de cada ser humano en todas sus dimensiones” (Medellín 5, 15).

Ahora nosotros, como fruto de esa Iglesia que nació en Medellín, deseamos dirigir una palabra a ustedes, hermanos y hermanas de toda América Latina y el Caribe. Acá nos unimos a ustedes, cristianos/as, religiosos/as de otras tradiciones y también a todas las personas que creen que la Vida es sagrada y debe ser defendida. En nombre de nuestras comunidades, les saludamos con cariño desde El Salvador, esta tierra santa fecundada por la sangre de tantos y tantas mártires.

En estos días, reaprendimos a leer nuestra fe y vivirla desde los principios que nos han enseñado Monseñor Romero, el padre Ellacuría y tantos otros que se hicieron nuestros maestros y maestras, en el seguimiento de Jesús. Ellos y ellas nos revelan que tenemos que vivir la fe dando atención e importancia a la realidad social, política y cultural, mirada desde la causa de los empobrecidos, como nos propuso Medellín. Queremos hacer esto hasta que la misma realidad nos evangelice, esto es, hasta que nos dejemos transformar por el Amor y nos apasionemos por el proyecto divino de una sociedad nueva de justicia, paz y comunión con la Madre Tierra.

En Medellín la Iglesia se insertó conscientemente en los procesos de transformación social y política, vigentes en el continente. 50 años después queremos renovar nuestro compromiso con la liberación integral de nuestros pueblos. Constatamos con alegría que, desde Medellín, algunas conquistas fueron logradas. Nos ponemos en sintonía con los esfuerzos de integración continental y la lucha contra todo tipo de colonialismo. Nos unimos a los muchos esfuerzos por otra economía, pensada desde la solidaridad y las necesidades de las comunidades. No descansaremos mientras no podamos vivir una economía al servicio del bien común y del cuidado de la Tierra, el Agua y toda la naturaleza a la cual pertenecemos como hijos y hijas.

Sigue cuestionándonos la violencia institucionalizada a todo nivel, que roba vida, dignidad y futuro, especialmente a los empobrecidos, condenándolos a la muerte. Sabemos de los conflictos y los sufrimientos impuestos a víctimas inocentes de norte a sur del continente. En nuestros países la sociedad dominante no respeta ni valora las comunidades indígenas de diversas etnias y sus culturas ancestrales. Nos unimos a todas ellas, agradecemos todo lo que aprendemos con ellas y reafirmamos nuestro compromiso de comunión.

Nos unimos a las luchas de las mujeres que, en todos los países, son víctimas de diversos tipos de violencia y, a pesar de eso, siguen luchando por la libertad y la dignidad común. En estos 50 años, reconocemos el aporte de las teologías negras, el de los pueblos originarios y, de manera especial, la propuesta de la teología feminista a pensar una Iglesia de hecho fundamentada en el discipulado de iguales. Asumimos la causa de las víctimas de abusos sexuales, cometidos en contra de niños, adolescentes y mujeres. Es terrible constatar que muchas veces esos crímenes son cometidos por ministros de Dios. Es urgente cambiar la estructura patriarcal y clerical de nuestras Iglesias. Que el Espíritu fortalezca las luchas por igualdad, por una justa relación de géneros y por el respecto a los hermanas y hermanas LGBT.

Sabemos de las masacres de jóvenes, especialmente pobres y, en algunos países, en su mayoría negros, víctimas del deterioro de las condiciones de vida y de la violencia urbana. Es bueno saber que algunos de nuestros teólogos y teólogas jóvenes están acompañando de forma creativa esas luchas.

Somos solidarios con todos los pueblos en América Latina y el Caribe donde constatamos que en estos 50 años crece la desigualdad social y el irrespeto a los derechos de personas que continúan siendo masacradas. Aún si los gobernantes cometen errores y repiten actitudes que no esperábamos de quien se proclama al servicio del pueblo, los ideales de nuestros libertadores y de tantos héroes de nuestros pueblos siguen vivos y por ellos vale la pena luchar.

Denunciamos la responsabilidad de los centros financieros internacionales y del imperio norteamericano, que sigue siendo un factor de desestabilización de aquellos gobiernos que no se dobleguen ante sus exigencias colonialistas. Continuaremos luchando contra las políticas xenófobas, racistas e inhumanas del presidente de los Estados Unidos hacia los migrantes, especialmente, nuestros hermanos y hermanas pobres, que intentan traspasar la frontera norteamericana.

La conferencia de Medellín propuso una Iglesia profética, al servicio de la liberación de nuestros pueblos, desde la opción por los pobres. La comunidad eclesial debería reflejar en sí misma lo que propone a la sociedad en su conjunto. Por eso hoy queremos comprometernos por una Iglesia más sinodal y valiente, en permanente diálogo con la humanidad y especialmente con los movimientos sociales, organizados para cambiar el mundo. Agradecemos a Dios el testimonio profético y la actuación evangélica del papa Francisco, de los obispos y pastores que actúan en la defensa de los pobres en continuidad con el testimonio de Oscar Romero. Pedimos a Dios que siempre ilumine a todos y todas quienes hacen suyo ese camino.

Reconocemos como signo del Espíritu la propuesta del “Buen Vivir”, que recibimos de los pueblos originarios del continente. Comprendemos que el “Buen vivir” es camino de una sociedad de comunión, que privilegia el bien común sobre el particular y toma en serio los derechos de la hermana Madre Tierra y de la Vida. Esto responde a la palabra de Jesús quien dijo: “Yo vine para que todos/todas tengan vida y la tengan en abundancia” (Jn 10, 10).

Como dijo nuestro San Oscar Romero, “sigamos haciendo lo que podamos, pero hagamos”. Con esa esperanza firme e inquebrantable, la acción del Espíritu que se expresa en la fuerza de los pobres nos ilumine y nos guie a todos/as por los caminos del Reino.

San Salvador, 2 de setiembre de 2018

Fuente: CPAL Social

1° Misión de familias del Colegio del Salvador

Un grupo de familias del Colegio del Salvador, ubicado en la ciudad de Buenos Aires, estuvo de misión el pasado fin de semana. La actividad se llevó adelante en Nogoyá, una pequeña localidad de la provincia de Entre Ríos. Estuvieron acompañados por el Padre Emmanuel Sicre SJ; asesor pastoral del Colegio. 

Compartimos el testimonio de una de las madres de alumnos del Colegio del Salvador que participó de la experiencia. 

De una mamá: “…me pongo a pensar en estas últimas semanas de misión (porque realmente creo que este «tiempo de misión» comenzó mucho antes del viernes)

Si tuviera que decir en dos palabras lo que fue ésta misión creo que Encuentro y Comunidad lo define.

Encuentro porque no importa quien llega y quien espera, quien golpea las manos y quien sale a recibir. Visitar las casas fue «Encontrarnos». Ya sea rezando una oración con la otra familia o simplemente presentarnos, ver parte de su vida (chanchitos, terneros recién nacidos, ¡un pato domesticado!) y darnos un apretón de manos con la esperanza de volver a encontrarnos.

Comunidad porque fue justamente un encuentro de comunidades: las familias de Crucecitas y las del Colegio del Salvador.

Coincido con todos, esta misión familiar fue una gran experiencia como familia.

De corazón siento que todas las familias (las que viajamos, las que organizaron las oraciones, las que donaron cosas, las que ayudaron a organizar las donaciones) fuimos una comunidad. Una comunidad con la impronta del colegio. Que daba lo mejor de cada uno desde el lugar que tocó.

Donde los chicos que fueron no parecían de camadas distintas.

Eran simplemente todos alumnos del mismo colegio, donde el más grande de quinto año (con una paciencia y solidaridad infinita) compartía a los más chicos su experiencia de misión y de vida en el colegio.

Y entre todos supieron entenderse y compartir como si se conocieran de siempre.

La verdad es que creo que todos nos sentimos «hallados» unos con otros.

La Colaboración según Maritony Sanjinés, Delegada de Colaboración de México

“Para mí, la colaboración es compartir desde la humildad, acogiendo con amor y compasión los contextos de cada país. Y así, posibilitar a cada uno compartir lo que tiene y lo que puede; al tiempo que cada uno puede recibir lo que el otro tiene para compartir, dejándose enseñar, para poder colaborar juntos con la Misión de Jesús.”

Maritony Sanjinés es Delegada de Colaboración de la Provincia de México, y de esta manera define la colaboración.

La Oficina de Comunicación Institucional de la Conferencia de Provinciales de América Latina (CPAL) ha producido una serie de videos https://www.youtube.com/watch?time_continue=48&v=cb0tM8gBNko para difundir el sentido de la Colaboración, según se lo entiende en la Compañía de Jesús.

Desde hace un tiempo, la Compañía Universal y en Latinoamérica ha se ha propuesto como desafío que nace de una necesidad (de tener poco jesuitas) el profundizar en la Colaboración con laicos, religiosos y religiosas de otras congregaciones.