La Escuela de Liderazgo Político ya tiene sus Primeros Candidatos
La institución que coordina Rodrigo Zarazaga SJ se propone formar una nueva generación de dirigentes. Durante su tercer año de vida, la Escuela comienza a ver los frutos de su trabajo: tres egresados compiten por Cambiemos y Unidad Ciudadana.
Por primera vez, egresados de la Escuela de Liderazgo Político, institución liderada por el sacerdote jesuita Rodrigo Zarazaga que atraviesa su tercer año de vida, pelearán en los próximos días por un lugar en el Congreso de la Nación y en la Legislatura porteña. Los precandidatos -dos de Cambiemos y otro de Unidad Ciudadana- contaron a LA NACION cómo llegaron a la política y qué aportes esperan concretar.
Gregorio Hernández Maqueda es precandidato a diputado nacional de Cambiemos por la provincia de Córdoba. Es abogado y, con 25 años, es el candidato más joven a diputado en todo el país. «Siempre fui el más chico, pero la capacidad no tiene que ver con la edad, sino la experiencia, la integridad y los valores», dijo.
Su vocación política nació a los 14 años, cuando empezó a ver por TV una «melena rubia portada por una señora que decía lo que pensaba». Así, sintió la necesidad de trabajar con Elisa Carrió y a los 17 años, cuando terminó el colegio, mandó un mail y se afilió a la Coalición Cívica ARI.
«En mi casa siempre se debatió de política», dijo a LA NACION Juan Manuel Valdés, precandidato a legislador porteño por Unidad Ciudadana. El hecho que lo llevó a comprometerse con la política fue la crisis de 2001. «Me tocó vivirla desde muy cerca. Mi colegio quedaba a la vuelta de la Plaza de Mayo», agregó.
El licenciado en Letras de 29 años militante del Partido Justicialista aseguró que su mayor preocupación es la grieta social. «En 2003 se inauguró una etapa de reparación de derechos. Las políticas sociales fueron políticas de inclusión. Por eso me comprometí con el FPV y con Unidad Ciudadana, con Néstor Kirchner y con Cristina», explicó.
Juan Manuel López, un abogado de 33 años, es precandidato a diputado nacional por la ciudad de Buenos Aires de Vamos Juntos. Como Valdés, viene de una casa con «mucha política». «Mi recuerdo de niño es jugar con los hijos de los amigos de mis papás y volver a la mesa de los grandes para escucharlos debatir», dijo a LA NACION. No era cualquier mesa, en ella se encontraban un intendente radical y el peronista que había competido contra él.
Trabaja también con Carrió hace casi ocho años, en la agenda parlamentaria y la agenda más pública de denuncia e informes, pero su llegada al círculo de la diputada no fue como la de Hernández Maqueda.
«Tardé más años en llegar a Lilita. Tenía un prejuicio con la política. Pero hoy estoy convencido de que es la única herramienta posible para transformar la sociedad«, dijo.
Sobre el hecho de haber compartido la cursada en la Escuela de Liderazgo Político con dos referentes de Cambiemos, Valdés dijo: «La confrontación política es natural. Creo que lo que hay es una diferencia muy profunda respecto de un proyecto de país, pero eso no quita que uno no pueda tener respeto por las ideas del otro. Igual, no cambio mi espacio político». El joven candidato es hijo del dirigente justicialista y ex embajador ante la Santa Sede Eduardo Valdés.
Crítico del actual oficialismo, Valdés agregó: «Vengo a aportar convicciones de que hay que defender a los sectores más vulnerables, que se ven hoy más descartados por la política económica, que ha privilegiado a pocos. El Estado tiene que tener como prioritario el sostenimiento del consumo, el mercado interno y la industria nacional».
Hernández Maqueda respondió con las «acciones y hechos» de su partido: la devolución del 15% de los fondos de la Anses a las provincias, el traspaso de la justicia nacional a los porteños, la creación de una policía de la ciudad y la reestructuración de los subsidios para los servicios. Ideas que volvieron a ser refutadas por Valdés.
Sobre su aporte para el Congreso, Hernández Maqueda dijo: «Si tengo una obsesión es la reforma tributaria. Una rebaja drástica de los impuestos, que beneficie y posibilite estar en regla». López, por su lado, quiere aportar al diálogo y desde su formación apunta al Poder Judicial. «Quiero una Justicia que funcione, independiente. Desde el Congreso se tiene que controlar al Poder Judicial, que de los tres poderes de Estado es el que tiene más deudas con la sociedad», concluyó.
Fuente: LaNación
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