Testimonio del Provincial de Argentina-Uruguay desde la CG36

El Padre Provincial de Argentina-Uruguay ha enviado una carta desde Roma a los compañeros de su Provincia en la que cuenta su experiencia de la Congregación General 36.

Por Alejandro Tilve SJ

Queridos Compañeros: 

Con la alegría del nombramiento del nuevo P. General, Arturo Sosa, se cierra una etapa fuerte de la Congregación General. Desde la primera sesión, con la renuncia del P. Adolfo Nicolás, se fueron sucediendo los diversos momentos de la Congregación: la primera misa; el inicio solemne en el Aula; la reflexión sobre el ‘Estado de la Compañía’ por grupos…; fue todo un tiempo de ponerse en movimiento y vivir la importancia de una Congregación General en la vida de la Compañía. Con la participación en grupos diversos se va palpando de primera mano la diversidad de culturas, problemáticas y proyectos apostólicos que conviven en la Compañía. Pero sobre todo, en el encuentro personal y fraterno entre los delegados es cuando se da la mayor riqueza: detrás de las historias personales se descubre al hermano y se percibe la misma vocación en contextos diversos. Se pasa de la comprensión de los problemas a vibrar con la misión común, la universalidad de la Compañía y la inmensidad de los desafíos que se nos plantean ante la mirada de Dios.

El descanso del fin de semana pasado vino bien para empezar con toda frescura el proceso de elección del nuevo P. General. La murmuratio fue un momento de enorme franqueza, en el que uno va descubriendo las fortalezas y debilidades de los compañeros y se van perfilando los posibles candidatos. Se va construyendo una comprensión profunda del otro: su relación con Dios, la audacia apostólica, la empatía con el hermano que sufre, el espíritu sacerdotal, la capacidad de llevar adelante el trabajo en equipo, la creatividad, la serenidad de espíritu, la salud…, tantas cosas. Esas notas que apreciamos en los compañeros de comunidad y que quizá ni siquiera sabemos poner en palabras.

Se valora a cada uno, sin posibilidad de realizar una comparación lineal entre candidatos. Es la hora de ponderar y sopesar las fortalezas y debilidades; de pasar de los proyectos a la calidad humana de las personas, sabiendo que sobre el P. General cae el peso del conjunto de la Compañía en toda su complejidad.

En este punto, la Fórmula de la Congregación concibe un paso más: ponerse delante de Dios en silencio y oración para atender al Espíritu. En la mañana de hoy, luego de misa concelebrada, se nos exhortó a ponderar las cualidades que se esperan del P. General antes de compartir una hora de oración en común, dentro del Aula, antes de la votación. La elección en sí es un acto muy solemne en el que se vive la seriedad y trascendencia de lo que estamos haciendo: la papeleta especial, la procesión para depositar el voto en la urna, la verificación del número de votos y luego el proceso de contar los votos.

La sobriedad en el Aula se rompió cuando el P. Arturo pasó los 107 votos necesarios para la elección. Siguen las formalidades pero empiezan las felicitaciones. Luego el llamado al Santo Padre, la profesión de fe y el saludo uno a uno de todos los congregados, ya con los responsables de las comunicaciones dentro del Aula. Hubo varios momentos emotivos durante los saludos: el gesto de algunos asiáticos ofreciendo unas bufandas de paño con colores representativos de sus regiones; el abrazo con el Provincial Venezuela, su Provincia de origen; pero sobre todo, la reverencia del P. Adolfo Nicolás frente a su sucesor.

Le siguió el saludo de todos los miembros de la curia y los equipos de apoyo al trabajo de la Congregación. Y de ahí a la capilla para la acción de gracias. Una oración sencilla y bien preparada como todas las que venimos teniendo, en varias lenguas y con cuidada armonía musical.

Mañana tendremos la Misa solemne presidida por el P. General, en la Iglesia del Gesú, para celebrar lo vivido y empezar una nueva etapa en la vida de la Compañía con su P. General número 31. Con el P. Arturo se comienza esta etapa. Como ayuda trabajaremos en el Aula diversos temas que puedan darle alguna orientación para el camino. Se ha expresado el deseo de que haya pocos documentos, pero la creatividad jesuítica puede depararnos todavía alguna sorpresa más.

Me despido agradecido por las oraciones de todos y encomendándolos en el trabajo.

Un abrazo,

Alejandro SJ

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