«Networking for Justice» desde la CPAL
¿Cómo trabajar en Red desde la fe y en busca de la Justicia? Desde la Conferencia de Provinciales en América Latina se ofrecen algunos ‘tips’ o consejos que se han obtenido desde la experiencia.
Los tres mayores retos que descubro en el trabajo en Redes tienen que ver, el primero con la superación de la idea de que la misión “es mía”. En tanto no aceptemos cordialmente (y seamos formados en la perspectiva de) que somos co-laboradores (todos y todas) de La Misión de Cristo, en la que el personalismo (individualismo) y la desarticulación nos impiden ir adelante.
El segundo reto es una premisa del anterior y tiene que ver con la vida espiritual: somos administradores de dones recibidos. Dios los dispensa con generosidad pero no los controla. Si no hay una vida espiritual profunda –y cada vez más: tanto en jesuitas como en los otros colaboradores- el norte se pierde.
Para trabajar en Red(es)…hace falta dedicar explícitamente recursos no sólo financieros sino humanos y de tiempo.
El tercer reto importante tiene que ver con el gobierno de las obras, comenzando por el gobierno de la Compañía. Habrá que entender cada vez más que lo más típico no es la obediencia sino el discernimiento, y que el papel del superior allí es fundamental. Pero habrá que entender también que las redes no son organismos ni niveles de gobierno sino de concertación y de acuerdos apostólicos, que se convierten en insumos fundamentales para ese discernimiento y la misión de quienes gobiernan.
La cada vez más numerosa integración de otras personas no jesuitas (laicos y laicas, religiosos y religiosas, sacerdotes y personas no creyentes) en nuestras obras apostólicas en niveles profesionales de responsabilidad, si es que cumplen con los dos primeros retos que mencioné, es decir: saber trabajar en una misión que no es propia sino del Cuerpo y hacerlo con espiritualidad, es una de las mayores ayudas proféticas (porque incomodan muchas veces a muchos) que se están experimentando.
Más del 90% de los actores en nuestras redes apostólicas no son jesuitas. De ellos aprendemos muchas cosas que tendríamos que ser cada vez más capaces de vivir entre nosotros.
Para trabajar en Red(es), finalmente, hace falta dedicar, explícitamente, recursos no sólo financieros sino humanos y tiempo. Una red hay que construirla, una red hay que aprender/enseñar a utilizarla, una red hay que cuidarla. Allí tiene la Compañía de Jesús un reto muy grande porque a veces esperamos que estas cosas se den por generación espontánea o sin que vengan a costarnos “un poquito más” de inversión (tiempo, personas, dinero). Esta es una nueva manera de trabajar que enriquece a los que participan, pero que implica un plus de esfuerzo respecto de la manera en la que siempre se ha trabajado.
Fuente: Jesuit Networking
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