CPAL: Reunión anual de Teólogos

El viernes 30 de julio y el domingo 01 de agosto del 2021, los miembros e invitados de la Comisión Teológica de la CPAL realizaron su reunión anual. Es la primera vez que se realiza la reunión bienal por medios electrónicos, lo que no impidió el encuentro y el compartir de las reflexiones teológicas. El P. Hugo Gudiel (CAM) comparte un breve reporte sobre la reunión.

En el documento así presenta el tema de debate: «La Comisión Teológica latinoamericana busca favorecer entre sus miembros el debate crítico teológico, y lo hace desde la realidad histórica y eclesial latinoamericana de los empobrecidos y excluidos para contribuir a la misión de la Compañía de Jesús, hoy. Con ello se pretende teologizar, como práctica teórica fundamental que ha de historiarse en la praxis de la fe cristiana, desde el Tercer mundo. En esa perspectiva este año 2021 se quiso discernir teológicamente aquello que caracteriza la nueva época, desde la realidad latinoamericana.

El tema fundamental del encuentro en línea del año 2021 giró en torno a la Discernimiento de la nueva época desde América Latina. Este fue acordado en la reunión anual presencial de agosto del 2019 realizada en Belo Horizonte.»

El cronograma y la temática de la reunión se dividió en 4 ponencias:

  1. “El acontecimiento cristiano en el cambio de época” de Pedro Trigo;
  2. “Otro mundo es necesario. La propuesta de Ignacio Ellacuría y el papa Francisco para una nueva civilización global”, de Martin Maier;
  3. “El discernimiento: de la espiritualidad a la ética”, de Tony Mifsud.
  4. “Puebla: el inicio de un camino hacia una teología más audaz y profética en América Latina y el Caribe”, de Víctor Martínez.

Para ampliar el contenido puede leer el documento completo del P. Hugo Gudiel aquí:  Discernimiento de la nueva época desde América Latina I

Gustavo Morello SJ en el XXIII Encuentro de RIFREM

En el mes de Marzo del corriente año se realizó el XXIII Encuentro de la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM) «Creencias y prácticas religiosas en tiempos de deshumanización y desintegración socialEl enfoque del evento estaba puesto en los efectos de la crisis humanitaria (psicológica, de salud, ecológica, social, familiar) y la manera en que desde lo religioso o lo espiritual se brindan respuestas, refugios o salidas a dicha crisis.

En el encuentro participó Gustavo Morello, jesuita argentino, sociólogo, profesor del departamento de sociología de Boston College en Estados Unidos, estudió el Doctorado por la Universidad de Buenos Aires y sus trabajos exploran la transformación religiosa en América Latina. Su presentación estuvo enmarcada en el contenido de su libro «Una Modernidad encantada. Religión vivida en Latinoamérica.»

«Este libro explora las búsquedas religiosas en la vida diaria de personas comunes, y propone mirar lo religioso más allá del debate sobre secularización: ¿Qué hacen las personas cuando practican su religión? Este libro aporta una nueva perspectiva: la de los ciudadanos más pobres, reconociendo su autonomía y creatividad en el ámbito religioso.»

 

Link de acceso a la conferencia: Una Modernidad encantada. Religión vivida en Latinoamérica.

Los Centros de Espiritualidad y su tarea de acompañar el desarrollo interior de las personas

A fines del año pasado, el P. Provincial Rafael Velasco SJ, comunicaba la apertura de un nuevo Centro de Espiritualidad en la Provincia Argentino Uruguaya. La noticia anunciaba que el Centro Manresa, ubicado en la Ciudad de Córdoba, además de continuar el trabajo con los jóvenes, como lo viene haciendo desde hace ya 20 años, se sumaría a la lista de Centros de Espiritualidad con los que cuenta la Provincia y de esta manera se integraba al Sector Espiritualidad de ARU. 

Con el objetivo de presentar la misión que asume el Área de Espiritualidad, tomando como referencia las vivencias del último tiempo, entrevistamos al P. Pablo Lamarthée SJ: actual delegado del Sector, quien asumió a mediados del mes de Febrero la dirección del Centro Manresa. Es Doctor en teología, licenciado en Psicología, ha sido director del Centro de Espiritualidad Manresa de Montevideo y del Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina (CEIA) en Buenos Aires. 

  • ¿Cuáles son las prioridades por las que se trabaja en el Sector espiritualidad de la Provincia ARU? ¿Cuál es el principal objetivo?

El sector de espiritualidad busca ofrecer espacios para el crecimiento humano y religioso de nuestra gente, tanto de los laicos colaboradores de la Compañía, así como de todos aquellos que estén buscando crecer espiritualmente y encontrarse con Dios.

Este sector está compuesto, sobre todo, por los diferentes Centros de Espiritualidad que la Provincia ARU tiene. Los mismos, ofrecen ejercicios, retiros, cursos, talleres y acompañamiento personal. Si bien el trabajo espiritual es algo común en todos nuestros apostolados, los Centros se ocupan explícitamente del desarrollo interior de las personas, quieren dar cauce a la búsqueda de trascendencia de la gente y ayudan en el crecimiento humano-espiritual de los cristianos. Están abocados al cuidado de los aspectos internos de la dimensión religiosa, que va mucho más allá de lo litúrgico y sacramental, integrándolo con los otros aspectos de nuestra vida (vocación, trabajo, afectos, sociedad…). Creo que los Centros de Espiritualidad son espacios que ayudan a las personas a conectarse con ellas mismas, a encontrarse con Dios, y reavivar su misión en la vida. Son lugares para cargar baterías, nutrirse, crecer en el Espíritu, dinamizarse internamente, discernir, sentirse acompañados, y desde ahí, volver a la vida, a la misión y al trabajo.

Pienso que los Centros de Espiritualidad brindan una pastoral que responde muy bien a la persona de hoy, donde por lo general tiene una apertura a lo espiritual, pero que no pasa tanto por la religión formal, ni por el ritual tradicional, ni por la solidez institucional, sino por una búsqueda personal, interior y más desestructurada de la trascendencia.

Gracias a Dios nosotros contamos con una espiritualidad ignaciana que todavía tiene mucho para dar al hombre y la mujer de hoy: lleva al autoconocimiento, facilita la interioridad, integra muy bien lo humano y lo afectivo, y también ofrece herramientas útiles para la vida práctica.  Considero que la pastoral de ejercicios, el acompañamiento personal, la ayuda en el discernimiento personal y comunitario y la sana integración humana, propia de nuestra espiritualidad, continúan siendo caminos claves y pertinentes para el mundo de hoy.

  • A 500 años de la herida de San Ignacio, la comunidad jesuita está celebrando el Año Ignaciano ¿Qué significado tiene este tiempo para el área?

Por lo general las personas llegan a nuestros centros heridas por la vida, tienen que elaborar duelos, superar crisis, tomar decisiones difíciles… otras veces llegan cansadas, internamente vacías, desordenadas, alejadas de DiosCon los ejercicios y el acompañamiento buscamos transformar esas heridas en bendición, ayudamos a que encuentren nueva vida en Cristo y vean las cosas de una manera resucitada. Así como la convalecencia de Ignacio en Loyola fue una especie de “retiro espiritual forzado” y supuso una transformación interior y un cambio en la orientación de su vida, nosotros queremos propiciar también espacios donde las personas se vuelquen a su interioridad, se dejen rehacer con la misericordia amorosa y se descubran llamadas, renovados y restauradas por Dios.

  • Sabemos que entre los distintos Centros de espiritualidad se comparten algunas de las propuestas de talleres y cursos, ¿cómo se da ese trabajo en red?

En la provincia Argentino-uruguaya contamos con cuatro Centros de Espiritualidad: Montevideo, Buenos Aires, San Miguel y Córdoba. Estamos trabajando lo más conjuntamente que podemos, lo que propone uno de estos Centros es replicado también por los otros, aunque cada Centro mantenga su propia peculiaridad. De esta manera unificamos esfuerzos y ganamos en un mayor impacto. Más o menos compartimos dos o tres cursos/talleres por mes. Ahora estamos diseñando una Escuela de Acompañantes Espirituales on line para el 2022, donde varios jesuitas de la provincia puedan volcar sus aportes y experiencia. Los cuatro Centros difundiremos este curso anual compartiendo las energías y los esfuerzos, pero a su vez, beneficiándonos de una mayor riqueza formativa y aprovechando la diversidad de público que nos ofrece el trabajo en red.

  • Desde tu anterior desempeño en Manresa-Uruguay, el CEIA-Buenos Aires y el actual trabajo en Manresa-Córdoba, ¿Qué rendimiento tuvo/tiene la modalidad virtual que se da en este contexto de pandemia? ¿Vino para quedarse? ¿Qué demanda hubo?

Sin duda que con la virtualidad hemos ganado mucho, se ha logrado que nuestras propuestas aumentaran significativamente su alcance. Es parte de esos beneficios y las oportunidades que nos traen las crisis. Pensemos que antes accedían solamente los locales, ahora llegamos a realidades muy diversas y a lugares donde los jesuitas no podíamos llegar. Es muy lindo ver como con la virtualidad aparece gente de todos los rincones de los dos países de nuestra provincia, realizando Ejercicios en la vida diaria, haciendo diferentes actividades, conociendo nuestra espiritualidad y aprovechando del acompañamiento personal virtual. Creo que la pandemia nos ayudó en cierto modo, porque nos exigió crear otra forma de comunicar y acompañar, y vino para quedarse. El desafío futuro estará en desarrollar un sistema mixto, no abandonando lo presencial, ni el encuentro personal, ni el intercambio real, pero sí replicando lo que hacemos hacia afuera con la virtualidad.

  • A comienzos de año el P. Provincial anunció que el Centro Manresa de Córdoba, además de continuar su trabajo con jóvenes, funcionaría como un nuevo Centro de Espiritualidad para la Provincia y te ha nombrado como Director: ¿Con qué oportunidades y desafíos te encontraste al asumir este nuevo proyecto?, ¿Cuál es la idea de trabajo para lo que queda del año? ¿Hacia qué público se orientan las propuestas?

En Manresa Córdoba, durante este año 2021, hemos venido trabajando virtualmente, yo pensé que costaría más, pero rápidamente hemos podido entrar en las redes sociales y darnos a conocer como Centro de Espiritualidad para personas mayores de 30 años. El número de interesados en las propuestas viene siendo bastante exitoso, sumándole además la sinergia que estamos ganando al trabajar en red con los otros Centros de Espiritualidad. Haber contado con una plataforma de base como lo es Manresa-pastoral juvenil, con 20 años de historia, ha sido una gran oportunidad para lanzar Manresa-Centro de Espiritualidad. Cabe destacar también los casi 25 colaboradores (jesuitas, religiosas y laicos) que ya tenemos en el acompañamiento de ejercicios y en las tutorías de las escuelas de formación, sin estas personas no podríamos ofrecer lo que estamos ofreciendo. A su vez, la conexión con otras obras jesuitas ubicadas tanto en Córdoba como en otros lugares de la Provincia ARU también nos ha posibilitado interactuar positivamente. El desafío ahora es seguir generando vínculos: que los jesuitas y laicos de nuestras obras conozcan y aprovechen lo que un Centro de Espiritualidad ofrece, que pidan ayuda en la formación humano-espiritual. Recordemos que estos vínculos y estos apoyos siempre van en favor de cada una de nuestras obras.

Información de contacto:

Centro Manresa Córdoba

  • Dirección: Obispo Trejo 219 – 1er piso
  • Instagram: centromanresacba
  • Facebook: Manresa Jesuitas
  • Whatsapp: +549 351 5054190
  • Mail: centromanresa@jesuitas.org.ar

CEIA

  • Dirección: Av. Callao 542
  • Instagram: ceia.jesuitas
  • Facebook: Centro de Espiritualidad Ignaciana
  • Whatsapp: +54 91126521237
  • Mail: secretaria@ceia.org.ar

Centro Manresa Uruguay

  • Dirección: Av. Doctor Luis Alberto de Herrera 4278
  • Instagram: manresa_uruguay
  • Facebook: Manresa Uruguay
  • Whatsapp: +598 93789640
  • Mail: manresa@ucu.edu.uy

Centro Loyola

  • Dirección: Av. Ricardo Balbín 3226, San Miguel
  • Instagram: centro_loyola_san_miguel
  • Facebook: Centro Loyola Espiritualidad y Cultura
  • Whatsapp: +549 11 6974 9667
  • Mail: secretaria@centroloyola.com.ar

«Y, tras dejar las armas, tomó el bastón de peregrino» – El paso de Ignacio por Montserrat

Íñigo dejó el hogar familiar en Loyola para buscar un nuevo camino. Durante su convalecencia de meses, tuvo la clara intuición de que estaba llamado a algo distinto de la vida de la corte y sus favores mundanos. Uno de los primeros pasos de su viaje fue una parada en la abadía benedictina de Montserrat, en medio de las imponentes montañas de Cataluña. Allí, puso su espada a los pies de María, la Virgen Negra de Montserrat. A partir de ese momento, el bastón de peregrino sustituyó a la espada; fue una elección definitiva.

Con motivo de su visita a Cataluña para la fiesta de San Ignacio, el 31 de julio, y en el marco del Año Ignaciano, el P. Arturo Sosa, Superior General, se detuvo también en la misma abadía de Montserrat el 1 de agosto 2021. También él se recogió ante María y le confió toda la Compañía de Jesús. En la Abadía fue recibido por el Abad Josep Maria Soler i Canals y los restantes monjes de la comunidad. Celebró con ellos una Eucaristía, a la que siguió la comida.

El abad destacó cómo el monasterio participa en el proyecto del Camino Ignaciano, recibiendo a los peregrinos que caminan tras las huellas de Ignacio. Los monjes les muestran los lugares de oración que recuerdan el paso de San Ignacio.

Oficina de comunicaciones de la Curia General

jesuits.global/es

CVX: Testimonios sobre el Encuentro mundial de jóvenes

Juan Ignacio Radiccioni, Juan Manuel Ferrés y Lucía Ponce de León.

Representantes de la CVX en Uruguay.

El 29, 30 y 31 de julio se llevó a cabo el Encuentro Mundial de Jóvenes de la CVX, bajo el lema “Embrace the world in an Ignatian way” (abrazar el mundo de manera Ignaciana), en la ciudad de Loyola, España, de forma virtual. Allí participaron unos 130 jóvenes representando a 52 países de todo el mundo. Con una gran organización de parte de España, fueron tres días intensos, con momentos de oración, testimonios de vida, charlas y compartidas en grupos hablando todos el mismo idioma.

A pesar de no disfrutar de la presencialidad en Loyola, creemos que la virtualidad llegó para quedarse. En este vídeo Daniel Villanueva Sj puso en palabras la importancia de las redes colaborativas para la construcción del Reino. Una visión de la redes, no sólo como estructuras operacionales, sino como una gran oportunidad para compartir, sentirnos parte de una misión, cuerpo apostólico y oración. Debemos entender las redes de trabajo (Networks) como un elemento clave para expandir la misión y poner a disposición nuestra capacidades. En este sentido es que los jóvenes tenemos un rol clave para la generación de estas instancias de colaboración para el crecimiento de la CVX, no necesariamente en número, sino en vinculación.

En el transcurso de esos tres días reflexionamos sobre las heridas del mundo, principalmente sobre la pobreza, cómo actuamos frente a ella, qué perspectiva tenemos sobre ella. Con esto nos sentimos invitados a pensar nuestra postura con respecto a las heridas que se presentan a nuestro alrededor. También se habló sobre Ignacio y la evolución de su proceso de conversión, luego de su herida en la pierna y su dolor. Bajo esta consigna tuvimos que reflexionar sobre nuestras heridas y cómo las recibimos, invitándonos a aceptarlas, todos hablábamos el mismo “idioma” ignaciano sin importar de dónde fuéramos.

En el segundo y tercer día escuchamos más testimonios, el de una doctora española que habló sobre su experiencia y dónde veía a Dios cuando la pandemia en España estuvo en su momento más crítico. Fue muy conmovedor, puso mucho énfasis en el hecho de acompañar a la gente, a veces no podemos hacer más que eso. José María Rodríguez Olaizola Sj nos habló de su perspectiva sobre el ser peregrino como Ignacio. Y el último mensaje fue del Padre General Arturo Sosa Sj hacia los jóvenes, invitándonos a ser abiertos, animarnos a incomodarnos, tratar como iguales a personas discriminadas por ejemplo, por su orientación sexual. A ser sólidos en nuestro interior y usar la herramienta del examen diario para tener claridad en un mundo tan veloz y cambiante como lo es hoy.

Las charlas rondaban en un paralelismo con la vida de San Ignacio y las necesidades del mundo de hoy. Dedicamos bastantes ratos de oración sobre la herida personal y la herida del mundo, para verlo como un hueco por donde entra la luz de Dios y a través de la cual Dios nos quiere transmitir su misión para nosotros. El final del encuentro culminó con un decálogo, un manifiesto de 10 ítems, donde los participantes destacaron su visión hacia el mundo, nuestro compromiso de encarar la realidad de hoy en día, y nuestras ganas de acercarnos al diferente y al necesitado con una mirada positiva y humilde.

Fue una experiencia sumamente enriquecedora, al compartir con gente como Sandra de Egipto, Annah de Bután, Erica de Hong Kong, Gabriel de Alemania y Elisa de Sudáfrica, todos con diferentes realidades, pero con un estilo de vida en común. En este sentido y a raíz de lo compartido, es que surgen lindos desafíos a enfrentar tanto a nivel mundial como a nivel nacional. Uno de ellos es poder apropiarnos de la CVX como jóvenes y verlo como lugar a partir del cual ser enviados y salir en misión.

La CVX mundial (CLC) es diferentes idiomas, diferentes culturas y tradiciones, pero una misma forma de rezar y de acercarnos a Dios, siguiendo la espiritualidad ignaciana. Este encuentro nos permitió sentirnos parte de algo más grande que nosotros, más grande que nuestra comunidad individual, incluso más grande que nuestra CVX nacional. Desde nuestro experiencia personal en subgrupos evidenciamos un encuentro con personas de diferentes lugares del mundo e idiomas (ninguno de los presentes hablaba inglés como su primera lengua), pero no fue difícil entendernos, ya que todos teníamos ese mismo encuadre y forma de expresar la fe. Fue un encontrarnos todos con ganas de conocernos y compartir, sin sentirnos juzgados, abiertos a los comentarios de los otros, y felices de recibir el testimonio del otro.

Para finalizar, nos surge compartir las palabras del presidente de Bélgica que de alguna manera sintetiza la invitación central que se le propuso a los jóvenes: “Los invito a sentirse a cada uno como en su casa. Donde la CVX es su casa. Sentirse cómodos en cualquier momento y en cualquier lugar. Si la CVX realmente es un don, un regalo, el espíritu jugará su parte. Por ello, para encontrar la mejor manera de abrazar el mundo de manera Ignaciana, los jóvenes deben hacer viable el Carisma de la CVX para las nuevas generaciones».

Fuente: cvxuruguay.org

Educación jesuita: Una tradición viva

Un artículo de José Alberto Mesa, SJ sobre el documento «Colegios jesuitas: Una tradición viva en el siglo 21 – Un ejercicio continuo de discernimiento», una publicación que proporciona una serie de identificadores claves de los colegios jesuitas. Para ello, presenta un repaso de los documentos fundacionales en torno a la educación jesuita.

José Alberto Mesa, SJ

Los primeros jesuitas, una vez decidieron dedicarse a la educación, entendieron que tenían que prepararse para ser educadores en las instituciones educativas que fundaban. Cuando aceptaron abrir el Collegio de San Nicolò (Colegio de San Nicolás), en Mesina, en 1548, no tenían todavía claramente definido cómo llevar adelante un colegio. Solo hasta 1599, es decir más de 50 años después de trabajar en educación, el P. General Acquaviva promulgó la Ratio Studiorum; el primer documento oficial sobre educación que orientólas obras educativas por varios siglos. En ella se repite con frecuencia lo que ya san Ignacio tanto insistía: responder a los «tiempos, lugares y personas». Los primeros jesuitas debieron, pues, aprender haciendo.

En 1906 la Congregación General 25 «juzga que no se debe intentar una nueva redacción de la Ratio de los estudios inferiores» (d. 12, n. 1) y se comienza un nuevo largo proceso de discernimiento que se cristaliza en 1986 en el documento Características de la educación de la Compañía de Jesús que propone 28 rasgos distintivos de la educación jesuita y que logra crear un sentido de unidad en medio de la diversidad de los sistemas educativos nacionales en los que los colegios jesuitas operan. Pocos años más tarde, en 1993, se publica Pedagogía ignaciana: Un planteamiento práctico (conocido como el «Paradigma Pedagógico Ignaciano») con el fin de presentar los elementos centrales del estilo pedagógico que orientan el proceso de enseñanza-aprendizaje en el aula de clase.

Sin embargo, la Compañía de Jesús es consciente que nuestro mundo ha seguido cambiando, que vivimos en una época de rápidas transformaciones a todos los niveles y que en respuesta a este contexto nuestras obras educativas deben mantener un discernimiento constante para reconocer los retos y oportunidades que este cambio vertiginoso conlleva. Por ello, después de más de ocho años de discusiones, la ICAJE (Comisión Internacional del Apostolado Educativo de la Compañía de Jesús) presenta un nuevo documento: Colegios jesuitas: Una tradición viva en el siglo 21 Un ejercicio continuo de discernimiento. El P. General Arturo Sosa anunció el 5 de noviembre de 2019 este nuevo documento.

Una tradición viva se desarrolla en tres partes interrelacionadas. En una primera el documento se sitúa dentro del contexto de los documentos fundacionales que ya hemos nombrado anteriormente como el de Características de 1986 y el PPI de 1993. En este sentido, como el P. General Sosa afirma en su carta de promulgación, Una tradición viva «debe ser visto como parte del proceso de discernimiento que nuestro apostolado educativo ha mantenido desde que se publicaron por primera vez las Características y el Paradigma Pedagógico Ignaciano». Así, «Una tradición viva no sustituye los documentos anteriores, sino que los complementa y actualiza como un ejercicio continuo de discernimiento.

Los tres deben tomarse juntos como el marco contemporáneo de la educación jesuita». En esta primera parte también se enmarca el documento dentro del espíritu de las Preferencias Apostólicas Universales (PAU) de la Compañía de Jesús invitando a discernir cómo, a través de nuestros procesos educativos, mostramos el camino hacia Dios, caminamos con los descartados de este mundo en una misión de reconciliación y justicia, acompañamos a los jóvenes en la creación de un futuro esperanzador y colaboramos en el cuidado de la casa común.

En la segunda parte «Una tradición viva» presenta algunas de las nuevas realidades del mundo a nivel sociopolítico, educativo, de práctica religiosa, en la Iglesia católica y en la Compañía de Jesús para discernir el contexto en el que servimos.

Finalmente, en la tercera parte, se presentan 10 identificadores globales que deben ayudar a las instituciones educativas en el proceso de discernimiento desde el horizonte de las PAU. Estos indicadores pueden fácilmente relacionarse con las cuatro Preferencias y deben interpretarse como caminos que ayudan a responder a ellas dentro del proceso de discernimiento que exigen en el área educativa. Los 10 identificadores comprometen a las obras educativas con:

  • Ser católicos y ofrecer una formación profunda en la fe en diálogo con otros.
  • Crear un ambiente seguro y saludable.
  • Educar en la ciudadanía global.
  • Cuidar la creación.
  • Promover la justicia.
  • Ser accesible.
  • Educar en la interculturalidad.
  • Ser red global al servicio de la misión.
  • Educar en la excelencia humana.
  • Educar en el aprendizaje de por vida.

Cada identificador está acompañado, como todas las secciones de Una tradición viva, por preguntas orientadas al discernimiento y que deben entenderse dentro del contexto más amplio del discernimiento requerido por las Preferencias.

En suma, Una tradición viva se sitúa dentro del proceso más amplio de las PAU y se convierte en una herramienta indispensable para las instituciones educativas de la Compañía que buscan responder al llamado a servir la misión de reconciliación y justicia con Dios, la humanidad y la creación. Educadores, grupos directivos, estudiantes y padres de familia encontrarán en estos indicadores caminos concretos para acercarse a las PAU, entender sus implicaciones, revisar lo que hacen y avanzar en su implementación.

Fuente: jesuits.global/es

La Iglesia en que creo

Reflexiones

Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica… que es también pecadora, humana y frágil.

Creo en una Iglesia de todos, especialmente de los pobres y los que sufren.
Creo por quienes dieron la vida y por quienes, día a día, la reciben de ella para seguir adelante.
Creo por los pobres que esperan sólo en Dios, y por todos los que vuelven a Él agradecidos.
Creo en la Iglesia de los santos, los de todos los días y la de los pocos cientos que están en los altares.
Creo en la Iglesia de Jesús de Nazaret, que predicó la ley del amor y de la misericordia, y que rechazó las costumbres de los fariseos.

Creo en la Iglesia de mis padres cuando me bendecían, la de mis abuelos cuando me hablaban de Dios. La Iglesia que me enseñaron y de la que sigo aprendiendo.

Creo en la comunidad reunida alrededor del pan compartido. La Iglesia de la gente que celebra la misa, la de los catequistas, de las familias que rezan unidas y también, la de los sacerdotes y obispos.

Creo en una Iglesia que no teme al mundo que surge, que no ofrece las respuestas del ayer para los problemas del mañana.

Creo en una Iglesia que es capaz de una mirada profunda de las circunstancias sociales y que no teme gozar de lo bello y bueno de nuestro mundo.

No creo en una Iglesia envejecida que adolece de sus caprichos sino en una Iglesia jovial y sabia en su vejez.
No creo en una Iglesia que no dialoga y solo enseña sino en una Iglesia que acompaña y recibe la vida como viene.
No creo en una Iglesia hecha a la medida de emperadores sino en una en la que todos somos ‘sacerdotes, profetas y reyes’ desde nuestro bautismo y, realmente, creo en el sueño de una Iglesia vestida solamente de Evangelio y sandalias.

Creo en la Iglesia de la humildad y del servicio: la Iglesia de las hermanas, de los misioneros, de los párrocos, de los que sirven de corazón sin ser reconocidos. En la Iglesia que es madre y que busca reconocer a la mujer como parte de su identidad, riqueza y valor.

Creo en esta Iglesia que desea hacer a la persona más humana, que ayuda silenciosamente a que el bien crezca como la levadura en la masa. En una Iglesia libre y profética y que, si falla, al menos no habrá sido por el temor a equivocarse. La Iglesia que pide y recibe el perdón; que busca reconciliar a la humanidad herida.

Creo en una Iglesia viva, de puertas abiertas y en salida, que conoce de la alegría de la resurrección y que nos conduce a la vida eterna.
Creo que si algo pudiera cambiarle a esta Iglesia sería, en primer lugar a mí mismo y creo, también, que la conversión comienza con nosotros, con nuestro trabajo y amor por ella.

Esta es la Iglesia en que creo, gracias a que tantos otros han hecho de su vida este credo. Es la Iglesia de Cristo construida en la fe de todos los que creemos, y en la que me alegro de vivir mi fe, mi vocación y de ser parte del pueblo de Dios que camina siguiendo sus pasos.

Jorge Berli SJ
Fuente: pastoralsj.org

El itinerario del P. Arturo Sosa para la celebración del Día de San Ignacio

Con motivo de la celebración del Día de San Ignacio, el P. Arturo Sosa SJ, Superior General de los Jesuitas, ha realizado un itinerario de visita en la región de Cataluña, pasando por 3 lugares emblemáticos que forman parte del legado ignaciano. El día viernes 30 de Julio estuvo presente en la Basílica de Santa María del Mar en Barcelona, el sábado 31 en la Cueva de San Ignacio en Manresa, y el día domingo en Montserrat.

Barcelona

La Basílica de Santa María del Mar acogió la celebración de una Eucaristía solemne, presidida por el Cardenal Arzobispo de Barcelona, Mons. Juan José Omella, y concelebrada por el Superior General de los Jesuitas, el P. Arturo Sosa SJ.

Arturo Sosa SJ destacó en su homilía la experiencia que Ignacio vivió en tierras catalanas: en Montserrat, Manresa y Barcelona, donde la misma Basílica de Santa María del Mar es “testigo privilegiado de los dos años en que el peregrino pide limosna en sus escaleras para sostenerse y ayudar a otros”.

Manresa

En su paso por Manresa, el P. Arturo Sosa SJ, participó de la Eucaristía por la festividad de San Ignacio de Loyola, luego bendijo e inauguró oficialmente los mosaicos del reconocido artista jesuita Marko Rupnik que visten el Santuario desde hace pocos meses. Una obra artística de más de 550 metros cuadrados. El Padre General ha pedido que esta obra de arte, formada por piedras procedentes de todo el mundo, sea una oportunidad de diálogo y reconciliación.

En su homilía, el Superior General de los Jesuitas ha asegurado que el libro y la experiencia de los Ejercicios Espirituales «es seguramente el mejor que los jesuitas y los herederos y amigos de esta espiritualidad podemos ofrecer a los demás» y recordó que justamente el su origen e inspiración se encuentra en la estancia de Ignacio en Manresa.

Ha sido en la parte final de la celebración que se ha hecho la apertura de la Puerta del Jubileo. Se trata de la puerta que daba acceso a la Santa Cueva desde 1625 ya lo largo de tres siglos, hasta principios del siglo XX. Ahora está situada en el espacio de acogida que une el Santuario y la Cueva.

Además, durante su paso por Manresa, el P. Arturo Sosa recorrió los últimos kilómetros del camino ignaciano, a lo largo de un pequeño tramo hasta la Cueva de San Ignacio. Lo ha hecho acompañado de un grupo de jóvenes, con los que ha podido conversar durante la caminata. El Camino Ignaciano es el itinerario que recrea la ruta que Ignacio de Loyola hizo en 1522, y que lo llevó hasta Manresa, donde vivió una profunda experiencia espiritual.

Montserrat

Montserrat es uno de los escenarios importantes en la biografía de Ignacio de Loyola, y celebramos también durante este Año Ignaciano el 500 aniversario del episodio que el peregrino vivió aquí. Fue en marzo de 1522 cuando Ignacio llegó a Montserrat, dejó la espada a los pies de la Virgen de Montserrat y sustituyó la vestimenta de caballero por una tela de saco, símbolo del peregrino.

El Superior General de la Compañía de Jesús ha tenido la oportunidad de visitar algunos de los espacios del Monasterio y el Santuario, acompañado por el P. Ignasi M. Fossas, prior de Montserrat, que le ha invitado a descubrir qué encontró Ignacio a su llegada a la montaña y al monasterio.

Primera jornada mundial de los abuelos y personas mayores: Memoria y presencia

Otra iniciativa del Papa Francisco: el establecimiento de esta Jornada Mundial celebrada el 25 de julio. De este modo, el Santo Padre subraya en particular la importancia del papel que desempeñan tantos abuelos en el acompañamiento de los niños. En una época en la que tantos padres están muy ocupados con sus responsabilidades profesionales, la presencia de los abuelos para contribuir al despertar espiritual y a la formación de los niños es a menudo decisiva.

En su mensaje dirigido individualmente a cada uno de los abuelos y abuelas, el Papa relaciona su papel con las palabras de Jesús a sus discípulos: “Yo estoy con vosotros siempre”. Esta garantía del Señor es a la vez un consuelo para los ancianos que, durante la pandemia, a menudo estaban – o siguen estando – aislados, y un estímulo para convertirse en “ángeles custodios” de sus nietos o de otros jóvenes. Según Francisco, las personas mayores son necesarias para construir el futuro; no quedaron fijas en el pasado. Lea el mensaje del Papa haciendo clic aquí.

Desde la Curia General de la Compañía de Jesús se pidió testimonio sobre la vivencia de esta etapa a Hilda Onelia Serrano, ex miembro del personal, que ahora es abuela.

«Soy una abuela a distancia pero creo firmemente que la calidad del tiempo que se pasa junto a los seres queridos, es más fundamental que la cantidad del mismo. Tengo dos nietos, de 12 y 6 años, que viven en otro continente. Los visito una vez al año, por dos o tres meses. Generalmente no utilizamos las redes para comunicar. Lo que me resulta increíble y muy emocionante, es cómo estos nietos me reciben cada vez que llego. Fuertes abrazos, grandes sonrisas y mucho cariño (sea para mí que para el abuelo). Como si percibieran, a través de la distancia, mi sentir del “yo estoy contigo todos los días” del cual escribe el Santo Padre en su mensaje de conmemoración a los abuelos y a los mayores, del pasado 25 de julio.

Mi hijo y mi hija crecieron también con la experiencia de tener unos abuelos a distancia y de verse una vez al año en verano. El apego a los abuelos y a los demás familiares era intenso, y aunque los abuelos ya no están desde hace tiempo, su recuerdo y la unidad a la grande familia forman parte integrante de su manera de ser hoy. “Los cimientos de la vida son la memoria”, añade el Santo Padre en su mensaje, y no hay nada más cierto. Por esto, junto a mi hermana, también ella abuela a distancia, nos pusimos en marcha y estamos escribiendo un libro sobre nuestras memorias. Quisiéramos dejarle a nuestros nietos una historia más detallada de sus raíces y antepasados, para que les perdure el recuerdo de la familia y puedan pasarlo a nuestros biznietos, pues, “sin la memoria no se puede construir”.

El escrito del Santo Padre es una verdadera fuente de inspiración.»

Hilda Onelia Serrano

Fuente: jesuits.global

Centro de Espiritualidad «La Cova de San Ignacio»: un proyecto que continúa

Hace 500 años, Íñigo dejó la casa-torre familiar de Loyola para responder a la llamada del Señor. Se instaló en un hospital e iba a una cueva de Manresa a rezar. Pensó que se quedaría allí unos días, pero se quedó once meses. Su estancia en Manresa fue decisiva. Consolidó su proyecto y aprendió casi todo sobre la vida espiritual y cómo seguir a Jesús. Y fue entonces cuando comenzó a escribir la “guía” que llegaría a ser los Ejercicios Espirituales. Los jesuitas la convertirían en la principal herramienta para ayudar a la gente a encontrar su camino hacia Dios.

Situado en el mismo lugar donde Ignacio experimentó sus vivencias espirituales más profundas, el Centro de Espiritualidad La Cova de San Ignacio ofrece Ejercicios Espirituales, pero también es un centro de meditación, formación y educación para un amplio público internacional. El jesuita Lluis Magriñà, director de la Cova Sant Ignasi, nos cuenta más. Lo entrevistamos mientras Manresa se preparaba para recibir al Superior General de la Compañía de Jesús, el P. Arturo Sosa, para la fiesta de San Ignacio el 31 de julio, en pleno Año Ignaciano.

Entrevista al Padre Lluis Magriñà SJ

  • ¿Por qué es significativo para ustedes que el Superior General, el padre Sosa, venga a celebrar la fiesta de San Ignacio aquí este año?

El P. Arturo Sosa es nuestro 31º Superior General, que lleva el timón de la Compañía en este siglo XXI. Su presencia en Manresa en esta celebración de la fiesta de San Ignacio es una llamada a escuchar el Espíritu hacia donde nos conduce. Es significativo también que él eligió que, después de la celebración, permanecería en la Cueva de San Ignacio para realizar sus Ejercicios Espirituales de este año.

  • ¿Cómo se convirtió la casa de Ejercicios Espirituales del siglo pasado en el Centro de Espiritualidad que hoy tiene influencia internacional?

Fue el fruto de una reflexión y descernimiento en el año 2000, donde se estaba gestando una nueva era en una humanidad globalizada. El Centro tenía que abrir las puertas y responder a estas nuevas necesidades que van surgiendo en nuestro mundo. El programa de la “Cova Sant Ignasi” de Manresa se amplió enormemente y acogió a más personas de diversos países.

Ofrecemos en distintas lenguas los Ejercicios Espirituales (EE) de un mes, de ocho días, en la vida cotidiana. Tenemos una oferta específica a los jóvenes. También la formación, abierta a todas las personas, para acompañar los EE en la vida, es decir una formación para los agentes multiplicadores. Hemos creado programas de formación, por ejemplo, en el liderazgo ignaciano, en la oración contemplativa, en la preparación de la tercera edad y, más ampliamente, en la espiritualidad ignaciana.

El Centro también renovó sus instalaciones físicas para responder a las necesidades de la licencia ambiental, así como para optimizar todo el espacio y ofrecer los medios tecnológicos necesarios. La celebración de este Año Ignaciano, nos ha permitido renovar el santuario con los mosaicos del artista jesuita Marko Rupnik, que muestran el peregrinaje cristiano por medio de los Ejercicios Espirituales, y la construcción de un oratorio subterráneo con un gran ventanal que permite ver la montaña de Monserrat que San Ignacio veía desde la Cueva.

Estos cambios permiten que las personas puedan encontrar un lugar de silencio y espiritualidad que les permita crecer y encontrar respuesta a las preguntas que tienen, y donde alguien, que, si lo desean, los pueda acompañar.

  • ¿Cómo participa concretamente el Centro de Espiritualidad de Manresa en el Año Ignaciano?

Tenemos las puertas abiertas para acoger a todos los peregrinos que llegan. Ofrecemos muchas tandas de EE y varios retiros. El mes de junio de 2022 ofreceremos un simposio sobre los EE que quiere tener un marcado carácter teológico-espiritual. Asimismo, nuestro centro tiene la voluntad de ofrecer un espacio abierto a aquellos acompañantes y directores de EE con larga trayectoria para compartir experiencias exitosas de adaptaciones de los EE en el mundo contemporáneo.

Fuente: jesuits.global