Jesuita a la ONU: los Migrantes Deben Ser Protegidos contra la Explotación
El padre jesuita Michael Czerny -escogido por el Papa Francisco como Subsecretario de la Sección de Migrantes y Refugiados del Dicasterio para Promover el Desarrollo Humano Integral- dijo en una conferencia en la ONU que los migrantes buscan las “mínimas condiciones” de dignidad, y desarrollo integral y sostenible.
Por Michael Czerny, S.J.
“El derecho a permanecer ayuda a concentrar los esfuerzos de la comunidad internacional en su obligación previa de asegurar el desarrollo humano sostenible e integral de todas las personas en su lugar de origen y de permitirles convertirse en agentes activos de su propio desarrollo”, dijo él. “También nos ayuda a reconocer los costos sociales, económicos y culturales que la migración puede implicar o significar para un país cuando sus propios ciudadanos se sienten obligados a abandonar en lugar en vez de permanecer. Es mediante la garantía de las condiciones para el ejercicio del derecho a permanecer, entonces, que hace de la migración una elección, en vez de una necesidad”.
El sacerdote dijo que lo mejor de los países pobres — los jóvenes, el talento, la valentía y la esperanza — están arriesgando sus vidas atravesando el Mediterráneo y otros mares del mundo en busca de supervivencia y una vida mejor.
“Los profundos vínculos entre la migración y el desarrollo pueden verse en primera instancia, por desgracia, en la ausencia o desintegración de muchos de los pilares del desarrollo sostenible que han obligado a millones de personas a ponerse en marcha o desplazarse: en la pobreza endémica, el hambre, la violencia, la carencia de trabajo adecuado, la degradación del medio ambiente y las sequías, las instituciones débiles y corruptas, y tantas otras áreas que se están abordando de manera concertada en la Agenda para el Desarrollo Sostenible del 2030”, dijo el Padre Czerny.
El evento informal en la sede de la ONU en Nueva York tuvo lugar del 24 al 25 de julio con el fin de estudiar las contribuciones de los migrantes y la diáspora a todas las dimensiones del desarrollo sostenible.
El Padre Czerny dijo que esta migración es una “pérdida neta para sus países”, agregando que puede convertirse en una ganancia para ellos si los migrantes “son bienvenidos, protegidos, promovidos e integrados”, y si se les ayuda “a pasar de objetos de cuidado urgente a dignos sujetos de su propio desarrollo”.
Dijo que se debe permitir a los migrantes que utilicen la educación, las habilidades, las ambiciones, las experiencias y la sabiduría cultural que ya tienen, lo que se puede mejorar o acentuar mediante una mayor escolarización y capacitación para el desarrollo de la sociedad.
“Para que esto se produzca y sea un éxito para cada una de las partes, los migrantes deben primero que todo ser recibidos y tratados como seres humanos, con dignidad y pleno respeto a sus derechos humanos, y protegidos contra toda forma de explotación o de ser permanentemente expulsados social, económica o legalmente”, dijo el Padre Czerny.
El Padre Czerny advirtió que las comunidades receptoras deben recibir una asistencia adecuada para integrar a los migrantes de una manera que no perjudique a los pobres o marginados locales; y dijo que los migrantes tienen la responsabilidad de respetar los “valores, tradiciones y leyes” de las comunidades que los reciben.
Concluyó su intervención citando una carta enviada por el Papa el mes pasado a la agencia de noticias italiana Ansa, en la que el Papa Francisco dijo: “La presencia de tantos hermanos y hermanas que experimentan la tragedia de la inmigración es una oportunidad para el crecimiento, encuentro y diálogo humanos entre culturas con miras a promover la paz y la fraternidad entre los pueblos”.
Fuente: CPAL Social
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