UCA: hay 1,5 millones más de Pobres en Argentina

Mientras nos ocupamos y nos formamos sobre cómo poner la Fe al servicio de la Justicia, es importante mirar las condiciones de inclusión-exclusión social que vivimos en nuestros países.

El Observatorio de la Deuda Social Argentina (ODSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA) sostuvo este jueves que la tasa de pobreza en Argentina es del 32,9 por ciento, medida hasta setiembre del año pasado, y que tiene como principal afectado a «segmentos de clase media baja o sectores populares vinculados a la economía informal».

En tanto, advirtió que «la desigualdad persistente y la pobreza estructural son resultado de un modelo económico-productivo concentrado y desequilibrado con efectos de exclusión y desigualdad a nivel socio-laboral».

La medida es mayor que la registrada en abril de 2016, cuando la UCA había publicado que la pobreza era de 32,6%; un 1,4 millones de personas más que en 2015.

La cifra fue publicada en el informe, titulado «Pobreza y desigualdad por ingresos en la Argentina urbana 2010-2016», que fue presentado en conferencia de prensa en la sede de la universidad por el director de Investigación del Observatorio, Agustín Salvia.

«La tasa de pobreza ascendió de 29 por ciento a fines de 2015 a 32,9 en el tercer trimestre de 2016, lo cual significaría un aumento de 1,5 millones de nuevos pobres (cerca de 13 millones de personas por debajo de la línea de pobreza). Estos niveles serían los más altos de los registrados desde 2010 a la fecha», precisa el informe conocido este mediodía.

Indigencia

En tanto, ubica la indigencia en el 6,9 por ciento y aclara que estos porcentajes son «significativamente superiores» entre la población en hogares perceptores de programas de transferencias por fuera del sistema contributivo».

Según el Barómetro, «durante el último año, las medidas de ajuste económico, el contexto internacional adverso, la política anti-inflacionaria y la rezagada inversión privada y pública habrían agravado el escenario de crisis, más recesivo y adverso en materia de empleo y poder adquisitivo para amplios sectores sociales».

Baja inflacionaria

En tanto, el Barómetro destaca que «si bien en el segundo semestre se registró una baja notoria en el ritmo inflacionario y, al final del mismo, habría tenido lugar una efectiva recuperación del empleo, hacia el tercer trimestre del año no se evidenciaban cambios significativos en el nivel de actividad ni en la demanda laboral».

Remarca además que esta situación «fue amortiguada, tanto en el segundo como en el tercer trimestre, por actualizaciones establecidas por ley en los montos jubilatorios, pensiones y programas sociales, entre otras medidas compensatorias».

Fuente: lavozonline 

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