Celebrar la Migración

Por Pablo Michels SJ

A veces nuestras perspectivas son demasiado pequeñas y defendemos a muerte fronteras que tienen quizás… unos ¿150 años? Por ejemplo nos apasionamos viendo la Copa América, gritamos, sufrimos, y nos alegramos y hasta nos dura un buen rato. Fronteras que en este caso todavía nos sirven como una buena excusa para algo sano y divertido como lo es el deporte.

Pero lo cierto es que esas mismas fronteras muchas veces son motivo de discriminación y sufrimiento. Separan al hombre del hombre irracionalmente. Verdaderos muros sin mucho sentido que cercan y oprimen el espíritu humano. Si por un segundo ampliáramos la perspectiva y miráramos nuestra historia común en este planeta, reconoceríamos más de 150.000 años de migración de la humanidad. Sí, el hombre ha vivido mil veces la edad de nuestras fronteras, sin ellas. Por eso es que si levantamos la mirada podremos suspirar y hacer una profunda reverencia ante nuestros antepasados que se han movilizado en búsqueda de más vida por toda la Tierra y han hecho posible nuestra pequeña vida hoy, en este lugar que nos toca. Si ampliamos la perspectiva, todos podremos reconocernos herederos de un espíritu común, indómito y valiente. Con alegría y asombro podremos sentirnos parte de una humanidad migrante, en camino.

Es por eso que queremos celebrar la migración, aunque muchas veces sus causas no sean muy felices. Aunque muchas veces hombres y mujeres hayan sido forzados por la violencia o la necesidad extrema a abandonar sus patrias, el lugar de sus padres, donde han crecido y aprendido a amar, y a creer. Queremos celebrar a pesar de esto la enorme valentía del género humano que ha decidido tantas veces dar el salto hacia lo desconocido, dejar todo y migrar.

Queremos hacerlo porque en el Servicio Jesuita al Migrante somos testigos de la esperanza y la fe que acompaña la migración aún en las situaciones más adversas. Porque gracias a nuestra pequeña tarea en San Miguel, en el conurbano bonaerense, tenemos la experiencia de una alegría y una paz que se queda en nuestro corazón durante días, fruto de un compartir sencillo, entre hermanos. Acompañando y sirviendo a las personas que han venido de otros países nos encontramos al Dios que no conoce fronteras, y que por nosotros también se ha hecho migrante.

Maratón Solidaria 1×1 1+1

El pasado domingo 21 de Junio se vivió la Maratón Solidaria 1×1+1 a beneficio de la Fundación Manos Abiertas Santa Fe.

En la ocasión se puso en juego también la Copa Inmaculada, con la idea de que la comunidad educativa del Colegio participe con el grupo familiar que integran diferentes grados tanto en la competencia de 4 y 10 km.

El Objetivo de la Maratón es recaudar fondos para finalizar la construcción de la Escuela de Oficios Papa Francisco, que funciona en Alto Verde. La escuela cuenta con 24 alumnos que realizan desde marzo los cursos de montador electricista y albañilería.

El año pasado, la convocatoria superó los 400 competidores. Esta vez, se esperaba un 50% más.

Construcción solidaria

El edificio de la escuela todavía no está terminado, por lo que la institución comenzó a funcionar en marzo, en el salón de catequesis de la capilla de los Milagros, ubicada en la Manzana 7. Allí 18 adultos se forman como montador electricista y otros 6 en albañilería. En el terreno contiguo, ya se levantaron las paredes de tres aulas de la escuela, que ya tiene techo y por estos días suma las aberturas.

La construcción se realiza gracias a las donaciones de particulares y empresas a la Fundación Manos Abiertas Santa Fe, a cargo de la obra, que también realiza eventos a beneficio. Hace cuatro meses, la provincia donó $ 2 millones para la construcción de la escuela. Desde la Fundación estiman que todavía hace falta un millón de pesos más para finalizar la obra. “No esperamos recaudar ese monto, sino sumar lo que se pueda con un encuentro familiar y ánimo de fiesta”, concluyó Juan Mendicino uno de los jóvenes voluntarios que trabaja para la Fundación.

Fuente: Diario el Litoral Santa Fe

 

Encuentro Regional de CVX Buenos Aires

Ya sobre la víspera del Corpus Christi nos encontramos en el CEIA, 25 cevequeanos acompañados por nuestros asesores Juan Berli sj (nacional) y Victor Pacharoni sj (Regional), para compartir el primer encuentro del año de la región Bs As.

Estaban representadas las comunidades San Francisco, Del Salvador, Guadalupe, Tomad Sr. y recibid, Pan de Vida y una comunidad aún sin nombre. Tratamos dos temas:

El primero fue mirar este último tiempo de CVX con muchos rostros nuevos que nos llevó a preguntarnos ¿Hay una Primavera en CVX? ¿Estamos disponibles para el servicio?

“La primavera de CVX” es una expresión que viene usando Víctor Pacharoni sj desde el año pasado principalmente al interior de la comunidad Pan de Vida. Hay un florecimiento de nuevas comunidades que se viene dando y fortalecido por el renovado apoyo que el padre Alejandro Thilve sj nos ha brindado. En este florecimiento reconocimos el paso de Dios y dimos gracias.

El segundo tema fue la presentación de Encuentro Nacional CVX 2015 Familia y Juventud, que se realizará los días 15 y 16 de Agosto en la ciudad de Corrientes.

Nuestra oración y reflexión partió desde el hacer memoria: “El recuerdo o la memoria sugieren espontáneamente una mirada hacia atrás «hacer memoria» de Jesús nos traslada a la última cena y da razón de las raíces históricas de la Eucaristía como resultado de la iniciativa de Jesús y de sus discípulos. Sin embargo, para los contemporáneos de Jesús la memoria no enviaba hacia atrás, sino hacia adelante, y era un sentido más decisivo y digno de atención. Hacer memoria es tener ante sí a la persona objeto de recuerdo y decidir lo que se quiere hacer por ella. No olvidarse de alguien significa comprometerse a hacer algo por él o con él. Ese sentido se ha conservado en la expresión coloquial: ¿no me olvidarás, verdad? Hacer memoria de Jesús es, en esa línea, decidirse a hacer algo por El y es lo que vamos a concretar inmediatamente.

Desde este lugar fuimos viviendo la tarde, he hicimos memoria de nuestro compartir con los jesuitas. Recordamos que en la Asamblea de Nairobi nos preguntábamos “¿Qué es lo que nosotros como CVX esperamos de los Jesuitas y de la compañía de Jesús? Al mismo tiempo reconocimos que La CVX no sería lo que es hoy sin la ayuda y colaboración de la Compañía de Jesús. Deseamos mantener y profundizar esta relación hasta que madure plenamente como colaboración entre dos cuerpos apostólicos al servicio de la misión de la Iglesia. En lugares donde la Comunidad de Vida Cristiana no está aún presente, esperamos vuestro apoyo para iniciar nuevas comunidades”.

Sobre el tema Familia y Juventud continuamos haciendo memoria con las palabras del padre Pedro Arrupe sj a la Asamblea de CVX Mundial en Roma, donde nos instó a trabajar prioritariamente por la familia. Destacó además que nuestra misión CVX en la familia es “el primer y más inmediato apostolado” de nuestra vida cotidiana. Nos alentaba en ese momento a trabajar para crear familias abiertas y comprometidas para construir más allá de la propia una sociedad justa.

Compartimos también una mirada personal y comunitaria de la familia.” Revisando, ninguna de nuestras propias situaciones familiares es perfecta. De hecho, el recorrido de todas nuestras familias se hace con muchas imperfecciones. Todos tenemos necesidad de la compasión y la sensibilidad a la que nos llama nuestro mandato de Líbano. Algunos de nosotros vivimos la experiencia de soledad, desilusión y sentido de exclusión debido a ciertas realidades en nuestras situaciones familiares. Cada uno de nosotros se puede preguntar: ¿soy consciente y acepto mi fragilidad y debilidad en la forma en que vivo en y con mi familia?, ¿Cómo puedo aprender a hablar/compartir acerca de esta vulnerabilidad?

Es verdad que no siempre tenemos las respuestas; Jesús nos pide que estemos presentes y estemos con Él en la oscuridad de nuestra incapacidad.”

Desafíos

Retomamos también algunos de los desafíos planteados para nuestra tarea con los jóvenes, algunas de ellas:

Comprometer de manera significativa a la juventud dentro de nuestra comunidad; Desarrollar sensibilidad para un trabajo apostólico con los jóvenes; ¿Cómo ven el mundo los jóvenes? ; Encontrar el lenguaje que nos permita comunicarnos. ; Encuentros de formación, de acuerdo a las necesidades y solicitudes del grupo; Crear espacios que integren a los jóvenes. Disminuir las distancias entre adultos y jóvenes; Es necesario pensar en ellos como compañeros de camino; Tener en cuenta la realidad que atraviesan los jóvenes. Desempleo, primer trabajo.

Recibimos con mucha alegría la visita de varios de los miembros de una nueva pre comunidad de jóvenes adultos que con mucho entusiasmo acompaña Fabio Solti sj.

Nuestro presidente de CVX Argentina Carlos Acosta y miembro de la comunidad Pan de Vida, nos invitó a Corrientes para “Encontrarnos con la historia, con personas donde hablará el corazón, a recordar nuestra experiencia de encuentro con Dios y desde ahí juntos caminar hacia las fronteras”. Nos alentó a profundizar sobre nuestra identidad laical ignaciana desde nuestros apostolados en cada lugar en que estemos.

El Reino de los Cielos

Por Julio Villavicencio

Tal vez sea preciso iniciar dando las gracias por invitarme a compartir esta reflexión que no quiere ser más que una mirada del Evangelio de un cristiano para otros cristianos. Donde cada uno podrá acoplarla o no, a su propia reflexión del Evangelio desde su experiencia de fe. Experiencia que cuando es humana y profunda, nos va dando los criterios para seguir a este Jesús tan vivo y tan presente en las personas y en nosotros mismos.

Y esta presencia del Señor se da en el Reino de los Cielos. El es en sí mismo el Reino de los cielos y al mismo tiempo, es el mensaje que nos viene a dar, la invitación de sentido profundo de la existencia, el Reino de los Cielos. Pero pareciera que el Reino de los cielos es una experiencia tan profunda que no tenemos palabras para definirla, de hecho Jesús mismo cada vez que habla del Reino utiliza la comparación. El ayudarse con elementos de la vida cotidiana para entender que en esas experiencias hay relación con lo experimentado en el Reino de los Cielos. Por eso aquí Jesús compara el Reino de Dios con una situación muy cotidiana, que Jesús habrá visto desde pequeño en su vida, es la situación de un campesino, de un hombre que siembra una semilla en tierra y esta crece. En este caso me gustaría rescatar algunas características de este acto de sembrar, ya que en estas pequeñas cosas hay un mensaje para nosotros, para nuestras vidas en orden de caminar al Reino de Dios.

Primero, el sembrador. Quién ha visto a un sembrador se dará cuenta que su trabajo es cooperativo. No es él que hace la tarea de sembrar solo. No. Él es uno de los actores de este gran prodigio de dejar que la vida crezca. El sembrador se pone en colaboración con tierra, con el agua y las lluvias, con el mismo misterio de vida que encierra la semilla dentro de sí. Finalmente el sembrador se pone en colaboración con otras personas, porque aunque el sembrador este solo, a él alguien le tuvo que enseñar a sembrar. Ha sido una comunidad, una herencia de persona a persona, una comunicación humana la que le ha dado la capacidad al sembrador de hacer lo que hace. Ningún hombre es una isla, somos parte de una vida que nos envuelve y nos atraviesa y de la cual somos beneficiarios y responsables.

Segundo. Aquí hay una característica marcada en la comparación que hace Jesús “el grano brota y crece, sin que él sepa cómo”. “Sin que él sepa cómo”, esta es una faceta del Reino que me parece importante profundizar. El saber que se puede entender de este pasaje es un saber técnico quizás, académico, de dar explicación del proceso en sí de la siembra. Sería una explicación racional del proceso en sí que nos podría dar un agrónomo o un botánico, o incluso un curioso del tema en cuestión. Aquí pareciera que el Reino de los Cielos no necesita de esta explicación racional, o mejor dicho, no depende de ella. Basta con que el sembrador crea en su experiencia, en lo que otros le han enseñado para que él confíe que ahí crecerá la vida y arriesgue a hacer la jugada. No depende del sembrador ni de su voluntad que la semilla al final crezca. En ella hay una fuerza que el sembrador puede llegar a explicar, pero no le pertenece, es una fuerza interna que desarrolla vida si le damos las condiciones necesarias. Pero si miramos con detenimiento aquí hay una comparación con la vida misma increíble de Jesús, pues la vida en cuestión es un camino sin certeza alguna más que la muerte. Y así y todo, amanecemos cada mañana, abrimos los ojos y una fuerza incontenible nos impulsa hacia fuera, a pesar de mis miedos, de mis inseguridades, hay una fuerza interna que me llama a la vida. No sabemos cómo, hay una fuerza interna que hace la vida siga, a pesar de las frustraciones, de las tristezas, la vida sigue, continúa y es eso es algo que se puede ser testigo cuando uno acompaña comunidades víctimas de mucha violencia. La vida sigue.

Tercero. Esa fuerza requiere paciencia y confianza. Es que el Reino de depende de nosotros pobres mortales. No es que nosotros haremos que el Reino se cree. No, el Reino de los cielos ya está misteriosamente en esa fuerza interna de la vida. Ya está aquí. Contigo, sin ti y a pesar de ti y tus pecados, el Reino está aquí ¿Somos capaces de confiar en la vida misteriosa que encierra? y ¿de aventurarnos como el campesino, que sin saber cómo, arroja la semilla en tierra, en colaboración con la vida que lo rodea y se confía en la vida que crecerá si él la cuida? Porque de algo está seguro el campesino, si él no cuida la vida de esa semilla, la puede perder. Y ese cuidado implica la paciencia de aquél que no ve el fruto inmediato, pero confía. Es la paciencia que a veces debemos poner en algunos procesos de nuestras vidas. Procesos que no tienen ningún fruto aparente, que solo nos implican esfuerzos y trabajo, pero que al parecer no hay ningún resultado. La vida, las relaciones con las personas por donde esa vida pasa y se fortalece, es una trabajo que requiere la paciencia del sembrador. Es que el Reino de los Cielos sin poder definirlo sabemos que implica la vida y la vida en abundancia y esa vida ya esta en nosotros, ya nos atraviesa, ya esta aquí.

Finalmente, ¿a qué se parece el reino de los Cielos? a aquellas pequeñas cosas de las esta hecha la vida, los amigos, la familia, las charalas, los abrazos, los besos, el amor y el enamoramiento. Todas aquellas pequeñas cositas que son como el grano de mostaza, el más pequeño, pero cuando crece es una árbol que da alimento y refugio a otros.

Que sepamos descubrir el Reino de los cielos que ya está aquí.

 

Carta de Convocatoria al EJI

Queridos jóvenes ignacianos:

El Encuentro Juvenil Ignaciano (EJI 2015), ya está en marcha…

El pasado mes de abril, en Córdoba, los Referentes de nuestra Red Juvenil Ignaciana (RJI), han definido el lema, en torno al cual nos reuniremos en San Miguel el próximo mes de Septiembre: “Cristo pobre y humilde, nos llama a amar y servir.”

¿Qué es el EJI?

Es una de las instancias de encuentro de los jóvenes de la Red Juvenil Ignaciana de Argentina y Uruguay.

Durante un fin de semana, nos reuniremos para compartir la espiritualidad que anima nuestro caminar. Buscaremos crecer en el conocimiento de Cristo, que se nos hace cercano en la vida de los otros jóvenes. Juntos viviremos la alegría de compartir los valores del Reino, nuestras búsquedas personales y nuestro ser Iglesia joven que se une y celebra.

Tendremos la oportunidad de profundizar nuestro itinerario de formación, personal y comunitario; apropiándonos de los contenidos de la fe a la luz del discernimiento ignaciano. Haremos vida el llamado de Cristo pobre y humilde que nos envía en todo a amar y servir; poniendo en obra el amor que nos lanza al encuentro de los más necesitados. Nos impregnaremos de la realidad que nos recibe y compartiremos el tiempo con aquellos que abren las puertas de sus hogares, y sus corazones, a la Buena Nueva del Reino.

En fin, nos encontraremos y reconoceremos como compañeros de camino. Compartiremos nuestra espiritualidad, nos comprometeremos en la misión-servicio, y nos formaremos para ser nuevamente enviados a nuestras distintas regiones y ciudades. Tejeremos RED y nos lanzaremos nuevamente al inmenso mar que siempre nos espera.

¿Cuándo, dónde, quiénes?

El EJI será el fin de semana del 12 y 13 de septiembre de 2015, en San Miguel, Provincia de Buenos Aires. Están invitados a participar todos los jóvenes entre los 18 y 30 años de los diferentes núcleos de la Red Juvenil Ignaciana en Argentina y Uruguay. Para la inscripción debemos ponernos en contacto con los Referentes de las diferentes RJI-Regionales, quienes administrarán las inscripciones de cada Núcleo. El costo de la inscripción por persona será de $100.- ARG. (Cien pesos argentinos).

¿Cómo nos preparamos?

“Cristo pobre y humilde, nos llama a amar y servir.”

El lema del Encuentro nos convoca, y nos pone en movimiento hacia el espíritu que queremos vivir durante el EJI.

Por ello, durante los próximos meses iniciaremos un camino de preparación mediante tres propuestas de formación que podremos trabajar en nuestras comunidades. Buscaremos acercarnos a ese Cristo pobre y humilde que se hace presente en la cotidianeidad de nuestras vidas y nos sale al encuentro en el rostro de los más necesitados. Afinaremos los oídos y haremos silencio en el corazón para escuchar el llamado que nos invita a transitar nuevos caminos. Pondremos nuestros pies y nuestras manos a disposición de la construcción del Reino, para en todo amar y servir.

Los animamos a profundizar en estas invitaciones en cada uno de los encuentros preparatorios y a compartir las experiencias que vayan realizando con el resto de la RJI, haciendo visible el camino que juntos comenzamos a transitar. Esto último por medio de las redes sociales, en el facebook del Centro Manresa o en la página de facebook: EJI San Miguel. También pueden enviar sus materiales y/o consultas al correo electrónico: ejisanmiguel@gmail.com

Ya estamos en marcha… Nos encontramos en septiembre.

Un fuerte abrazo para todos y nos unimos en la oración.

Equipo Coordinador EJI – San Miguel 2015

“Cristo pobre y humilde, nos llama a amar y servir”

 

‘Demos testimonio de la hospitalidad en un mundo de fronteras cerradas’

El padre Gilberto Freire, S.J., Provincial de la Compañía de Jesús en Ecuador, el director del Servicio Jesuita a Refugiados en Ecuador, padre Roberto Granja, S.J., y una delegación de la oficina regional del SJR LAC, lanzamos la campaña “La hospitalidad abre fronteras”.

Manifiesto de la Campaña “La hospitalidad abre fronteras”

Desde la Congregación General 35 en 2008, la Compañía de Jesús viene insistiendo en la necesidad para las comunidades y las obras jesuitas de dar al mundo testimonio de la hospitalidad.

El Padre Adolfo Nicolás, S.J., Superior General de la Compañía de Jesús, ha puesto en el centro de la misión jesuita la hospitalidad como un valor humano y cristiano que estamos llamados a promover y practicar en “un mundo de fronteras cerradas”.

En su carta al Servicio Jesuita a Refugiados (SJR) con motivo de su 30 aniversario, el 14 de noviembre de 2010, el padre Nicolás definió la hospitalidad de esta manera: “un valor profundamente humano y cristiano que reconoce el clamor del otro, no porque él o ella sea un miembro de mi familia, de mi comunidad, de mi raza o de mi fe, sino simplemente porque él o ella es un ser humano que merece ser bienvenido y respetado.”

El General de la Compañía de Jesús nos invitó a abrir nuestras puertas, nuestras fronteras, sin temor al otro, aunque este último sea un desconocido, un extraño, un extranjero. La razón de ello es porque todo ser humano merece ser acogido. “Fui extranjero y me acogiste”, dice la Biblia sin más.

Esta invitación se hace cada vez más urgente, en la medida en que la hospitalidad se va perdiendo en el mundo de hoy, caracterizado por el endurecimiento de leyes y políticas migratorias y de refugio, el cierre de las fronteras y la intolerancia contra los extranjeros, paradójicamente quienes están en necesidad de asistencia y protección.

Por otro lado, en octubre del 2012 tras un taller con delegados de los cinco continentes, la Compañía de Jesús a través de la Red Global Ignaciana de Incidencia expresó lo siguiente, en el documento de posicionamiento titulado “Por una cultura de la hospitalidad y la inclusión”:

La Compañía de Jesús adoptó hace años la atención a migrantes y refugiados como una de sus prioridades apostólicas, una opción que ha quedado confirmada en la última Congregación General” (CG 35, d.3 n. 39.).

Captura de pantalla (29)

Uno de los dos valores que fundamentan esta opción de la Compañía de Jesús Universal y de la Conferencia de provinciales de América Latina (CPAL), es la hospitalidad. Fundamentado en esta opción de la Compañía de Jesús, el SJR ha asumido en el mundo y concretamente en América Latina la hospitalidad como un desafío. En los países donde estamos presentes (Colombia, Venezuela, Ecuador y Panamá), nos hemos planteando en nuestro Plan Estratégico regional (2012-2015) las siguientes preguntas: ¿Cómo ofrecer hospitalidad a nuestros hermanos en situación de migración forzada que están en “las fronteras de lo humano”? ¿Cómo ser hospitalidad en acción, abriéndoles nuestras puertas, caminando a su lado, atendiendo sus necesidades humanitarias, humanas, legales, de integración digna en los países donde trabajamos?

Todas nuestras acciones se enmarcan dentro de nuestra misión expresada en estas tres palabras: acompañar, servir y defender; con el sentido profundo que dio a caca una de ellas el Papa Francisco, en el discurso que hizo en su visita a refugiados en la Fundación Centro Astalli de Roma que gestiona el Servicio Jesuita a Refugiados (SJR):

“Servir significa dar cabida a la persona que llega, con cuidado”; “acompañar es no sólo ofrecer servicios de primera acogida sino “desarrollar una cultura de acogida, del encuentro y de la solidaridad”, y “defender significa tomar partido por los más débiles”.

Con esta campaña “La hospitalidad abre fronteras” el SJR quiere hacer eco de la importancia que tiene la hospitalidad como valor humano y cristiano para la Compañía de Jesús en nuestra región, en donde cerca de 5 millones de desplazados, 500 mil refugiados colombianos y cientos de miles de migrantes forzados, principalmente niños y jóvenes, esperan una respuesta de nosotros. De los 215 millones de migrantes internacionales en el mundo, más de 26 millones son hombres y mujeres latinoamericanas que están pidiendo hospitalidad.

Uno de los objetivos principales de la campaña consiste en “sensibilizar a la región de América Latina, y en particular a las comunidades educativas de colegios y universidades de la Compañía de Jesús en el continente americano, sobre la situación de los Migrantes, Desplazados y Refugiados, con el fin de aportar en la promoción de una cultura de acogida, de solidaridad y de construcción de la paz.”

Esta campaña es una apuesta del SJR y de la Compañía de Jesús por la hospitalidad.

Es la expresión de nuestra esperanza en la capacidad que tenemos como sociedad, como Estados, como jesuitas, como migrantes y refugiados, para abrir sin temor todas nuestras fronteras, interiores y externas, simbólicas y geográficas. Para escuchar el clamor del otro y construir entre todos y todas un Ecuador y una América Latina sin fronteras. Para dar testimonio de hospitalidad al mundo: como SJR, como Compañía de Jesús y como región.

Fuente: Jesuitas Colombia 

‘La Civiltà Cattolica’ dedica un número a la encíclica ‘verde’ de Papa Francisco

La revista de los jesuitas afronta temas como política y espiritualidad, visión cristiana y diálogo interreligioso, ciencia, gobernabilidad de los problemas globales, biodiversidad y “lobbies” petrolíferas.

El último número de “La Civiltà Cattolica”, la histórica revista de los jesuitas italianos, estará dedicado por completo a los temas principales de la próxima encíclica de Papa Francisco: desde la salvaguardia de la Creación hasta la crisis ecológica planetaria y sus consecuencias difícilmente previsibles. Pero en los diferentes artículos del próximo numero también encuentran espacio las posibles respuestas virtuosas que los pueblos, los gobiernos, la Iglesia, las demás religiones y los individuos en general pueden dar, con sus comportamientos, para construir un nuevo equilibrio entre todos los seres vivos. Está en juego no solo solo el cambio climático, sino mucho más: la relación entre ‘la ecología y el destino humano’. Hay muchas referencias científicas y datos macroeconómicos en los diferentes textos del “número verde” de “La Civiltà Cattolica”, y todos ellos van acompañados de reflexiones de naturaleza teológica, espiritual, sobre la necesidad del diálogo interreligioso en este terreno, en particular con el hebraísmo y el islam; van acompañados también de reflexiones sobre el magisterio de los últimos Pontífices (desde Pablo VI hasta Francisco) y sobre la discusión que se lleva a cabo al respecto dentro de la Iglesia. Una fuerte conexión entre razón y fe.

Se alude también a la importancia del texto que será publicado el próximo 18 de junio por Papa Francisco (“Laudato si’) en el ámbito de un debate internacional sobre los problemas ambientales que en este 2015 vivirá algunas etapas cruciales. Por ejemplo, se recuerda el reciente diálogo entre el Secretario general de las Naciones Unidas, Ban ki-Moon, y el Pontífice en vista de la próxima conferencia mundial sobre el clima que se llevará a cabo en París en diciembre. De esta importante reunión deberían surgir acuerdos que, se espera, impulsen el plan para salvar el ambiente y reducir el cambio climático a nivel global.

El texto que abre el número, titulado “Custodiar toda la Creación”, recuerda que 2015 es un año decisivo: «en el mes de julio, las naciones se reunirán para la III Conferencia Internacional sobre el financiamiento del desarrollo, en Addis Abeba. En el mes de septiembre, la Asamblea General de las Naciones Unidas debería encontrar un acuerdo sobre una nueva serie de objetivos de desarrollo sostenible, que deberán ser peustos en práctica hasta 2030». Y en el mes de diciembre, ‘la Conferencia sobre los cambios climáticos en París recibirá los planes y los compromisos de cada Gobierno para frenar o reducir el calentamiento global’. Considerando esta secuencia de encuentros, ‘los meses de 2015 son cruciales para las decisiones relacionadas con el cuidado o la gestión de la tierra y para el compromiso efectivo para el desarrollo internacional y el bienestar de los seres humanos’. En esta perspectiva, la intervención del Papa asume un significado particularmente relevante: es el aporte que muchos esperan para dar un respiro universal, espiritual, ideal y político a temas que demasiado a menudo acaban aprisionadas por intereses de parte».

Varios de los artículos reunidos en el número de “La Civiltà Cattolica” son una especie de introducción general a los temas que serán afrontados con mayor profundidad en la Carta encíclica “Laudato si’”. Entre estos textos, el del padre Luciano Larivera (“Religión y crisis ecológica”) afronta el tema de una colaboración posible entre el hebraísmo y los mundos islámico y católico, tanto desde el punto de vista del perfil de las respectivas tradiciones como a nivel financiero. Se sugiere en el texto una inédita alianza para defender la Creación. A nivel general, Larivera afirma: ‘Ni la ONU ni las religiones gozan de confianza universal sobre la eficacia de su acción para “cambiar las cosas” en términos de una mayor justicia distributiva y ambiental. Pero las religiones continúan anunciando la confianza y la esperanza en Dios y en las potencialidades humanas. Y, por amor hacia las futuras generaciones, consideran posible una “civilización ecológica”’. ‘Sin embargo –prosigue Larivera– denuncian que los problemas ambientales son signo de una múltiple crisis: antropológica, ética y de gubernabilidad (a nivel público y privado, global y local). Para resolverlos se requiere una nueva “síntesis humanista” (“Caritas in veritate”, n. 21)’.

Sobre el sentido específico de la próxima encíclica, el padre Larivera afirma que «la acción y las palabras de Francisco se dirigen en primer lugar a los 1.200 millones de bautizados católicos, muchos de los cuales viven en los países que más contaminan. La Encíclica provocará debates, profundizaciones y divulgaciones (incluyendo las críticas) en la Iglesia católica» y fuera de ella. De hecho, observa el jesuita, en este Papa, que con la elección de su nombre ha afirmado la opción eclesial de la protección de todas las criaturas, ‘hay esperanzas históricas excepcionales, porque goza de evidente popularidad y de un inigualable consenso a nivel internacional e interreligioso. Importantes exponentes de la comunidad científica dialogan con él. Y la vasta atención mediática que lo rodea es un recurso para la comunidad internacional comprometida en la promoción del desarrollo sostenible. De hecho, se reconoce a Papa Francisco la capacidad para expresarse en un lenguaje universal’.

Muchos esperan el mensaje del Papa. Y justamente el padre Larivera también se refiere a las críticas que, por ejemplo, en los Estados Unidos, ya han comenzado a circular como una especie de fuego preventivo por ese que (antes de su publicación) ya es considerado un texto (con razón o sin ella) que podría determinar un salto de calidad en la conscientización a favor del medio ambiente entre la opinión pública a nivel mundial. En los diferentes artículos del número de “La Civiltà Cattolica” no se teme hablar sobre las “lobbies” industriales y petrolíferas que ‘son muy activas: financian estudios que favorecen sus acciones, pero muy alejados de la preocupación ambiental. Financian también a los científicos que se oponen a las teorías del cambio climático’.

El padre Pierre de Charentenay, en el artículo titulado “Política y ambiente”, indica que las transformaciones que provoca el hombre en el medio ambiente son complejas y todavía no han sido comprendidas por completo. ‘Ignoramos –escribe el padre jesuita– incluso la profundidad de tales cambios. Cada ser humano está conectado con el conjunto de la vida sobre la tierra, en equilibrio con todos los demás seres. La desaparición de uno de estos elementos tiene consecuencias que todavía no sabemos evaluar’. ‘La desaparición de las abejas –añade– demuestra que la falta de una especie afecta toda la cadena de los seres vivos. La reducción del número de los grandes cetáceos y de los tiburones tiene consecuencias sobre la proliferación de todo lo que comen, interrumpiendo de esta manera una cadena alimenticia».

‘Nosotros –afirma el padre de Charentenay– hemos provocado un desequilibrio en un sistema que tenía reglas propias establecidas durante milenios. Los efectos, y también muchas causas, todavía nos son desconocidos, pero estamos acelerando el cambio de tales equilibrios’. El artículo indica que los grandes cambios climáticos que están modificando ecosistemas y equilibrios ambientales son una de las razones (y para nada secundarias) de las graves crisis humanitarias que se han ido intensificando y “encabalgando” durante los últimos años, provocando tensiones sociales en zonas cada vez más vastas del planeta.

Otros de los artículos se ocupan del magisterio de Pablo VI, de Juan Pablo II, de Benedicto XVI (cuya sensibilidad ecológica fue aumentando) y de Papa Francisco. Un recorrido que demuestra que el tema de la Creación es fundamental desde hace décadas en la reflexión teológica y pastoral de la Iglesia. Entre los numerosos documentos citados, tiene un significado particular el discurso pronunciado por Papa Ratzinger ante el Parlamento federal alemán el 22 de septiembre de 2011. ‘La aparición del movimiento ecológico en la política alemana, a partir de los años setenta –dijo en aquella ocasión Benedicto XVI–, a pesar de no haber abierto de par en par las ventanas, sigue siendo un grito que anhela aire fresco, un grito que no puede ser ignorado ni olvidado porque en él se aprecie demasiada irracionalidad’. ‘Personas jóvenes –añadió– se dieron cuenta de que en nuestras relaciones con la naturaleza hay algo que no funciona; que la materia no es solo un material para que lo utilicemos, sino que la tierra misma lleva en sí la propia dignidad y nosotros debemos seguir sus indicaciones’. Entonces, prosiguió, ‘cuando nuestra relación con la realidad es algo que no funciona, entonces todos debemos reflexionar seriamente sobre el conjunto y sobre la cuestión de los fundamentos de nuestra misma cultura’.

 Anuario 2015 de la Compañía de Jesús

Bienvenida de Héctor Bossie SJ en Alto Verde

Ayer, 14 de Junio de 2015,  la comunidad de la Boca de Alto Verde, Santa Fe, dio la bienvenida al padre Hector Bossie SJ. Quien el pasado martes 10 de Junio fue enviado en una misa en Mendoza a esta nueva misión que lo recibe con alegría.

Al mismo tiempo, comienza a despedirse de la comunidad de Alto Verde el P. Néstor Manzur SJ, quien estuvo estos meses colaborando con la capilla San Alonso Rodríguez y emprende ahora su regreso a su tierra natal, en Corrientes.

El Corazón de Jesús sana el Amor Insano

Por Javier Rojas SJ y Alejandra Vallina

«Vengan a mí los que están cansados

y agobiados, y yo los aliviaré.»

Mt. 11, 28.

Si algo nos agobia es no tener un lugar tranquilo donde descansar y percibirnos amados gratuitamente. Con frecuencia nos sentimos cansados y exigidos. Luchamos diariamente yendo de un lugar a otro para lograr nuestras metas, pero no tenemos un espacio sencillo y cálido adonde ir a descansar y a recuperar las fuerzas. El agobio puede ser aún mayor si, además, no contamos con un corazón dispuesto a recibirnos tal y como somos.

¿Qué agobia al hombre y a la mujer de hoy? El estrés, sin dudas. Correr de aquí para allá nos enferma silenciosamente. Mayor agobio aun, nos produce estar perdiendo la capacidad de amar y de sentirnos amados gratuitamente.

No hay mejor lugar donde hallar la paz y el descanso que el alma necesita, que el Corazón de Jesús. Ese corazón es nuestro remanso, nuestro bálsamo, nuestro cobijo seguro.

Con frecuencia nos sentimos agobiados, preocupados y estresados demás. Malogramos nuestra salud física, mental y espiritual corriendo tras objetivos que ni siquiera son los que ansiamos. Perseguimos éxitos irreales. Buscamos ser apreciados por lo que tenemos o lo que podemos lograr. Nos evadimos, corremos velozmente, no respetamos nuestro ritmo…Pero lo que en verdad necesitamos, es que nos amen gratuitamente por lo que somos. Sin pretender que seamos otro distinto, mejor o peor.

El Sagrado Corazón de Jesús nos introduce en el misterio del amor de Dios. Amor gratuito e incondicional que sana. Amor perfecto e infinito que cura los corazones agobiados y tristes. No hay mayor seguridad que el Corazón de Jesús. Y sin embargo, tantas veces buscamos valor y seguridad en las cosas externas, vanidosamente pobres.

Una de las consecuencias de vivir agobiados es que perdemos la capacidad de disfrutar y de amar gratuitamente, volviéndonos interesados y mezquinos.

¿Acaso es posible que nuestro amor se haya enfermado? Cuando el amor es sano enciende la vida de quienes están cerca. Es un amor que revitaliza y reanima. Por el contrario, cuando está enfermo daña todas las relaciones personales comenzando por las relaciones con los más cercanos. Identificamos amor con actitudes, gestos y formas que no son más que síntomas de que el verdadero amor no está… Porque si posee una característica el amor sano, es que siempre ofrece descanso y amparo. El amor verdadero tiene una fuerza tal, que puede transformar una vida por completo. Una poesía hecha canción lo explica de modo perfecto: “Solo el amor, engendra la maravilla. Solo el amor convierte en milagro el barro”. (S. Rodriguez)

El amor que une, cobija y sana nunca tiene «dobles intenciones». Es el amor «insano» el que no considera a los demás como personas únicas e irrepetibles. Generalmente las utiliza para cubrir «soledades” y genera culpas en los destinatario. Esclaviza con dádivas y se presenta como «indispensable» para vivir.

La paradoja de las personas que padecen un amor «insano» es que por debajo de esa máscara de generosidad esconden un profundo anhelo de amor gratuito. Exigen y reclaman tanto, que terminan siendo abandonadas al pretender que un amor humano, frágil y limitado satisfaga plenamente su necesidad de afecto.

Jesús, es el médico del corazón cansado y agobiado. En su corazón sanamos nuestra capacidad de amar y de amarnos.

Hay tres características fundamentales del amor que deseamos exponer:

1.- El amor sano sostiene: Esta es una característica del amor sano. Cuando amamos a los demás estamos dispuestos a no juzgarlos, sino por el contrario deseamos ayudarlos a caminar, pero al propio ritmo, sin empujar, apurar o detener. El amor sano sostiene al otro en su individualidad, respeta su libertad e invita al despliegue de lo mejor de cada uno.

Jesús nos invita a caminar junto a Él. De este modo vamos seguros y confiados. Él estuvo frente a quienes eran acusados y despreciados por los demás, y supo ver más allá de las apariencias. Supo «penetrar la corteza de la apatía y de la indolencia» que cubría el corazón de muchos de ellos. Ese amor gratuito transformó la vida de aquellas personas para siempre.

2.- El amor sano propone: El amor verdadero no busca tener siempre la razón sino encontrar juntos la verdad. Un amor es genuino cuando busca la verdad. El amor sano no alardea de lo que sabe, no manda desde una supuesta excelencia, sobre lo que “hay que hacer”, sino que ofrece herramientas para que cada persona encuentre la verdad dentro de ella misma.

El amor sano ayuda a cada uno al encuentro consigo mismo. Y es en ese encuentro secreto, donde logramos escuchar la voz de Dios. Jesús en el evangelio ayudó a que sus oyentes encontraran a Dios en su corazón haciéndoles preguntas o contándoles parábolas. Dios nos habla en el silencio del corazón. En lo secreto, en lo profundo.

3.- El amor se ofrece: El amor genuino es generoso. Siempre espera hacer el bien y lo que es bueno para los demás. El amor que no espera nada no es amor. El amor cuando se ofrece de verdad tiene una sola intención –no dobles intenciones- “busca el bien mayor”. El amor sano está dispuesto a renunciar a lo propios intereses por el bien de los demás.

Jesús al ofrecer su vida nos dio la vida eterna. Así selló, de una vez y para siempre, un vínculo de amor entre Dios y los hombres.

En toda persona habita el deseo de amar y de ser amada. Pero sólo cuando hemos experimentado el amor incondicional y gratuito de Dios comprendemos qué significa amar de verdad.

Jesús fue muy claro y contundente cuando aconseja a sus discípulos. Consejo, por otra parte, con el cual pretende que todos los hombres podamos sanarnos, en lugar de enfermarnos: «Ámense los unos a los otros, como yo los he amado».

El suyo es un amor que se ofrece, que sostiene al débil y que sobre todo busca la verdad.

 

19 años de Fe y Alegría en Resistencia

Carta de Fernando Anderlic, Director Nacional a todos los miembros de Fe y Alegría en Resistencia en conmemoración de los 19 años de Fe y Alegría Argentina en la ciudad de Resistencia. 

Querida comunidad de Resistencia:

En el día del 19º aniversario del primer Centro de Fe y Alegría en el país, me es muy grato saludarlos y saludarlas deseándoles muchas felicidades.

Aquellos sueños de transformación personal y comunitaria a través de la educación, hoy ya son realidad. Y se hicieron realidad en la vida de cientos de niños, niñas, jóvenes y familias que han pasado por nuestras aulas y que hoy, en sus vidas, son reflejo de nuestra Identidad.

Hemos transitado ya un largo camino, complejo en algunas circunstancias pero que no ha sido empañado gracias a los gestos de amor, fe, alegría, esperanza, entrega y compromiso de todas y todos Ustedes. El “estar en el camino” como institución de la Compañía de Jesús nos obliga a estar siempre atentos y con el firme propósito de modificar nuestros errores, buscando siempre el “Magis Ignaciano”, acompañando la formación y la construcción de un proyecto de vida para toda nuestra gente, teniendo como modelo humanizador a la persona de Jesús, quien seguramente nos ha sostenido y nos sostiene durante todo el tiempo de Su mano.

Quiero manifestar mi gratitud, en nombre de toda Fe y Alegría Argentina, para con el equipo directivo y todo el personal docente y auxiliar del Centro. Agradecerles de corazón su vocación y entrega cotidiana que se refleja en su amor para con nuestros educandos, educandas y familias. Ruego a Dios que día a día acreciente en Ustedes la pertenencia a nuestro Ideario y que los bendiga en su noble tarea.

Quisiera que hoy también tuviéramos presente a tantas personas que han pasado por nuestro Centro y que han aportado su vida para que podamos estar cumpliendo estos primeros 19 años de Fe y Alegría en Argentina. Seguramente cada uno de nosotros y nosotras tiene un nombre, al menos, “que le viene a la cabeza”. Que Dios recompense el ciento por uno a cada uno de ellos. También recordar a todos aquellos chicos y chicas que “quedaron en el camino”, rogándole a la Virgen María que los proteja con su manto y que nosotros seamos siempre una “casa de puertas abiertas” para recogerlos y ayudarlos ante cualquier necesidad.

Para terminar, quisiera compartir un mensaje con nuestros chicos y chicas: les pido que hoy y siempre sean, por favor, conscientes que Ustedes son la razón de nuestra misión. Sus vidas son el mejor testimonio de nuestro trabajo. Sueñen, anímense a soñar en grande. Sean agradecidos con sus familias, sus maestros, sus maestras, sus profesores. Ustedes tienen el privilegio inmenso de poder educarse en una sociedad en la que muchos miles no tienen oportunidad de hacerlo. Y este tiene que ser un desafío para Ustedes a futuro. Ese tiene que ser su compromiso para con la sociedad. No olvidarse nunca que allí al lado, cerquita, hay un hermano y una hermana que necesita de Ustedes. Juéguense la vida por esa causa, apuesten a soñar y vivir sus vidas desde “el nosotros” aunque ello implique, en algún momento, dejar “el yo de lado”. Si así lo hacen, estoy seguro que las palabras del Padre Vélaz sj se harán realidad: “Quizás esta chispa llegue a incendio y el mundo que viene sea el que soñamos y no el que esperamos”.

Con afecto,

Fernando Anderlic

Director Nacional