Presentación del Libro sobre el Fundador de Fe y Alegría

El lunes 4 de diciembre, Fe y Alegría estará de fiesta, dado que se conmemoran 107 años del Nacimiento de su fundador, el Padre José María Velaz.

Para dicha ocasión, la federación ha invitado a un evento en el que se pesentará un libro sobre la su vida, titulado: “José María Velaz, el Jesuita”. El evento contará con la presencia el Padre Luis Ugalde SJ; Jesús Obsegozo , Pedro Niño y Joseba Lascano. La misma se llevará adelante en la ciudad de Bogotá.

 

Solidaridad con Nuestros Compañeros en Honduras

El día 3 de diciembre fue decretado el Estado de Sitio en Honduras. Desde la Compañía, se han llevado a cabo diferentes acciones en defensa de los derechos humanos, de parte de los jesuitas que se encuentran en el país. Además, desde distintos puntos de Latinoamérica les han llegado manifestaciones de apoyo. Ahora compartimos el Pronunciamiento del Presidente de CPAL, Roberto Jaramillo SJ, frente a la situación.

Estimados amigos y amigas, saludos.

La situación del pueblo hondureño se hace cada vez más difícil e insostenible y queremos invitarlos a actuar para ayudarles a defender su país y la democracia.

El mandatario actual se aferra al poder y ha hecho todo lo posible (durante esta semana postelectoral) para construir resultados que le favorezcan ilegítima e ilegalmente.

El Tribunal Supremo Electoral ha sido manipulado y usado a su disposición y ahora el pueblo comienza a manifestar su inconformidad en las calles mediante manifestaciones duramente reprimidas, que ya han cobrado varias vidas. Ayer en la noche declararon el Estado de Sitio.

Nuestros compañeros del ERIC y Radio Progreso están en «el ojo del huracán» pues han desarrollado su labor con profesionalismo y profetismo. Nos solidarizamos con Ismael Moreno, S.J. y con todos los compañeros apostólicos, sí como con todo el pueblo hondureño.

Queremos por eso pedir que de la manera más firme y vehemente posible los Organismos que representan la comunidad internacional en sus más diversas instancias MANIFIESTEN PUBLICAMENTE Y EXIJAN del actual mandatario hondureño y de su gobierno:

  1. Que una comisión internacional e independiente, bajo la responsabilidad de la ONU, supervise un nuevo y completo escrutinio de todas las actas electorales del país, bajo la observación de delegados de todos los partidos políticos de Honduras.
  2. Que el Tribunal Supremo Electoral de Honduras se abstenga de proclamar vencedor a cualquier candidato, sin antes escuchar y publicar el resultado del reconteo anteriormente solicitado.
  3.  Derogar el Estado de Sitio y que el actual presidente de Honduras y las Fuerzas Armadas garanticen el respeto absoluto de los derechos ciudadanos, entre ellos el derecho a manifestarse pública y pacíficamente en defensa de su voto, así como de todos los otros derechos que le garantizan la democracia.
  4. Que a todos los medios de comunicación se les garantice el derecho de ejercer la plena libertad de expresión y a acceder a todas las fuentes que le permitan informar veraz y oportunamente sobre la situación por la que atraviesa la sociedad hondureña en este aciago momento histórico.”
  5. Que el Ministerio Público de Honduras investigue y proceda a acusar de acuerdo a la ley a todos aquellos que, sin importar su cargo, han cometido delitos contra el Estado al violar la Constitución Nacional de Honduras, manipulando el proceso electoral antes, durante y después de la realización de las elecciones.

 Con todo respeto, un servidor,

Roberto Jaramillo, SJ. Presidente de la CPAL

La Residencia Mayor de Córdoba Abre sus Puertas al Público

Durante tres días (del 1 al 3 de diciembre) se llevará adelante una Jornada de Puertas Abiertas en la Residencia Mayor de la Compañía de Jesús en Córdoba, Argentina. Uno de los mayores atractivos para el público general lo representa la posibilidad de visitar la habitación en la que vivió el Padre Jorge Bergoglio, actual ‘Papa Francisco’, antes de ser nombrado Arzobispo de Buenos Aires.

Además, se podrán conocer otros lugares dentro de la Residencia con un enorme valor histórico tanto para la Compañía de Jesús como para la sociedad cordobesa y argentina.

“Será una oportunidad de meterse en la historia viva, esa que muestra el pasado pero también el presente. El pasado antiquísimo, el que se remonta a siglos atrás; pero también uno más cercano, de poco menos de tres décadas”, valoran desde la Iglesia .

La “apertura” al público de estas instalaciones tiene como objetivo que las personas puedan conocer el lugar donde vivió durante dos años (entre julio de 1990 y fines de mayo de 1992) quien hoy es el papa Francisco, y que por entonces era el padre Jorge Bergoglio, miembro de aquella comunidad jesuita y habitante del humilde cuarto número 5, con ventana hacia calle Caseros.

Atractivos de fe

Hasta ahora, sólo la Capilla Doméstica ha tenido un nivel de acceso relativamente público. Pero durante estas jornadas se podrán recorrer los pasillos del convento, acceder al primer piso donde están las valiosas imágenes de San José y del “Jesús de la Paciencia”, de las que Bergoglio relató que “tomaba gracia” cuando habitó en esa casa. También se podrán visitar los lugares donde rezaba el hoy papa y hasta donde ayudaba a lavar la ropa, según los testimonios de quienes compartieron ese tiempo con él.

En la residencia local de la Compañía de Jesús Bergoglio actúo como confesor en los años ´90 y se sumaba a la tarea de higienizar y cuidar a sus hermanos religiosos más ancianos y enfermos. Su regreso a Córdoba había sido dispuesto por sus superiores, en una especie de exilio.

La visita, que contará con guías especializados de la Municipalidad de Córdoba, tendrá varias conexiones con el presente ya que durante estos tres días se instalará la muestra fotográfica y de gigantografías del Papa Francisco que es obra de Víctor Bugge, fotógrafo de Presidencia de la Nación que tuvo oportunidad de tomar imágenes históricas del pontífice argentino y las compiló y editó para ser exhibidas.

La muestra de fotos de Bugge recorre el país gracias al patrocinio y la colaboración de la Asociación Civil Casa Común.

Además, el viernes 1° de diciembre, a las 20.30, los jesuitas Ángel Rossi y Fernando Cervera, en compañía de los periodistas Sebastián Pfaffen y Javier Cámara (autores del libro Aquel Francisco), brindarán una charla acerca del pasado y el presente del papa Francisco.

El P. Ángel Rossi, superior de la Residencia Mayor y uno de los organizadores de estas Jornadas, invitó a todos los que deseen recorrer la casa que albergó a quien hoy es el papa. “Los jesuitas tenemos el don y la responsabilidad de vivir en esa casa que es como un museo vivo, y que hace casi 30 años fue la casa del padre Jorge Bergoglio. Ahora la abrimos por unos días para todo aquel que lo desee pueda conocer esta historia que habla del pasado pero también del presente”.

Fuente: La Voz

Palabras de Amor, Obras de Justicia

Ponerse al servicio de los pobres como un modo de vida y no sólo como un pasatiempo o actividad extracurricular.

Por José María Rodríguez Olaizola, sj

«No pensemos sólo en los pobres como los destinatarios de una buena obra de voluntariado para hacer una vez a la semana, y menos aún de gestos improvisados de buena voluntad para tranquilizar la conciencia. Estas experiencias, aunque son válidas y útiles para sensibilizarnos acerca de las necesidades de muchos hermanos y de las injusticias que a menudo las provocan, deberían introducirnos a un verdadero encuentro con los pobres y dar lugar a un compartir que se convierta en un estilo de vida».

Estas palabras son parte del mensaje que el papa Francisco ha promulgado con motivo de la I Jornada Mundial de los Pobres. Con el título «No amemos de palabra, sino con obras», se trata de una invitación a acercarnos a la vida de los pobres, con la intención de compartir y de encontrarnos. El evangelio nos urge, nos recoloca y nos invita a acercarnos a los más pobres, a los que sufren a causa de la precariedad de la existencia y de la falta de lo necesario. Y en ese compartir, habrá intercambio. Por una parte, bienes que han de administrarse de manera diferente. Por otra, el desprendimiento y la libertad que nos hace libres y nos enseña a vivir. No hay teorías. No hay demasiados matices. No hay excusas ni alternativas. He ahí una de las exigencias más radicales y más constantes del evangelio. Un Dios que se hace pobre. Un Jesús con los más pobres. Una misión entre los pobres. Una comunidad abierta a los pobres. Una bienaventuranza que nos ayuda a ver lo esencial. Una vocación que nos abre al encuentro.

Ojalá pongamos nuestros talentos al servicio de la causa de los más débiles, los más frágiles, los más golpeados por la vida. Ojalá cada uno sepamos amar con las palabras, pero sobre todo con las obras. Ojalá descubramos formas de transformar las estructuras que invisibilizan, que apartan o que excluyen. Ojalá creamos, de verdad, que ese proyecto merece la pena y es posible. Ojalá, en fin, esta jornada sirva para que los 365 días del año se conviertan, para nosotros, en ocasión para la compasión, el encuentro y la conversión profunda a los valores evangélicos más radicales.

Fuente: Pastoral SJ

Desde el Corazón de la Iglesia, con los Ojos Puestos en la Humanidad

Una reflexión sobre el carisma y la identidad de la Iglesia.

Por Luis Javier Palacio, S.J.

Este título pretende condensar la identidad y el carisma de jesuitas y beneficiarios. Definir todo de una vez y para siempre parece ser la herencia de la ciencia y la razón de su éxito. Sin embargo, ninguna institución humana, sometida a la historia, resiste tal enfoque. La auténtica tradición es la que evoluciona, respondiendo a tiempos, lugares y personas. La identidad viene más del cuidado y de la responsabilidad histórica que de la permanencia de lo petrificado. La identidad responde al actuar responsable y el carisma responde a la fidelidad al Espíritu.

Desde que el pseudo-Dionisio estableció la jerarquía de los seres y luego se afianzó la de los ángeles, no sin el influjo de la ordenación del derecho romano, en buena parte se replicó en la tierra lo que se suponía en el cielo (1). Verdad es que todos los seres tienen identidad, interioridad y revelación, pero sobre todo comunión.

Ningún ser existe para sí mismo ni subsiste por sí mismo. La identidad no lo aísla, sino que lo compromete; físicamente en el campo material y moralmente en el campo espiritual. Pablo dice lo mismo de los carismas: si no son para la comunidad; si no son ejercidos por el amor, son ruido disonante de bronces. La identidad del jesuita nace unida a un mundo, el de fin de la Edad Media y comienzo de la modernidad, que era amenaza para unos y esperanza de nuevos tiempos para otros. El carisma de la Compañía de Jesús nace como capacidad de entender los tiempos y responder en consecuencia.

Para Karl Rahner, S.J. no hay dos historias paralelas, la humana y la divina, pues la historia de salvación es la misma historia humana. No hay otra en la que Dios pueda salvarnos y la encarnación es historia breve. Breve pero definitiva pues marca la manera de hacer historia; no de sufrirla ni observarla como corifeos del teatro clásico griego.

Desde el corazón de la Iglesia

Identidad y carisma no se definen, pues, sino en relación. Es casi imposible aisladamente. En épocas de Ignacio de Loyola el carisma estaba tan unido a la jerarquía, que era impensable aisladamente. “Servir solamente al Señor y a su esposa la Iglesia bajo el Romano Pontífice, Vicario de Cristo en la tierra», resumiría la identidad de la Compañía de Jesús en varios campos, en tiempo de su fundación. Pero la comprensión de cada uno de los términos sufre las variaciones y cambios propios del tiempo, la exégesis y los carismas propios de cada jesuita.

El axioma milenario “fuera de la Iglesia no hay salvación”, sufre con Bonifacio VIII, una variación que vendría a decir: “Sin el papa no hay salvación”, como ariete contra la Reforma. Hoy nos toca reformular los dos axiomas, entendiendo la Iglesia, a la luz del Concilio Vaticano II, como cuerpo de Cristo y pueblo de Dios. La nueva formulación sería: Fuera de la comunidad humana no hay salvación, como consecuencia de la encarnación. Por otro lado, para la Iglesia como sacramento, diríamos hoy que fuera de la salvación no hay Iglesia, y por supuesto no hay Compañía de Jesús.

Muchas de las funciones eclesiales del pasado hoy las cumplen otras instancias. La Iglesia puede definirse hoy como pueblo de Dios jerárquicamente organizado. ¿para qué? El teólogo José Ignacio González Faus propone cambiar jerarquía por dularquía, es decir, pueblo de Dios organizado para servir. Servir con amor sería una buena formulación de la identidad deseada, no solamente para los jesuitas sino para todo cristiano e incluso extensiva a todo ser humano.

La Iglesia, que sirvió de modelo para muchas organizaciones, no es ella misma organización, ni empresa, ni Estado, ni siquiera ONG sino organismo por el cual debe circular la vida. El ser de la Iglesia es la salvación y no hay salvación que no pase por la vida, por la carne como parte integral de la persona.

…con los ojos puestos en la humanidad

Nuestra identidad tiene hoy una expresión doble: es identidad ignaciana y es identidad jesuítica. Las dos tan ligadas que más que las diferencias, cuentan los compromisos comunes. Algunos llegan a afirmar que la espiritualidad de Ignacio es laical, pues como una de las primeras órdenes religiosas diaconales, no se definía por un ministerio exclusivamente religioso. Reconciliar desavenidos, enseñar a los rudos, socorrer a los presos y a los enfermos en los hospitales, enseñar a los propios y a los extraños, aparecen reiteradamente en las fórmulas fundacionales.

Un breve recorrido por los últimos años, desde el generalato de Pedro Arrupe hasta hoy, tal como se formula en las Congregaciones Generales, sería el lema común para jesuitas y laicos que vinculados colaboran con la Misión de Dios.

“Bajo el estandarte de la cruz” (CG 31, 1966) enfatiza el espíritu de los Ejercicios de seguir a Jesús en la pasión. Una pasión que también es del mundo por lo cual necesitamos ser “Interpelados por nuestro tiempo” (CG 32, 1975), como lo pide el Vaticano II a toda la Iglesia.

Pero, siguiendo el evangelio de Juan, en donde estamos en el mundo sin ser del mundo, toca ponerse del lado de Jesús y sus preferidos, lo cual exige vivir como “Compañeros de Jesús, enviados al mundo de hoy” (CG 33, 1983). Un mundo de hoy con alegrías y esperanzas pero igualmente con tristezas y sufrimiento, por lo cual el éxito se mide con el parámetro singular de estar “Unidos con Cristo en la misión” (CG 34, 1995).

Como expresaba el inolvidable Juan XXIII, no es pensable una Iglesia que vaya bien en un mundo que vaya mal. Es necesario revivir el fuego profético original del Evangelio y ser como “Un fuego que enciende otros fuegos” (CG 35, 2008). El mundo de la Laudato si nos habla hoy de la reconciliación necesaria consigo, con Dios, con la humanidad y con el cosmos. Siendo así, ser “Compañeros en misión de reconciliación y justicia” (CG 36, 2017) enfatiza el deber moral frente al dolor de un mundo quebrado en lo humano y destrozado en lo ecológico.

En paralelo con lo anterior se ha considerado como campo de trabajo de la Compañía, el ateísmo, la lucha por la fe y la justicia, la inculturación (2), el diálogo inter-religioso, el ecumenismo, la frontera geográfica o ideológica, la misión como accionar de un Dios trinitario… En todas ellas el jesuita es concebido como pecador que es perdonado, llamado a perdonar y a trabajar con hombres y mujeres de buena voluntad en el sueño común de la humanidad como reinado de Dios.

Las crisis por las que ha pasado la humanidad también han sido espirituales. El campo de la espiritualidad busca siempre actualizar el mensaje con nuevo lenguaje y nuevos contenidos. Dios creador sigue creando y sigue actuando con lo que tiene, con lo que generosamente le ofrecemos.

La identidad, pues, a menudo, afortunadamente, se confunde con el carisma que es lo que suscita el Espíritu o vida permanente del Resucitado.

Quizás la intuición básica de Ignacio puede ser la relación personal (hoy suena redundante) entre Dios y la criatura, en dónde se da la posibilidad de cambiar la vida; es decir, de obrar “jesusmente” (3). Quien haya experimentado el cambio, se siente, como Pablo, en el deber de proclamarlo a otros y al mundo entero.

Un cierto optimismo frente a la salvación, en contraste con pensamientos como el jansenismo, el probabiliorismo moral y otros, ha caracterizado igualmente a la Compañía de Jesús y le han causado no pocos problemas y dificultades. Ignacio no quiso que su grupo se llamara “Iñiguistas”, pues siendo originalmente un colectivo, no seguían a Ignacio sino a Jesús: tras sus huellas, por campos y aldeas hasta la cruz y luego la resurrección.

Como Moisés que, en dificultades con el pueblo, se pone de parte de este frente a Yahvéh para moverlo a misericordia, el jesuita aspira a ponerse de lado similar. Igual Jesús se puso del lado de la mujer pública, de los juzgados endemoniados, castigados y del grupo dispar de sus discípulos. Moisés, de no lograrlo, prefiere no existir. Suprimida la Compañía de Jesús, puso igual condición para ser restaurada.

El manejo de las imágenes, símbolos, etiquetas a menudo han dado la impresión de que todo lo anterior es literatura o propaganda. Compañía como ejército, los jenízaros del Papa, los contra-reformadores, martillo de los herejes, defensores de l´ancien régime, de la monarquía… son algunos imaginarios desafortunados. Pero igualmente vale decir que los jesuitas han sido defensores de la libertad de conciencia, del derecho de los pueblos, del derecho de gentes, de los derechos de esclavos e indígenas, de las nuevas ciencias, de la democracia, de la educación universal y gratuita, de los migrantes y refugiados, de la moral humanizada, de la sismología, la física, las matemáticas, la astronomía, las humanidades, los derechos humanos y muchos temas más (4).

Fuente: Jesuitas Colombia

 

Ordenación Diaconal de Gustavo Monzón

El viernes 01 de diciembre, a las 19.30 hs de Chile fue ordenado diácono Gustavo Monzón SJ.

Gustavo, que es uruguayo, estuvo desde el año 2015 realizando sus estudios de Bachillerato en Teología, en la Pontifica Universidad Católica de Chile. Durante ese tiempo, también trabajó apostólicamente en la CVX Jóvenes.

Actualmente, Gustavo preparará su examen de grado, para rendirlo el año entrante y, el segundo semestre, ha sido destinado a continuar sus estudios de postgrado en Moral Social en los EE.UU.

La misa se celebró en la Parroquia Jesús Obrero de Santiago de Chile. En la misma ceremonia fueron ordenados otros 4 compañeros jesuitas chilenos.