Trabajos en la Cueva de San Ignacio – Matías Yunes SJ
Matías Yunes SJ se encuentra en Roma transitando y preparando su Doctorado en Teología y, al mismo tiempo, colabora en el Centro Aletti, de espiritualidad y arte. Como parte del equipo del jesuita esloveno Marko Rupnik, Matías participó del trabajo de remodelación en el Santuario de la Cueva San Ignacio. A continuación compartimos su testimonio:
Durante el mes de marzo fueron realizados los trabajos de remodelación del Santuario de la Cueva de San Ignacio que se encuentra en la Casa de Espiritualidad de Manresa (España). Fueron instalados 550m2 de mosaicos del Centro Aletti, obra de Marko Rupnik S.J. El proyecto está previsto en ocasión del año Ignatius 500, el cual la Compañía se prepara a celebrar en 2021-2022.
Como parte de la comunidad del Centro Aletti en Roma, tuve la gracia de acompañar a los artistas en el trabajo y de participar en el proceso de realización del mosaico. Fue un momento de gracia y al mismo tiempo de arduo trabajo. En Manresa todavía se respira la experiencia espiritual de San Ignacio, y la Cueva todavía emana, en el silencio, la fuerza del encuentro de Ignacio con su Creador y Señor.
El trabajo consistió, fundamentalmente, en la remodelación de las ocho capillas laterales de la Iglesia barroca que fue construida a mediados del 1700. El recorrido iconográfico va desde la Creación hasta la Redención, buscando, con diversas escenas bíblicas, plasmar el camino de las cuatro semanas de los Ejercicios Espirituales. Como sucede en el arte litúrgico, cada escena busca entrar en diálogo con la otra y así, mediante el lenguaje simbólico, expresar la realidad del misterio que contiene, involucrando a quien lo contempla.
El proceso del mosaico es laborioso. Las escenas (personajes, rostros, manos, vestidos) se realizan en el taller de arte del Centro Aletti en Roma antes de ir al lugar de trabajo. Esta es la parte que demanda más tiempo. Luego, durante los días de trabajo en el lugar, se realiza el montaje y se componen, en pared, los movimientos de “fondos y formas” que unen una escena con la otra. La coordinación del “cantiere” (como lo llaman aquí) lo realiza Rupnik quien, en su visión de la obra completa, busca que la materia exprese su contenido teológico-espiritual de la mejor manera.
Se trata de una experiencia de trabajo en comunión de unos con otros y con la Iglesia. Y así como el “fruto de la tierra y del trabajo”, gracias a la acción del Espíritu Santo, se transforman en el Cuerpo de Cristo, en este tipo de arte litúrgico se busca que las paredes de la Iglesia finalmente manifiesten su verdadera identidad: ser expresión del Cuerpo de Cristo.
Matías Yunes SJ
Conocé más sobre el Centro Aletti aquí: www.centroaletti.com
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!