Madre Catalina Rodríguez a un paso de ser proclamada beata
Fue la fundadora de las Esclavas del Corazón de Jesús, una congregación que se identifica con la espiritualidad ignaciana. Madre Catalina colaboró con los ejercicios espirituales siendo religiosa y laica.
La venerable Madre Catalina de María Rodríguez, fundadora de las Esclavas del Corazón de Jesús (Esclavas Argentinas) y colaboradora en la tarea evangelizadora que desplegó en las sierras de Córdoba el Santo Cura Brochero, quedó a un paso de ser proclamada beata.
El plenario de obispos y cardenales aprobó recientemente el milagro efectuado por intercesión de la religiosa, por lo que resta que el papa Francisco firme el decreto correspondiente y fije la fecha de la beatificación.
El proceso de beatificación atravesó los pasos que determina la Congregación para las Causas de los Santos. En 1998 fue declarada venerable y desde 2013 se propuso una gracia como posible milagro para la beatificación. Dicha gracia obtuvo la aprobación de los médicos en julio de 2016 y en enero de 2017 fueron los teólogos quienes se sumaron a la determinación de que la misma fue por mediación de la Madre Catalina.
Esposa, viuda y luego se vistió con el hábito
Josefa Saturnina Rodríguez -luego Madre Catalina de María- nació en Córdoba el 27 de noviembre de 1823. Cuando tenía tres años perdió a su madre y a los 9 a su padre. Estos hechos fueron determinantes en su vida, ya que su educación quedó a cargo de sus tías Luisa e Ignacia Orduña, de profunda fe religiosa.
Su vocación despertó alrededor de 1840. Pero no pudo cumplirla porque en la Argentina y sus alrededores sólo había conventos de clausura, y no existía en ese momento la opción de vida religiosa apostólica para las mujeres. Se dedica entonces a promover y sostener la obra de los Ejercicios Espirituales, y a los 29 años contrae matrimonio con el coronel Manuel Antonio de Zavalía, viudo, padre de dos niños. En los trece años que duró su matrimonio fue modelo de esposa y madre. Así, cuando en 1865 murió su esposo, quedó libre para concretar su primera vocación, que se despertó con mayor vehemencia.
Pero para llegar a este sueño dorado, pasaron siete largos años llenos de obstáculos y luchas que impedían su realización. Finalmente el 29 de septiembre de 1872 fundó en Córdoba el instituto de las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús (Esclavas Argentinas), dedicado a la educación y promoción de la mujer y atención de casas de ejercicios espirituales.
La Madre Catalina fue una mujer cordobesa de su tiempo que buscó vivir la plenitud del amor a Dios y al prójimo como laica, como madre y como religiosa.
En 1877, invitada por el San José Gabriel Brochero, el “Cura Brochero”, se instaló en Villa del Tránsito (Córdoba), y ambos tuvieron una fecunda misión en la Iglesia de fines del siglo XIX, sobre todo en la evangelización de las sierras cordobesas y la difusión de los ejercicios espirituales.
La religiosa murió el 5 de abril de 1896, y fue declarada venerable el 17 de diciembre de 1997 por el papa Juan Pablo II.
Fuente: AICA
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