Caminata de la fe 2015 – Paraguay

Recordando la fiesta de San Roque González de Santa Cruz se realizó el sábado 14 de noviembre la tercera edición de la “Caminata de la Fe”. La actividad religiosa comenzó a las 15:30 horas en el Colegio Cristo Rey con cantos, alabanzas y reflexiones.

A las 16:00 empezó la peregrinación rumbo a la Catedral de Asunción. Tuvo como primera parada la esquina de la plaza Italia, sobre la calle 15 de agosto, esa zona antes estaba el antiguo convento de las Carmelitas, lugar en donde falleció la Chiquitunga.

Una segunda parada se tuvo frente a la Parroquia la Encarnación, donde vivió el Padre Julio César Duarte Ortellado. La caravana estuvo encabezada por el corazón incorrupto de San Roque. Sacerdotes, religiosas y laicos estuvieron acompañando. Ya en la Catedral Metropolitana se hizo una escena de la vida de San Roque González de Santa Cruz, cuando fue bautizado.

A las 17: 00 empezó la Celebración Eucarística presidida por el Monseñor Edmundo Valenzuela. Durante la misa se realizó también la Ordenación Sacerdotal de 3 diáconos: Juan Daniel Gaete Arrúa y Gabriel Agustín Quintana Amarilla (Seminario Mayor Nacional) y Eduardo Moisés Franco Machuca de la Congregación del Santísimo Redentor.

Jesuitas Paraguay

 

Encuentro de Párrocos y Rectores de Templos de Argentina y Uruguay

Queridos Compañeros y Colaboradores:

Los días 30 de septiembre y 1 de octubre hemos tenido el encuentro de párrocos y rectores de templos de ARU.

Hemos participado 18 jesuitas junto con el Provincial. Hemos acudido los que hemos podido; y durante un día y medio hemos orado y compartido juntos acerca de lo que Dios ha ido haciendo en la vida de nuestras comunidades de parroquias y templos, “los dones de creación, redención y dones particulares” que hemos podido reconocer y agradecer. También hemos compartido lo que discernimos que Dios va haciendo hoy, los caminos que va abriendo desde la realidad misma para poder “amarlo más y seguirlo”. Hemos reflexionado, también, acerca de cómo poder acompañarnos en un caminar juntos desde el sector de parroquias y templos.

De nuestro encuentro fraterno han surgido algunas reflexiones acerca de nuestra misión que queremos compartir con todos:

Compartimos que nuestras parroquias y templos están llamadas a ser “islas de misericordia en un mar de indiferencia”. Creemos que Dios sigue dando vida incluso donde no alcanzamos a verlo, Dios sigue creyendo en nosotros, sigue creando y redimiendo. Y la misericordia es su Signo en este tiempo; es el signo de la Iglesia. Nuestras parroquias y templos, en este espíritu, están llamadas a ser como “hospitales de campaña” en medio de un mundo en el que el dolor, la injusticia y la violencia dejan gran cantidad de heridos.

Sentimos que nuestras parroquias están llamadas a ser espacios de escucha. Compartimos que nuestro pueblo necesita espacios en los que sus historias sean escuchadas sin ser juzgados para poder redescubrir la Vida de Dios en sus biografías a veces visitadas profundamente por el dolor. Nuestras parroquias y templos están llamadas a ser espacios de fraternidad, en la que otro tipo de relaciones sea posible y visible.

Sentimos la llamada a acompañar los ritmos del pueblo de Dios, estando al servicio de lo que Dios va haciendo en nuestra gente. Nuestras parroquias y templos –muchas de ellas insertas en medios populares- tienen también vocación de santuarios; de espacios de gracia en la que nuestro pueblo encuentra acompañamiento a sus propios ritmos de encuentro con Dios.

Es un desafío constante para nuestras comunidades, generar espacios de formación en la fe y en la espiritualidad para nuestros laicos y laicas. Creemos que debemos avanzar en la formación en espiritualidad y también en la formación teológica de nuestros colaboradores.

Tampoco debemos olvidar que nuestra misión también, en algunas ocasiones, implica señalar caminos evangélicos y abrir sendas de vida que no surgen necesariamente de la dinámica de las comunidades, no pocas veces instaladas en un modo determinado de hacer. Esas iniciativas que debemos discernir, pueden venir del diálogo con instituciones externas a nuestras comunidades parroquiales, pero que abren a las parroquias al diálogo sobre los problemas sociales y políticos y la transforman en espacios de encuentro y de acompañamiento de procesos populares. Esto implicará –por nuestra parte- escuchar los clamores de nuestro pueblo discerniendo en él la Voz de Dios que denuncia lo que oprime la vida y anuncia nuevos caminos de la “Vida verdadera de Cristo”.

Coincidimos en que es básica la actitud. Podremos caminar juntos y ayudar a nuestro pueblo sólo si tenemos actitud de escucha como pastores. Y podremos ayudarnos en nuestra misión si aprendemos a escucharnos entre nosotros. En este sentido valoramos esta experiencia de encuentro como un espacio de escucha de lo que Dios va haciendo en la vida de nuestros compañeros. Un espacio en el que no vinimos a enseñarnos ni a hacer gala de nuestros logros y realizaciones, sino en el que compartimos expectativas, esperanzas, consolaciones y perplejidades en la misión. Coincidimos también en que ha sido valioso el espíritu de oración que nos ha dispuesto a compartir desde otra profundidad.

Compartimos la convicción de que estos espacios deben continuar realizándose con periodicidad. También coincidimos en el valor de escuchar a los colaboradores y colaboradoras, además de variar el lugar de realización de los mismos. Por esa razón nos ha parecido bien realizar anualmente los encuentros en diversas parroquias; teniendo esos encuentros dos partes: un primer día con laicos y colaboradores de la parroquia o templo que nos reciba y un segundo día de compartir fraterno entre nosotros, párrocos y rectores de templos.

Estas son algunas de las reflexiones que queremos compartir con todos ustedes y que deseamos puedan comunicar algo de la experiencia vivida.

Que Dios nos siga bendiciendo y en todo seamos capaces de escuchar el susurro de Su Espíritu para consagrarnos al servicio de Su Pueblo.

Fraternalmente en Cristo.

PP. Fernando Albistur; Marcos Aleman; Leonardo Amaro; Héctor Bossié; José María Cantó; Horacio Carrau; Pablo Figueroa; Alejandro Gauffin; Humberto González; Ernesto López Rosas; Néstor Mansur; José María Mattaldi; Julio Merediz; Mario Moreira; Oscar Riedel; Jorge Seibold; Rafael Velasco; Daniel Ziloni.

 

Carta del Párroco a la Comunidad del Patriarca San José

Querida Comunidad Parroquial

Los Jesuitas creemos que la evangelización debe ir unida siempre a la promoción de una sociedad más justa. Por eso, en nuestra parroquia no sólo evangelizamos a través de las misiones, catequesis, los sacramentos, el MEJ, los grupos de biblia, y las comunidades de Vida Cristiana (CVX); sino que también educamos a través del colegio parroquial y también promovemos varias instancias de apoyo escolar en diversos lugares donde hay más necesidad, como son el Centro Vecinal Malvinas Argentinas, el comedor “primero los chicos de la 20”, y el asentamiento de la calle Rivadavia. En esos centros, tratamos de dar apoyo a los niños que tienen problemas en la escuela para que puedan aprender mejor y puedan así progresar en la escuela y tener mejores posibilidades a futuro.

Por eso mismo, desde hace ya casi dos años, ofrecemos apoyo escolar también en la parroquia junto con la fundación “aprendiendo a aprender juntos” y desde hace un tiempo prestamos la capilla de San Alonso para dar el apoyo escolar que ofrece el Presupuesto Participativo.

Ofrecemos también, en dos lugares de la parroquia, apoyo psicológico para ayudar a lidiar con los problemas emocionales y afectivos que provoca la dureza de la vida en muchos casos.

A esto se han sumado los talleres deportivos y culturales Patriarca San José que ofrece el colegio los sábados por la mañana. Un espacio para que los niños aprendan deportes y música en un ambiente sano.

El apoyo, los talleres y la atención psicológica, son ayudas; son también gestos que señalan que la Buena Noticia de Jesús es Buena no sólo para el alma, sino también para el cuerpo, la inteligencia, la psiquis y toda la persona.

Gracias a todos los que trabajan por los demás y recemos para que esta de servicio de la fe unida al trabajo por una realidad más justa de frutos. Dios los Bendiga

P. Rafael Velasco SJ

 

Día de la Familia – RJI Corrientes

El Festejo del ‘Día de la Fa­mi­lia’  organizado por la Red Ju­ve­nil Ig­na­cia­na presente en la Igle­sia Je­sús Na­za­re­no de Corrientes, se lle­vó a ca­bo el domingo 24 de octubre, jun­to a la co­mu­ni­dad en la ca­pilla San Héc­tor en el ba­rrio Ce­lia. Par­ti­ci­pa­ron cer­ca de 150 chi­cos que dis­fru­ta­ron de una ker­messe de jue­gos y en­tre­te­ni­mien­tos.

La jornada se lle­vó adelante con el apo­yo de la co­mu­ni­dad ba­rrial, que par­ti­ci­pó con do­na­cio­nes de ga­lle­ti­tas, biz­co­chue­los, ga­se­o­sas , y muchas cosas más, pa­ra que los ni­ños, ado­les­cen­tes y adul­tos presentes dis­fru­ta­ran de la me­rien­da.

“Pa­ra no­so­tros es im­por­tan­te re­co­no­cer el sí­no­do de la fa­mi­lia en nues­tra so­cie­dad, co­mo es­cue­la de co­mu­nión y de va­lo­res. Sa­be­mos que la fa­mi­lia jue­ga un pa­pel cla­ve y, aun­que a ve­ces de­te­rio­ra­da o en cri­sis, siem­pre se­rá pi­lar de la vi­da”, des­ta­ca­ron des­de la co­mu­ni­dad Ig­na­cia­na. El pa­dre Nés­tor Man­zur SJ di­jo al diario Épo­ca que el mo­tor fun­da­men­tal de di­cha ker­més fue­ron las fa­mi­lias y los jó­ve­nes vo­lun­ta­rios que com­par­tie­ron con los ni­ños en­tre­te­ni­mien­to sa­no. Se tra­ta de jó­ve­nes es­tu­dian­tes de dis­tin­tos pun­tos del pa­ís que ha­lla­ron su lugar en la Parroquia Je­sús Na­za­re­no.

“Hoy es tiempo de misericordia”, dijo el Papa en la clausura del Sínodo

Fuente: AICA

El papa Francisco clausuró, este domingo 25 de octubre, el Sínodo de la Familia que desde el pasado 4 de octubre reflexionó sobre “La vocación y la misión de la familia en la Iglesia y en el mundo contemporáneo”.

Con una solemne misa en la Basílica de San Pedro, ante la presencia de los padres sinodales, el Pontífice recordó en su homilía -comentando las lecturas y el Evangelio de la liturgia del día-, la necesidad de hacer como Jesús, que se inclina hacia el necesitado, evitando construirnos un mundo como nos gustaría a nosotros, el cual excluye a las personas heridas.

El Pontífice señaló que el pasaje del Evangelio “nos presentan la compasión de Dios, su paternidad, que se revela definitivamente en Jesús” y señaló que “sólo el encuentro con Jesús da al hombre la fuerza para afrontar las situaciones más graves”. Además advirtió del riesgo de caer en una “espiritualidad del espejismo” y en la tentación de una “fe que sigue un programa”.

Finalmente el Santo Padre agradeció a los padres sinodales “por el camino que hemos compartido con la mirada fija en el Señor y los hermanos, en la búsqueda de senderos que el Evangelio indica a nuestro tiempo para anunciar el misterio de amor de la familia”.

Encuentro de Párrocos

Por Rafael Velasco SJ

Queridos Compañeros y Colaboradores:

Lo días 30 de setiembre y 1 de octubre hemos tenido  el encuentro de párrocos y rectores de templos de  ARU.

Hemos participado 18 jesuitas junto con el Provincial. Hemos acudido los que hemos podido; y durante un día y medio hemos orado y compartido juntos acerca de lo que Dios ha ido haciendo en la vida de nuestras comunidades de parroquias y templos, “los dones de creación, redención y dones particulares” que hemos podido reconocer y agradecer. También hemos compartido lo que discernimos que Dios va haciendo hoy, los caminos que va abriendo desde la realidad misma para poder “amarlo más y seguirlo”. Hemos también compartido acerca de cómo poder acompañarnos en un caminar juntos desde el sector de parroquias y templos.

De nuestro encuentro fraterno han surgido algunas reflexiones acerca de nuestra misión que queremos compartir con todos:

Compartimos que nuestras parroquias y templos están llamadas a ser  “islas de misericordia en un mar de indiferencia”[1].  Creemos que Dios sigue dando vida incluso donde no alcanzamos a verlo, Dios sigue creyendo en nosotros, sigue creando y redimiendo. Y la misericordia es su Signo en este tiempo; es el signo de la Iglesia. Nuestras parroquias y templos, en este espíritu, están llamadas a ser como “hospitales de campaña” en medio de un mundo en el que el dolor, la injusticia y la violencia dejan gran cantidad de heridos.

Sentimos que nuestras parroquias están llamadas a ser espacios de escucha. Compartimos que nuestro pueblo necesita espacios en los que sus historias sean escuchadas sin ser juzgados para poder redescubrir la Vida de Dios en sus biografías a veces visitadas profundamente por el dolor. Nuestras parroquias y templos están llamadas a ser espacios de fraternidad, en la que otro tipo de relaciones sea posible y visible.

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Sentimos la llamada a acompañar los ritmos del pueblo de Dios, estando al servicio de lo que Dios va haciendo en nuestra gente. Nuestras parroquias y templos –muchas de ellas insertas en medios populares- tienen también vocación de santuarios; de espacios de gracia en la que nuestro pueblo encuentra acompañamiento a sus propios ritmos de encuentro con Dios.

Es un desafío constante para nuestras comunidades, generar espacios de formación en la fe y en la espiritualidad para nuestros laicos y laicas. Creemos que debemos avanzar en la formación en espiritualidad y también en la formación teológica de nuestros colaboradores.

Tampoco debemos olvidar que nuestra misión también, en algunas ocasiones,  implica señalar caminos evangélicos y abrir sendas de vida que no  surgen necesariamente de la dinámica de las comunidades, no pocas veces instaladas en un modo determinado de hacer. Esas iniciativas que debemos discernir, pueden venir del diálogo con instituciones externas a nuestras comunidades parroquiales, pero que abren a las parroquias al diálogo sobre los problemas sociales y políticos y la transforman en  espacios de encuentro y de acompañamiento de procesos populares. Esto implicará –por nuestra parte- escuchar los clamores de nuestro pueblo discerniendo en él la Voz de Dios que denuncia lo que oprime la vida y anuncia nuevos caminos de la “Vida verdadera de Cristo”.

Coincidimos en que es básica la actitud. Podremos caminar juntos y ayudar a nuestro pueblo sólo si tenemos actitud de escucha como pastores. Y podremos ayudarnos en nuestra misión si aprendemos a escucharnos entre nosotros. En este sentido valoramos esta experiencia de encuentro como un espacio de escucha de lo que Dios va haciendo en la vida de nuestros compañeros. Un espacio en el que no vinimos a enseñarnos ni a hacer gala de nuestros logros y realizaciones, sino en el que compartimos expectativas, esperanzas, consolaciones y perplejidades en la misión. Coincidimos también en que ha sido valioso el espíritu de oración que nos ha dispuesto a compartir desde otra profundidad.

Compartimos la convicción de que estos espacios deben continuar realizándose con periodicidad. También coincidimos en el valor de escuchar a los colaboradores y colaboradoras, además de variar el lugar de realización de los mismos. Por esa razón nos ha parecido bien realizar anualmente los encuentros en diversas parroquias; teniendo esos encuentros dos partes: un primer día con laicos y colaboradores de la parroquia o templo que nos reciba y un segundo día de compartir fraterno entre nosotros, párrocos y rectores de templos.

Estas son algunas de las reflexiones que queremos compartir con todos ustedes y que deseamos puedan comunicar algo de la experiencia vivida.

Que Dios nos siga bendiciendo y en todo seamos capaces de escuchar el susurro de Su Espíritu para consagrarnos al servicio de Su Pueblo.

Fraternalmente en Cristo.

PP. Fernando Albistur; Marcos Aleman; Leonardo Amaro; Héctor Bossié; José María Cantó; Horacio Carrau; Pablo Figueroa;  Alejandro Gauffin; Humberto González; Ernesto López Rosas; Néstor Mansur; José María Mattaldi; Julio Merediz; Mario Moreira; Oscar Riedel; Jorge Seibold; Rafael Velasco; Daniel Ziloni;



[1] Papa Francisco

20 años de FM Trujui

Un 10 de septiembre de 1995 comenzaba a salir al aire FM Trujui, una radio comunitaria desde la Parroquia Nuestra Señora del Perpetuo Socorro, desde San Miguel (Buenos Aires). Sobre el final de una era marcada por la aparición de medios alternativos que provocó la Democracia, supo hacerse un lugar entre los medios de una zona exigente.

Fue una apuesta a futuro, con muchos objetivos, de los que todavía quedan por cumplir. Su micrófono despertó la vocación y formó comunicadores, es expresión de muchas voces que valen la pena ser escuchadas. Tiene el privilegio de poner la mirada sobre lo que no ven los grandes medios, es vehículo de emociones y sentimientos, y expresión de una comunidad. A lo largo de este tiempo contó la vida y la historia de los suyos, relató las experiencias de la religiosidad popular y se sumó al aporte cultural de su pueblo.

No ha sido gratis el esfuerzo. Silenciosos hacedores la construyen día a día.  La responsabilidad en sus actividades, hacen que el festejo se postergue para noviembre en que será la gran fiesta aniversario. Con ella vendrá el lanzamiento del “Año Trujui” en que cada mes tendrá un acontecimiento para contar.

Vale la pena brindar con el esfuerzo y el trabajo de cada día.

Fuente: www.ciberfogon.com.ar

La misión de CVX en la Parroquia de Fátima – Uruguay

En diciembre de 2014, la CVX Uruguay asumió la corresponsabilidad de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en Villa del Cerro, Uruguay. En la Parroquia, se trabaja en conjunto con la congregación de las Hijas de San José, que vienen trabajando allí desde hace mucho; los jesuitas y en constante reciprocidad con la gente de Villa del Cerro.

Entre las tareas que se realizan en la Parroquia se encuentran la catequesis de niños, de bautismos y de adultos. Además, se llevan adelante otros servicios, como la visita a enfermos en asilos y casas; el servicio de escucha; se acerca la eucaristía a los vecinos del barrio que no pueden asistir a la misa; se ha armado un ‘rincón infantil’ en el fondo del templo para que los más pequeños se sientan recibidos; y se está trabajando para generar un boletín mensual con las novedades parroquiales.

Sol Agostino, una de las integrantes de la CVX, nos cuenta en una breve entrevista su experiencia en este casi año de trabajo en la Parroquia de Fátima.

¿Podrías describir en qué consiste concretamente la labor que hacen hoy en la parroquia?

CVX asumió, a partir de la decisión de la Asamblea de diciembre de 2014, la corresponsabilidad de la gestión parroquial de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, en Villa del Cerro. Esta responsabilidad conjunta se desarrolla con la comunidad parroquial local y se concreta en diversos espacios.

Por un lado, se creó un órgano que se llama “Equipo Coordinador” (EC), compuesto por seis miembros, tres delegados enviados por CVX y tres representantes de la comunidad local (al día de hoy son las dos responsables laicas elegidas por la comunidad y el diácono permanente). Este equipo se encarga de coordinar toda la actividad de la parroquia, se trata de una pequeña comunidad que va buscando discernir, en constante oración y escucha, los caminos de acción pastoral, social y de trabajo en red de la comunidad parroquial, teniendo como centro la evangelización y conversión tanto hacia dentro como hacia afuera de la comunidad.

Esto supone un trabajo fuerte en cuanto a reuniones frecuentes del EC y participación en otras reuniones con los demás grupos y con el Consejo Pastoral, pero además, involucrarnos en todo el trabajo cotidiano de una parroquia directa o indirectamente. Es mucho de tarea sencilla y oculta (limpiar el templo, colaborar en las celebraciones litúrgicas, conversar mucho con las personas de la comunidad y aquellos que se acercan del barrio o de lejos, visitar enfermos, simplemente estar ahí, entre tantas otras cosas), de ir tejiendo espacios nuevos en los que se viva fuertemente el ser comunidad (se han creado equipos de comunicación, de escucha, de acompañamiento comunitario) y revalorizando los que ya existen desde esta perspectiva comunitaria (catequesis, pastoral de la salud, liturgia, comedor de niños y otros).

También se creó un “Equipo Económico” que trabaja con el EC apoyando con toda la información económica y su sistematización, imprescindible para tomar buenas decisiones.

Además, nos acompaña como Administrador Parroquial el P. Álvaro Pacheco, sj.

A esta nueva etapa se han sumado algunos miembros de CVX que están sirviendo en alguna misión específica, tal ha sido el caso de la catequesis de bautismo y de niños y del espacio de escucha (con personas preparadas en acompañamiento espiritual), así como personas de la comunidad local que se han comprometido con más intensidad.

En estos meses venimos viviendo una experiencia fuerte de comunión, que desarrollamos con mucha fraternidad, disponibilidad, alegría y un innegable impulso del Espíritu Santo, en la que vamos sintiendo que juntos (cevequianos y comunidad local) discernimos mejor y nos equivocamos menos.

Y si bien esta etapa es todavía reciente, también ha sido muy intensa y de un gran aprendizaje para todos.

¿Qué cambios pudieron observar en la parroquia desde el comienzo de su misión hasta hoy?

Quizás es muy pronto para apreciar con justeza estos cambios (¡ni siquiera hace un año!), igualmente, destacaría ciertos acentos y algunos logros concretos:

El identificarnos con el trabajo como comunidad, que parte de la vivencia misma en la interna del EC (que se siente y funciona como una pequeña comunidad) y se va trasmitiendo a todos los grupos y actividades. Esta es la gran fortaleza y el gran desafío de este tiempo, porque supone dejar de lado las individualidades y protagonismos, para emprender procesos compartidos, conjuntos, a veces trabajosos, pero también fructíferos.

Fortalecer el encuentro y el diálogo con cada grupo, integrándolos a la comunidad, haciéndolos sentir y ser parte activa de la construcción del camino y conscientes de que esto es algo que sólo será si lo hacemos entre todos.

Intensificar la identidad de la comunidad, que tiene rasgos distintivos como la acogida, la alegría, la participación (en esto se destacan las celebraciones eucarísticas que cada domingo son verdaderas fiestas comunitarias).

¿Qué cambios generó el hacerse cargo de esta misión en el modo de vivir su CVX?

Es difícil dimensionarlo todavía, creo que por el momento percibimos con mayor fuerza dos grandes cambios. El primero, un desinstalarnos, salir de los espacios más conocidos y cómodos como movimiento e ir más hacia la evangelización territorial en lo que es la vida parroquial concreta, además en un barrio en el que viven muchas familias con realidades duras en cuanto a pobreza o marginación social.

El segundo, el desafío permanente del encuentro con otros hermanos que no son de CVX, el trabajar codo a codo con la comunidad local como iguales, que supone fortalecer nuestro ser Iglesia y todo un reto de comunicación, fraternidad y de aceptar las diferencias sin renunciar a la identidad de cada uno. Esto es todo un aprendizaje para crecer en respeto y humildad, enriquecernos recíprocamente y amar y servir más y mejor al Señor y a la Iglesia.

¿Qué le aportó a tu experiencia de fe personal el trabajo en la parroquia de Fátima?

No es fácil expresarlo, pero lo voy a intentar con algunas afirmaciones.

Me siento más vulnerable, con muchas menos certezas y más limitaciones y eso me hace sentir más cerca del Señor y de los demás.

Aprendí a desproteger más el corazón para orar con otros, para hacer mía la oración de otros, para dejar que otros hagan suya la mía y de alguna manera sintonizar mejor con el Señor.

Mi Señor viene adquiriendo muchos rostros de personas concretas que sufren y esperan, que necesitan y sueñan, que cuestionan y animan.

Y sentir que el Señor camina delante de nosotros y creerlo, creerlo con toda confianza aún desde la oscuridad de los desvelos, los conflictos, los desaciertos y la poquedad de nuestras entregas.

Homenaje al Padre Llorens – Mendoza

El gobernador Francisco Pérez homenajeó al Padre Llorens. Fue a través de la puesta en valor del monumento que se erigió en el Barrio San Martín.

El gobernador de Mendoza, Francisco Pérez, presentó el monumento en homenaje al Padre José María “Macuca” Llorens, en el Barrio San Martín, junto a vecinos de la comunidad, alumnos y docentes de las escuelas del barrio y a Daniel Jiménez, escultor. José María Llorens –popularmente conocido como “Macuca”- fue uno de los sacerdotes más queridos y respetados en el país. Era jesuita y concretó una de las obras más trascendentes de la tendencia conocida como “Opción por los pobres”: la transformación de un basural en el Barrio San Martín. Durante el acto, Pérez comentó que “la transformación del Barrio San Martín fue algo que se adelantó a las conferencias de Medellín y Puebla y al Concilio Vaticano II, ya que ese ‘Primero la casa de los hombres, después la de Dios’ que tanto promulgaba Macuca se realizó. Al principio, ni él ni las 70 personas que componían el basural imaginaban el barrio que existe actualmente, donde habitan casi 30 000 personas”.

Al acto, donde se presentó la obra realizada por el escultor Daniel Jiménez, asistieron, además de los vecinos del Barrio y los alumnos de la Escuela, una de las impulsoras junto a Macuca, María Ruiz, quien fue directora de la Escuela P y PS Nº05 “Padre José María Llorens”, hasta hace dos años. La actual directora del secundario, Gilda Aguirre y Liliana Carrión. Luego, el gobernador Francisco Pérez recorrió el Centro Educativo Padre José María Llorens donde dialogó con alumnos y docentes del establecimiento. Este centro de formación y apoyo educativo, en 1989 pasó a ser una escuela primaria común, y en 2001 inició el nivel secundario, garantizando a todos sus alumnos una profunda y sólida formación personal y social que les permita insertarse en la sociedad como personas responsables, reflexivas, críticas y solidarias, comprometidas en el servicio a los demás.

El Padre LLorens

El sacerdote jesuita llegó a Mendoza en 1958 trayendo la experiencia de los “sacerdotes obreros” aprendida de la obra del jesuita Alejandro del Corro. Por esa época dirigía a grupos de estudiantes secundarios de Acción Católica que ayudaban en la construcción de casas de un barrio obrero en las afueras de Buenos Aires. Eligió vivir en el Barrio San Martín en la Navidad de 1964, acompañando un proceso de organización comunitaria, conformando la cooperativa con la que se construyeron gran parte de las viviendas del Barrio. Macuca se expresaba siempre en plural. Decía que para poder concretarlo “fue que aprendimos a vivir fuera de la ley”. Así se llamó su libro: Opción fuera de la ley. Porque para la ley, esa población no existía. Entonces él decía: “Lo que no se pudo hacer de día, se hizo de noche». Así, por tres años se fue “robando” luz, agua, arreglo de calles, reparto de lotes, todo sin aprobación, hasta que, tras constancia y organización, finalmente las cooperativas lograron la remodelación urbana. Un capítulo aparte merece la relación de Macuca con los jóvenes universitarios. Era una verdadera “aventura cristiana” que despertó la vocación de muchos profesionales, que militaban por meses y años en el Barrio San Martín ofreciendo sus servicios a cambio del bien recibido. Fue uno de los dirigentes más importantes para que se consolide en la zona oeste de la Ciudad de Mendoza una rica tradición de organización comunitaria, que está presente en estos tiempos: bibliotecas populares, centros de jubilados, uniones vecinales, clubes y emprendimientos de la economía social. En lo educativo fue impulsor del centro que hoy lleva su nombre, iniciado en 1979. Surgió como un centro de formación y apoyo educativo, dando respuesta a una necesidad de las familias del Barrio, para que sus hijos pudieran concluir la escolaridad obligatoria. En 1989 pasó a ser una escuela primaria común y en el año 2001 se inició el nivel secundario. Este constante progreso comunitario permite hoy a sus estudiantes y sus familias acceder a una profunda y sólida formación personal y social.

Pocas experiencias comunitarias en la historia reciente de Mendoza han sido tan movilizadoras como la de Llorens desde el punto de vista social. Y siguen presentes en la memoria y en las prácticas de esta querida comunidad del Barrio San Martín. Macuca Llorens murió el 19 de noviembre de 1984 en Buenos Aires, pero seguía viviendo en una piecita de la parroquia del Barrio San Martín. Él eligió que sus restos mortales descansen en su parroquia “Virgen de los Pobres”, por la que tanto trabajó después de que los “hombres tuvieron su casa”, en la intersección de las dos calles principales del barrio, una de esas calles lleva su nombre como justo homenaje a su fecunda obra y nos lo recuerda a cada paso que damos.

Misión Parroquial – Parroquia Patriarca San José

Del 22 al 25 de Julio se realizó una misión Parroquial en la Parroquia Patriarca San José. Aquí les dejamos algunas fotos, y las palabras del Párroco y una de las misioneras, para que no dejen de enterarse de qué se trató.

Carta del Párroco

Querida Comunidad Parroquial:

Hemos realizado la misión parroquial del 22 al 25 de Julio pasado. Muchos de ustedes han recibido a los misioneros. Otros, tal vez, no han podido, o no hemos llegado ya que tratamos de empezar por los sectores más alejados de la parroquia.

La misión ha sido una profunda experiencia de Dios para nuestra comunidad parroquial. Hemos experimentado su llamada a ser misioneros, a salir, a ser una Iglesia que sale a buscar a los cruces de los caminos a aquellos que necesitan una palabra de aliento o un sostén para su esperanza. Hemos salido casa por casa, como nos mandó Jesús, y hemos celebrado las misas en lugares públicos, allí donde ocurre la vida del barrio, para simbolizar que esos lugares son sagrados porque Dios habita todos los espacios de nuestra vida, sólo espera que lo dejemos entrar. Por es, el lema ha sido «Estoy a tu puerta y llamo».

Quiero agradecer por este medio a todos los que participaron de la misión de un modo u otro. A los muchos que misionaron visitando casas; a los que misionaron también dando de comer a los misioneros o preparando las cosas para que se pudiera hacer la misión; a los miembros de la comunidad educativa del colegio parroquial, docentes, directivos y alumnos- que también misionaron y mostraron que son parte activa de esta comunidad parroquial; a aquellos que misionaron rezando por la misión, para que fuera una gracia para la parroquia y para el barrio; también gracias a los que recibieron a los misioneros, a los que hicieron sentir que su misión vale la pena. Y un agradecimiento especial a  los hermanos jesuitas que prepararon la misión y la coordinaron. Hicieron un gran trabajo y dieron testimonio de lo que puede hacer una comunidad apostólica cuando trabaja unida por Jesucristo.

La misión ha sido un punto de inicio, una motivación. Ahora debemos continuar con nuestra misión cotidiana, saliendo al encuentro del prójimo, cuidando unos de otros, ayudándonos a caminar por el camino de Jesús, sosteniéndonos. La misión que se da en la familia, en el barrio, en la escuela, en el trabajo.

Dios también nos alienta y nos espera allí. También en las cosas cotidianas el señor está a la puerta y llama.

Que Dios los bendiga a todos. 

P. Rafael Velasco SJ

Testimonio de Celeste Cardozo

Durante el receso de vacaciones hemos tenido la gracia de haber compartido la «Gran Misión Parroquial» bajo el lema: ‘Estoy a la puerta y llamo’.Han sido 4 días donde se vivió el espíritu de cada joven y adulto, en cada servidor y en cada casa que ha sido visitada.

Personalmente, he sentido alegría en mi corazón al ver que, para entregárselo a Jesús no hay edad. A medida que iban llegando los misioneros a registrarse cada mañana, para comenzar a caminar las calles de los distintos barrios, veía a los jóvenes que comenzaban a experimentar el gusto del servicio, matrimonios que daban testimonio de amor y compañerismo, niños que acompañaban y lo que más me llamó la atención: ¡abuelas y abuelos misioneros! Me llamó la atención y me gustó que estos misionero más experimentados («los viejis» como los llaman cariñosamente en la capilla) tenían en sus ojos el brillo de la alegría cristiana y el entusiasmo en cada uno de sus pasos.

Ha sido realmente una experiencia hermosa y enriquecedora tanto para los que han misionado como para las familias que han abierto sus puertas, para los que han trabajado en el servicio a las comunidades, y también, creo, para los que no han podido abrir sus puertas; para los que han dejado a Jesús llegar sólo al umbral de su corazón. Para ellos también… creo que les ha quedado resonando el ver a gente tan alegre y convencida de su Fe, que no teme salir a anunciar el amor de Jesús Resucitado, que seguirá llamando a su puerta.