Ginóbili y el Discernimiento
Una reflexión sobre el discernimiento a la luz de la vida de una figura del deporte.
Por Ignacio Pueyo
Con 40 años, Emanuel Ginóbili sigue brillando en la elite del básquet mundial. Manu se afianzó hace tiempo como el mejor basquetbolista argentino de la historia y como uno de los mayores deportistas que nuestro país ha tenido el lujo de disfrutar.
Sin embargo, el bahiense no goza de tomar decisiones apresuradas. De hecho, hemos podido complacernos con su presencia en la NBA más tiempo del que muchos esperábamos, y eso ha sido el resultado de meses de reflexiones en las últimas temporadas.
“La situación respecto a mi continuidad no es diferente a la de los últimos años. Si tomo una decisión en caliente no sirve. No tengo la necesidad de apurarme, me tomo uno o dos meses para saber cómo están el cuerpo y la cabeza” señaló el astro. Básicamente, Ginóbili se encuentra ante dos decisiones que a priori pueden ser buenas: retirarse luego de 22 años de carrera profesional, o seguir un año más en los Spurs. Ninguno de los dos caminos parece malo, por lo que la persona deberá discernir entre aquello que es bueno y aquello que es mejor.
Manu ha sido ejemplo de muchas cosas para los argentinos: perseverancia, profesionalismo, talento, y sobre todo humildad. En esta ocasión, con todo el camino recorrido, el ídolo nos da una lección más, para poder ponernos en las manos de Dios en aquellos momentos en los que el camino parece difuso y es necesaria una determinación para el largo plazo.
Fuente: Red Juvenil Ignaciana Santa Fe
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