Encuentro a distancia del sector Parroquias y Templos: «A épocas difíciles, tiempos de grandes deseos»
A comienzos del mes de Agosto, los representantes del Sector Parroquias y Templos de nuestra Provincia, se reunieron de manera virtual para compartir un espacio de diálogo, oración y reflexión comunitaria. Tomás Bradley SJ, delegado del sector, comparte sobre lo vivido en el encuentro.
Por Tomás Bradley SJ
Nos hemos reunido para rezar juntos, compartir vida, reflexionar, teniendo en cuenta nuestra vivencia de comunidad en torno a una Parroquia o Templo.
Titulamos al encuentro: “Signos de los tiempos, signos de Dios, anuncio, denuncia y compromiso”. Buscamos crecer en una conciencia despierta que desea al mismo tiempo estar unida en el Dios de Jesucristo como “su cuerpo”, reflexionando para responder mejor a la voluntad de Dios presente en nuestro hoy.
Lo hacemos en este marco: inmersos en “tiempos difíciles”, épocas de cambio o cambio de época. La pandemia ha sacado a la luz muchas luces de la humanidad actual y ha iluminado, muchas sombras de “cómo nos estamos viviendo como comunidad global y sus consecuencias locales”. Ya usar el término comunidad para nombrar la humanidad, tiene más de utopía que de realidad.
Pero vamos a seguir diciendo “comunidad global” por el deseo que nos inspira. Como hablamos de la patria grande, al nombrar a América Latina, como la soñaron San Martín y Bolivar; o como la vivió sufriendo el exilio, Gervasio de Artigas: “Los pueblos libres”. Con más razón si soñamos desde la locura de Cristo de desear la “fraternidad entre todos los hombres”. El vayan y bauticen a todos los pueblos en el amor que él nos enseñó y vivió hasta la cruz, no es una utopía, no es un sueño irreal.
Esta decisión tiene mucho que ver con “aquel que nos llamó a su seguimiento”. Tiene que ver con su modo de ser y de acercársenos. Tiene que ver con su modo de morir y de enviarnos al mundo.
Si intentamos desentrañar un poco los signos de Dios en los signos de estos tiempos, nos encontramos con… Me animo a describir algunos…
1.- Grito que es denuncia: un grito que clama hasta ensordecernos por su contundencia: “no somos propietarios del mundo que Dios nos encomendó”. Nadie lo es.
2.- Compromiso en GRATUIDAD, herencia y legado: como miembros de comunidades “gratuitas” hacemos una opción por lo común, sin desear apropiarnos de nada.
3.- La pequeñez, allí la verdadera grandeza: nuestras PEQUEÑAS COMUNIDADES LOCALES son gigantes protagonistas del rescoldo muy vivo de libertad, humanidad y compromiso social.
4.- La TRASCENDENCIA. Mirando más allá de nosotros: “trascendencia” como fecundidad que nos precede y será “con nosotros” signo de vida cuando ya no estemos. Trascendencia es Dios, es el hermano, trascendencia es el que piensa distinto…
5.- “Nueva arte-sanidad”: la lógica del “trabajo como una compulsión” (en concepto de Eric Fromm), ha de ceder al encuentro entre lo global y local, entre lo productivo masivo con la artesana dedicación local.
6.- La conversión continua: somos nosotros los llamados a una continua conversión al Cristo presente en el otro. Esta conciencia de asumir como propio el cambio que queremos generar, no puede sernos ajeno.
7.- Luz en las tinieblas: Donde hay ausencia de Dios, hay presencia de maldad. Nuestras vidas pequeñas, artesanales, que cobijan son una propuesta de verdadera luz.
Que San Ignacio interceda para que no dejemos de salir al encuentro, discerniendo aquello que va quedando en nuestro interior, para que siguiendo las mociones del Buen Espíritu nos dispongamos a ayudarlo a hacer presente su Redención siempre nueva.
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