Lo que llamamos Filosofía
Estamos cambiando de época. Y esto nos obliga a responder a los interrogantes que este tiempo nos plantea.
José Daniel López, SJ – Coordinador de la carrera de Filosofía de la Facultad de Filosofía y Humanidades UCC.
En la aurora de la cultura occidental surgieron en Grecia aquellos a los que se los llamó “amantes de la sabiduría” o filósofos. Estos amaban y deseaban la sabiduría porque al no tener todas las respuestas para las cuestiones fundamentales, reconociendo su ignorancia, comenzaron a preguntarse aspirando llegar al conocimiento. Desde entonces, la filosofía es la disciplina que surge de las incertidumbres humanas y que se dirige hacia los temas centrales que cuestionan y estimulan nuestra existencia: el mundo, la vida, lo Divino, los otros, las instituciones, la historia y el hombre mismo.
Efectivamente, la filosofía piensa y pregunta, porque pensar es preguntar. Y el desarrollo de la pregunta filosófica implica respuestas que abren siempre nuevos interrogantes. La filosofía, entonces, busca perseverar en el pensar.
Un momento fundante de la filosofía fue cuando en la Grecia antigua, los filósofos comenzaron a indagar el mundo y la naturaleza. Ya no les bastaba ver cómo son las cosas y sus cambios, querían saber por qué las cosas y la naturaleza son de una determinada manera y por qué cambiaban, y si había algo que permanecía en medio de los cambios. La admiración y el asombro ante el cosmos, bello en su orden y trágico en sus cambios y su destino, hizo surgir la pregunta filosófica. Admirarse del mundo y buscar comprenderlo es Filosofía.
La admiración por el mundo trae consigo el deseo de conocerlo y también de transformarlo. Este deseo es lo que llevó, en los tiempos modernos, al desarrollo de la ciencia y de la técnica. Y la transformación del mundo hizo tomar conciencia al hombre de sus posibilidades, de su fuerza… y también de sus condicionamientos y sus límites. Por ello, la filosofía es habitar el mundo tomando conciencia de las posibilidades y los límites de nuestra condición humana.
Y si miramos nuestra cultura y nuestro entorno nos damos cuenta que vivimos un momento de cambio y de transición profundo. Estamos cambiando de época. Y esto nos obliga a responder a los interrogantes que este tiempo nos plantea. No solamente dar respuestas a las situaciones y dificultades ocasionales, sino de descubrir los cuestionamientos que gestan nuevas formas de convivir y de interpretar la vida. Animarse a formular las preguntas profundas que late en cada una de las transformaciones y conflictos que atraviesan nuestra época, es lo que desde la época de los griegos llamamos Filosofía.
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