Solidaridad con Nuestros Compañeros en Honduras

El día 3 de diciembre fue decretado el Estado de Sitio en Honduras. Desde la Compañía, se han llevado a cabo diferentes acciones en defensa de los derechos humanos, de parte de los jesuitas que se encuentran en el país. Además, desde distintos puntos de Latinoamérica les han llegado manifestaciones de apoyo. Ahora compartimos el Pronunciamiento del Presidente de CPAL, Roberto Jaramillo SJ, frente a la situación.

Estimados amigos y amigas, saludos.

La situación del pueblo hondureño se hace cada vez más difícil e insostenible y queremos invitarlos a actuar para ayudarles a defender su país y la democracia.

El mandatario actual se aferra al poder y ha hecho todo lo posible (durante esta semana postelectoral) para construir resultados que le favorezcan ilegítima e ilegalmente.

El Tribunal Supremo Electoral ha sido manipulado y usado a su disposición y ahora el pueblo comienza a manifestar su inconformidad en las calles mediante manifestaciones duramente reprimidas, que ya han cobrado varias vidas. Ayer en la noche declararon el Estado de Sitio.

Nuestros compañeros del ERIC y Radio Progreso están en «el ojo del huracán» pues han desarrollado su labor con profesionalismo y profetismo. Nos solidarizamos con Ismael Moreno, S.J. y con todos los compañeros apostólicos, sí como con todo el pueblo hondureño.

Queremos por eso pedir que de la manera más firme y vehemente posible los Organismos que representan la comunidad internacional en sus más diversas instancias MANIFIESTEN PUBLICAMENTE Y EXIJAN del actual mandatario hondureño y de su gobierno:

  1. Que una comisión internacional e independiente, bajo la responsabilidad de la ONU, supervise un nuevo y completo escrutinio de todas las actas electorales del país, bajo la observación de delegados de todos los partidos políticos de Honduras.
  2. Que el Tribunal Supremo Electoral de Honduras se abstenga de proclamar vencedor a cualquier candidato, sin antes escuchar y publicar el resultado del reconteo anteriormente solicitado.
  3.  Derogar el Estado de Sitio y que el actual presidente de Honduras y las Fuerzas Armadas garanticen el respeto absoluto de los derechos ciudadanos, entre ellos el derecho a manifestarse pública y pacíficamente en defensa de su voto, así como de todos los otros derechos que le garantizan la democracia.
  4. Que a todos los medios de comunicación se les garantice el derecho de ejercer la plena libertad de expresión y a acceder a todas las fuentes que le permitan informar veraz y oportunamente sobre la situación por la que atraviesa la sociedad hondureña en este aciago momento histórico.”
  5. Que el Ministerio Público de Honduras investigue y proceda a acusar de acuerdo a la ley a todos aquellos que, sin importar su cargo, han cometido delitos contra el Estado al violar la Constitución Nacional de Honduras, manipulando el proceso electoral antes, durante y después de la realización de las elecciones.

 Con todo respeto, un servidor,

Roberto Jaramillo, SJ. Presidente de la CPAL

La Residencia Mayor de Córdoba Abre sus Puertas al Público

Durante tres días (del 1 al 3 de diciembre) se llevará adelante una Jornada de Puertas Abiertas en la Residencia Mayor de la Compañía de Jesús en Córdoba, Argentina. Uno de los mayores atractivos para el público general lo representa la posibilidad de visitar la habitación en la que vivió el Padre Jorge Bergoglio, actual ‘Papa Francisco’, antes de ser nombrado Arzobispo de Buenos Aires.

Además, se podrán conocer otros lugares dentro de la Residencia con un enorme valor histórico tanto para la Compañía de Jesús como para la sociedad cordobesa y argentina.

“Será una oportunidad de meterse en la historia viva, esa que muestra el pasado pero también el presente. El pasado antiquísimo, el que se remonta a siglos atrás; pero también uno más cercano, de poco menos de tres décadas”, valoran desde la Iglesia .

La “apertura” al público de estas instalaciones tiene como objetivo que las personas puedan conocer el lugar donde vivió durante dos años (entre julio de 1990 y fines de mayo de 1992) quien hoy es el papa Francisco, y que por entonces era el padre Jorge Bergoglio, miembro de aquella comunidad jesuita y habitante del humilde cuarto número 5, con ventana hacia calle Caseros.

Atractivos de fe

Hasta ahora, sólo la Capilla Doméstica ha tenido un nivel de acceso relativamente público. Pero durante estas jornadas se podrán recorrer los pasillos del convento, acceder al primer piso donde están las valiosas imágenes de San José y del “Jesús de la Paciencia”, de las que Bergoglio relató que “tomaba gracia” cuando habitó en esa casa. También se podrán visitar los lugares donde rezaba el hoy papa y hasta donde ayudaba a lavar la ropa, según los testimonios de quienes compartieron ese tiempo con él.

En la residencia local de la Compañía de Jesús Bergoglio actúo como confesor en los años ´90 y se sumaba a la tarea de higienizar y cuidar a sus hermanos religiosos más ancianos y enfermos. Su regreso a Córdoba había sido dispuesto por sus superiores, en una especie de exilio.

La visita, que contará con guías especializados de la Municipalidad de Córdoba, tendrá varias conexiones con el presente ya que durante estos tres días se instalará la muestra fotográfica y de gigantografías del Papa Francisco que es obra de Víctor Bugge, fotógrafo de Presidencia de la Nación que tuvo oportunidad de tomar imágenes históricas del pontífice argentino y las compiló y editó para ser exhibidas.

La muestra de fotos de Bugge recorre el país gracias al patrocinio y la colaboración de la Asociación Civil Casa Común.

Además, el viernes 1° de diciembre, a las 20.30, los jesuitas Ángel Rossi y Fernando Cervera, en compañía de los periodistas Sebastián Pfaffen y Javier Cámara (autores del libro Aquel Francisco), brindarán una charla acerca del pasado y el presente del papa Francisco.

El P. Ángel Rossi, superior de la Residencia Mayor y uno de los organizadores de estas Jornadas, invitó a todos los que deseen recorrer la casa que albergó a quien hoy es el papa. “Los jesuitas tenemos el don y la responsabilidad de vivir en esa casa que es como un museo vivo, y que hace casi 30 años fue la casa del padre Jorge Bergoglio. Ahora la abrimos por unos días para todo aquel que lo desee pueda conocer esta historia que habla del pasado pero también del presente”.

Fuente: La Voz

Desde el Corazón de la Iglesia, con los Ojos Puestos en la Humanidad

Una reflexión sobre el carisma y la identidad de la Iglesia.

Por Luis Javier Palacio, S.J.

Este título pretende condensar la identidad y el carisma de jesuitas y beneficiarios. Definir todo de una vez y para siempre parece ser la herencia de la ciencia y la razón de su éxito. Sin embargo, ninguna institución humana, sometida a la historia, resiste tal enfoque. La auténtica tradición es la que evoluciona, respondiendo a tiempos, lugares y personas. La identidad viene más del cuidado y de la responsabilidad histórica que de la permanencia de lo petrificado. La identidad responde al actuar responsable y el carisma responde a la fidelidad al Espíritu.

Desde que el pseudo-Dionisio estableció la jerarquía de los seres y luego se afianzó la de los ángeles, no sin el influjo de la ordenación del derecho romano, en buena parte se replicó en la tierra lo que se suponía en el cielo (1). Verdad es que todos los seres tienen identidad, interioridad y revelación, pero sobre todo comunión.

Ningún ser existe para sí mismo ni subsiste por sí mismo. La identidad no lo aísla, sino que lo compromete; físicamente en el campo material y moralmente en el campo espiritual. Pablo dice lo mismo de los carismas: si no son para la comunidad; si no son ejercidos por el amor, son ruido disonante de bronces. La identidad del jesuita nace unida a un mundo, el de fin de la Edad Media y comienzo de la modernidad, que era amenaza para unos y esperanza de nuevos tiempos para otros. El carisma de la Compañía de Jesús nace como capacidad de entender los tiempos y responder en consecuencia.

Para Karl Rahner, S.J. no hay dos historias paralelas, la humana y la divina, pues la historia de salvación es la misma historia humana. No hay otra en la que Dios pueda salvarnos y la encarnación es historia breve. Breve pero definitiva pues marca la manera de hacer historia; no de sufrirla ni observarla como corifeos del teatro clásico griego.

Desde el corazón de la Iglesia

Identidad y carisma no se definen, pues, sino en relación. Es casi imposible aisladamente. En épocas de Ignacio de Loyola el carisma estaba tan unido a la jerarquía, que era impensable aisladamente. “Servir solamente al Señor y a su esposa la Iglesia bajo el Romano Pontífice, Vicario de Cristo en la tierra», resumiría la identidad de la Compañía de Jesús en varios campos, en tiempo de su fundación. Pero la comprensión de cada uno de los términos sufre las variaciones y cambios propios del tiempo, la exégesis y los carismas propios de cada jesuita.

El axioma milenario “fuera de la Iglesia no hay salvación”, sufre con Bonifacio VIII, una variación que vendría a decir: “Sin el papa no hay salvación”, como ariete contra la Reforma. Hoy nos toca reformular los dos axiomas, entendiendo la Iglesia, a la luz del Concilio Vaticano II, como cuerpo de Cristo y pueblo de Dios. La nueva formulación sería: Fuera de la comunidad humana no hay salvación, como consecuencia de la encarnación. Por otro lado, para la Iglesia como sacramento, diríamos hoy que fuera de la salvación no hay Iglesia, y por supuesto no hay Compañía de Jesús.

Muchas de las funciones eclesiales del pasado hoy las cumplen otras instancias. La Iglesia puede definirse hoy como pueblo de Dios jerárquicamente organizado. ¿para qué? El teólogo José Ignacio González Faus propone cambiar jerarquía por dularquía, es decir, pueblo de Dios organizado para servir. Servir con amor sería una buena formulación de la identidad deseada, no solamente para los jesuitas sino para todo cristiano e incluso extensiva a todo ser humano.

La Iglesia, que sirvió de modelo para muchas organizaciones, no es ella misma organización, ni empresa, ni Estado, ni siquiera ONG sino organismo por el cual debe circular la vida. El ser de la Iglesia es la salvación y no hay salvación que no pase por la vida, por la carne como parte integral de la persona.

…con los ojos puestos en la humanidad

Nuestra identidad tiene hoy una expresión doble: es identidad ignaciana y es identidad jesuítica. Las dos tan ligadas que más que las diferencias, cuentan los compromisos comunes. Algunos llegan a afirmar que la espiritualidad de Ignacio es laical, pues como una de las primeras órdenes religiosas diaconales, no se definía por un ministerio exclusivamente religioso. Reconciliar desavenidos, enseñar a los rudos, socorrer a los presos y a los enfermos en los hospitales, enseñar a los propios y a los extraños, aparecen reiteradamente en las fórmulas fundacionales.

Un breve recorrido por los últimos años, desde el generalato de Pedro Arrupe hasta hoy, tal como se formula en las Congregaciones Generales, sería el lema común para jesuitas y laicos que vinculados colaboran con la Misión de Dios.

“Bajo el estandarte de la cruz” (CG 31, 1966) enfatiza el espíritu de los Ejercicios de seguir a Jesús en la pasión. Una pasión que también es del mundo por lo cual necesitamos ser “Interpelados por nuestro tiempo” (CG 32, 1975), como lo pide el Vaticano II a toda la Iglesia.

Pero, siguiendo el evangelio de Juan, en donde estamos en el mundo sin ser del mundo, toca ponerse del lado de Jesús y sus preferidos, lo cual exige vivir como “Compañeros de Jesús, enviados al mundo de hoy” (CG 33, 1983). Un mundo de hoy con alegrías y esperanzas pero igualmente con tristezas y sufrimiento, por lo cual el éxito se mide con el parámetro singular de estar “Unidos con Cristo en la misión” (CG 34, 1995).

Como expresaba el inolvidable Juan XXIII, no es pensable una Iglesia que vaya bien en un mundo que vaya mal. Es necesario revivir el fuego profético original del Evangelio y ser como “Un fuego que enciende otros fuegos” (CG 35, 2008). El mundo de la Laudato si nos habla hoy de la reconciliación necesaria consigo, con Dios, con la humanidad y con el cosmos. Siendo así, ser “Compañeros en misión de reconciliación y justicia” (CG 36, 2017) enfatiza el deber moral frente al dolor de un mundo quebrado en lo humano y destrozado en lo ecológico.

En paralelo con lo anterior se ha considerado como campo de trabajo de la Compañía, el ateísmo, la lucha por la fe y la justicia, la inculturación (2), el diálogo inter-religioso, el ecumenismo, la frontera geográfica o ideológica, la misión como accionar de un Dios trinitario… En todas ellas el jesuita es concebido como pecador que es perdonado, llamado a perdonar y a trabajar con hombres y mujeres de buena voluntad en el sueño común de la humanidad como reinado de Dios.

Las crisis por las que ha pasado la humanidad también han sido espirituales. El campo de la espiritualidad busca siempre actualizar el mensaje con nuevo lenguaje y nuevos contenidos. Dios creador sigue creando y sigue actuando con lo que tiene, con lo que generosamente le ofrecemos.

La identidad, pues, a menudo, afortunadamente, se confunde con el carisma que es lo que suscita el Espíritu o vida permanente del Resucitado.

Quizás la intuición básica de Ignacio puede ser la relación personal (hoy suena redundante) entre Dios y la criatura, en dónde se da la posibilidad de cambiar la vida; es decir, de obrar “jesusmente” (3). Quien haya experimentado el cambio, se siente, como Pablo, en el deber de proclamarlo a otros y al mundo entero.

Un cierto optimismo frente a la salvación, en contraste con pensamientos como el jansenismo, el probabiliorismo moral y otros, ha caracterizado igualmente a la Compañía de Jesús y le han causado no pocos problemas y dificultades. Ignacio no quiso que su grupo se llamara “Iñiguistas”, pues siendo originalmente un colectivo, no seguían a Ignacio sino a Jesús: tras sus huellas, por campos y aldeas hasta la cruz y luego la resurrección.

Como Moisés que, en dificultades con el pueblo, se pone de parte de este frente a Yahvéh para moverlo a misericordia, el jesuita aspira a ponerse de lado similar. Igual Jesús se puso del lado de la mujer pública, de los juzgados endemoniados, castigados y del grupo dispar de sus discípulos. Moisés, de no lograrlo, prefiere no existir. Suprimida la Compañía de Jesús, puso igual condición para ser restaurada.

El manejo de las imágenes, símbolos, etiquetas a menudo han dado la impresión de que todo lo anterior es literatura o propaganda. Compañía como ejército, los jenízaros del Papa, los contra-reformadores, martillo de los herejes, defensores de l´ancien régime, de la monarquía… son algunos imaginarios desafortunados. Pero igualmente vale decir que los jesuitas han sido defensores de la libertad de conciencia, del derecho de los pueblos, del derecho de gentes, de los derechos de esclavos e indígenas, de las nuevas ciencias, de la democracia, de la educación universal y gratuita, de los migrantes y refugiados, de la moral humanizada, de la sismología, la física, las matemáticas, la astronomía, las humanidades, los derechos humanos y muchos temas más (4).

Fuente: Jesuitas Colombia

 

R. Jaramillo SJ, Sobre la Actualidad de CPAL y la Misión de la Compañía en América Latina y el Caribe

Entrevista a Roberto Jaramillo Sj durante su estadía en Córdoba Argentina, en la que habla de la realidad de la misión de Compañía en Latinoamérica y los pasos que se van dando en materia de integración y prioridades.

¿Qué importancia tiene que se reúnan los provinciales a reflexionar sobre la realidad apostólica y las ‘preferencias apostólicas’ que el Padre General ha invitado a toda la Compañía a revisar?

Ahora tenemos dos tareas, esa, que yo creo que la tarea más importante: diseñar un mecanismo por el cual las provincias con mucha autonomía cada una, van, como CPAL, a contribuir al discernimiento del Padre General de las nuevas preferencias apostólicas universales, que yo creo que van a marcar un momento nuevo en la vida de la Compañía. Las preferencias del Padre Kolvenbach (antiguo General de la Compañía de Jesús) fueron establecidas en otro momento y de otra manera. Fue un discernimiento más desde la curia y que nació más de ellos, que querían proponerle esos desafíos a la Compañía. No hubo, luego del establecimiento de estas preferencias, ni mecanismos de implementación de cada una. Eso lo aprendimos. Ahora el Padre General quiere hacer un proceso más desde abajo hacia arriba, con una participación grande de las provincias en el discernimiento y no sólo en la opinión. Y además ponerles a las que salgan, sean 5, 2, 3 o 1, mecanismos de verificación y de planeación. Yo creo que ese es un proceso que nos va tomar hasta enero de 2019, primero en las Provincias, después en la CPAL, y después a nivel de la Compañía Universal.

Y el segundo asunto que tenemos para la reunión es hablar de la manera en la que podemos implementar mecanismos de protección de menores y personas vulnerables en nuestra región. Yo creo que ahí hay toda una obligación ética, moral y evangélica de prevenir posibles malos tratos o malas maneras de relacionarse; o desde la legalidad o la falta de ética en el modo de relacionarse, con empleados, mujeres, servidores, etc.

Esos dos temas son fundamentales. Hay otras cosas también: siempre se revisa la situación de las redes y los sectores y las realidades nacionales en este momento de elecciones en cinco países de América Latina; la cita del Papa en 3 o 4 países de América Latina…

En tu rol de Presidente de la CPAL has propuesto una reforma de la estructura, una nueva organización y una nueva dinámica: ¿Cómo evalúas este proceso? ¿Cómo lo recibieron las Provincias y los Provinciales?

Yo me siento muy satisfecho con lo que hemos implementado hasta ahora en el esquema de tener, la Asamblea y la Presidencia, 3 delegados para la Misión, que son delegados del Presidente para que cada uno acompañe varias redes…

Estas redes coinciden con lo que en las Provincias se llaman ‘sectores’, que a veces son redes más autónomas. Y entonces tienen redes del sector social, redes de educación, sector de juventudes, sector de colaboración, sector espiritualidad. La propuesta nueva es una combinación creativa de la que sale un nuevo esquema que plantea un modo de acompañar manteniendo la estructura que ya está en las Provincias. El Padre General, cuando aprobó el esquema, lo aprobó por 3 años, pidiendo que al segundo año lo evaluemos para ver si al tercero se confirma. Más contento aún sabiendo que Lijo Klein es el nuevo delegado de Educación y será el nuevo secretario de la CPAL si Dios quiere y la Asamblea lo aprueba el último día. El equipo está renovado y es un equipo súper cualificado y super capaz de hacer lo que le toca a la CPAL que yo creo que es promover los trabajos interprovinciales e intersectoriales y no meterse a hacer lo que le toca a las provincias.

La CPAL también está a cargo de llevar adelante los Centros Internacionales de Formación (CIFs) ¿Qué riqueza aporta a las Provincias que jesuitas en formación compartan tiempo y estudios con jesuitas de otras provincias y tengan la experiencia de vivir en una ‘casa internacional’?

En los tres teologados que yo visité este año, que son Chile, Bogotá y Brasil , de los jóvenes de tercer año, ninguno se queja de haber estado en un CIF. Todos agradecen la experiencia de haber salido de su provincia, conocido la realidad apostólica de otra provincia y haber vivido con jesuitas de otras provincias. Todos se deshacen hablando de lo bueno que ha sido para ellos como jesuitas el haber vivido en un CIF y saber que su provincia no es el cantón donde van a vivir toda la vida; y abrir la cabeza, y pensar en redes interprovinciales. Este balance positivo no significa que los CIFs están exentos de dificultades, de que haya desafío que hay que atender, que haya cosas que mejorar, que sea una experiencia desafiante para cada año de formación, pero yo quedé muy impresionado con el testimonio de estos muchachos.

Vengo también de haber trabajado 15-16 años en el Brasil, donde, si hoy hay una Provincia es porque hace 27 años se empezó a trabajar en una teología común. Más de 27, en realidad, esos eran los años cuando yo llegué. Y ahora, que estos muchachos se hayan encontrado, hayan debatido, hayan reflexionado juntos… eso ha posibilitado la integración con la gente de la Amazonía, que haya gente que trabaje en la Amazonía…

¿Cómo ves la realidad de la Misión de la Compañía en la Amazonía, considerando que es una realidad a la que se le está prestando atención y es una región en la que hay varias provincias trabajando? Además, el Papa ha convocado a un Sínodo Panamazónico y la ecología sigue siendo una referencia para la misión…

Haití, Cuba y la Amazonía han sido prioridades de la Compañía desde 2008 y plantean el constante desafío de pensar más allá de las urgencias propias de las Provincias. En esta perspectiva creo que, como Compañía, estamos en deuda con estas misiones, a nivel de hombres, de recursos y de tiempo dedicados. Eso no quiere decir que no estemos haciendo muchas cosas -y muy bonitas- en estos lugares. En Amazonas hay unos 30 jesuitas que corresponden a la Provincia del Brasil y tenemos 2 jesuitas en el Servicio Jesuita a la Panamazonía. Se hace muy difícil conseguir más personas, pero los que están hacen cosas muy valiosas a nivel de la colaboración con otros. Ni siquiera es que los otros estén en nuestras obras ni nada de eso, sino de meterse a trabajar con otras organizaciones que están ahí. En Cuba deben ser unos 40 jesuitas en toda la Isla, quizás menos… pero hacen cosas extraordinarias al nivel de ‘Centros Loyola’ y de la evangelización, del trabajo a través de los ejercicios y la espiritualidad. Lo mismo en Haití.

Yo creo que tenemos una deuda. Se hacen esfuerzos, pero a mí personalmente me gustaría que pudiéramos dar pasos reales de solidaridad efectiva en recursos, en personas y en destinos.

El asunto de la Ecología Integral está cada vez más en la agenda. Mi intención es que esté cada vez más entre las preocupaciones temáticas, que ya esté instalado en nuestra manera de vivir. Ese creo que es el gran desafío, ¿no? Nosotros no vivimos ecológicamente. Desperdiciamos mucha energía, desperdiciamos agua, desperdiciamos espacio, desperdiciamos comida, contaminamos nuestros edificios y nuestras construcciones; nuestro estilo de vida, de gastar, de viajar, de consumir… Si la teoría sobre la ecología integral no afecta la vida de uno, no va a cambiar nada.

 

Los Desafíos de Ecojesuit y la Participación de la CPAL en la Cumbre Climática COP23

La Conferencia de Provinciales de América Latina y el Caribe (CPAL) estuvo representada en el Encuentro de Ecojesuit que se dio en el marco de la Cumbre Mundial sobre el Cambio Climático, celebrada en Bonn, Alemania.

Por: Pedro Landa

Entre el 7 y el 17 de noviembre se realizó en la ciudad de Bonn (Alemania), el encuentro de Ecojesuit en el marco de la COP23, la cumbre mundial sobre cambio climático. Fueron días intensos durante los cuales representantes de las diferentes Conferencias Jesuitas en el mundo como América Latina y el Caribe (CPAL), La India, Australia, España, República Democrática del Congo, Filipinas, Las Islas del Pacifico, Micronesia, Roma, Bélgica y Europa, así como Estados Unidos y Canadá; debatieron sobre los desafíos del cambio climático en nuestras regiones y a nivel mundial.

Uno de los aspectos abordados fue sobre 10 puntos principales a los que nos llama e interpela la Encíclica del Papa Francisco «Laudato Si», siendo estos: la problemática del agua, los cambios en el uso del suelo, combustibles fósiles, extractivismo, la espiritualidad ignaciana y Laudato Si, entre otros.

Igualmente reflexionamos sobre el modo de Proceder frente a estos desafíos donde desde CPAL y con el respaldo de la agencia hermana española ALBOAN insistimos en la necesidad de priorizar y enfocar nuestros esfuerzos en la problemática generada por el extractivismo en el mundo, de manera especial sobre la necesidad de impulsar acciones concretas para la protección de los defensores y defensoras del medio ambiente, así como la gran oportunidad que tenemos para incidir en la adopción de un tratado internacional sobre Empresas y Derechos Humanos vuelva vinculante para las empresas las obligaciones de respetar, proteger y remediar.

La presencia en la COP23 permitió igualmente participar en el tribunal sobre los Derechos de la Naturaleza y en las sesiones sobre la necesidad imperante de avanzar hacia una acción global para la reducción del uso del carbón como fuente de energía y avanzar hacia el uso de energías limpias y amigables con el ambiente, en este espacio se cuestionó fuertemente la decisión del presidente Donald Trump de renunciar a los acuerdos de la COP21 en la cumbre de París donde uno de los voy. Promisos fundamentales fue el de implementar medidas concretas e inmediatas para reducir el calentamiento global.

Por otra parte como Red Ecojesuit tuvimos una jornada de intercambio con representantes de universidades jesuitas de Europa que impulsan la iniciativa HEST ( High Education for….) en la que se debatió sobre los importantes aportes que se pueden brindar desde nuestras universidades en la investigación y educación ambiental y de derechos humanos.

El día 13 de Noviembre desde Ecojesuit animamos un seminario público sobre «Laudato Si y la relación con la Educación Ambiental». El evento se realizo a través de 2 paneles el primero relacionado con los Derechos al agua y a la alimentación y el segundo sobre «Laudato Si y la Explotación de Recursos Naturales, cayendo en el delegado de la CPAL: Pedro Landa, del ERIC Honduras y coordinador del grupo de homólogos de derechos humanos y ecología integral, compartir sobre los impactos del extractivismo en América Latina y la situación de los defensores y defensoras de derechos humanos y el medioambiente. Por la tarde realizamos una feria y exposición de materiales educativos, investigaciones, materiales promocionales y audiovisuales elaborados por las diferentes organizaciones en su misión de defender la Casa Común.

Para CPAL ha sido una valiosa oportunidad tanto para compartir la misión de la Compañía de Jesús en su apuesta por llevar a la acción los principios de la Encíclica Laudato Si, así como también para traer la presencia de las luchas, desafíos y respuestas que desde América Latina estamos impulsando a través del quehacer de los diferentes centros sociales.

La presencia y participación de la CPAL dentro de Ecojesuit fue recibida con alegría y con mucha expectativa sobre los aportes que podemos brindar desde Ecojesuit en los desafíos que se han asumido en la defensa de la Madre Tierra, así como en la concreción de iniciativas colectivas y globales que se están articulando desde Ecojesuit con la participación de las diferentes Conferencias Ignacianas en el mundo.

Fuente: CPAL SJ

Llamados a Reconciliar

Una reflexión sobre la misión de reconciliación de la Compañía de Jesús a la luz de las Congregaciones Generales.

El concepto de «reconciliación» ha pasado a ocupar en los últimos tiempos un papel central en la definición de la misión de la Compañía de Jesús. Aunque el término ya venía empleándose al menos desde la Congregación General 32, son las dos últimas congregaciones ―la 35 y la 36― las que lo han incorporado definitivamente a nuestro vocabulario esencial. El título del decreto 1 de la última congregación, que define a los jesuitas como «Compañeros en una misión de Reconciliación y de Justicia», nos da la medida del cambio operado.

Para la Compañía de Jesús, la reconciliación se presenta en una triple dimensión relacional: con Dios, con los otros y con la creación, que constituyen tres componentes inseparables de nuestra misión.

― La necesidad de reconciliación con Dios nos convoca a proclamar el Evangelio en muy diferentes contextos, aportando por nuestra parte la singularidad de la espiritualidad ignaciana como herramienta valiosa en los procesos de conversión personal y comunitaria.

La reconciliación con la humanidad demanda de nosotros un servicio de justicia y de paz, sirviendo a los pobres y excluidos. Entre las formas de sufrimiento más importantes a las que debemos responder en el mundo actual, destaca para nosotros la de los refugiados y migrantes; y las comunidades indígenas y marginadas.

― Por último, en cuanto a la reconciliación con la creación, partimos de la convicción de que la crisis medioambiental es una expresión de la crisis que origina también pobreza y exclusión. Son heridas de un mundo roto, al que los jesuitas hemos de responder promoviendo una nueva forma de producción y de consumo que coloque la creación en el centro.

Algunos subrayados actuales permiten entender el proceso de clarificación ―todavía en curso― que el concepto de «reconciliación» ha vivido en los últimos años. En primer lugar, se destaca el vínculo entre la reconciliación y la justicia. Un acento importante en determinados contextos en los que la reconciliación puede utilizarse para soslayar la asunción de responsabilidades por atrocidades cometidas. La reconciliación es siempre obra de la justicia; una justicia discernida y formulada por las comunidades y contextos locales.

En segundo lugar, esta misión de reconciliación y justicia se plantea actualmente desde una fuerte exigencia respecto a nuestro propio estilo de vida personal y comunitario ―algo en lo que insiste también el padre general Arturo Sosa SJ en la carta que envió recientemente a toda la Compañía―. Y no se trata de una simple advertencia a cuidar la coherencia entre lo que se dice y lo que se hace, sino de una profética llamada a la conversión siguiendo el ejemplo de los primeros compañeros. Es esta una exigencia que responde a uno de los principales rasgos de nuestro tiempo, en la Iglesia y en la sociedad: lo que hoy conmueve es el testimonio de vida, las opciones reales. No se nos pregunta sólo en favor de quién trabajamos, sino cerca de quién vivimos, y cómo nos comportamos en nuestro día a día entre nosotros y con nuestro entorno.

Los jesuitas hoy estamos llamados a ser agentes de reconciliación en un mundo fracturado, y lo seremos desde la radicalidad que deriva de una profunda experiencia de ser nosotros mismos reconciliados por Cristo: «Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos encomendó el ministerio de la reconciliación» (2 Cor 5,18).

Fuente: Jesuitas España

¡La Madre Catalina ya es beata!

La Madre Catalina de María Rodríguez ya es beata. La argentina, fundadora de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, fue beatificada en la mañana del sábado 27 de noviembre ante las 20.000 personas presentes en la celebración presidida por el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos y enviado papal, cardenal Ángelo Amato, en el centro de la ciudad de Córdoba

“Concedemos la facultad de que la venerable Sierva de Dios Catalina de María -en el mundo conocida como Josefa Saturnina Rodríguez- ejemplo ardiente del amor de Cristo y del servicio a los hermanos más necesitados, sea llamada beata de ahora en adelante”, leyó el purpurado el decreto en latín firmado por el papa Francisco, que luego fue traducido a los presentes por monseñor Ricardo Araya, obispo de Cruz del Eje, donde el santo Cura Brochero vivió su ministerio y compartió la misión con la Madre Catalina.

A las 10.28 una gigantografía con la imagen de la nueva beata argentina fue desplegada al costado del altar y, en medio de vítores y aplausos de la multitud presente, se acercaron al altar las reliquias de la Madre Catalina. El relicario se confeccionó con una forma semejante a una custodia porque la beata Madre Catalina era Cristocéntrica, amante de la Eucaristía, y fue llevado por la hermana María Silvia Fiorentino ECJ, madre general de las Esclavas del Corazón de Jesús; la hermana Marita Barrionuevo ECJ y Emma Paulinelli, vicepostuladoras de la causa de beatificación; el hermano José Molina SJ, médico perito del milagro; Eugenia Valdéz, hija de Sofía Acosta, que recibió el milagro de la Madre Catalina y el presbítero Santos Moyano, sobrino tataranieto de la nueva beata.

El cardenal Amato indicó, además, que el Papa estableció que la memoria litúrgica de la Madre Catalina sea el 27 de noviembre “en los lugares y según los modos establecidos por el derecho”.

El arzobispo de Córdoba, monseñor Carlos Ñáñez, agradeció al cardenal y al Santo Padre “en nombre de cuántos celebramos esta fiesta de la fe, el don de Catalina de María Rodríguez, beata”.

«Brochero y Catalina, piedras vivas de la Iglesia y la sociedad»

En su homilía, el representante del Papa señaló: “Los santos no son cuerpos extraños a la sociedad. Formados por Jesús, son piedras vivas de la Iglesia y la sociedad, ellos edifican la humanidad con su bondad, difunden el bien y buscan detener el mal”. “Esto hicieron en sus vidas el Cura Brochero y la Madre Catalina, inspirados por el Evangelio y sostenidos por la gracia divina y hoy, justamente, glorificados por la Iglesia”, afirmó. Clic acá para ver más sobre la homilía del cardenal Amato.

Mons. Ñáñez: «La Madre Catalina intercede por nosotros»

El arzobispo destacó este histórico acontecimiento como “un don que hace resonar fuertemente en nuestro corazón el llamado a la santidad que el mismo Dios nos hizo el día de nuestro bautismo”, manifestó el arzobispo.

Recordó también, “a todos nuestros hermanos en la fe que desde diferentes latitudes se han sumado a este acontecimiento: a los que han venido desde la Madre Patria, España, desde Benín en el África, desde la hermana república de Chile y desde la lejana isla de Pascua, a todos los compatriotas miembros de las distintas iglesias locales hermanas de la Argentina. ¡Muchas gracias por su presencia y su fraternal compañía!”.

“La beata Catalina de María Rodríguez –continuó el arzobispo- intercede generosa e incansablemente por todos nosotros y nos desafía a todos, especialmente a sus hijas las Hermanas Esclavas, a seguir sus huellas sin reparar en las dificultades, sino confiando en el amor misericordioso de Dios que se nos muestra en el Corazón adorable de su Hijo y nos mueve a servir a nuestros hermanos, especialmente los más frágiles y los más alejados”.

“Animados por el testimonio del incansable apóstol de Jesús, ‘lancémonos hacia adelante, hacia la meta, hacia el galardón de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús’, allí donde llegó la Madre Catalina de María”, concluyó.

La hermana María Silvia Fiorentino ECJ agradeció a monseñor Ñáñez en nombre de toda la congregación y de la arquidiócesis, “no solo por su inestimable ayuda en esta beatificación sino por su cercanía y afecto durante todos estos días”. Y presentó un bastón hecho por la comunidad Rapanui. “Hago solemne entrega de este bastón porque a Él le entregamos nuestras vidas como Esclavas del Corazón de Jesús. El bastón solo es un símbolo, el que lo recibe debe servir y hacerse el más pequeño y, si es necesario, dar la vida como Jesús la dio por nosotros”, manifestó colocándolo a los pies de la Virgen María.

Mensaje del papa Francisco

“En este día de la beatificación –leyó la hermana Fiorentino- quiero hacerle llegar mi sentimiento de alegría y la seguridad de mi cercanía en la oración». El Pontífice agradeció particularmente a las hermanas de la congregación, fundada por la Madre Catalina, y recordó de manera especial a las mujeres entregadas “que lo dejaron todo en el seguimiento de Jesús”.

El Santo Padre hizo mención especial de Martha Miguel, religiosa de la congregacipon -ya fallecida- de quien asegura haber aprendido “lo que significa paciencia, mansedumbre y magnanimidad”, y se despidió reiterando su tradicional pedido: “No se olviden de rezar por mí”.

Envío misionero

Para finalizar la celebración, el cardenal Ángelo Amato realizó un envío misionero a quienes “comparten la misión de amar y reparar” de las Hermana Esclavas en diversas comunidades como las de la Isla de Pascua, la de la Comunidad Wichi y la de Benín, cada una con su particular carisma.

Fuente: AICA

 

Día Mundial de la Alimentación-Discurso del papa Francisco en su visita a la sede de la FAO

El Papa Francisco habló en la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) sobre los desafíos que enfrenta el mundo actual y las desigualdades en materia de alimentación y acceso a bienes básicos.

Señor Director General,

Distinguidas autoridades,

Señoras y Señores:

Agradezco la invitación y las palabras de bienvenida que me ha dirigido el Director General, profesor José Graziano da Silva, y saludo con afecto a las autoridades que nos acompañan, así como a los Representantes de los Estados Miembros y a cuantos tienen la posibilidad de seguirnos desde las sedes de la FAO en el mundo.

Dirijo un saludo particular a los Ministros de agricultura del G7 aquí presentes, que han finalizado su Cumbre, en la que se han discutido cuestiones que exigen una responsabilidad no sólo en relación al desarrollo y a la producción, sino también con respecto a la Comunidad internacional en su conjunto.

  1.  La celebración de esta Jornada Mundial de la Alimentación nos reúne en el recuerdo de aquel 16 de octubre del año 1945 cuando los gobiernos, decididos a eliminar el hambre en el mundo mediante el desarrollo del sector agrícola, instituyeron la FAO. Era aquel un período de grave inseguridad alimentaria y de grandes desplazamientos de la población, con millones de personas buscando un lugar para poder sobrevivir a las miserias y adversidades causadas por la guerra. (…)
  2. La relación entre el hambre y las migraciones sólo se puede afrontar si vamos a la raíz del problema. A este respecto, los estudios realizados por las Naciones Unidas, como tantos otros llevados a cabo por Organizaciones de la sociedad civil, concuerdan en que son dos los principales obstáculos que hay que superar: los conflictos y los cambios climáticos. ¿Cómo se pueden superar los conflictos? El derecho internacional nos indica los medios para prevenirlos o resolverlos rápidamente, evitando que se prolonguen y produzcan carestías y la destrucción del tejido social. (…)
  3. Ante esta situación podemos y debemos cambiar el rumbo (cf. Enc. Laudato si’, 53; 61; 163; 202). Frente al aumento de la demanda de alimentos es preciso que los frutos de la tierra estén a disposición de todos. Para algunos, bastaría con disminuir el número de las bocas que alimentar y de esta manera se resolvería el problema; pero esta es una falsa solución si se tiene en cuenta el nivel de desperdicio de comida y los modelos de consumo que malgastan tantos recursos. Reducir es fácil, compartir, en cambio, implica una conversión, y esto es exigente. (…)
  4. Prestemos oído al grito de tantos hermanos nuestros marginados y excluidos: «Tengo hambre, soy extranjero, estoy desnudo, enfermo, recluido en un campo de refugiados». Es una petición de justicia, no una súplica o una llamada de emergencia. Es necesario que a todos los niveles se dialogue de manera amplia y sincera, para que se encuentren las mejores soluciones y se madure una nueva relación entre los diversos actores del escenario internacional, caracterizada por la responsabilidad recíproca, la solidaridad y la comunión. El yugo de la miseria generado por los desplazamientos muchas veces trágicos de los emigrantes puede ser eliminado mediante una prevención consistente en proyectos de desarrollo que creen trabajo y capacidad de respuesta a las crisis medioambientales. (…)

La Iglesia Católica, con sus instituciones, teniendo directo y concreto conocimiento de las situaciones que se deben afrontar o de las necesidades a satisfacer, quiere participar directamente en este esfuerzo en virtud de su misión, que la lleva a amar a todos y le obliga también a recordar, a cuantos tienen responsabilidad nacional o internacional, el gran deber de afrontar las necesidades de los más pobres.

Deseo que cada uno descubra, en el silencio de la propia fe o de las propias convicciones, las motivaciones, los principios y las aportaciones para infundir en la FAO, y en las demás Instituciones intergubernamentales, el valor de mejorar y trabajar infatigablemente por el bien de la familia humana.

Muchas gracias.

Francisco

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Sínodo Panamazónico: un Espacio para los Planteamientos de las Comunidades Indígenas

En Lima se reunieron diferentes personas relacionadas con la misión de la Iglesia en el Amazonas para empezar a reflexionar y prepararse para el Sínodo.

En la ciudad de Lima (Perú) comenzaron los preparativos para el Sínodo de los Obispos para la región Pan amazónica que se celebrará en octubre de 2019 en la ciudad de Roma, convocado por el Papa Francisco.

En la sede de la Conferencia de Religiosas y Religiosos del Perú (CONFER) se dieron cita Mauricio López, secretario ejecutivo de la Red Eclesial Panamazónica (REPAM) e Ismael Vega, director del Centro Amazónico de Antropología y Aplicación Práctica (CAAAP); para llevar a cabo el Foro “Hacia el Sínodo Panamazónico: una necesaria conversión pastoral y ecológica”. Un evento en donde participaron diferentes congregaciones religiosas con el propósito de discutir los desafíos que se presentan ante el esperado sínodo.

López durante su participación destacó que el Papa tiene muy claro que la Amazonia es fundamental y de primordial cuidado, por eso su decisión en visitar la selva amazónica durante su próxima visita al Perú. “Este sínodo tiene un gran sentido, para que toda la iglesia pueda reflexionar sobre el tema de la Amazonia. El Papa lo ha dicho… que si la iglesia fracasa en la Amazonia, habrá fracasado como iglesia”.

Y ¿qué es un sínodo?, es una disposición que está establecida en el Código de Derecho Canónico, Canon 342. El sínodo de los Obispos o sínodo episcopal es una asamblea de Obispos escogidos de las distintas regiones del mundo, que se reúnen en ocasiones determinadas para fomentar la unión estrecha entre el Romano Pontífice y los Obispos. Los sínodos son sólo consultivos y tienen por misión primaria asesorar al Papa en el tema propuesto.

Aunque el temario para poder participar en el Sínodo Pan amazónico todavía no está definido, Fernando López comenta que desde la REPAM esperan que se recojan los planteamientos propios de las comunidades indígenas sobre su derecho a la identidad, demarcación de territorios, el tema de las reservas naturales, derechos humanos, modelo evangelizador, modelos de desarrollo propio de los pueblos y diálogo intercultural.

“El 70% de las comunidades indígenas de Brasil tiene presencia de sacerdotes dos o tres veces por año, entonces la vida de la identidad creyente de estas comunidades está totalmente descuidada porque no hay sacerdotes”. Con esto, López refuerza que la presencia de la Iglesia Católica es muy pobre en la Amazonía actualmente, asegura que es insuficiente por la cantidad de números de sacerdotes y por la edad de los misioneros que ya no les permite adentrarse a las comunidades más apartadas.

“Es evidente que la iglesia católica se ha ido retirando de esos territorios y esto ha dejado a muchas poblaciones en abandono y otras mucho más frágiles de intervenciones de agentes que buscan imponer su propuesta”, señala.

Por su parte, Ismael Vega durante su participación en el Foro resaltó que si hay un lugar donde la pobreza y la exclusión tiene rostro es en la Amazonía, por eso la lucha de años que se llevan en estas tierras es “superar el modelo anti ecológico que se vive”.

Lo que por ahora está claro, es que el Sínodo de los Obispos para la región Pan amazónica anunciado por el Papa Francisco crea muchas expectativas entre las conferencias religiosas y misioneras. Muchos esperan que se puedan recoger verdaderamente las peticiones de los pueblos más excluidos de la Amazonia para que haga eco en toda la Iglesia.

Fuente: CPAL SJ