La Iglesia Inconclusa que pudo ser la más Grande de las Misiones
La Reducción de Jesús, que se encuentra en Paraguay, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1993. Es una de las grandes atracciones turísticas del país vecino.
Ubicada en el departamento paraguayo de Itapúa, en una zona propicia para la agricultura, el comercio y los servicios, se encuentra la misión jesuítica guaraní de Tavarangüé, uno de los tantos pueblos fundados por los jesuitas en América Latina en el Siglo XVII.
Pero esta misión –fundada en el río Monday por el jesuita Gerónimo Delfín y trasladada tres veces por la amenaza de los brasileños- tiene una gran particularidad, pues se trata de una obra inconclusa o inacabada debido a la expulsión de los jesuitas en el año 1767. Es ahí donde también se destaca la presencia de una iglesia que por las mismas circunstancias no pudo ser finalizada.
Este maravilloso legado arquitectónico, que pretendía imitar a la Iglesia de Loyola en Italia, podría haber sido quizás la más grande de la época si los jesuitas hubieran permanecido.
“La reducción de Jesús es particular en su diseño, como así también la que revela claramente en sus detalles el estilo hispánico, en sus bellas portadas del frente y de las sacristías, ello porque los tres arquitectos que la idearon fueron españoles”, señala el sitio Ruta Jesuítica.
Con el correr de los años este lugar se ha convertido en zona de atractivo turístico inmerso dentro de la famosa Ruta Jesuítica en Paraguay. Desde el año 1993 las ruinas de esta misión fueron declaradas Patrimonio Histórico de la Humanidad por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco)
Fuente: Aleteia.org
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