Camino Ignaciano – Red Juvenil

en /por

El camino Ignaciano es una experiencia para todos aquellos jóvenes de Argentina y Uruguay que quieran dedicar un tiempo durante el verano para encontrarse con Dios y consigo mismo.

La experiencia completa dura diez días. Los primeros tres están ocupados por un Taller de Autoconocimiento. El mismo se compone de actividades grupales e individuales que le permiten a la persona conocerse un poco más a sí misma, en relación con las personas que los rodean, el universo que compone su vida, y con Dios. Durante los tres días, se forman ‘grupos de vida’ estables, que sirven para compartir entre pares, lo que cada uno va viviendo y sintiendo a medida que se suceden las diferentes actividades.

Los días siguientes al TAU son de ejercicios espirituales. El clima de la experiencia cambia. El ambiente se va inundando, del más profundo silencio exterior, a medida que los ejercitantes van haciendo más silencio en su interior. Quienes compartían la experiencia en el grupo de vida, se transforman, ahora, en silenciosos compañeros de camino.

Durante el TAU, las actividades son las mismas para todos los participantes. Sin embargo, durante la semana de EE EE, los ejercitantes se dividen en tres grupos. Un primer grupo de primera semana, que incluye algunos puntos de modos de orar. Un segundo grupo que hace Segunda Semana; y un tercer grupo que realiza las semanas 3 y 4 del mes de ejercicios.

Las temáticas de cada etapa, basadas en el libro de ejercicio de San Ignacio son:

1° semana: Principio y Fundamento. El Pecado. La Misericordia.

2° semana: el Llamado.

3°: Pasión y Muerte de Jesús

4°: Resurrección.

Cada uno de estos grupos cuenta con sus encargados de dar los puntos de oración. Al mismo tiempo, cada ejercitante cuenta con un acompañante espiritual, con quien conversar sobre lo que va despertando la y el silencio en el corazón de la persona oración a lo largo de los días.

Actualmente el Camino Ignaciano se realiza en tres puntos de Argentina: Tucumán, Córdoba y Mendoza.

afiches cig2016

 

Peregrinación a Itatí – Corrientes

en /por

La Peregrinación a Itatí es siempre ocasión de renovar la fe, dar gracias y pedir a la Madre y compartir como comunidad una experiencia de Iglesia muchas veces inexplicable. O así lo experimentan los jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana que participaron de la peregrinación el fin de semana pasado, y nos comparten aquí sus testimonios…

Por Nestor Manzur SJ

“¿Qué habrás hecho para peregrinar?” “¿Será que la Virgen se alimenta de tu caminata?” “¿Por qué tanto sacrificio?” “Una madre no te quiere sufriendo”. “No le veo el sentido de caminar tanto” “¿Cómo podes estar feliz con los pies ampollados?” Son algunas de las preguntas y frases que se escuchan cuando vamos a peregrinar.

La peregrinación supera todas las respuestas que podamos dar, porque peregrinar es una muestra de fe, es un signo de fe. Cuantas veces, en los lugares donde hay dolor (un hospital, una cárcel) descubrimos que a pesar de todo hay sonrisas, que hay alegría. La peregrinación es una parábola de esperanza, hay un gozo profundo de saber que hay “alguien” que nos espera y a la vez viene caminando con nosotros. No se peregrina para hacer proselitismo, ni para mostrar a los demás cuan fuerte soy, el peregrino cuando camina está mostrando que hay algo que anima el corazón, que hay una usina de fe en su vida. El peregrino aprende a lo largo de su vida qué cosas llevar en su mochila y que no, y la mochila de nuestra vida de fe no se carga de grandes cosas, sino de cosas sencillas, de gestos sencillos.

La Virgen nos espera con las manos juntas, pero no cerradas, y en ese hueco que hacen sus manos cabe perfectamente un corazón, entonces: ¿Qué esperamos para poner nuestros corazones en sus manos? Vamos a peregrinar, porque la Virgen se ingenió en llamarnos, y seguramente a cada uno de una manera diferente. Vamos a peregrinar con el lema “Guiados por María, construyamos la paz”, no para hacer turismo de aventura, sino porque necesitamos caminar hacia Ella, hacia sus brazos, y al llegar a su casa ofrecerle una vez mas todo lo que somos.

Buena peregrinación para todos, los que caminan, para los que servimos y para los que nos acompañan con su oración.

Por Irupé Ramírez

La mayoría pregunta en serio ‘¿pensas caminar tanto?’ ‘¿Crees que podes llegar?’  ‘Todos vuelven ampollados, yo que vos me quedo.‘ Tantas tentaciones juntas. Y este es el primer desafío, decir sí a tu corazón que te llama a peregrinar.

Todo comienza con el último suspiro cuando decidís inscribirte, el corazón te late fuerte y decis «que loco estoy».

Los días anteriores estas lleno de incertidumbre, de preguntas, llenandote de excusas para no ir.

Vas a la última misa y solo ves chicos ilusionados como vos, en la bendición solo pedís llegar y que no te duela nada, poca petición.

Armas la mochila, saltas un poco, querés gritar y ahí salimos, después de la bendición final, en busca de esa gran sensación.

Los primeros kilómetros son los más lindos, no paras de reír, cantar, aplaudir y hasta pensás ‘que fácil va a ser eso, como no voy a poder’. Llegan las primeras paradas y hasta ayudas a los que se sientes un poco más cansadas.

Las horas avanzan y el cansancio también, empieza a oscurecer y el camino se vuelve más dificultoso, el humor ya no es el mismo y son más pausados el tiempo donde escuchas canciones o ves luces, en ese momento no hay oración que te olvides rezar para poder continuar.

Hay algo que quiero resaltar, algo que me eriza la piel año tras año son las familias independientes que van a darnos comida y bebida gratis en el camino o que te gritan «falta poco peregrino, fuerzas, bendiciones, vos podes» para mi ellos son como Ángeles que Dios nos manda, se siente como caricias en el alma.

Avanzas y hasta que por fin llega el atajo, se acerca la decisión más difícil, tus piernas no responden, el frío se siente más, las zapatillas parecen ladrillos y a veces hasta mojados, sin embargo ahí está la tan nombrada FE.

A pesar de todos los dolores y molestias en tu corazón alguien te dice, «veni te estoy esperando, confía en mi, voy con vos».

Elongas, te abrigas, y entras cegado, sin pensar en nada solo en la recompensa final, en esa meta por la cual viniste.

Lo que más te motiva es pensar porque y por quienes estas caminando.

Las piernas en modo automático, la linterna y las lágrimas son los protagonistas del oscuro atajo, pero la esperanza es lo que más brilla en ese camino, repetís una y otra vez TE NECESITO JESÚS, ves la basílica y nombras tus aciertos y errores, lo bueno y lo malo que hiciste, sos lo más transparente ante Dios y continuas.

De pronto después de tanto dolor y llanto escuchas: ‘lo hiciste peregrino, ¡Mamá María está cerca! ¡Llegaste!’

Subís esas escaleras con las pocas fuerzas que te quedan, llegas y te desplomas dejando todo de lado. Es algo inexplicable lo que lloras, eso al menos me pasa a mi, una sonrisa inmensa llenas de lágrimas agradeciendo a la virgen haber llegado.

Es por esta sensación que peregrino, es algo increíble, venís de una manera y salís de otra, los dolores se hacen mínimos. Para mi esa es la respuesta más convincente de que Dios y la Virgen existen, de que cuando crees no podes más, ellos te demuestran que nunca caminas solo.

 Por Agustina Crosetto

Como es lo usual, cuando uno experimenta algo por primera vez aparecen esos nervios que se te meten en los huesos y te hacen sentir miedo por el cómo será y a la vez esa adrenalina tan palpable que te hace sentir ganas de que suceda ya. Pero ese día fue diferente, me levanté como si fuera un día normal pero con algo particular. Me había levantado con tranquilidad y una esperanza que nunca había experimentado, sabía que aunque estaba al tanto de lo que me esperaba todo iba a salir bien y tenía fe de que iba a llegar.

Una vez que arranque a caminar me sentía bastante optimista al respecto y así fue, hasta pasar San Cosme, lo que era un poco más de la mitad del camino, en  donde hicimos la segunda parada del día.  En ese momento ya empezaba a sentir dolor en todo el cuerpo y mucho cansancio y el optimismo con el que había comenzado se fue poco a poco escabullendo hasta prácticamente desaparecer. Una vez que con mi grupo retomamos el camino sentía que no podía mas, incluso la mayoría se fue adelantando y yo iba quedando cada vez más atrás, a este punto ya me había rendido y estaba decidida a terminar todo ahí, a no seguir, hasta que por fin frene del todo con otras tres chicas del grupo. Una de ellas llama a un conocido y le pide que por favor nos buque y nos lleve hasta Itatí y éste accedió. Mientras esperábamos a que llegue el auto, como ya había descansado bastante empecé a tener ganas de seguir otra vez y le pregunte a las chicas si no querían seguir caminando hasta que por fin llegue el móvil y ellas me contestaron que no, porque estaban muy cansadas y les dolía mucho el cuerpo y entonces me resigne ya que no estaba por continuar sola todo el trayecto. Aun esperando el auto y habiendo perdido cualquier tipo de esperanza veo la bandera de Nazareno, la iglesia a la cual pertenezco, en ese momento sabia que la virgencita me estaba dando una señal y quería que continuara, entonces les dije a la chicas que yo iba a seguir caminando con mi comunidad. Y así lo hice.

Con la esperanza renovada retome el camino hacia nuestra madre, a la cual sentía en cada paso que daba, acompañando y diciéndome “no estás sola, yo voy con vos”. Y así, poco a poco fui avanzando en el  camino, hubo momentos en los que ya no sentía de la cintura para abajo pero seguía porque sabía que María me estaba esperando. Hasta que, dos paradas más de por medio, por fin llegamos al tan esperado y temido atajo que son los últimos 7 kilómetros, pero que a mí parecer fueron 42. Estaba consciente de que una vez que entras ahí lo único que podes hacer es ir para adelante hasta llegar, y no había llegado tan lejos como para dar marcha atrás. Respire profundo y decidida entré al atajo.

Al entrar al atajo estaba bastante animada al pensar que faltaba tan poco para llegar, pero cuanto más me adentraba en el atajo más lejos me parecía el objetivo y por si el cansancio no bastaba se largo la lluvia con todo. El camino se puso barroso y una chica de la comunidad tuvo la idea de rezar los misterios del rosario para alivianar la carga, y eso hicimos. Fue un buen momento, más allá de la lluvia y del barro que te hacia resbalar a cada paso que dabas, cuando comenzamos a rezar todos juntos como comunidad los dolores desaparecieron, casi como que el cuerpo se anestesió para darnos un descanso y poder tomar fuerzas. Una vez terminada nuestras oraciones seguimos nuestro camino hacia adelante y al no haber luz y caminar ya cada uno como podía nos fuimos alejando. Llegó un momento en que seguí sola y comencé a ver luces y escuchar música y ahí se me lleno el cuerpo de felicidad, al creer que ya iba a llegar a destino pero cuando más cerca estaba me di cuenta que no era el final si no la mitad del atajo. En ese momento me desplomé.

Me sentía frustrada, adolorida, con frío. A ese punto lo único que quería hacer era estar sentada en la basílica diciendo “viste mamá, yo te prometí que iba a llegar y acá estoy”. Cuando creí que no iba a salir de ahí pasó un amigo  y me dijo: “vamos Agus, ya llegamos” y me arrastra con él.

Ni bien empecé a caminar hacia la segunda mitad del atajo las lágrimas empezaron a salir, eran un sinfín de lágrimas que brotaban y brotaban de mí y parecían nunca acabarse. Ya ni siquiera sabía por qué lloraba, si era por cansancio, dolor, ganas de estar en mi cama, ganas de terminar ya todo. Y no sé que hubiera sido si mi amigo no estaba ahí para darme el apoyo que me brindo en ese momento.

Cuando por fin terminó el atajo ya solo faltaban unas cuantas cuadras para llegar a la basílica, en las cuales las lágrimas tampoco me tuvieron piedad y continuaron saliendo, incluso hasta el momento más soñado: cuando por fin llegue a los brazos de María.

Entrada ya a la iglesia, me senté y nuevamente las lágrimas comenzaron a brotar. Pero ya no eran de sufrimiento, sino de alegría y satisfacción.

Si me hubieran dicho que en un día iba a pasar por tantas emociones juntas en tan solo segundos a tal punto de que se mezclaran, no se los hubiera creído nunca. Fueron muchos los momentos en los que me replantee seguir, fueron muchos los momentos en que dude de mi misma, pero yo sabía que más allá del dolor físico que uno pudiera sentir, la satisfacción y la felicidad que iba a sentir al llegar iba a ser la comprobación de que con FE uno todo lo puede, y estoy dispuesta a repetir esta experiencia única todos los años que quedan por venir.

A los futuros peregrinos les digo que emprendan el camino con fe, pero no cualquiera, sino la fe que mueve montañas, la fe que te hace sentir indestructible porque sabes que Dios y María te están acompañando en cada paso, y de caer te vas a caer pero sabes que vas a poder seguir por que ellos están ahí, para recordarte que no estás solo, que ellos te protegen y al final vas a ver que vale la pena tanto esfuerzo.

 

2° Encuentro de Confluencia – Jóvenes y Política

en /por

Estimados/as, se viene el II ENCUENTRO DE CONFLUENCIA, recuperando la riqueza de los compartido el año pasado nos juntaremos el 29 y 30 de Agosto en Manresa Córdoba.

Invitados todos aquellos jóvenes que sienten la vocación social y política en Argentina y Uruguay. Serán dos días de encuentro, formación y oración.

Les dejo la invitación para que la hagamos circular y que llegue de manera especial a otros «Jóvenes Ignacianos» que ha hecho la opción por vivir la fe desde esta vocación por la política. Estamos en contacto para avanzar en la organización y la convocatoria. Cualquier duda estamos en contacto.

​ Les dejo el link para inscribirse, que es exclusivamente por este medio hasta el 20 de Agosto : http://goo.gl/forms/zwlxnVfypS

Tomas Bradley SJ

Carta de Convocatoria al EJI

Queridos jóvenes ignacianos:

El Encuentro Juvenil Ignaciano (EJI 2015), ya está en marcha…

El pasado mes de abril, en Córdoba, los Referentes de nuestra Red Juvenil Ignaciana (RJI), han definido el lema, en torno al cual nos reuniremos en San Miguel el próximo mes de Septiembre: “Cristo pobre y humilde, nos llama a amar y servir.”

¿Qué es el EJI?

Es una de las instancias de encuentro de los jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana de Argentina y Uruguay.

Durante un fin de semana, nos reuniremos para compartir la espiritualidad que anima nuestro caminar. Buscaremos crecer en el conocimiento de Cristo, que se nos hace cercano en la vida de los otros jóvenes. Juntos viviremos la alegría de compartir los valores del Reino, nuestras búsquedas personales y nuestro ser Iglesia joven que se une y celebra.

Tendremos la oportunidad de profundizar nuestro itinerario de formación, personal y comunitario; apropiándonos de los contenidos de la fe a la luz del discernimiento ignaciano. Haremos vida el llamado de Cristo pobre y humilde que nos envía en todo a amar y servir; poniendo en obra el amor que nos lanza al encuentro de los más necesitados. Nos impregnaremos de la realidad que nos recibe y compartiremos el tiempo con aquellos que abren las puertas de sus hogares, y sus corazones, a la Buena Nueva del Reino.

En fin, nos encontraremos y reconoceremos como compañeros de camino. Compartiremos nuestra espiritualidad, nos comprometeremos en la misión-servicio, y nos formaremos para ser nuevamente enviados a nuestras distintas regiones y ciudades. Tejeremos RED y nos lanzaremos nuevamente al inmenso mar que siempre nos espera.

¿Cuándo, dónde, quiénes?

El EJI será el fin de semana del 12 y 13 de septiembre de 2015, en San Miguel, Provincia de Buenos Aires. Están invitados a participar todos los jóvenes entre los 18 y 30 años de los diferentes núcleos de la Red Juvenil Ignaciana en Argentina y Uruguay. Para la inscripción debemos ponernos en contacto con los Referentes de las diferentes RJI-Regionales, quienes administrarán las inscripciones de cada Núcleo. El costo de la inscripción por persona será de $100.- ARG. (Cien pesos argentinos).

¿Cómo nos preparamos?

“Cristo pobre y humilde, nos llama a amar y servir.”

El lema del Encuentro nos convoca, y nos pone en movimiento hacia el espíritu que queremos vivir durante el EJI.

Por ello, durante los próximos meses iniciaremos un camino de preparación mediante tres propuestas de formación que podremos trabajar en nuestras comunidades. Buscaremos acercarnos a ese Cristo pobre y humilde que se hace presente en la cotidianeidad de nuestras vidas y nos sale al encuentro en el rostro de los más necesitados. Afinaremos los oídos y haremos silencio en el corazón para escuchar el llamado que nos invita a transitar nuevos caminos. Pondremos nuestros pies y nuestras manos a disposición de la construcción del Reino, para en todo amar y servir.

Los animamos a profundizar en estas invitaciones en cada uno de los encuentros preparatorios y a compartir las experiencias que vayan realizando con el resto de la RJI, haciendo visible el camino que juntos comenzamos a transitar. Esto último por medio de las redes sociales, en el facebook del Centro Manresa o en la página de facebook: EJI San Miguel. También pueden enviar sus materiales y/o consultas al correo electrónico: ejisanmiguel@gmail.com

Ya estamos en marcha… Nos encontramos en septiembre.

Un fuerte abrazo para todos y nos unimos en la oración.

Equipo Coordinador EJI – San Miguel 2015

“Cristo pobre y humilde, nos llama a amar y servir”

 

100 años de presencia en el corazón del mundo

Por Javier Rojas Sj

Queridos amigos:

La vida es don. Es ofrenda que se entrega y se comparte generosamente.

Hoy, toda la comunidad MEJ celebra 100 años de presencia en el corazón del mundo. La alegría que brota en nuestro corazón nace de sentirnos amados incondicional y gratuitamente por Dios.

Sabemos que la vida que se comparte por amor no se empobrece ni se pierde sino que enciende otras vidas. Nuestra espiritualidad eucarística exige que nos convirtamos en aquello que recibimos: que seamos hombres y mujeres eucarísticos. Que derribemos las fronteras del propio egoísmo para salir al encuentro del que necesita esperanza.

El desafío que tenemos en el MEJ es que nuestra vida se vuelva eucharistía, es decir, «acción de gracias». De Dios recibimos gratuitamente su amor y en el servicio a los demás derramamos sobre el mundo el amor que hemos recibido.

Cuando entregamos nuestra vida al servicio, no nos perdemos a nosotros mismo sino que nos encontramos y nos reconocemos como discípulos de Jesús. Una vida que se entrega por amor no se pierde sino que se vuelve alimento.

Al celebrar el Jubileo del MEJ renovemos nuestra respuesta de amor a Jesús y María comprometiéndonos a servir en la Iglesia, en el corazón del mundo, viviendo al Estilo de Jesús.

Feliz Día “mejinos”

Festejo de los 100 años del MEJ

en , /por

El evento que convoca a los integrantes del Movimiento Eucarístico Juvenil se llevará a cabo el 21 de Junio en el Colegio Nuestra Señora de la Asunción en la localidad del Gran Buenos Aires desde las 9 hs.

Como cada año será una fiesta que se compondrá de juegos, dinámicas, reflexión y mucha alegría.

Constituida ya como una actividad de cada año, cercana a la fiesta de Corpus Christi y en coincidencia con el aniversario del Movimiento a esta zona, en esta oportunidad tendrá el agregado de los festejos de los 100 años del MEJ

 

Arte Canto 2015

El fin de semana del 2 y 3 de mayo en Buenos Aires se vivieron encuentros de canto y oración, gracias al taller Arte Canto, a la Oración Cantada de Cristóbal Fones SJ y a la Misa Cantada en la Iglesia del Salvador. Cientos de personas se reunieron para compartir la vida y la fe a través de la música.

Junto con la visita de Cristóbal Fones SJ, jesuita chileno compositor de música católica, se realizó un encuentro ignaciano de canto litúrgico organizado por la Red Juvenil Ignaciana en la Ciudad de Buenos Aires. El taller Arte Canto, que nació en Uruguay hace varios años tuvo como objetivo reunir animadores de coros litúrgicos de la red para compartir un tiempo de formación en la espiritualidad ignaciana y en la música a través del canto y la oración.

Algunos frutos del encuentro fueron la alegría de compartir la fe con jóvenes de distintos núcleos de la red y la espiritualidad ignaciana, haciendo énfasis en los Ejercicios Espirituales. Además se lograron hacer algunas grabaciones de canciones para compartir a través de Internet.

El sábado por la noche, en el Salón de Actos del Colegio del Salvador, alrededor de 500 personas se reunieron para compartir un momento de oración a través de la música y de la Palabra. Cristóbal Fones brindó un concierto de canto y oración en el que se respiró un profundo clima de reflexión y encuentro con Dios. Del mismo, participaron familias enteras, jóvenes, niños y religiosos de distintas comunidades.

El domingo por la noche, la misa dominical fue un tanto especial gracias a este clima atravesado por la música. La comunidad celebró una “Misa cantada” inspirada en el repertorio de “La Mesa de Todos” de Cristobal Fones SJ del año 2002. Los participantes del taller Arte Canto prepararon dichas canciones y oraciones de la eucaristía y toda la comunidad vivió una celebración distinta.

“El mejor coro para nuestras misas es el que hace participar a la asamblea, no el que canta más bonito. Cuando nos reunimos en torno a la Palabra y la Fracción del Pan, lo hacemos como un solo Cuerpo, en un mismo Espíritu: la Cena del Señor es la mesa de todos.”

De esta manera, se vivieron días distintos, días de encuentro entre hermanos y de encuentro con Jesús resucitado.

 

Taller de Adicciones

Los días sábado 2 y domingo 3 de Mayo se llevó adelante “la” actividad de formación del año para los jóvenes que forman parte de la Red Juvenil Ignaciana en Montevideo. Fue un taller del P. Fernando Cervera SJ bajo el título: “Ante una cultura adictiva, aportes de la espiritualidad ignaciana”; el mismo taller se dio a dos grupos distintos de jóvenes, uno el sábado y otro el domingo, en el Centro de Espiritualidad Manresa de Montevideo. La exposición del P. Cervera contó con la participación de más de setenta jóvenes, sumados los dos grupos, y el marco de su aporte fue el lema de los colegios de la Compañía para este año: “Con Jesús por la familia y por la paz”.

Los jóvenes eran en su mayoría voluntarios de los movimientos de los colegios Seminario y Monseñor Isasa, y miembros de CVX. El P. Cervera en la mañana hizo un abordaje desde la psicología y por la tarde desde la espiritualidad ignaciana. La propuesta fue que los jóvenes pudieran reflexionar sobre las causas que llevan a las adicciones, y cómo trabajar con adolescentes para contrarrestar las tendencias de la rutina que los puede conducir a esa conducta.

Junto con la claridad de los planteos del P. Fernando, los jóvenes valoraron el poder trabajar en grupos en la tarde y así compartir distintas pistas que la espiritualidad ignaciana les brinda tanto para vivir ellos más centrados en medio de una cultura tan adictiva, como para poder acompañar a los niños y adolescentes con los que trabajan en sus voluntariados y comunidades.

Agradecemos al P. Fernando su presencia en medio de nosotros para llevar adelante esta actividad de formación, y a la Casa de Espiritualidad Manresa que nos abrió sus puertas, con todas sus cosas ricas y sus espacios amenos, para poder disfrutar de estas jornadas de profundización.

Joaquín Mones

 

Venga Tu Reino – ArTeCanto 2015

Los días 1, 2 y 3 de Mayo de 2015 se llevó a cabo en la Ciudad de Buenos Aires la segunda edición del Arte – Canto. El mismo consiste en un encuentro de músicos que sirven en diferentes núcleos y templos ignacianos a lo largo de todo Argentina y Uruguay.

Al igual que el año pasado, el encuentro contó con la presencia del P. Cristóbal Fones Sj (jesuita y músico chileno) quien compartió algunos momentos con los participantes del Taller y Presidió una Oración Cantada el sábado 2 por la noche.

Les dejamos aquí el audio y la letra de una de las canciones en las que los jóvenes estuvieron trabajando a lo largo de ese fin de semana.

VENGA TU REINO

Somos Pueblo de Dios, Iglesia Peregrina

como una gran familia que camina unida

venimos a cantar en la fracción del pan

que nuestra fuente es el Dios de la Vida

Venga a nosotros tu Reino de Amor

pon a tu Pueblo de pie

celebraremos contigo, Señor

renueva nuestra esperanza

celebraremos contigo, Señor

una fiesta de Nueva Alianza

Somos Cuerpo de Cristo, Iglesia que comparte

y que alimenta al mundo tan dolido de hambre

venimos a cantar en la fracción del pan

que nuestro amor es el Dios hecho carne

 

Somos Templo sagrado del Espíritu Santo

como un hogar que acoge alegría y dolor

venimos a cantar en la fracción del pan

que nuestra fuerza es Dios Consolador

Letra y Música: Cristóbal Fones Sj

 

Encuentro de Referentes 2015

El pasado fin de semana del 25 y 26 de Abril, referentes de diferentes grupos ignacianos de todo Argentina y Uruguay  se reunieron en Centro Manresa, en  la Ciudad de Córdoba, Argentina. El objetivo del encuentro fue por un lado, continuar fortaleciendo los lazos que unen los distintos núcleos de la RJI (Red Juvenil Ignaciana) y, por otro, dejar sentadas las bases para empezar a organizar el EJI (Encuentro Juvenil Ignaciano) que este año será en San Miguel (Buenos Aires), los días 12 y 13 de septiembre.

Este año la temática del ENRE giró en torno a la frase “La amistad con los pobres nos hace amigos del Rey Eterno”, a partir de la cual los jóvenes reflexionaron en sobre los desafíos, preguntas y gracias que trae a su vida el “Ser amigos de los pobres” y cuál es su rol como jóvenes ignacianos frente a la pobreza.

Durante el sábado la mayor parte del tiempo se dedicó al trabajo en grupos y puesta en común en las que se compartían lo reflexionado sobre la temática. Estas reflexiones sirvieron de disparadores para el trabajo del domingo, que estuvo enfocado en organizar y dividir las tareas para la preparación del EJI.

Los casi 60 jóvenes que participaron provienen de Montevideo, Uruguay, y de las provincias argentinas de Mendoza, Santa Fe, Corrientes, Chaco, Santiago del Estero, Córdoba, Buenos Aires (San Miguel) y Capital Federal. Los mismos estuvieron acompañados por jesuitas y religiosas residentes en los diferentes lugares.

El Encuentro cerró con una gran alegría y deseos de reencuentro por parte de sus participantes. Les dejamos aquí la carta que los jóvenes ignacianos redactaron para invitar a todos los jóvenes que forman parte de la Red a participar del EJI en septiembre.

“Cristo, pobre y humilde, nos llama a amar y servir.”

Queridos jóvenes ignacianos:

“La amistad con los pobres nos hace amigos del Rey eterno” nos dice San Ignacio en la carta de la pobreza dirigida a los hermanos de Padua; estas palabras hoy hacen eco en nuestro corazón. Ser amigos del necesitado nos hermana, nos acerca a un Cristo pobre y humilde. La Buena Noticia del Reino se nos hace cercana en el rostro sencillo y sabio de los más pequeños. Con ellos, compartimos la alegría de encontrarnos, de sabernos pueblo e Iglesia, de descubrir la ternura de un Dios que se hace uno de tantos para entrar en el corazón de muchos.

Esta amistad en Cristo, no sólo nos consuela, sino que nos desafía a salir de nosotros mismos para comprometernos con la realidad que nos interpela. Como jóvenes ignacianos, somos testigos de un mundo herido que sufre hambre, soledad, exclusión e indiferencia. Un mundo que espera de nosotros una Iglesia que acompañe y se entregue. Es allí donde nos sentimos llamados a amar y servir.

A la luz de estas reflexiones y en un clima de discernimiento comunitario, los referentes jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana (RJI), reunidos en Córdoba, definimos el lema que nos convoca al próximo Encuentro Juvenil Ignaciano (EJI): “Cristo, pobre y humilde, nos llama a amar y servir.” Dicho encuentro tendrá lugar el 12 y 13 de septiembre en San Miguel, Buenos Aires. Allí, los miembros de cada núcleo de nuestra Red viviremos en comunidad la experiencia de ofrecernos para llevar la Buena Nueva a nuestros hermanos.

Contamos desde ya con la oración y el trabajo de todos, de manera que podamos como Red Juvenil Ignaciana gustar y sentir la gracia que nos confirma en nuestra vida y misión.

Referentes Jóvenes (RJI)