Los Centros de Espiritualidad y su tarea de acompañar el desarrollo interior de las personas

A fines del año pasado, el P. Provincial Rafael Velasco SJ, comunicaba la apertura de un nuevo Centro de Espiritualidad en la Provincia Argentino Uruguaya. La noticia anunciaba que el Centro Manresa, ubicado en la Ciudad de Córdoba, además de continuar el trabajo con los jóvenes, como lo viene haciendo desde hace ya 20 años, se sumaría a la lista de Centros de Espiritualidad con los que cuenta la Provincia y de esta manera se integraba al Sector Espiritualidad de ARU. 

Con el objetivo de presentar la misión que asume el Área de Espiritualidad, tomando como referencia las vivencias del último tiempo, entrevistamos al P. Pablo Lamarthée SJ: actual delegado del Sector, quien asumió a mediados del mes de Febrero la dirección del Centro Manresa. Es Doctor en teología, licenciado en Psicología, ha sido director del Centro de Espiritualidad Manresa de Montevideo y del Centro de Espiritualidad Ignaciana de Argentina (CEIA) en Buenos Aires. 

  • ¿Cuáles son las prioridades por las que se trabaja en el Sector espiritualidad de la Provincia ARU? ¿Cuál es el principal objetivo?

El sector de espiritualidad busca ofrecer espacios para el crecimiento humano y religioso de nuestra gente, tanto de los laicos colaboradores de la Compañía, así como de todos aquellos que estén buscando crecer espiritualmente y encontrarse con Dios.

Este sector está compuesto, sobre todo, por los diferentes Centros de Espiritualidad que la Provincia ARU tiene. Los mismos, ofrecen ejercicios, retiros, cursos, talleres y acompañamiento personal. Si bien el trabajo espiritual es algo común en todos nuestros apostolados, los Centros se ocupan explícitamente del desarrollo interior de las personas, quieren dar cauce a la búsqueda de trascendencia de la gente y ayudan en el crecimiento humano-espiritual de los cristianos. Están abocados al cuidado de los aspectos internos de la dimensión religiosa, que va mucho más allá de lo litúrgico y sacramental, integrándolo con los otros aspectos de nuestra vida (vocación, trabajo, afectos, sociedad…). Creo que los Centros de Espiritualidad son espacios que ayudan a las personas a conectarse con ellas mismas, a encontrarse con Dios, y reavivar su misión en la vida. Son lugares para cargar baterías, nutrirse, crecer en el Espíritu, dinamizarse internamente, discernir, sentirse acompañados, y desde ahí, volver a la vida, a la misión y al trabajo.

Pienso que los Centros de Espiritualidad brindan una pastoral que responde muy bien a la persona de hoy, donde por lo general tiene una apertura a lo espiritual, pero que no pasa tanto por la religión formal, ni por el ritual tradicional, ni por la solidez institucional, sino por una búsqueda personal, interior y más desestructurada de la trascendencia.

Gracias a Dios nosotros contamos con una espiritualidad ignaciana que todavía tiene mucho para dar al hombre y la mujer de hoy: lleva al autoconocimiento, facilita la interioridad, integra muy bien lo humano y lo afectivo, y también ofrece herramientas útiles para la vida práctica.  Considero que la pastoral de ejercicios, el acompañamiento personal, la ayuda en el discernimiento personal y comunitario y la sana integración humana, propia de nuestra espiritualidad, continúan siendo caminos claves y pertinentes para el mundo de hoy.

  • A 500 años de la herida de San Ignacio, la comunidad jesuita está celebrando el Año Ignaciano ¿Qué significado tiene este tiempo para el área?

Por lo general las personas llegan a nuestros centros heridas por la vida, tienen que elaborar duelos, superar crisis, tomar decisiones difíciles… otras veces llegan cansadas, internamente vacías, desordenadas, alejadas de DiosCon los ejercicios y el acompañamiento buscamos transformar esas heridas en bendición, ayudamos a que encuentren nueva vida en Cristo y vean las cosas de una manera resucitada. Así como la convalecencia de Ignacio en Loyola fue una especie de “retiro espiritual forzado” y supuso una transformación interior y un cambio en la orientación de su vida, nosotros queremos propiciar también espacios donde las personas se vuelquen a su interioridad, se dejen rehacer con la misericordia amorosa y se descubran llamadas, renovados y restauradas por Dios.

  • Sabemos que entre los distintos Centros de espiritualidad se comparten algunas de las propuestas de talleres y cursos, ¿cómo se da ese trabajo en red?

En la provincia Argentino-uruguaya contamos con cuatro Centros de Espiritualidad: Montevideo, Buenos Aires, San Miguel y Córdoba. Estamos trabajando lo más conjuntamente que podemos, lo que propone uno de estos Centros es replicado también por los otros, aunque cada Centro mantenga su propia peculiaridad. De esta manera unificamos esfuerzos y ganamos en un mayor impacto. Más o menos compartimos dos o tres cursos/talleres por mes. Ahora estamos diseñando una Escuela de Acompañantes Espirituales on line para el 2022, donde varios jesuitas de la provincia puedan volcar sus aportes y experiencia. Los cuatro Centros difundiremos este curso anual compartiendo las energías y los esfuerzos, pero a su vez, beneficiándonos de una mayor riqueza formativa y aprovechando la diversidad de público que nos ofrece el trabajo en red.

  • Desde tu anterior desempeño en Manresa-Uruguay, el CEIA-Buenos Aires y el actual trabajo en Manresa-Córdoba, ¿Qué rendimiento tuvo/tiene la modalidad virtual que se da en este contexto de pandemia? ¿Vino para quedarse? ¿Qué demanda hubo?

Sin duda que con la virtualidad hemos ganado mucho, se ha logrado que nuestras propuestas aumentaran significativamente su alcance. Es parte de esos beneficios y las oportunidades que nos traen las crisis. Pensemos que antes accedían solamente los locales, ahora llegamos a realidades muy diversas y a lugares donde los jesuitas no podíamos llegar. Es muy lindo ver como con la virtualidad aparece gente de todos los rincones de los dos países de nuestra provincia, realizando Ejercicios en la vida diaria, haciendo diferentes actividades, conociendo nuestra espiritualidad y aprovechando del acompañamiento personal virtual. Creo que la pandemia nos ayudó en cierto modo, porque nos exigió crear otra forma de comunicar y acompañar, y vino para quedarse. El desafío futuro estará en desarrollar un sistema mixto, no abandonando lo presencial, ni el encuentro personal, ni el intercambio real, pero sí replicando lo que hacemos hacia afuera con la virtualidad.

  • A comienzos de año el P. Provincial anunció que el Centro Manresa de Córdoba, además de continuar su trabajo con jóvenes, funcionaría como un nuevo Centro de Espiritualidad para la Provincia y te ha nombrado como Director: ¿Con qué oportunidades y desafíos te encontraste al asumir este nuevo proyecto?, ¿Cuál es la idea de trabajo para lo que queda del año? ¿Hacia qué público se orientan las propuestas?

En Manresa Córdoba, durante este año 2021, hemos venido trabajando virtualmente, yo pensé que costaría más, pero rápidamente hemos podido entrar en las redes sociales y darnos a conocer como Centro de Espiritualidad para personas mayores de 30 años. El número de interesados en las propuestas viene siendo bastante exitoso, sumándole además la sinergia que estamos ganando al trabajar en red con los otros Centros de Espiritualidad. Haber contado con una plataforma de base como lo es Manresa-pastoral juvenil, con 20 años de historia, ha sido una gran oportunidad para lanzar Manresa-Centro de Espiritualidad. Cabe destacar también los casi 25 colaboradores (jesuitas, religiosas y laicos) que ya tenemos en el acompañamiento de ejercicios y en las tutorías de las escuelas de formación, sin estas personas no podríamos ofrecer lo que estamos ofreciendo. A su vez, la conexión con otras obras jesuitas ubicadas tanto en Córdoba como en otros lugares de la Provincia ARU también nos ha posibilitado interactuar positivamente. El desafío ahora es seguir generando vínculos: que los jesuitas y laicos de nuestras obras conozcan y aprovechen lo que un Centro de Espiritualidad ofrece, que pidan ayuda en la formación humano-espiritual. Recordemos que estos vínculos y estos apoyos siempre van en favor de cada una de nuestras obras.

Información de contacto:

Centro Manresa Córdoba

  • Dirección: Obispo Trejo 219 – 1er piso
  • Instagram: centromanresacba
  • Facebook: Manresa Jesuitas
  • Whatsapp: +549 351 5054190
  • Mail: centromanresa@jesuitas.org.ar

CEIA

  • Dirección: Av. Callao 542
  • Instagram: ceia.jesuitas
  • Facebook: Centro de Espiritualidad Ignaciana
  • Whatsapp: +54 91126521237
  • Mail: secretaria@ceia.org.ar

Centro Manresa Uruguay

  • Dirección: Av. Doctor Luis Alberto de Herrera 4278
  • Instagram: manresa_uruguay
  • Facebook: Manresa Uruguay
  • Whatsapp: +598 93789640
  • Mail: manresa@ucu.edu.uy

Centro Loyola

  • Dirección: Av. Ricardo Balbín 3226, San Miguel
  • Instagram: centro_loyola_san_miguel
  • Facebook: Centro Loyola Espiritualidad y Cultura
  • Whatsapp: +549 11 6974 9667
  • Mail: secretaria@centroloyola.com.ar
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